[One-Shot]

Sentimientos de Depredador

—Louis & Juno—

"Si nos besamos ahora, probablemente eso despertaría mi instinto de devorarte", ¿cómo funcionaría eso? Louis fue sincero al decirle que, muy probablemente, él sentiría placer mientras fuese Juno quien le mordiese, o quizás, él quería morderla a ella.

Disclaimer:

Beastars © Paru Itagaki

Sentimientos de Depredador © Adilay Fanficker

Advertencias: Basado enteramente en el anime, inspirado en el capítulo 8.

Notas:

Acabo de terminar de ver la primera temporada del anime, y aunque todavía no sé si leer el manga, espero ansiosa la segunda temporada. Además, me enamoré del doblaje en español latino. Sé que muchos dirán que subtitulado es mejor, pero yo soy de la opinión que el doblaje es un arte y cada país debería cuidar el suyo.

Por otro lado, pensé que iba a iniciar escribiendo para este fandom con un fic Legosi x Haru, sin embargo, cuando vi el capítulo 8 del anime, donde Juno le declara la guerra a Louis, me quedé como "WOOOO ¡beso, besooo!", pero por alguna rara razón, Juno apenas conoce a Legosi y ya está detrás de sus carnes… pobrecito jajaja

Espero que este pequeño fic les guste.



Sus sueños por lo regular no tenían nada de raro. Eran todos enfermos, retorcidos, sangrientos, oscuros y bastante vomitivos para el estómago de cualquiera.

Pero, Louis no era cualquiera. Él ya estaba acostumbrado a ver su maldito pasado correr frente a sus ojos como si fuese una película, todas las noches, luego de acostarse en su cama.

Casi se acostumbraba a sentirse (adentro de sus sueños) como un pequeño ciervo enclenque e indefenso que no podía hacer nada más allá de tensarse por el miedo y la incertidumbre.

Sin embargo, esta noche algo cambió.

Sus sueños no lo devolvieron al pasado. Al menos, no tanto.

La agitación con la que se sentó sobre su cama, le impidió siquiera sopesar la posibilidad de cerrar los ojos otra vez, cosa que si no volvía a hacer, iba a estar bostezando; cansado; durante las clases. Cosa inaceptable para el próximo Beastar.

Qué pena que la racionalidad de Louis se haya evaporado al volver al mundo real donde él estaba completamente vestido… y solo.

»Si nos besamos ahora, probablemente eso despertaría mi instinto de devorarte.

La ocasión que Louis escuchó eso saliendo del hocico de Juno, no pensó que tardaría mucho en dejar de pensar en ello. Ahora lo soñaba.

¿Cómo funcionaría eso? ¿Le dolería o le gustaría?

Ya hace algún tiempo tuvo que él lidiar y desechar el pensamiento de ser comido por un carnívoro. Por eso buscaba hacerse fuerte.

Louis fue sincero al decirle a Juno que, muy probablemente, él sentiría placer mientras fuese ella quien le mordiese.

Pero, su sueño le planteó algo muy distinto:

Él quería morderla a ella.

«¿Qué demonios?» se preguntó impactado, inhalando y exhalando sonoramente.

Cuando recuperó algo de autocontrol y vio su reloj digital. Louis notó con fastidio que marcaba las 4:33am. Reconociendo que no iba a poder volver a cerrar los párpados, el ciervo rojo se rindió ante la nueva jugarreta de su cabeza y fue al baño a orinar.

Antes de dejar su cama, Louis encendió la luz de la lámpara que tenía sobre el buró a un lado de la cama. No necesitaba tropezar con algo más y romperse el otro tobillo.

Deslizando sus pies por el suelo, talló sus ojos con algo de frustración.

Mientras iba al baño, trató de no maldecirse tanto por la dura erección que tenía bajo el pantalón del piyama.

Era oficial: ya estaba completamente loco.

De otro modo, ¿qué clase de herbívoro en su sano juicio podría soñar con ser un carnívoro? No solo eso, ¿qué clase de herbívoro soñaba con ser un jodido lobo gris, apareándose (literalmente) como una bestia con una loba que no podría importarle menos?

