Capítulo 5
Dos días antes de esa invitación William, tuvo una larga charla con el señor Briter…
-Señor acaba de llegar el señor Andrew.
-Si, hágalo pasar y no estoy para nadie más.
-Sí, señor.
-Buenas tardes Sr. Andrew.
-Buenas tardes Sr. Briter, dígame a que debo su visita.
Bien sé que le ha de intrigar mi visita…
-Sí, así es, pero tome asiento le invito un trago.
-Claro, un wiski está bien.
El señor Briter sirvió dos copas y le dio una, -ahora si dígame…
-Bueno señor, yo vengo ante usted para pedirle permiso para cortejar a su hija Candy, estoy muy interesado en ella, me gustaría tener un acercamiento a ella, pero por supuesto con su permiso.
-Vaya, eso no me lo esperaba, sé que mi hija es muy bella, usted apenas si la conoce.
-Sí, pero me basto verla en la fiesta para saber que es una chica hermosa, de nobles sentimientos, sobre todo de una buena familia, me gustaría conocerla y si me acepta pues casarme con ella.
El señor Briter, se levantó de su asiento y camino hasta su ventanal, donde estaba su oficina, puso las manos atrás en señal de que estaba pensando, -bien le voy a ser muy sincero…
Sr. Andrew, estoy casi en la quiebra, hace unos meses invertí un dinero en una empresa y no me dio el resultado que esperaba, ahora estoy viviendo en números rojos, -suspiro- solo estoy solventado los gastos de mi hija Annie, con la esperanza de que su familia me respalde, porque si no es así, terminare en una granja con mi familia.
No tengo dote para mi hija Candy, la verdad es que tuve que decidir entre darle una buena dote a una de ellas, para sacrificar a la otra, si dividía las dos dotes, mi hija Annie, no se hubiera podido comprometer con quien ahora está comprometida, las amo a las dos como usted no tiene una idea, así que, aunque yo de mi permiso, después de saber esto no creo que siga teniendo el mismo interés.
-Sabe señor Briter, créame que ahora mi interés es mayor, porque ha sido honesto conmigo, otro simplemente hubiera dicho que si al instante e inclusive sobre mi interés, hubiera tratado de sacar provecho, contrario a eso, usted me está diciendo su realidad y eso, yo lo valoro, levantándose de su asiento para quedar frente a frente.
Sr. Briter, yo tengo interés en su hija, no en su dinero, no lo necesito y realmente si ella me acepta, yo estaría honrado de casarme con ella, los que deberíamos de pagar dote deberíamos ser nosotros, no la dama en cuestión, así que si ella me acepta yo no aceptaría dote, aunque la tenga, la quiero a ella, no a su dinero.
También créame tengo un interés en ayudarlo, aunque ella no me acepte, digo si tengo interés, pero eso se termina una vez que ella, diga que si por mí, no por quien soy, espero y me de a entender, a lo que voy es que quiero darle mi apoyo incondicional para que su empresa progrese, aun si ella no me acepte, esto lo hare porque usted es un hombre cabal y no muy seguido me encuentro a gente como usted.
-Vaya señor Andrew, me ha dejado sin palabras, la verdad no esperaba esto de su parte y estoy muy contento de que tenga interés en mi Candy, aunque yo sé que a mi hija jamás podría imponerle nada, solo si ella lo acepta aceptare su ayuda.
Así, que doy mi amplio permiso para que la pueda cortejar y visitar, pero solo para que se conozcan, si surja el amor entre ambos pues en ese caso si usted así lo desea pueden casarse, pero siempre y cuando mi hija este de acuerdo.
-No esperaba menos, claro yo jamás me impondría ante su decisión, no podría estar con una mujer que no me ame, pero aun así deseo ayudarlo, traigo conmigo una propuesta le pido que la acepte, lo que usted necesita es solo un poco de apoyo su idea, es buena solo que ha invertido con la gente incorrecta.
-Señor Andrew, de verdad que me apena y no me gustaría abusar de sus intenciones.
