En algún lugar...
Un hermoso campo, en la cima de una colina forrada de un pasto verde. En la cima de ella un frondoso árbol, lleno de hojas verdes, moviéndose al ritmo de un suave viento. A lo lejos la nieve de varias montañas reflejaban el color del atardecer.
El cabello de un joven se movía con un apacible viento. Estaba sentado en posición de flor de loto, con los ojos cerrados y parecía estar en una profunda concentración. Bajo aquel enorme árbol de cerezo, mientras caían unas cuantas hojas que no parecían molestarle en lo más mínimo al chico. Sólo se escuchaban a lo lejos los cantos de algunos pajarillos.
El joven abrió los ojos lentamente, mostrando unos hermosos ojos marrón. Se quedo un rato viendo a la nada, después se paró lentamente. Su expresión era de seriedad, parecía tener unos 19 años, era alto y tenía una figura atlética al parecer el chico practicaba algún deporte. Estaba vestido con un pantalón verde y una camisa del mismo color. Después hizo un movimiento con la mano, y frente a él apareció una especie de puerta dimensional a la cual penetro y desapareció.
En otro lugar, para ser específicos, una enorme habitación. En el cual se podía observar varios objetos de valor y signos que parecían ser de magia, estaban colocados estratégicamente. En un enorme escritorio, estaban colocados varios libros que parecían ser muy antiguos y algunos otros papeles muy bien ordenados y colocados. Del otro lado una cama muy grande con los mismos adornos de magia en la cabecera, a su lado un buró con una lámpara y algunos retratos.
En esa habitación apareció el joven cuando cerró el portal hizo un gesto de desgane y se dirigió al escritorio y se dispuso a trabajar. Después de leer varios documentos y continuar con la lectura de algunos libros, hizo la cabeza hacia a tras y se froto la frente, se sentía algo cansado.
Inmediatamente después tocaron suavemente la habitación, el joven ni se inmuto al escucharlo, sólo dijo con voz fastidiada que pasará.
Después se vio la figura de un hombre mayor entrando con una charola en las manos.
¿¿¿: Joven Shaoran, le traigo un té y quería avisarle que en 20 minutos estará lista la cena. ¿Bajará o prefiere que le traiga su cena?
Shaoran: Gracias Wey, pero no cenare esta noche tengo muchas cosas que hacer.
Wey: Esta bien señor se lo diré a su madre. Pero... me permite hacerle una observación.
El joven no se inmutó parecía que sabía lo que el mayordomo le quería decir y sólo contestó:
Shaoran: Adelante.
Wey: Disculpe el atrevimiento pero últimamente no esta cuidándose lo suficiente, su madre y hermanas temen que algo le pueda pasar por descuidarse. ¿No le parece que sería conveniente descansar?
Shaoran se volvió a verlo y puso su rostro serio. Pensó que sin duda a pesar de ser el mayordomo, la familia le tenía un gran cariño. Por todas sus contribuciones a la familia Li. Él era la única figura masculina durante su infancia y lo había acompañado cuando estuvo que ir a Japón, encima de todo realmente se preocupaba por él.
Shaoran: Gracias por preocuparse por mí, a ti y a mi familia, pero saben que debo seguir adelante. Levanto el rostro apareció en su rostro una pequeña sonrisa y dijo-
- Esta bien bajaré a cenar en un momento lo bajo.
El anciano se vio complacido y se retiro.
El joven simplemente suspiro, luego se dirigió al gran balcón de su habitación, vio el cielo con gran cantidad de estrellas y la luna en su máximo esplendor, sin duda le hacía recordar algo. Se dirigió al buró abrió un cajón de él extrajo una caja verde, con varias cartas, muy bien arregladas, debajo de ellas se encontraba una foto. En ella se veían a 4 niños de unos 11 años, dos niñas, una de cabello negro y largo que estaba muy sonriente al lado de otra pequeña mucho más sonriente, con cabello más corto y color castaño y ojos verdes, a su lado un niño con la mirada baja y todo rojo, de cabello alborotado y al lado de la pequeña de cabello negro, otro niño de cabello negro de lentes con una pequeña sonrisa.
Shaoran: ¿cómo olvidarlo?
