Yo no inventé YGO ni sus respectivos personajes
"Beban el remedio de la vista justa, golpeen el tambor de las venenosas calumnias"
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La sangre rebalsaba de su boca, su cuerpo estaba tembloroso y frío con el suelo áspero arañando sus rodillas, era como si su piel estuviera hecha de papel, aquello que apretaba su cuello era una restricción de cualquiera de sus fuerzas. Nunca había reconocido esta fragilidad y le resultaba inaceptable.
No podía permitirse rendirse ante ese debilitamiento que causaba un mareo incontrolable y palpitaciones dolorosas cada vez que intentaba levantar la cabeza para ver a su torturador. Quizás dolía más analizar el contexto en el que se encontraba que el daño que lo desgarraba.
Sus pasos eran firmes, había memorizado el sonido de ellos en el poco tiempo que lo escuchaba acercarse. ¿Finalmente hablaría? No eran uno sino dos. El primero caminaba con pesadez, pero sus movimientos eran ligeros, brincaba y sacudía sus manos, mientras que el otro, que aparecía cada tanto, intentaba mostrarse imponente. Casi le salía natural con el odio que emanaba de su violencia.
Ese sujeto era el que más le importaba, aunque no podía hacer más que observar por ahora. Lograba lo mejor que podía para resistir esa mirada fija en sus ojos destellantes, la primera vez que se miraban así, y lo único que recordaba eran las llamas que en algún momento ocuparon el sitio donde la luz ahora residía.
—Soulburner…—su voz sonaba ronca, estaba sorprendido de poder oírse, de hecho.
Soulburner sonrió. Una sonrisa cruel que no encajaba muy bien en su semblante—Y Takeru Homura, un nombre que pronto olvidaré, pero tú no—respondió.
El muchacho se inclinó hacia el hombre encadenado, tomando su mentón con tal fuerza que parecía que iba a romperle la mandíbula—Tú no te olvidarás de mí, Revolver.
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Siempre que Soulburner decidía ir a ver a Revolver, él no debía acercarse. Cuando eso pasaba, Windy caminaba sin rumbo por los pasillos del castillo, en la zona de Lightning, fingiendo que nada ocurría en otro lado oculto de la red. Soulburner le dijo que Lightning no debía enterarse, y personalmente, sabiendo de qué se trataba, él tampoco lo hubiese querido.
Vengarse de Revolver era su mayor deseo y compartir tal con el origen de Flame era una joya que no debía perder. Hasta ahora Lightning no le había brindado esa posibilidad, así que no se negó cuando Soulburner le dijo su plan. Aunque todo el trabajo sucio lo tuvo que hacer Windy, estaba a gusto con darle su merecido finalmente.
No podía evitar sonreír cada vez que recordaba a Revolver viéndose tan desastroso y humillado, encadenado en ese rincón oscuro y húmedo, su avatar desnudo dispuesto a enseñar las cicatrices y moretones que le iban dejando. Ahora se mostraba como un humano ridículo, lo que siempre había sido. Ya no estaba en posición para burlarse de él.
Pronto sería peor, mucho peor.
Soltó una risita que resonó en los pasillos, sin enterarse de que no estaba del todo solo. —¿Qué es tan gracioso?
Windy se sobresaltó, su sonrisa desvanecida por una cara de susto que rápidamente cambió antes de voltearse a ver quién estaba detrás de él. Afortunadamente no era más que Flame, si hubiera sido Lightning—odiaba admitirlo— estaría en problemas.
—Tú no, definitivamente.
Windy se encogió de hombros, mostrando indiferencia por esos ojos que parecían querer analizarlo.
Flame arqueó una ceja, cruzándose de brazos. Molesto por la clara sospecha que se notaba en su semblante, Windy lo imitó—Deja de mirarme así—infló sus cachetes.
—¿Cómo quieres que te mire si sé que estás ocultándome algo? Y no solo tú, sino Soulburner.
—Tampoco es como si tuviéramos que contarte todo—tarareó el Ignis de viento, acercándose a él con pequeños brincos para tocar la punta de su nariz—Al menos que te necesitemos, pero nadie te necesita, Flame~
Windy sonrió maliciosamente, sabiendo que así molestaría al de fuego, aunque no importaba cuantas veces se molestara, él no se alejaría. No estaba seguro de por qué quería hacerlo enojar.
