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¿Qué se sentirá morir?

¿Dolerá mucho?

¿Qué harías si yo ya no estuviera aquí?

¿Qué sentirías?

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-¡Que hipócrita eres, Sakura! ¡Tú tampoco hiciste nada! ¡Tú también eres culpable!

El dolor de cabeza y de su mejilla no se comparo al que sintió al ser concienciente de cuanta razón tenía.

Ella no podía decir nada.

¿Qué derecho tenía ella?

Ahora, en ese almacén olvidado, se sentía tan devastada.

Tan sola.

Tan rota.

Observo el cuchillo en su mano y después la muñeca de la otra. Las venas resaltaban a la vista.

¿Bastaría con un corte?

¿Dolerá?

¿Cuánto tiempo duraría?

Su mente estaba nublada.

Los recuerdos la ahogaban.

Su voz diciendo su nombre, su voz llamándola, su voz culpandola...

Ella ya no cree poder, cada día es más doloroso.

Ella ya no puede.

Mira una vez más su mano y antes de hacer un movimiento pide perdón en voz alta...

Sólo será un rato de dolor...

¿No?

La luz se enciende.

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El primer día de clases era especial, podías empezar de nuevo, conocer personas, hacer amigo, tener algún novio. Todo eso sonaba fácil, para una persona que fuera extrovertida y Sakura no era así.

Nunca había sido buena para empezar una conversación que tuviera sentido, siempre terminaba deseando que la tierra se la tragara. Situaciónes como estas causan que su estómago duela y comenzará a morder sus labios o morder las cutículas de sus dedos.

El profesor de la primera clase llegó y empezó a tomar asistencia, estaba a punto de llegar a nombrar su nombre cuando alguien interrumpió la clase.

Respirando entrecortado, con sus rubios cabellos revueltos y el uniforme echo un desastre, aquel alumno abrió la puerta.

-Llegando tarde, como siempre, Uzumaki- reprendió el profesor.

-Lo siento, mi alarma no sonó ¡De verdad!- El rubio se disculpó enérgicamente, el profesor suspiro antes de dejarlo pasar.

-Bien, sigamos.

Sakura observó a aquel chico hasta que ese sentó en su lugar.

-¿Haruno Sakura?- la pelirrosa miro al profesor antes de contestar-. Tenemos a alguien nuevo este año ¿Eh?- todos al instante voltearon a verla y Sakura trato de no sonrojarse ante tal atención, desvío su mirada, sus ojos se encontraron con un par de iris azules. Aquel chico no sólo era rubio, sino ojiazul.

Uff.

Este chico le sonrío y ella no supo que hacer, con suerte él dejó de verla y el maestro ya no comentó nada más, así que la clase siguió su curso.

¿Cómo rayos se respiraba?

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Aquel descanso se le haría eterno, se maldijo internamente al haber olvidado traer algún libro.

Mientras comía miro a todos a los que estaban enfrente, todos tenían su grupo de amigos y no era de extrañarse, era el último año de secundaria, la única nueva en el curso era ella.

-¿Puedo sentarme a tu lado?

Sakura se sobresalto. Era aquel chico rubio que le sonrío. Ella sólo murmuró un "Sí", después de todo el ya estaba sentado a su lado.

-Por cierto, soy Naruto. - Sakura lo observó un momento antes de hablar.

-Soy Sakura, aunque ya sabía tu nombre.

-¿De verdad?- Sonrío Naruto.

Sakura, hasta ese punto ya había pasado a estar nerviosa a estar aún más nerviosa, aunque trato de que el rubio no lo notará, sin mucho éxito. - Bueno, lo... lo dijo el profesor, cuando llegaste tarde...

-¡Tienes razón! Jajaja- Ella sonrío más tranquila ante la risa de él.

Después de eso siguieron comieron, entre platicas y risas (más por parte de Naruto que de ella), la hora de seguir con las clases llegó.

Él sin preguntar si Sakura estaba de acuerdo, camino a su lado durante el trayecto al aula.

Ella sin ningún problema lo dejo, sintiendose agradecida, de al menos, tener a alguien con quien pasar el rato.

Tal vez no era tan malo después de todo, tal vez...

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¿Cómo es que había empezado todo?

Desde el día que él se acerco a ella, Naruto la seguía, casi, a todas partes.

Y no, no es que eso la molestara, simplemente que no entendía el porqué. Naruto era demasiado amigable, a varios de sus compañeros les hablaba, ¿Entonces por qué él querría estar con ella?. Sakura se considera una antisocial, alguien que prefiere la soledad, o bueno, alguien que prefiere aparentar que le gusta la soledad. Ella era tan sosa y aburrida. ¿Qué es lo que hizo que Naruto le hablara? ¿No se aburría de estar con ella?

-No, no lo hago, de echo disfruto estar más contigo, me agradas.

No pudo evitar preguntar. Y la respuesta que él le dio la hizo feliz, tanto que tuvo ganas de llorar.

Caminaban juntos, Naruto la acompañaba hasta la estación, donde ella tomaría un tren para llegar a su casa.

-Espero no te arrepientas después.

-¿Por qué lo haría?- Naruto inclino un poco su cabeza a un lado -. La verdad, aunque hay compañeros a los que les hablo bien, tú eres la única con la que realmente me siento bien, el platicar y bromear contigo, se siente como si...

