The Goddess Farmer

No me pertenece Naruto ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes presentes.

Capitulo 3

Un detalle que causaba especial incertidumbre a Naruto era la incapacidad que tenia para comunicarse con su sensei. Parecía obvio que el tendría problemas con ello, siendo que estaba varado en una isla aislada y desconocida, pero acontecía que un shinobi como él, que gozaban de un contrato de invocación, disponía de ese medio para comunicarse con otras personas que compartían la técnica.

Habiendo ganado un poco más de control sobre el Chakra que podía utilizar, el Uzumaki intento hacer el Jutsu de Invocación con el fin de invocar a un sapo, así fuera uno pequeño, con el fin de hacer conocer a alguien de su paradero actual.

Lastimosamente el jutsu fallo de forma estrepitosa. Ni siquiera un renacuajo hizo acto de aparición. Tan solo consiguió una nube de humo vacía y un frustrante cansancio debido a que desperdicio fuerzas sin conseguir su objetivo.

Naruto repitió el proceso varias veces por múltiples días, pero termino haciéndolo a un lado al no obtener ningún resultado. Tuvo que asumir que el contrato de invocación estaba cortado de alguna forma o que simplemente no podía invocar nada en esa isla. Era extraño siendo que una de las premisas del Jutsu de Invocación era que uno podía invocar al animal donde sea, siempre y cuando se tuviera el Chakra necesario para hacerlo.

La teoría expuesta por Francis entonces tomaba algo sentido. ¿Sería que en serio se encontraba en otro mundo? Naruto temió que la respuesta fuera afirmativa, a pesar del hecho que era demasiado ridícula para ser verdad. Ciertamente estaba rodeado de elementos raros y desconocidos que no existían en su hogar, pero de por si el Chakra era extraño para muchas personas que vivían en el continente shinobi, así que había espacio para que cosas como el Mana fueran parte del mundo que conocía.

Esas preocupaciones acompañaron al chico los siguientes días a la partida de Francis de la isla, mas poco las expreso porque se encontró ocupado con el trabajo en la huerta del templo.

Ya más que una simple asistencia a las habitantes, las labores de siembra terminaron volviéndose una parte de la rutina diaria que el rubio estableció mientras se encontraba en la isla. Ya le había agrado el hilo al asunto, así que ya no necesitaba que le dijeran que hacer. El instintivamente se disponía a regar las plantas tan pronto se levantaba por las mañanas. Luego retiraba la mala hierba y por ultimo recogía todos los cultivos que ya estuvieran listos. Otros detalles eran atendidos por Mallow luego de que ella se encargara del desayuno, tarea a la que podía darle mayor atención.

Usualmente ella se tardaba con esa comida, pues su preparación chocaba con el mantenimiento de la huerta. Ahora que tenía alguien que la ayudara, la terminaba más rápido y todos podían disfrutar de la primera recarga de energía que se necesitaba para afrontar el día.

Todo lo preparado era delicioso, pero Naruto sentía especial vigor de cada comida consumida por el simple hecho de que podía disfrutarlas todas ellas acompañado.

Un detalle importante. Naruto no gustaba del ramen de Ichiraku simplemente porque ese fuera a su parecer el mejor restaurante de la aldea. Lo que realmente le agradaba del sitio era que fue el primer lugar donde pudo experimentar de la compañía de otros sin sentir miradas de odio o desprecio. En Ichiraku siempre contaba con la compañía de Iruka, su equipo o sus dueños Teuchi y Ayame, por lo que las comidas allí eran siempre más cálidas que las que podía obtener en su hogar.

Los sentimientos que tenia Naruto hacia ese restaurante eran únicos, pero naturalmente estos quedaron en desventaja frente a los que el chico pudo experimentar cuando pudo verse en el comedor del templo Tachikawa. Allí todos tenía una situación familiar como la suya, así que le aceptaron sin la menor dilación. Le hicieron parte de esa seudo familia y el chico no pudo sentirse mejor por ello.

Naruto no sentía el menor desagrado por ser el musculo del templo Tachikawa. Labores como mover las cosas que Francis trajo, él las hizo sin la mejor queja. Bastaba con que Mallow diera la señal para que él se lanzara al bosque a buscar cualquier ingrediente que ella necesitara. Fuera animal o vegetal.

Su paciencia también mostro su mejor faceta con las niñas, a las que les toleraba sus bromas, constantes preguntas e insistencia para que jugara con ellas. En líneas generales el mejoro sus hábitos. Mientras que en Konoha su apartamento era todo un desastre, lo mismo no podía decirse de su habitación en el templo, la cual mantenía organizada para no añadir trabajo a Asia.

Su viaje de entrenamiento con Jiraiya había hecho que cambiara mucho, pero también lo estaba haciendo su estadía en New Heaven. Cualquiera podía decir con toda propiedad que el chico había madurado de forma rauda y veloz. Hecho completamente cierto, aunque faltaban otros aspectos que faltaban, pero estaban por verse.

-o-

-Naruto. Mallow. ¿Tienen un momento?-dijo Kiara a los jóvenes quienes en ese momento se encontraban en el patio.

-Por supuesto. ¿Qué sucede?-respondió Naruto.