-No, para nada solo que, con mis auxiliares le daremos un nuevo giro a su empresa, claro si me lo permite, dándole unos documentos.
-Me parece muy buena su idea, bien dice que la juventud trae cosas buenas a mí nunca se me hubiera ocurrido, solo aceptaría esto con una sola condición.
-Dígame, estoy a su disposición.
-Bueno que seamos socios, solo así aceptare su ayuda.
-Claro, nada me daría más gusto, dándose un fuerte apretón de manos, por favor dígale a su secretaria que haga pasar a mi mano derecha, que ya lo conoce.
-Ha si claro George Johnson, claro haciéndolo pasar a su oficina, este ya traía unos documentos elaborados para iniciar la nueva aventura Andrew- Briter, haciendo los contratos para la nueva asociación, Andrew doto a Briter con un gran cheque donde invertiría en su empresa y la sacaría a flote.
Muchos pensarían que estaría haciendo una transacción, comprando a una futura esposa y así era, solo que lo que no sabía que apenas comenzaría un calvario donde se sumergiría en un abismo de pasión, dolor y tortura.
La tarde se la pasaron charlando sobre negocios y William vio una foto de Candy, donde se le veía hermosa, esta foto es de su hija.
-Así, es…
-Puedo…
-Claro, se la obsequio, digo es lo menos que puedo hacer después de lo que usted ha hecho por nosotros.
-Solo le pido que su hija, no lo sepa, no quiero que se sienta con la obligación de aceptarme por ser su socio, es lo único que pido.
-Cuente con eso, jamás la obligaría, créame.
Está bien, bien me despido, ya nos podríamos de acuerdo para poder hacerle una visita a su hija en su casa.
-Claro, dándole un fuerte abrazo, que hasta a William lo dejo atónico, vamos muchacho espero que mi hija te acepte, yo sería el más feliz, ya que sé que en mejores manos no podría quedar.
Ya en casa de los Briter, llegaba el señor Briter muy contento hablaría con su esposa de algo extraordinario, contándole toda la charla que había tenido con Andrew.
-¡De verdad! Eso es extraordinario, si Candy, tiene muchísima suerte, si es que llegase a casar con Andrew, una seria nuestra salvación y ella sería una reyna, te imaginas.
-Querida, el solo me pidió que ella no sepa nada de esto, pero lo que él quiere es enamorarla, que ella llegue amarlo por él, no por su dinero y mucho menos porque me haya ayudado.
-Sí, claro querido, pero sabes bien que esto nos sacaría de la ruina, yo haré todo lo que está a mi alcance para que Candy, lo acepte ya verás.
-Cariño solo deja que las cosas pasen, este sábado se hará la tertulia en su mansión, pero más que nada es para que Candy, comience a conocerlo.
-Sí, claro ya veo, de verdad que estoy muy emocionada.
Al siguiente día llegaba Archivald, como siempre a las cinco de la tarde para visitar a Annie, esta aun no llegaba de las compras, Candy se había quedado ya que fingió que tenía un fuerte dolor de cabeza, en cuanto escucho el timbre, ya estaba ella en la puerta abriendo, Tacha ya venía abrir cuando…
-Déjalo yo atiendo.
-No señorita, su ama, se va enojar mucho si usted lo atiende.
-Dije que yo voy abrir, anda ve hacer te.
-Pero señorita, pataleando…
-Candy, fue abrir – ha hola Archie, pasa…
-Sí, gracias y Annie.
-Ella aun no llega, pero pasa, anda que no tarda en llegar, vamos al salón hare que traigan te.
-Eh no, mejor vengo después supongo que ella va a tardar, si anda con tu madre y la mía debió de haber perdido la noción del tiempo.
-No, espérala, - ya en el salón entrando, se abalanza sobre de él, Archie dime no me extrañas.
-Candy, entiende yo me voy a casar con tu hermana, de verdad la decisión ya está tomada, no puedo retractarme, lo siento.
-Está seguro, de eso, mírame y dime que es lo que la verdad sientes por ella, ¿la amas? ¿en verdad la amas?
