Capítulo 14
-Bien, Rouse no es esta muerta y yo sé quien la tiene, ella está viva, más aún, tan viva, que les puedo decir donde está.
-Bien, te veo el viernes a esta hora, yo te daré el dinero que me pides y tú me darás toda la información que necesito, pero no solo eso, donde puedo encontrar a Rouse, si no ni te molestes en venir.
-Claro que vendré pierda cuidado.
George se quedó en su oficina, hizo una llamada…
-Sí, ¿Qué necesitas?
-¿Qué me investigues a alguien te veo hoy a las dos en mi despacho.
Chenoa, había llegado a la oficina después de lo de la mañana, con un nudo en la garganta, llego a su computador para checar todo lo de la semana, cuando se percató que no había nada en él, estaba totalmente en blanco, el trabajo de varios meses. Checo que tal vez estuviera en la papelería de la computadora, pero nada.
Cinthia estaba esperando que Chenoa pegara el grito en el cielo, porque había entre ella y Natasha habían borrado todos los archivos, la miraba esperando que se pusiera de nervios o que llorara, pero nada.
Chenoa, se fue hasta donde estaba mantenimiento y le dijo a uno de los que checaba las computadoras que checara la suya, el Ingeniero subió para poder checar por qué se había borrado todo de su computador o a que se debía que la información solo se esfumara.
-Bien señorita, la computadora no tiene nada malo, de hecho, está muy bien, aquí lo que paso es que usted a lo mejor accidentalmente borro toda la información, aunque no se preocupe ya que todas estas computadoras están enlazadas y quedan respaldadas, se lo mando a su mail.
-Muchas gracias, aunque no era necesario si algo tenia Chenoa, es que era muy precavida, lo aprendió en el instituto, ya que sus compañeros eran algo de cuidado y les encantaba hacer pasar un mal rato, así que desde ahí aprendió que siempre tenía que tener respaldo de todo lo que hacía.
-Paso algo Chenoa, una Cinthia con una mirada muy insistente.
-No nada que no se pueda arreglar.
-Mmm recuerda que hay que entregar todo lo que se hizo en la semana.
Cuando George las llamo…
-Chenoa, necesito todo lo de los alemanes.
-Sí, ya lo tengo.
-Trajiste los documentos firmados.
-Sí, aquí están.
-Bien quédate un momento por favor, Cinthia vuelve a tus labores.
Cinthia salió con un mal sabor de boca, se sentía desplazada de la empresa y no solo eso, que ya su jefe no le tenía la misma confianza, desde que Chenoa llego, el solo trataba asuntos con ella.
Natasha, estaba muy ansiosa, pensando que ya pronto correrían a Chenoa, solo era sentarse a esperar, pero la curiosidad le gano, así que fue hablar con Cinthia…
-Bien, dime que paso.
-Bueno ella se nota muy calmada, pero siento que el jefe no tarda en salir hecho una furia, más al saber que toda la información de casi dos meses no está, solo esperar y ver cómo sale de la oficina, no creo que te lo quieras perder.
-No, claro que no aquí me quedare.
Pasaron más de una hora y salió George con Chenoa de la oficina después de tratar asuntos de la empresa, Chenoa solo tomo su bolso para dirigirse a la sala de presidencia para tener una reunión con unos empresarios rusos.
Tanto Cinthia como Natasha, se habían quedado pensando ¿cómo le hizo para recuperar toda la información?, sería que mentía y no había dicho nada a George, pero eso sería imposible.
En la sala de juntas…
-Cuando Chenoa, los saludo se presentó – buenos días soy Chenoa Ligans.
-Mucho gusto Luka Serkin, disculpe señorita usted es familiar de Eliza Liganz. (todo en ruso)
-No, perdón no sé quién es.
-Oh perdón pensé que eran familiares por el apellido.
-No, nada que ver, pero se puso nerviosa por la pregunta que le hicieron.
George, que estaba en todo noto su nerviosismo, ya que usualmente por el tiempo que había estado con ella, jamás se comportaba así, esta vez cometió varios errores, pero al final salió airosa de la junta.