-Nada malo. Lo que pasa es que quería saber si estaban muy ocupados como para que hacer un pequeño viaje al bosque.

-¿Necesita algo de allí?-pregunto Mallow.

-Si de hecho. Me parece que viene siendo tiempo de que esa fruta este madura-dijo la monja con una sonrisa.

-¡En serio! ¡Esa es una muy buena noticia!-dijo la morena emocionada.

-¿Huh? ¿Se trata de algo especial!-pregunto Naruto.

-Así es. Es una fruta única que solo se da en lugares con fuertes concentraciones de mana. Aunque se puede decir que toda New Heaven tiene esta gracia, hay zonas con mayores concentraciones que otras. Estas se encuentran principalmente en el lado este de la isla, el cual como les he es demasiado peligroso como para que alguien lo explore-explico la monja. –Sin embargo, para nuestra fortuna hay una caverna que si bien se encuentra en esa zona, está casi completamente aislada del exterior. Allí se con toda seguridad que hay árboles de esa fruta que pueden cosechar sin ningún inconveniente.

-¡Yo sé donde es! Fui varias veces de pequeña, pero tuve que parar luego de que el bosque se volviera demasiado peligroso-explico Mallow.

-Con Naruto presente, ese ya no es inconveniente, así que me gustaría que trajeran unas cuantas frutas al templo. No solo serán un buen tributo a nuestra diosa, sino que también gustaran mucho a las niñas.

-¡Sí! ¡Debemos traer muchas para que ellas las disfruten!

-De acuerdo. Déjenme que vaya a cambiarme y nos vamos-dijo Naruto, haciendo alusión a sus actuales fachas.

Naturalmente el chico no podía usar el mismo conjunto todos los días. Eventualmente le dieron unas cuantas prendas que pertenecieron a otros jóvenes que vivieron en el templo. Todas sencillas y de segunda mano, con el rasgo en común de que también eran ideales para el clima cálido de la isla.

En esos momentos el Uzumaki solo contaba con una bermuda de color marrón y unas sandalias similares. La camisa era una prenda que tendía omitir para evitar ensuciar más ropa de la cuenta, por lo que actualmente andaba con el torso desnudo.

-No importa. De todas formas nos vamos a echar un chapuzón.

-¿Eh?

-o-

Siendo Mallow la mayor conocedora del bosque, Naruto no dudo sobre el sitio al que estaba siendo guiado. Aunque el ya había visitado el bosque varias veces, ni siquiera había cubierto una fracción de toda su extensión.

New Heaven era una isla enorme, con una extensión mucho mayor a la de Konoha, incluso si contaban los bosques de esta. Su forma era la de una luna creciente y era ilustrada cartográficamente con las puntas de forma horizontal. Su constitución era curiosa, pues el volcán que la hacía más llamativa estaba justo en el centro, dividiendo a la isla en dos mitades casi iguales.

Ambas zonas estaban llenas de vida, pero se consideraba habitable únicamente a la oeste, pues el otro lado poseía una selva practicable inexpugnable. Quien entraba allí nunca salía, así que era un sitio que todos optaban por evadir y Mallow no era la excepción.

El lugar que Naruto y Mallow tenían como destino era una cueva con salida al mar que se encontraba en el norte de la isla. Para llegar a ella no solo había que atravesar prácticamente todo el bosque, sino que había que sortear el terreno accidentado que se daba por el efecto de las olas. Aunque existía una canal de agua, era imposible usar una embarcación en él y era necesario recorrer el sitio a pie.

Afortunadamente para los jóvenes, las lámparas proporcionadas por Francis le facilito mucho el saber por dónde caminaban. El camino recorrido fue relativamente largo, por lo que Naruto se pregunto varias veces si en verdad estaban yendo por el camino indicado.

Sus dudas solo se disiparon cuando Mallow dijo que ya estaban muy cerca de su destino.

Ella se detuvo frente a un curioso manantial, que no solo estaba rodeado por una variedad de hongos brillantes, sino que el mismo también emitía un cierto brillo.

-Bien. A partir de ahora hay que nada un poco-indico la morena.

-De acuerdo. No tengo problema con mojarme….-respondió Naruto, aunque se piso la lengua antes de terminar. ¿La razón? Mallow empezó a desvestirse frente suyo.

De haber tenido una bebida consigo la hubiera escupido por completo, pues la chica no dejo ninguna prenda sobre su cuerpo. Sus ropas de por si dejaban mucho al descubierto, pero ahora no había ninguna parte de su anatomía que no fuera visible. Desde sus perfectamente desarrollados senos de copa C, hasta su bien contoneada cadera.

-¡Hey, Mallow! ¿Qué pasa contigo? ¿¡Porque quitas la ropa tan de repente!?-reclamo Naruto con el rostro rojo como un tomate.

-¿Eh? ¿Cómo que porque me la quite? ¿Cómo quieres que entre al agua con la ropa puesta?-respondió Mallow sin el menor atisbo de vergüenza en su rostro. Solo una de sus sonrisas.

Naruto no pudo evitar gruñir y preguntarse porque no predijo que esta situación se daría.