-Candy, no voy a entrar en discusión de eso contigo.
-En verdad, acercándose a él y levantando su rostro para poder besarlo, beso que Archie aceptaba, aunque quisiera no podía rechazarla, su mente le decía que no, pero su cuerpo y corazón le decía lo contrario.
Archivald, la tomo de la cintura acercándola a él, para besarla apasionadamente, bajando sus besos a su cuello en un arrebato de pasión, el sentir su olor lo provocaba a desearla aunque estaba prohibido, cuando se escucharon voces que venían al salón, se alejaron.
-Amor, aquí estas llegaste…
-Sí, mi vida, acercándose a Annie, sin dejar de mirar a Candy.
La señora Briter intervino, bien nos tardamos un poquito, pero tu novia estaba cuidando la hora, lo bueno que Candy, estuvo entreteniéndote.
-Sí, así es, pero díganme como van con los preparativos, todo bien con las compras.
-Sí, amor si vieras las cosas tan lindas que tu madre me ha comprado.
-Los dejaremos para que platiquen, Candy me acompañas necesito hablar contigo.
-Sí, mama vamos sin dejar de mirar a Archivald.
Ya en el despacho la señora Briter, se dirigió a su hija…
-Candy, que sea la última vez que estas a solas con Archivald, solo te lo diré una vez, no quiero verte en esa situación nunca más, espero y entiendas que es por tu bien.
-Si madre…
-Bien también hay otra cosa, de la que quiero hablar contigo, hay alguien que tiene muchísimo interés en conocerte en una forma más que amigos, ya hablo con tu padre y solicito su permiso incluso para visitarte.
-Pero mama, yo aún no me he decidido por nadie, ¿Por qué papa hizo eso?
-Porque es un hombre de una excelente familia y el piensa que es lo mejor para ti, mirando a su hija, con mucha ternura solo respiro… te contare algo que no debiera, pero creo que ya estás en edad de entender por lo que estamos pasando.
Hija, estamos pasando por la peor de las crisis económicas, de hecho, estamos al borde de la ruina Candy, tu dote no es tan grande como la de Annie, tu padre dio una cantidad muy fuerte para que tu hermana se comprometiera, con la esperanza que, si tu hermana se casa bien, su familia pueda respaldarnos, con algún banco para pedir un préstamo para la empresa o en su caso, puedan invertir en la empresa.
La verdad es que esta persona, está ayudando a tu padre de una manera incondicional, solo pide conocerte y no sé, si las cosas se dan hasta casarse contigo.
Hija te pido que le des una oportunidad, digo no pierdes nada, es un caballero en toda la extensión de la palabra, aparte es muy guapo.
-Ningún caballero, si es que realmente lo es, compraría a una mujer.
-Candy, no seas insolente el señor Andrew, jamás haría una cosa de esas y tu padre tampoco lo permitiría, déjame decirte que ya me estoy cansando de tu actitud, a ver si cuando tengamos que mudarnos a una granja vas a decir lo mismo.
Candy, solo se llevó la mano a la boca.
-Sí hija, la situación en la que estamos no es de las mejores, solo te pido que lo pienses, no sé, tal vez conociéndolo llegues amarlo, digo es un buen hombre y aparte con una nobleza que jamás he visto en ningún joven de aquí.
El sábado será la tertulia en su mansión, te pido que seas amable con él, solo conócelo, la señora Briter, mirando a su hija, con ojos cristalizados, por cierto, esta platica no la escuchaste, tú no sabes nada, sino harás sentir muy mal a tu padre.
-Está bien mama, pero si no llego a sentir nada por el señor Andrew, no pueden obligarme a nada, no es así, con ojos suplicantes.
-Sí, así es, pero solo inténtalo, dejando a una Candy, muy pensativa.
El sábado llego, las chicas se estaban arreglando para la tertulia, pasarían toda la tarde en la mansión Andrew, por lo que llevaban ropa para montar y otro vestido para la cena, el señor Briter esperaba a su esposa e hijas para salir rumbo a la mansión.
