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Y llegamos al día :3 Hoy oficialmente cumplo 1 año en el fandom y estrenando mi fic número 20.

¡Sí que ha pasado el tiempo!

Ahora, quiero aclarar varios puntos antes de comenzar con este nuevo fic.

Actualización: Este fic será actualizado los días 10, 20 y 30 de cada mes.

La historia consta de dos partes: La primera es presente, narrando el pasado. Y la segunda parte es un salto al futuro.

Ambas partes tendrán aproximadamente 7 capítulos.

Summary de la primera parte: "Cuando Gabriel Agreste decide convertir a Marinette en su objetivo para el Akuma Perfecto, pensó que pronto volvería a tener a su familia reunida, pero lo único que consiguió fue que Adrien decidiera también abandonarlo. Adrien acomplejado por haber sido, sin querer, cómplice de todo el plan de su padre, descubrirá que la chica que se escondía tras la máscara de Ladybug es más fuerte de lo que pensaba."

Al contrario de Viaje de Sanación, este fic estará más enfocado en Adrien que en Marinette. Y aquí ambos enfrentaran y tratarán de resolver todo juntos :3

Sin más que agregar, nos leemos abajo ;)

Aquatic.

Palabras: 1169

Revisado: princessqueen :)

C'est la vie

Prólogo

.—…—…—…—…—.

Aunque era plena tarde, las nubes plomizas fueron tiñendo de oscuridad los cielos parisinos y las primeras gotas de lluvia no se hicieron esperar, arremetiendo contra los cristales de los ventanales. Su habitación se iluminó por culpa de un relámpago, pero él no se movió de su posición, manteniéndose sentado en la mitad de su cama con la cabeza oculta entre sus piernas dobladas, las cuales abrazaba con fuerza.

Un pequeño ser oscuro en forma de gato y ojos verdes, lo miraba con genuina preocupación. Sabía perfectamente la batalla mental que estaba sufriendo su portador y como su realidad iba desquebrajándose frente a él, como si fuera el más fino de los cristales.

La puerta de su habitación se abrió, pero el Kwami no hizo nada para esconderse, más bien, observó a la mujer de anteojos que venía con una bandeja que traía la comida para el rubio.

—Adrien —su nombre en aquella voz, solo hizo que el joven hundiera aún más la cabeza en la cueva que había formado con su propio cuerpo—, tienes que comer algo. Llevas días sin alimentarte.

—No tengo hambre —respondió.

Nathalie cerró sus ojos, aspirando profundo.

—Tu padre está preocupado. Por favor, come algo.

—¿Preocupado? —se atrevió a levantar la mirada hacia la asistente de su padre, esa mujer a la que, a pesar a ser estricta con él, apreciaba mucho. ¿Cómo había terminado así? Siendo parte de todo ese circo— ¿Ahora está preocupado por mí?

—Él siempre ha estado preocupado por ti, Adrien —exclamó, tratando de hacerlo entrar en razón—. Los planes de tu padre siempre fueron claros. Tú eras su prioridad…

—Vaya manera de demostrarlo, usándome de esa forma tan cruel —dijo, moviéndose en su cama, para alejarse de ahí. Caminó hasta los ventanales donde se quedó mirando la tormenta que parecía iniciar pronto y no solo fuera de esa habitación.

—Tienes que comprender…

—¿Y quién me comprende a mí, Nathalie? —le preguntó, mirándola por sobre su hombro— ¿Quién entiende a Adrien? ¿Cómo creen que me he sentido yo al ver cómo me hicieron cómplice de algo tan…? —no quería ni siquiera pensar en todo el dolor que había provocado, mientras creía ayudar.

—Si tan solo… —el rubio apretó los ojos y se llevó las manos a las orejas para cubrírselas.

—No quiero escuchar nada más, ¿Puedes dejarme solo? —le pidió, tratando de controlar la forma en la que se dirigía a ella—. No quiero ser grosero contigo.

—Está bien —dejó la bandeja sobre la mesa de centro y se retiró.

—¿Muchacho? —murmuró Plagg, acercándose a él, pero Adrien lo ignoró.

.—…—…—…—…—.

Nathalie bajó las escaleras y se dirigió hacia la oficina de su jefe, Gabriel Agreste, que normalmente estaría parado frente a su computadora, ahora estaba sentado en uno de los sillones blancos, totalmente derrotado.

Y no solamente por el final de Hawk Moth a manos de su propio hijo, sino porque aquello había generado que algo se quebrara entre ellos.

Su relación tras el problema con Emilie había sido un tanto distante, pero aun podían mirarse a los ojos y ver que ese lazo especial estaba ahí. Ahora no.

Su hijo se había destranformado frente a él, mirándolo como si fuera una persona desconocida. Esa mirada inexpresiva de los ojos verdes de Adrien se habían quedado grabada con fuego en su memoria y solo bastaba cerrar los ojos para recordarlo.

—Adrien nuevamente se negó a comer —informó, sabiendo que eso significaría que su jefe se enoje mucho con ella, sin embargo, aunque esperó con los ojos cerrados el regaño, nunca llegó. Se permitió abrir sus ojos, solo para ver como su jefe estaba igual que Adrien, perdido en sus pensamientos.

