Disclaimer: The story doesn't belong to me, the characters are property of Stephenie Meyer and the plot belongs to Simaril. I just translate with her permission.


Disclaimer: La historia no me pertenece, los personajes son de Stephenie Meyer y la trama de Simaril, solo me adjudico la traducción.


Este capítulo lo betearon mis amadas Yani y Meli, betas de Élite Fanfiction ( www facebook com / groups / elite . fanfiction / )


Capítulo uno: Olvidados

POV Carlisle

Acomodé mis papeles por décima vez y me aclaré la garganta innecesariamente. No sabía por qué esta clase en particular me había llenado con una sensación extraña. No era mi primera vez dando clases, pero me sentía extrañamente nervioso. Mi teléfono vibró en mi bolsillo y lo saqué para ver un mensaje de Alice.

¡Deja de preocuparte! Lo harás bien. Alice x

Sonreí, debería haber sabido que ella me estaría vigilando. Ella estaba muy pendiente de toda la familia estos días, determinada a que no habría nada más que nos separara. Después de los eventos en la fiesta de cumpleaños de Bella ella había cargado con un montón de culpa por no ver lo que pasaría. Fiel a su personalidad, Alice había tomado toda la responsabilidad, perdonando a Jasper por su desliz tan pronto como sucedió. Jasper estaba frustrado consigo mismo por su pérdida de control y el caos que causó a toda la familia.

Edward nunca fue a Ítaca como habíamos arreglado antes de que dejáramos Forks. En su lugar recibimos una llamada telefónica diciéndonos que iba a buscar a Victoria. Emmett se ofreció a unirse a él —para disgusto de Rosalie—, pero él se negó, diciendo que necesitaba tiempo para él. Esme estaba muy desilusionada, pero yo entendía su deseo de soledad. Mi primer hijo era producto de su época y, como tal, no era muy dado a mostrar sus emociones. Necesitaba tiempo para procesar su dolor y después regresaría. O eso había pensado.

Cuando recién nos fuimos, Alice estaba segura de que con el tiempo se daría cuenta de su error y regresaría con Bella. Fue la única cosa que la había persuadido de irse en primer lugar, pero a medida que el tiempo pasaba ella se desanimaba. Leal a Edward, no había buscado en el futuro de Bella y nada le había llegado espontáneamente. Ella extrañaba a su amiga como el resto de nosotros, pero teníamos algo de consuelo en saber que ella estaba viviendo su vida de la forma en que debía ser, sin que seres sobrenaturales la pusieran en peligro.

Él se mantuvo alejado por un año.

A medida que el cumpleaños de Bella se aproximaba, la tristeza de Esme se volvió demasiado para mí. Ella sentía que si Edward se mantendría alejado de nosotros, deberíamos volver a Forks y a Bella. Alice y Emmett estaban a favor de la idea, pero Rosalie y yo argumentamos en contra, aunque por razones muy diferentes. Rosalie no quería alterar su vida por la humana otra vez y yo porque sabía que Edward estaría furioso. Alice dijo que él no regresaría con nosotros por su propia voluntad, así que hicimos un trato: si él se negaba a regresar con nosotros, iríamos a ver a Bella. Si ella estaba feliz con su vida, la dejaríamos sola. Si no lo estaba, reconsideraríamos nuestra ausencia. Me sentía culpable por el asunto. Sabía que si pudiéramos encontrar a Edward, él regresaría para asegurarse de que nos mantuviéramos alejados de Bella.

Alice vio a Edward en Sudamérica, todavía continuaba con su búsqueda de Victoria, así que Jasper y yo fuimos a encontrarlo. Al principio no había estado de acuerdo con regresar, pero cuando vio en mi memoria el acuerdo al que habíamos llegado con los otros, aceptó regresar. Jasper me advirtió de que estaba sufriendo, sus palabras exactas fueron un mundo de dolor. Observé atentamente por cualquier señal de dolor, pero él parecía bastante bien, solo estaba un poco callado. No fue hasta que estuvimos en casa que vi la extensión completa de su dolor.

Él se había mantenido estoico hasta que fuimos a cazar juntos. Terminé mi caza y seguí su olor hasta una cascada. Él estaba sentado en la orilla, su expresión una máscara en blanco. Mis pensamientos se dirigieron hacia Bella y me pregunté cómo le estaba yendo, lo que provocó su ruptura. Rompió en sollozos que recorrían todo su cuerpo y me senté junto a él a consolarlo silenciosamente mientras él dejaba salir su dolor.

—¿Estás seguro de que estás haciendo lo correcto? —cuestioné cuando se calmó un poco—. ¿No sería mejor estar con ella? Nunca te vi sufrir de esta forma.

