Prisionero y carcelero

En la residencia Namikaze-Uzumaki sucedía estaba apunto de suceder un hecho mi extrañó, del cual solo sabría la persona involucrada

Kushina Uzumaki se encontraba tendida en el sofá de su sala, las luces del sol alcanzaron su rostro, no grado en hacer algunos gestos y llevar su mano hacia su rostro, en un intento de cubrirse

-Estúpido sol- murmuró con molestia y moverse -¿sol?-

Como si tomara en cuenta sus palabras, se incorporó inmediatamente, totalmente despierta, miro la sala con detenimiento -este lugar-

No tardó en subir las escaleras hasta llegar a una habitación con cama matrimonial, en ella había un espejo de cuerpo completo al cual se fue acercando poco a poco, hasta quedar frente a la superficie reflectante

-si yo estoy aquí, eso quiere decir…-

Antes de poder terminar de decir sus pensamientos, un rugido resonó en su cabeza

-¡FUISTE TUUU!-

El ruido fue tan fuerte que hizo que cerrara los ojos por instinto, al abrirlos se encontraba delante de un enorme zorro de nueve colas, el cual estaba atado con cadenas y estacas a una enorme piedra

-¡TU ERES RESPONSABLE DE ESTO, ADMITELO!- rugió el enorme animal

La peli roja se mantuvo en silencio por unos segundos y responder

-¿Te refieres a esta situación de carcelero y prisionero que se acaba de invertir?- al finalizar su pregunta sonrió y continuar respondiendo con satisfacción -si, yo soy responsable de que sucediera, de que un bijuu, tome el lugar de un humano y que un humano tome el lugar de este-

-¡MALDITO, COMO TE ATREVEZ!-

-¿Qué como me atrevo?- preguntó el bijuu en el cuerpo de mujer -yo también me pregunté eso en cuanto me arrebataron mi libertad-

-¿Tu libertad? ¡Tu eras una amenaza para la aldea junto a Madara, por eso te sellaron!- protesto la mujer en el cuerpo de bijuu

-Y solo por ese único asunto fue lo que me consideraron como una amenaza, cuando antes lo único que sabían de mi era por apariciones breves que tenía con algún humana al azar- miro severamente al enorme zorro que antes era antes de continuar -podríamos seguir hablando de las razones por haberme sellado, pero preferiría hablar sobre mis motivos para hacer esto y el como lo logre-

El silencio se manifestó en lugar por unos segundos

-Es obvio que solo quieres vengarte ¿Qué otro motivo más tendrías?- respondió la anterior mujer

Negando con la cabeza, el anterior zorro respondió -te lo dije, me arrebataron mi libertad, yo solo la quería recuperar a cualquier costó, está fue la manera más efectiva que se me ocurrió, aunque llevo su tiempo-

-¡¿Libertad? No intentes mentirme maldito zo…!- no pudo terminar de decir su reclamo ya que unas cadenas le cerraron el hocico que ahora poseía, todo ante la atenta mirada de la mujer que antes era

-debo decir que el sello es magnífico en si, ser capaz de retener el chakra de un ser que es en sí chakra con consciencia, es un trabajo digno de admirar, pero aún así todavía tiene una falla, una que Mito misma me lo dijo cuando apenas llevaba unos días de sellado, fue muy arrogante al creer que no lo haría algún dia-

Deberás renunciar a tu ser

Eso era lo que ella le había dicho, en ese momento no lo aceptó debido a su orgullo, claro el sabía a qué se refería y cómo hacerlo, después de todo había vivido miles de años, el había aprendido algunas cosas de su padre, el sabio de los seis camino, entre ellas el método que uso en Kushina

Este método por lo general lo usaba para poder saciar las necesidades de apareamiento que no podía debido a su enorme tamaño, por lo general lo usaba para ser un zorro normal, el cual secuestraba en su guarida, jamás pensó en tener que usarlo en una situación como esta

-Fue después de tu primer intento de usar parte de mi chakra intenté seguir el consejo de miro, así que traslade parte de mi conciencia hacia tu cuerpo mientras estabas inconsciente, logré hacerme con el lado derecho de tu rostro y tú brazo izquierdo, lo que me sorprendió, así que libere el control sobre ellos, sin embargo-

Su monólogo se detuvo al momento en que la ahora mujer examinaba sus brazos, escuchó como las cadena se estremecían, por lo que vio, como el ahora zorro, trataba de hacer ceder sus restricciones, algo que no parecía funcionar

-Desde ese día una parte de mi lo iba considerando, no ayudaba que ni siquiera te dignaras a aparecer, aunque sea para gritarme, y que sólo fuera visto como un ser de caos que solo merecía ser encadenado de la forma más cruel posible, por lo que me cansé y me decidí-

Sin decir más varias cadenas más aparecieron para sujetar más firmemente al enorme zorro, incluso en el hocico, por lo que solo se escuchaba un gruñido de protesta, mientras a que las estacas parecían hundirse un poco mas

-Es bueno que no hallamos tenido ninguna clase de acercamiento, por lo que no siento más que expectación por comenzar mi nueva vida como kushina- miro una vez más a su antigua carcelera en su antiguo cuerpo y cerrar lo ojos -hasta nunca Kurama-

Cuando volvió a abrir lo ojos se encontraba todavía frente al espejo, con el reflejo de Kushina saludando, todos los rasgos físicos, desde sus cabellos hasta la planta de sus pies

Como ya había dicho antes, está era la mejor manera, ya que evitaba llamar la atención. Una cosa que noto, era lo diferente que se sentía, ya sabía que el cuerpo de un animal era muy distinto al de un humano, más aún el de una hembra o mujer como lo llamaban los humanos, pero no esperaba sentirse curioso por ciertas partes de su actual cuerpo