Mira fijamente a la niña de ojos verdes y pasa su dedo por la foto. Luego mueve la cabeza negando mientras piensa.
Shaoran: (No, ya no pensaré en el pasado, ha quedado atrás no puedo hacer nada para regresar a esa época, ahora tengo deberes que hacer. Además ellos están muy lejos, cada uno ha hecho su vida... como yo.)
Volvió a mirar tiernamente la foto, y la deposito en la caja y con cuidado la puso en el cajón, lo cerró se dirigió a la puerta, la luz de la habitación desapareció. Pero antes de cerrar la puerta dijo.
Shaoran: Quisiera saber que fue de ellos.
::::::::::::::::::::::::::
Era una noche muy obscura, ni la luz de la luna se apreciaba por las nubes que la opacaban. El viento movía las ramas de los árboles, era más un viento frío que helaba la sangre. Aquel bosque era testigo mudo, de una más de las muchas batallas que se suscitaban en él.
En el centro de aquel bosque sólo se escuchaban estruendosos sonidos de espadas chocando. Y cuando al fin las nubes siguieron su camino y se apartaron para dejar ver la espléndida Luna, se pudo observar a dos sombras. Dos personas vestidas una con largas gabardinas una negra y la otra de un azul oscuro, ambas muy largas, se movían lentamente, examinándose mutuamente.
La persona de negro pensaba que nunca de había enfrentado a tan estupendo contrincante, porque a pesar de llevar unas horas peleando, sus movimientos eran iguales de ágiles, rápidos y certeros que al inicio, sin signo alguno de cansancio.
Seguían examinándose con las espadas en las manos, en posición de combate, ninguno se daría por vencido, cada uno movido por sus propias metas.
:::::::::::
Una hermosa mañana de domingo en un parque, niños corriendo, pajarillos cantando, gente caminando, parejas conversando. A pesar de ser temprano ya todos estaban haciendo las actividades del día.
Esto era lo que Shaoran veía a lo lejos desde lo alto de un edificio muy lujoso y que también parecía muy moderno y costoso. Estaba parado viendo por una enorme ventana, últimamente se sentía melancólico, recordando el pasado y dudando sobre su futuro. Porque a pesar de su voluntad, todo estaba planeado para él.
Estudiaba administración, en una de las mejores universidades de China. Actualmente era el Jefe del clan Li, de una enorme familia que dependían de las decisiones que él tomara. Toda su fortuna la manejaba él, era muy poderoso económicamente. En cuanto a la magia, desde los 14 años entro a un entrenamiento especial para aumentar sus poderes, ya que los ancianos sabios del clan se habían dado cuenta de la enorme capacidad del chico.
A los 14 años se le indico que debía entrar a ese entrenamiento, pero que era necesario que se apartara de lo que le rodeaba. Incluyendo todo contacto con su familia y amigos para evitar distracciones. En un principio lo dudo, había estado teniendo contacto con sus amigos y con Sakura por medio de cartas y visitas esporádicas. Pero cuando se lo comunico a Sakura, por medio de una carta, ésta le dio ánimos de seguir adelante, porque él era una persona muy importante y no debía perder tan valiosa oportunidad. Ella siempre lo comprendía y apoyaba, él se convenció y realizó el entrenamiento.
Fue muy duro, pero lo fue aún más porque no sabía lo que pasaba con los demás y porque le vieron tal capacidad que los ancianos prefirieron que entrenara más tiempo. Así que estuvo en intenso entrenamiento por 3 años y medio. Pero por un lado valieron la pena, fue considerado el más fuerte y elegido jefe de la familia Li a una corta edad.
Sin embargo por ello perdió contacto con sus amigos de la infancia, cuando quiso comunicarse supo que todos se habían ido de Tomoeda. Y perdió contacto con Sakura. No se lo explicaba, no quería perder a nadie, y ahora debía cumplir los compromisos de un líder de clan. Pero en ocasiones se sentía tan solo.
Estaba sumido en sus pensamientos cuando alguien el sonido de la puerta lo interrumpió.