Él me dirigió una sonrisa temblorosa.

—Eso es porque antes nunca estuve enamorado. La amo lo suficiente como para mantenerla a salvo.

Esa fue la última vez que discutimos el tema desde su regreso y él parecía agradecido por eso. Aunque no iba a la universidad con los demás, pareció encontrar alguna medida de paz en estar con la familia otra vez. Ayudaba a Esme con su restauración de la casa, cazaba con Emmett y Jasper y apoyaba a Alice en su búsqueda sobre su vida humana. Había grandes diferencias con el hombre feliz que había sido con Bella. Ya no tocaba el piano, el hermoso Steinway Grand que Esme llevó para él se mantenía en silencio a pesar de que ella le suplicó que tocara. Peleaba con Emmett, pero no había lucha en él. Muy a menudo Emmett lo vencía, lo que antes pasaba pocas veces. Mi hijo, que había sido tan feliz, parecía haber sido reemplazado por un hombre mucho mayor que los años que había vivido.

El conjunto de voces en el salón se hizo más fuerte, diciéndome que casi era tiempo para comenzar la clase. Los estudiantes comenzaban a juntarse en la habitación en pequeños grupos, todos dirigiéndose a la parte posterior del auditorio, ninguno quería estar al frente por temor a ser llamados. Los observé mientras tomaban sus asientos y preparaban sus materiales. Siempre era interesante evaluar a un nuevo grupo, encontrar aquellos que eran serios en cuanto a aprender y los que estaban ahí obligados por papi y matando el tiempo hasta la próxima fiesta.

Esperé que se acomodaran y ordené mis notas una última vez. Se hizo un silencio, los ojos de treinta estudiantes sobre mí.

—Bienvenidos a Historia del Arte. Soy el doctor Carlisle Cullen y seré un profesor invitado por este semestre. Mi objetivo es cubrir las obras de Solimena…

Me detuve cuando un olor familiar llego a mí, fresias y lavanda. ¡Bella!

Recorrí la habitación, buscando la fuente. Ella no podría estar ahí, sería demasiada coincidencia y Alice seguramente lo habría visto. Observé otra vez las caras confundidas, pero no estaba el rostro familiar, ninguna señal de cabello castaño. Sacudí mi cabeza para dispersar mi confusión.

Es solo porque estaba pensando en ella, pensé rápidamente. No hay necesidad de tener esperanzas.

—Perdón —me disculpé con la clase—. Perdí mi tren de pensamiento por un momento, estaba diciendo que…

La puerta se abrió con un clic y una figura entró. Una figura muy familiar.

—Siento llegar tarde —susurró ella, deslizándose en un asiento al frente de la clase. Estaba sonrojada hasta el comienzo de su cabello, realzando su esencia. Mantuvo su cabeza baja mientras entraba y esperé nervioso a que mirara hacia arriba y me viera. Esperaba que fuera capaz de controlar su reacción. Sería un shock para ella, pero si se molestaba atraería más atención. Sacó su libreta de su mochila y finalmente miró hacia mí.

No hubo ningún tipo de reacción. Me miraba expectante, pero sin más interés que cualquiera de los otros estudiantes. La Bella que recordaba era una actriz horrible, su indiferencia total era una actuación digna de un Oscar.

Continué con mi clase, pero mirándola por el rabillo del ojo todo el tiempo. Ella escuchó atentamente y tomó muchas notas, pero parecía más cautivada por mis palabras que por mi reaparición en su vida.

Perdí mi tren de pensamientos un par de veces y tuve que revisar mis notas para recuperarme otra vez. Bella me dirigía una mirada extrañamente comprensiva cada vez que eso pasaba. Esto no tenía sentido, ella conocía mi naturaleza y las facultades mejoradas, que perdiera la concentración tendría que sorprenderla. Me las arreglé para continuar la clase y, cuando la hora había terminado, suspiré aliviado.

—Los veré otra vez en una semana. Por favor lean el texto asignado antes de la próxima clase —les pedí a los estudiantes mientras guardaban sus pertenencias. Bella permaneció sentada un poco más, estudiando un pedazo de papel. Mientras lo guardaba en su mochila noté que era un horario.

Ella se colgó la mochila sobre su hombro y caminó hacia mi escritorio. Luché para mantener la calma, cuando en realidad quería envolverla con mis brazos.

—Siento haber llegado tarde, señor… —ella miró mi nombre en mi placa de identificación—. Oh, lo siento, doctor Cullen. Me confundí un poco en los pasillos.