A las dos de la tarde la mayoría salía a comer, menos George que esperaba a una persona en especial, cuando tocaron a la puerta… si pase.
-Bien aquí estoy para que soy bueno.
-Necesito que me investigues a una persona, aquí está toda su información, esto es muy pero muy importante, sobretodo y lo que yo quiero saber ¿dónde está su hija?, aquí también te tengo esto.
-Pero este caso está cerrado, la policía no encontró nada inusual, esta mujer que me pides que investigues ella dijo que su hija jamás estuvo en la casa cuando ocurrió el incendio.
-Es lo que quiero saber ¿Qué paso? Ayer apareció y según ella, la hija de mi socio está viva y ella sabe dónde está, si te digo que tengo una corazonada en todo esto, es por qué lo tengo, esta mujer quiere dinero por decirme donde esta y que fue lo que paso, pero como comprenderás no confió en ella.
-Tú fuiste uno de los investigadores, yo necesito saber que paso, no por mi sino por William, el merece saber ¿Qué fue lo que paso con la niña? Y no solo eso saber ¿dónde está?.
-Yo fui uno de los que se negó a que este caso se cerrara, porque no te muchas irregularidades, pero no tenía nada conque contrarrestar para seguir investigando y mucho menos a las personas que se estaban investigando, una llamada y se cerraba el caso.
-Bien pero ahora ya no están, así que nada te lo impide.
-¿Cuándo veras a esta mujer?
-El viernes, me dejo aquí su contacto, así que te encargo esto lo antes posible.
-Pierde cuidado, yo soy uno de los que quiere armar este rompecabezas.
En casa de los Andlay.
Candy, se levantaba, se sentía muy agotada la quimioterapia comenzaba hacer estragos en su cuerpo, uno de ellos era la perdida de pelo, cuando despertó esa mañana, noto que en la almohada estaba dejando rollos de su cabello y más cuando paso el cepillo, simplemente el cabello se le caía sin más.
Candy, empezó a llorar nunca había sido vanidosa, pero estaba vez le daban un gancho a un símbolo de femineidad que para una mujer es importante su cabello, cuando dejo de llorar se fue a dar una ducha cuando William la escucho que estaba llorando…
William al entrar al baño se encontró con una Candy, recogida en la bañera, con el agua llena de cabello que era de Candy por toda la bañera…
-Hey tranquila, no llores esto solo es un tiempo, después crecerá.
-Es que es mi cabello, llorando desconsoladamente, simplemente no lo puedo detener solo basta con que me pase la mano y el cabello se cae, mira…
-Sí, amor tranquila, ya pasara, después nos vamos a reír de todo esto, ya veras, todo va a estar bien, ven sal del baño que tanta agua te vas a resfriar, ahora más que nunca hay que cuidarte.
-Los niños.
-Mmm ya se fueron al colegio, no te preocupes por ellos, están bien ahora que saben que pasa andan muy juiciosos, llegan y hacen sus deberes sin andar detrás de ellos, vamos a desayunar si, ¿tienes hambre?
-No, la verdad es que no tengo nada de hambre, esa comida que dispusieron solo no me apetece.
-Pero es lo que dicen que es bueno para tu enfermedad, la nutrióloga me dio tu nueva dieta y es por eso, que se tuvo que cambiar el menú.
-Es que solo no me apetece.
-Candy, tienes que comer, anda vamos a la cama en lo que te traen tu desayuno, te voy a secar, cuando paso la toalla para secar su cabello, en la toalla se quedaba gran cantidad de cabello, a William se le hizo un nudo en la garganta de ver esa situación y más aún que el siempre adoraba oler la fragancia que expedía su cabello cuando ella se acurrucaba con él.