Shaoran: Adelante
¿?: Buenos días señor. El día de hoy no tiene tantas reuniones como en la semana. Una reunión a las 2 PM. otra a las 5 PM. y finalmente tiene que confirmar la fecha para la reunión con los señores de los clanes. Y le esperan 2 personas, el señor Misaki, para el asunto de su clan y una señorita que dice conocerlo, y que es muy importante que lo vea.
El apuesto joven ni lo volteo a ver, se quedo en silencio, después contesto.
Shaoran: Gracias Fiang, ¿sabes quien es la chica?
Fiang: No señor, no ha querido decir quien es.
Shaoran: Por favor podrías decirle que vuelva otro día hoy estoy muy ocupado.
Fiang: Como diga señor.
Fiang se fue y cerró silenciosamente la puerta. Él era el secretario hace desde hace ya 2 años, era muy confiable, sabía mucho sobre magia, y era considerado el segundo más poderoso después de Shaoran, pero como era un año más joven y necesitaba aprender más, fue elegido como ayudante del joven Li. Era alto de cabello gris corto, ojos grises y una mirada muy tranquila, era algo serio, y aún más cuando se trataba de trabajo.
Para Li en ocasiones eran difíciles todas las reuniones y responsabilidades, sólo tenía tiempo para el mismo cuando entraba en un jardín especial, donde solía entrenar y relajarse. Su magia había aumentado en los últimos años, era capaz de crear puertas que lo transportaran, pero a cortas distancias y mil cosas más, todo eso gracias al entrenamiento que recibió, pero también le resultó muy caro.
Se volvió a sentar en el escritorio, su vista lo recorrió. ¿Cuántos papeles? ¿Cuántas responsabilidades? Pero debía seguir adelante, pero aún en su corazón albergaba una esperanza de que algo de su vida rutinaria cambiará, y otra vez sentirse feliz como hace ya años no se sentía.
Y últimamente otro pensamiento rondaba en su mente. Un sueño, uno muy raro. En el sueño se veía a sí mismo, en una especie de colina, viendo a un árbol de cerezo, que con el viento llenaba el suelo con pétalos rosas de sus flores. Un viento más fuerte y frío cubría al joven, y en un movimiento instintivo volteó en la dirección del viento. Entonces el sueño cambiaba, esta vez se encontraba en la nada, todo a su alrededor era oscuridad, sólo alcanzaba a verse a sí mismo.
De la nada aparecía un enorme espejo frente a él, con un marco plateado con símbolos mágicos. El reflejo no era el de Shaoran, sólo oscuridad. Después éste brillaba, es cuando Shaoran sentía una energía muy especial, con una enorme calidez, se sentía muy bien aquella energía. Poco a poco abría sus ojos, entonces podía percatarse de que en el espejo había un reflejo de alguien. Acercándose lentamente podía apreciar una figura femenina, pero ésta se encuentra con la vista en el suelo, vestida con un hermoso vestido blanco. Y antes de poder ver más el espejo se rompía en mil pedazos y despertaba sobresaltado.
Hacía ya un mes que se repetía el sueño, pero pocas veces lo recordaba tan bien como ahora. Sin embargo estaba muy ocupado con su trabajo.
Por eso, por ahora debía seguir con las responsabilidades, que a pesar de todo eran muy importantes y hasta cierto punto le agradaba estar tan ocupado sin tiempo de pensar en un tonto sueño.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Otra pelea más, acaso no se cansaban de provocarle. Movidos por su orgullo muchos iban a enfrentarle, querían conocer y saber si eran ellos quien finalmente le vencerían. Ya muchos habían sucumbido y habían sido derrotados. Es lo que pensaba la persona de la gabardina azul, mientras enfrentaba a la persona de negro.
Pero esta vez era diferente, era una persona que hacía algún tiempo conocía y supuestamente eran amigos. Y le traicionó, eso en realidad dolía. Pero aunque así era, no se dejaría vencer. Ahora el perder aquel encuentro le cambiaría la vida y su futuro. No era una batalla más, ahora sabía que existía la posibilidad de perder aquel encuentro.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un ataque de frente de su contrincante, sus espadas quedaron entre ellos, por un momento pudo ver sonreír al sujeto de negro. Algo no estaba bien, lo presentía, pero no había opción, debía seguir luchando.
A lo lejos se distinguían dos siluetas que observaban la pelea. Se encontraban calmados y serios. De pronto uno de ellos habló.
