- 1, 2, 3... 1, 2, 3. - decías repetidamente mientras cargaba una y otra vez tu propio cuerpo sobre el suelo de tu habitación.

Sudabas cómo un cerdo después de 3 horas de ejercicio, era normal si, pero era suficiente, lo mejor era descansar así que te levantaste del suelo y te sentaste a beber agua en tu cama y luego antes de volver a ponerte tu camisa miraste tu pared y sonreiste.

Miraste el cartel que tanto apreciabas.

Sí, hoy dentro de 5 horas ibas a tener tu primer día dentro de las garzas negras, la mejor opción para alguien sin trabajo ni objetivos. Desde hace hace tiempo sabias que muchos habitantes de New Meridian aceptaban ser parte del ejército para ser respetados en las calles y los beneficios de ser parte de ellos pero...

Tu tenías una razón mucho mejor que cualquiera de esas.

- princesa Parasouul... - suspiraste su nombre por octagesima vez.

Si había una persona que admirabas totalmente, era ella.

Justa, honesta, valiente, inteligente, bondadosa y hermosa... Es simplemente perfecta...

- Y yo... Bueno... Hago lo que puedo. - te reíste al ver un espejo.

"Bien, aquí vamos". Te vestiste y bajaste a la cocina comer tu almuerzo.

Horas más tarde, mientras mirabas televisión, llegaron dos solados dándote la bienvenida

- Este es tu nuevo casco, pontelo y no lo te lo quites, desde ahora tu nombre de pila será "elkks" y no se puede cambiar. - y escoltandote al bús personal. No habían muchos soldados pero aún así no había asientos totalmente vacíos por lo tanto te sentaste en medio junto a un soldado cerca de la ventana.

No esperabas a que hablará así que tu lo hiciste.

- Hola, me llamo ". . ."

El volteó a verte y sin expresión, bueno, debido a su casco, dijo

- No digas tu nombre real.

- pero es que no me gusta el que me pusieron.

- Yo Soy un reciente cabo, llámame "pichi". Y adoro usar mi uniforme.

- Esta bien cabo Pichi, yo soy elkks

- por qué estas aquí soldado?

- Me gusta la acción. - mentiste.

"porque estoy enamorado." pensaste.

Después de una presentación, una habitación asignada junto al pelotón num. #23 y un básico entrenamiento para calentar. Te preguntabas que iba a suceder, ya casi eran las 8:00 pm y dormiste dentro de una habitación llena de soldados masturbandose, botaneando, jugando cartas y dormiendo en literas de dos camas seguros de ganar cualquier guerra como en esas estúpidas películas americanas donde el hombre blanco es el héroe y el bando contrario el malo.

"Estoy seguro que no soy el único soldado enamorado de la líder". Pensaste y dormiste.

- oye Pss! Elkks

- Si?. - Era Pichi, dormido en la cama de tu derecha.

- Te gusta mucho la princesa, no?

- Y a quién no?

- Lo sé, lo sé, no quiero desanimarte pero será mejor que empieces a deshacerte de esas ideas, no eres el único que llega aquí pensando en una oportunidad con ella.

- Ya lo creo...

- Bien, descansa soldado.

Y asi fue como esas palabras te arrullaron a dormir con el realismo de no acercarte a la princesa, quizá nunca...

5:30 am.

- Rápido! Elkks, Nos necesitan!

- Qué? Pero es muy temprano ñara los entrenamientos.

- Levántate ya holgazán!

- Qué pasa? - le preguntabas a Pichi mientras terminabas de vestirte.

- hay un fugitivo que destruyó una buena parte de la cárcel, y ahora mismo esta tratando de hecharse a la fuga junto con sus compañeros.

Una vez que todos los soldados salieron del resguardo, se dirigieron en fila hacia la llamada de la princesa, lo más pronto posible.

Ahora estaban cerca del centro de New Meridian.

- Al pelotón más cercano, sometan al objetivo, ya. - habia mencionado Parasoul por medio de su radio hacia el grupo más cercano.