Siendo residente de un lugar completamente diferente al suyo, no era como si el Uzumaki pudiera esperarse que las residentes del templo Tachikawa fueran iguales a las otras chicas. No obstante, el contaba con encontrarse algunas similitudes. Inesperadamente, una de las cosas que se mostraban diferentes era que todas ellas mostraban una gran o total falta de modestia. Situaciones que hubieran hecho a cualquier otra mujer chillar, a ellas les resbalaban, mostrándose completamente indiferentes ante estas.

Como primer ejemplo estaba el caso de Asia. Ella era torpe al punto de que no había un día en que ella no se cayera o tuviera algún tipo de accidente. Nunca se lastimaba, pero siempre terminaba expuesta de una forma u otra. Cuando no terminaba con la falda alzada y con sus bragas al aire, ella tendía a derramar líquidos sobre sí misma, provocando que su figura quedara en perfecto relieve.

Y como si no fuera suficiente, Naruto era consciente de ella no solo de vista, sino de tacto, pues también había veces en las que la monja caía encima de su persona. En esas ocasiones el chico había tenido la oportunidad de tocar tanto los pechos y el trasero de la muchacha. Los primeros al intentar atrapar a la chica cuando caía enfrente suyo y el segundo cuando ella de alguna forma aterrizaba sobre su rostro.

Lo raro era que en ningunas de esas circunstancia Asia se mostro abochornada por la exposición o el indiscreto contacto, cosa que uno esperaría de una religiosa como ella. A lo mucho se disculpaba por su torpeza y continuaba sus quehaceres como si nada.

Ni se hable de Ilya, Chloe y Miyu. Bajo la excusa de que el clima era muy caluroso, ellas solían llevar prendas muy ligeras que fácilmente podían deslizarse con el movimiento o ponerse translucidas con el sudor. Dado que sus cuerpos no tenían nada que mostrar y que ellas todavía eran ignorantes de muchas cosas, Naruto podía hacerse el desentendido, pero era difícil hacerlo cuando ellas lo metían a la fuerza al baño para asearlo, al tiempo que pedían que el hicieran lo mismo con ellas. En alguna parte Naruto vio que era una costumbre que los hermanos mayores ayudaran a sus hermanitas a bañarse, por lo que él se mentalizo que se encontraba en la misma situación, claro en que esos casos las involucradas no hacían preguntas incomodas sobre su anatomía.

Aun cuando no se hubiera visto involucrado en ninguna situación con ella, Naruto mentalmente le echaba la culpa de todo a Kiara. Siendo la única adulta presente en el templo, uno pensaría que ella se había encargado de enseñarles a las otras habitantes del templo cosas básicas como pudor antes los hombres, pero parecía un hecho que ese no era el caso.

No era que Naruto encontraba el asunto completamente molesto. Apreciaba que las chicas fueran cercanas con él. Le gustaba por ejemplo la costumbre que habían agarrado las niñas de subirse a su cama en las noches, que Mallow le jugara bromas o que Asia siempre le estuviera preguntado por su condición actual. Sin embargo, esa extrema apertura hacia él no era algo con lo que pudiera lidiar tan fácilmente por su condición como un adolescente hormonal.

Con un maestro como Jiraiya, era natural que Naruto ya estuviera al tanto sobre temas como el de las abejas y las flores. Ya lo había tanteado cuando empezó a investigar para su Sexy no Jutsu, pero solo lo entendido por completo cuando el anciano se lo explico a detalle y ojeo una de sus obras. Como le ocurría a la mayoría de las personas, el chico quedo impactado al principio, pero luego le resto importancia. Ya había una chica que les gustaba, así que no sentía la necesidad debía cambiar la visión que tenia de las mujeres.

No obstante, con situaciones como la presente, era difícil que Naruto pusiera control sobre sus hormonas. Aunque el era un shinobi, un tipo de guerrero conocido por el control que estos tenían sobre sus emociones, el no poseía entrenamiento para tal cosa. O mejor dicho, el nunca había reparado a este. El Uzumaki era conocido por su arrebato y falta de control, y ahora mismo lo evidenciaba con una expresión de total bochorno y la pérdida de control sobre las reacciones fisiológicas de la parte baja de su cuerpo.

Afortunadamente para el chico, Mallow no percibió nada de esto, pues nada más se desvistió, se concentro en doblar sus ropas y meterlas en el saco de tela que siempre cargaba consigo cuando venia al bosque.

-¿No vas a cambiarte también?-pregunto la chica.

-Yo estoy bien así, gracias-respondió Naruto cortésmente, aunque estaba prácticamente sin palabras.

Mallow entonces se sumergió en el estanque, el cual era más profundo de lo que aparentaba. Naruto le siguió, a pesar de haber preferido ir en frente para evitar la perfecta visión que tenia del trasero chocolate de la peliverde. Aunque el paso a través del túnel subacuático no duro más de un minuto, este resulto eterno para el rubio por el anterior hecho.

El viaje de los jóvenes llego a su fin cuando llegaron a una nueva cueva, que a diferencia de la anterior estaba completamente iluminada por una brillante capa de musgo luminiscente que cubría el techo.