—Soulburner necesita a Playmaker, debería estar a su lado, pero no lo está—Flame mantuvo un tono sereno, a pesar del claro dolor que expresaba en su rostro—¿Sabes algo de eso?
Windy dejó de sonreír. Hacía días que Playmaker debería haber despertado, Lightning no decía nada, y Soulburner sólo continuaba esperando, la impaciencia cada día se tornaba más pesada, la agresividad aumentaba en su mirada y dicha frustración la liberaba contra Revolver. Windy notaba que ya dejaba de tratarse de una venganza, y probablemente, Flame podía sentir lo mismo, aunque no sabía lo que sucedía.
Trató de sacudir esos pensamientos. Lo que Soulburner y Flame sintieran no debía importarle. Debía preocuparse por sí mismo y sus propios deseos, porque nadie lo haría por él, ni siquiera Lightning.
—Windy…—insistió Flame—Te quedaste callado de repente.
Windy se alejó unos pasos, apretando dolorosamente sus puños—¿¡Y a ti qué te importa!?
—Es mi compañero, no puedo dejar que…
—Entonces, sólo vienes por Soulburner…—murmuró—Pregúntale a él, yo no soy su mensajero.
—No necesito preguntarle nada.
Flame notó que Windy se tensó al oír esto, la rabia cambiando a una mirada más indefensa. —¿Qué quieres decir?
—Soulburner le dijo a Playmaker que no debía preocuparse por nada, él se encargaría de hacer justicia. El culpable ardería en las llamas de su castigo.
Silencio. Windy tragó pesado, Flame juraría haber visto una gota de sudor cayendo por su sien, ni la carcajada que Windy soltó después pudo ocultar la palidez que teñía su piel.
Su risa sonaba desesperada. Windy estaba asustado.
—¡Tu origen está loco, Flame! Cuida que no sea contagioso…—Windy le dio una palmada despreocupada en su hombro mientras lo pasaba de largo.
Sin moverse, sin mirarlo, Flame contestó: —Tú también, cuídate.
Windy detuvo sus pasos, liberando inevitablemente un jadeo de sorpresa—Nadie sabe cuidarse mejor que yo.
—Me ahorro los comentarios—Flame rio, aunque su sonrisa se mostraba triste, pero Windy no pudo verlo. Los dos se estaban dando la espalda—No dejes que Soulburner haga algo del que pueda arrepentirse.
Finalmente, el Ignis de viento se volteó, frunciendo su ceño—¡No soy su niñera! ¡Tú eres su Ignis! ¿Qué estás haciendo?
Flame no respondió, causando que Windy riera de nuevo, pretendiendo ser hiriente.
—Ya veo. Lo siento, Flame. ¿Qué gano yo a cambio? Estuve esperando esto toda mi vida, y tu origen me necesita a mí. No a ti—dejó salir otra risita—A mí me pidió que hiciera ese espacio en la red para ocultar a Revolver, y yo soy quien va a matarlo, porque yo puedo darle ese poder a Soulburner.
Windy quería dañar a Flame, romperlo completamente, y comenzaba por hacerlo sentir un inútil, sabía que esa era su debilidad y estaba feliz de descubrirla. No le importaba delatarse abiertamente, sólo quería romperlo.
RomperRomperRomperRomper
—¡No lo entiendes, Flame! ¡Nunca lo vas a entender! ¡Por eso Soulburner dejó de confiar en ti!
Sus carcajadas se volvieron más descontroladas, resonando en todo el lugar.
Lightning podría escucharlo.
CállateCállateCállateCállate
—Estoy diseñando un virus… ¿Quieres ser mi sujeto de prueba? —susurró, abrazándolo por detrás—Puedo eliminarte antes que a nadie, y dejarás de estar tan molesto—mordió levemente su oreja—Dime, Fla…
—¡No me toques!
Flame lo empujó con fuerza, causando que su espalda impactara bruscamente contra la pared. Antes de que Windy pudiera responder, el Ignis de fuego lo acorraló, tomándolo del cuello de su maltratada capa—¡No dejaré que mates a nadie más!
