Fairy Tail no me pertenece, pertenece a Hiro Mashima

- Dos Natsus yaayy - Persona hablando

" Tramposo descarado" Pensamientos

- ¿Amo lo estoy complaciendo? - recuerdo o fantasía.

Pussy Slayer

Capítulo 1: Una peligrosa combinación de deseos

Era una pacífica noche en la ciudad de Magnolia, la mayoría de sus pobladores se encontraban reponiendo sus fuerzas luego de un día más de labores, padres que regresan a sus hogares luego de un arduo día de trabajo para finalmente reencontrarse con sus familias y tener un agradable momento a su lado antes de ser reclamados por los brazos de Morfeo a la espera de un nuevo día. Sin embargo como todos saben en la ciudad, hay un determinado grupo de personas para los cuales la noche no es muy diferente del día a la hora de causar problemas, alborotos y destrozos, un pequeño grupo de magos del gremio más famoso de este lado del continente, hablamos claro de los magos de Fairy Tail, aunque lo curioso es que esta vez son sólo las chicas de dicho gremio quien son las causantes de dicho alboroto que para suerte de la mayoría de los pobladores se había mantenido bajo contención dentro de los muros del edificio donde residen la mayoría de dichas chicas, el complejo de habitaciones femeninas de Fairy Hills.

Al ver al interior de dicho edificio es fácil ver al grupo de chicas más hermosas de la ciudad divirtiéndose y pasando un rato agradable entre ellas luego de tantos problemas por los que van pasado, algo que de verdad sienten que merecen, en especial luego de lograr sobrevivir al último intento de Álvarez por conquistar estas tierras. Todo sería normal si sólo fuera una fiesta normal, pero hablamos de las mangas de Fairy Tail y bueno para ellos lo normal está sobre valorado. Si, todo empezó sólo como una reunión de amigas donde podrían hablar y pasar un momento agradable, todo iba bien en la reunión, hasta que entró en escena el alcohol y no hablamos de cerveza, sino de algo más fuerte, bastaron unas cuantas copas y de inmediato todo se fue al diablo, después de todo lo último que se podía decir de la escena actual era que las chicas estaban en sus cabales, lloriqueos por aquí, demandas por allá, uno que otro reto para pelear y lo más importante el gran desfile de pechos que ahora se veía en el salón pues en algún momento luego de emborracharse a las chicas el usar ropa les empezó a producir calor y ahora la escena era lo que todo hombre querría ver, un sin fin de pechos grandes y turgentes de pezones rosados y erectos debido a la desinhibicion y el ambiente tan alegre presente.

Como fue que todo empezó, pues de la manera más inocente cuando esa mañana las chicas decidieron pasar una noche femenina en el complejo para celebrar.


Mira estaba en la barra atendiendo como todos los días los pedidos de los miembros del gremio, aunque en su rostro se veía un poco de tristeza y no era para menos debido a todo por lo que acababan de pasar, tanto dolor y sufrimiento en una guerra en la cual lo último que esperaron fue perder tanto.

En una mesa alejada de la barra se encontraba una rubia de gran delantera, su semblante no era diferente del de la albina mayor pues al hacer memoria de los eventos ocurridos un recuerdo siempre le aterraba, el momento en que creyó perder a Natsu. Junto a ella otra albina se encontraba igual de decaída por todo lo ocurrido y sintiendo al igual que todos que pudo hacer más para evitar tanta destrucción.

Claro está que habían quienes una revisión rápida parecía indicar no estar afectados como Cana quien como siempre se encontraba bebiendo cerveza o Erza quien estaba disfrutando de un delicioso pastel de fresas, pero al mirar más de cerca podías ver que la jarra de Cana no había sido tocado en un rato y los rastros de que su bebida estaba fría hace mucho que habían desaparecido y en el caso de Erza para sorpresa de todos no parecía deleitarse con el pastel que comía pues su expresión era demasiado neutra, incluso para ella y parecía tratar de entender el significado del universo enterrando una y otra vez el cubierto en su mano contra la exquisitez azucarada frente a ella. Si, en definitiva el ambiente en el gremio no era de lo mejor.

