Voldemort quien había recuperado sus rasgos físicos exceptuando sus ojos que seguían siendo rojos estaba delante de la puerta de un compartimiento del expreso de Hogwarts intentando ocultar su sonrisa. Tenía su varita a punto por si tenía que utilizarla pero esperaba no tener que hacerlo, no era el momento propicio.

Había modificado algunos de sus rasgos mediante pequeños pero fuertes glamurs para evitar que algún profesor lo reconociese. Se encontraba pues bajo la apariencia de un chico de pelo liso, corto y moreno, ojos azules, esbelto y piel pálida. De esta forma, irrumpió en el compartimento en el que habían tres personas.

-Disculpad, ¿puedo sentarme? Los otros están llenos- dijo ante la atenta mirada de los chicos.

-Si, claro, siéntate- dijo Harry, el chico asintió.

-¿De qué casa eres?- preguntó Ron con el ceño fruncido.

-No lo se, me traslado este año.

-Te gustará, Hogwarts es increíble. Soy Hermione Granger, ellos son Ron Weasley y Harry Potter.

-Encantado, yo soy Matt Dirled- dijo mirándoles fijamente.

Había optado por ese nombre porque era muy corriente y simple así como Tom. Nadie imaginaría que se pusiese ese nombre. Aunque no sabía cual de los dos nombres le asqueaba más, pero sin duda le harían pasar más desapercibido que si hubiese optado por Lorcan, su primera opción. Su apellido en cambio como acostumbraba era un anagrama.

-¿De qué colegio vienes?-Preguntó Ron

-De Durmstrang.

-¿Es cierto que la asignatura de las artes oscuras es más fuerte que la de defensa de Hogwarts?- preguntó Ron con una mueca.

-Como esperas que lo sepa si ni siquiera he pisado Hogwarts.

-Oh, bien, tienes razón- dijo algo incómodo- Oye Harry, ¿a quien tendremos este año como profesor?

-La verdad, no tengo ganas de averiguarlo.

-¿Por qué? Yo tengo curiosidad por ver que loco nos mandan este año- dijo con una sonrisa.

-Por si no te acuerdas, todos los profesores de D.C.A.O acaban por tener una fijación por mí, que no suele ser buena. En primer año, el bendito Quirrell-mort quería matarme, en segundo año tuvimos al incompetente de Lockhart obsesionado conmigo y que me hizo ayudarle con la correspondencia.

El señor oscuro estaba atónito por la forma en la que se referían a él y tuvo que reunir toda su paciencia para no maldecirlos, demasiados temas sensibles estaban tocando.

-Pero Harry, Lupin fue un buen profesor en tercero, incluso Moody hace dos años fue bueno- Repuso Hermione.

-Además, Quirrell-mort fue preferible a Lockhart, al menos aprendimos algo- dijo Ron.

-En eso tienes razón Ron. Pero Hermione, aunque estoy de acuerdo en que Lupin es el mejor profesor que hayamos tenido, te recuerdo que Moody no era Moody y acabó metiéndome en el maldito torneo de los tres-cuatro magos-se corrigió- y ya sabes como acabó todo eso. Y no hace falta que hablemos de la loca de Umbridge el año pasado- dijo enseñándoles la mano donde todavía se podía leer "no debo decir mentiras"

-¿No debo decir mentiras?- preguntó curioso Matt.

-Le obligaron a usar una pluma de sangre por decir que había regresado Quien-tu-

-¡Ron!-le interrumpió Hermione mientras miraba a Harry.

-Lo siento, Harry- pero el aludido hizo ver que no le importaba.

-¿Utilizan ese tipo de castigos en Hogwarts?- preguntó Matt.

-No, claro que no. Fue solo ese año y especialmente con Harry. El ministerio se volvió loco, este año debería ser mejor, ya que por fin han aceptado que ha vuelto- dijo Hermione.

Voldemort observó que el chico se veía especialmente incómodo con ese tema y eso le gustó, haciendo que apareciese una sonrisa ladina en su cara. Eso no quitaba que alguien del ministerio hubiese llegado a esos extremos, era una locura hacerlo con magos y brujas, bajo su punto de vista era inadmisible. Tendría que tratar con esa mujer en el futuro.

