-Vaya, que inesperado verte por aquí... Lamento que deba decir esto tan repentinamente, ¿pero podrías marcharte? No quiero infectarme con tus gérmenes.

Mi respuesta fue cerrar la puerta detrás de mí con la mayor fuerza posible, solo por el hecho de molestarla. Satisfecho con ver como su expresión indiferente adoptó una cierta molestia durante un par de segundos, me dirigí al asiento que tenía designado, sentándome con tanta fuerza que por un momento creí que caería de espaldas.

En estos momentos es cuando pasaría el tiempo leyendo una novela o sencillamente comiendo mi almuerzo, pero por desgracia no puedo tener cosas bonitas, así que todo lo que podía hacer era suspirar con un rostro empobrecido mientras recostaba aún más mi espalda, buscando encontrar ese punto precioso.

Sentí como Yukinoshita me miraba con sus ojos fríos de perra estrecha al comienzo, pero pronto, tal vez por pereza o comodidad, decidió volver a comer su almuerzo adornado para que pareciera un gato, pronto dejando que el salón fuera llenado con los leves pero existentes ruidos de una persona degustando una comida seguramente deliciosa.

-... Tch. No pienses en eso, Hachiman.

Recordar que no tengo almuerzo ni dinero para comprar uno de calidad cuestionable. Y como cereza del pastel, que me viera forzado a darle a la perra de Miura el almuerzo de carne que preparó mi querida hermana de quien sabe donde hizo a este día obtener un tono aún más amargo.

Si, sin duda todo lo que me ha pasado ha sido una mierda total... pero... creo que el conocimiento que he ganado vuelve a este día un sufrimiento aceptable por el que debía pasar.

Para empezar, descubrí información interesante sobre todo este sistema de juego, así como la posible confirmación de la existencia de otros jugadores como yo que el juego, si bien ya afirmó hace tiempo, seguía sin explicar cómo eso era posible para empezar.

Un sistema que permita retorcer la realidad a conveniencia del ¨guión¨ suena algo demasiado peligroso para ser generados en masa. Por pura estadística esto volvería al universo un lugar cambiante en el que se reescriben cosas cada cinco segundos. Eso sería insostenible de lo poco que entiendo sobre las leyes de la física.

Incluso cuando el juego dejaba la evidencia de que había más como yo, honestamente me costaba asumir la posibilidad. Pensé, en un ataque de ingenuidad, que mi situación era algo única. Pensé que tal vez tenía algo especial en mí, algo que llamó la atención de ese ser superior, sea quien fuera.

... Pero fue tonto pensar así. Es por culpa de mis debilidades mentales que sigo cometiendo estos fallos tontos.

Y además...

Apenas sonó la campana que indicaba el inicio de la hora para almorzar, una mano firme agarró la zona media de mi brazo y comenzó a empujarla hacia la salida, no dándome tiempo ni de guardar mis cosas.

Escuchando el tono sorprendido de una cabeza de aire y el grito asombrado de un idiota, fui llevado por una fuerza que no era capaz de ver como si fuera un saco de papas no tan pesado, una imagen surrealista que generaba algunas miradas curiosas en los estudiantes que nos veían pasar.

Finalmente con el pasar de los segundos nos quedamos en una zona no tan transitada donde de repente la fuerza furiosa se detuvo, puso su cara a centímetros de la mía y exclamó su orden real.

-¡Hikio, dame el almuerzo! ¡Rápido!

... Lo triste es que esto es mi contacto más cercano con el sexo opuesto.

-¿Por qué me arrastraste así, Miura, y encima frente a tantas personas? ¿No sabes la imagen que das a los demás haciendo todo esto?

Aunque quería creer que Miura Yumiko no era tan... ¨apasionada¨ para no darse cuenta de algo tan evidente solo porque su príncipe estaba involucrado, cuando de repente sus ojos mostraron confusión genuina y abrió su boca para decir palabras que nunca se pronunciaron, comencé a creer que la homosexualidad no era tan mala idea.

Miró lentamente hacia el costado izquierdo nuestro, encontrándome con una chica que gritaba frágil por todas partes cuando tuve la desdicha de seguirle el juego. Rápidamente la chica corrió despavorida mientras se disculpaba sin razón.

Volví a mirar a Miura, pero esta vez su sonrojo furioso fue todo lo que vi antes de prácticamente empujarme hacia atrás mientras chillaba.

-¡Aléjate, pervertido!

Apenas terminó de decir esas palabras, sentí como si un demonio susurrara en mi oído que debía tirarla de la azotea para castigarla... y a un ángel que me decía que con solo tirarla del segundo piso era suficiente.