- Oigan, esto es muy deprimente - comento sin ánimos la rubia del lugar, algo en lo que todas estaban de acuerdo - No podemos seguir así, es decir no somos ni la sombra de lo que fue el gremio con esta actitud. -

- Ya lo sé Lucy, pero es inevitable si por estas fechas hace ya un año vivimos una guerra que nos arrebato tanto - con pesar al recordar tal evento comento la albina menor mientras se esforzaba por no llorar ante los recuerdos.

- Lu-chan no pidas que las cosas se olviden tan fácil, en especial ante el hecho de que aún la ciudad tiene secuelas de lo que fue tan cuenta batalla - una peliazul de pecho modesto y una cinta amarilla en su cabeza trataba de conciliar entre las chicas siendo la voz de la razón aunque no por ello no se viese afectada por los hechos.

- Juvia cree que Juvia y las demás deberíamos tener una noche de chicas para relajarnos un poco - la maga de agua propuso intentando dar una solución a tan deprimente situación mientras intentaba disimular su triste expresión.

- Esa es una buena idea, podríamos hacerlo esta noche ya que todas estamos aquí - propuso la castaña que se acercaba a la mesa aun con su jarra de cerveza en la mano - Podríamos beber un poco también para ahogar las penas ¿no les parece? - continuo la castaña llamando la atención de la pelirroja.

- No es mala idea, sin embargo no permitiré que las chicas se embriaguen, eso no es lo adecuado para magas de Fairy Tail - contestó Titania tratando de dar un aire digno pese a las miradas de incredulidad de las demás ante su aseveración, después de todo como se puede hablar de tal manera cuando la mayoría de las chicas son casi tan caóticas como la mayoría de los hombres, sin contar con la eróticos cuerpos que cada una exhibía.

- Vamos Erza, no seas así, podría ser una buena idea beber un poco, ayudará a desahogarnos y relajarnos, ha sido un año difícil reconstruyendo la ciudad - La albina mayor contestó mientras se reía y trataba de convencer a Titania de aceptar olvidar por una noche su estoica actitud y comportarse como una chica.

Todas sopesaban la idea, pues si bien no tenían muchas ganas de participar la idea de seguir sumidas en la tristeza no les era atractiva en lo más mínimo, así que resolvieron do tratar de relajarse y seguir adelante aceptaron la propuesta con la intención de recuperar algo de su alegría pasada y esperando que así también recuperarán la alegría del resto del gremio.

- Muy bien está decidido, está noche será noche de chicas - dijo algo más animada la albina mayor con algo más de ánimo. Aunque su comentario no pasó desapercibido para los hombres del gremio de los cuales algunos ya se hacían imágenes pervertidas de lo que harían las chicas esa noche y empezaban a trazar planes para espiarlas.

Sin embargo la pelirroja noto los rostros de los pervertidos y escucho sus suaves risas lascivas haciéndole fruncir el ceño - Más les vale no acercarse está noche o les aseguro que lo sufrido con Álvarez no será nada comparado al castigo que les impondré por pervertidos -. La amenaza de Titania junto al aura de muerte que emanaba de la chica paralizó a más de uno y dejo pálidos a todos ante la perspectiva de provocar la furia de pelirroja, por lo que optaron por hacer lo más sensato y olvidaron cualquier intento de espiar a las chicas esa noche y tomando rostros serios prefirieron fingir que no había pasado nada.

Con la amenaza de los pervertidos neutralizado gracias a Erza, las chicas continuaron planeando su velada, proponiendo ideas sobre lo que podían hacer como juegos, retos y demás tomando una actitud más alegre ante la perspectiva de esa noche e inconscientemente trayendo un mejor y más alegre ánimo al resto de los integrantes del gremio lo cual todos agradecieron internamente.

- Por cierto chicas en donde realizaremos la reunión, porque dudo que en mi casa podamos entrar todas - comento la rubia pechugona del grupo antes de que a las demás se les ocurriera siquiera la idea de trasladar esa velada a su casa, en especial ahora que tenía algunas cosas vergonzosas escondidas en su casa y recordando la falta de respeto a la privacidad de sus amigas era mejor mantenerlas alejadas de su morada - "Aún recuerdo cuando Erza revisó mi ropa interior, se que era provocativa pero creo que exagero en su reacción" - pensó la rubia con vergüenza.

- Pues que les parece si entonces hacemos nuestra reunión en Fairy Hills, en ese lugar hay mucho espacio y estaremos a salvo de cualquier pervertido que se sienta con suficiente valor de acercarse - dijo la albina menor con entusiasmo y con un ligero tono de advertencia en la última parte de su comentario.