Esto y la exuberante vegetación que había en el sitio, hicieron que Naruto casi se olvidara del asunto de Mallow. Era totalmente compresible, pues a él le sorprendieron los arboles rojizos con hojas azules que abundaban en esa cueva. Las flores también eran objeto de su atención. No le llamaba la atención sus inusuales tamaños o formas, sino la idea de que tal vez no fueran seguras.

También lo alerto la peculiar atmosfera que tenía el sitio. Nada mas entro a este, le invadió una debilidad similar a cuando había llegado a la isla y no sabía sobre sus particulares condiciones. Podía deducir que en ese lugar el Mana estaba especialmente concentrado. Si bien Kiara le había dicho no era algo para sentir especial preocupación, Naruto pensó que lo más prudente era terminar rápido con sus asuntos allí, pues la tendría algo difícil si se topaba con una amenaza.

Desgraciadamente, su acompañante no tenía ninguna de sus preocupaciones.

Mallow ni siquiera se molesto en cambiarse luego de salir del agua. Nada mas llego al sitio, ella se adentro en aquella selva subterránea y se dispuso a buscar la fruta que tenían como objetivo.

-¡Mira, Naruto! ¡Eso es lo que estábamos buscando!-dijo la peliverde señalando una palmera con unos curiosos frutos colgando de sus ramas.

El chico al principio los confundió con las llamadas bananas, una de las frutas tropicales que había en la isla y no eran propias del continente shinobi. Aunque crecían en racimo y y tenían una forma alargada similar, el presente fruto era negro en su totalidad. Tanto que daba la impresión que estaba podrido o algo por estilo.

Mallow sin embargo mostro que ese no era el caso, pues no minimizo en nada su atención una vez que lo tuvo en frente.

Con el fin de evitarse una escena bochornosa, Naruto se adelanto a cualquier intención de la muchacha por subir a la palmera y tomar la fruta por su cuenta. El mismo escalo la planta y corto un pequeño racimo para dárselo a la morena.

-¡Gracias! Hacía bastante tiempo que no ponía mis manos en una Fruta Lamedora.

-¿¡Fruta qué!?-dijo Naruto pensado que tal vez tenia agua en los oídos.

-Fruta Lamedora. Es una fruta especial que solo la puedes disfrutar si la lames adecuadamente.

-Eso es ridículo.

-No es así. Solo mira-dijo la chica para tomar una pieza de la fruta y dejar el resto en el suelo.

Como una banana, la Fruta Lamedora tenía una corteza exterior que podía ser removida con facilidad. Una vez que la piel negra quedo, fue expuesto un carnoso fruto de color rojizo que hizo que la quijada de Naruto golpeara el piso por su similitud a cierta cosa.

Peor aún fue como Mallow empezó a consumirla. Aunque dijo que había que lamerla, ella apenas le dio un par de lengüetazos para luego introducirla en su boca y empezar a chuparla de una forma muy energética.

Ella básicamente perdió la completa percepción de su entorno y solo se centro en la fruta, la cual metía y sacaba de su boca con un rítmico vaivén. Tanto era el énfasis que le ponía a tal movimiento que parecía que ella quería que la fruta alcanzase el principio de su garganta, a pesar de que esta no era tan grande.

La duración de la "comida" fue incierta, pero su final vino cuando Mallow saco la Fruta Lamedora de su boca y esta expulso una ingente cantidad de pulpa blanca a su rostro. El líquido era espeso y con un dulce olor. Así mismo era pegajoso, pues la chica tuvo que usar sus manos y lengua para poder llevarlo a su bica.

-Delicioso-dijo ella lamiendo sus labios. -Esta dulzura no la tienen otras frutas. Es muy pegajosa, pero se siente bien cuando se pega a tu piel.

-…...- Naruto no respondió. Su mente estaba en blanco. Aunque se suponía que simplemente había presenciado el consumo de una fruta, su mente había visualizado algo completamente diferente. No sabía si había sido pervertido por el Ero Sennin o si la escena en verdad estaba fuera de lugar. Lo cierto es que Naruto había perdido la conexión entre su mente y su cuerpo, y por lo tanto no era consciente de los cambios de este último.

-Hey, Naruto. ¿Qué eso?-pregunto Mallow señalando la abultada bermuda del chico.

El rubio seguía en shock, así que no respondió.

La morena hizo un frunció el seño al verse ignorada, por lo que se acerco al chico e investigo el asunto por su cuenta de la mejor que podía hacerlo, es decir, bajando la ropa del chico de un solo sentón.

Por supuesto, esta acción fue suficiente para que Naruto volviera a sus facultades y reaccionara con vergüenza.

-¿¡Qué demonios!? ¡Mallow, no puedes simplemente venir y bajarme los pantalones como si nada!-reclamo el chico, tratando de volver a subírselos, pero la morena, estando agachada frente suyo, tenía mayor control sobre la prenda y la retuvo mientras su atención se encontraba en el falo que se erguió sobre su cabeza.

-¿Esto es…un pene?-dijo la morena casi como si se encontrase hipnotizada por la larga vara de carne.

-¡Así es! ¡Ahora es devuélveme mis pantalones!

-Es tan grande… Mucho más de lo que dijeron Chloe y las demás.

