Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima.

N/A Laura: Lo que están leyendo, es un muy raro Remake de "Rey Fantasma", pero con una magia de hielo. Este Fic será MUY raro (en extremo). Quedan advertidos. Cualquier duda, mándenla por MP (Dudas El Ninja Mágico) e iré contestando.

El Ninja Mágico

01

―Ho... Hokage-Sama ―era su secretaria, una mujer de cabello castaño y ropas grises, la cual se veía sorprendida (y un poco asustada), por partes iguales.

―Buenos días, Himiko ―fueron las palabras del anciano de blancos cabellos y ojos negros, el hombre llevaba una túnica roja y por encima, una especie de kimono masculino blanco. Ese día, así como en días anteriores, no encontraba las fuerzas, ni ganas de girar su cabeza y abrir las cortinas, que enseñaban su pueblo.

Un pueblo caído en desgracia, por algo de lo cual, él tenía la mitad de la culpa.

―Hokage-Sama, afuera... afuera está... está Ho... no.… no puedo llamarlo así, está aquí... ¡aquí, junto con un mensajero de la Corte del Fuego! ―dijo la secretaria cuya mirada era de incredulidad y de temor, solo confundiendo más al anciano.

― ¿Himiko? ―preguntó el anciano, a la mujer que se veía aún más incrédula y aún más temerosa. La mujer, incapaz de explicar nada, abrió la puerta, los ojos de Hiruzen, adquirieron una mirada de enfado, al reconocer el Chakra de las personas encapuchadas, pero fue ver al mensajero de Hi no Kuni y sus ojos adquirieron una mirada de temor ―Déjalos entrar a todos. Himiko ―la mujer lo miró por un instante ―Que nadie interrumpa ―ella asintió, salió y tanto Hiruzen, como ella, activaron sellos en la habitación, el Sandaime Hokage movió su mano hacía la derecha, y los ANBU's se retiraron. Ante el Hokage, había dos infantes, dos adultos encapuchados y un hombre con el símbolo del fuego, en sus costosos ropajes ―Adelante, Enviado-San.

―Se lo agradezco, Hokage-Sama ―dijo el hombre, dando un paso al frente ―Aunque, no sé qué tan buena idea, sea revelar esta información ante unos niños y dos adultos desconocidos.

―No son desconocidos, estuvieron ocultos, hasta el día de hoy ―explicó vagamente Hiruzen ―Adelante, son de gran confianza. O solían serlo ―pensó lo último.

El mensajero de Hi no Kuni, se aclaró la garganta y mostró una tabla, donde tenía algo escrito. ―Hokage-Sama, debo de insistir, ¿desea usted, escuchar mis palabras, frente a dos desconocidos?

―Sí ―dijo seriamente el Hokage.

―Damiyō-Sama, mandó a los Doce Guardianes del Fuego, para eliminar varias células de la organización NE, al mando de Shimura Danzō ―informó el hombre ―Y, como ya debe de imaginarse, no fue todo lo que hizo. Envió también, a los Samurái del Fuego, tras varias bases pertenecientes a NE, plantadas en Kaze no Kuni, Yuki no Kuni y Mokusei no Kuni. Estos tres países son aliados de Hi no Kuni y Konohagakure no Sato, fueron atacados y desabastecidos por los ANBU's de NE, desde hace ya mucho, con tal de lograr una completa y total, dependencia hacía Konoha.