- Rápido elkks, hay que movernos, debemos ayudarle a la princesa. - dijo el líder.

Parasoul estaba cansada, habia dejado inconcientes algunos compañeros criminales pero ahora le faltaba el pez gordo.

- Quieres bailar muñeca? Entonces acercate!. - Scythana corrió hacia Parasoul quien la esquivó pero cayó al suelo.

"Qué pasa conmigo? Ya no me muevi igual".

- perdiste el toque princesita. - ella la golpeó con toda su fuerza antes de que Parasoul pudiese ponerse totalmente de pie y a pesar de usar a Kraig para bloquear el golpe, ella cayó varios metros atrás soltando su paraguas.

- Vas a volver a tu lugar. - Decía adolorida.

- No lo creó.

Scythana pateó el arma principal de Parasoul lejos y se dirigió a aplastarla pero allí fue cuando llegaron los chicos y yo.

- Rápido, sobre ella!. - gritó el lider.

- ¿Qué?!

Todos se subieron sobre ella, lo cual fue una mala idea, ya que con facilidad los arrojó a todos y por suerte, caíste a unos metros de Parasoul.

- Desgraciados!, que harán sin su líder?. - ella herida, tomo una de las armas de fuego que no le eran efectivas a ella. Y le apuntó a Parasoul. - Hasta nunca. - Fue entonces cuándo hiciste lo que debiste.

- Nooo. - saltas sobre ella cubriendola del disparo, dandote en la costilla.

- Carajo! - Scythana intentó disparar otra vez pero llegaron todos los demás soldados quien acataron órdenes y lograron someterla.

- Oye!, oye! Quédate conmigo! No cierres los ojos. Decía Parasoul mientras agitaba tu cuerpo.

Pero era demasiado, habias perdido la conciencia.

Horas más tarde, viste a tu único amigo "Pichi" frente a tu cama.

- kks, estas bien? Me dieron permiso de verte porque saben que era tu único amiko.

- Qué? Que pasó? Eres tu princesa? - a penas tratabas de abrir tus ojos.

- esa bala si que te afecto.

- Qué? Oye, que fue lo que pasó?

- que pasó? Casi sacrificas tu vida para salvar a Parasoul todo eso apenas en tu segundo día en el ejercito. Eso fue muy valiente, Creo que de verdad la amas.

- Enserio?... Espera, eso significa que ella se fijara en mi ahora? Aunque sea un poquito? - preguntabas entusiasmado.

- Eh... No quiero alborotarte pero desobedeciste una orden y eso no le gusta a ningun superior aquí.

- oh. - ahora si valdrá kk

- Pero quizá la princesa este de buen humor al darse cuenta que respira con su linda cara. En fin, debes descansar. Tengo que irme a entrenar.

" Solo vino a preocuparme? Oh no, Ella no puede estar molesta... O sí?"

Dormiste cerca de dos horas hasta que oiste una voz femenina venir de afuera. Tu corazón se aceleró. Estabas emocionado y asustado a la vez.

La puerta se abrió dejando ver a Parasoul mirandote fijamente, parecia bastante molesta pero cuando se acercó parecía haber sonreído.

- Cuál es tu nombre muchacho? . - Parasoul se acercó a la cama.

- Pa-pa-parasoul.

- Ese es mi nombre, pero cuál es el tuyo?

- Es ". . ."

- Pues sabes " . . ." me salvaste la vida

- Creí que sería una mala idea desobedecer órdenes pero la verdad es que no pude ver a mi princesa cerca de morir.

- Eso es muy Leal de tu parte, sé que soy yo la que debería estar en cama y a pesar de mi reprimenda, quiero agradecer tu acto de lealtad.

Ella se acercó a tu torso. Imaginabas que se iba a asentar lado tuyo, cerca de tus piernas y que tomará tus manos pero no paso a mayores, eran solo ideas.

- Estas bien?