Candy, bajo abrasar a su padre- papito pero que guapo estas.
-Mmm eso me suena a chantaje, dime que pasa hija.
-Nada, que no puedo ser amable contigo, en eso ya bajaba la señora Briter con Annie, ya las maletas aguardaban con el cochero, saliendo de la casa.
-Pero papa, que ¿acaso Archivald, no va a ir con nosotros?, pregunto Candy.
-No, hija el llegara más tarde con su hermano y su padre, ya que tienen compromisos, no es así Annie.
-Así es padre, el me lo comunico ayer, que estaría ocupado, aunque lo voy a extrañar mucho, haciendo un puchero.
Ya en la entrada de la mansión William, ya los esperaba para recibirlos junto con su abuela Emilia Andrew.
Cuando el cochero llego a la mansión, bajándose el Sr. Briter ayudando a bajar a su esposa e hijas.
-Qué bueno que llegaron, sean bienvenidos, saludando al señor Briter y después saludando a las damas.
-La señora Emilia, igual los saludo llevando a las invitadas al jardín platicando con Jean.
-Me alegro que hayan venido mi nieto está feliz, de que hayan aceptado la invitación, déjeme decirle que sus hijas, son muy bonitas.
-Muchísimas gracias, por la invitación, nos sentimos muy alagados.
William, saludo a Candy- señorita me permite escoltarla.
-Por supuesto, dándole el brazo, hasta llegar al jardín, el cual quedo estupefacta con la belleza del lugar.
-Espero y sea de su agrado, sentándola en uno de los sillones junto con las demás damas.
-Ya Patricia estaba con la señora Corwell, Cecilia en cuanto las vio se levantó para saludarlas…
-Jean que gusto que estén aquí, estamos poniéndonos de acuerdo sobre como entraran las novias a la iglesia, espero y no te incomode que primero entre Patricia y después Annie.
-Oh no, para mi está bien.
Todas se adentraron a la plática sobre las bodas, los pasteles que mandarían hacer, los bocadillos, el banquete y demás.
William, que vio que Candy, estaba muy aburrida, se acercó- Señorita le gustaría dar un paseo.
-Un paseo, claro porque no, con un dejo de ironía.
-Bien, le parece si vamos a caballo…
-Deje y le pregunto a mi madre, ya sabe que se puede molestar.
-Claro, por supuesto.
La señora Briter que no perdía detalle, al ver a su hija acercarse intuyo lo que Candy, quería, - claro hija ve, confió plenamente en el señor Andrew, sé que es un caballero y cuidara de ti.
El señor Briter, estaba platicando con George de negocios quedándose en el despacho muy ajeno a lo que su esposa e hijas estuvieran haciendo.
-Así, es señora y agradezco su confianza.
Salieron hacia las caballerizas, donde estaban los caballos, había uno totalmente negro azabache de un color intenso que nunca había visto.
-Pero, que hermoso.
-Si este es mi caballo, está conmigo desde hace mucho, se llama Diablo.
-Vaya nombre, en verdad.
-Sí, este será su caballo, un corcel blanco como la nieve, si quiere puede subir a cambiarse, para que este mas cómoda.
-Claro, voy a subir a cambiarme, media hora después bajaba Candy, para ir a las caballerizas ya William la esperaba, en el vestíbulo para irse a dar un paseo al bajar Candy, William la tomo del brazo, iban de salida, cuando Archivald, llego iba entrando y ellos iban saliendo cuando simplemente exploto.
-¿A dónde crees que vas he Candy? Y luego sola…
Candy, no sabía ni que contestar realmente Archivald, estaba furioso al verla del brazo de Andrew. –Archie, yo, yo solo…
-Vamos a dar un paseo a caballo, no le veo nada de malo que la señorita vaya conmigo.
-Archivald, estaba furioso que no media lo que decía, si, pero solos, no creo que sea correcto.