-Bueno, ¿y en que casa te gustaría estar?-preguntó Ron cambiando de tema.

-Slytherin- la expresión de terror de Ron fue instantánea.

-¿Sabes que prácticamente todos los magos de ahí son oscuros, no?

-Ron- reprendió Harry- cualquier casa está bien, la casa no hace a la persona.

-Eso es lo más sensato que te he escuchado decir- dijo Hermione- Nosotros somos de Gryffindor y nuestra casa se suele llevar mal con los de Slytherin pero no le hagas caso.

-No importa, no creo que vaya a cambiar independientemente de la casa- dijo con expresión seria.

-Si acabas en Slytherin, el jefe de tu casa será Snape, el profesor de pociones. Si estás en esa casa probablemente te agrade, sino no lo hará.

-Hermione, este año no va a ser profesor de pociones. Ojala se haya retirado- dijo Harry.

-¿Cómo que no va a ser profesor?- dijo sumamente sorprendida.

-Dumbledore me hizo acompañarle para convencer al nuevo profesor, que será Slughorn.

Matt soltó un gruñido y todos se giraron a verle.

-¿Lo conoces?- preguntó Ron.

-Un poco, no es la gran cosa.

-Bueno, no puede ser peor que Snape. No me puedo creer que nos libremos de él este año, debo estar soñando- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-No quiero ser aguafiestas pero ¿no habrá conseguido el puesto de D.C.A.O?- los dos magos la miraron horrorizados.

-Genial, ¿cómo no pensé en eso? Maldita sea, estoy jodido este año.

La cara de Ron reflejaba sus mismos pensamientos.

-¿No te cae bien?- preguntó Matt divertido.

-Nos odiamos-respondieron al unisono Ron y Harry.

Con esa declaración averiguó que el odio que Snape tenía cuando hablaba de Harry era totalmente recíproco por la parte contraria. Eso lo hizo sonreír.

A lo largo del trayecto descubrieron que si bien Matt pretendía ir a Slytherin y era algo callado, no parecía mala persona y era bastante agradable, probablemente la serpiente más amable que hubieran conocido hasta ahora. Matt les había contado que se había trasladado a Hogwarts por el trabajo de sus padres, los habían cambiado de sede. A él le encantaba ver mundo y le encantaban los cambios así que no le había importado, se alegraba de la oportunidad de ver Hogwarts porque era el colegio en el que había asistido su madre, por lo que conocía muy bien todos los aspectos del colegio. Así mismo, habían descubierto que tenía algo en común con Hermione y era la pasión por la lectura, por lo que estaban seguros de que más de una vez los verían en la biblioteca independientemente de en que casa quedara. Cuando hablaron de las vacaciones, Matt únicamente había dicho que había estado ocupado, sin dar más detalles. Parecía algo reservado o quizás fuera tímido, por lo que no insistieron mucho y rápidamente cambiaron de tema hablando de sus vacaciones.

Al salir del vagón divisaron a a lo lejos a Malfoy con un traje negro impoluto acompañado de una chica y otro chico que de espaldas no supieron reconocer.

Siguieron por el sendero que conducía a los carros tirados por los Thestral. Se dirigieron a uno de ellos donde estaba Luna acariciándolos.

-Son bonitos, ¿verdad?- dijo dirigiéndose a Matt.

-Él es Matt Dirled, es nuevo este año- dijo Hermione- y ella es Luna Lovegood-dijo presentándolos.

-Aún así me resulta familiar- dijo Luna pensativa lo que hizo que Matt la escrutara mirándola fijamente- Supongo que tiene rasgos comunes- terminó de decir con una sonrisa- Antes he visto a Malfoy, parecía...preocupado.

-Veis, no soy el único que lo piensa-dijo Harry exasperado- está más pálido que de costumbre.

-Difícilmente puede estar más pálido que antes- dijo Hermione- es solo porque lo vimos aquella vez que estás así.

-No es solo por eso, tu también lo viste y además...-se calló al ver la mirada atenta de Matt, sabiendo que era algo descortés el hablar de esa forma cuando no sabía de lo que hablaban.