Una intensa luz se encendió en los ojos de Flame que parecían querer destruir a Windy con solo mirarlo. Esa luz era similar a la de Soulburner, a la que Lightning llevaba, pero…
No, parecía la luz de una llamarada. Un fuego que lo quemaría si se continuaba acercando.
Nadie más, ¿eh? Windy repitió en su cabeza, tratando de recordar el momento en que puso sus manos encima de su propio origen; intentando reconocer cuándo decidió que no lo necesitaría jamás.
Flame era demasiado apegado a los humanos. No entendía nada.
No lo entiende
—Deberías detenerme, ¿no?
Las delgadas manos de Windy tomaron las muñecas de Flame, intentando ser más fuerte que su agarre. Los dos se sorprendieron cuando se dieron cuenta de que estaba temblando.
¿Acaso estaba asustado?
De pronto, la fuerza de Flame se redujo, y la luz en sus ojos se fue apagando, quedando su brillo natural, su serenidad y…
…su pena.
Windy sacudió su cabeza y aprovechó esto para apartar las manos que lo retenían—No vuelvas a tocarme tú tampoco.
Lo empujó lo suficiente para hacerse un espacio así seguir su camino, aun si no sabía a dónde estaba yendo.
Sólo quería alejarse de Flame—No—alejarlo de su inestabilidad.
No caminó demasiado lejos, ya que Lightning lo detuvo al quedar frente a él.
~•~
Los pies de Soulburner sólo conocían dos caminos. Sus aposentos compartidos con Playmaker y aquel rincón oscuro que Windy creó para Revolver y él. Era curioso cómo su corazón—si es que todavía existía—palpitaba de una forma diferente cuando se encontraba en cada lugar.
Miraba a Playmaker y sonreía, contento. Era como cuando lo miraba dormir en clase, sólo tenía que esperar a que abriera los ojos para saber que tenía que desviar la vista, porque a Yusaku—No—Playmaker no le gustaba que lo vieran dormir, o que lo despertaran. Sólo debía sentarse y esperar.
Entonces, ellos estarían bien. Playmaker estaría bien. Él estaría bien.
Pero Playmaker no abría sus ojos, así que debía castigar al culpable. No dejaba de sonreír por eso.
Revolver estaba justo donde lo quería. Le haría pagar por todas sus pesadillas, sus lágrimas, sus gritos, su enfermedad.
Sus padres. Playmaker…
Playmaker estaría feliz. Sus padres también.
Todo, absolutamente todo…
…lo haría por ellos.
—Así que, despierta, Playmaker. Por favor.
Se recostó a su lado, tomando la mano fría de Playmaker. Su traje era oscuro y frío, pronto se lo cambiaría, eso fue lo que decidió antes de cerrar sus ojos, sin caer en la oscuridad de los sueños y pesadillas, solo apagó su mirada y descansó.
El único sueño que tendría sería el de Playmaker despertando y sus esmeraldas brillando con una luz cegadora.
Fue como si hubiera parpadeado, no se daba cuenta del tiempo que corría mientras dormía, sólo podía reconocer el cielo oscurecido, no había estrellas que lo iluminara. A veces sucedía, otras veces no.
Lo ignoraba. La noche ya no era algo que debía temer, estaba a salvo con Playmaker. Nada más importaba.
Como si Playmaker hubiese escuchado sus pensamientos, apretó suavemente su mano. No fue difícil para Soulburner despertarse con rapidez, y mirar los gestos del semblante del ojiesmeralda. Se notaba confundido, fruncía su ceño como si despertar fuera doloroso.
Soulburner quería ver sus ojos abiertos. Deseaba una mirada que iluminara la noche.
Sin embargo, los ojos de Playmaker estaban tan apagados como siempre, todavía perdido en la oscuridad de su propio ser, se notó cuando acabó sentándose bruscamente en la cama, desesperado por reconocer el sitio donde estaba, y extrañamente pronunciando un nombre que resultaba ajeno.
—¡Ai!
Playmaker jadeaba como si sus pulmones fallaran, presionaba dolorosamente la mano de Soulburner, sin reconocer lo que estaba sosteniendo hasta que parpadeó y volteó a mirar al cuerpo cercano. Soulburner sonrió cuando sus miradas se encontraron, pero Playmaker no estaba del todo feliz—Despertaste—dijo como si no tuviera que explicar nada.
