Nota: Buenas, buenas, este vendría a ser la segunda historia!

Día 2: AU Ciencia Ficción (8/10/18) primera publicación

(24/8/19) segunda publicación

Resumen: En una era donde los sentimientos y el amor están prohibidos, nacen dos personas destinadas a estar juntas, sin embargo no siempre se puede tener lo que queremos…

Cavernícolas (AU Ciencia Ficción)

'Cavernícolas' fue lo primero que pensó Reborn al terminar su lectura sobre las civilizaciones pasadas. No importaba la época, el pasado siempre fue una era de oscurantismo.

Las personas se reproducían como conejos, mataban por diversión y lo peor de todo, destruyeron el hermoso planeta en el que vivían.

Pero todo cambió después de la primera 'Clasificación', que consistió, básicamente, en eliminar a toda aquella persona innecesaria para la sociedad. Empezaron con las cárceles, siguieron los vagabundos y familias sin hogar, hasta casi terminar con una gran parte de la población; sin embargo, como en toda sociedad funcional, tiene que haber una clase obrera. La sociedad (los que fueron elegidos) no podía subsistir sin los otros. Pero, como en toda reorganización social, se les fue de las manos.

Hubo una guerra, donde dejó un saldo incalculable de muertes; y al final el ochenta por ciento de la población termino siendo solo gente vieja o mujeres fuera de la edad de reproducirse. Paso el tiempo, las heridas fueron sanando y al cabo de unos años, empezó el proyecto Nova.

Nova consistía en agarrar a todos los jóvenes en edad reproductiva con genes completamente sanos y, en el caso de las mujeres, extirparles los ovarios para poder controlar el tiempo de reproducción de dicho órgano; los hombres que tuvieran los genes más fuertes fueron seleccionas para 'donar' su esperma (no había caso el negarse).

Así fue como empezó la nueva generación, todos bebes engendrados en un vientre artificial, donde un solo ovulo en estado perfecto y un solo espermatozoide en las mismas condiciones podía dividirse en cuantas partes quisiera, dando así a docenas de gemelos idénticos.

Y la tan anhelada reorganización social dio sus frutos cuando ya no hubo más nacimientos naturales. Esa, para muchos, fue una batalla ganada. Cada persona era seleccionada para un puesto de trabajo según sus capacidades físicas y mentales; y ya para la sexta generación de bebes engendrados en vientres artificiales, los científicos habían logrado exterminar cualquier tipo de enfermedad.

Se podría decir que estaban en un periodo de relativa paz. Con la población controlada no había pobreza, no había enfermedades, no había discriminación y lo mejor de todo, los recursos naturales no se extinguían (aunque eso se debió también a los grandes avances científicos) por lo que alcanzaba para todos.

Ya para cuando nació Reborn (junto con sus cincuenta hermanos) iban por el año ciento cincuenta de la nueva era, que cariñosamente apodaron, en memoria del proyecto de reorganización, Nova y así para nunca olvidar el pasado y de dónde venimos.

Los padres biológicos no tenian ninguna relación con sus descendientes, por eso son seleccionados especialmente para que no tengan interés alguno de formar una familia. El resto que no sea un Criador, tenía todo el derecho de adoptar hasta dos niños por familia. A Reborn lo adoptaron una familia adinerada. Él siempre fue un prodigio, único e irrepetible y a pesar de tener hermanos, no eran nada comparado con su inteligencia, por eso Reborn fue separado para tener un futuro acorde a su capacidad física y mental.

Timoteo Vongola era su padre, pero el anciano ya tenía un hijo mayor, Iemitsu quien tenía una linda esposa. Un día la linda esposa enfermó y con el pasar de los meses desapareció. No le explicaron mucho, solo mencionaron que no la iba a poder volver a ver nunca más.

Reborn una vez leyó sobre los sentimientos, algo muy característico de los 'Cavernícolas' y él no lo entendía, nunca había sentido nada como lo nombrado en los libros. ¿Porque iba a sentir amor? ¿Deseo o ira? No lo entendió hasta que no volvió a ver a Nana.

Ese día en el que le avisaron que no volvería a verla, algo en su pecho se apretó. No supo cómo nombrarlo o siquiera como identificarlo. Pero el dolor estaba ahí, instalado en su pecho. Se hizo un chequeo médico, y estaba en perfecta condición, como todos los días, como todos.