Estabas completamente sonrojado y tu corazón bombeaba sangre a 2/3 de segundo lo cual, Parasoul notaba debido al ruido de la

- No, no, estoy bien, en serio. - trataste de calmarte.

- Bien, hay algo que quieras? Puedes pedirme lo que sea.

- Vamos princesa, no quiero molestarla...

- Por favor no seamos tan formales con el habla, por lo menos no cuando trabajemos, de acuerdo? Llámame solo Parasoul.

- Bien, Parasoul, De verdad, lo único que quiero es su seguridad, que se sienta segura es lo primero y último que deseo.

Ella te sonrió y se acercó más a ti, incluso podrías jurar que estaba tocando tu cuerpo inconscientemente.

- Tómalo. - Parasoul dejo en tu pecho su collar de cruz invertida.

- Qué? No! Princesa Parasoul esto es tuyo y solo tuyo, es importante, fue de tu madre.

- No es de mi madre, es mío y ahora es tuyo.

- Pe-pero yo... - lo apretaste. - Voy a cuidarlo con todo mi valor.

- Es bueno oir...

La puerta de la habitación se abrió mostrando a Adam preocupado

- Necesitamos su asistencia ahora.

- A la orden.- la expresión de Parasoul se torno concentrada en el trabajo, dio media vuelta para ir a la salida.

- Parasoul, espera. - Ella te miró. - ¿Podré verte más tarde, quizá mañana?.

- Haré lo posible. Debo irme. - ella abandono la habitación.

- Adiós princesa... - murmuraste y te quedaste mirando el techo, acariciando el collar. Mierda, estabas celoso y a la vez triste, rendido.

"ojalá que no llegue a sentir envidia por lo menos debo aceptar la derrota".

Bueno, lo intentaste.

Miraste a la ventana de la habitación y luego estiraste el collar hacia la ventana para verla iluminada con el sol.

- Parasoul... - suspiraste por nonagésima vez.

- No te preocupes, a ella no le gusta Adam.

- !!!. - saltaste sobre tu propia espalda y miraste a quién sea que haya dicho eso y no habias notado su presencia.

Era Umbrella sonriendo.

- Vaya si que te asuste.

- Diablos sí, no deberías estar aqui.

"A caso no hay un doctor por aquí. Bueno que importa"..

- Solo pasaba por aquí cuando hablabas con mi hermana y se nota demasiado que te mueres por ella.

Umbrella puso sus manos en tu brazo y puso una mirada pícara.

- por qué te gusta tanto? Son sus gigantes tetas, no es cierto? - levanto las cejas y sonrió.

Te sonrojaste y fuiste claro.

- No, es simplemente ella, tal y como es. Es cómo una superheroina. - tus ojos brillaron. - podría rogarle que me deje beber de su sangre.

Umbrella se rascó la cabeza confundida y avergonzada.

- No tengo idea de lo que dices pero en fin, no pierdas tanto la cabeza por ella, nos vemos!

- Oye! Espera.

- Qué?

- por qué estas ayudándome?

- porqué duh! Salvaste a la tetona de mi hermana, te debo una.

- Tú... Creés que ella me de una oportunidad?

Umbrella miró al suelo un momento pensando en Que decir.

- Bueno, eso es una difícil pregunta...

- oh, vaya, esta bien Umbrella, por lo menos me ha dado una gran muestra de valía. - miraste una vez más el collar.

- Dónde esta tu honor? basura, Tus batallas aún no acaban! - Umbrella corrió hacia la camilla hasta subirse y golpear tu estómago con su trasero.

- Agh! Qué hacés?!..

- Vas a decirle cuánto la amás!

- Pero cómo?

- sólo se tu mismo y dile que la quieres!, bueno, debo irme, tengo hambre. - Corrió hacia la salida.

"Pero yo también tengo hambre".

Pasaste todo el dia esperando por alguna nueva orden, o una nueva visita pero no habia nadie, ni siquiera una enfermera.

Al dia siguiente fue peor. Pues después del desayuno, la comida y e incluso la merienda no habia nadie.