—¿Dónde…?
¿…Estamos? ¿Está Ai? ¿Qué rayos es lo que quieres preguntar, Playmaker? Soulburner se preguntaba en privado, masticando sus frustraciones y concentrándose en la felicidad que le brindaba tener a Playmaker finalmente despierto.
—No hay nada de qué preocuparse, ahora estamos a salvo.
Soulburner acarició la mejilla ajena, sonriendo comprensivamente.
Playmaker sacudió su cabeza, aflojando el agarre en la mano contraria—Tuve una pesadilla.
El ojiesmeralda se mostró muy sorprendido al pronunciar aquello, como si no fuera lo que quería decir—Playmaker, si quieres que eso se termine, me tienes que dar una respuesta.
Viendo que el chico estaba teniendo problemas para responder, abriendo y cerrando su boca, buscando las palabras, pero sus labios olvidaban cómo debían moverse para pronunciarlas, Soulburner decidió darle un poco más de tiempo. Se atrevió a inclinarse a besar su mejilla, tensando ligeramente a Playmaker.
—Será después—susurró—Esperé mucho tiempo a que despertarás, y yo…
Subió un poco hasta su sien para besarla también—Solo quiero pasar la noche contigo. Luego te dejaré procesar todo lo ocurrido, pero ahora, quiero que me concedas este deseo.
Playmaker apenas podía pensar, las palabras de Soulburner entraban en su cabeza, repitiéndose sin darle mucho camino para negarse. De todas formas, no lo haría. No sabía qué estaba pasando, todavía le costaba incorporar la información y su corazón palpitaba con intensidad asintiendo al pedido de Soulburner.
—Te prometo que, si cierras los ojos, yo estaré a tu lado para protegerte de las pesadillas. Protegerte es lo único que quiero.
Sus brazos rodearon al confundido Playmaker para envolverlo en un calido abrazo.
Un violento trueno resonó en el exterior, y el sobresalto de Playmaker causó que se aferrara a Soulburner reconociendo que era su lugar seguro. Tal vez, solo por esa noche.
~•~
Se dirigía hasta la habitación que compartía con Windy, la iluminación del cielo comenzó a desvanecerse, marcando que el día había cambiado a la noche de repente, pues era la única forma de controlar el horario que Lightning marcaba y que ellos debían cumplir como si fuesen humanos normales conviviendo bajo un mismo techo. Flame no podía entender cómo alguien como Lightning podía necesitar fingir que la noche existía, o que podía llover como lo estaba haciendo ahora, simulando perfectamente el funcionamiento de la naturaleza.
La tormenta era pesada y el sonido de las gotas de agua golpeando las amplias ventanas resultaban molestas a sus oídos. Sin embargo, lo que no escapó de su sistema auditivo fueron los sollozos y pesados jadeos que escuchó al entrar a los aposentos, proviniendo de la cama de Windy.
Allí yacía un bulto debajo de las mantas, que le recordó tristemente a Takeru.
Un trueno impactó violentamente afuera, parecía que haría romper las ventanas, pero sólo las hizo temblar ligeramente. El bulto en la cama gimoteó asustado y se removió bastante.
—Windy…—lo llamó suavemente, mientras se sentaba en el pequeño espacio que tenía en la cama para poder revelar el cuerpo escondido.
Rápidamente pudo entender qué era lo que pasaba.
—Fla…Flame…
Windy lo miró sorprendido, asustado y su rostro brillando por las lágrimas. Flame se estremeció al notar que su ojo carecía de luz y ese tono rojizo cambió a un color lila. Pensó que era el efecto de la oscuridad de la noche, pero, cuando Windy se sentó, aferrado a las mantas, pudo verlo mejor.
Parecía que el Ignis de viento estaba a punto de decir algo, hasta que otro trueno violento imposibilitó cualquier tipo de conversación. —¡Flame! —chilló Windy, abrazándose a él.
Inmediatamente, Flame lo rodeó con sus brazos, tratando de brindarle la seguridad que buscaba.
