Los textos en cursiva son pensamientos ;)

Separadores de escena: ######


La época de apareamiento. Un periodo en que los animales buscan pareja para procrearse con amor. Aquella en la que los machos buscan deslumbrar a la hembra y sobresalir entre los pretendientes, ya sea por tamaño o por sus coloridos cuerpos. Esa época en la que se forman los nidos de amor, o al menos, así es como nos lo han pintado todo.

En el mundo a dónde fue enviado Naofumi, las cosas no eran diferentes. Sin embargo, todo ese ambiente de amor estilo película de Disney se fue por la borda, al percatarse de algo realmente perturbador: Los demi-humanos también pasaban por la época de celo o apareamiento.

Este era el día número 13 desde que Raphtalia había desatado sus deseos de tener bebés con su amado amo. Nuestro héroe se escabullía entre las calles de la ciudad con extrema cautela. Tenía una misión en la que el sigilo y velocidad eran imprescindibles. Escondido tras la pared de un callejón, comenzó a analizar sus siguientes movimientos.

Hasta ahora he conseguido avanzar sin ser descubierto. Si continúo a este ritmo, en unas pocas calles más habré llegado, entonces, obtendré la cura y mataré a ese tipo.

Con esos pensamientos, echó un último vistazo a los alrededores. Gente de la ciudad deambulaba de un lado a otro, así como caballeros del reino patrullaban la zona.

¡Es el momento!

Con movimientos rápidos y eficientes, el héroe del escudo recorrió 600 metros en lo que se consideraría tiempo récord. Cuidando su retaguardia, así como todo lo que lo rodeaba, logró recorrer otras tres calles, adentrándose en los barrios bajos.

Extrañamente, esta parte de la ciudad siempre tenía un aura sombría, acompañada de una oscuridad anti-natural, pero tratándose de un mundo de fantasía, la lógica se podía ir mucho al demonio.

Esto es perfecto, las sombras harán que sea más difícil percibirme.

Curvó sus labios en una sonrisa y se apresuró a su destino, pero justo cuando creía que estaba cerca de lograrlo...

–Al fin lo encontré, amo Naofumi~

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar esas palabras susurradas en su oído.

–N...No puede ser, ¿cómo...?

Dio un salto, tomando la mayor distancia posible. Su corazón latía con fuerza, sudor frío caía por su frente, mientras que, con cada sonido de los pasos, sentía como su piel se erizaba.

–¿Por qué se sorprende, amo Noafumi? – la chica mapache avanzaba hacia él, con una sonrisa que un depredador le daría a su presa. –, Ya debería saber mejor que nadie, que no puede escapar de los sentidos e instintos de una demi-humana.

Mierda, sabía que me encontraría eventualmente, pero no que lo haría tan rápido.

–No me tema, amo. Yo, a diferencia de nuestros adversarios, no busco dañarlo en lo absoluto. – a pesar de sus palabras, él podía sentir claramente una pizca de malicia en ellas. –, Vamos, tengamos una noche apasionada, hágame suya en todos los sentidos y déjeme llevar a sus hijos en mi vientre.

Ella acarició su abdomen con ambas manos, mientras sonreía con un rostro sonrojado. Naofumi dio un paso atrás, mientras todos sus sentidos le gritaban que se alejara lo más rápido posible.

–¿Qué diablos te ha sucedido, Raphtalia? ¿A dónde fue tu inocencia?

–A dónde quiera que halla ido, ya no importa, no la necesito. Todo lo que necesito, es a usted y su...

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En la central comercial de los barrios bajos, una carpa se alzaba entre los numerosos establecimientos que había en los alrededores. Con un aspecto sombrío y lúgubre, el sitio destacaba con facilidad entre los demás, pero no era sólo por eso que era tan famoso. Todo el bajo mundo conocía el lugar en dónde se vendían esclavos a buen precio, y esto sólo tomó más fuerza desde que cierto héroe asistiera con frecuencia.

Cualquiera pensaría que un héroe no tiene mal gusto, sobre todo después de ver el par de bellezas que lo seguían. Eventualmente, el vendedor de esclavos había estado cosechando una fortuna tras los eventos, pues su reputación, así como sus ventas, aumentaron considerablemente.

Dentro de la carpa, el vendedor de esclavos organizaba el inventario de los esclavos que poseía, hasta que repentinamente escuchó una explosión.