Ignorando todo aquello, aproveché la vía libre que tenía por escapar de sus garras para sobar mi zona afectada y mirarla con todo el desprecio que me era posible mostrar sin arriesgarme a una paliza suya.

Como la segunda chica más popular de la que nadie deja de hablar, soy muy consciente gracias a terceras lenguas que su físico es algo a lo que pone mucho empeño. No hay duda de que esos brazos pueden romperle la nariz si lo intentan.

Es en momentos como estos que me arrepiento de no haber ejercitado algo más allá de mis piernas. Solo sirven para huir más rápido.

-En primera, Miura, agradecería mucho que no me arrastraras afuera de la clase como si nada. Tengo derechos.

-¡¿A quién le importa eso?! ¡Dame el almuerzo ahora o me las vas a pagar!

Estoy seguro de que ella quería hacer el amague de golpearme con su brazo derecho para que su intimidación fuera más efectiva, pero viendo que había unos cuantos estudiantes incluso en una zona tan alejada, por lo que al final solo se conformó con mirarme como si fuera basura.

Afortunadamente, yo era inmune a ese ataque luego de ser Hikigaya Hachiman por más de 16 años, así que pude aparentar frialidad con relativa facilidad mientras lentamente levantaba mis dos manos abiertas en señal de indefensión.

No quería pensar demasiado en el castigo que me infringiría este cruel chica luego de saber que sería físico, pero viéndolo por el lado positivo, tal vez esto me haga perder puntos de afecto con ella. ¡Y hasta puedo llegar a deshacerme de ella si además soy un hijo de puta!

Con eso dicho, bajé ambas manos, no queriendo seguir en este estado de servidumbre con esta perra.

¡A darle con todo, Hachiman! ¡No te contengas!

-Mira, Miura, no sé qué mosca te picó para hacerte creer que puedes mandarme, pero eso no-

[System: Change]

¡!

-¿Eh?... ¿Qué me estás soltando, Hikio? ¡Ahora dame el almuerzo! ¡Necesito acercarme a Hayato!

Y con una arrogancia dignas de una niña malcriada, Miura agarró de mis dos manos extendidas y juntas el almuerzo que hace un segundo no estaba ahí.

Yo... no sé qué pasó ahí. Realmente no puedo sacar nada y cuanto más lo pienso, más me duele la cabeza

Por más que intente racionalizar ese momento o buscarle una explicación, una pequeña pausa en la que pueda explicar como aquella cosa fue posible... no puedo. Es tan perfectamente irreal que hasta me da miedo.

De repente el bento que Komachi preparó ayer apareció en mis manos, manos que no estaban juntas hasta un segundo antes, pero que alguna no solo estaban extendidas para Miura, sino que se sentía correcto.

Pero no lo era. Era lo opuesto.

-... Kuh.

Si soy honesto, por un segundo hasta sentí algo de miedo. Miedo de mi debilidad y de pensar que puedo ser manipulado o controlado con tanta felicidad. Me hace sentir que valgo incluso menos de lo que pensaba.

Odio recordar eso. Naturalmente todas las implicaciones de aquello me hacen ser más emocional de lo debido a esa... esa... cosa.

Me hace sentir como un maldito NPC que está haciendo lo que una fuerza superior caprichosa quiere, alguien que solo tiene la ilusión de ser un individuo capaz de elegir... pero...

Pero... aunque sea de forma indirecta, me acaba de mostrar lo que es capaz este juego de mierda de primera mano.

Ahora tengo una imagen de lo que me estoy enfrentando. Y aunque ahora sienta que mis posibilidades de victoria son menores que antes, estoy seguro de que puedo romper este juego si me esfuerzo lo suficiente.

Confío en que algún día podré entender lo suficiente como para escapar de esta maldición, y entonces todo volverá a la normalidad.

...

Por supuesto que ese optimismo es solo una manera de enfrentar la realidad sin sufrir, pero no importa.

Hikigaya Hachiman es un solitario, una persona débil en un sistema que se rige en base a los vínculos con los demás, así que necesita usar todos los medios posibles para seguir vigente en este mundo, da igual si es una mentira o no.

Da igual si me traiciono a mí mismo o no.

Mientras pueda evitar convertirme en aquello que tanto rechazo, no me importa ser un hipócrita. Es un pequeño precio a pagar.

-... Hikigaya-kun, como alguien que fue encomendada para arreglar tu horrible existencia, debo pedirte que por favor dejes de hacer esas caras. Es perturbador, asqueroso, tonto, Hachiman y desagradable.