- Eso me parece bien, además la mayoría de nosotras vivimos ahí, por lo que no será un problema si decidimos alargar las cosas un poco - comento Levy con una sonrisa ante la propuesta del lugar dada por Lissana.

- Perfecto entonces veámonos a las ocho en Fairy Hills, será divertido ¿no te parece Lucy? - comento con alegría la castaña del grupo acabándose su cerveza finalmente ahora que estaba de ánimo - " tengo también algunas sorpresas para animar la noche para todas" - pensó lo último con una pequeña y perversa sonrisa Cana.

- Juvia está emocionada, no hemos tenido una noche de chicas antes, será muy divertido y Juvia dará lo mejor de sí - dijo con determinación la maga de agua sacando una gota en la mayoría de sus amigas al verla comportarse como si fuese a salir en una misión muy importante.

Una vez todo quedó acordado las chicas se separaron y algunas de ellas se fueron para prepararse para esta noche, está loca y divertida noche.


Pasadas las ocho de la noche las chicas se fueron reuniendo en el salón del edificio de Fairy Hills preparándolo todo para su velada.

Para las nueve todas las chicas estaban reunidas en el salón disfrutando de su pequeña pijamada vestidas cada una con sus ropas para dormí que en la mayoría de los casos contaban de camisetas de color paste bastante pequeñas que gracias a sus pronunciados escoges revelaban sus exquisitos vientres o debido a lo ajustadas que eran realzaban sus turgentes pechos libres de sostén, además de un pequeño pantaloncito que a duras penas lograba retener tan deliciosos traseros que luchaban contra la prenda por ser libres y exponerse ante todas las ahí presentes. Poco a poco se fueron dando cuenta que mientras comían, contaban anécdotas o simplemente jugaban algún juego de mesa, el ambiente era muy relajante para las mujeres reunidas y al menos por esa noche el objetivo se había cumplido, habían olvidado la tristeza de los eventos de la guerra que vivieron.

Sin embargo para cierta castaña en el lugar, si bien el ambiente era agradable, sentía que podía mejorar más si las chicas se soltaron y desinhibieran un poco más, así que sin que nadie lo notara salio de la sala y regreso unos momentos tos después con algo escondido en su espalda.

Deslizándose de manera hábil y sin ser detectada, Cana llegó hasta donde habían colocado la comida y las bebidas y rápidamente vertió en las bebidas lo que había traído. - Con este licor de mi reserva especial, nos divertirnos mucho mas, me alegro de haberlo guardado para una ocasión especial - dijo la castaña en un susurro mientras mostraba una traviesa sonrisa, si, su pequeña sorpresa para esta fiesta sería uno de sus mejores licores, además de ser uno de los más fuertes que tenía en su arsenal.

Se retiró de manera en que llegó y escondió la botella ahora vacía pera sentarse de nuevo con sus amigas, ahora sería cuestión de esperar solamente a que las chicas tuviesen sed y entonces la verdadera diversión comenzaría o eso pensaba Cana.

Mientras las chicas seguían riendo y divirtiéndose mientras por una noche dejaban de lado las penas y se comportaban como lo que eran, chicas jóvenes que sólo quieren divertirse. Poco a poco los diversos juegos las fueron cansando y conforme el cansancio aumentaba la necesidad de beber algo refrescante se iba tornando más apremiante, hasta que finalmente decidieron parar para descansar y refrescarse.

Todas se fueron acercando poco a poco a la mesa con los diferentes bocadillo y las bebidas y despreocupadamente empezaron a comer y luego una a una tomaron un vaso que se sirvieron alegremente con las bebidas ahí presentes dispuestas a refrescarse luego de tantos juegos y risas, ajenas todas y cada una de ellas a la traviesa sonrisa risa que amenazaba con surgir de los labios de Cana quien veía expectante el momento en que las chicas bebieran su pequeña sorpresa escondida en sus vasos.

Con un brindis final por tan magnífica y divertida velada cada chica se llevó su baso a los labios y bebieron con necesidad, mientras Cana escondía su triunfal sonrisa tras el vaso que ella bebía a la espera de que el alcohol hiciera efecto en sus amigas desinhibiendolas para juegos mucho más atrevidos y diferentes escenarios que ella ya dibujaba en su mente y con eso ocupando sus pensamientos inconsciente de lo que hacía, bebió y bebió sin detenerse.

