Incluso si pelearme con Komachi fue algo de lo que me arrepiento un poco, al final nada me puede quitar el sentimiento de satisfacción que me envuelve por haber hecho un buen trabajo a pesar de las herramientas que se me dieron... las cuales son, en realidad, tan nulas como mi sex appeal.

-Hice un buen trabajo. Todo salió bien gracias a mí.

El asunto de la confesión de Tobe fue resuelto: obtuve el resultado más eficiente y con un sacrificio mínimo. Gracias a mi método eficiente logré que su falso grupo se mantuviera en pie sin complicaciones más allá de una posible sensación de incomodidad que no es la gran cosa, ahora capaces de enfrentar un futuro desolador sin nunca saber lo que viene.

Sin nunca saber que los vínculos tan frágiles que mantienen se romperán por algo tan simple como el tiempo mismo.

No hay duda de que este es el mejor resultado. Tomé el mejor curso de acción y eso es algo de lo que me siento muy orgulloso.

Pero...

Odio tu forma de hacer las cosas

¡Piensa en cómo se sienten los demás!

Sin importar cuánta lógica aplastante tengan mis métodos y cuanto tratara de justificarlos, parece que ellas son incapaces de ver como yo. Parece que de alguna forma ellas creen que he cometido una acción imperdonable que ¨debería ser bastante obvio de evitar¨ según Yuigahama.

No entiendo. Sin importar cuántas vueltas le haya dado a esa idea desde que volvimos del viaje a Kyoto, soy incapaz de comprender qué las llevó a de reaccionar de forma tan despectiva hacia mis métodos.

Ya lo he hecho en el pasado. Con Tsurumi Rumi y Sagami Minami empleé la misma metodología pero de forma mucho más cruel: y ellas no reaccionaron así. Ellas parecían estar bien con mis métodos en ese momento.

Entonces... ¿qué cambió? ¿Qué les hizo irse al polo opuesto?

Como dije antes: no entiendo.

-... Pero no necesito entender.

Hikigaya Hachiman es un solitario. Alguien que no necesita depender de nadie porque siempre estuvo solo y aprendió a mantenerse así en la vida sin nunca verse pisoteado salvo cuando él lo quiera. Él sin duda puede vivir sin entender los sentimientos de dos chicas con las que tiene una relación que, al final del día, es pasajera.

De aquí a dos años ellas se habrán olvidado de mí y estos sentimientos de rechazo que tienen hacia mis ideales serán cosas sin importancia. Solo seré un recuerdo ocasional del que seguramente se reirán.

Y eso está bien. Es el resultado esperable. De nada sirve esforzarse por algo cuyo final ya estuvo decidido desde el minuto cero.

Mientras caminaba hacia la escuela, no pude evitar sonreír ante esta resolución satisfactoria a la que llegué sin ninguna clase de esfuerzo. Sentí que todo el asunto del melodrama quedó zanjado y que ahora podía centrarme en cosas mucho más importantes.

-Como Totsuka.

Aah, él de verdad es un ángel venido del cielo.

-Tch. Ven. Vayamos por la otra cuadra.

¿Oh? Parece que sin querer asqueé a un par de chicas más jóvenes que yo solo con una sonrisa. Digo, entiendo que soy un tipo francamente espeluznante y que a veces ni yo mismo me tolero, pero no es necesario decirlo por todo lo alto, ¿saben? Es una cortesía común que todos debemos seguir si no queremos terminar recurriendo al canibalismo.

Mientras ellas se alejaban sin despegar su dolorosa pero sobretodo grosera vista de mí, me lamenté un poco por no haber venido en bicicleta. Eso de querer caminar para despejar la mente me ayudó bastante, pero ahora ya me han amargado el día y ni siquiera estoy a mitad de camino.

Fukouda~, supongo.

Viendo que ahora yo era el único ser humano en un radio de cincuenta metros, me permití disfrutar de la vista que me ofrece mi bella Chiba sin estorbos que se metan en mi camino. No estaba para nada apurado por llegar a clases y comenzar una rutina que no me entusiasma ni un poco.