-¡No hagas caso de lo que ellas digan! ¡Esas diablillas me quitaron la toalla apropósito!-dijo Naruto recordando con vergüenza aquel día.

El cuerpo desnudo de las mencionadas había tenido un efecto similar en su anatomía, así que estas por curiosidad le habían arrebatado el trozo de tela que usaba para mantener la discreción. Las niñas simplemente se sorprendieron al aprender sobre ese órgano que tenían los varones, pero era evidente que con Mallow las cosas eran diferentes.

Ella ni siquiera reparaba en las palabras de queja del chico, pues tenía mente lleno con pensamiento hacia la verga tenía enfrente. Habiendo sido excitada no solo por la figura desnuda de la morena, sino también por el erótico acto de esta con la fruta, la hombría del Uzumaki estaba casi en su máxima extensión. Dejaba en ridículo todas las Frutas Lamedoras que se encontraban en los alrededores y por ello Mallow sentía especial curiosidad sobre lo que pasaría si ponía la en su boca.

Ella por supuesto no dio mucha espera a su inquietud y prontamente empezó a lamer la base de verga con un lento movimiento.

Siendo víctima no solo de la irreal situación, sino también de la debilidad que le causaba aquel ambiente especial, Naruto no pudo poner especial resistencia al avance de Mallow. También incidió el hecho de que no encontrara molesta la sensación que le producía la lengua de Mallow. Aunque le era extraña, el cosquilleo que sentía era muy agradable.

Este lo fue más cuando toda la presión que había estado almacenándose en sus partes se libero como si de una explosión se tratase, no solo llenando al chico con una ola de placer, sino cubriendo el rostro de la peliverde con un chorro de líquido blanco, debido a que retrocedió un poco debido al orgasmo.

Mallow manifestó su asombro ante la nueva capa blanquecina que cubría su cara, pero como hizo con la anterior, ella prontamente se dispuso a comerla con la misma diligencia.

-Es salado-dijo ella tragándolo sin la menor duda. –Es muy distinto a la Fruta Lamedora, pero es igual de delicioso.

-¿¡Como si eso importara!? ¿¡Se puede saber qué rayos te pasa!?-reclamo Naruto, ya con sus sentidos un poco más en su lugar. -¿¡Porque hiciste…..eso!?-dijo no sabiendo como describir lo sucedido.

-¿Eh?-respondió la chica ladeando la cabeza con confusión, para entonces realizar a lo que se refería el rubio. -Oh. Te refieres a la felación. Lo siento. Me excite demasiado ante la oportunidad de por fin poder realizarle una a un hombre.

-¿Cómo?

-Es una de las técnicas que nos enseñan en el Templo Tachikawa.

-Me parece que me estoy perdiendo de algo. ¿Hacer cosas pervertidas es algo que se haría en un templo religioso?

-¡Por supuesto! Es parte de las enseñanzas que nos ha dejado nuestra diosa. La felicidad solo puede ser alcanzada a través de los placeres carnales-explico la morena como si lo dicho tuviera total coherencia.

-… Realmente no sé qué decir.

-No digas nada-dijo Mallow para tumbar a Naruto contra el suelo. –Solo déjame mostrarte de lo que hablo.

Poniéndose encima del rubio, Mallow nuevamente se ubico frente a la verga de este, la cual si bien se había puesto algo flácida, seguía poseyendo un tamaño considerable.

Aunque tenía sentimientos encontrados por la situación, Naruto no detuvo a la morena. Simplemente uso sus brazos para medio levantarse y poder tener una visión de la chica.

Mallow entonces acomodo la verga de Naruto entre sus senos. Su mirada ahora estaba dirigida a los ojos del chico, pero no por ello parecía ponerle menor atención al falo.

Su trabajo inicio con la limpieza de la punta, la cual atendió primero con su lengua, para luego introducirla en su boca.

Aquello y la presión conjunta que hacían los senos de la muchacha, hicieron que Naruto sintiera que el vigor liberado por la última corrida había vuelto a su sitio. Por ello fue capaz de resistir por más tiempo el erótico trabajo que estaba ejecutando la morena.

¿Acaso eso era lo que perseguía el Ero-Sennin cada vez que iba a un burdel? No podía condenarlo si ese era el caso. Tampoco a Kakashi, quien se la pasaba leyendo libros referentes al tema. Naruto al menos tenía el gusto de saber que estaba en una situación real y no un mero acercamiento que era lo único que solían hacer sus sensei.

La calidez que le transmitía Mallow era en extremo reconfortante. Mucho más que un baño caliente o una manta en una noche fría. Tan agradable le era la sensación que casi parecía que el pesado ambiente que causaba el Mana ya no era una molestia. Naruto se sentía repotenciado, a pesar de que el acto en que se encontraba de por si causaba un efecto dopante.

-¡Mallow, yo voy a…!-dijo Naruto al sentir como su parte de nuevo a iba a explotar.

La chica sin embargo no se detuvo. Esta vez tenía la intención de recibir toda la corrida y eso hizo. Dejo que el segundo orgasmo del Uzumaki ocurriera en su boca, con el fin de no permitir que nada del blanquecino líquido se perdiera.