Las palabras contundentes pero al mismo no serias de Yukinoshita Yukino me hicieron salir de mis pensamientos, acomodarme mejor para no sentir que mi espalda estaba siendo manoseada en lugares indeseados y mirar a la chica en cuestión con un rostro asqueado de la vida sumado a unos ojos entrecerrados.

-... Estoy seguro de que desagradable es un sinónimo de asqueroso... y Hachiman no es un insulto.

Agregué la última parte de repente, como si fuera una ocurrencia, cosa que es cierta, ya que al ser esa una de las principales burlas de mi hermana menor, con el tiempo he tendido a no darle importancia, dejándolo pasar más veces de las que estoy dispuesto a admitir... o recuerdo.

-Hmph. Mis disculpas. Creí que serías tan tonto que serías incapaz de notar el esfuerzo que pudiera poner en la variedad de mis insultos.

-¿Qué parte de eso es una disculpa?

Su respuesta fue beber un poco de su vaso de té, no molestándose en responder mi pregunta, cosa que no me importaba, ya que yo tampoco estaba esperando una respuesta.

Mientras me acomodaba mejor, sin embargo, de repente ella volvió a hablar.

-Ha sido por poco tiempo, pero parece que tu fealdad se ha vuelto algo popular entre mis compañeras de clase. No dejan de hablar sobre lo rudo que eres y que eres muy genial. Hasta hubo una que quería ir a hablar contigo para ver si podían sali-

¡PAAAM!

Buscando calmar un poco la agonía interna que estaba sintiendo, golpeé mi frente sin piedad contra la mesa... casi perdiéndome el hecho de que tenemos una mesa que no recuerdo estuviera aquí antes.

-Oye, Yukinoshita, ¿por qué de repente esto está aquí hoy? ¿Es un día especial o algo así?

Si a Yukinoshita Yukino le importaban mis dudas, hizo un trabajo malditamente genial en ocultarlo.

... Maldita zorra.

-Me sorprende que te veas tan patético luego de decirte las buenas noticias. Creí que alguien de tu calaña estaría feliz de finalmente recibir el interés del sexo opuesto. Pensé que la aprovecharías para cumplir tus fantasías más oscuras.

Ante las palabras de Yukinoshita mi expresión se derritió parcialmente, adoptando una mueca asquerosa muy marcada que fue seguida por otro golpe en la frente para tratar de olvidarme que esa perra dijo aquello. Y mientras eso pasaba, pude escuchar los leves pero existentes sonidos de ella tomando su maldito té.

Gruñí cosas inentendibles antes de calmarme, no queriendo recordar lo que viví en clase y en mi corto pero intenso camino hasta aquí.

-En primera, por favor no bromees. Eso nunca podría ser una buena noticia. Y en segunda, lo siento, pero mis fantasías son demasiado racistas para adoptar un color claramente inferior. Por favor tenlo en cuenta a la hora de formular nuevos insultos para mí.

Mientras decía esto no me molesté en mirarla, sabiendo que no obtendría nada más allá de ser acusado de pervertido. En su lugar traté de centrar mi vista en mis zapatos, preguntándome si tal vez ponerme unos zapatos tan caros fue lo que empeoró toda esa atención.

Quemarlo siempre puede ser el camino a seguir, pero probablemente haga llorar a mamá con eso de que fue mi regalo de cumpleaños y ahorró mucho dinero para ellas.

Ella es así de manipuladora.

Es como Komachi, pero más grande.

-Hikigaya-kun, aunque no soy quien para prohibirte o no el hacer chistes racistas de calidad cuestionable, sí tengo el deber de señalar que fue totalmente innecesario. No creo que sea aceptable.

-Supongo, pero... por alguna razón siento que quiero meterme con los negros por... motivos o algo así.

Solo pensar que debo gastar mi precioso fin de semana en jugar al deportista junto a Hayama hace que quiera golpearme la frente con la mesa hasta que me dé una contusión. Pero, para mi desgracia, este juego es capaz de volverme un objeto inmortal o alguna mierda de esas si es para volverme un maldito raijuu.

[Si. Yo haría eso]

Cállate y vuelve al agujero por donde saliste.

[A diferencia de ustedes, los sucios humanos, nosotros no venimos de un lugar tan asqueroso. Venimos de un lugar en el que fuimos concebidos con amor y dedicación, el fruto de una intensa explotación emocional, física y mental que nos hizo quienes somos]

... ¿Konami?

[¡NO! ¡Es un lugar que los mortales no pueden ni siquiera concebir! ¡Es el centro de todo lo bueno y malo que tiene este plano existencial! ¡Nunca podrías pensarlo, porque tu cabeza simplemente explotaría!]