Pero debía de ser fuerte, esta era una prueba en la cual ponía a fuego su amor, su matrimonio y sobre todo el apoyo incondicional que como persona debía tenerle, solo tomo la toalla, para que ella no viera el cabello que se había quedado en la toalla y la llevo de nuevo al baño, donde se puso a limpiar la tina, solo se aguantó las ganas de llorar. A el más que a nadie le dolía todo lo que estaba pasando, pero tenía que ser fuerte por ella, sus hijos, pero no sabía que esperar ya que el futuro es incierto, solo debía mantenerse firme.
Cundo una visita inesperada llego, con unas flores en la mano, era Dylan que visitaba a Candy.
-Hola buenas tardes, no quisiera ser inoportuno, es solo que quería saber ¿cómo esta Candy?
-Pasa Dylan, ella está bien, subo a ver si esta despierta, para que subas a verla, le dará mucho gusto saber que estas aquí.
William, subió y le informo a Candy quien había venido a visitarla, fue por una pañoleta y le cubrió la cabeza para que no se viera la falta de cabello que ya era innegable, y la ayudo abajar a la terraza, ya que estaba cansada de estar en la cama.
-Dylan ya la esperaba en la terraza que daba al jardín, cuando vio que William la ayudaba a detenerse ya que la misma debilidad no podía andar por si sola. - hola bonita con una banderita blanca, vengo en son de paz, espero que te alegre mi visita.
-Claro que sí, que bueno que viniste a verme.
-Bueno me dije Dylan, Candy te necesita para que la hagas reír y aquí estoy, mira que últimamente se me da más con tus platicas que ahora las doy yo, te extrañan tanto, han querido venir a verte, pero les digo que aún estas débil.
-Sí, solo bajo por ratitos, me cansa todo sabes, la cama, el sillón, hasta comer me cansa, a veces siento que mi alma solo va a abandonar mi cuerpo en cualquier momento de la debilidad.
-Debe ser, pero debes animarte, mira te traje cartistas de los niños, que te esperan, ya les dije que una vez que te recuperes las vas a ir a visitar.
-Candy, solo sonrió, -dime han llegado más jóvenes.
-Sí, ya sabes cómo es esto, mientras sigan vendiendo esa porquería así seguiremos con los jóvenes llenando su sangre de ese mal, pero nonos queda más que ayudarlos, este es el peor cáncer que la humanidad puede tener, claro sin ofender al tuyo.
-Jajajajjajajaj Candy, comenzó a reír, de verdad que viniste hacerme reír.
-Te dije, además que he pensado que un traje de payaso no me vendría mal, no crees.
-Paty, me dijo que se ha hecho cargo de estar al pendiente de los niños, dime ¿Cómo lo están tomando?
-Bueno bastante maduros creo que como lo están tomando, me enorgullecen, son buenos mis niños, creo que estamos haciendo un buen trabajo.
-Bueno Candy, debo retírame no porque me quiera ir sino porque te veo agotada, deberás ir a descansar.
-La verdad es que me la paso durmiendo, pero ahorita que pasen los días dice el doctor que el efecto me dejara unos días para reponer fuerzas para la siguiente quimioterapia.
-¿Cuántas te pondrán?
-Aun no lo sé, dice el doctor que va a ir viendo conforme mi cuerpo vaya respondiendo, a veces duele y duele mucho.
-Lo sé, solo debes ser fuerte para salir adelante recuerda que tus terremotos te necesitan y William también te necesita, bien me voy – despidiéndose de Candy al ir a despedirse de William.
-Ya te vas.
-Sí, la noto cansada, serán mejor que la lleves a descansar, bueno me despido dándole un apretón de manos a William. Antes de irse – William…
-Si.
-Animo, aquí tienes un amigo si me necesitas, volteando a ver a Candy a lo lejos.
-Lo sé, y gracias.
Martha estaba ansiosa por que llegara el viernes, sabía que pronto recibiría una gran cantidad de dinero y que con eso tendría asegurado varios años, sin preocuparse por el dinero. Pero lo que ella no sabía que ya se le habían adelantado las investigaciones iban más allá de lo que ella pudiera decir.
En la oficina…
-Bien dime ¿Qué has investigado?
