Todos viven para encontrarse con la muerte. Ray no era la excepción, pero su muerte tiene nombre y apellido.

Ella no le teme, es mas la ama. Porque la muerte no duele. Y mas cerca esta de ella, mas se percata que es bella.

Los días que pasa con vida solo la deja anhelando por que llegue a buscarla la muerte. Para que cumpla con la promesa que tiene con los vivos. Con ella.

Quería que las manos de la muerte la toquen, dándole la caricia de la muerte que tanto desea. Para que su ultimo aliento sea capturado. Para que su ultimo latido sea realizado.

Escapo de la muerte, pero no quiere huir.

Desea la muerte, la necesita. Y la muerte la quiere, también la necesita.

La muerte llama a su nombre: Ray.

Mira hacia la ventana abierta en par en par, siente el viento golpear sus mejillas, ve las cortinas ondeantes y mira la luz de la luna azul. Sobre todas las cosas, observa la muerte con sus brillantes ojos azules.

-¡Ven, Ray! -la esta llamando, extendiendo su mano.

Sin aguardar un segundo mas. Salta a sus brazos, la muerte la atrapa: Zack Foster.