Azufre.

Luego de varios días de viaje para reunir materiales, Chrome y Senku regresaron con los hombros hundidos y caras de que odiaban la vida. Pero eso no fue lo que llamó la atención de la Aldea.

-¡Ew, apestan!- apenas se acercó a ellos, Kohaku retrocedió diez pasos, cubriendo su nariz con dos dedos.

-Gracias.- masculló Senku mientras rodaba los ojos.

-No, en serio.- Gen hizo una mueca de desagrado. -Huelen a huevos podridos… Oh, ¿eso es azufre, verdad? ¿Les quedo el aroma por ir a un volcán y eso?-

-En realidad, el azufre por si solo es inodoro.-

-¿Inodoro?-

-O sea que no tiene aroma.- resopló mientras descolgaba los materiales que habían recogido de su hombro. -Lo que huele a huevos podridos es el dióxido de azufre, ya que contiene ácido sulfhídrico, eso es lo que apesta.-

-No entendí nada de lo que…- Kohaku se atragantó a media frase, sorprendiéndose cuando Senku de pronto empezó a quitarse la ropa. -¿Qué haces?- preguntó un poco confundida.

Ya lo había visto en ropa interior, pero que se desvistiera tan de repente le resultó extraño.

-La razón por la que apestamos es porque el olor quedó impregnado en nuestra ropa. Tsk, y todavía tengo que asegurarme de que los materiales sean realmente útiles. Kohaku.- una vez ya semidesnudo, se acercó a ella con su ropa doblada en sus manos. -¿Podrías lavar esto por mí? Te lo compensaré luego con…- esta vez él se detuvo a media frase, sorprendiéndose cuando tanto Kohaku como Chrome jadearon, al igual que Kinro y Ginro que recién se estaban acercando a ellos. -¿Y ahora qué?-

-¿Acaso a Kohaku-chan le molesta tanto que le pidan que lave la ropa de otros?- Gen también se veía tan confundido como el científico.

-Ja, no, no es eso.- Kohaku apretó los labios. -Lo siento, por un momento olvidé que no son aldeanos.- suspiró. -En la Aldea, cuando un soltero le pide una soltera que lave su ropa en frente de al menos tres testigos, es como pedirle matrimonio.-

Senku de inmediato se estremeció, horrorizado.

-¿Disculpa? No me digas que tendré que volver a pasar por otro divorcio…-

-No.- sonrió divertida. -Pero tengo que rechazarte ahora…- hizo una mueca.

-Las tradiciones de tu Aldea cada vez me dan más dolor de cabeza. Aún no superó lo de las hortensias…- frotó sus sienes.

-Tienes suerte de que Kokuyo no esté aquí o te habría matado en el acto.- masculló Chrome divertido mientras también se quitaba la ropa para deshacerse del espantoso olor a dióxido de azufre.

-¿Y qué esperas, leona? Rechaza mi "propuesta" de una vez y acabemos con esto.- la miró impaciente.

-No me digas leona. Y el problema es que para rechazarte tengo que darte una bofetada…-

-¿Qué? ¿Qué clase de tradición homicida es esta?- palideció. -No tengo intenciones de morir aún.-

-Bueno, dudo que la mayoría de chicas que hayan tenido que pasar por esto sean tan fuertes como Kohaku-chan y los chicos tan débiles como tú, Senku-chan…- Gen estaba muy entretenido con la situación.

-Te golpearé suavemente.- Kohaku alzó su mano por sobre su cabeza.

Senku trago saliva, retrocediendo un paso.

-P-pensándolo bien ¿qué tan malo puede ser el matrimonio?- comenzó a sudar frío mientras retrocedía lentamente en lo que Kohaku avanzaba lentamente, todavía con su mano en alto. -Puedo ser un buen marido…- si era el precio a pagar por no morir tan joven. -Te alimentaré con ramen y esas cosas… y hasta te puedo hacer un anillo.- sonrió temblorosamente, todavía retrocediendo.

-Tranquilo, Senku, prometo que seré gentil.- su sonrisa divertida no hacía más que darle escalofríos.

-Yo puedo ser gentil también…- Kohaku se confundió con eso, al igual que los otros aldeanos, mientras que Gen estaba haciendo esfuerzos por no morir de risa allí mismo. -Vamos, Kohaku. Hablemos. Nadie tiene por qué enterarse de esto…

-Deja de ser un cobarde, solo será un pequeño golpe y ya.- rodó sus ojos azules.

La espalda de Senku chocó contra un árbol y él se tensó de inmediato cuando ella alzó un poco más su mano, preparando el golpe del rechazo.

O el golpe mortal, porque estaba bastante seguro de que se moriría aquí y ahora con esa fuerza de leona.

Bueno, no… ella se controlaría un poco, así que probablemente solo acabaría inutilizable varios días.

Cerró los ojos y esperó por el golpe, que rápidamente llegó con mucha menos fuerza de lo que esperó, pero lo suficiente para desestabilizarlo y casi hacerlo caer de cara al piso de no ser porque Kohaku tomó sus hombros y lo ayudó a erguirse.

-Mierda.- ok, no fue la muerte segura, pero igual dolió como los mil demonios.

-Lo siento.- lo miró sintiéndose obviamente muy culpable. -La verdad la otra opción para rechazarte era darte un abrazo de consolación y decirte que solo podíamos ser amigos, pero apestas tanto que no lo considere.- eso lo congeló.

-Maldita sea, leona. ¿Al menos si lavarás mi ropa al final o qué?-

Todos los aldeanos presentes volvieron a jadear.

-Eh, Senku…- Kohaku lo miró con condescendencia. -Eso todavía cuenta como que me estás pidiendo matrimonio otra vez, ya sabes.- rodó los ojos otra vez.

Él maldijo entre dientes.

-¡Mierda!-

De ahora en adelante tomaría más precauciones cuando tuviera que ir a zonas con altas concentraciones de maloliente dióxido de azufre.

Eso o se resignaría a tener una nueva esposa. De los males el menor.

Fin.

Holaaaaaaaaaaa :D

Una vez más me sorprendo por las pendejadas que se me ocurren XD

Este es el octavo fic del Reto Tabla Periódica y el ultimo elemento con una A como letra inicial, ahora pasamos a los elementos cuyos nombres comiencen con la letra B! owo

Ojalá que les haya gustado y los personajes pertenecen a Inagaki y Boichi!

COMENTEN! *o*

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!