-Te vas a sorprender de todo lo que ya tengo, efectivamente ese día había dos niñas, una la hija de tu amigo y la otra la hija de la cocinera, en este caso Martha, ese día ella la llevo porque no tenía con quien dejarla, ella la llevo a la casa de los Andlay porque Martha tenia temor que su padrastro le hiciera algo.
-Pero entonces ¿Por qué mintió? ¿Su hija dónde está?
-Para allá voy, ese día la señora Andlay recibía a unos técnicos, mira aquí el reporte, pero ellos nunca fueron solicitados, las niñas se encontraban en la casa, ellos al verlas no supieron cuál de las dos llevarse optaron por llevarse a las dos.
-Pero solo apareció un cuerpo…
-Ese cuerpo no coincide con ninguno de los ADN, el vaso que me diste donde tomo licor me sirvió de mucho, todas las pruebas las cheque y arrojan que el cuerpo carbonizado no es de ninguna de las dos niñas.
Más aun, ese día salió un avión de los Zarbo para Rusia, el mismo día de la tragedia, hasta donde logre rastrear las niñas estuvieron ahí ocultas hasta que el viejo Zarbo murió, aun me falta la otra parte de la investigación, pero estoy en eso, dame un par de días y quien sabe tal vez y te pueda decir donde esta Rouse Andlay en estos momentos.
En eso, tocaron a la puerta…
-Pase…
-Señor disculpe, pero la señora Martha dice que tiene cita con usted.
-Así, hágala pasar.
El investigador se ocultó detrás de un librero que George tenía en su oficina quería que escuchara lo que Martha tenía que decir.
-Bien Martha es hora de la verdad, dime donde esta Rouse.
-Necesito mi dinero…
-Si aquí lo tengo, sacando una maleta con varios fajos de billetes para dárselos, cuando se los enseño, ella solo se le ilumino la mirada, bien todo esto será tuyo, ahora dime ¿Dónde está?
-En un colegio en Londres, ahí la mandaron junto con mi hija cuando el abuelo murió, están vivas, ahí las han mantenido ocultas.
-Como sé, que lo que me dice es cierto.
-Llame a este número y ahí le contestaran del colegio para que sepan que ahí están, ese día se las llevaron a las dos, a mí me pagaron para que dijera que mi hija, nunca la había llevado a la casa de los Andlay ese día, pero el día del incendio no solo se llevaron a Rouse, sino también a mi Melanie.
-Martha todos estos años lo has ocultado, sabes que si tu hubieras hablado las hubieran buscado, que clase de madre eres, tu hija también la desaparecieron.
-Siiii, diga lo que quiera, pero yo no podía pagar las escuelas donde fueron enviadas, ni en mis sueños las trataron como princesas, lo sé porque me mandaban fotos, sacándolas donde se veían las dos niñas, en diferentes lugares jugando, en la recamara, en el jardín, en la limusina.
Yo solo quería lo mejor para ella y si para eso tenía que mentir lo volvería hacer, ustedes todo lo tienen, viven a todo lujo, cuando yo veía a la niña Rouse, imaginaba que era mi hija la que podía tener todos esos juguetes, sus vestidos, su colegio, la mía no tendría las mismas oportunidades, pero mi hija no tenía nada y ellos prometieron que le darían todo.
-¿Quiénes Martha?, ¿dime quiénes?
-Los Zarbos, el viejo y la mujer pelirroja, Eliza no recuerdo su apellido solo me dio dinero para que desapareciera, también me amenazó que si hablaba me buscaría y me mataría, también tenía miedo.
-Jjajajajaj no me vengas con esas Martha tú lo que menos tenías era miedo, tomando el teléfono -Cinthia comunícame a este número y me pasas la llamada en cuanto la tengas.
Bien Martha si es verdad lo que me dices – te podrás llevar toda esta maleta de dinero, pero si no, créeme que saldrás de aquí, así como viniste sin nada.
-Señor la llamada en la línea. - llamada al colegio San Pablo.