El señor Briter, escucho y salió inmediatamente… Creo Archivald, que yo soy el que decide que es correcto y que no, el señor Andrew, tiene mi amplio permiso para salir a pasear con Candy, creo que tu prometida te está esperando en el jardín.
Archivald se tuvo que contener, he sí, yo solo, digo como las conozco desde pequeñas, que no me gustaría que se malinterpretaran las cosas y la reputación de Candy, se vea afectada.
-No, no creo que pase eso, ya que el señor Andrew, es un caballero, así que vayan disfruten de su paseo.
Saliendo los dos hacia las caballerizas, la verdad es que ni el señor Briter, ni William, notaron que Archivald estaba que estallaba el coraje, saliendo al jardín a saludar a su prometida, pero muy molesto.
Candy, si se dio cuenta que Archivald se puso celoso, nunca se imaginó que eso fuera posible, pero si el jamás había tenido esa reacción antes, eso quería decir que aún no todo estaba perdido.
William y Candy, subieron a los caballos, saliendo a dar un paseo, entre los árboles que formaban parte de un pequeño bosque en las inmediaciones de la propiedad, hasta llegar a un jardín lleno de rosas, de múltiples colores, había mas adelante una cabaña y junto había un lago pequeño, el cual hacia que el lugar pareciera mágico.
-Le gusta el lugar, bajándose del caballo y ayudando a bajar a Candy.
-Sí, es hermoso, acercando los caballos para que tomaran agua.
-Dígame señorita Briter, que es lo que usualmente le gusta hacer aparte de comprar guantes.
-Candy, solo sonrió, Candy, me llamo Candy, así puede llamarme.
-Bien Candy, mi nombre es William, William Albert Andrew, tu podrás llamarme como gustes.
-Bueno William, pues me encanta leer, mi madre hace que todas las tardes hagamos bordado, aunque a mí no me gusta mucho, tomamos clases de piano y algunas otras que mama nos impone.
También me gusta montar, aunque eso solo lo hacemos cuando vamos a una pequeña hacienda que papa tiene, que por cierto ya hace mucho que no vamos, le pediré a papa, que vayamos.
William, si sabía porque el señor Briter no los había llevado a la hacienda, ya que hace un par de años se vio en la necesidad de venderla, para poder seguir manteniendo la fábrica.
-Bueno cuando quiera puede venir aquí y montar, esta será su casa cuando guste venir.
-Es usted muy amable, pero no creo que mama, me deje venir muy seguido, suele ser muy protectora.
-Si ya veo, -Candy, -mirando el horizonte quisiera preguntarle algo y deseo que sea sincera conmigo, antes de que yo siga con esto, me promete que será muy sincera conmigo.
-Sí, creo que sí.
-Bien, lo que yo le quiero preguntar es que ¿si hay alguien en su vida?, alguien de quien usted esté interesada, no sé, algún amigo, novio de lo que su familia no sepa.
-Bueno, no entiendo su pregunta.
-A veces uno se enamora de alguien sin que la familia se entere, lo que yo quiero preguntar es que, si su corazón está libre para amar, si usted, no está interesada en alguien más.
-Ha eso…
-Sí, mirándola a los ojos., ¿acaso hay alguien en su vida?
-Candy, con toda la falsedad que le apremiaba, le contestaba- no, no lo hay, pero solo le contesto ya que con eso lo tendría interesado y podría darle celos a Archivald, talvez con eso él, se dará cuenta que de quien él estaba enamorado era de ella y se decidiera a cancelar la boda.
-Bien voy hacer muy honesto contigo Candy, me gustas y me gustas mucho, solo te pido que me conozcas, que si quieres y aceptas pueda cortejarte con todas las intenciones de casarme contigo.
Candy, sintió como un balde de agua helada le caía en la cabeza ¿Qué casarse con él? Ni loca, pero si le serviría para su cometido, total después que pasaría una vez que Archivald deje a Annie, él se casaría con ella, así que solo le diría que si, por sus propios intereses.
-Qué me dices Candy, estarías de acuerdo a que nos conozcamos y después de un tiempo si lo sentimos podamos llegar a ser novios.