Si, definitivamente su pequeña broma haría estragos en sus amigas y sin haberlo previsto así, en ella también.


Así es como llegamos a este punto, todas las chicas por demás desinhibidas, justo lo que Cana deseaba para sus amigas esa noche, sin embargo no contó con dos cosas, la primera de ellas era el hecho de la poca tolerancia de sus amigas al alcohol, pues no basto más de dos copas para que todas terminarán en su actual estado, además de que en ese estado de ebriedad las chicas se transforma van en mujeres totalmente diferentes y en segunda instancia estaba el hecho de que tan entusiasmada estaba ante la perspectiva de que sus amigas se desinhibieran bebiendo alcohol que no se percató de que ella misma estaba bebiendo más de la cuenta de un alcohol del que lo único que sabía era que era lo suficientemente fuerte como para sólo marearte con el olor y ahora pagaba las consecuencias pues ella no se encontraba en mejor estado que sus amigas.

Y es que al recordar como todo se fue al diablo podía ver a una Erza que poco a poco se tornaba más demandante, ordenaba a todas las chicas y en ocasiones incluso las confundía, eso además de su voz más gruesa y autoritaria que pedía más alcohol como si en realidad lo pudiera soportar. Lucy por otro lado estaba por demás risueña, comportándose como una niña mimada que todo lo que quería era encontrar a su osito de peluche, lo curioso es que la descripción que daba de dicho osito era ni más ni menos que su amigo de cabellera rosada e irónicamente no era ella quien quería mimar a ese osito, por el contrario su deseo era encontrarlo para que su osito la mimase a ella. Mira por otro lado había retornado a ser esa chica peleonera y mal hablada que fue en su niñez la cual a cada rato buscaba un motivo para pelear con Erza y provocarla no le estaba resultando nada difícil siendo honestos. Lissana por otra parte parecía haberse transformado en una niña asustadiza e incluso llorona si se puede decir y es que en lo que iba de la noche desde que el alcohol entró a su sistema Cana de lo poco que aún podía clarificar en su mente era el hecho de que Lissana se mantenía muy cerca de su hermana llorando y abrazándola repitiendo una y otra vez tener miedo y algo que no recordaba bien pero que tenía que ver con un montón de vacas tetudas reunidas a su alrededor, como si ella misma no fuera parte de ese grupo. Levy por otra parte en un principio se encontraba bastante feliz y le hacía segundas a la festiva Lucy hasta que en algún punto cayó inconsciente al suelo semi desnuda repitiendo entre sueños algo sobre un baka Dragón Slayer de hierro y su incapacidad para ver sus sentimientos.

Juvia no es que estuviese mejor que las demás, de hecho si tuviese que buscar, Cana se atrevería a afirmar que es de las que se encuentran en peor estado de todas ellas pues luego de estar rondando por todo el lugar y hablando sobre rivales de amor, se rompió a llorar como una cuenta mientras repetía una y otra vez que su Gray-sama no la amaba pues se negaba a beber el agua de Juvia, aunque no estaba segura de que agua se refería, pero por un momento breve se le antojo mucho probar dicha agua que Juvia tan desesperadamente deseaba ofrecerle al mago de hielo.

En cuanto a ella, dos pensamientos cruzaban su mente, el primero y el más coherente era el agradecer que Wendy se había marchado a visitar a su amiga Chelia en su gremio y de esa manera se había librado de la locura en la que se había convertido está noche de chicas y el segundo y mucho más descarado era el hecho de que su amiga Lucy parecía haber aumentado en una talla sus pechos y es que para este momento Cana no dejaba de manosear de la forma más obscena posible los turgentes pechos de la rubia quien sólo se limitaba a gemir ante las caricias de su amiga castaña, el hecho de que lo hiciera directamente sobre su piel sólo aumentaba el calor que las dos estaban empezando a sentir, bendita fuese la hora en que las chicas empezaron a desnudarse, pues ahora Cana tenía una vista por demás interesante del desarrollo que han tenido sus amigas y ella misma los últimos años.