¿¿¿ 1: ¿Por qué tenemos que quedarnos quietos aquí? Si nos hubiera dejado participar, aquel sujeto estaría derrotado.
¿?? 2: No te preocupes, sabe lo que hace, pero algo me inquieta.
¿¿¿ 1: ¿Qué quieres decir?
¿?? 2: No están peleando seriamente, y ese sujeto oculta algo.
Su acompañante se quedo callado y continuó observando la pelea
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Al siguiente día, casi nada fuera de la rutina.
Nuevamente Shaoran se encontraba viendo aquel parque, mientras le traían todo el itinerario del día.
Shaoran: Adelante Fiang.
Fiang: Buenos días señor, hoy tiene una reunión importante, en 20 minutos. Más tarde una cena con la señora Wong y de nuevo la chica quiere verlo, continúa diciendo que es importante que lo vea.
Shaoran: ¿Por qué no la mandan a que la atienda otra persona? Hoy me gustaría descansar un poco.
Fiang: Hoy ha dicho que se relaciona con las cartas de la Card Master, creo que después de todo si es importante que la vea.
Fiang sabía un poco de la maestra de las cartas, pero no lo sabía todo.
En cuanto a Shaoran, cuando escucho aquello no sabía que pensar, después de tanto tiempo de no saber nada de ella. Ahora una chica quería hablarle de aquel tema. Se quedo muy pensativo. ¿Quién podía ser?
Fiang: Señor se siente bien.
Le había preocupado aquel silencio que había seguido al último comentario.
Shaoran: Por favor puedes decirle que me espere, mientras asisto a la reunión, mientras tanto atiéndela. ¿Ya dijo su nombre?
Fiang: No señor dice que usted la reconocerá si le permite verla.
A Shaoran le importaba verla ¿Podría ser ella? ¿Tal vez Daidouji? O alguien que conoció sobre las cartas, pero cómo. Bien fuera lo que fuera pronto lo sabría después de la reunión.
Después de una reunión, que a pesar de ser importantes, eran rutinarias. Desgraciadamente la reunión se prolongo, y termino después de 3 largas horas. En cuanto termino mando llamar a su ayudante.
Shaoran: Por favor, has pasar a la señorita a mi oficina y en un momento voy.
Fiang: sí señor, con permiso.
Bien, era el momento de conocer a la misteriosa joven que lo estaba buscando, todas sus dudas se disiparían, tal vez sepa que fue lo que paso con sus amigos del pasado.
Cuando abrió la puerta de su oficina, pudo ver a una joven de cabello castaño corto, era de estatura baja y era delgada, muy delgada. Ella se encontraba de espaldas a la puerta, estaba observando un enorme cuadro en el cual se encontraba la figura de Shaoran. En una pose de muy imponente, pareciera que quien se encontraba posando no era precisamente él, sobre todo si lo conocían, ya que el nunca hubiera hecho tal pose. Con un traje ceremonial y sosteniendo una enorme y majestuosa espada.
Shaoran: Por más que insistí en que no la colocaran ahí, dicen que sí debe ser. Pero en mi opinión es bastante ostentosa y no refleja más que el poder que me confieren. Buenas tardes señorita.
La chica siguió observando el retrato y movió la cabeza negando y dijo:
Chica: Buenas tardes, gracias por recibirme, y en cuanto al retrato seguramente refleja mucha de las cualidades que posees, además del poder que tiene, debes estar orgulloso de ello.
A Shaoran le extraño que ella le hablase de tu, ya que ya hacia mucho tiempo todos lo trataban con sumo respeto y pocas personas tenían el privilegio de hacerlo.
Shaoran: no crea todo lo que parece, en ocasiones las apariencias engañan.
Finalmente la chica se dio la vuelta, era mas bien bajita y muy delgada estaba vestida con un traje color rosa pálido elegante. Pero viéndola bien le quedaba un poco ¿grande?, su cabello era de un tono castaño oscuro, lo llevaba corto y dos mechones adornaban su rostro. Lo primero que hizo la chica es brindarle al joven una tierna sonrisa y mirarlo con sus ojos ¿verdes? Shaoran se quedo mudo y con cara asombrada, ¿podría ser después de tanto tiempo? ¿realmente era ella? Pero la chica interrumpió sus pensamientos.