Sakura quería que continuara, hace dos meses que se conocían, hace dos meses que las platicas, las risas, estaban presente en su día a día... Pero el sonido de su celular lo interrumpió. Lo vio sacar el celular de la bolsa de su pantalón y sorprenderse cuando miro la pantalla, su mirada cambió, sus ojos se iluminaron y una sonrisa que ella no había visto apareció en su rostro.

Hace dos meses que lo miraba, tratando de grabar sus gestos, sus rasgos que lo hacían lucir guapo.

Naruto contestó. Al principio, cuando el dijo "claro que puedo, donde te veo", pensó ingenuamente que podría ser su madre, grande fue su sorpresa al escuchar salir de sus labios el nombre de una chica.

Apretó los tirantes de su mochila con fuerza.

Cuando termino la llamada Naruto volteo a verla. - Lo siento Sakura-chan, hoy no puedo ir contigo el resto del camino.- puso sus manos juntas a modo de disculpa. Él se veía tan feliz...

¿Quien es ella, Naruto?

¿Quién es Hinata?

-Ya falta poco, puedes regresar corriendo si te urge ¿no?- estaba molesta, pero aquello él no lo notó. Sakura puso su mejor cara de suplica, aquello funcionó. Ella sonrío creyéndose victoriosa.

Al llegar a su destino, ella penso en despedirse de una manera distinta esta vez. Tomó la mano de Naruto y lo jalo lentamente y ella se paro de puntitas y le dio un beso en la mejilla, al separarse de él pudo ver su sorpresa.

-Eres la mejor amiga que puedo tener- Naruto la abrazo y ella correspondió, momentos después de separaron y él se despidio de Sakura con un choque de puños antes de irse.

Sakura se quedó mirando su mano aún echa puño.

Claro, eres mi mejor amigo.

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Naruto no tenía que saber lo que el abrazo había significado para ella, él no tiene que saber que en realidad no sabía como fue que salió el valor para darle ese beso, él no tiene que saber que cada que sonríe algo cálido llena a Sakura, que sus ojos hacen desear que sea la única a la que vea, él no debe de saber que se imagina caminar tomados de la mano, que sueña con él, que piensa en él, Naruto no debe de saber que desea probar sus labios y oír el latido de su corazón.

Él no debe de saber que está enamorada.

-Voy solo, claro que sí, voy de regreso... Ya te dije, pensé que te habías ido...

Y por supuesto él no debía de saber que ella siente celos, un sentimiento que nunca había tenido antes.

Los dos estaban comiendo una rebanada de pizza, que pasaron a comprar de camino, Naruto había insistió en invitarle y ella no se pudo negar.

-Sakura-chan, de verdad tengo que regresar esta vez- le dijo él cuando terminó su llamada.

Sakura suspiro y no le quedó de otra que dejarlo esta vez. - Está bien, no te preocupes, anda y ve con ella.

-¡Gracias Sakura-chan! Te prometo que la próxima te recompensare.- La pelirrosa sonrío divertida antes de aceptar y verlo irse por donde habían venido.

Naruto no tenía que saber que le dolía que él la dejara de lado por ella, aún sabiendo que no tenía porque reclamar, ellos sólo son amigos y Hinata era su novia.

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-¿Estas bien, Naruto?- cuestióno Sakura cuando termino de comer su bento. Hace una semana que Naruto había estado un tanto distante, de echo falto a clases dos días seguidos y eso la estaba preocupando enormemente.

-¿Uh? ¿Por qué lo dices?- sonrió antes de llenar su boca con el último trozo de carne -. ¡Por supuesto que estoy bien, porque estoy contigo!- Ella odiaba cuando él hacía aquello, siempre tratando de desviar el tema cuando se trataba de hablar de sus problemas. Sakura hace meses que se había abierto con él, revelando varias cosas que la hicieron ser como era hoy en día, los traumas, los días malos que tuvo... Todo le contó y él había echo que casi todo los sentimientos negativos desaparecieran de su mente. Cada que estaba con él se sentía libre de ser y hablar como si se conocieran de toda la vida.

Y le dolió que Naruto no se sintiera igual, aun cuando él le decía lo augusto y feliz que se sentía con Sakura. Ella no le creyo del todo y ahora menos.

-Has estado muy callado.

Naruto se movió inquieto. -Hace una semana que termine con Hinata- confesó-. Más bien, ella terminó conmigo.

Sakura no escondió su sorpresa. - ¿Pero por qué?

Naruto se encogió de hombros y miro al suelo. -Al parecer se harto de mí.

-¿Qué? ¿Estás hablando en serio? ¿Eso te digo?- cuestionó incrédula, Sakura no conocía a Hinata, sin embargo ya la odiaba más que antes.

Naruto suspiro y está vez alzó su mirada al cielo. - En ocasiones siento que no le agrado a nadie, que en realidad les fastidia mi forma de ser, que no le importo a nadie, lo sé, porque lo he escuchado...

Soledad, tristeza, cansancio...

Eso es lo que Sakura pudo ver en los a ojos azules de Naruto y no sabe describir con exactitud lo que ella sintió al verlo así.

¿Quién es la persona que le hizo creer eso?

¿Quién tuvo el corazón para decir palabras tan crueles?

¿Hinata?

¿Sus "amigos"?

Apretó los puños y sintio que las palabras se querían quedar atrapadas en su garganta.