-Sí, buenas tardes necesito hablar con la Madre superiora.
-Sí, ella habla.
-Hola buenas tardes, me podría comunicar con mi sobrina.
-Disculpe.
-Sí, busco a mi sobrina soy el hermano de Eliza Liganz, solo quisiera hablar con mi sobrina.
-Creo que usted esta equivocado la señorita Chenoa, ya no estudia en este colegio, pero me extraña su llamada, usted debe saber que la señorita Chenoa Liganz abandono el instituto hace más de seis meses.
-Como dijo, perdón Chenoa.
-Sí, ella es su sobrina, me da muchísima pena con la señora ya que su sobrina escapo de nuestro colegio, pero no pudimos retenerla más aquí.
-Sí, claro hablare con mi hermana, sé que ella debe estar preocupada, lo que pasa es que no he hablado mucho con ella, estamos un poco distanciados, ya sabe peleas de hermanos, pero disculpe madre por ahí no hay otra señorita llamada Rouse Andlay.
-Ha si ella, al igual que su sobrina se fugaron juntas, solo espero que logren encontrarlas.
- Si, visitare a mi hermana para ayudar a buscar a mi sobrina, muchas gracias madre.
-A usted, si sabe algo de las muchachas le pido que me lo haga saber.
-Sí, madre yo le llamare para informarle, colgando el teléfono.
-Bien ya ve que lo que le dije es verdad, esa niña existe, está viva y ahora solo tiene que ir por ella.
-Me crees idiota, ellas no están en ese colegio, ellas escaparon desde hace seis meses.
-Bueno esa ya no es mi culpa, digo ahí lo tenían todo, que las hizo escaparse si lo tenían todo, solo tendrán que buscarlas, tomando la maleta para salir.
-¡Martha! Tu no vas a salir de aquí, no hasta que des tu declaración a la policía.
-No, yo le dije que le diría a usted todo pero que no quería saber nada de la policía.
En eso sale el detective – Martha Gómez, queda arrestada, por haber participado en el secuestro de Rouse Andlay, tiene el derecho a guardar silencio, cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado y que un abogado esté presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno pagado por el gobierno. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados?
-Yo no hice nada, quedamos que solo me daría mi dinero y eso era todo, yo no sé nada.
-Me la llevare para tomar su declaración con lo nuevo que tenemos será suficiente para reabrir el caso.
-Hay Martha deberás pensaste que te dejaría irte, así como así, después de que ocultaste algo tan importante, te vas arrepentir de haberlo hecho.
Saliendo con el detective de la oficina de George.
Cinthia veía todos los movimientos, al igual que Chenoa pero no entendían nada, George que estaba demasiado alterado fue hasta su licorera y tomo un vaso para verter un poco de whisky, lo necesitaba para seguir con sus investigaciones, fue hasta escritorio y tomo el folder donde estaba la todo lo de Chenoa Liganz, sabía que ese apellido no era común.
Algo le decía que esa chica no era común, pero que interés podría tener Eliza en mandar a Chenoa a trabajar con ellos. La madre superiora dijo que se escapó, a lo mejor y ella sabía dónde estaba Rouse, pero no quería asustarla y que se fuera huyendo de ahí.
-Chenoa puedes venir por favor.
-Sí, señor, levantándose de su escritorio para ir a su oficina, al entrar ahí estaba George con su hoja de vida en la mano, cosa que se le hizo muy raro, pero igual pensó que era por el incidente de la computadora, no le dio importancia ya que había recuperado toda la información.
Señor…
-Sí, pasa siéntate, dime Chenoa tú me platicaste que tenías una hermana, verdad.
-Sí, bueno no es mi hermana de sangre, pero nos criamos juntas, ¿Por qué?
-Bueno me dijiste que necesitaba trabajar y es la razón por lo que te pregunto dile que tiene un puesto en la empresa.
-De verdad, para decirle hoy mismo, ella por el momento está trabajando en la empresa Sanders pero sé que tenía interés de trabajar aquí.