Y es que de entre lo que Cana se negaba a permitir que se fuera hasta el fondo de su mente y por tanto lo olvidara era el momento exacto en que las chicas ahora más alegres producto del alcohol empezaron a quejarse sobre el calor que hacía en la habitación y sobre que esas malditas prendas tan ajustadas sobre sus cuerpos sólo las restringían en sus movimientos y aumentaban el calor en sus cuerpos debido a lo pegadas que tenías las prendas producto del sudor que ahora perlaba a las chicas, por lo que en un acto de mutuo acuerdo silencioso todas y cada una de las chicas retiró su camiseta de una forma que de haber estado un hombre en ese momento habría muerto por hemorragia nasal al verlas retirarse las prendas de forma tan provocativa y luego de que sus pechos fueran libres, estos rebotasen de una manera tan obscena como si celebrarán liberarse de su encierro, sin embargo no satisfechas con ello se retiraron también sus pantalones cortos sin doblar las piernas por lo que al hacerlo dejaron expuestos sus perfectos traseros en una posición que los hacía ver aún más grandes y apetitosos, no ayudaba que en el caso de algunas chicas como Lucy, sus bragas eran todo menos algo decente, pues de milagro lograban cubrir solo lo más esencial, aunado a su ahora cuasi desnudez, el calor en aumento y sus cuerpos perlados por el sudor daban la más erótica y excitante visión de lo que sería el paraíso para los hombres.

Pero volviendo do a la actualidad, Cana no soltaba los pechos de Lucy salvo para verlos rebotar y una vez más sujetarlos con firmeza, por alguna razón la espalda húmeda de Lucy se le hizo demasiado apetitosa y antes de darse cuenta ya su lengua ya recorría su espalda desde el punto to donde la espalda cambia de nombre y subiendo hasta llegar a su cuello, todo sin dejar de jugar con los pechos de su rubia amiga. Cana no era lesbiana, pero no negaría que más de una noche había fantaseando con hacerle a la rubia justo lo que le hacía en este momento y seducida por la idea y con la confianza que sólo da el alcohol comenzó a deslizar una de sus manos por el vientre de Lucy mientras su otra mano seguía aferrada a su pecho, estaba realmente caliente y ya casi llegaba a las bragas de Lucy, la última barrera antes de poder jugar con su intimidad.

Lástima que Titania tenía otros planes pues rápidamente se acerco a las dos amigas y con fuerza tomo a Cana de la cintura y se la llevó para regalar la ante tan impúdico comportamiento lo que según la reina de las hadas merecía completamente un castigo lo cual le valió varias cachetadas en su perfecto y moreno culo que en más e un momento descubrió a Erza muy centrada en acariciarlo para finalmente recibir un golpe "leve" en la cabeza para que se comportará.

- Eres una aguafiestas Erza, me acabas de cortar el rollo con Lucy y lo estábamos pasando tan bien - decía la castaña con un gran chichón en su cabeza mientras pequeñas lágrimas asomaban en sus ojos y frotaba su enrojecido trasero.

- No importa, debes comportarte Natsu, eres un mago de Fairy Tail no nos hagas quedar en vergüenza ¡Fui Clara! - para Cana era más que claro que Erza ni siquiera estaba viendo la realidad, en su mundo lo que vio fue a Natsu toquetear a la rubia, una escena que se le hizo por demás excitante pero lo curioso es el extraño enojo de Titania, no es que no estuviese regañando a todos desde hace rato pero algo más se escondía en su mirada o al menos eso le pareció a la castaña alcohólica.

- Natsu, ¿me estaba tocando? - está demás decir que la rubia ahora afectada no sólo por el alcohol sino por el deseo olvidó que era Cana quien la tocaba y empezó a emocionarse ante la idea de que fuese con Natsu con quien casi cruza esa línea.

Del otro lado una Mira furiosa con el pelirrosa y una Lissana llorosa se abrazaban refunfuñando la primera y triste la segunda pues al igual que las demás idas de la realidad aceptaron las palabras de Erza como verdad de que Natsu estaba con ellas y había preferido manosear a la rubia antes que a cualquier otra.

- ¡Waaaa, yo quiero que Gary-sama me toque también!, Iré por Gray-sama y le daré a beber el agua de Juvia - la peliazul estaba por demás llorosa y empezaba a perderse ante la idea de asaltar al mago de hielo en su habitación, algo que rápidamente Erza sofoco al someterla sentándose sobre su espalda líquida que se solidifico ante la mirada aterradora de la pelirroja mientras le recriminaba el querer salir desnuda.