Un día Reborn paseaba por los pasillos de la mansión, perdido en su mundo, siempre preguntándose que estaba mal en él; hasta que escucho un suave canto. Una voz dulce y melodiosa. Intrigado, siguió el sonido, hasta que entro a un cuarto, donde había una mujer de cabellos castaños, sentada en una extraña silla, de apariencia vieja que se mecía de atrás hacia adelante.

Nana cantaba tranquilamente, como si nada hubiera pasado.

Reborn se sorprendió y de la nada, así como llego, esa incomodidad y ese dolor en su pecho despareció. Nana fue la más sorprendida de los dos, primero su rostro fue de sorpresa, después de incomodidad y termino en terror. El niño no entendía que estaba pasando, entonces una vista más clara de la mujer, revelo una abultada panza. Reborn no sabía que le pasaba, pero Nana le dijo que mantenga el secreto y él así lo hizo. No volvió a verla después de eso.

Cuando Reborn cumplió ocho años, tuvo sus primeras clases de biología. Eso fue tan esclarecedor, por fin pudo entender porque la mujer tenía ese vientre abultado.

Por un momento estuvo a punto de decir la verdad. Ese bebe nunca tendría que haber sido concebido, era contra la ley. Pero su curiosidad gano por sobre su moral.

Habían pasado dos años desde esa vez que vio a Nana, se perdió en nacimiento del bebe, pero aún estaba a tiempo de verlo crecer. Buscó a la mujer por toda la casa, y la encontró, pero no en el mismo recinto, sino que mucho más alejado, dentro de un laberinto que había en el jardín, viviendo en una hermosa cabaña. Para muchos es todo un reto y una bonita decoración, para él es solo un juego estúpido tratar de cruzarlo; lo hizo diez veces seguidas a sus cuatro años, y en todas pudo encontrar la salida.

El día que volvió a verla, ya no tenía ese bulto en su vientre, ni estaba regordeta, más bien estaba radiante, y la causa (cree él) era ese pequeño niño idéntico a ella, con cabellera alborotada y ojos castaños. Tan dulce a la vista. Tan... no sabe decirlo con palabras.

Reborn los iba a visitar cada vez que tenía tiempo, porque él tenía obligaciones y una apariencia que mantener. Él niño, que tiene por nombre Tsuna, era tan torpe como nadie que haya visto en su vida; Reborn se planteó la idea de que ese es el precio a pagar por tener descendencia del modo 'tradicional', sin un médico que pueda eliminar todos los malos genes.

Pasaron los años y Reborn archivó en su mente cada aspecto del crecimiento de Tsuna, cuando llegaba el día de la visita, el corazón de Reborn saltaba. Dedujo, por la explicación de un libro, que eso era un tipo de excitación, de emoción, y tal vez de no poder aguantar las ganas de tenerlo frente a él.

Tsuna era un espécimen tan diferente al resto de seres humanos. Entonces llego la incógnita ¿todos los cavernícolas eran de ese modo? No lo podía saber con certeza, los libros decían una cosa y lo que él veía era otra.

Reborn se hizo adulto y Tsuna un adolescente. Entonces pasó algo. En la estructura familiar ideal no había 'coito', nadie sabía lo que era ese tipo de deseo, tan primitivo que se intentó abolir por todos los medios posibles. Una familia adoptaba un bebe y lo criaba para la siguiente generación, había un respeto mutuo, pero nada más. Y el día en el que Reborn cumplía veintitrés años y Tsuna diecisiete, tal vez por una jugarreta del destino (eso nunca lo podría saber), los dos se besaron. Sus labios se justaron, y por un corto momento el cerebro de Reborn se hizo papilla. O cortocircuito, o simplemente ¡Boom! No lo sabría decir, pero sucedió algo que lo asusto. Le gustó besar a Tsuna, demasiado; pero también lo asusto. No sabía cómo actuar, o lo que iba a hacer en el futuro. Tsuna nunca podría salir de ese laberinto y él tenía una apariencia que mantener.

Nunca más se aventuró en el laberinto, él sabía que tomó la decisión correcta; Reborn se instruyó sobre el tema y todo lo que aprendió lo asustó. Él podría llegar a sentir amor, un sentimiento destructivo, no era algo que él estaba dispuesto a afrontar. Él iba a ser el que guie a las próximas generaciones, hacia una mejor era Nova.

Y esa decisión la mantuvo durante cinco largos e interminables años, en donde no volvió a ver a Tsuna y nunca más lo volvería a hacer.

Reborn era un cobarde, él lo sabía perfectamente.

Fue ahí cuando encontró un nuevo sentimiento y su definición. Él realmente odia a los cavernícolas y su estúpido libre albedrío.

Fin.