-Y luego está lo de su padre, sería extraño que no hiciera nada- repuso Ron.

-Debe ser difícil para él, no creo que esté pensando en lo que crees- dijo Hermione.

-¿Y para mí no es difícil?

-Harry, no he querido decir...

-Lo se, lo siento- repuso- Pero, Hermione, es Malfoy de quien hablamos, no pienso quitarle la vista de encima.

-Está bien, pero céntrate en los estudios por una vez Harry, este año va a ser especialmente difícil.

-El sexto año es siempre el más difícil, da igual el colegio- repuso Matt que se ganó una mueca por parte de Ron y Harry, quienes ahora no tendrían que lidiar con una sabelotodo sino con al parecer dos.

A Voldemort no le había gustado nada la mirada de Luna, era cómo si esa chica fuese capaz de ver más allá que los demás, no le había quitado el ojo de encima. No quería matar a nadie tan pronto, iba a vigilarla por ahora pero si resultaba ser una amenaza iba a ser la primera en caer. También iba tener que hablar con Malfoy si unos ineptos eran capaces de notar los cambios en él nada más verlo.

El sombrero seleccionador colocó a más estudiantes en Ravenclaw. En el resto de las casas la selección fue más bien equitativa. Matt Dirled había sido el último en ser seleccionado y como bien supuso acabó en Slytherin. A los chicos no les sorprendió, especialmente a Harry quien sabía que el sombrero tomaba en cuenta las preferencias y el chico parecía tener muy clara su decisión.

Pasada la selección no volvieron a ver ni a hablar con Matt, se centraron en sus amigos que hacía tiempo que no veían. Una vez dentro de la habitación, Harry llamó a Ron para hablar a solas con él en su cama. No había querido hablar con Hermione porque sabía como se iba a poner, la conocía demasiado bien.

- Ron, ¿qué te ha parecido Matt?

-Es una lástima que esté en Slytherin, parecía buen tipo, pero supongo que no lo es.

- ¿De verdad vas a dejar de tratarlo por la casa en la que está?- La mirada de Ron parecía confirmar sus sospechas- Yo no pienso dejar de hablarle sino cambia, su casa es lo de menos.

-Supongo que tienes razón Harry, pero estará en periodo de prueba.

Eso era algo que Harry podía aceptar, él en cierta forma iba a hacer lo mismo.

-Oye Ron, ¿no se te hace familiar?- Ron lo miró extrañado- Lo que dijo Luna me hizo pensar y... la mirada de sus ojos me recuerda a la de alguien.

Harry no iba a decir que su mirada le mandaba escalofríos por toda la espalda, eso iba a sonar muy paranoico, y acabarían encerrándolo en San Mugo.

-No, a nadie. ¿Pero por qué tanto interés en él?

-Por nada Ron. Buenas noches- dijo quitándose las gafas.

En los dormitorios de Slytherin Voldemort miraba la estancia desde su cama con cierta añoranza por los tiempos pasados pero no se recreó mucho y siguió tallando su agenda para el próximo día. No debía perder su enfoque, tenía que recopilar la información que necesitaba, vigilar a Malfoy a quien había hecho mortífago como una forma de castigo así como para controlarlo, no se fiaba de él. Iba a forzarlo a intentar que cumpliese su tarea y a torturarlo en el camino si era necesario. También tenía que matar a Potter justo en el momento adecuado.

Se había visto obligado a venir personalmente por lo ineptos que eran sus seguidores, la única que sabía algo era Nagini a quien había reducido a una serpiente pequeña para poder llevarla siempre con él. A pesar de su tamaño, su veneno seguía siendo igual de letal por lo que probablemente ahora era más peligrosa que antes.

Aún así iba a tener que controlar a sus seguidores desde la distancia a través de cartas y de un hechizo que había creado, el cual permitía tener conversaciones con ellos a través de una especie de pantalla que proyectaba la imagen en ambos sentidos. Había sido algo bastante creativo a su parecer, compartía ciertas nociones con la aparición, sin duda estaba orgulloso.