Hiratsuka-sensei no está en nuestro primer periodo hoy, así que no recibiré un golpe por llegar unos minutos más tarde.

Hurra por mí.

-Je, parece que hoy finalmente obtendré una... ¿victoria? ¿?

Al final de la acera y a pocos metros adelante de mí, una vista singular apareció frente a mí. Una que me extrañó bastante, haciendo que me detuviera por un momento para apreciarla mejor.

Era una niña.

Una pequeña niña con el cabello plateado que estaba vestida de una forma francamente adorable estaba pegada contra la pared, temblando del terror y con unos ojos vidriosos que enternecían mi podrido corazón de hierro.

Ahora, sé que eso puede sonar muy mal y tal vez hasta algo delictivo, pero el motivo que me llevaba a decir eso era por la ¨gran bestia¨ que la tenía acorralada a su merced. Una tan aterradora que dejaría sin sueño a mi pobre Kamakura.

-¡Roof!

-¡Ah! Uh... Y-Yo...

Con una sonrisa seguramente asquerosa en mi rostro que podría llegar a ser considerado apuesto me acerqué hacia esta zona de guerra, con toda la intención de terminar este ciclo del odio por petición de mi padre, el todopoderoso Cuatro.

Con un aura impone me rebajé a su nivel, extendí mi mano y pronuncié las palabras sagradas.

-¿Quién es un lindo perrito?

Luego, una vez que él se dio cuenta de mi presencia, procedí a usar el rascamiento real.

-¡Roof! ¡Roof!

El resultado fue instantáneo. Este pequeño perro que podría caber en un bolso no tuvo nada que hacer ante mis magnas habilidades y cayó rendido a mis pies, dejando que le hiciera sentir el cielo con mis manos entrenadas con delicadeza en el fino arte de hacer sentir bien a los perros.

De verdad son increíbles. Son un amor. Mucho más que el falso amor Kamakura que solo tiene ojos para Komachi y me desea tan solo cuando le doy comida.

Este perrito es mucho más lindo que tú, Kamakura. Tú eres un sucio traidor que siempre me abandona por Komachi y quien nunca me deja acrecentar nuestro vínculo dolorosamente abandona por ti, gato insolente.

Sufre la traición.

Este perro en particular era un caniche. Uno de color gris para ser exactos. Y a juzgar por la falta de su... cosa, supongo que él está castrado o en realidad es un ella.

De todas formas es un amor. Es tan cariñoso que hasta me está lamiendo la mano como todo un campeón.

-Jeje, eres un buen chico. Si pudiera te daría un premio, pero no tengo.

-¡Roof!

Ah, es tan lindo cuando no se enteran de nada. Es como un bebé.

Continué con este divertido juego entre nosotros hasta que recordé la razón por la que hice esto. La razón que me olvidé y en su lugar dejé ver mi peor faceta para que todo el mundo lo viera.

Soy una decepción para todos los solitarios del mundo.

Miré a la niña que ¨rescaté¨, viendo que ella estaba... ¿bien, supongo?

Digo, no se ve herida por ningún lado y me está sonriendo... un poco demasiado.

Para. Es vergonzoso.

-Eres fuerte.

De repente su sonrisa se borró y fue reemplazada por un rostro serio... que en realidad solo la hacía ver aún más adorable, ya que su altura y vestimenta hacia imposible tomarla como alguien imponente... Eso y el hecho de que ella tuviera las mejillas infladas dieron como resultado un ataque directo a mi corazón.

No puedo contra tanta ternura.

-Em... ¿Gracias? M-

-Eres fuerte, grande, con ojos divertidos y más alto que yo.

De acuerdo... Eso es... cierto de un modo bizarro, pero aún así quedan un poco mal tus palabras, niña. Me hacen feliz, pero estoy seguro de que la gente puede tener una idea equivocada. Podrían creer que te estoy forzando a lanzarme elogios, haciéndome ver como un miserable que mendiga halagos.

Eso sería no solo incorrecto, sino triste. ¡Y yo no soy alguien triste! Triste era mi yo del pasado: ahora soy la versión definitiva de Hikigaya Hachiman. Alguien que no necesita algo tan burdo como la validación de los demás a base de elogios.