—Tranquilo, Windy. Son solo truenos. No pasa nada—susurró, acariciando su cabello. Se sentía extraño hacer esto, siempre quiso hacer algo similar por Takeru cuando tenía sus pesadillas, y su cuerpo jamás se lo permitió.
Ahora, Takeru no lo necesitaba.
Windy se aferró mucho más a Flame, temblando como si se congelara y sollozando, ahogándose con su propia desesperación. —Ayúdame…—suplicó—Es mi castigo. No quiero ser castigado.
Flame frunció el ceño, confundido—¿Castigo? —preguntó, apenas deteniendo sus caricias.
—Lightning me castiga por actuar a sus espaldas, o por ser un perdedor. ¡No lo sé! —farfulló Windy, sintiendo que al decir aquello se metería en más problemas.
Entonces, por eso le importaba simular dicho clima, tal oscuridad que para los humanos simbolizaba un horario especifico y para ellos, los Ignis, no significaba nada. Excepto Windy, que le temía a los truenos y la oscuridad.
—Aquí estoy, no voy a dejarte solo.
Tomó el rostro ajeno y lo miró fijamente, limpiando las lágrimas que caían por sus suaves mejillas. No se había dado cuenta de lo frágil que era Windy en realidad.
Hasta ahora.
Pero Windy odiaba verse así, y esa parte de él comenzó a despertar con el rojo parpadeando encima del lila que ocupaba sus ojos—Claro…—murmuró, antes de empujarlo repentinamente para regresar a las mantas y almohadas que lo protegían mejor que los brazos de Flame, o eso quería creer—Como si te importara.
—Me importas, siempre me importaste.
—¿¡Y dónde estabas cuando ese virus me estaba matando!?—gritó Windy de pronto a la par de un trueno agresivo—Ah, cierto. Estabas mirando.
El rojo ocupó completamente la mirada del Ignis de viento, el odio resaltaba en su brillo, pero la tristeza permanecía y el miedo también—Me merezco este castigo, por darle la espalda al único que mostró interés por mí.
Flame pudo ver la luz dorada reflejada en su orbe, y su interior se sacudió en rabia—¡Lightning estaba dejándote morir! ¡Fue Ai quien…!
—¿¡Por qué fue Ai!?—Windy se sentó de nuevo para enfrentar a Flame—¿Por qué no fuiste tú?
No quería seguir llorando, aun así, había comenzado a hacerlo otra vez. La luz parpadeaba debilitada, deseando apagarse. La cabeza de Windy cayó sobre el pecho de Flame. —Quiero que te des cuenta, Flame.
Otro trueno le hizo temblar, y Flame no vaciló para abrazarlo. No se congelaría en la duda como en aquel momento.
Jamás pudo perdonarse su quietud.
Flame alzó el mentón ajeno, aunque Windy desviaba su rostro para no enfrentarlo con lágrimas en sus ojos, el de fuego ignoraba esto y sólo atrajo al de viento para besar sus labios.
Fue corto, suave pero intenso. Windy quería más, sin embargo…
—¿Te vas a retractar? —preguntó, sin darle tiempo a Flame para contestar, regresando a besarlo con más profundidad—No pienso permitirlo.
Rodeó su cuello con sus brazos y lo dejó caer encima suyo. Ya no oía la lluvia ni los truenos, no miraba las sombras ni los rayos.
Eran solo Flame y él. Como siempre debió ser.
—Déjate llevar…
Fue lo último que susurró antes de dejar que ambos se rindieran ante el reconfortante calor que liberaban.
~•~
—Playmaker despertó.
Lightning pudo sentirlo, alguien conectando con su red y esa presencia tan fuerte sólo podía tratarse de Playmaker. No necesitaba recibir el anuncio de Soulburner o Windy para darse cuenta. —Se tomó su tiempo, pero, vino para quedarse.
Estaba seguro de sus propias palabras.
—¿Eso no te hace feliz? Fui capaz de reunir a tus amigos.
Se volteó a mirar a Jin, la mitad de su rostro cubierta y sus ojos tan apagados como siempre. —¿Por qué no sonríes? Oh, claro…
Extendió su dedo al cuello que encerraba su boca, una pequeña lluvia de datos reveló la zona abierta, mostrando completamente el rostro de su origen. Los labios fruncidos, su mandíbula rígida y sus ojos tan fríos como la brisa de la traidora tormenta. No había suspiro que acabara con su silencio.