»¡Quiero que me muerdas! Hazlo… ¡hazlo! —esas palabras, sonaban tétricas saliendo de su hocico. Aunque haya sido un sueño… ¿húmedo?

Dios…

Esto era una desagradable estupidez.

"Mírala. Tratando de ganarse la atención de Legosi. Otra vez".

Era un secreto a voces que todos los animales tenían ese alguien en su cabeza, que lejos de ser civilizado, era la representación al rojo vivo de los más bajos instintos.

En este caso, Louis deseaba con fervor que sus instintos se materializasen en un cuerpo de carne y hueso para poder apuñalarlo.

"¿Por qué Legosi? ¿Qué tiene ese 'espantapájaros andante' de especial?".

«Si te callases por medio segundo, quizás podamos verlo» Louis estaba harto de oír a ese otro yo de naturaleza más oscura que la suya (por no decir, la más honesta) susurrándole al oído lo mismo durante cada ensayo.

Era la misma basura.

"¿Dónde está la fiera? ¡Es patética! Quiero ver esos ojos otra vez, ¡necesito ver ese brillo!".

Sin notar que estaba gruñendo muy por lo bajo con cada palabra de su yo oscuro, Louis desvió los ojos a una esquina al presenciar la penosa escena de Juno intentando hablar con Legosi, y este rehuyéndola como siempre. Aclarándole una y otra vez (con su espantosa y poco clara forma de hablar y moverse) que él no se sentía atraído hacia ella. Pero, claro, las palabras le entraban por una de esas orejas y le salían por la otra.

—¡Hasta mañana, Legosi! —se despidió con ese tono dulce y amable que tenía a todos engañados.

Juno podría aparentar ser un caramelo con pies, la viva representación de la bondad y el altruismo, pero no hace mucho se reveló ante él (¡no Legosi!) Como lo que realmente era.

»Yo seré la próxima Beastar.

Esa noche, su mirada lucía afilada y hambrienta. Deseosa de triunfar y quitarlo del camino si era necesario.

"Hembra valiente. Astuta. Pero un tanto ingenua y soñadora".

Louis ya se lo había dicho. O aterrizaba en la realidad, o él la ayudaría a hacerlo.

Volviendo a sus insanos pensamientos, él, en ese momento, bajo su cuerpo y fuerza (que por cuestiones de razas) era superior a la suya, Louis había pensado que ella… lo devoraría, o lo besaría.

Para su total decepción, Juno no hizo ninguna de las dos cosas.

Otra chica en su posición, no habría desaprovechado el momento de tenerlo rendido debajo de ella para tomarlo como su nuevo juguete. Pero, Juno había sido clara con sus intenciones.

»Quiero a Legosi.

En el mundo de Louis, "querer" podía ser interpretado de diversas maneras. Pero, conociendo a Juno, seguramente esperaba que él se enamorase de ella. ¿Y todo para qué? ¿Por qué? ¿Porque los dos eran lobos grises y eso los hacía la pareja perfecta?

"Eso es una gran estupidez superficial".

Por primera vez, Louis y su yo oscuro estaban de acuerdo en un punto.

"Lo único que ha traído la 'evolución' es la completa falta de interés en el apareamiento con hembras y machos de la misma especie".

«Explícate» Louis fingió escuchar al director del club, Sanou.

Desde hace un rato, el director Sanou estaba hablándole de quién sabe qué, pero Louis estaba entretenido con otros asuntos más importantes.

"Es lo que hacías con Haru, ¿ya lo olvidaste? Nunca te importó que fuese una coneja enana".

¡Diferente!

A diferencia de Juno, Haru al menos era herbívora como él. Durante el apareamiento, no había riesgo de pasar de "amante" a "cena/almuerzo/desayuno". Lo mejor, es que tampoco había riesgo de embarazos no deseados.

"Admítelo ya. Deseas saber cómo es la pasión de una hembra carnívora".

No. No cualquier hembra carnívora.

Louis quería saber cómo sería ella.

Juno.

—¿Estás de acuerdo, Louis? —preguntó Sanou sin enterarse que Louis no le había escuchado ni media palabra.

—Ajá.

—Muy bien, entonces les pediré a los chicos que les dejen ensayar. Cuento contigo.

—Mhmm.