Nuevamente lo trago y luego expresar una sonrisa de satisfacción, se dispuso a hablarle al chico.

-Entonces, ¿qué te pareció?

-Fue… fantástico-respondió Naruto, no pudiendo mentir al respecto.

-¡Gracias! Practique muchas veces con las Frutas Lamedoras, pero pensé que haría algo mal cuando lo hiciera con un pene real. Me alegra mucho que lo hayas disfrutado. Supongo que me ha dado confianza extra el hecho de que tú hayas sido el primero.

-Ok, tengo que admitir que me gusto mucho lo que hiciste, pero ahora tengo muchas preguntas. Para empezar, ¿cómo es que aprendiste esto en el templo?

-Ya te lo dije. En el templo Tachikawa se practica la doctrina de que los placeres terrenales son la mejor forma de complacer a nuestra diosa. No tengo facultades espirituales tan buenas como Kiara o Asia, pero son una devota seguidora desde pequeña.

-Espera, entonces la fruta que nos pidieron llevar al templo es para…..-dijo el rubio con sudor frio en su frente.

-Sí. Dársela a Ako, Miyu, Ilya y Choe para que ellas empiecen sus prácticas-dijo la verde con una gran sonrisa.

-o-

Naruto fue lo suficientemente consciente como para no dejar a Mallow sola en la cueva, pero eso no evito que el pusiera el resto de su atención únicamente en regresar al templo y tener unas palabras con Kiara. Ella ciertamente tenía libertad para hacer las cosas a su modo, pero el chico percibía que había cosas fuera de lugar y era su deber resolverlo. Incluso cuando el no perteneciera a New Heaven o las tierras donde se encontraba.

No voló porque simplemente no podía hacerlo, pero el chico regreso a su actual hogar a una velocidad demencial, tanto que las niñas que lo vieron se preguntaron si en verdad había al bosque.

La monja no estaba en ninguno de las salas comunes del templo, llámese estos la cocina, el comedor, las habitaciones o la capilla. Naruto supo entonces que Kiara se encontraba en el sótano, el sitio en donde ella se dedicaba a orar. No estaba bloqueado ni nada por estilo, así que el chico pudo bajar a él sin ningún inconveniente.

El piso estaba vagamente iluminado por velas, las cuales indicaban un camino hacia una habitación que destilaba un brillo azulado.

Al entrar a esta Naruto se encontró con otra situación merecedora de que su mandíbula cayera al suelo. Allí se encontraban Kiara y Asia, con esta ultima totalmente desnuda, únicamente con su collar sobre su cuello. Resaltaba además el hecho de que ella se encontraba sentada sobre el centro de un círculo lumínico grabado sobre el suelo. Sus piernas estaban extendidas y con su intimidad al descubierto. No era una acción sin sentido, pues justamente estaba así porque tenía una de sus manos tallando en el sensible punto y la otra apretando uno de sus senos.

El acto era efectuado con una vehemencia y erotismo similares a los que Mallow había mostrado cuando había consumiendo la Fruta Lamedora. Por ello Naruto no tuvo el impulso para intervenirlo, sino que se quedo a observarlo.

-K-kiara-san. Aquí viene-dijo la rubia entre gemidos sin detener el movimiento de sus manos.

-Perfecto. Ahora déjate llevar y permite que el placer te conecte con nuestra diosa-dijo la monja mientras juntaba las manos.

-¡Ahhhh!

Al tiempo que Asia mostraba una expresión de éxtasis similar a la que él había mostrado por el acto de Mallow, Naruto observo como el grabado de la habitación tomo un leve brillo rojo antes de volver a azul.

-No, no, no. Todavía no es suficiente, Asia-chan-señalo Kiara con decepción en su voz. -Apenas estás haciendo que tu cuerpo reaccione. Debes hacer que tu espíritu también manifieste el gozo que estas sintiendo y que la energía resultante se transfiera al círculo mágico.

-L-lo siento. Lo hare mejor la próxima vez-respondió la joven entre jadeos.

-Hmmm. Tal vez esto no sea lo tuyo. Ya hemos hecho esto muchas veces y no hemos tenido resulto. Lo mejor sería que….-dijo Kiara para entonces voltearse hacia la puerta de la sala. –Oh, Naruto. Tan oportuno como siempre. Se me sorprende ver que ya llegaran. ¿Consiguieron la Fruta Lamedora?

-¿Eh?... Si. La encontramos donde nos indico-respondió el rubio con inercia por el aturdimiento que causaba ver a Asia en paños menores.

La rubia no estaba tan bien proporcionada como Mallow, ni poseía su encanto exótico, pero si tenía un aire de inocencia que causaba que Naruto se sintiera atraído a ella y quisiera verse envuelto en las mismas situaciones que se imaginaba con Sakura.

El sin embargo se obligo a salir de su confusión con una cachetada a su propio rostro. Vino al sótano porque iba a discutir sobre un tema y eso iba a hacer.

-Como decía. Si encontramos la fruta, pero no la trajimos-dijo Naruto con una cara seria. –Mallow me mostro que clase de fruta era y luego de que me explicara porque debíamos traerla al templo, decidí que no era para nada apropiado que se la diéramos a las niñas.

