Hay un gran agujero en el centro de su corazón que absorbe, codicia todo pero no quiere nada porque lo único que quería ya no estaba, quedándole un vacío que devoraba todo.

Jericho lo observa y con fervor sabe que Ban quiere llenar ese hueco en su pecho. No por nada esta buscando la manera de traer de vuelta a la vida a su amada.

Y ella, ¿Que esta haciendo?

Definitivamente maldecía su autoconciencia, porque le hacia replantearse eso, varias veces al día.

Quería escapar de la vergüenza de ser un caballero sacro que se tentó por el poder, quería escapar de Liones y ser una carga para su hermano y lo mas importante quería escapar con la persona que amaba, a pesar de que él no sentía lo mismo por ella sino por una niña que quería devolver a la vida y estaba en la búsqueda de aquello. Ya le importaba un carajo que sea un criminal ¡Encima unos de los siete pecados capitales!

Ni siquiera el alcohol le evitaba tener aquellos pensamientos cada vez que entraba a un bar de mala muerte para (la mayoría de los casos) inservible información.

-Estúpida-farfulló una de las tardes. Luego de que prácticamente estaba gastando todo su dinero en Ban. En su viaje para revivir a su amada, acompañándolo por cuenta propia porque quiere estar a su lado. Revuelve sus cabellos, eso era tan patético. Al fin al cabo estaba ayudando a su hombre amado a que recupere su mujer.-Mierda-bramó haciendo trago fondo. El liquido agrio bajando por su garganta. Apoyó fuertemente la jarra contra la mesa-Solo estoy hasta que se harte de mi y me tire a un lado.

Hasta que el bandido le diga que se aleje, pero no dice nada de ello y eso la frustra mas porque aunque minúsculas, le daba esperanzas.

¿Era miserable esperar amor en medio de la desesperación?

Agh. Deja de beber y sube a la habitación que comparte con Ban, mientras ella sentada en el suelo contra la cama, con la cabeza echada para atrás, mira el techo de madera. Tiene moho y veía la mancha de humedad, si llovía, era seguro que habría goteras.

-Maldición, ¿Por que no puedo ser yo?

Era mucho mejor que una mujer con cuerpo de niña, pero eso no significaba nada. Jericho sabe que no es quien puede cubrir ese hoyo,no importa cuanto lo intente. No era quien podía tapar el agujero de su pecho, ese hoyo negro muy profundo que estaba en lugar de su corazón.

No era Janko , ni mucho menos todos los otros nombres que le daba Ban, pero tampoco era Jericho.

Era Elaine, la persona que estaban buscando y que muy en el fondo la mujer no quería encontrar. Porque anhelaba que la mire con ese brillo que sus ojos poseían ante la mención del nombre de su amada.

Quería tapar su hoyo, a pesar de que sea un arreglo temporal. Quería ser indispensable para él.

Y esa era una de las razones de que no abandonaba, a pesar de que ese pensamiento cruzo su mente. Por eso lo apoyaba y lo alentaba cada vez que llegaba frustrado, golpeando y pateando cosas.

Ni siquiera sabia que numero era esta vez, pero sabia que se había vuelto una rutina. Se da la vuelta en la cama, sus labios se curvaron hacia arriba, al escuchar las palabras de la mujer.

-Gracias, Jericho.

Sus ojos la estaban mirando a ella, no era amor. Pero fue dulce que hizo que sus mejillas ardan, que palpitara con fuerza su corazón, de su estomago volaran mariposas.

Quizás no podría ser quien tape el hoyo de su corazón, pero estar a su lado, ayudarlo, tapaba el suyo.