... ¿El algoritmo secreto de Youtube?

[...]

[TheFuckingGodoftheWorld5374 ha salido del chat]

Así que el mundo no es monoteista, ¿eh?

¡En tu cara, Dios!

-Hikigaya-kun, por favor deja de hacer esos sonidos extraños. Me perturba. Si no te detienes voy a llamar a la policía.

Aunque he de admitir que tenía algo de miedo por si Yukinoshita Yukino llegaba a cumplir su amenaza, al final lo que verdaderamente me sacó de mi discusión mental fue el sonido de algo apoyándose cerca mío con delicadeza. Instintivamente miré hacia el lugar donde se originaba esa perturbación en la fuerza y vi un... vaso llenado con té echando humo.

Mirando de una forma más general luego de escuchar pequeños pasos alejarse de mí, vi como Yukinoshita Yukino volvía a su asiento luego de hacer una acción incomprensible. Mientras la miraba, ella no me devolvió la misma cortesía, volviendo a concentrarse en su alimento, como si nada fuera raro aquí.

La miré unos segundos en los que no me despegaba de mirar esa cara hermosa, pero yo era una persona práctica, y por más hermosa que fuera una chica, si no obtengo nada de ello, entonces no hay valor en continuar.

Miré de reojo el vaso de té antes de despreciarlo al no mirarlo más.

Lo mejor es no hacer preguntas y segurle el jueg-

-Si tardas mucho, se va a enfriar.

...

Aunque para alguien como Yukinoshita Yukino ofrecer algo a alguien es un gesto sin trascendencia, no tengo problemas en admitirme a mí mismo que sentí una pequeña aceleración en mi pulso cardíaco. Me sentía un poco nervioso de recibir un acto de amabilidad por una chica, algo que se potenciaba aún más si era alguien linda.

Pero...

-Hmph. Lo siento, pero no puedo tomar algo tan caliente. Mi lengua no puede soportarlo.

La experiencia que obtuve de esa chica me hizo grabar a fuego en mi alma la verdad detrás de un ¨acto de cariño¨. Por eso miré a Yukinoshita mientras decía eso con una expresión carente de emoción, buscando hacerle ver que, a diferencia de todos los demás, yo soy capaz de ver más allá.

Entiendo cómo funcionan las cosas y no tengo interés en cambiarlas.

-... Entiendo. Si es lo que que quieres.

Gracias, Orimoto. Aprendí mucho de ti.

-Si...

En todo momento ella no me miró siquiera, mucho más interesada en comer su comida que, pensándolo un poco, tenía la misma cantidad de alimento que cuando llegué aquí.

... Extraño, pero no es de mi incumbencia, así que miré hacia el frente, concentrándome en la pared mientras esperaba a que el té se enfriara, agradecido con el de arriba por brindarme algo para llenar mi estómago, incluso si era solo té.

Luego de eso, pasaron los segundos.

El ruido más emocionante que escuché a partir de entonces fue el sonido de los palillos de Yukinoshita chocando cada cierto tiempo. Ella, como toda una dama de clase alta, no hizo ruido al mascar, dejándome aún más clara la diferencia de nivel que había entre nosotros. Dejándome bien en claro con algo tan simple lo irreal de esta situación.

Todo esto se debe a ese kusogame. Si no fuera por él, nunca habría tenido la oportunidad de que una chica tan increíble me hiciera caso.

Si... Estoy seguro que ese juego basura configuró mi mundo de tal forma que este encuentro sucediera. No hay otra explicación plausible.

Una relación con ella es imposible en la realidad. Todo esto es por el juego.

Ese maldito juego...

-... Tch.

Chasqueé los labios al sentir emocional por pensar en esa posibilidad, pero pronto me forcé a calmar mis emociones, entendiendo que nada bueno saldría de ponerme a hacer un berrinche o darme auto-compasión.

Tratando de no pensar más en el juego por lo que restaba del día, estaba a punto de tirar mi orgullo para pedirle a Yukinoshita algún libro que tuviera escondido por aquí, pero...

-¿Fue duro?

Esa pregunta singular dichas con... ¿cordialidad? me hicieron abstenerme de preguntarle aquello. En su lugar dirigí mi mirada hacia ella, viendo como Yukinoshita esta vez sí me estaba correspondiendo el gesto, lo que me dejó un poco anonadado.

Pero solo por un tiempo. Pronto recuperé el control de mi cuerpo y me forcé a hablar para no hacerme quedar como un idiota.

-¿El qué?

Pude jurar que por un segundo sus ojos... tenían dudas.