- Hai, Hai, gomene Erza - se disculpó sin sentirlo realmente la castaña, aunque no es que pueda sentirlo realmente cuando frente a ella las enormes jarras de Erza no dejan de mecerse de un lado a otro, aún así no quería que el mal humor de Erza arruinara la fiesta y es entonces cuando saca a jugar una sorpresa más que la castaña tiene en la bolsa. - Ne Erza, dime qué te parece un juego diferente - si, en definitiva la vendedora aún en su estado no pensaba desaprovechar la oportunidad de conseguir información jugosa para poder molestar y doblegar a la gran Titania en otro momento.

Erza por su lado intrigada miro a la castaña ansiosa de que revelará lo que se traía entre manos y al ver que la castaña no hablaría hasta que aceptara hablo - Muy bien, te escucho.

Cana si río ampliamente y pidiendo un momento salio del salón y se dirigió a su habitación, de donde saco una extraña caja la cual miro con emoción y luego corrió de regreso con las chicas a las cuales mostró la caja y su contenido.

- Es un juego especial, funciona con magia y se trata de ver quien sobrevive a las preguntas del tablero las cuales cada vez se vuelven más asertivas y personales - dijo sonriendo y llamando la atención de todas las chicas que aún permanecían despiertas las cuales se acercaron con curiosidad al ver un juego capaz de permitirle saber los secretos que escondían sus amigas y aunque no estaban consientes había una pregunta que todas querían saber.

Con todas intrigada por el juego se sentaron alrededor del juego y comenzaron a jugar, como era de esperarse las primeras preguntas eran bastante simples, por ejemplo "¿que travesura has hecho que jamás le contaste a nadie?", Está por demás decir que para la mayoría de las chicas esas preguntas eran sencillas y dándoles confianza de que el juego sería sencillo se atrevieron a jugar sin preocupaciones.

Conforme el juego avanzaba las preguntas se volvían más exigentes, revelando hechos que algunos querían olvidar como la vida de Erza antes de llegar al gremio, el pasado de las hermanas Strauss entre otros, pero no eran preguntas que no pudiesen enfrentar, para cerca del final del juego solo Juvia se había retirado, pues en el momento que le recordaron su pasado sus emociones de por si inestables por el alcohol la puso histérica y prefirieron dejarla descansar eliminándola del juego.

Poco antes de terminar un dictamen de la pantalla holográfica del juego donde salían las preguntas lanzó una regla que no esperaban, debían dar un poco de su magia para esta parte del juego donde acertar permitiría al juego recompensar a las chicas que respondieron y para ello requeriría de la magia de cada una para hacer las recompensas afines a ellas mismas. No viendo problema en ello las chicas aceptaron tal cosa e imprimieron algo de su magia sobre el juego.

La regla era simple, piensa en aquello que más desees respecto a la pregunta, moldealo a tu gusto y sostén la imagen en tu mente hasta que la pregunta acabe, sonaba extraño algo como eso, pero igual siguieron jugando, la emoción y la curiosidad las embargaba y ahora que el alcohol había abandonado sólo un poco sus sistemas la competitividad había vuelto a ellas. Previo a la gran pregunta hicieron una pequeña prueba, donde el juego les hiciera pensar en ese deseo que les parecía prohibido y vergonzosas a la hora de que comer, cada chica pensó en ello aunque no entendían el objetivo, luego lanzó la pregunta, "¿cual es tu comida prohibida y por que?", De inmediato se sonrojaron pues no se esperaban eso y es que todas concordaban que dicho platillo era prohibido para ellas fuese cual fuese, pues era su debilidad y por lo que no podían controlarse, comerlo sería el equivalente a asegurarse de perder su figura y eso no lo permitirían, si sonaba vanidoso pero ellas no querían perder su figura con el fin de llamar la atención de ese alguien especial para ellas.

Poco a poco cada una fue nombrando su platillo y se sorprendieron al darse cuenta para vergüenza y alivio que la razón era la misma, así que pese a que se sentían exhibidas al menos sabían que estaban entre personas que las comprendían y ese era un gran consuelo para las mismas. Posteriormente el juego empezó a brillar y para cuando la luz cesó, frente a cada chica estaba su platillo mencionado invocado con magia por el juego como recompensa a su sinceridad. - U-un bocado no hará daño, ¿verdad chicas? - Mencionó Mira sabiendo que está vez no podría contra la tentación y recibió un asentimiento por parte de las demás dando luz verde a dejar salir ese lado vergonzosas de ellas que realmente disfrutaba de lo que estaban probando como si fueran niñas chiquitas.