Padre e hijo estaban sufriendo mucho y ella no podía hacer nada para repararlo. Por primera vez en todos esos años trabajando en esa casa, se sintió con ambas manos atadas.

Lamentablemente, ella había intuido que las cosas no iban a salir bien con aquel blanco, pero nunca pensó que a tal punto. Ahora la familia Agreste estaba completamente destruida.

.—…—…—…—…—.

La lluvia, que comenzó a caer con más ímpetu, y la oscuridad, provocaban un ambiente de tristeza. Los relámpagos y rayos que surcaban los cielos solo avivaban lo destruido que se sentía el joven Agreste, encerrado en su habitación.

Parado a los pies de sus ventanales, observaba como la lluvia dificultaba la visión. ¿Era la lluvia o sus ojos verdes llenos de lágrimas, lo que le impedían ver?

Se sentía ahogado, acorralado. Cerró los ojos dejando que el agua acumulada en sus retinas recorriese sus mejillas.

Ya no podía más.

—¿Adrien? —el pequeño Kwami que lo acompañaba en su diario vivir, se acercó preocupado— Necesito saber si estás bien.

—Plagg —susurró el nombre del Kwami, quien se acercó más a su elegido para ver si necesitaba algo—, transfórmame —y ante aquella palabra, fue absorbido por el anillo plateado que tenía en su dedo anular, el cual no tardó en tornarse oscuro mientras daba paso a Chat Noir.

Cuando el chico rubio completó la transformación, abrió la ventana de su habitación. La lluvia no tardó en cubrirlo por completo, pero, aun así, sonrió antes de tomar su vara y lanzarse a recorrer los tejados de París, sintiendo la adrenalina que solo ser Chat Noir le provocaba. Con esa sensación de libertad que amaba, se encaminó hacia el único lugar donde sabía que podía sentirse seguro, aun si su máscara oscura desaparecía. El único lugar en todo París que callaría las voces de su cabeza.

Cuando llegó a su destino, se detuvo a punto de golpear la trampilla, pero si hacia eso, la lluvia no tardaría en entrar a la habitación de quién iba a visitar.

Sonrió y, con ayuda de su vara, se acercó a la única ventana del cuarto de Marinette que se podría abrir. La golpeó y no tardó en ver la expresión acongojada en esos ojos turquesas que tanta paz le daban, volvió a sonreír amargamente cuando ella abrió finalmente la ventana.

—Chat… —no alcanzó a decir nada más, pues el chico la abrazó a pesar de que sabía que la iba a empapar, tal y como él estaba— ¿Qué? —sintió como el joven perdía las fuerzas de su cuerpo y ambos cayeron sentados al suelo mientras Chat Noir terminaba con su transformación.

—Tienes razón —susurró el joven modelo, aferrándose más a la chica—. Necesito ayuda… tu ayuda, Marinette. No puedo hacerlo solo.

Marinette abrazó a Adrien con fuerza, antes de dedicarle una sonrisa a Tikki para que fuera con Plagg por algo de comer. Cuando ambos Kwamis se retiraron, Marinette deslizó su mano por la espalda del chico con una sonrisa melancólica en sus labios. De alguna forma, estaba esperando que esta escena se diera, pues, aunque ella había sido la víctima, sabía que el mayor afectado de todo lo que pasó, había sido él…

—Aquí estoy, Adrien… Aquí estoy.

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Rinconcito de la que escribe:

¡Se viene el buen drama! xD Espero que este prólogo los haya intrigado y con ganas de más... Pues como verán, ya iniciamos el fic con una revelación de identidades... ¡Chan!

Espero que me acompañen en esta nueva aventura llena de drama, comedia, romance y misterios...

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Próxima actualización: 20 de Agosto.

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Preview del primer capitulo:

—Por cierto —dijo, mientras Marinette juntaba las tazas y los platos en la fuente—, ¿Cómo llegué a tu cama? —preguntó avergonzado.

—Un poco tarde para preguntar eso, gatito —se burló la chica, como solía hacerlo con Chat Noir—. Pero, tranquilo, no lo hice yo. Fue mi papá —ante aquello, el rubio se encogió más, sintiendo que la vergüenza se extendía por cada rincón de su cuerpo.

—¿Saben que estoy aquí? ¿Qué dormí en tu cuarto?

—Afirmativo —dijo, bajando la escalera con la bandeja para dejarlo a un lado de su monitor—. Lo supieron cuando te quedaste desmayado en mis brazos, alguien tenía que ayudarme a moverte.

—Qué vergüenza —volvió a murmurar tapándose con la sabana de la chica—. ¿Cómo le veré la cara ahora a tus padres?

—No te preocupes, te imaginaras que tuve que explicarles que eras Chat Noir —respondió, haciendo que el chico la mirara por un hoyito que hizo con las sábanas.

—Dime que es una broma.

—Era la única forma de que pensaran mal, sino que probabilidades habría de que me creyeran de que mi crush estaba desmayado en mi habitación sin acusarme de haberte secuestrado —comentó divertida

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Estamos leyendonos!

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Aquatic.

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9 de Agosto de 2019