-Huh. ¿Por qué?-pregunto Kiara con genuina curiosidad.

-¿¡Como que porque!? ¡Esa cosa es solo para gente pervertida!-respondió el chico con un sonrojo en su rostro. –Puedo imaginarme a algunas chicas que tal vez les gustarían-dijo Naruto pensando en casos como Anko y Shizune. -Pero no es para nada apropiada para personas normales. Especialmente si son tan jóvenes.

-Hmmm. Tienes razón-dijo la Sessyoin para total sorpresa de Naruto, quien creía que se iba a ver envuelto en una discusión. –Soy de la opinión que ellas ya tienen una edad óptima para poder tener una comunión con nuestra diosa, pero hay que reconocer que son otras las personas que pueden tener mejores resultados. Tal vez mujeres de mediana que claman por un hombre.

-¿Eh?

-Solo divago. Ese es un tema que podemos dejar para otro momento-dijo la monja para volver su atención sobre el círculo mágico y Asia.-Lo mejor ahora es que te explique porque resulta oportuno que hayas bajado hasta aquí.

-…..

-Este es de aquí es el círculo mágico que genera la barrera que protege al templo. El Mana ambiental lo mantiene, pero son las oraciones de una devota de la diosa lo que le da forma. Es bajo su inquebrantable creencia de que no será molestada mientras está consumando el acto carnal que la barrera adquiere sus grandes capacidades.

Naruto casi cayo de espalda al escuchar esa explicación, pues estaba dentro de las cosas más tontas que había escuchado en su vida. sin embargo, no interrumpió a la monja.

-Yo soy perfectamente capaz de establecer la barrera que protege al templo, pero dado que pronto tendremos a nuevos residentes, me pareció indicado empezar a entrenar a Asia para que ella también fuera capaz de contribuir a la barrera. Es una joven con excelentes habilidades espirituales, así que juntas podríamos extender el área protegida a al menos el triple.

-Ok-dijo Naruto, en aras de permitir que siguiera la charla.

-Por desgracia, aunque la fe de Asia hacia la diosa es fuerte, no es plenamente capaz de imaginarse en el acto carnal que debe proteger. Sus dedos no capaces de conseguirle algo parecido-dijo la monja en reprocho, lo que causo que la mencionada bajara la cabeza con vergüenza. –Tal vez con tu ayuda ella puede mejorar. ¿Te importaría echarnos una mano?

Naruto iba a decir no, pero Asia le lanzo una de esas miradas que eran imposibles de ignorar. Un suplicante pedido de ayuda que calaba el alma y te quitaba humanidad si eras capaz de pasarlo por alto.

-Urgh. ¿Qué tengo que hacer?-dijo Naruto con voz de derrota.

-Siéntate con Asia. No a su lado. Ponte detrás de ella y rodéala con tu cuerpo-indico Kiara.

Naruto siguió la orden y fue hasta el centro del círculo mágico, donde se sentó en una posición similar a la de Asia, siendo lo único diferente que el hecho de que él no quedaba expuesto, pues tenía a la chica en frente suyo. Eso sin embargo, hizo que el chico recordara un detalle insignificante.

Tuvo la suficiente atención para no dejar a Mallow en la cueva, pero no la necesaria como para acordarse de que ella lo había despojado de su bermuda.

Actualmente el se encontraba desnudo y toda la conversación la había hecho con sus partes al aire. Ya quedaba claro que no había necesidad mantener decencia con las habitantes del templo, pero en lo que concernía a Naruto, el sentía que ya no le quedaba dignidad.

El único consuelo que tenía en esos momentos era la hermosa joven que tenía en frente suyo, cuya sola piel transmitía un sentimiento de tranquilidad. Eso y excitación, pues la erguida verga del rubio se encontraba pegada contra la espalda de la ojiverde. Esto hacia que la joven también se encontrara entusiasmada, ya que podía percibir toda la longitud del miembro.

-Ahora, Naruto. Sírvete con los senos de Asia-dijo Kiara.

-¿Cómo?

-Juega con ellos a tu gusto. Asia puede no estar muy desarrollada, pero su sensibilidad e acorde a su condición como virgen.

Naruto solo comprendió las palabras de la mujer cuando paso sus manos por debajo de los brazos de Asia y accedió a su pecho. Si existía algo más suave que ellos, a Naruto no le interesaba. La chica que le gustaba no los evidenciaba, por lo que nunca había reparado en esa parte de la anatomía femenina. Ahora estaba reparando en su error mientras acariciaba y apretaba los pertenecientes a Asia.

Al principio la chica solo mostro bochorno, pero cuando Naruto empezó a juguetear con sus aureolas, no pudo mantenerse quieta. El chico recorrió con sus dedos toda la circunferencia de forma lenta y gentil, para luego centrarse en sus pezones. Repitiendo la acción que había visto que ella había hecho antes de su llegada, Naruto apretó las erectas glándulas, haciendo que la rubia chillara por el acto. En otras circunstancias Naruto se hubiera detenido, pero como ahora mismo el Uzumaki no era diferente de un niño con un nuevo juguete, cada reacción de este a sus acciones era solo aprendizaje que quería ser seguido por otro. Por ello el continuo jugando con ella hasta que el circulo bajo suyo despidió un cambio de color que tuvo una duración de varios segundos.