Y con cara de decepción preguntó.
Chica: ¿es que acaso no me recuerdas?
Recordarla, pero como olvidar a la Card Captor, quien se quedo con las cartas Clow, su primer amor, que a pesar de haber pasado tanto tiempo no la olvidaba, era uno de los recuerdos más preciados, y era él quien se preguntaba si ella lo había olvidado ya. Aun seguía viéndola fijamente, pero sintió un extraño presentimiento, por un momento apareció y así como llegó se fue. ¿qué raro, qué habrá sido eso? Aun estaba sumergido en sus pensamientos pero algo lo hizo salir de ellos. Ante él estaba un objeto amarillo volando alrededor de él.
Shaoran: ¿qué rayos es eso?
Chica: Kero quieres regresar al bolso alguien te podría ver.
Kero: no te preocupes Sakurita. Pero mira nada más el mocoso ya creció, y ahora es un gran mocoso, ahora es un ¡¡mocosote!!
Sakura: Kero no seas grosero, te dije que no lo llamarás de esa forma.
Kero lo seguía observando detenidamente. Shaoran reacciono y se fue a sentar en su cómoda silla. Mientras kero lo seguía con la mirada.
Shaoran: toma asiento por favor Sakura, jamás podría olvidar a la actual Card Master y a (dirigiendo su mirada a Kero) a la Bestia que cuida a las cartas Sakura.
Kero se puso en una pose de estar orgulloso, de lo que acababan de mencionar de él.
Sakura: Claro como olvidar a la Bestia come dulces de las cartas. (Decía mientras tomaba asiento)
Kero puso cara de decepción y se fue volando hasta el escritorio del Jefe del Clan Li, y se sentó de manera que no le quitaba al actual jefe del clan Li.
A Shaoran sólo le salió una gota y se dirigió a Sakura.
Shaoran: De verdad es un gusto volverte a ver Sakura.
Sakura: (con una sonrisa) gracias lo mismo digo.
Shaoran: Y a qué le debo el gusto de verte de nuevo.
Sakura: (cambiando un poco la sonrisa) Sé que estas muy ocupado, pero era muy necesario verte y ...
Kero: es cierto mocosote, es muy difícil verte, no sabes por cuanto pasamos para que al fin tuviéramos una oportunidad. Sakurita tuvo que decir que conocía de las cartas, sino todavía estaría afuera esperando que te dignaras hablar con nosotros.
Shaoran miro a Sakura.
Shaoran: ¿es cierto?
Kero: claro que es cierto, llevamos tres días en Hong Kong y desde entonces te estamos queriendo ver. Claro que si YO el Gran Kerberos hubiera enseñado mi verdadera forma, nadie hubiera dicho nada ¡jajá jajá!
Sakura: Kero quieres dejar de decir tonterías, seguramente él se encontraba atendiendo asuntos importantes, y no tiene tiempo para que cualquiera lo este molestando.
Kero se quedo serio y mirando fijamente a Shaoran a quien se le pudo notar una gota muy grande al igual que a Sakura.
Kero: El mocosote se ha vuelto muy fuerte y él nos ayudará...
En ese momento alguien llamo a la puerta. Y Kero se tuvo que esconder en el bolso de su ama.
Fiang: Lamento interrumpirlo pero el Jefe del Clan Wong esta al teléfono e insiste en hablar con usted.
Shaoran: Gracias. (Dirigió la mirada hacia Sakura) Lo lamento pero debo atender la llamada. Con permiso.
Dijo esto se retiró a la habitación de al lado (un estudio).
Un montón de cosas, unas no tan importantes que otras. Tener que soportar un sin fin de dudas y quejas. Este era uno de los jefes más importantes de los clanes de toda China, pero no le gusto nada, que un jovencito tuviera más poder que él, siendo el más anciano y según él, el mejor. Sin embargo Shaoran nunca perdía el porte, la serenidad, la postura seria y analítica, siempre imperturbable. Respondía con pocas palabras. Ello debido a su crianza tan recta, cuidaba hasta el más mínimo detalle en lo que hacia, era muy responsable, maduro y educado (y de acuerdo a las pocas chicas que tenían el honor de conocerlo era muy guapo a pesar de su seriedad no perdía el atractivo) Mucho más callado desde que su prima se casó con un jefe de un clan amigo.