La observé con incredulidad. Estaba actuando como si ella no me conociera. Nunca pensé que podía comportarse de esa manera, me estaba tratando como si este fuera nuestro primer encuentro, como si no hubiese sido casi una hija para mí. Eso era inusualmente cruel de parte de ella y me hizo sentir agradecido de que fui yo el que la vio primero. Si Alice o Emmett hubiesen recibido este trato de ella les habría roto el corazón. Si ella iba a actuar como si yo fuese cualquier otro profesor, la trataría como si fuera cualquier otro estudiante.

—Eso estuvo fuera de lugar, señorita Swan. Asista a tiempo la semana siguiente o no asista en absoluto —hablé con dureza y lo lamenté al mismo tiempo.

Su mandíbula se apretó y sus ojos se endurecieron.

—Creo que se dará cuenta de que eso sería una violación al artículo 6.4 del reglamento de recursos humanos de la universidad —dijo con los dientes apretados—. Si revisa el nombre en la lista, creo que encontrará una nota.

Se giró sobre sus talones y salió de la habitación, dejándome observando detrás de ella, con la boca abierta y la mente confundida.

Esa no era nuestra Bella.

Mi teléfono sonó y atendí automáticamente.

—¿Sí?

—Hola, Carlisle, ¿cómo te fue?

Horrible. Me mantuve en silencio, tratando de pensar cuál era la mejor forma de lidiar con la situación. ¿Cómo les diría que Bella estaba aquí pero que parecía no conocerme?

—¿Estás ahí? ¿Carlisle? —Alice empezaba a preocuparse, así que forcé a las palabras a atravesar mi confusión.

—¿Tienes una clase ahora?

—No, tenemos los dos periodos siguientes libres. Estamos en el patio.

—¿Pueden venir aquí, por favor? Necesito hablar con todos ustedes.

—Estás preocupándome.

Escuché el sonido del teléfono cambiando de manos.

—Carlisle, ¿qué está pasando? —preguntó la voz fría de Jasper.

—Nada por lo que tengan que preocuparse, si pueden venir aquí les explicaré —dije cuidadosamente. Como nunca fue alguien de muchas palabras, Jasper dijo un rápido adiós y colgó.

Me senté en la silla detrás de mi escritorio y pasé mis dedos por mi cabello. ¿Qué diablos iba a decirles?

No tuve mucho tiempo para considerarlo cuando la puerta se abrió y Alice, Jasper, Emmett y Rosalie se apresuraron a entrar.

—¿Qué diablos está pasando? —demandó Emmett—. Primero Alice se vuelve loca porque estás siendo críptico por teléfono, y ahora venimos aquí y tú luces como si alguien se hubiese robado el último oso pardo frente a tus narices. Me encanta el buen misterio, pero… —se interrumpió, sus fosas nasales moviéndose mientras inhalaba profundamente.

Sabía exactamente lo que él olió y observé con tristeza como la comprensión lo llenaba. Los otros le dirigieron una mirada de confusión y luego siguieron su ejemplo, todos inhalaron el aire. Sus expresiones cambiaron de confusión a preocupación y después a grandes sonrisas. Todos excepto Rosalie. Ella se veía mucho más como el día que Emmett rayó su M3 cuando hacía el tonto en el garaje: sorprendida, decepcionada y después enojada.

—¿Ella está aquí? —preguntó Emmett emocionado, ignorando el gruñido de enojo de su esposa.

—Sí —confirmé.

—¡No puedo creerlo! —exclamó Alice—. ¿Por qué no vi que esto pasaría?

—¿Cómo luce? —preguntó Emmett.

—¿Qué dijo cuando te vio?

—Apuesto que se sonrojó, extraño su sonrojo —dijo Emmett con nostalgia.

Sabía que tenía que decirles la verdad, pero les concedí un momento de felicidad antes de responder sus preguntas.

—Ella estuvo en mi última clase, lucía bien y sí se sonrojó. —Una sonrisa tiró de la comisura de mi boca cuando recordé sus mejillas rojas—. Aunque ella no estaba feliz de verme.

Jasper me estaba mirando con curiosidad, podía sentir mi cautela y eso lo confundía.

—¿Qué quieres decir con que no estaba feliz de verte? —preguntó Alice, su confusión era evidente—. ¿Está enojada con nosotros?

—No sé qué pasó —dije y después expliqué nuestro encuentro. Su indiferencia inicial a nuestro primer encuentro y después sus duras palabras al final de la clase.

—¿Entonces ella no te reconoció? —dijo Emmett sonando dolido—. Eso apesta, sé que han pasado un par de años y todo, pero la memoria de los humanos no puede ser tan mala.

—No lo es, ella tal vez me reconoció y eligió esconderlo. Me imagino que hay una cierta cantidad de dolor por la forma en que nos fuimos.

—Hay una forma de descubrirlo, necesitamos verla otra vez —dijo Emmett—. Haremos que Jasper controle sus emociones y después sabremos si nos reconoce.