-Bien. Se siente como has experimentado ese orgasmo con tu espíritu, pero aun no es suficiente-dijo Kiara con una voz seria, pero serena. –Es necesario que alcances un conocimiento más profundo de lo que quieres proteger. Naruto, ahora necesito que te concentres en la entrepierna de Asia. Nuevamente eres libre de actuar a tus anchas.

El Uzumaki en realidad no necesitaba de esa última instrucción para darse rienda suelta. La verdad era que esa era el área mas desconocida para el chico. Las revistas siempre la censuraba, por el existía un mayor sentimiento de curiosidad hacia ella.

No poseía un especial atractivo, pero Naruto de inmediato supo que era la parte más conservada por las mujeres por su gran sensibilidad. Solo un toque fue necesario para que Asia se estremeciera.

Un agujero como ningún otro. Así el rubio podía describir la depilada vagina de la monja frente suyo. Cada pliegue que tocaba con sus dedos ofrecía una diferente sensación, más a la chica que a él mismo, pero de todas formas era una experiencia educativa.

Lo mismo ocurrió con el líquido que se deslizaba de la abertura. Si bien era cierto que ya la chica se encontraba toda sudada, Naruto determino que lo emanaba de sus partes tenía una naturaleza distinta al sudor. Nada que ver con la consistencia de la pulpa de la Fruta Lamedora o su semen, por lo que el muchacho sintió la necesidad de probarlo.

A su parecer no era una delicia de otro mundo, pero de todas sintió el simple placer que tenía el saber a qué sabia Asia. Entendió un poco porque Mallow había actuado como una obsesa en la cueva y si bien no sentía que iba a llegar a ese nivel, decidió que debía actuar como ella para poder complacer correctamente a su actual acompañante.

Naruto se separo de Asia e hizo que esta se acostara, al tiempo también hacia que alzara su cadera. Ella obedeció sin rechistar y pronto se vio atendida por la lengua del chico, que empezó a invadir su intimidad. Fueron movimientos toscos y burdos por lo que no fue mucho el aguante que pudo ofrecer la joven ante el lascivo acto.

Con ello Naruto no solo tuvo una mejor probada de los jugos de la monja, sino que también permitió que esta hiciera que el círculo cambiara su color por un tiempo más prolongado.

-Así está mejor. Me parece que si seguimos haciendo prácticas como esta a diario, conseguiremos buenos resultados para finales de este mes-dijo Kiara con unos aplausos a ambos jóvenes, que solo se detuvo cuando vio que la rubia uso sus manos para abrir su intimidad.

-K-kiara-san. Yo….-dijo la rubia con un tremendo.

-Oh. Parece que esta sección no ha sido suficiente para ti. Fufufu. No puedo culparte-dijo la monja entre risas para ver al chico presente.

-Naruto, ¿por qué no eres un buen caballero y asumes la responsabilidad que tienes con Asia? La has dejado caliente y solo tu elegante espada es capaz de aplacar sus molestias.

El Uzumaki no necesito mayores explicaciones. La sola visión de Asia, solicitándole que atendiera su expuesta intimidad, fue suficiente para que su verga se pusiera erguida y el supiera que hacer.

De una sola estocada él penetro la vagina de la monja y con ello se llevo la virginidad que ella ostentaba. Asia gruño por el dolor causado, pero ella estaba tan mojada y cachonda que prontamente lo olvido y solo se concentro en el placer que estaba recibiendo.

Esto se evidencio en el círculo mágico que cambio su color y lo mantuvo conforme los jóvenes agitaban sus caderas.

-Por fin le agarras el punto, Asia-chan. No basta con solo desear la protección del momento en experimentas el orgasmo. Debes querer que todo el acto este a salvo-dijo Kiara con una sonrisa de satisfacción. –Luego trabajaremos en tu capacidad para mentalizarte con eventos futuros, no solo con aquellos que están sucediendo en el momento. La sola expectativa de que tu cuerpo va a ser ultrajado por la verga de Naruto-kun debe serte suficiente para que puedas mentalizar una barrera que dure todo un día-explico la monja, aunque realmente no fue escuchada por nadie.

Ni siquiera Naruto era dueño de sí mismo en ese momento. Sus pensamientos en ese momento estaban dirigidos únicamente hacia el cuerpo de Asia.

-Fufufu. Parece que sería una buena idea dejarles a solas, aunque creo que sería bueno dejar que Mallow se les uniera. Estense tranquilos que yo me encargare del resto de los quehaceres pendientes-dijo la Sessyoin para entonces dejar la habitación donde los jóvenes fornicaban sin reparo.


Supongo que tendrán muchas preguntas, pero desgraciadamente no puedo ofrecerles muchas respuestas. Esta en ustedes deducir el porqué de las cosas. Si consideraron que las cosas escalaron rápido en este capítulo, solo esperen el siguiente. Allí verán con alegría quienes son el mayor el recurso que estará en la historia. Ilya y las demás están por una razón, pero por el momento estarán en segundo plano.

No digo más por ahora, hasta el siguiente capitulo.