-me gustaría saber el propósito de estas cosas- sin decir más llevo sus nuevas mano a los pechos que ahora poseía, aún con la tela de la ropa que llevaba puesta, podía decir que cada mano podría cubrir uno si ningún problema

Dejando esa área, llevo sus manos a su nuevo rostro, el cual nuevamente era muy distinto a su anterior forma, sin embargo no iba quejarse, fue bajando su manos por los costados, acariciando sus hombros, su nueva cintura y deteniéndose en sus piernas

El Bijuu en cuerpo de mujer comenzó a sentir calor, a tal grado que la ropa que llevaba puesta le comenzaba a molestar, llevó sus manos hacia la ropa y comenzó quitársela, ya podía imaginar las protestas de la mujer anterior, pero eso poco le importaba, este era su cuerpo ahora

Momentos después estaba ante el espejo viendo su nueva figura en ropa interior de color rojo, sus angostos, sus pechos de tamaño moderado, su cintura ancha, y sus piernas largas, esas eran las características que podía ver de frente, aún así seguía sintiendo curiosidad, por lo que se puso de perfil, esa posición le dejo ver lo abultado que se veían sus pechos y su trasero, el cual también era de un tamaño moderado

Volvió ponerse de frente para volver a pasar sus manos sobre la piel expuesta de la misma manera que antes

-esto se siente diferente, pero más agradable- comento para si mismo al sentir el contacto de su nueva piel suave, como antes, también se detuvo en su pierna, sin embargo tenía el deseó de continuar, aún así sentía que sería incómodo tener que agacharse. Noto la cama, por lo que no perdió tiempo en tener que acostarse y extender su pierna derecha y pasar sus dedos desde el tobillo hasta sus muslos y después volver a subir, se miro en el espejo que mostraba a una peli roja sudorosa que se acariciaba con bastante sensualidad en la cama

La vista hizo que su nuevo cuerpo reaccionara de manera inesperada, su pechos se pusieron firmes, y su entrepierna se humedeció, esto último fue algo que la nueva mujer noto, se puso de pie y noto la prenda manchada, además de el cambio en sus pechos, curioso por saber lo que le estaba pasando, se puso pide para quitarse ambas prendas. A los pocos segundos estaba totalmente desnuda frente al espejo

Como bijuu, el género era algo que no lo definía, mientras que las veces que esa un animal, este siempre se trataba de machos o hembras, pero ahora podía notar que una hembra humana era mas diferente de lo había esperado, por ejemplo los montículos de carne que subían y bajaban a ritmo lento y constante debido a su respiración

Como si fuera hipnotizado por la imagen, de forma inconsciente llevó su mano izquierda al pecho correspondiente, con cierta cautela lo presión, inmediato sintió como si una corriente eléctrica pasará por su espalda dejando una sensación muy agradable, volvió a repetir dicha acción de continuó volviendo a sentir esa sensación, su otra mano pareció cobrar vida propia al comenzar a dirigirse a su nueva intimidad, no se percató de esta acción hasta que su mano palpo las cercanías, lo que hizo que soltará un gemido femenino de placer, decidió profundizar aún más en esa sensación, por lo que introdujo uno de sus dedos

Todas las sensaciones que estaba sintiendo, le eran nuevas, pero muy embriagantes, el zorro en cuerpo de mujer quería llegar a sentir más, sus deseos fueron respondidos cuando sus dedos tocaron algo que se encontraba en su feminidad, algo que lo hizo sentir una descarga de placer aún mayor, deseoso volvió a mover sus dedos y volviendo tocar aquello, esta vez no se detuvo, ni siquiera cuando sintió perder fuerzas en la piernas, no le importo estar de rodillas frente al espejo totalmente sudorosa y gimiendo al tocar aquellas partes que definían su nueva feminidad, solo quería llegar al final, el cual no tardó en llegar después de una profundo gemido

Sudorosa, con fluidos íntimos en sus manos, pero sobre todo satisfecha, así era como se sentía la nueva mujer, sentía un poco de cansancio, pero aún tenía fuerzas para poder levantarse del piso y quedar nuevamente de frente de el espejo de cuerpo completo, en el se deleitó al poder apreciar actual apariencia en toda su gloria

-No está nada mal, creo que puedo acostumbrarme a esto-

-Kushina, estoy en casa..-

La puerta se abrió dejando ver a un hombre rubio, quién tenía puesto un uniforme chunin, característico de la aldea, este se quedó congelado al ver a la mujer de cabello rojo completamente desnuda, apreciándose en el espejo de la habitación

Por unos momentos la nueva peli roja solo se quedó hay para, entonces se le ocurrió que tal vez ahora tenía otra manera de conocer mejor su actual cuerpo, después de todo los humanos también se aparean, una sonrisa depredadora se formó en su nuevo rostro para después caminar hacia el rubio que no se había movido de la puerta

Mientras lo hacía, comenzó a menear levemente sus caderas de manera inconsciente, con cada paso que daba, y también sus pechos expuestos agitaban mientras lo hacía, dándole un espectáculo que hipnotizó al rubio, hasta que puso su mano en el hombro del macho humano

-¿Acaso te gusta lo que vez?- preguntó usando un tono de manera inconsciente -si es así, entonces puedes hacer más que solo ver, claro si tú quieres?-

No dijo más, cuando el rubio la cargo entre sus brazos y la depósito en la cama, mientras se quitaba las prendas de vestir superiores

Esa noche la anterior propietaria protestó con todas sus fuerzas, pero la actual peli roja la ignoro por las sensaciones que jamás había imaginado, el placer indescriptible, y los gemidos que hizo toda la noche, antes de terminar agotada, estaba muy ocupado en sentirse como la mujer que sería a partir de ahora