-Sí, dile que se presente lo antes posible, mañana mismo.
Chenoa con una sonrisa en la boca, solo sentó con la cabeza, para regresar a sus labores en la noche hablaría con Rouse, sobre el empleo.
En la empresa Sanders, estaba Rouse muy metida en su trabajo cuando llego el contador mal oliente, para hablar con Max…
-Dime niña esta Max.
-No y que cualquier cosa que necesite solo le marque a su celular, no quiere verlo señor.
-mmm asi que estamos solos.
Rouse, puso una cara de terror al escucharlo y al ver que comenzaba acercarse a ella, Rouse al ver esa acción se levantó de inmediato…
-Aléjese no se me acerque.
-Ven bonita nos vamos a divertir un rato, anda ven acá.
-No, tratando de huir de Sergio que se le acercaba como cual animal salvaje acecha a su presa, la toma de los cabellos y la toma del brazo para someterla.
-No, suélteme no me haga nada.
-Si te va a gustar, te lo pedí por la buena y no quisiste ahora será por la mala, aunque no quieras, metiéndola a la oficina de Sanders donde por más que gritaba nadie la escuchaba, trato de defenderse, pero Sergio por su tamaño solo los golpes de la chica no le hacían nada.
-Que te quedes quieta, solo voy a disfrutar de lo que Max ya disfruto, Rouse lloraba al no poder defenderse, nadie podía ayudarla solo cerro los ojos para soportar lo inevitable, cuando había terminado de ultrajarla, el hombre simplemente se saboreaba los labios y se arreglaba el pantalón.
-Vaya pensé que ya Max te había probado, perdón ahora si me le adelante, pero una de harina por todas las que van de arena, solo te diré que no digas nada y aunque lo hagas nadie te va a creer, saliendo de aquella oficina.
Rouse, lloraba por lo que le había hecho, con la ropa desgarrada, solo se levantó llorando para ir al baño a llorar por lo que el mal oliente de Sergio Robles le había hecho, ni siquiera ella era consciente de lo que había pasado, lloraba desconsolada, casi toda la tarde, tenía pena, vergüenza y dolor mucho dolor, más que físico del alma.
Como pudo salió, de aquel lugar y se fue a su departamento, estaba muy mal al llegar a su departamento solo se desnudó y se metió a la tina, para lavar sus partes y ver sus moretones que en el forcejeo se le hicieron, también como sentía el ardor de su vagina por la penetración, solo se encogió en sus piernas para abrasarse a sí misma.
Muchas preguntas pasaron por su cabeza ¿Por qué a mí? Habiendo miles de mujeres porque le había pasado eso a ella, se sentía morir, porque alguien solo decidió robarle la inocencia de la peor manera que una mujer puede perder la virginidad, solo se quedó ahí llorando sin parar.
En la oficina estaba Chenoa que había quedado de salir con Margarita para ir algún lado a cenar…
-Solo deja y le hablo a Rouse, para que nos acompañe.
-¿Quién es Rouse? Pregunto Margarita.
-Mi hermana, además le tengo una súper sorpresa, que sé que le va alegrar mucho, llamo y llamo, pero no contesto, es raro ella siempre me contesta, a lo mejor llego del trabajo y se durmió.
-Margarita tenia cara de preocupada, solo pidieron de cenar, pero casi no probaba su cena.
-¿Te pasa algo Margarita?, te noto un poco no se mal…
-Hay amiga, que te digo, las cosas en mi casa cada vez están más mal, mi madre cada vez está más enferma y no hay nada que yo pueda hacer, es muy difícil solo verla sufrir, solo consumirse en una cama, cuando salgo de trabajo trato de olvidar mi realidad, pero cuando regreso todo vuelve.
-Dime ¿Cuánto necesitas para la operación de tu mama?
-Huy ya te dije que muchísimo dinero, el cual no tengo y ningún banco me daría.
-Por eso, pero ¿Cuánto? Solo para darme una idea.