—O podemos evitarla y dejarla disfrutar su vida humana —dijo Rosalie—. Eso es por lo que empacamos y dejamos Forks en primer lugar. Ella evidentemente no quiere nada con nosotros, así que ¿por qué deberíamos forzarla a pasar tiempo con nosotros?

Lo dijo con el tono perfecto, haciéndolo sonar como si Rosalie tuviera en mente lo mejor para Bella, pero la conocía mejor que eso. Mi hija era esencialmente una buena persona, pero ella tenía un costado egoísta que estaba levantando su cabeza. Emmett claramente reconoció lo mismo mientras le dirigía una mirada triste, pero no habló. Alice fue la que la desafío.

—A ti tal vez no te importe, pero a nosotros sí. Si Bella no nos quiere en su vida, es su elección, pero está pasando algo más y necesitamos saberlo. Si ella de verdad no reconoció a Carlisle, significa que hay más aquí que un poco de resentimiento.

Rosalie bufó, pero no habló otra vez.

—¿Qué hay de la reglamentación que ella dijo? —preguntó Jasper—. ¿Qué fue eso?

Alice tocó un par de teclas en su celular y encontró la página que buscaba.

—Habla sobre discriminación. No nos da ninguna pista de lo que ella estaba hablando.

Emmett estaba empezando a impacientarse, él quería poner su plan en acción. Sabía por la mirada que le di a su horario que estaba en clase, pero el siguiente era su periodo libre. Si lo usaba para almorzar, sería el momento ideal para preparar un encuentro.

Todavía teníamos treinta minutos hasta que Bella saliera de su clase, pero estaba tan ansioso como los demás por verla otra vez, así que nos dirigimos al patio. Era un día nublado, pero la temperatura era lo suficientemente alta como para que las personas no llevaran chaqueta y estuvieran charlando en grupos sobre el pasto. Tenía la esperanza de que Bella saliera a tomar aire fresco también, así sería más fácil lograr que nuestro encuentro luciera casual.

El tiempo parecía alargarse. Cada tic del reloj parecía durar una eternidad, pero eventualmente el patio comenzó a llenarse de estudiantes que salían de sus clases. Jasper y yo nos quedamos atrás. Le preocupaba que volver a verlo la molestaría ya que su último encuentro terminó con él siendo arrastrado fuera de la habitación mientras luchaba por lanzarse sobre ella.

Su esencia nos alcanzó primero. Entre la esencia normal de la sangre humana y los varios artículos de tocador que usaban, estaba su reconocible aroma. Ella estaba sola, caminando con su cabeza baja y un montón de libros. No habíamos discutido como Alice y Emmett se acercarían a ella, así que me sorprendí y me preocupé un poco cuando Emmett se interpuso directamente en su camino.

Ella caminó directo hacia él, sus libros cayéndose al suelo.

—Ups, siento esto —dijo Emmett, tratando de disculparse pero su amplia sonrisa de alguna manera arruinaba el efecto. La miró expectante, esperando su reacción.

—Es mi culpa —dijo ella, agachándose para recoger sus libros—. No estaba mirando por donde iba.

El rostro de Emmett decayó mientras ella no mostraba signos de reconocerlo. Alice le tendió la mochila que se le había caído cuando se agachaba y sonrió.

—Siento esto, mi hermano es conocido por meterse en el camino —dijo con una sonrisa brillante y esperanzada.

—Está bien —dijo Bella, sonriéndoles y después alejándose.

Emmett y Alice la observaron, su tristeza era evidente.

—Ella no tiene ni idea —dijo Jasper—. No había nada de reconocimiento. Lo que sea que haya pasado, no fue actuado.

—¿Nada de nada? —pregunté.

—No, Bella no tiene ni idea de quienes somos.


¡Hola! ¿Cómo están?

Después de casi un año sin aparecer por acá, vengo con una nueva traducción. Esta vez es un poco diferente porque nunca traduje una historia de vampiros y, como se habrán dado cuenta, esta es una continuación alternativa a Luna nueva.

¿Les gustan cuando las historias incluyen vampiros? ¿Cuándo continúan Luna nueva? Este es uno de los tipos de fanfics que más me gustan y en particular esta historia me encanta. Espero que ustedes la disfruten tanto como yo.

¿Me cuentan en los comentarios qué les pareció este capítulo? ¿Qué creen que le pasó a Bella para que no los recuerde?

Gracias a Daniela que como siempre hizo una imagen hermosa para la historia.

Y gracias a Meli y a Yani que como siempre se toman el tiempo para corregir esta traducción y para soportarme en todo. ¡Las quiero!

¡Gracias por leer!