Tal vez él no entendería lo que diría a continuación, pero creía que Naruto lo necesitaba saber. -¡Esos idiotas se lo pierden! No saben realmente la hermosa persona que eres y el corazón tan grande que posees, yo no pienso que seas molesto, para mi eres...

¿Por qué callar?

¿Por qué te detienes, Sakura?

-El mejor amigo que podre tener ¡Ellos se pierden de tu amistad!

Pudo oír como el reía levemente y volteo a verlo.

Oh vaya. Quería llorar. Llorar de impotencia.

La felicidad no lleno sus ojos, pero de todas formas se veía hermoso, pensó Sakura.

El timbre sonó, se levantaron del suelo y antes de que ella fuera consciente, se abalanzó a él y rodeo sus brazos en su cuello y le dio un abrazo, sintió las manos de Naruto rodear su cintura y se sorprendió cuando, por segundos, no sintió el suelo bajo sus pies, Naruto la había elevado durante un momento, para susurrar en su oído un "Gracias".

Y Sakura rió feliz.

Aquel abrazo había durado solo unos segundos, pero la sensación se mantuvo presente en su cuerpo por días.

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-¿No hay nadie en tu casa?- Estaba nerviosa, más que nerviosa, estaba entrando a la casa de Naruto, esa mañana el profesor de Historia les había puesto en parejas, tenían que exponer frente a la clase el tema que él mismo les dio. Naruto había corrido a ella cuando el maestro anunció que sería en parejas y que por esta vez los dejaría escoger. Sakura estuvo feliz que hacer equipo con él así que, en la hora del almuerzo, se pusieron de acuerdo en ir a la casa del rubio al terminar las clases. Sakura le mando un mensaje a su madre y ella le dio permiso, con la condición de que llegara a casa antes de las 7.

-Mis padres están trabajando y mi hermano mayor ya no vive acá, hace un año que se mudo y ahora vive con su novia.

Sakura se quito los zapatos y los dejo a la entrada, solo quedando con sus calcetas. -No me habias contado sobre tu familia.

-Hay muchas cosas que no sabes de mí, Sakura.- Naruto le dio una mirada de misterio.

Sakura experimento un sentimiento al que no le pudo poner nombre. Aquello le molesto.

Subieron a la habitación de Naruto y Sakura se sentó en la silla que estaba a un lado de una pequeña mesa que está junto a la ventana, donde se podía ver el jardín de enfrente.

Durante una hora y media se dedicaron a planear la exposición y otra media hora para ensayar. Cuando todo estuvo listo Naruto le propuso jugar un rato la consola, ella aceptó y pasaron un buen rato entretenidos, riendo y golpeándose jugetonamente.

-¡Gane!- Sakura grito con euforia mientras elevaba sus brazos.

-¡Sólo porque me deje!- protestó el rubio.

-Lo que digas- se burlo Sakura.

-Ya veras.

-¿Eh...?

De repente Sakura se vio acorralada por Naruto. Estaban sentados en el suelo, frente al televisor. Naruto la tenía bajo su cuerpo y sus manos a cada lado de su cabeza y sus piernas a cada lado de los de ella. Sakura lo miro nerviosa, su corazón empezó a latir más rápido.

Naruto se acerco más a ella, Sakura cerró sus ojos y los apretó, un momento después sentío como el rubio empezaba a hacerle cosquillas...

Sakura se retorcio mientas reía y le gritaba que parara. Le dio una patada con su rodilla en su estómago que hizo que Naruto la soltara, Sakura aprovecho eso y al instante ella se levantó, él le siguió a los pocos segundos.

-¡Detente!- demandó Sakura limpiandose sus ojos, tenía lágrimas por haber reído tanto.

-No, no te vas a escapar.- Naruto le sonrió desde su lugar y Sakura advirtiendo el peligro se subió a la cama. -¡Basta! De verdad ya no puedo, mi estómago me duele.

Naruto pareció rendirse y Sakura tuvo una mejor idea. -Date la vuelta.

-¿Para qué?

-Tú sólo hazlo.

Naruto pareció dudar, pero hizo lo que ella le pidió. Cuando él estuvo de espaldas, Sakura se aproximó a él y rodeo sus manos en su cuello y acerco su cara a su cuello, respiro profundamente para llenarse de su olor.-¿Crees que me puedas cargar de este modo?

-¿Crees que no?- Sakura encogió sus hombros y antes de que pudiera decir más Naruto tomo sus piernas y se alejó de la cama, ella se aferro más a su cuello sin llegar a lastimarlo. Naruto dio un par de vueltas en su habitación corriendo, mientas los dos reían. Cuando Naruto se canso se dirigió a una de las orillas de la cama y soltó a Sakura, ella callo sobre ésta y Naruto le siguió poco después. Acostados uno al lado de otro, Sakura pudo escuchar como Naruto respiraba agitado y sintió como sus manos estaban rozando. Sin embargo no volteó, temiendo que las palabras de una confesión salieran de su boca.

Sacó el celular de su bolsa y se sorprendió cuando vi la hora, eran casi 6:30. -Ya es muy tarde, ya tengo que irme.- se levantó rápidamente.

Naruto hizo lo mismo. -Te acompaño a la estación.- le ayudo a levantar sus cosas, ella se encargo de llevarse todo el material de su trabajo, pues Sakura temia que Naruto olvidará algo para el día de mañana.