Para cuando volvió a parpadear, Louis se encontró casi solo. Sólo un chasquido de dedos frente a sus ojos lo hicieron darse cuenta de lo que había hecho.

Lo que había aceptado hacer.

—Despierta ya —dijo Juno impaciente—, terminemos con esto pronto.

—¿Con qué? —Louis frunció el ceño al darse cuenta que el escenario estaba casi a oscuras. Sólo ellos dos estaban sobre él.

—¿Acaso te burlarás? —Juno puso las manos sobre su cintura, indignada—. El señor Sanou dijo que me orientarías para la escena del baile.

Él alzó una ceja, ¿en serio había aceptado eso?

—Ah… sí…

Juno lo miró mal.

—Si quieres irte, por mi perfecto. No te obligaré.

"Ahí está la fiera".

No quería reconocerlo todavía, pero Louis estaba… fascinado.

Cuando Juno usaba la máscara de loba tierna, le daba nauseas. Porque, a pesar de que Louis conocía bastante bien la hipocresía y sabía que esta era necesaria, de cierto modo, para mantener a la sociedad tal cual estaba, a él personalmente no le atraía ni siquiera un poco formar uno con ella.

"Eso es porque tú también usas una máscara".

El alumno perfecto, esa era su mejor fachada.

—Cierra el hocico y muéstrame lo que sepas hacer —endureció su mirada—, si es que todavía te mueves como una tortuga torpe y pesada, dudo que salgamos de aquí hoy.

—¿Disculpa? —visiblemente, el fastidio de Juno se multiplicó por mil.

Louis sabía mejor que nadie qué tanto se esforzaba Juno por mejorar. Pero, demasiado pronto, también se había percatado de lo fácil que era ofenderla. Lo sencillo que era lastimarle el enorme ego que cargaba tras esa enorme sonrisa falsa de princesa.

—No me hagas perder mi tiempo con tus pataletas —le dijo con soberbia, cruzándose de brazos—. Anda, intenta bailar y te diré qué tan mal lo haces.

Ella estrechó su mirada sobre él. Seguro gruñía desde lo profundo de su garganta.

Una corriente de excitación le estremeció de solo pensar en eso.

—Bien —bufó ella decidida a hacerlo tragarse sus palabras.

Mientras caminaba hacia el centro del escenario, Louis miró su cola. Rígida, un poco erizada.

Sería tan suave como se veía o sería áspera como la de Legosi.

—Uno, dos, tres… uno, dos tres… uno, dos, tres… uno… ¡no! —Louis espetó ante un giro que más bien pareció un movimiento torpe y desalineado—. Haz ese último otra vez.

Juno al principio le vio malhumorada, luego sonrió con peligrosidad.

Louis fingió no sentir nada ante eso, y aunque no estaba intimidado; mucho menos nervioso, tampoco le convenía dejarle saber a la loba que su actitud estaba haciéndolo salivar de deseo.

"¿Qué esperas? Provócala más. Hazla enfadar".

Ella inhaló profundo, simulando estar cansada y perdida.

—¿Por qué no vienes y me guías? —su invitación, adjunta a su falsa sonrisa inocente, ocasionó que Louis entrecerrara sus ojos sobre la loba.

—Déjate de estupideces y hazlo otra vez —le gruñó.

Por la expresión de desinterés que hizo Juno, Louis se aplaudió a sí mismo por haber sido tan convincente en su propio papel.

No hablaron durante el poco tiempo que tuvieron para seguir practicando. Juno tuvo que hacer su baile a la perfección tres veces antes de que él la detuviese. Si Louis no sintiese nada hacia ella, sin tapujos le diría que tiene talento para brillar como una estrella. Nacida para ser bailarina, actriz… y hasta Beastar, con toda probabilidad.

Pero, no lo haría.

—Al fin. Terminamos, vámonos ya —bufó Louis, dándose la vuelta, dispuesto a irse y darse un baño con agua tibia.

Juno expulsó un largo suspiro de cansancio antes de hablar.

—Sólo por curiosidad… —decía ella, siguiéndolo muy de cerca—. ¿Suelen excitarte las lobas?

Impactado, Louis detuvo sus pasos, mirándola seriamente por encima de su hombro.