Pasaste ese dia pensando en como te verías junto a ella...

Hasta que volvias a la realidad y tratabas de despertar.

Pero el día después de aquel, Parasoul habia cumplido, por lo menos en dos días estaba de visita, lamentablemente no duraba mucho su visita, pero era suficiente.

Ella te miraba aún amigable y agradecida, te ofrecía una almohada, una mejir ventilación y otras cosas las cuales te negabas, lamentablemente no decía más, tenía que irse. Lo Único que querías era que siguiera visitandote.

Un dia después, todo estaba vacío, no habia nadie. Mirabas la puerta de la habitación esperando por Parasoul a la misma hora de siempre pero ni siquiera Pichi iba a visitarte hoy, y lo sabias.

Suspiraste.

7:20 pm

De repente se abrieron aquellas puertas se abrieron de golpe.

- Buen dia cuñado, Navidad atrasada!-

Umbrella corrió hacia tu cama arrojando unos calzoncillos color púrpura en tu cara.

- Qué? Imposible! A caso quieres que me manden a fusilar?

- Solo pensé: mi hermana es una gruñona a la que nadie se le acerca. en caso que te rechaze, al menos tienes a la mini-parasoul.

- A bueno eso sí master. - Reiste un poco. Y respiraste un poco de su aroma.

- Claro que estan limpios puerco!- ella rió.

- Solo quería comprobarlo.

- A bueno.

El dia siguiente habias tenido otro encuentro con Parasoul. Esta vez tenías que ser mucho más directo y decirle de una vez lo que debías.

Ella te miró un momento y sonrió, fue lindo verla sonreír ya que en ella era casi raro ver eso.

Hiciste una risa nerviosa.

- Allí esta la cara chistosa que esperaba ver. Qué tal te sientes ahora?

- oh, ya ni siento dolor, que tal van las cosas?

- Mejor de lo que estaban. Oye olvide preguntarte si tienes familia.

- Oh, bueno en realidad sí pero ya sabes, vives solo después de ser adulto aunque me gustaría hacer una familia tiempo después.

- Vaya, estoy segura que serás un buen padre y marido.

- jeje marido?

- Sí, no tienes una pareja?

- oh, bueno... - esta es la oportunidad perfecta para hablarle indirectamente que ella es la pareja deseada. - hay una mujer en mi vida, muy linda y ética.

- Vaya... Debe ser lindo conocer a alguien que te de valor.

Eso no era suficiente, necesitabas ser más directo.

- emm... Y porque la waifu de todo mundo fue Jessica Rabbit.

- Qué?.

- No, solo recordaba algo...

- Sabés? Aún no me has contado porque estas aquí con las Garzas negras.

- Bueno... Cuando terminás tus etapas escolares, vives solo y no encuentras un objetivo que te haga sentir bien, como cuando un policía es acendido a jefe...

-Si?

-... Piensas en nuevos propósitos, te da sentido de vivir... - Parasoul comenzaba mirarte a los ojos y tu lo sabías. - y cuando encuentras a alguien con tus aquellas ideas de justicia... Es como sí dejarás de sentirte solo y eso es todo lo que necesitas, no más, solo ella o él.

Parasoul miró un momento el suelo, pensativa y dijó lo de siempre.

- es momento de que me vaya.

- Esta bien princesa. Quizá lo que dije fue un poco mediocre.

- No, claro que no, es algo natural, podria pasarme hasta a mi...

- Bien, mañana podrás...?

- Es lo más seguro, nos vemos. - se despidió otra vez con su característica fría.

Esa misma noche Umbrella llegó emocionada, hablaba de lo bien que iban las cosas y que el dia siguiente Parasoul te visitaría sin tener deberes.

- A ella le encanta el vino, si enciendes velas y no hablas sobre lo que pasó, seguro que lo lograrás.

Aquello te dejo un poco confuso, pues era cierto, eso debía terminar, debías evitar decirle que tu deseo fue quien te impulso a salvarla y no el deber, eso era lo que quería decir Umbrella, pero simplemente no podías.