Así que detente... y deja de mirarme con esos ojos. Son demasiado puros. Me hacen sentir mal.

-... Eso... yo...

-Además puedes domar a las bestias.

-¿Bestias?... ¿Te refieres a este cachorro?

-¡Roof!

-Tan genial... No te da miedo. Eres todo un hombre.

... ¿Eso fue sarcasmo? No acabo de escuchar a una niña adorable decirme elogios de forma sarcástica, ¿verdad? Díganme que no, o sino me pondré a llorar.

El perro, siendo la entidad de puro corazón que es, empezó a lamerme la mejilla apenas me descuidé. Y aunque no logró calmar del todo mi angustia, sí me dio un pequeño calor que me hizo no distraerme en fantasías que ni siquiera son plausibles.

No hay manera de que los niños sepan usar el sarcasmo... ¿verdad?

-Gracias por tus... palabras, pero en realidad n-

-Eres el indicado.

¿Eh? ¿Indicado para qué? ¿Por qué de repente te estás acercando a mí? ¿Por qué estoy empezando a asustarme? ¡¿Y por qué no me estás lamiendo la mejilla, perrito?! ¡Necesito confort más que nunca!

Mientras me lamentaba porque el perro se concentró más en una mosca que estaba rodeándome para seguramente quitarme mi esencia vital, esta niña se acercó con una expresión comicamente decidida y con pasos más fuertes de lo usual, seguramente para dar una imagen imponente... pero en realidad solo era adorable.

-Em... ¿Qué estás haciend-

-Soy Kawasaki Keika. Es un placer conocerte.

Cuando terminó de decir eso, ella hizo una reverencia muy bien ensayada que aumentaba mi mal presentimiento.

¿Y Kawasaki? ¿De dónde me suena ese nombre?

-Me... me alegra conocerte también. Yo soy H-

-En mi clase era la niña más inteligente. Sé coser gracias a mamá. También estoy intentando estudiar sobre cocina ¡y logré hacer arroz sin quemarlo solo al cuarto intento!

-Eso es... ¿bueno?

-¡Si! ¡Algún día seré una gran chef! ¡La mejor del mundo!

Así que esta chica quiere ser una cocinera profesional cuando crezca, ¿eh? Digo, no es que sea un mal sueño, pero es algo bastante raro el decidir seguir esa carrera desde tan pequeña. Los niños nunca tienen claro su camino y siempre terminan soñando tan en grande que cuando crecen los abandonan por considerarlos demasiado imposible.

No descarto que eso también le pase a ella, pero es raro que tenga los pies sobre la tierra y no quiera ser una Idol o modelo. Usualmente ese suele ser el estándar.

-Me alegra escucharlo. Seguro que algún día viajarás por todo el mundo y serás la inspiración de muchas personas.

A pesar de que mis palabras planeaban seguirle el juego, ella solo me vio con una confusión adorable antes de mover su cabeza ligeramente hacia el lado izquierdo, aumentando aún más las ganas de sonreír como un idiota, sin importarme que ella se pueda asustar y yo terminé en prisión.

-Pero si viajo por todo el mundo, ¿quién le hará la comida a mi esposo? ¡Él no podrá disfrutar de mi comida si me voy por todo el mundo!

¿Eh?

... Ooooh... Así que por eso quiere ser buena en la cocina.

... Bueno, supongo que... no es tan malo aspirar a algo mundano. En la mundanidad se encuentra la verdadera satisfacción, después de todo.

-Entiendo. Así que quieres ser la mejor chef del mundo para tener un esposo feliz, ¿eh?

-¡Sip!

Esa sonrisa tan grande y pura es demasiado para mis ideales retorcidos. No puedo criticar su visión tan estrecha de la vida si me lanza una cara así. No es correcto.

No sé cuánto tiempo me habré quedado agachado, pero mi espalda ya estaba comenzando a resentirse. Además, estoy seguro de que alguien habrá pasado por aquí, me vio charlando con una niña pequeña, llamó a la policía asustado y ahora solo me queda huir a Corea cambiando mi nombre por uno chino para darle unas risas a algún norteamericano.