–¿Uhm?

–¡Prision Shield!

–Amo, AMO, ¡AMO!

Una gran esfera atada por cadenas se estrelló contra una pila de cajas, justo después, Naofumi apareció con la respiración agitada.

–Oh, si es el héroe del escudo. ¿Qué te trae por aquí?, ¿has venido por otro esclavo? Tengo algunos muy buenos que recién han llegado.

Cuando por fin se recuperó, él caminó hacia el vendedor con expresión irritada.

–¿Por qué no me lo dijiste?

–¿Uhm? ¿Qué cosa?

–¡Que los demi-humanos se vuelven locos!

El vendedor de esclavos estaba por preguntar a qué se refería, cuando la esfera se tambaleó, mientras alguien gritaba dentro de ella.

–Amo Naofumi, no lo hagas más difícil, ¡sólo entra aquí conmigo y hagámoslo hasta el amanecer!

–¿Oh? Esto es magnífico, ¿has venido a venderla? Hay tanta gente que desearía a una demi-humana en su estado actual.

–No estoy aquí para vender a nadie. He venido para saber, ¿qué demonios le está pasando?

–Es verdad, hay muchas cosas que desconoces de su raza. El crecimiento en su cuerpo debido a su nivel altera todo de ella. No pensé que crecería tan rápidamente, por lo que no consideré necesario decirte...

–¿Decirme qué?

–La raza de esta chica atraviesa por un periodo en el que la necesidad de reproducción se dispara drásticamente. Lo que quiere decir que...

–Espera. ¿Me estás diciendo que ellos tienen una época de apareamiento como los animales?

–Es correcto. Tu esclava mapache se encuentra en celo.

El cuerpo de Naofumi tembló por un momento, temiendo por la respuesta de lo que estaba por preguntar.

–¿Cuánto tiempo?

–Suele variar la duración y no es muy preciso el tiempo. Pero diciéndote un estimado, un mes, quizá dos.

–¿Qué! ¿Cómo demonios controlar a un demi-humano en esa época? ¡Debes tener una forma!

–La única forma, es esperar a que termine la época o que se reproduzca.

–¡Olvídalo!

–Me lo esperaba – río el vendedor de esclavos. –, Pero hay otra forma, aunque es temporal.

–Dímela, no aguantaré mucho con un mapache mucho más fuerte que yo tratando de violarme.

–Muchos en su lugar lo aprovecharían, pero te ayudaré por ser un gran cliente.

Con esas palabras, el vendedor de esclavos se dirigió hacia una caja que había cerca de una mesa, la abrió, revelando un número significativo de dardos apilados en cinco filas de cuatro.

–Estos dardos calmarán a tu esclava durante un lapso de diez horas.

–¿Qué contienen?

–Digamos que es un... tranquilizante, que puede ayudarte con su condición.

Naofumi observó los dardos por unos momentos, pensando en que, de seguir así, cuando llegara la próxima ola, Raphtalia no podría luchar.

–Los llevaré, no tengo opción. – sacó una bolsa con monedas de plata para pagar, hasta que su mente recordó algo importante. – ¿Dónde está Filo?

Mientras tanto, el pequeño ángel dormía en la cama del lugar donde se hospedaban, después de haber sido sobornada por Raphtalia con comida.


Pues hasta aquí el capítulo!

Sé que esperaron un chingo por la actualización, pero me tomé un descanso para recargar inspiración y ordenar el montón de ideas que tenía. Gracias por su paciencia, espero que les haya gustado y abro las apuestas! ¿Cuánto tardará Naofumi antes de ser violado por su propia esclava? :v

Respondo a sus reviews!

Domenicohs: La Raphtalia aplicó lo de "lo tuyo es mío" con el Naofumi xd Algo así, sólo imagina un Kamasutra medieval :v Gracias por leer y comentar!

Guest: Uff los libros de un maestro!

Javier: Desgraciadamente esta será mi última historia en este fandom por ahora:(

baraka108: Y conforme pase el tiempo será peor v:

Alpha-B312: Diablos, no. Todo lo que vivirá el Naofumi será 100% real, momentos sexuales a morir xD

killer hollow: Ya tu sabe Bv

Agradezco el tiempo que se toman en leer y comentar, de igual manera los favs/follows.

Nos leemos en el próximo capítulo!