Tardó un poco de tiempo para colgar y mientras colgaba el teléfono sólo suspiraba.
Recordó la agradable visita que lo esperaba, quería saber todo lo que había pasado en su ausencia.
En la oficina contigua Sakura y Kero hablaban.
Sakura: Kero por favor te dije que no menciones nada del asunto.
Kero: Pero Sakurita, ya llevamos tiempo muy valiosos perdido, si seguimos así tu podrías sufrir las consecuencias.
Sakura: Kero por favor, yo estaré bien no, te preocupes (le dijo con una tierna sonrisa) ^_^
Sakura: Además sabes que no puedo obligarlo a nada, no te preocupes pediré su ayuda pero de otra forma.
Kero: no podemos decírselo.
En ese momento Shaoran iba entrando a la habitación y no pudo evitar escuchar las últimas palabras de Kero, y se intereso en el tema.
Shaoran: ¿De que hablan? ¿Acaso pasa algo, Sakura? ( siempre con su semblante serio)
Sakura se puso un poco nerviosa, pero lo trató de ocultar. Claro que ello no paso desapercibido por Shaoran.
Sakura: No, no. No le hagas caso a Kero le esta afectando no haber comido dulces en los últimos días.
Kero en lugar de empezar a pelear por lo que había dicho Sakura, sólo bajo la mirada y se volteó.
Él no quiso preguntar más, para no incomodarla.
Shaoran volvió a tomar asiento.
Sakura: veo que estas muy ocupado, no quisiéramos importunarte con nuestra presencia.
Shaoran: Claro que no lo hacen, tengo deseos de hablar con ustedes y saber lo que a pasado en Tomoeda y hablar contigo.
Shaoran: Pero antes me gustaría saber donde te estas quedando, ya que por lo que me comentan ya llevan alguno días aquí.
Sakura: Bueno en realidad nos estamos quedando en un hotel que se encuentra cerca de aquí.
Shaoran: Pero ¿por qué no acudiste a mi casa?
Sakura: Bueno fue .....
Otra vez eran interrumpidos por Fiang. Señor disculpe que lo vuelva a interrumpir, pero recuerde que tiene una cena con la señora Tabura y si no parte ahora no llegará a tiempo. Además es para tratar sobre...
Shaoran: Sí ya lo sé, en un momento salgo.
Después de cerrar la puerta Shaoran parecía algo irritado. Parecía que no lo dejarían hablar con ella en paz.
Sakura: (Bajando la mirada) Discúlpame, no creí que estuvieras tan ocupado.
Shaoran: (mirándola) No te preocupes.
Después algo se le ocurrió.
Shaoran: Eso lo podemos solucionar ^_^
Sakura levanto la vista y se encontró con una tierna sonrisa. Por supuesto que se sonrojo.
Shaoran: Mañana por la noche tengo unas horas libres. Te gustaría salir a cenar y hablar.
Dijo mientras se levantaba y tomaba su chaqueta.
Shaoran: discúlpame debo retirarme. Pero te veré mañana a las 7 frente a tu hotel. Te prometo que nadie nos interrumpirá entonces. Hasta mañana.
Y salió. Sakura se quedó muda, aún no lo comprendía completamente, Kero había estado callado escuchando todo atentamente u con cara de preocupación. Aún Kero no acababa d entenderlo. Al fin ambos reaccionaron.
Sakura y Kero: ¡ Una cita ¡
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
N. de la A. Espero les agrade.
Un hermoso campo, en la cima de una colina forrada de un pasto verde. En la cima de ella un frondoso árbol, lleno de hojas verdes, moviéndose al ritmo de un suave viento. A lo lejos la nieve de varias montañas reflejaban el color del atardecer.
El cabello de un joven se movía con un apacible viento. Estaba sentado en posición de flor de loto, con los ojos cerrados y parecía estar en una profunda concentración. Bajo aquel enorme árbol de cerezo, mientras caían unas cuantas hojas que no parecían molestarle en lo más mínimo al chico. Sólo se escuchaban a lo lejos los cantos de algunos pajarillos.