Hiruzen frunció el ceño, los adultos encapuchados apretaron los puños. ―Puedo asegurarle, que ninguna de esas órdenes, salió de mis labios, Mensajero-San ―el anciano miró a los encapuchados ―Se deben de estar preguntando, de qué se trata todo esto, ¿No es verdad? ―uno de los encapuchados, asintió. ―Cuando los creí muertos, deseé darle a Naruto una vida, quizás no pudiera darle la mejor vida, pero sí algo digno de un niño de su calibre y estatus social. Por desgracia para mí, Danzō, Homura y Koharu, se movieron antes que yo, y revelaron a todos (claramente siendo mentira) que Naruto era el Kyūbi reencarnado ―uno de los encapuchados estaba por protestar, pero el Hokage le detuvo ―Coloqué a tres de mis ANBU's de mayor confianza, a protegerlo, pero únicamente uno de ellos cumplió con su labor. No fue suficiente... ―se lamentó el anciano, uno de los encapuchados, comenzó a temblar ―Danzō... ellos tres, planeaban lograr que Kyūbi poseyera el cuerpo de Naruto y comenzara a atacar la aldea, deseaba que ese momento de descontrol, le permitiera convencer a los miembros del Consejo Shinobi, de convertirlo en un arma, para la aldea. Nunca funcionó. Yo no podía revelar su origen, sin que acabáramos envueltos en una guerra contra Iwa, aún nos recuperábamos del Incidente del Kyūbi, además, estábamos en conversaciones con Kumo y con el clan Uchiha, pues estos últimos estaban dando señales de desear un golpe de estado, debido a que fueron casi que sacados de la aldea y eran repudiados, pues se volvió de alguna forma, de conocimiento público que el Sharingan podía controlar a los Bijūs. Creía que podía llegar a un buen término, con los Uchiha, pero todo acabó en una masacre, cuando Fugaku no demostró querer echarse atrás, las investigaciones ANBU, demostraron que casi un 85% del clan Uchiha, estaba de acuerdo, con el Golpe de Estado y para esto, iban a usar a Kyūbi. Mientras que estaba con el asunto de los Uchiha, Danzō logró agravarlo todo, y causaba ataques contra Naruto, podía maquillar de forma inesperada y perfecta, los documentos de las misiones, causando esto que Yugao, Kurenai y Kakashi, tuvieran que salir en misiones de rango S o SS auténticas, quedando Naruto desprotegido. Finalmente, una noche, los aldeanos y Shinobis...

― "No" ―susurró uno de los encapuchados, por su tono de voz, se notaba que era una mujer, el cual caminó rápidamente hasta el Hokage y le agarró por los brazos― ¡Por favor, no lo digas! ―la capucha cayó, era una mujer, una mujer de rojos cabellos y ojos violeta, piel blanca y rostro en forma de corazón, al mensajero casi le da un ataque, al reconocerla.

― "Uzumaki Kushina" ―susurró el mensajero, antes de girar su cuello, haciéndolo sonar, el otro encapuchado suspiró y se quitó su capucha, dejando ver que era Namikaze Minato― "¿Qué...?" ―el mensajero comenzó a pensar, comenzó a formar una y mil teorías.

―Las noticias que llegaron a Daimyō-Sama por los comerciantes, hablaban del asesinato de un niño, y las fiestas que armaban los aldeanos y varios Shinobis, celebrando tal acontecimiento, así mismo, noticias sobre mis movimientos de encarcelamiento a estas personas ―prosiguió el Hokage.

―Daimyō-Sama destapó todo, una vez que los Doce Guardianes Ninja, lograron recabar información de rango SS, la cual Hiruzen-San ocultó aquí mismo ―dijo el Mensajero, mirando fija y fríamente a Minato y Kushina, causándoles terror en sus ojos. ―Se destapó sobre la paternidad del infante, se destapó el que era un Jinchūriki. Hace ya casi 8 años, que Daimyō-Sama, ha venido... realizando cierta justicia, en nombre de un infante fallecido, sin ningún otro crimen, que su culpa, Yondaime Hokage-Sama, por encerrar a una criatura como el Kyūbi no Yōko, dentro del niño, y no ser capaz de controlar a los habitantes de una aldea, la cual usted comandaba, en esa época. ―Minato se mostró aterrado y dio un paso atrás. ―Abandonar a su propio hijo en la aldea, abandonar SU aldea, ¿junto a su esposa e hijos menores?, ya veremos qué tal se toma esto Daimyō-Sama. ―El Mensajero entonces, sacó un pergamino, y, tras debatirse un poco, Hiruzen, quien se había puesto de pie, agarró el pergamino, delicadamente.