Si, ese es mi curso de acción más óptimo.

-Bueno, espero que algún día encuentres al hombre indicado. Te estaré apoyando en espíritu.

Mientras decía, terminé enderezando mi cuerpo, ahora viendo a esta desde una altura tan alta que parecíamos peligrosamente a una niña inocente hablando con un posible violador.

Ese miedo es algo que ni siquiera las lamidas celestiales de esta cosa hermosa pueden derrotar.

-Eso no hace falta. Ya lo encontré.

Esas palabras me llamaron la atención, pero no la suficiente para que de verdad me importase. Ya había perdido mucho tiempo en esta charla, las clases están a punto de comenzar y no es que los vendedores de pasaportes falsos estén convenientemente cerca tuyo cuando los necesitas: todo eso hace que quiera salir de esto lo antes posible.

-¿En serio? ¿Y quién es?

Miré hacia atrás, encontrando el camino que me llevará a la ¨peor zona de Chiba¨, si es que tal blasfemia existe para empezar.

Me preparé para avanzar hacia el destino con este perrito como única compañía...

-Tú. Tú serás mi marido.

Y solté al perro de la sorpresa mientras mi cara era todo un poema sobre porqué el Lolicon era basura.

...

...

-... ¿Qué?

-¡Tú serás mi esposo!

Yo... esto... Esto tiene que ser una broma, ¿verdad?

¿Verdad?

¡¿VERDAD?!

El perrito hermoso intentaba subir a mi torso para lamerme porque era una criatura demasiado pura para este mundo, pero yo estaba más ocupado tratando de darle sentido a toda esta situación realmente absurda... pero no podía. Por primera vez apareció ante mí un problema que no podía resolver solo siendo desagradable.

... ¿O tal vez si pued-¡No! No vayas hacia ese túnel de pensamiento, Hachiman. No queremos que el FBI destroce tu habitación y de alguna manera se enteren de que tenías un fetiche extraño hacia las chicas gatos.

Eso no puede permitirse. Mi reputación de hombre casto no puede ser mancillada de esa forma. Komachi nunca me lo perdonaría.

Piensa, Hachiman. Necesitas encontrar una forma de salir hacia adelante sin que esto termine en una tragedia. Has podido enfrentarte a los sin sentidos del mundo muchas veces y lograste salir victorioso. Y esta no será la excepción.

-Um... ¿Querido?

-¡AAAH!

¿Q-Q-Q-Q-Qué pasa con este calor en mi pecho? ¡No es normal! ¡No puedes permitirte ir por el camino impuro, Hachiman! ¡Es una niña, por el amor de dios! Ni siquiera tú podrías caer tan bajo.

-Eh... Esto, ¿te encuentras bien, querido?

Volví al mundo real cuando escuché de nuevo esas palabras malditas, viendo como esta tal Keika me miraba con una inocencia que no corresponde con esa palabra tan pecaminosa que acaba de usar. Esta disonancia me está preocupando y lo demostré al retroceder sin querer un paso, temeroso de ella.

Y es porque tengo miedo. De una niña.

De verdad soy patético.

-... No me llames así, por favor.

Me costó horrores pronunciar eso sin tartamudear, pero de alguna manera lo conseguí, así que mentalmente me di unas palmadas en la espalda por un muy buen trabajo mientras agarraba a este adorable perrito sin apartar la mirada de ella en ningún momento, temiendo que ella me llegase a atacar como si de un lobo el piel de oveja se tratase.

Estaba dudando seriamente de si hacerlo o no, pero si esto termina escalando a mayores, entonces tendré que usarte como sacrificio para el dios de la caza, bello animal.

-¿? ¿Por qué?

Ella avanzó un paso hacia mí.

Yo retrocedí dos.

Ella avanzó tres.

-Bueno... Yo... Eso es porque...

Esta situación me estaba dando demasiada verguenza. Mi cara se sentía más caliente de lo usual, así que es muy probable que en estos momentos tenga un sonrojo patético para que ella pueda verlo...

Una niña.

Una niña me está sonrojando.

Dios, quiero morir.

-¿Por qué?