Salieron de su casa y en el camino ellos platicaron de que podían hacer ésto más seguido, Sakura estuvo de acuerdo y le dijo que a la próxima sería en su casa y mientras lo decía vio como Naruto dejó de sonreír al instante, para después poner una expresión extraña. Cuando Sakura estaba a punto de preguntarle que pasaba, el celular de él sonó, anunciando un nuevo mensaje y cuando vio el rostro de Naruto al leer el mensaje, supo quién era.

-¿Es ella?- se obligó a preguntar.

Naruto alzó su mirada y respondió que sí. -Dice que quiere que nos veamos hoy.

-¿Vas a regresar con ella?

-No lo sé.- Sakura afianzó su agarre a las carreras de su mochila.

Cuando estuvieron a punto de llegar a la estación. Sakura lo detuvo, se paro frente a él y antes de que pudiera cuestionar su actitud ella habló. -¿Cambiaría algo de nosotros si te confieso algo? ¿Dejaríamos de ser amigos?

-Por supuesto que no.- respondió Naruto extrañado.

Antes de siquiera dudarlo las palabras salieron de su boca.

-Me gustas, Naruto.

Vio como él ampliaba la mirada. -Y no, no estoy esperando a que me correspondas, yo sólo... Quise que lo supieras, porque contigo me la paso bien, me siento bien, nunca había sentido esto. Te quiero.- agregó.

Naruto desvío su mirada y llevó su mano derecha a su nuca, claro gesto de nerviosismo y Sakura estuvo segura de ver un ligero sonrojo en sus mejillas. Pasó un minuto aproximadamente, un minuto que se le hizo eterno a Sakura.

-¡Di algo!- exigió Sakura exasperada.

-Ah... Es que no se que decirte- Sakura espero paciente esta vez-. En realidad yo ya lo sabia.

-¿Qué...?

-Es por la forma en la que actúas a mi alrededor, por la forma que me ves, por eso lo supe.

Sakura se quedó boquiabierta, no espero aquello, sintió como sus mejillas se calentaban.

-Y yo también te quiero... pero, Sakura yo...

Oh no, no lo dijas.

-Lo sé, se que solo me ves como una amiga.

-Lo siento...

-No, no te disculpes, esta bien...

-¿Amigos?- la mano que antes estaba en su nuca ahora estaba frente a ella, Sakura sonrío antes de chocar su palma contra la de él para al final, chocar sus puños

-Nos vemos mañana, Naruto.- Sakura se volteo y corrió el resto del camino a la estación.

Todo había salido bien, por lo menos no perdería su amistad. No perdería a Naruto.

No, no llores...

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Naruto no llegó al día siguiente, Sakura tuvo que exponer sola.

Con esfuerzo trato de no equivocarse, de no ser la burla de la clase, lo logró. Recibió la felicitación del maestro y los aplausos de sus compañeros, se sentó en su lugar y suspiro aliviada.

Mañana le pediría una explicación a Naruto.

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-¿Qué se sentirá morir?- Sakura miro a Naruto sorprendida. Esa mañana el había llegado temprano y ella fue hasta su lugar para exigir una explicación, pero Naruto no le permitió ni saludarlo cuando le había tirado aquella pregunta.

Su aliento se detuvo. -No lo se, aún estoy viva.

Naruto río un poco. Sakura noto que no había ni una pizca de felicidad en su voz. -¿Y si un día yo desapareciera para siempre que harías? ¿Qué sentirías?

Sakura se preguntó si acaso estaba de broma. -No dijas tonterías.

-No son tonterías yo...- Naruto suspiro y movió su cabeza de un lado a otro-. Olvidalo.

Sakura quiso decir algo, pero en maestro entró en ese momento al salón.

Sakura se quedó parada por unos segundos mirando a Naruto. Naruto ya no la veía. Se fue a su lugar y la clase empezó, ella no pudo poner atención.

En la segunda hora, se dedico a escribir una carta, donde le decía a Naruto lo que ella sentiría si él se va, si él desaparece.

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Naruto no le hablaba.

Naruto estaba ido.

Naruto estaba triste.

Naruto se veía cansado, fastidiado.

Naruto la había dejado sola durante el almuerzo.

A ella se le fue el apetito.

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-Hey, Naruto- Sakura corrió a su lado al terminar las clases.

La mirada que le dirigió no le gustó nada. -¿Qué pasa?

-¿Estás bien?

Él aparto la mirada y sin dejar de caminar le dijo que estaba bien. Sakura no le creyó así que insistió.

-Si pasa algo... Cuéntame, yo...

Naruto no le dejo terminar cuando nuevamente la miro, tenia el ceño fruncido. -¿Por qué te debería de contar algo a ti?

Su voz tenía un tinte de burla. El corazón de Sakura se estremeció de una horrible manera.

Porque somos amigos... ¿No?. Sakura quiso decir, sin embargo se quedó callada sin saber que decir, sus palabras la habían lastimado y si él se dio cuenta no se retracto.

Naruto de todas formas la acompaño hasta la estación, durante el trayecto no hubieron risas, ni los pequeños golpes que se daban. Todo fue silencioso.

-Ten, leela, por favor.- Sakura le dio una carta, Naruto la miro sorprendido y a los pocos segundos la tomó, se quedó mirándolo. Y después la abrazo. Sakura le regresó el gesto, escondiendo su rostro en su cuello, amaba su olor.