-... Tu vida. Me refiero a tu vida.

Cuando esa duda fue aclarada, aparecieron de repente como unas quince más, cada una con más malas palabras que la anterior. Todo aquello venía adornado también de unos ojos afilados que iban dirigidos hacia Yukinoshita con clara intención de intimidarla... pero la Hechicera ni se inmuta.

Maldiciendo en mi cabeza el temple de acero que esta bruja tiene, finalmente solté un suspiro designado al mismo tiempo en que bajaba mi cabeza, haciendo que mis ojos se encontraran con el vaso de té que quería tirar a un lado con cada segundo que pasaba.

Aún así, mamá crió a un niño de bien, por lo que tragué mis frustraciones y decidí complacerla con una contestación.

-... ¿Por qué preguntas?

Me concentré con aún más firmeza en Yukinoshita Yukino, fijándome en cada pequeño detalle de su rostro por si llegaba a existir una pequeña grieta en su máscara perfecta.

-No hay razón. Solo estoy curiosa. Si no quieres responder, no tengo problema.

Sus ojos eran fríos como el hielo mismo, mirándome de frente sin ningún titubeo, demostrando una maestría a la hora de ser inexpresivo que, honestamente, incluso me daba un poco de envidia. Pensar en lo que pude conseguir y evitar con esa clase de fuerza me genera ese sentimiento asqueroso.

Luego de unos segundos en los que nadie habló ni dejó de mirar al otro, fui yo quien cortó este intercambio, volviendo a mirar la pared que tenía enfrente mientras apoyaba mi codo en la mesa para que mi mano derecha pudiera sostener mi cabeza con más comodidad.

Esa fue toda la reacción que obtuvo de mí, y eso parece ser algo con lo que Yukinoshita está conforme, pues pronto volví a escuchar los sonidos pausados de dos palos de madera golpeándose entre sí.

Cuando mi estómago sintió una pequeña punzada de dolor, de repente sentí el impulso de cerciorarme si el vaso de té ya dejó de irradiar ese vapor nocivo, pero mi propio terquedad mi impidió efectuarlo, decidiendo mantenerme cómodo así.

Quería que el tiempo pasara hasta el final de la hora del almuerzo, donde seguramente el té estaría tan frío que podría tomarlo de una bocanada.

Ese era el curso de acción más lógico, pero...

-Mi vida fue... normal. No hay nada trascendental en ella.

Cuando comencé a hablar, pude escuchar como esos palillos chocaron con más fuerza de lo usual, pero desistí de pensar en ello, sintiendo que tratarlo como una imaginación es lo mejor para mi estrés.

-¿Es eso así? Me parece que alguien de tu tipo no puede haber vivido una vida sin trascendencia para pensar así. Me parece ilógico.

Yukinoshita Yukino tiene razón bajo cierto punto de vista. Si mi actitud ante la vida, ideales y métodos para salir de problemas fueran la norma, entonces yo no sería un caso especial. No recibiría la atención de esa sensei ni tampoco Yukinoshita Yukino, alguien que seguramente ha conocido muchas personas debido a su estatus, mostraría interés en un tipo como yo.

Bajo cierto punto de vista, ella tiene un buen punto, pero...

-Je. El acoso escolar, la falta de entendimiento por parte de los padres, no sentirse validado y ser rechazado tanto en la vida hasta el punto de no querer acercarse a nadie son cosas medianamente normales. Claro que pueden llamar la atención, pero solo si esa persona ya de por sí es de interés para ti. El que vivieras todo eso no te hace especial.

-...

Yukinoshita no me respondió, pero tampoco me interrumpió pese a que venían de un tipo como yo que desprecia lo que más aprecia o alguna mierda de ese estilo. Viendo eso como una buena señal, me intenté expandir con tranquilidad.

-Mis problemas fueron todos esos, pero no considero a mi caso algo único. Creo que mi vida fue bastante normal: llena de mierda, si, ¿pero qué vida no la tiene? Gente con un pasado como el mío están por doquier.

-...

Viendo que ella no hizo el amague de contestar luego de que tomara una pequeña pausa, continué con mi monologo externo.

-Si tuviera que adivinar la razón por la que yo llamé la atención... ¿una mezcla entre el hecho de que acepté mi situación con una maestra metiche, tal vez? Aunque claramente no soy el primero en rechazar ese modelo de vida social estándar, sí puedo llegar a entender que pensar así a mi edad es un poco preocupante bajo los ojos de un adulto. Hiratsuka-sensei es... bueno, ya sabes.

-Si, lo sé...