Su cabeza se inclinó hacia la derecha y sus ojos adoptaron un brillo extraño que me cegó por un momento, impidiendo que pudiera pensar una respuesta correcta en el momento. Y eso es malo, porque si no digo nada ella puede llegar a creer que de verdad la acepto como mi... mi... espos-¡ugh!

Me siento sucio solo de pensar en eso...

-Porque... porque yo...

-¡KEIKA!

¡!

-¡! ¡O-O-Onee-chan!

¡¿ONEE-CHAN?!

¡MIERDA! ¡DEBO HUIR!

-¡Al demonio la escuela! ¡Me voy para Korea!

-¡¿Ah?! ¡Espera, querido!

-¡¿QUERIDO?!

RUUUUUN BITCH!

Sosteniendo con firmeza a mi futuro compañero en esta travesía, no perdí tiempo y empecé una carrera con mi vida en juego en dirección hacia la ¨peor zona de Chiba¨, no importándome que tamaña cosa no existiera en verdad y fuera todo una conspiración de Saitama para desprestigiar nuestro nombre.

Corrí con desesperación, cruzando la otra calle y siguiendo mi camino hacia la libertad.

Corrí.

Corrí.

Seguí corriendo.

-¡TE TENGO!

Hasta que al final fui atrapado por la bestia, negando mi sueño de un mundo en donde yo no soy acusado de un crimen que nunca quise cometer.


Para fortuna de mi pobre cuerpo, Kawasaki no tuvo el corazón de golpearme cuando estaba cargando al lindo caniche quien ladraba felizmente, inconsciente del peligro que me rodeaba. Y como tampoco tenía la falta de empatía suficiente para lastimarlo sin querer al intentar quitarlo de mí, entonces se puede decir que volvimos al punto de origen conmigo relativamente ileso.

Recalco el relativamente.

-¡Kawasaki, maldita! ¡Mi oreja es sensible, ¿sabes?! ¡POR FAVOR PARA! ¡SIENTO QUE VOY A MORIR!

-No.

-Tch. Lo intenté.

Y creí ser un buen actor.

¡Papá me mintió! ¡Él dijo que podía brillar!

Mientras me quejaba de cómo mi viejo de mierda fue capaz de alimentarme con falsos suenos y esperanzas, solo me bastó con mirar fijamente para que esas mujeres ancianas metiches dejaran de dirigirme su desaprobación de manera tan descarada.

En su lugar fingieron que estaban teniendo una charla cuando en realidad solo esperaban el momento en que dejara de lanzarles mis ojos de pez muerto... lo que se me confirmó cuando una de ellas movió su ojo sospechosamente hacia mi dirección para ver que estaba haciendo.

A veces la gente tiene tanto tiempo libre.

-¡Onee-chan, deja en paz a mi querido! ¡Te voy a acusar con Tai-nii!

-¡U-UGH!

¿Oh? Tal parece que meter a ese engendro de satán en cualquier discusión es suficiente para hacerla perder la compostura, ¿eh? Hm. Esto es bastante revelador y hasta una manera de alejar a ese insecto de mi hermana si juego bien mis cartas.

Agradecido de que en japón los autos brillaran por su ausencia en estas tierras del ejercicio obligatorio, finalmente esta chica aterradora logró regresarme al lugar donde todo comenzó con una cara de pocos amigos dirigida hacia mí.

Con una calma aplastante, levanté al perrito en señal de defensa.

-¡Roof!

Eso. Protege mi honor.

-Khn... Serás... tú, grandisimo hijo de...

La miré con desafío, viendo si ella estaría dispuesta a dejarse llevar por sus instintos más oscuros en frente de una criatura inocente que nos estaba viendo con curiosidad entrañable. Todo mientras Mister H ladraba a esa mariposa apoyada en el poste de luz.

En serio eres el mejor perro del mundo.

Lo quiero para mí.

-¿Onee-chan?

Solo con llamarla de forma tan inocente esta chica cayó derrotada. Su cabeza se bajo ante tamaña perdida y de alguna forma sentí que Mister H estaba moviendo su cola con mucha más energía de la usual.