-Candy, solo acento con la cabeza.
-William con una sonrisa en los labios, tomo su mano, besando su dorso, solo espero que algún día puedas llegar amarme.
-Candy, sonrió y contesto- sé que, así será.
Volvieron a subir a los caballos y siguieron el paseo, en la tertulia ya habían llegado El señor Corwell, junto con Stier y al ver a la pareja llegar Archie se le denotaba muy molesto.
-Bien señor Briter, devuelvo a su hija, sana y salva.
- Archivald, menciono- Vaya pensé que jamás regresarían, - clavándole la mirada a Candy.
-Hija, espero que hayas disfrutado del paseo, sé que somos desconsiderados contigo, esto todo es entorno a la boda y a negocios.
-Papito no te preocupes William, se tomó la molestia que esto no sea tan agobiantes, abrasando a su papa.
-William, ya lo tuteas Candy, con molestia le decía Archivald.
-Sí, la señorita Candy y yo hemos llegado al acuerdo de conocernos un poco más, no es así.
-Sí, sin dejar de mirar a Archivald, así es, además no tengo ni un compromiso y porque no hacerlo talvez, más adelante podamos llegar a algo más.
-Que nada me daría más gusto hija, eso sería excelente, vamos hija te llevo con tu madre que nosotros vamos a fumar unos habanos.
-Está bien, papa.
Archivald, no perdía la mirada de William hacia Candy, sabía que, si él, tenía un interés en ella, lo más seguro es que pediría cortejarla, pero en que pensaba, acaso estaba celoso… si lo estaba realmente furioso y más al ver a Candy, con una sonrisa, que le dé dicaba a William, estaba que explotaba.
Ya en la cena, las chicas subieron a cambiarse, solo se escuchaba el bullicio en uno de los cuartos, Patricia y Annie, se habían convertido muy unidas, ya que ambas se casarían e mismo día.
-Annie, ¿ya sabes donde se irán de luna de miel?
-No aun no, de hecho, no lo he hablado con Archivald.
-Mmm pues deberías, nosotros iremos a la playa, mi hermano nos regaló dos meses en una isla, estoy tan emocionada.
-Vaya, no la verdad es que con la premura no he podido hablar con mi prometido de eso, pero lo hablare con él, de esta semana no pasa.
-Sí, porque así debes saber que llevar, ya que si es en una playa deberás llevar ropa cómoda.
Candy, solo pensaba, en lo que se ponían el corseé, que casi la dejaba sin aire, poniéndose después su vestido para bajar a cenar.
-Candy, estás muy callada, - dime ¿Qué te pareció mi hermano? Porque lo que veo es que él, está interesado en ti, jamás lo había visto así con nadie más, creo que le gustas.
-He yo, no como crees.
-Claro que sí, lo conozco el jamás acompaña a nadie a montar al menos que esté interesado, hay solo dime que te gusta, que la verdad si dices que no, no sé, en que, estarías pensando ya que mi hermano es guapísimo.
-La verdad Candy es verdad el señor Andrew, es muy guapo, sino fuera porque estoy locamente enamorada de mi Archie, me habría enamorado de tu hermano Paty.
-Sí, suspirando una Candy, muy pensativa, solo escuchando vagamente su mente estaba en otro lado, en un lugar que al igual su mente estaba prendada de ella.
Las chicas bajaban a cenar, cada una ya las esperaban los caballeros la señora Corwell con su esposo, al igual que la señora Briter, Patricia acompañada de Stear, Annie acompañada de Arhivald y Candy esperada por William, que entrando a salón la sentó en su asiento y después tomaría su lugar. Su abuela se excusó que estaba muy cansada y agobiada de todo, así que no los acompañaría a la cena.
La cena se sirvió y el señor Briter, comenzó con la plática.
-Dígame señor Andrew, ¿desde cuándo se hizo cargo de los negocios de su familia?
-Bueno, desde hace ya más de cinco años que mi padre enfermo, me hice cargo ya venía ayudando a mi padre, desde hace más tiempo, que no se me hizo difícil.