Para cuando terminaron y entendiendo que el juego de alguna manera usaba la firma de magia que dejaron en el para conectar con su mente y dar lo que deseaban o al menos eso parecía para ellas. Emocionadas ante la perspectiva de que en esta parte del juego podrían satisfacer algunos de sus ocultos deseos ansiosas esperaron la siguiente pregunta. Sin embargo no estaban preparadas para la que sería la última pregunta del juego, después de todo el juego pedía pensar en esa persona especial que era dueña de sus corazones y le dieran forma en base a la premisa "que deseas de el para que te haga feliz", cada chica fue pensando en esa persona y en eso que a sus ojos lo haría el chico ideal, eso que le faltaba o que querían que dejara salir más al menos cuando estaba con ellas, entonces lanzó la pregunta "¿cuales son las características de tu chico ideal?"

Decir que estaban sonrojada era poco y si bien todas querían renunciar la curiosidad por saber el chico ideal de las demás era demasiado fuerte como para abandonar. Lo curioso es que las chicas no se dieron cuenta que en la pregunta jamás se mencionó que se debía decir el nombre de esa persona, pero estaban demasiado en su mundo como para notarlo en ese momento, y finalmente luego de una profunda inspiración y tomando la resolución de no echarse para atrás empezaron a hablar.

- P-pues yo quiero que el sea atento conmigo, dulce, protector y cariñoso pero que al mismo tiempo me demuestre que soy importante para el y que no quiere que alguien me aparte de su lado - la primera en hablar fue la rubia, la cual tenía un fuerte sonrojo e intentaba no huir luego de decir algo que era tan vergonzoso para ella, además de que en sus pensamientos una parte más privada de ese chico salio a flote "además, quiero que le gusten y le atraigan las chicas de grandes pechos y trasero". Jamás lo admitiría pero Lucy tenía un pequeño complejo con su cuerpo, después de todo Natsu se la pasaba fastidiándola de que había ganado más peso y era por sus pechos, haciéndola ganar cierta inseguridad respecto a sus curvas.

- Heee, eres una romántica Lucy - dijo Mira con un leve sonrojo pues esa era una parte muy específica de lo que debería ser su chico ideal, sin embargo ella decidió ser un poco más egoísta respecto a lo que quería de ese chico. - Pues yo prefiero a un chico que me mime y me consienta, que cumpla mis caprichos y antojos - era un deseo egoísta que tenía y aunque en un principio imagino a cierto rubio Dragón Slayer del rayo, esa idea se desecho rápidamente al darse cuenta que en el esa actitud no sería nada de lo que buscaba, más bien sería ridículo o vergonzoso. Sin embargo al igual que con Lucy decidió dejar una parte de su chico ideal para si misma "aunque me encantaría que me haga adicta a el, con cada detalle me enamoré más y me haga querer estar con el a toda hora, en especial si me hace adicta a el en la cama" su deseo era bastante específico sobre que es lo que busca de un hombre en la intimidad aunque claro eso se lo guardaría para ella suficiente con que supiesen que era un tanto egoísta en el amor.

- Como siempre ese rostro de niña buena esconde un demonio egoísta y caprichoso - el comentario tan rudo de Erza molestó a Mira, dándole la satisfacción a la pelirroja de haber logrado fastidiarla, después de todo con los años esa rivalidad entre ellas subsistía y con el alcohol en sus venas se sintió lo suficientemente cómoda para revivir esas viejas rencillas que solían tener, sin embargo antes de continuar con eso decidió hablar de lo que quería de un hombre - En mi caso es más simple, no estaré con un hombre que no pueda derrotarme en batalla - dijo orgullosa pese a su sonrojo y en especial porque en su mente sólo alguien capas de derrotarla podría entonces protegerla y ciertamente Jellal había fracasado en ese ámbito al volverse un completo melancólico cegado por sus culpas, con el tiempo eso fue cansando a Erza y ahora ya no podía verlo como antaño, además había una razón extra para que pidiera un chico así, aunque claro jamás la diría en voz alta, era muy vergonzosa y le quitaría su reputación eso se quedaría en su mente " además, si es lo suficientemente fuerte como para doblegarme entonces podría ser mi amo ideal" el sonrojo de Erza se intensificó aunque nadie lo percibió debido a su propio sonrojo inducido por la pregunta sus pensamientos y el alcohol, oh si, Erza era una pervertida de clóset a la espera de que alguien la hiciera revelar ese lado de ella.