Cuando se separaron Sakura se le detuvo el corazón por unos segundos, o al menos así lo sintió ella.

Naruto sonríe.

Sonríe como la primera vez que se vieron, hace casi un año de eso.

Pero sus ojos...

-Muchas gracias, Sakura.

Sakura le sonrío y después tomó su mano y la apretó con fuerza. - Nos vemos mañana ¿Vale?.

-Nos vemos mañana, Sakura.

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Naruto no fue al día siguiente.

A la salida, vio a uno de los amigos de Naruto hablar con un par de policías.

Sakura trató de respirar.

Algo no andaba bien.

"¿Qué sentira morir?"

"¿Dolerá mucho?"

Sakura movió de un lado a otro su cabeza.

Naruto llegaría a la escuela al otro día.

Así será.

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Naruto tampoco fue al día siguiente. Era 15 de Abril.

Sus compañeros de clase hablaban en susurros. Ella trató de no escuchar.

Sentía que alguien la miraba intensamente, miro al rededor hasta encontrase a un par de iris negros.

Era aquel chico que ayer estaba hablando con los policías, era el que era más cercano a Naruto. Sus ojos la miraban y ella no entendía el porqué, aparto la vista y trató de que la angustia no se apoderase de ella.

Naruto está bien. Lo iré a ver y le daré unos buenos golpes, por abandonarla ahora.

Sí, eso haré.

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Antes de terminará la última clase el director entró al salón le dirigió unos palabras a la maestra de física, vio como la sorpresa apareció en su rostro y escucho a una de sus compañeras que estaba cerca del escritorio jadear.

-Presten atención un momento- empezó a decir el director. Un hormigueo recorrió el cuerpo de Sakura y sus manos empezaron a sudar -. Como algunos ya sabrán, su compañero, Uzumaki Naruto, no llegó a casa el día martes.

Sakura se forzó a seguir sentada.

-Hoy en la mañana se nos informó que lo encontraron en el bosque de Aokigahara.

Varios jadeos de sorpresa se escucho en el salón.

Sakura se paralizó.

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-¿Conoces el bosque de Aokigahara?

Sakura miro a Naruto. -¿Te refieres al que esta a las orillas del monte Fuji?

-Sí, a ese ¿Sabes que es lo que lo hace tan famoso?

-Varias personas van a ese bosque a quitarse la vida.

-¿Cuál crees que sea la manera más rápida de morir?

Sakura frunció el ceño. -¿Por qué estás preguntando eso? ¿Por qué sacas ese tema ahora?

Naruto encogió sus hombros. -Tenía curiosidad.

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Ella permacio sentada, hasta que el director salió del salón. Escucho a sus compañeros llorar. Escucho palabras. Escucho a alguien llamandola.

"Nos vemos mañana, Sakura"

Se levanto, tomo su mochila y salió del salón casi corriendo. Nuevamente escucho que alguien la llamaba, más no volteo en ningún momento.

Llegó a la estación. Subió al tren. Llegó a su casa.

-¿Sakura?

Miro a su madre y corrió a abrazarla. Y ella estalló, empezó a llorar. Su madre la llamaba, preocupada y entre sollozos le contó lo que pasó. Su madre la abrazo aún más fuerte, a ese punto empezó a sollozar aún más fuerte.

El dolor era inmenso, las lágrimas le dolian, la garganta le ardía. Sus piernas perdieron fuerza, su madre la arrastro hasta el sofá donde se sentaron.

Su madre sabía de quien hablaba. Ella todos los días llegaba a su casa y le contaba a su madre sobre lo que pasó ese día con Naruto, le contó incluso de cuando confesó sus sentimientos. Su familia sabía, por palabras de ella, quien era Naruto.

Pasaron algunos minutos antes de que ella pudiera controlarse, después de eso fue a su habitación.

Y en la soledad pudo pensar en todo.

Naruto se había ido.

Las lágrimas volvieron a bajar por sus mejillas.

No es cierto.

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Al día siguiente ella fue a la escuela. Realmente no presto atención. Todos permanecían en silencio.

El día fue eterno.

La maestra de física les había anunciado que la familia Uzumaki harían el velorio hoy, que todos estaban invitados a ir.

Sakura le mando un mensaje a su madre, diciendo que llegaría tarde y le contó el motivo, apago su celular antes de recibir una respuesta.

Sus compañeros se reunieron en la salida y alguien se acerco a ella.

-¿Quieres ir con nosotros?

Sakura miro a la rubia, Ino, se llama o al menos eso recuerda. Ella solo responde que sí y la rubia se puso a un lado de ella. El camino a casa de Naruto, se le hizo bastante corto.

Ya había estado ahí una vez.

"La próxima vez vamos a mi casa"

Ya no habrá una próxima vez.

Entraron silenciosamente, había mucha gente en el pequeño salón principal. Sakura se quedó aún lado de la puerta, mirando el ataud blanco que estaba a unos metros de ella.

¿Realmente él está allí?

¿Es Naruto? ¿Están seguros?

Un monje daba una oración. Sintió un apretón en su brazo y se dio cuenta que Ino estaba llorando y ella trató de no imitarla.

Al finalizar la oración el monje pidió que los que quisieran acercarse a despedirse lo hicieran. Varios pasaron y el turno de que pasara todos sus compañeros llegó. Ella fue jalada por la rubia y ella la siguió.