-Archivald, que aún estaba molesto con un dejo de ironía ¿es la razón por la cual no se ha casado? Me imagino, que con tanto negocio no tiene tiempo de cortejar alguna señorita en forma.
- Mi querido amigo, la razón es muy ajena a eso, pero la verdad es que aún no he encontrado a la mujer ideal para que tome ese papel, aunque… aunque sin dejar de mirar a Candy, al parecer ya apareció.
-Candy, levanto la mirada de su plato y vio la mirada de Archivald que la penetraba hasta n lo más profundo de su ser.
-Solo espero, que ella me acepte y si es así, no dudare en dar el gran paso.
-Pues tenga cuidado, no se vaya a caer.
-Vaya lo dices, como si te fueras a caer a un pozo sin fondo, quien te escuchara diría que estas a punto de arrepentirte.
-Annie, lo volteo a ver asustada.
-No, como cree, no ya estoy más que decidido.
-Annie, solo saco el aire contenido, sonriendo a su prometido.
-Bien señores dijo Cecilia, creo que esta platica esta de mas, en verdad William que deseo que encuentres a la chica ideal, sé que mereces ser feliz ya quiero verte igual que a mis hijos, hay yo estoy - derramando un par de lágrimas. - Perdón es que ando un poco sentimental, mis dos hijos se me casan que siento tanta felicidad.
-Ya madre dijo Stier quedamos que nada de lágrimas.
-Sí, lo sé, es que, es inevitable.
La cena prosiguió, sin ningún enfrentamiento, pero a Stier no se le paso, la actitud de Archivald hacia William, tenía que saber que estaba pasando, ya que así, no era su hermano. Ya a la hora de despedirse los Corwell subían a su carruaje Archivald no los acompañaría ya que era muy tarde, así que solo iba el señor Briter con su familia, Archivald se despide de Annie con un beso en la comisura de los labios y la ayuda a subir al carruaje.
William lleva a Candy, igual al carruaje, bien Candy espero que se repita y esta sea una de muchas veladas no sé, si sea un poco ansioso, pero me gustaría visitarte en tu casa, Archivald casi lo quería fulminar con la mirada y Candy al ver eso…
-Claro, nada me daría más gusto que recibirlo en mi casa, no se le parece que sea a las cinco.
-William sonrió, claro a las cinco en punto estaré ahí, dándole un beso en el dorso de su mano y ayudándola a subir al carruaje.
Tanto la señora Briter, como su esposo se despedían para subir, ya adentro la señora Briter la abordo.
-Dime hija, que te dijo el señor Andrew.
-Quiere visitarme mañana en la casa, lo cite a las cinco, te parece bien.
Annie, se incomodó un poco, no lo podías citar a otra hora, a esa hora llega Archie a visitarme, Candy eso tú lo sabes.
-Tranquilas niñas, digo solo que sea por esta vez, para la próxima hija cítalo a las seis, así las dos tendrán su tiempo para platicar.
-Candy, solo hizo una mueca con una sonrisa, no se madre talvez, solo lo vea mañana, no me cae muy bien.
-Annie, solo la miro, en verdad una vez que se sepa que ese hombre aún está disponible, le van a llover las señoritas tratando de conquistarlo, aun no lo saben y tú tienes esa oportunidad.
-Hay Annie, tal parece que a la que ha cautivado es a ti.
-Ya niñas, dejen ese tema dijo el señor Briter, Candy, solo te pido que le des una oportunidad de conocerlo, es una gran persona con un día, no es suficiente, solo trátalo, sí.
-Está bien papa, pero solo lo haré por ti.
Los Corwell, llegaban a su casa, los padres de Archie y Stear se fueron a descansar, Archivald estaba a punto de irse a su habitación cuando Stear lo detuvo…
-Archie, te puedes esperar un momento necesito hablar contigo.
-Ahora queeee…
-Oye que te pasa, estas raro y tu actitud hacia Andrew, me desconcierta tal pareciera que estas celoso, pero no de Annie, sino de Candy. ¿ahorita me vas a decir que está pasando?