- Muy bien, hoy es el dia, todo o nada. No lo arruines. - dijó Umbrella enfocada.

- Claro que no.

La puerta comenzaba a abrirse.

- Allí viene! Rápido, debajo de la cama.

Umbrella se metió bajo la cama y escuchó la puerta moverse

- Ja ja ¿Pero que es todo esto? - Decía asombrada y riendo por verte con una bandeja, y una vela, un vino y dos copas en una bandeja.

- Bueno, eh estado aburrido ya sabes.

- esto esta un poquito raro, huele como si Umbrella estuviese detrás de esto.

- no para nada jeje, yo tenía esto guardado, te gustaría acompañarme?

Ella tomó una copa y bebió.

- Sabes? Después de lo que paso Creí que estarías molesta, pensé lo peor.

- No. Me salvaste la vida y la misión se cumplió gracias a ti.

Dejaste el vino en la cabecera

- Yo creo que tuve suerte al entrar aqui un día antes de que eso sucediera...

- Sin rodeos marinero, que es todo esto? Yo debí preparte algo así, pero lo hiciste tú, pero todo esté hecho parece tener un transfondo.

- Lo tiene, sobre lo que pasó aquella vez...

"Noo lo hechara todo a perder!". - Umbrella cerró sus ojos.

- Sí?

- tenías razón, Yo no soy un buen soldado.

- de qué hablas?

- Yo desobedeci órdenes, no por el bien de la justicia.

- Qué? A qué te refieres? Entonces me Mentiste con todo aquello de la justicia? - parecía enojada y lo entendías

- No, yo jamás menti acerca de la justicia porque de las dos razones del porque estoy aquí, esa es la segunda.

- Entonces ¿cuál es la primera?

-... Eres tu Parasoul, sí, tu has sido la razón perfecta para haber estado en las Garzas Negras... - Parasoul parecía sonrojada, y molesta. - y no, no me importa si no te gusta o piensas que los sentimentalismos son solo una distracción. Escúchame. Yo desobedecí esa órden porque yo te protegeré mientras siga con vida y ése también es mi trabajo.

- Yo... Esto...

- Aww!... - Umbrella dejó escapar un suspiró muy ruidoso

- Qué? Escuchaste eso?

- Mm... Debe ser la ventilación. - tomaste las manos de Parasoul.

Parasoul se sentó en la orilla de la cama y puso una mano en tu mejilla.

- Mi deber es proteger a mis hombres, a todos. Si hieren de muerte al hombre que amo por mi culpa, jamás me lo perdonaría.

Ahora Tomaste sus brazos.

- Dame un lugar especial, Yo sé que lo hay.

- No, no hay ninguno. - trataba de sonar dura y directa, pero no serás víctima de su terquedad.

- Ven aquí. - acercaste su cuerpo al tuyo. Ahora ambos estaban sentados en la cama y la abrazabas. Ella Se sentía un poco liza. - Debes arriesgarte, así como lo hice, de eso se trata todo.

La abrazaste más y miraste a su cara, parecía preocupada y sonrojada con su fleco cubriendo su ojo izquierdo el cual apartaste su cabello de el para obseevar mejor sus ojos amarillos.

- Esta vez.. No sé que hacer.

- Sí Lo sabés. Cuando encuentres mi diario secreto encontrarás el amor que extrañas.

Ella cerró sus ojos.

Pusiste tus manos encima de su cintura y la besaste mientras la abrazabas cada vez más al igual que ella pasaba sus manos en tu espalda. Su cuerpo parecía temblar pero también decidido.

Acercaste tus manos debajo de su vestido y sentiste la suave piel de su abdomen...

- Agh...

- Lo siento.

- No, esta bien, solo estoy un poco tensa, de verdad necesito un descanso.

Comenzaste a olfatear su cuello y a besarlo, mientras ella seguía acariciando tu espalda desnuda.

"Oh... Creo que debería salir de aquí" pensó Umbrella.