—¿Qué?

Sin llegar a mostrarle su afilada dentadura, ella sonrió. Parte burlona, parte seductora.

—No olvides que los canes somos… muy… muy buenos con nuestras narices —susurró acercando su hocico a la nuca de Louis, inhalando con suavidad—. Me pregunto si… ¿tú también tienes fetiches raros? —dijo subiendo hacia su oído.

¡Mierda!

Había olvidado ese detalle con respecto a las narices de los canes. ¿Cómo fue posible que no lo recordase? Con lo tétrico que había sido Legosi al olfatearlo luego de encontrarlo saliendo del club de jardinería.

—¿Fetiches raros? —musitó luciendo impasible.

Quiso preguntarle si ella tenía algunos fetiches raros.

Uno en particular.

"¿Se ha acostado con algún herbívoro antes?".

Dudaba que ella no lo abofetease si se lo preguntaba, aunque, considerando que Juno había sacado el tema…

—Cuando me dijiste que mirara bien a Legosi, pude notar que él… sigue a esa coneja blanca. Eso quiere decir que, tiene un fetiche extremadamente raro —ella se alejó un poco para verlo a los ojos, pues él se giró para confrontarla cara a cara—. ¿También tú eres así? ¿Pero al inverso? ¿Te atraen las carnívoras?

"No todas. Sólo aquellas que pueden hacerme sentir como una presa indefensa. Sólo aquellas con las que sueño devorar y que me devoren".

¡Por todos los cielos! ¿A dónde se había ido su dignidad de macho? ¡¿De herbívoro?!

Además, se supone que eran los machos quienes dominaban a las hembras durante el apareamiento. ¡No al revés!

Él dominaba a Haru cuando se encerraban en esa pequeña cabañita en el club de jardinería. La mantenía debajo de él y marcaba el ritmo de la penetración. ¡Era ilógico que de pronto haya sentido el deseo de saberse dominado! ¡Menos por esta loba hipócrita, manipuladora y posesiva con un tipo que no la quería ni un poco!

—¿Qué te hace pensar que voy a responder a eso? —frunció el ceño.

—Mmm —alzó los hombros—. Escucha, quiero aclararte una cosa: todavía quiero a Legosi para mí.

Louis quiso explotar y decirle que se perdiese de su vista.

—Pero, me he dado cuenta que él por el momento, está encaprichado con esa coneja enana. Hasta entonces… hasta que él se aburra de ella, yo pienso ser paciente y esperarlo. Aunque tampoco quiero aburrirme.

Como una perfecta depredadora, Juno comenzó a caminar lentamente, rodeándolo como si de pronto ellos dos hubiesen retrocedido mil años en el tiempo y ella estuviese a punto de arrancarle la yugular con los dientes.

"Suena delicioso".

¡Dios, qué esta situación le incitase a querer desvestirse a sí mismo y pedirle (de rodillas si era necesario) que lo dejase poseerla, no tenía ningún sentido!

Manteniendo su orgullo protegido, Louis se quedó quieto con una cara de piedra. Juno se detuvo a sus espaldas.

—Déjame adivinar: ¿quieres usarme hasta entonces? —Louis se mostró frío. Pero, lo peor es que la idea no le desagradaba. En nada.

Porque ella no estaba proponiéndole amor, ni ninguna de esas estupideces para niños.

—Ya admítelo… —ella casi rio atrás de él, inhalando sobre su nuca—. Bajo esa fachada de tipo rudo hay un ciervo desesperado por hundirse en mí —Louis se estremeció cuando ella lamió su oreja, saboreando su pelaje sonoramente—. Mmm… tu boca podrá decir mentiras, pero tu esencia es más honesta.

Louis se esforzó por no hacer ningún ruido mientras las manos de Juno pasaban por encima de su cintura y se juntaban sobre su pecho, acariciando sus pezones por encima de la camisa blanca. Eso y el que su perfume fuese tan fácil de olfatear debido a su cercanía…

"Por favor… cómeme, o déjame comerte".

Su perdición fue cuando ella comenzó a restregarse sobre él. Podía sentir sus pechos subiendo y bajando sobre su espalda. La saliva se acumuló en su hocico cuando se imaginó a sí mismo devorando uno… luego el otro.