Su corazón latía fuerte, dolorosamente.

Su turno llegó y durante unos segundos dudo en acercarse. Pero las ganas de confirmar con sus ojos que era él hicieron que caminara hasta poder verlo.

Que hermoso se ve.

Él está durmiendo.

Él se ve tranquilo.

Él se ve en paz.

Naruto es el que está adentro de esa caja.

¡Levántate!

¡Vuelve a reír para mí!

Sakura cubrió su boca con una mano tratando de ahogar el grito de dolor cuando vio el cuello de Naruto. Claramente trataron de cubrirlo con la camisa blanca con el que lo vistieron, pero aún así, una pequeña parte se podía ver.

Naruto se suicidio.

Naruto se quito su brillo.

Naruto había decidido ser libre.

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El día había sido un borrón, casi no recordaba nada.

Ahora caminaba a un lado de Ino, la rubia le tomó la mano y la apretó con fuerza, Sakura la miro e Ino le dio una sonrisa triste.

Ambas iban caminando, a un lado de la gente que cargaba el ataud blanco, iban hacia el cementerio. Cuando llegaron, ella de nuevo fue golpeada por la realidad. Ya había ido antes a ese tipo de lugares, cuando su abuelo paterno y su abuela materna, fallecieron y aún así, no recuerda haber llorado tanto como ahora.

El rincón donde sería puesto ya están preparado. El monje se paro frente al ataud y empezó a recitar. -. Naruto fue un joven muy inquieto, siempre sonriendo, siempre haciendo bromas a sus conocidos. Él fue una luz para todos y sin embargo el no llegó a amar como debió haber sido. Y todos aquí tienen su parte de responsabilidad, sus compañeros, su familia. Porque él aún tenía mucho por vivir, muchas risas que regalar. Hoy quiero que reflexionen sobre lo que hicieron mal.

Cómo un balde de agua fría, cayó la realidad.

Ella tenía la culpa.

Ella no hizo nada.

Al terminar el monje dejó que se acercarán a despedirse de él. Vio a el hermano mayor de Naruto llorar sobre la caja y recordó que Ino le había dicho que él encontró la carta donde le contaba sus motivos y donde lo podría encontrar. Después de él pasaron otras personas que no conocía, hasta que ella se acerco. Sabía que era Hinata cuando la vio derrumbarse sobre la caja, otra chica se acerco a ella y le ayudó a levantarse, paso a un lado de ella y Hinata la miro por unos segundos.

Ino le preguntó si no se acercaría y ella negó con su cabeza, que le dolía bastante.

Después de que todos se despidieron de él, empezaron a bajar la caja. Sakura pudo reconocer a la madre y el padre de Naruto, ninguno de los dos lloraba, pero tenían la mirada perdida. Y cuando empezaron a tapar la caja con tierra, Sakura volvió a soltar algunas lágrimas.

Duele demasiado.

La gente se empezó a ir y ella se despidio de Ino, pero Sakura permanecio parada a unos metros de donde ahora estaba la tumba de Naruto.

Cuando ya todos se habían ido ella se acerco.

-¿Por qué?- preguntó en voz alta, sabiendo que nadie le respondería -¿Por qué me has dejado sola? ¿Por qué lo hiciste?

Se le rompió la voz y empezó a llorar con fuerza, apretó su camisa negra con sus manos, la fuerza se le fue de sus piernas y callo se rodillas.

-¡POR QUÉ!- Sus pulmones dolían y sus ojos le ardían.

-¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE NADA?!

Naruto ya no va a regresar.

Naruto ya no va a reír.

Naruto ya no va a hablar.

Ya no va a ver su sonrisa de la cual se enamoro.

Ya no va a escuchar su voz.

Ya no va a mirar sus ojos.

-¡Yo... Yo te amo, Naruto!- su voz salía rasposa, rota.

Se encogió sobre ella, presa del dolor. Dolía respirar. Dolía incluso pensar.

-Sakura.- levantó rápidamente la vista y su decepción fue grande al ver unos ojos de iris color negro, no era Naruto. Sakura lo había visto derramar algunas lágrimas -. Ven.

Sakura vio la mano que extendió a ella, ella dudo por unos segundos antes de tomarla. El pelinegro tomó su otra mano para ayudarla a levantarse, el un susurro le agradeció. Sus piernas dolían demasiado, al parecer el chico pareció percatarlo y rodeo su cintura con uno de sus brazos.

No sabía exactamente qué o por qué el chico la ayudaba, nunca se habían hablado, sin embargo lo dejó ayudarlo, él no la soltó hasta que ella le aseguró que podía caminar por su cuenta. Tomaron la misma ruta que ella caminaba con Naruto.

Él ya no está para caminar juntos.

Cuando estuvieron en la estación el chico se presentó. -Por cierto, soy Sasuke.

-Sakura.- Respondió ella simplemente. Sakura pensó que él se iría en ese momento sin embargo la siguió hasta el borde del carril, el tren llegó y ella subió, Sakura volteo a verlo y Sasuke levantó la mano y se despido antes de dar la vuelta e irse.

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Sakura no fue a la escuela por una semana. No se sentí con las fuerzas suficientes como para levantarse.

La tarde del Domingo su madre entró a su cuarto seguido de su padre.

-Sakura.- su madre se sentó en la orilla de la cama y mientras su padre se quedó parado a un costado. Sakura los miro.