Ese tono tan cansado con el que lo dijo me hizo sentir un poco de simpatía hacia esta chica, preguntándome en mi cabeza cuántas veces ella fue atormentada por una maestra que no sigue los estándares normales a los que todos nos hemos acostumbrado con mucho gusto.

-Si, así que, básicamente, considero que la única razón por la que puedo estar aquí contigo se debe al hecho de que comprendí mucho antes de lo debido los prejuicios del ser humano que difícilmente se irán y a que Hiratsuka-sensei es una maestra que escapa a lo convencional. Incluso si todos los maestros supieran de esto, creo que solo ella intentaría arreglarlo.

Aunque siento que alguien como Yuigahama Yui podría considerar mis palabras como depresivas, esa no es mi intención. Solo estoy expresando lo que para mí es la realidad en base a los hechos que me han tocado vivir.

No niego que haya personas que tuvieron suerte de encontrar a una Hiratsuka-sensei en sus vidas, pero ella llegó tarde. 16 años tarde.

-Creo que entiendo...

De repente su tono obtuvo un toque de aceptación que me extrañó un poco, pero decidí no darle mucha importancia. En su lugar enderecé mi postura, buscando que mi brazo descansara un poco luego de sufrir tanto tiempo en una posición incómoda.

-¿En serio? Pues bien por t-

-Ahora entiendo que el problema en ti es más fundamental que la apariencia o la actitud. Mucho más profundo.

-¿Eh?

No resistiendo mi impulso, mis ojos buscaron la figura de Yukinoshita Yukino para encontrar respuestas, pero todo lo que encontraron fueron unos ojos determinados, felices y... asqueados.

Una combinación para el desastre, sin duda.

-Hikigaya-kun, tienes razón en considerarte una persona normal y sin trascendencia. Tu vida es la de muchísima gente que incluso tiene una actitud más positiva a pesar de vivir cosas peores. No eres nada especial en base a tu pasado. Deberías ser como cualquier otra persona tímida, introvertida y con tendencias a asquear a las mujeres cuyos números van en aumento en este país.

-Eso es... ¿bueno?

Maldita perra. ¿Acaso no puede contenerse un poco? Sé que no estás diciendo ninguna mentira, pero está demás remarcar lo obvio.

-Pero... por alguna razón, tu procesamiento de esos sucesos te llevaron por el mal camino. Te llevaron a obtener ideales distorsionados que solo pueden asquear a la gente.

-... Okaaay~

Creo que se está tomando demasiado en serio su papel de ¨salvadora de la humanidad¨. Ni que esto fuera la gran cosa.

-No podré arreglar nada a menos que empiece por ahí. Necesito corregir esa forma de pensar si quiero mejorarte.

Esos ojos eran demasiado intensos para esta situación y más de lo que estaba dispuesto a soportar, así que lentamente comencé a levantarme mientras seguía manteniendo mis ojos en Yukinoshita, acercándome de espaldas a la salida.

En algún punto ella también se había levantado y estaba acercándose a mí con pasos firmes.

-Esto... P-Pues yo la verdad me encuentro bien como estoy, así qu-

-No. No permitiré que sigas recorriendo ese camino. Si quieres mejorarte, entonces comienza por cambiar quien eres.

-No quiero cambiar.

-Lo querrás. Todos lo quieren.

-¡Pues yo no!

-¡Pues estás mal!

-¡Pues no me importa!

-¡Pues yo haré que te importe!

-¡Pues inténtalo!

-¡Pues eso haré!

Mantuvimos todo el tiempo nuestros ojos mirando al otro, buscando de alguna forma demostrar la supremacía de nuestras convicciones en un estúpido duelo de miradas.

Luego de la declaración de Yukinoshita, nos quedamos en un silencio total.

...

...

...

...

...

...

-Nunca olí un curry tan rico.

-¡!

-¿Eh?... ¡!

En algún punto de nuestra discusión, yo dejé de acercarme a la salida y ella no dejó de avanzar. Para cuando terminamos de hablar y comenzamos el duelo de miradas, de alguna forma terminamos demasiado juntos para mi gusto, con nuestras narices casi tocándose mientras mis manos tocaban levemente su cintura por razones que escapan a mi comprensión.

Estoy seguro de que tal vez sea algo tan simple como que quería evitar incoscientemente que se acercara más para poder golpearme mejor, pero el que terminara agarrando una zona tan conveniente me hace querer dudar de aquello.

El rostro de Yukinoshita era de sorpresa pura, adornada con un bello pero inquietante sonrojo mientras de a poco ella comenzaba a mirarme con... deseos impuros.

Pero no de los divertidos.

-...

-...