Dicha imagen lamentable de esta chica tan fiera no duro lo suficiente. Pronto me miró con furia justa y mi oreja estaba siendo apretada nuevamente. Y a pesar de que es raro, supongo que con todo lo que ¨le hice¨ a su hermana, es natural que disfrute de verme sufrir. Yo lo haría por defender el honor de Komachi.

-Hikigaya, ¿qué le hiciste a mi hermanita?

-Nada.

Fuerte y conciso: esa es la clave para la victoria.

-No me jodas. ¿Por qué ella te está llamando ¨querido¨ y dice que quiere casarse contigo? ¿Te piensas que soy tonta?

... Por esto odio el modo online. El competitivo nunca se mantiene estable.

-Hay un malentendido, Kawa... querida compañera de clase a quien respeto mucho.

Diablos. Olvidé de nuevo su apellido... ¿o era su nombre?

-Explícate.

¡Au! ¡Oye, deja de pellizcarme la oreja! ¡Son muy sensibles, ¿sabes?! ¡No están para sufrir esta barbarie.

-Bu-ueno, parece que ella de alguna manera me cree alguien fuerte por domesticar a esta bestia.

-¡Roof!

-... y no estoy seguro de qué clase de ejercicio mental hizo, pero parece que ella me quiere como esposo porque ¨soy fuerte¨.

Esperaba que esto lograra apaciguarla, pero solo conseguí que lastimara mi oreja con aún más fuerza: todo mientras un rostro de ira satánica adornaba su bello rostro, quitándole unos cuantos puntos de encanto.

-¡¿Te piensas que me voy a creer eso?! ¡Estás mintiendo!

-¡Es verdad, Onee-chan! ¡Con él a mi lado, nunca más sufriré por estar sola! ¡Él siempre estará conmigo para protegerme! ¡Nunca se irá de mi lado, ¿verdad?

-...

Si, te entiendo totalmente aquí, Kawa-algo. Si yo escuchara a Komachi-chan decir semejantes blasfemias, yo también tendría una cara pálida del terror y unos deseos insaciables de desquitarse con las orejas de alguien.

Por esta vez acepto este maltrato. Sé que es necesario.

-... ¿Lo ves?

Dicho eso, tampoco pienso pasar por alto que me acaban de dar la razón. No soy masoquista.

-...

-¿? ¿K-Querida compañera de clase a la que respeto mucho?

Con el pasar de los segundos ella dejó de presionar sus dedos diabólicos contra lo mejor que mi cara puede ofrecer, pero incluso así su rostro seguía siendo pálido, aún recordando el doloroso trauma de escuchar palabras tan sucias de aquello que juraste proteger hasta el final.

Te entiendo totalmente, Kawa-algo. Somos iguales.

-... ¿Por qué?

-¿?

-... ¿Por qué tenías que ser tú?

-¿? ¿A qué te refi-

-¡Nos vamos, Keika!

-¡WOAAH!

¡¿Qué te ocurre?! ¡¿Por qué me lanzas así tan de repente y toda furiosa?! ¡Soy la victima aquí, ¿sabes?! ¡Entiendo que esto sea horrible para ti, pero la consideración que puedo darte tiene un límite! ¡Y lo acabas de romper!

Con mucha suerte, logré mantenerme de pie y salvar a este perrito hermoso de un destino oscuro aplastado por mi estómago. Él, como el ser de luz que es, ladró de preocupación hacia mí, lo que me quedo claro cuando no dejó de mirarme con esos ojos preciosos en ningún momento.

En serio te quiero para mí.

-¿Eeeh? ¡Pero Onee-cha-

-No discutas. Papá se va a enojar mucho si no vienes.

-¡!

Oi, oi. ¿Por qué tengo que ver a esta niña inocente estando tan asustada solo por nombrar al patriarca de la casa? ¿Acaso de alguna manera esto es un drama familiar en el que mi comedia romántica equivocada hizo un cameo para servir a los fans?

Que molestia. Lleven esta cosa deprimente a otro lado. Mi vida ya tiene demasiada mierda como para preocuparme también de asuntos tan problemáticos y en los que yo solamente podría servir de alivio cómico.