―Yo soy el Hokage a cargo ―dijo el hombre, para luego suspirar ―Claramente usted informará a Ryūzaki-Sama sobre esto, así que no creo que sea aún peor. El asesinato de Naruto, las bases de NE de Danzō, las masacres de los clanes Uchiha y Senju, el desvío de fondos de la academia por parte de los civiles, más específicamente, de las familias Haruno, Kenyō e Iwabee, y varias irregularidades menores, nos han puesto en el ojo del huracán, Minato. Cuando se descubrió el origen de Naruto y como la aldea entera le dio la espalda... ―Minato palideció, Hiruzen vio la medida del Daimyō y estuvo por llorar, por su pueblo ―Entiendo ―suspiró el Sandaime, el Mensajero asintió y salió de la habitación dando un portazo.

Kushina fue la primera en hablar. ―Entonces... Mi Sochi está...

―Danzō lo descubrió, descubrió que era un Jinchūriki, lo reveló a todos, el daño llegó con la fuerza de una ola, no pude hacer nada, Kushina ―explicó Hiruzen ―Solo... Solo Kakashi, Yugao y Kurenai, hicieron algo por Naruto, además de ellos y yo, las otras tres personas que llegaron a amarlo, fueron Mikoto, así como Teuchi y su hija Ayame, Naruto comió infinidad de veces en Ichiraku Ramen y en casa de Mikoto.

― "Hiruzen..." ―susurró ella― "¿Dónde está?"

Hiruzen se encogió de hombros― ¿Dónde quieres que esté, Kushina? ―preguntó suavemente, la mujer tuvo un hipo por estar llorando ―En el cementerio, obviamente ―nadie dijo nada más, Minato y Kushina, salieron de la oficina, con un aire de pesadumbre y depresión, sus hijos menores, los siguieron.

Naruto tenía el alma de Kyūbi, Karin el Chakra y Kaito... no le queda mucho tiempo, a causa del Yōki ―pensó Minato, su hijo menor, Namikaze Kaito, estaba enfermo, a causa del Yōki de Kyūbi, esto se manifestaba físicamente en su piel, mostrando lo que parecían ser grietas y con una liberación espontanea de Chakra. ―Yo le hice esto a mi familia. Yo destruí a mi propia familia, solo por seguir la profecía de Gamamaru-Sama. Seguramente... incluso la hemos tergiversado. Quizás, solo quizás... Ni Kaito, ni Karin sean los Chicos de la Profecia... ―Minato fue sacado de sus pensamientos repentinamente, ante un grito de Kushina y Karin, se giró, solo para ver a su hijo Kaito, tirado en el suelo, convulsionándose, y echando sangre espumosa por la boca, con los ojos blancos. Minato tardó un momento en reaccionar, al querer levantar y cargar a su hijo, para enseguida llevarlo al hospital, se escuchó un sonoro "Crak", Kaito dejó de moverse, dejó de escupir espuma, pero sus ojos aún estaban vueltos hacía atrás.

Kushina soltó un grito de dolor.

― ¡KAITOOOO! ―Gritó Karin horrorizada.

Minato tardó un rato en poder procesar lo que acababa de pasar. Al agarrar a su hijo por los hombros, y no por el cuello, al tirar de él, para ponerse de pie, con la intención de llevarlo al hospital, el movimiento, le causó un poderoso tirón, quebrándole el cuello, y matándolo en el acto.

En un mismo día, fue uno de felicidad, horror y luto para Konoha.

Descubrir que su Yondaime Hokage estaba vivo.

Descubrir que aquel niño al cual asesinaron era de hecho el primogénito de su Hokage.

Una reducción tremenda en lo económico y en lo poblacional, pues fueron notificados de que (nuevamente) el Daimyō recortó una vez más, el presupuesto de la aldea y, cuando alguien negó que Niño Kyūbi (Naruto) fuera el hijo de sus amados Kiiroi Senkō no Konoha (Rayo Amarillo de Konoha) y Akai Chishio no Habanero (Habanero Sangriento), sino un demonio, eso tuvo como repercusión magnánima: el que Kushina acabara de quebrarse y liberara sus cadenas de Chakra, en una danza masacra de fuego y agua, cosa que redujo tremendamente la población civil y Shinobi de Konoha, en un 25%.

Minato lo sabía.

Sabía que nunca más, Konoha volvería a ver aquel esplendor que había dado, en un tiempo pasado.

Y había sido por SU culpa.