-...

-...

-...

-...

[¡Pues bésense!]

¡Pues mejor cállate!

[¡Pues mejor no lo haré!]

¡Pues mejor me vuelvo gay!

[¡Pues mejor sobre mi cadáver!]

¡Pues me mejoro hasta el infinito!

[¡Pues mejor... pues mejor... MIERDA!]

Estaba más que dispuesto a festejar un poco mi victoria sobre ese sistema de porquería, pero cuando me di cuenta que Yukinoshita se había alejado a una distancia saludable y peligrosa de mí con unos ojos que prometían dolor, supe que no era tiempo de eso.

-... Ahora, por favor sé comprensiva y entiende que yo no soy el malo aquí, así que no hagas algo precipitad-

¡PAAAAAAM!

¡MIS JOYAS!

¡AHORA ESTÁN DEVALUADAS!

-Me das asco, Hikigaya-kun.

Incluso cuando el sentido común dentro del entretenimiento basura dicta que debería estar en el piso queriendo estar muerto, tan solo me hice retroceder unos cuantos pasos hasta mantenerme de pie gracias a la pared.

Era un dolor intenso, sin duda, pero no uno que me impidiera liberar lo que tenía adentro.

-¡N-No me vengas con eso, mujer! ¡Tú fuiste la que se acercó a mí! ¡Es tu culpa! ¡Si alguien aquí da asco, esa eres tú!

La respuesta de Yukinoshita fue la soltar un bufido obviamente despectivo mientras de a poco estaba sintiendo como mis piernas estaban perdiendo fuerza.

Esta situación, el estrés que he venido acumulando, la revelación que obtuve gracias a Miura y el hecho de que de alguna forma mi vida se está convirtiendo en un spokon de los malos, de alguna forma me hicieron comparar mis situaciones con las de un anime harem.

Recordé en mis delirios todas esas series basura que vi a lo largo de mi joven y casta vida, sintiendo una especie de empatía hacia esos protagonistas patéticos que creí exageraban cuando eran maltratados por esas chicas genéricas.

Recordé también que muchas de esas series solo pintan un futuro oscuro para mí en el que todas mis ¨waifus¨ de alguna forma deciden irse a vivir a mi casa, haciendo de mi día a día un auténtico infierno.

Pero, sobre todo eso, tuve un pequeño pensamiento. Una pequeña idea al respecto.

... ¿Acaso me convertiré en un Yuuki Rito?

...

...

¿Por qué no Tatsuya, mundo? Tatsuya es el puto amo. Él es bueno. No Rito. Él solo es un saco de boxeo al que le dan mimos de vez en cuando.


De acuerdo... Fue difícil, pero logré sacar esto a tiempo.

Originalmente lo que pensaba sacar era un interludio de Yukinoshita, pero pensándolo bien, creo que la situación de Hachiman no obtuvo en sí un final que me dejara satisfecho, así que al final, contra toda mi cordura, decidí escribir el verdadero epilogo en dos días.

Casi escribí 5.000 palabras en ese tiempo. Es un logro que personalmente no quiero volver a repetir, así que disfrutenlo, porque no volverá.

Hablando de esto en sí, sé que no tiene comedia más allá de unas situaciones que QUIZÁS saquen una sonrisa, pero es que esa es la idea. Quería dar un cierre satisfactorio a la travesía de Hachiman y eso me hizo decidir por no querer meter necesariamente la comedia.

Por supuesto que en el futuro habrá comedia, pero ya dije que esto también intentará ser un romance y drama, así que, al menos por unos pocos capítulos, necesito dejar descansar mi órgano de la risa. Espero sepan comprender y que pese a todo hayan encontrado este capítulo entretenido.

Al fin y al cabo, esto es para celebrar la tercera temporada. No esperarán que de repente saque otro capítulo estándar luego de tan poco tiempo, ¿verdad?

Hablando de la tercera temporada, acabo de ver el primer capítulo y debo decir que me gustó mucho más de lo que creí o esperaba.

He escuchado mucho eso de que los volúmenes 12 y 13 son los peores de la serie, pero al menos en este primer capítulo no sentí que fuera malo en sí. Mejor que el comienzo de las temporadas anteriores seguro lo es, y el que tenga una animación decente acercándose a ser buena hizo que se me pasara volando.

... Eso y que está Kawasaki XD.

Sobre el opening y ending... Pues aunque la canción del OP me sigue pareciendo muy buena, siento que a la animación en sí le faltó algo. Siento que el de Zoku es mucho más interesante visualmente.

El ending, por otro lado, lo considero el mejor en cuanto a animación... porque tiene animación XD. Y la canción es muy buena también.