Fukouda~

-... ¿Entonces estoy libre? ¿No iré a prisión ni sufriré los mil años de dolor?

Que miedo, Kawa-no-me-puede-importar-menos. Esa cara que me estás dando da puro terror. Es demasiado intensa para el bien de mi pobre corazón y es algo que refuerza mi idea de no relacionarme con ustedes. Gritan ¨problemas¨ por todos lados y para eso ya tengo a Yukipedia.

-... Tch.

¿Qué pasa con ese chasquido de labios? ¡Soy yo el que debería estar molesto! ¡Soy una pobre víctima de las circunstancias!

-Eh... Querid-

-No le hables, Keika.

-¡!

... En serio esto es demasiado intenso. Como se nota que yo estoy pegado en el fondo con Paint. Este de verdad no es mi sitio.

Mientras ambas hermanas parecen estar teniendo una guerra de una sola mujer, yo levanté a este caniche a la altura de mi cara, mirando con detalle la gran belleza que encapsula esta criatura creada por Dios.

-¿Quieres ir conmigo al parque, Mister H?

-¡Roof!

-Lo tomaré como un sí.

¿La escuela? Al demonio esa cosa horrenda. No es el fin del mundo si falto un día... además de que en serio no quiero lidiar con el seguro golpe injusto de Hiratsuka-sensei. Por hoy no quiero sufrir ningún castigo.

Sin importarme qué estaban haciendo ese dúo de hermanas, me dirigí hacia el parque cerca de mi casa con Mister H en brazos.

Todo ese final fue bastante raro, pero no tiene importancia.

No es como si volviera a tratar con esto después.

Mi comedia romántica no involucrará problemas de una familia que ni me importa ni han aparecido antes en la historia. Lo único que me dará problemas son ese duo de chicas a los que no pienso ver hoy.

No quiero tener nada que ver con los Kawa-no-me-importa.


De acuerdo... Bienvenidos a... a... a lo que sea que esto sea.

Todavía no estoy seguro de que nombré ponerle, así que llamaremos a esto ¨Loligaya¨ por las risas. Siento que es un nombre divertido y sobretodo uno más o menos con sentido, algo que Yukinoshita perfectamente puede usar en esta historia para meterse con Hachiman.

En fin, supongo que podríamos hacer la aclaración de que esto irá por un rumbo parecido al de Autoconvencimiento: será por muchos momentos una comedia (sobretodo al principio), pero terminará tocando temas serios en los que Hachiman verá probados sus ideales. Todo con mucho dolor y consuelo de por medio.

Solo que esta vez Hachiman no será el centro de eso. Él será bastante parecido a su yo canónico salvo con un poco más de humor porque es algo tan mío que me es imposible quitarlo de él.

Este capítulo es solamente el prólogo a la idea. La ¨trama¨ se mostrará en el capítulo siguiente. Mi objetivo con este capítulo fue solo hacerlos reír, así que no hay mucho que se pueda sacar salvo al final... pero no es como si las escenas finales tuvieran mucho contenido.

Pensaba publicar esto como celebración de Oregairu 3, pero en vista de que se pospuso y que ya tenía casi todo hecho, he decidido publicar esta como algo aparte y publicar la historia especial cuando salga la tercera temporada.

Hablando de la serie, me encuentro un poco en conflicto con su atraso. Digo, quería verla cuanto antes, pero es que esta temporada de anime me ilusionó tanto porque SAO 3, Re:Zero y Oregairu estarían en la misma temporada. Como fan de las tres series, quiero verlas a las tres en la misma temporada.

Y espero que Oregairu esté para Julio. No solo porque esperar seis meses es demasiado, sino porque es cuando cumplo años XD. Si sale el 7 de Julio sería el mejor regalo de cumpleaños que jamás me han hecho.

En fin, creo que esto es todo. Espero que les haya entretenido este proyecto tan raro. No creo que llegué a la popularidad de ¨El Eroge¨ o ¨Autoconvencimiento¨, pero sería lindo que al menos llegaramos a la de Sagami.

Nos vemos pronto con un nuevo capítulo de Crazy Hachiman.

Adiós.