-Bueno 200 mil dls. Dime quien me los prestaría ni trabajando toda mi vida podría pagar eso y mi seguro no es de gasto médicos mayores, aun así, el solo pagar el deducible es una cantidad fuera de mi presupuesto.
-Pues animo amiga, dios escucha, quien sabe tal vez ocurra un milagro, bueno vámonos mañana tengo cosas que hacer temprano y Rouse no contesta ya me preocupe.
-Sí, yo igual debo de darle de cenar a mama.
Al llegar al departamento Chenoa entro y encontró todo a oscuras, solo el agua que escurría del baño, entro buscando a Rouse llamándola- Rouse…Rouse…Rouse donde estas, cuando vio una pequeña lámpara prendida en el baño y corrió a ver a su amiga, ahí estaba llorando toda mojada, con una navaja casi a punto de cortar las muñecas.
-No Rouse, nooooooo, ¿qué te pasa?, por dios!, que tienes dime ¿Quién te lastimo?
-Solo déjame morir Chenoa, solo déjame irrrrrrrrrrrrr. –llorando.
-No, amiga, no vamos ayúdame levántate de ahí, cuando observo la sangre que tenía en la entrepierna y noto lo que había pasado ¿Quién te hizo esto? Comenzando a llorar.
-No importa solo me quiero morir, solo eso.
Chenoa como pudo, el saco de la tina y la llevo hasta la recamara, no sabía que hacer solo estaba ahí en shock, era su culpa si ella no la hubiera incitado a salirse del instituto, esto no hubiera pasado, ahora su amiga estaba sufriendo por una violación que era evidente.
-Rouse solo dime ¿Quién te hizo esto? Lo conoces, fue acaso tu jefe.
-Noo, el no fue, ya no me preguntes no quiero recordar, solo quiero olvidar.
Chenoa solo la abrazo y se quedó con ella, no sabía qué hacer, ni a quién acudir, por primera vez tuvo miedo, nunca lo había tenido, ni cuando se escapaba en el instituto, ni cuando llego a Chicago. Pero ahora estaba aterrada, no sabía qué hacer, ir a la policía, seria deportada Eliza daría con ella, eso sería alejarla de nuevo de su familia, pero si no lo hacía, Rouse estaba sufriendo así que se armo de valor y llamo a la única persona que creía en ella.
-Sí, diga.
-Señor, - Con una voz temblorosa de los nervios, necesito hablar con usted, necesito su ayuda en verdad no le hablaría si no fuera necesario.
-Dame tu dirección voy para allá.
-Muy lejos de ahí al otro lado del mundo-
Estaba una pareja de enamorados comiéndose a besos…
-Ya Niel no seas así, deja de morderme no ahí no, jjajajajjajajajj
-Vamos deja que yo aproveche ahora que te vayas con mi hermana, te voy a extrañar mucho.
-Solo será unas semanas, no se tu hermana que necedad tiene de ir a ese país.
-Bueno te diré ahí dejo un viejo amor, de esos que no se olvidan, la trajo loca un tiempo y ahora quiere ver si aún tiene oportunidad.
-mmm me pondré celoso, así que tu hermana quiere ir a Chicago solo por un viejo amor, pero a mí me dijo que es por negocios.
-Oh no querido, te diré conozco a mi hermana, pensé que se había olvidado de él, pero no, ni siquiera tú has podido que se olvide de él, la verdad es que el hombre si es muy guapo, no sé cómo le habrán sumado los años, pero te diré era un bombón. Solo que la tonta de mi hermana nunca ha podido retener a un hombre, lo digo porque ni siquiera a ti te ha podido retener.
-Mmm ¿y quien es ese amor perdido?
-¿Porque estas celoso?
-No, si tu fueras el enamorado tal vez, pero siendo ella, solo es curiosidad.
-Bueno un tal William Albert Andlay, te suena.
-Claro que sí, su compañía es una de las mejores en América, sobre todo en Chicago y si el hombre está muy, pero muy guapo
-Sí, lo sé, pero a la tonta de mi hermana se lo gano su niñera, jajjajajajaja la pobre lloro por meses, su rechazo.