Saori y Nao hacen un buen duo para mí. Siento que se complementan bastante bien.

Pero en fin: sé que a nadie le importan mis divagaciones sobre la tercera temporada, así que vamos a los comentarios, que esta vez estoy motivado a terminar esto rápido ya que son pocos.

No tengo que pensar mucho lo que voy a decir.

[killer hollow]:

Me alegra que te haya gustado el regalo. Me costó un poco ponerme a escribir eso a tiempo considerando que estaba haciendo malabares con mi nueva historia, Autoconvencimiento y el interludio que al final no usé. Me siento feliz de que eso haya valido la pena.

Me alegra también que lo consideres un buen capítulo. Sé que no tiene la emoción del 8, pero la idea era más ser uno de transición a lo que vendrá. Este es un epilogo algo soso en mi opinión, pero es lo que pude hacer con tan poco. Espero que por lo menos haya sido entretenido y placentero tenerlo tan pronto.

Espero leerte alguna otra vez.

[Funny-Little-Cute White Fox]:

De verdad me encanta tu nombre de usuario. ¿Por qué no se me ocurrió a mí?

Pero yendo al comentario en sí, me alegra que te haya logrado entretener. Temí que fuera aburrido o lento, pero me alegra saber que al menos has podido disfrutar de él. Con eso me doy por satisfecho.

Sé que este capítulo no es la gran cosa, pero sirve más para conmemorar el regreso de la serie y cerrar bien los cabos sueltos o de mejor manera que el anterior. Espero que aún así haya logrado entretenerte un poco.

No te preocupes. No pienso dejar inconclusa esta historia. Solamente quiero tomarme un descanso de Oregairu en general, ya que me estoy empezando a sentir un poco cansado de escribir siempre de los mismos personajes, y eso siento está perjudicando mis historias.

No te preocupes. No voy a abandonarla. Tan solo dejaré de hacerla mi prioridad por un tiempo, aunque no quito la posibilidad de traer un capítulo cada tanto si obtengo la inspiración para ello.

Gracias por comentar. Espero leerte alguna otra vez.

[Cronos21Zeus]:

No te lo tomes a mal, pero debido a que he visto varios clips de Oregairu en inglés y a que el primer capítulo lo tengo bastante fresco en mi memoria, no pude evitar imaginarte gritando con la voz de Komachi.

Perdón por eso XD.

Me alegro que el capítulo anterior te haya hecho reír. Temí por un momento que directamente el capítulo anterior no fuera gracioso, pero me alegra ver que ese no fue el caso contigo. Me quita un gran peso de encima.

He de admitir que los dos profesores fueron algo que se me ocurrió prácticamente mientras escribía, así que me alegro de que quedaran bien. Y aunque no lo parezca, recientemente se me han ocurrido algunas maneras de volver a estos maestros más relevantes en la historia, aunque no hago promesas.

Y si, yo AMO el humor absurdo. Claro, a veces un juego de palabras o el espontaneo quedan bien, pero NADA es como el absurdo. ¡NADA!

Si, el anterior capítulo fue más que nada un vistazo al entorno actual de Hachiman y este es el cierre a todo lo que mostré en la historia hasta ahora. Claro, siento que el otro capítulo fue mejor, pero creo que este cubre mejor su papel de sentirse como un cierre de eventos.

Digo, si todo comenzó con Yukinoshita en la sala del club, es lógico que todo terminé justo donde empezó.

Pero mi opinión es una basura. Lo que importa es la tuya, así que... ¿qué piensas?

De acuerdo, el siguiente será también un capítulo de interludio... solo que más interludio que nunca, mientras que el siguiente... bueno, no estoy seguro de si será o no un interludio, pero definitivamente mostrará muchas cosas sobre la historia que hasta ahora son desconocidas.

Espero que cuando llegue ese momento, no decepcione. La verdad estoy muy emocionado por escribirlo.

En fin, gracias por estar siempre presente. Espero no haberte decepcionado con este capítulo.

Sin más que decir, hasta otra.

...

Realmente quiero ponerme a escribir mi nueva historia, pero dejar las cosas bien atadas aquí es más difícil de lo que pensé.

Quedan dos capítulos más aquí. En Kawasaki es uno, el cual me pondré a escribir a partir de mañana, mientras que en Autoconvencimiento estoy preparando el capítulo que iniciará lo que vine construyendo desde el comienzo.

Espero hacerlo bien. Recuerdo que una vez no pude dormir pensando en ese momento.

En fin, esto es todo por ahora.

Sin más que decir, me despido.

Adiós.