- Bueno yo, pues ummm, quiero alguien tierno y lindo, que me haga sentir especial y... - no pudo terminar de hablar Lissana pues a su mente sólo venían los recuerdos de cuando eran niños y pasaba cada segundo que podía con Natsu, ese era su ideal, alguien como Natsu cuando era niño "moh, si tan solo no hubiese crecido, era tan lindo cuándo era pequeño" con un adorable puchero olvidó lo demás que pensaba decir de su chico ideal, aunque no había mucho que agregar.

- Todas son unas santurronas de verdad - hablo al último Cana con una sonrisa divertida mientras las demás la miraban algunas con molestia y algunas cohibidas pues sus pensamientos demostraban lo contrario a lo dicho por la castaña.

- Entonces dinos Cana, ¿cual es tu chico ideal? - dijo retadora Mira mientras las demás sólo aguardaban ansiosas la respuesta de Cana quien antes de hablar mostró una sonrisa por demás lujuriosa.

- Es simple en realidad, yo quiero un chico con un gran miembro y mucha libido, capaz de hacerlo por horas y que me destrocé el... -, fiel a su forma de ser tan desinhibida fue hablando sobre lo que quería en un hombre, aunque claro esta las demás no le dejarían acaba dado lo directa que termino siendo en su deseo.

- Suficiente, creo que ya entendimos - la interrumpió está vez Erza sonrojada ante esa perspectiva de un semental en la cama e inconscientemente deseo lo mismo para su prospecto de hombre, aunque no fue la única pues con lo dicho por la castaña más de una imagen bastante subida de tono atravesó la mente de las chicas participantes e inconscientemente todas llegaron a la conclusión de que lo que pedía Cana de un hombre no sería tan malo para ellas también.

Lo curioso es que a diferencia de la vez pasada cuando el juego brillo no ocurrió nada y era algo que las chicas agradecían, pues lo último que querían era que trajeran al chico ideal ante ellas en este momento, aún así se sorprendieron cuando el juego al ver que ninguna retrocedió lanzó una última pregunta "entonces, ¿quien es el chico que te gusta?" De inmediato a la mente de las chicas llegó la imagen del chico que añoraban, algunas inconscientemente y otras más que sabedoras de quien era, lo curioso es que esta vez nadie hablo, de por si la anterior pregunta ya fue incómoda, ahora responder eso era algo que no se sentían preparadas para responder, sin embargo antes de que alguna dijera algo el juego brillo una última vez antes de apagarse por completo liberando la magia en un estallido y con un último mensaje todo acabo "Felicidades y que lo disfrutes". Eso de verdad confundió a las chicas que viéndose a salvo de tener que revelar algo tan vergonzoso luego de todo lo ocurrido está noche, terminaron su reunión.

- Creo que fue suficiente para una noche, ¿no les parece?, Mejor vamos a dormir - dijo una Titania aún sonrojada y con un asentimiento de parte de las chicas todas se dispusieron a irse a dormir a sus habitaciones, siendo Erza la encargada de llevarse a Levy y Mira a Juvia quienes pese a todo seguían dormidas, antes de ir a su respectiva habitación y en el caso de Lucy compartiría con Cana su habitación cosa que la tenía nerviosa pues Cana parecía tener otros planes para ella, aunque al final con una sonrisa juguetona y la promesa de no hacerle nada a no ser que ella quisiera se fueron a la habitación a descansar.

-CONTINUARA-


Del otro lado en el bosque un joven sufría de un inmenso dolor pese a no estar enfermo y sudando mucho se aferraba a lo que tuviese cerca tratando de soportarlo, para que segundos después una luz lo cubrirse por completo iluminando esa área del bosque cerca de la casa de cierto Dragón Slayer de fuego.

Si, en definitiva las cosas se pondrían interesantes en el gremio de Fairy Tail a la mañana siguiente.