-Nada, nada me pasa.
-Tal vez, mis padres no se dieran cuenta, pero yo sí, dime ¿Qué pasa? Porque siento que estas metido en algo y se te está saliendo de control.
-Archivald, se sentó y se tapó la cara con las dos manos, respiro profundo y miro a su hermano, si estoy celoso muy celoso de Candy.
-Queeee, pero estas loco, ya estas a un mes de casarte con Annie, como es posible que tengas esos sentimientos hacia alguien que no es tu prometida, ¡por dios! Hermano en que estas metido.
-Pues no sé, simplemente ahora no sé, que es lo que siento, me mentalice que era con Annie, con quien yo quería estar y ahora no sé qué hacer.
-Pues nada, ya la regaste, que acaso no te gustaba Candy, digo no pensaste en esa posibilidad, que ella tal vez te aceptara.
-Ese es la cuestión, que ella, está enamorada de mí.
-Stier solo abrió la boca, pero entonces porque solo fuiste y te comprometiste con Annie.
-Por idiota, ahora cada vez que alguien se le acerca a Candy, simplemente me hierve la sangre que, no sé, que hacer.
-Nada, seguir en lo que estas, te imaginas si solo vas y terminas tu compromiso con Annie, para después querer casarte con la hermana, ni ellos lo aprobarían, ni mucho menos nuestros padres, aparte de eso Andrew ya tiene interés en Candy y te diré, eso es muy peligroso, para ti, para mí, para nuestra familia.
-Lo sé, lo sé, pero que quieres que haga, no soporto verlo cerca de ella.
-Pues olvídala es lo mejor, porque Annie, no se merece esto y Andrew mucho menos.
-No, si como es tu cuñado, ¿qué me espero? que lo defiendas.
-Si, por eso y aparte hay algo más Andrew, acaba de invertir una fuerte cantidad con los Briter, si tú haces algo que no esté dentro de las normas de la caballerosidad, la única perjudicada será Candy, porque no sé, como actuaria Andrew, él tiene muchísimo poder.
Así, que, estés haciendo, lo que estés haciendo, solo déjalo y aléjate de Candy, solo ubícate en tu prometida, que, de seguir así, no tardara en darse cuenta.
-Hermano, creo que no puedo, estoy locamente enamorado de Candy, solo no soporto verlo con alguien más…
Su padre el señor Corwell iba entrando a su despacho, cuando escucho lo último que su hijo estaba diciendo.
-¿Qué has dicho? Hijo, … eso no puede ser, no hijo, no…
-Papa, yo, yo.
-Es por eso, que tu cambio repentino, en casarte muy rápido con Annie no es así.
-Archivald, solo agachaba a cabeza.
-Sí, yo te pregunte por que una de otra y me pareció acertada tu respuesta, pero ahora sales con esto, lo siento hijo, pero las cartas ya están en la mesa y no te puedes retractar, si tú haces eso, tu madre jamás te lo perdonara, sin decir los Briter, jamás te casaras con Candy, tu oportunidad caduco, ahora solo te toca aceptar los hechos y hacerte responsable.
Hijo, Annie, es buena niña, no digo que Candy, no lo sea, pero te eduque en una forma que, cuando un Corwell da su palabra la cumple, así que en un mes te casas con Annie Briter y no hay vuelta a la página, me entendiste, un enérgico padre hablándole a su hijo.
-Sí, padre cumpliré con mi palabra.
-Eso espero hijo, eso espero, dejándolo ahí con su miseria.
CONTINUARA.
Bueno chicas, aquí dejando otro capitulo de esta historia, espero y les guste,se que no les gusta el comportamiento de Candy, pero es vital para la historia, ahora no la sacrifiquen tanto, ya que Archivald también tiene su parte, así que para mi los dos están actuando mal por no ser honestos.
Vuelvo a repetir, los personajes no actuaran ni como el manga, libro o serie...
Ya saben las espero en el próximo capitulo, por la XEW, Radio.