-Sabemos que estas pasando por un momento muy difícil, que tú querías mucho a ese muchaco- empezó a decir su padre-. Pero nosotros te necesitamos, no nos gusta verte así.

Su padre se agacho y acaricio su cabeza, mientras su madre tomó sus manos.

-Tú aún nos tienes a nosotros.- vio lágrimas de su madre y ella la abrazo y lloro un poco más.

Sus padres tenían razón.

Que mal agradida eres, Sakura.

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-¿Puedo hablar contigo?

Sakura se sorprendió al verla parada allí, Hinata claramente la había estado esperando en la entrada del colegio. Ella aceptó y fueron juntas hasta un lugar apartado, donde no las podrían escuchar.

-¿Qué pasa?- Interrogó Sakura, la sensación de que algo iba a acabar mal fue ignorada por ella.

-Sabes quién soy ¿cierto?- Sakura afirmó dudosa -. Yo se quien eres, él en una ocasión me contó de ti.

Hinata luce enfadada.

-Yo tengo algo que enseñarte.- le extendio una carta, Sakura la tomo con las manos temblorosas -. Naruto me mando esta carta antes de que él...

Sakura abrió la carta y empezó a leer.

"Hinata...

Se que no fui un buen novio, que te dañe y decepcione de mil formas. Pero yo siempre te ame.

Yo ya no puedo más, lo siento.

Sabes que mi familia me odia. Yo ya estoy cansado de esto.

Se que encontrarás a una persona que te ame sinceramente.

Me despido de ti, Hinata."

-¿Quien te dio esta carta?

-Fue su prima, Karin.

-¿Cuando te la dio?

-El lunes, al empezar las clases.

¡¿QUÉ MIERDA?!

-Tú no hiciste nada para detenerlo.

Hinata la miro sorprendida y Sakura no escondió su rabia. -¡Tuviste la oportunidad de detenerlo!

Sakura apretó sus puños, controlando las ganas que tenía de golpear a Hinata.

-¡¿De qué hablas?! ¡Yo no leía la carta hasta que estuve en mi casa! ¡Cuando intente llamarlo ya había apagado su celular!

-¡Debiste ir a su casa! ¡Debiste detenerlo! ¡No lo amabas lo suficiente! ¿Verdad? Él no te impor...

Sakura sintió el ardor en su mejilla, su rostro se había echo a un lado ante el golpe.

-¡Que hipócrita eres, Sakura! ¡Tú tampoco hiciste nada! ¡Tú también eres culpable! ¿Acaso no eran mejores amigos? ¿Acaso no eras tú con quien más pasaba tiempo?... Ja ¡Que conveniente de tu parte culparme!

-¿Para qué me mostraste la carta?- Sakura no había movido su rostro, hasta el momento en el que la escucho reir.

Hinata sonreia, al parecer estaba disfrutando de verla así. -Para poder verte así, porque yo te odio, odiaba que estuvieras alrededor de él, como si fueras tan importante para él. Me alegra saber que no fue así.

Y con eso dicho se fue.

Naruto se había despedido de Hinata. A ella no le dejó nada, no le dijo nada.

Al final no fue tan importante en la vida de él como creía.

Ah...

Quiero dormir.

No quiero seguir.

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Cuando la última clase terminó ella tomó sus cosas y en lugar de ir a la salida camino hacia el almacén de la escuela.

Al llegar cerró la puerta, no le puso seguro, estaba segura de que nadie le había seguido.

Se dejó caer sobre una esquina y sacó de su mochila el cuter que había tomado del pupitre de alguno de sus compañeros.

-¡Que hipócrita eres, Sakura! ¡Tú tampoco hiciste nada! ¡Tú también eres culpable!

Sin tan sólo hubiera insistido, si tan sólo hubiera notado todos sus cambios, si tan sólo no hubiera sido tan ingenua al pensar que Naruto estaría bien, él aún estaría a su lado.

Extraño mucho tu sonrisa, tu voz, Naruto.

El dolor de cabeza y de su mejilla no se comparo al que sintió al ser concienciente de cuanta razón tenía.

Ella no podía decir nada.

¿Qué derecho tenía ella?

Ahora, en ese almacén olvidado, se sentía tan devastada.

Tan sola.

Tan rota.

Observo el cuter en su mano y después la muñeca de la otra. Las venas resaltaban a la vista.

¿Bastaría con un corte?

¿Dolerá?

¿Cuánto tiempo duraría?

¿Podré verte?

Su mente estaba nublada.

Los recuerdos la ahogaban.

Su voz diciendo su nombre, su voz llamándola, su voz culpandola...

Ella ya no cree poder, cada día es más doloroso.

Ella ya no puede.

Mira una vez más su mano y antes de hacer un movimiento pide perdón en voz alta...

Sólo será un rato de dolor...

¿No?

La luz se enciende.

-¿Sakura?- La persona que entró se percató de su estado y corrió a ella - ¡No!

Ahora que estaba frente a ella pudo ver que era Sasuke, quien le arrebato el cuter y lo aventó lejos, como si quemara. -¿Sakura?

Ella lo miro. -Yo sólo... queria verlo...

Sasuke abrió los ojos y después la abrazo. Sakura se soltó a llorar y se aferro a la espalda de él, pudo sentir como él empezó a acariciar su espalda y susurraba "Tranquila" "Llora todo lo que quieras" "Estoy aquí".