—Este no parece ser un mal lugar… —las manos de Juno bajaron hacia el cinturón de su pantalón.

"Finalmente. Lo que esperábamos".

Louis pensó que ella de pronto se detendría riéndose en su cara y le diría algo como "¿de verdad creíste que hablaba en serio? Ya te dije que busco a Legosi". Pero, eso no pasó.

La ropa fue desprendiéndose de sus cuerpos, y, el miedo de ser descubiertos, acostados justamente donde cualquiera podría entrar y sorprenderlos, era un potente estimulante para no detenerse.

Algo que Louis notó, fue que Juno no lo sabía todo, y hasta una galante y sensual loba como ella; tenía todavía una chispa de inocencia en su cuerpo. La última.

Su propio fetiche con ella mordiéndolo tendría que esperar. De eso Louis se dio cuenta, cuando iban a besarse, y ella le detuvo otra vez, diciéndole (entre dulces gemidos) que no había bromeado cuando le habló de sus instintos.

Louis tuvo que guiarla completamente cuando ya no hubo ropa por quitar.

Subiendo sus manos, tomándola de las muñecas justamente como ella hizo hace varias noches, Louis lamió su femenino cuello, excitándose más con su sabor natural.

Sin decirse nada más aparte de lo peligrosa que Juno se sentía a medida que su propia excitación aumentaba, ambos prosiguieron sin prisas.

Como había querido hacer hace unos instantes, Louis se alimentó de sus senos, los cuales (por obvias razones) eran más grandes que los de muchas herbívoras. Los examinó mientras los mecía bajo sus manos. Apretó un par de veces los oscuros pezones y se los llevó al hocico donde su experimentada lengua la hizo jadear, rogando por más.

"Como debe ser".

A la hora de sentirla lo suficientemente húmeda para recibirlo, Louis le exigió que le diese la espalda.

Si bien su deseo de ser mordido por ella no iba a cumplirse hoy, por lo menos sería la postura en la que la había imaginado la noche pasada.

—Mantén las garras y los colmillos abajo —le dijo, deslizando la punta de su miembro, sobre su virginal entrada.

Cálida.

Podría ser machista y retrógrado, pero a Louis le gustó saberse el primero.

Al profundizarse en aquel estrecho, caliente y húmedo paraíso, que pensó, sólo podría imaginar o soñar, una bestia interna; todavía peor que la ya antes conocida, lo poseyó por completo. Le hizo no tener conciencia ni interés en esperar a que Juno se acostumbrase a su intromisión.

Esta bestia simplemente la tomó de las caderas y la impulsó, atrás; adelante, atrás; adelante. Fuerte. Muy fuerte. Tan rápido como pudiese.

—¡Lo-Lou…! ¡Aaah! —verla estremeciéndose, gimiendo con fuerza y aruñando el piso hasta hacer notables rasgaduras sobre él, fue un total deleite para Louis.

Por no decir que, saber que como macho podía satisfacer a la hembra con la que se apareaba, elevaba considerablemente su propio ego.

Aquella noche, luego de terminar y vestirse para volver a sus dormitorios; con caras serias, como si nada entre ellos hubiese pasado. Ambos no se dieron cuenta de que iniciaron un juego que, a su modo, esperaban ganar.

Louis buscaba satisfacerse a sí mismo. Daba igual cómo, pero él había descubierto que con Juno podría probar cosas muy interesantes que con Haru nunca se atrevió a siquiera sugerir por temor a hacerle daño.

Juno, por su lado, buscaba lo mismo, mientras pensaba patéticamente que podría proteger a su corazón hasta que Legosi estuviese disponible para ella.

En este juego, ¿quién sería la presa? ¿Y quién el depredador?

Qué él fuese herbívoro y ella carnívora… no decía nada. ¿O sí?

—FIN—


Espero que les haya gustado.

Ojalá pronto pueda volver con un fic Legosi x Haru u otro de esta misma pareja.

Aclaro que no escribo ni leo yaoi ya que no soy fan del género, ni tampoco hago fics a petición jejeje, nada más informo.

¡Gracias por leer!


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