—Debería darte el permiso para expresarte como quieras…—susurró mientras pasaba su dedo por la línea de sus labios—¿Prometes no tratar de matarte como la última vez?
Jin no movió ni un músculo. Lightning no esperaba que lo hiciera realmente.
—Bien.
Un brillo dorado envolvió al muchacho, volviéndolo más pequeño y ruidoso. Las prendas que le pesaban desaparecieron, Jin se estaba mostrando en el pijama que llevaba puesto cuando Lightning se lo llevó.
El chico parpadeó, no tardó demasiado en expresar desconcierto y miedo, sólo jadeaba y gimoteaba levemente al mismo tiempo que su delgado cuerpo temblaba de forma imparable. El Ignis de Luz ya lo había visto en esta situación, y enfrentó sus gritos y su desesperación, estaba esperando a que llegara a eso, pero ya tardaba incluso en comenzar a llorar.
Jin sólo se limitaba en mirar a Lightning de pies a cabeza—¿Quién…? ¿Quién?—pronunció atemorizado, dando unos torpes pasos hacia atrás, causando que cayera al suelo.
Lightning no se removió por esto, se mantuvo en su posición—Lightning es mi nombre. Ya tuvimos esta conversación—contestó—Como te estás portando mejor que la otra vez, puedo concederte un único pedido.
Por supuesto que no cumpliría con su palabra, sabía que lo primero que pediría Jin sería regresar a su casa, rompiendo con su lealtad forzada.
El pelipurpura se cubrió sus oídos y cerró sus ojos con fuerza, quizás haciendo un esfuerzo por responder a todas las preguntas que se aparecían en su maltratada cabeza. Abrió su boca, a punto de decir algo más, pero un trueno violento lo interrumpió.
Curiosamente, el trueno no lo asustó, solo causó que desviara su mirada hacia la ventana con … interés. Lightning lo analizó con sumo cuidado, y al no recibir respuesta, preguntó: —¿Quieres salir?
Jin regresó a mirarlo, más sorprendido que sobresaltado.
—Si cumplo con eso, no podrás pedirme nada más—añadió, extendiendo su mano, esperando que Jin no la tomara. Para su sorpresa, su origen no sólo aceptó su mano, sino que no tardó demasiado en hacerlo.
Lo ayudó a ponerse de pie para guiarlo hasta el jardín. Le fue difícil soltarlo cuando el muchacho siguió caminando a la lluvia, su mirada fija en el cielo, pareciendo aquel que quería ser llevado por las nubes.
Lightning chasqueó sus dedos, manejando un trueno para que impactara cerca del chico. No gritó, ni retrocedió.
—De eso se trata…—observó, acercándose a su origen sin importarle mojarse completamente también. Se quitó su blanquecino manto para cubrir al chico empapado, como si resultara preocupante que su cuerpo se mojara. Podría solo detener la lluvia, pero si hacía eso, Jin estaría infeliz.
Sintió que Jin apenas había notado su presencia hasta que este acercó su mano a la suya y entrelazó sus dedos fríos antes de dedicarle una débil sonrisa.
Lightning le sonrió devuelta. —Al fin agradeces mis actos.
Apretó suavemente la mano de su origen.
—Ya que, al final, todo lo que hago…
…lo hago por ti, Jin.
Adelanto del próximo capítulo:
—Lamento hacerte esperar—continuó Yusaku casi inmediatamente, procesando las palabras que Takeru le dedicaba. Se escuchaba a sí mismo tan inseguro y tímido en comparación con Takeru, que parecía saber tanto lo que él decía como lo que Yusaku respondería.
—No estás obligado a corresponderme, Yusaku. Tampoco es demasiado difícil darme una respuesta, ¿no es así? —sonó molesto—¿Te importo lo suficiente?
La respuesta era "sí" pero de su boca salió: —N-No lo sé.
Gracias por leer, pero más que nada, gracias a Valmey como siempre por ayudarme con este fic.
Trataré de compensar la falta de TakeYusa, terminé flipando con el LightJin. ¡Fue inevitable!
Mantengo el suspenso hasta el próximo capítulo. ;)