He [Kuromahi/Mahikuro/Kuroma]

[Y sin importar el hecho de que se quejara, siempre terminaría siguiéndolo.]

Aquella pelea en C3 había sido más larga de lo previsto. Sin contar su estancia en ese, ya derruido, lugar. Adiós C3.

Se sentía más cansado de lo que pudo haberse sentido cuando era un mortal. O tal vez más cansado de lo que era su pecado y nombre.

No el que Mahiru le dio, por supuesto.

Soltó un cansino suspiro. Dirigió su mirada a su Eve, quien descansaba plácidamente en la camilla. Mahiru Shirota, el chico más problemático, terco, optimista y simple que había conocido en sus largos años de longevidad.

Pero estaba bien. Después de todo, él jamás hubiese hecho las cosas que hizo. Simplemente, se hubiera quedado estancado en arrepentimientos y hubieras, de no ser porque su destino se había ligado a aquel chico.

-Ah, que molestia. – murmuró, mirando ahora hacia la ventana. Aunque una pequeñísima sonrisa se asomaba en sus labios.

No importaba cuanto se quejará él, siempre terminaría siguiéndolo. Ya sean Servamp y Eve, o sólo siendo Mahiru y Kuro.

El simple hecho de apoyarse y de estar el uno junto al otro, ya era algo inconsciente.

Sus mundos habían colisionado entre sí, ya no siendo sólo Mahiru y sólo Kuro. Sino un nosotros.

Y eso, no era una molestia para él.