Después de unos minutos ella se separo de él. -¿Cómo supiste que estaba aquí?

-Te seguí cuando vi que tomaste otro camino- le confesó mientras limpiaba las lágrimas de ella con sus dedos. -. No lo hagas otra vez, no pienses que de esa forma arreglas algo. No te lleves tu vida lejos.

Sakura lo miro sorprendida, la mirada de Sasuke le estaba suplicando, él mantuvo sus manos sobre sus mejillas. Ella suspiro y le sonrío. -Tienes razón. Te juro que no lo volveré a hacer.

Estaba jurando a una persona que no conocía bien, pero necesitaba hacerlo, para tener su juramento en su mente cada que quisiera hacer otra locura.

Sasuke se encargo de que llegara a casa, le decía que estaba exagerando, no es como si fuera a arrogarse sobre el tren o algo así, Sasuke no le gustó su chiste y Sakura se rindió.

-Esta es mi casa- anuncio cuando estuvieron frente a su hogar.

Sasuke asintió con su cabeza. -No te culpes de nada, Sakura. Él tomó su decisión y también lo fue el no hablar con nadie sobre lo que le pasaba.

Sakura se sorprendió por las palabras, y se sintió mal, Sasuke era amigo de Naruto desde hace años, él también sufrió e incluso más que ella. Sakura bajo la cabeza.

Que patética.

-Hey- Sasuke llamó a atención golpeando levemente su frente con sus dedos, Sakura se llevó la mano a su frente sorprendida -. Es para que las nubes negras en tu mente se vayan.

Sasuke sonrío.

No era una sonrisa brillante y exagerada de Naruto, la de Naruto se asemejaba al sol.

La sonrisa de Sasuke era luminosa, como la luna.

-Tienes que decirle a tus padres hacerca de hoy y buscar ayuda profesional, yo iré contigo.

Sakura creía que tenía a un ángel frente a ella. Con unas lágrimas en el borde de sus ojos aceptó.

Cuando entró, se encontró a su madre cocinando y a su padre aún lado de ella. Respiro antes se entrar.

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-¿Por qué no me dijiste antes que hoy era tu cumpleaños?- reclamó Naruto.

-¿Lo siento?- Sakura mordió un trozo de manzana para después poner otro en el bento de Naruto.

Naruto murmuró algo y después como si se le hubiera ocurrido una brillante idea, recogió la manga derecha de su sudadera y desató una de sus pulseras. -Ten.

Sakura miro la pulsera y luego a Naruto. -Es tu regalo de cumpleaños.

Naruto me tomo la mano izquierda y amarró la pulsera alrededor de su muñeca. -Gracias, Naruto.

Naruto le sonrío. -¿Sabes? deberías de hacerte amiga de Sasuke o de alguien más.

-¿Quien es Sasuke y por qué debería de hacerlo?

-Es él- con un movimiento de su cabeza, Naruto le señaló donde tenía que mirar. Sakura siguió la dirección de la mirada de el rubio hasta que lo vio, a unos metros de ellos estaba Sasuke platicando con un pelirrojo, Sasuke miro en su dirección para después apartar la mirada rápidamente.

Que... raro...

-Deberías de hacer más amigos, para que no te sientas sola.

Sakura volvió a ver a Naruto y frunció el ceño. -No me siento sola.

Naruto susurro unas palabras y Sakura le escucho.

-Algún día, ya no estaré a tu lado.

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-Perdoname por no haber venido antes, pero la verdad es un camino muy largo largo por recorrer, ahora que no estas aquí, tengo que seguir. Dejaste muchas preguntas sin respuesta, respuestas que ya no busco. - Sakura estaba de rodillas frente a la lápida. Naruto Uzumaki (1999- 2016) Esta escrito.

-Antes de venir, tenía que aprender a perdonarme y perdonarte también, porque... Confieso que hubo días en los que traté de odiarte por lo que hiciste, pero entendí que eso no llenaría el vacío que dejaste en mi. No le haría nada bien a mi corazón. Ha pasado medio año, no es mucho tiempo, tampoco es poco, simplemente son días más. Ya no te detendré más, ya no deseare estar contigo, ya no trataré de llegar a ti. Agradezco todo lo que hiciste por mi, todos los días que me hiciste feliz...

-¿Nos vamos?- Sakura levantó la vista y sonrío.

-Y gracias por mandarme a un ángel.

Sakura se levantó. -Sí. ¿A donde quieres ir hoy?

Sasuke se quedó pensativo antes de contestar. -Creo que estaría bien ir a comer, hay un lugar al que quiero ir.

Sakura aceptó, se despidieron de Naruto y se fueron juntos.

Naruto... Siempre estarás en mi mente, guardaré los momentos más hermosos que vivimos juntos. Y haré nuevos junto a las personas que ahora están a mi lado. Prometo vivir para ser feliz.

Fin

El suicidio deja corazones rotos, deja almas heridas, personas rotas que toman la decisión de tomar el mismo camino que ellos, porque la culpa los come día a día. El suicidio deja secuelas en los familiares y amigos.

No creas que estas completamente sólo.

Pide ayuda por favor.

Esta historia, en su mayoría, es real.

Esta historia es la de él.

Esta historia queda grabada en mí, como todo de él.

Gracias por leer. Y mantente con vida.