Tomas, trataba de tener toda la información requerida por sus jefes que estaban tras la cabeza de Eliza, él era un agente en cubierto, que estaba tras la pista de la mujer que ahora llevaba el mando en los cargamentos de drogas sintéticas que entraban en Europa, su trabajo era ganarse su confianza y saber quiénes eran sus proveedores para capturarlos.
Ya hacía tiempo que se había infiltrado ya que había sido contratado por Andree Zarbo para que la enamorara y pudiera estar cerca paras saber sus movimientos, pero la realidad es que Tomas también trabajaba para la DEA, era su forma de acercarse más a sus fines que era encarcelar a Eliza Liganz.
-Casa Andlay-
Tanto Anthony como Alexander estaban cenando.
-Papa, ¿cómo se siente mama? pregunto Alexander.
-Bien hijo, hoy estuvo más despierta que otros días.
-Papa, ¿crees que ella se recuperar? Pregunto Anthony.
Claro que lo hará, ya lo veras, terminen de cenar y vayas a verla, le gusta que estén con ella.
Los niños subieron a ver a Candy, ella estaba despierta débil pero no tanto como para no disfrutarlos.
-Mama, a dúo… te sientes bien.
-Sí, vengan siéntense a mi lado que quiero abrazarlos, haber platíquenme que han estado haciendo.
-Yo tuve un juego, me hubieras visto enceste varias canastas, soy la estrella del equipo, todos gritaban mi nombre decía Alexander.
-Bueno yo, he estado pintando ya sabes mis dibujos, aunque ahora casi no me siento inspirado, mama recuperate pronto para ir de paseo como antes decía Anthony.
-Sí, mi amor me recuperare lo más rápido que pueda, saben que los amo muchísimo.
-Bueno niños, ya es hora de que se vayan a bañar y lávense los dientes, mama debe descansar.
-Si – a dúo.
-Mi vida, como te sentó la comida.
-Bien ya no la devolví, siento que estoy recuperando fuerzas, solo que cada que me ponen la quimio me vuelvo a sentir mal.
Si, así dijo el médico que seria, pero te noto un poco más despierta que al principio.
-Sí, vamos a salir de esta como de muchas que hemos salido.
-Que haría sin ti, acostándose a su lado para abrasarla y así continuaron hasta quedarse dormidos.
-En el departamento de Chenoa-
-Buenas noches…
-Chenoa solo se acercó a George lo abrazo y se puso a llorar desconsolada.
-¿Pero qué te paso?
-Pase por favor…
George entra al departamento y se sienta en la pequeña sala.
-Lo llame porque no tengo a nadie y no podía llamar al señor Andlay, no ahora con todo lo de su esposa, por eso me atreví a llamarlo a usted. Yo lo recuerdo y lo recuerdo muy bien usted iba a la casa muy seguido, a mi casa.
-¿Me recuerdas? ¿De dónde? ¿Cuál casa?
- Usted es como si fuera el hermano de mi padre, solo dígame que me recuerda, cuando cumplí cinco años usted me regalo una muñeca con el cabello rosa, dijo que se parecía a mi cuando me la dio, me susurro al oído que cuando sea mayor me pintara el pelo del mismo color para que a mi padre le diera un dolor de cabeza.
-Chenoa, esa muñeca solo hubo a una niña a la que se la di, pero ¡ella está muerta!, ¿cómo puedes recordar algo así, cuando no estuviste ahí?
-Sí estuve, ya que yo era esa niña, yo soy Rouse tío George.
Continuara.
Bueno chicas, aquí el nuevo capítulo, sé que está muy cruel lo de la violación de Rouse, pero desgraciadamente es la realidad de miles de mujeres que pasan por esta situación, cuantas no tienen que soportar las insinuaciones y el acoso sexual, es el pan de todos los días, muchas no se atreven a denunciar atrocidades como esta.
Las espero en el próximo capítulo ya saben por la XEW, Radio.