El joven abrió los ojos lentamente, mostrando unos hermosos ojos marrón. Se quedo un rato viendo a la nada, después se paró lentamente. Su expresión era de seriedad, parecía tener unos 19 años, era alto y tenía una figura atlética al parecer el chico practicaba algún deporte. Estaba vestido con un pantalón verde y una camisa del mismo color. Después hizo un movimiento con la mano, y frente a él apareció una especie de puerta dimensional a la cual penetro y desapareció.
En otro lugar, para ser específicos, una enorme habitación. En el cual se podía observar varios objetos de valor y signos que parecían ser de magia, estaban colocados estratégicamente. En un enorme escritorio, estaban colocados varios libros que parecían ser muy antiguos y algunos otros papeles muy bien ordenados y colocados. Del otro lado una cama muy grande con los mismos adornos de magia en la cabecera, a su lado un buró con una lámpara y algunos retratos.
En esa habitación apareció el joven cuando cerró el portal hizo un gesto de desgane y se dirigió al escritorio y se dispuso a trabajar. Después de leer varios documentos y continuar con la lectura de algunos libros, hizo la cabeza hacia a tras y se froto la frente, se sentía algo cansado.
Inmediatamente después tocaron suavemente la habitación, el joven ni se inmuto al escucharlo, sólo dijo con voz fastidiada que pasará.
Después se vio la figura de un hombre mayor entrando con una charola en las manos.
¿¿¿: Joven Shaoran, le traigo un té y quería avisarle que en 20 minutos estará lista la cena. ¿Bajará o prefiere que le traiga su cena?
Shaoran: Gracias Wey, pero no cenare esta noche tengo muchas cosas que hacer.
Wey: Esta bien señor se lo diré a su madre. Pero... me permite hacerle una observación.
El joven no se inmutó parecía que sabía lo que el mayordomo le quería decir y sólo contestó:
Shaoran: Adelante.
Wey: Disculpe el atrevimiento pero últimamente no esta cuidándose lo suficiente, su madre y hermanas temen que algo le pueda pasar por descuidarse. ¿No le parece que sería conveniente descansar?
Shaoran se volvió a verlo y puso su rostro serio. Pensó que sin duda a pesar de ser el mayordomo, la familia le tenía un gran cariño. Por todas sus contribuciones a la familia Li. Él era la única figura masculina durante su infancia y lo había acompañado cuando estuvo que ir a Japón, encima de todo realmente se preocupaba por él.
Shaoran: Gracias por preocuparse por mí, a ti y a mi familia, pero saben que debo seguir adelante. Levanto el rostro apareció en su rostro una pequeña sonrisa y dijo-
- Esta bien bajaré a cenar en un momento lo bajo.
El anciano se vio complacido y se retiro.
El joven simplemente suspiro, luego se dirigió al gran balcón de su habitación, vio el cielo con gran cantidad de estrellas y la luna en su máximo esplendor, sin duda le hacía recordar algo. Se dirigió al buró abrió un cajón de él extrajo una caja verde, con varias cartas, muy bien arregladas, debajo de ellas se encontraba una foto. En ella se veían a 4 niños de unos 11 años, dos niñas, una de cabello negro y largo que estaba muy sonriente al lado de otra pequeña mucho más sonriente, con cabello más corto y color castaño y ojos verdes, a su lado un niño con la mirada baja y todo rojo, de cabello alborotado y al lado de la pequeña de cabello negro, otro niño de cabello negro de lentes con una pequeña sonrisa.
Shaoran: ¿cómo olvidarlo?
Mira fijamente a la niña de ojos verdes y pasa su dedo por la foto. Luego mueve la cabeza negando mientras piensa.
Shaoran: (No, ya no pensaré en el pasado, ha quedado atrás no puedo hacer nada para regresar a esa época, ahora tengo deberes que hacer. Además ellos están muy lejos, cada uno ha hecho su vida... como yo.)
Volvió a mirar tiernamente la foto, y la deposito en la caja y con cuidado la puso en el cajón, lo cerró se dirigió a la puerta, la luz de la habitación desapareció. Pero antes de cerrar la puerta dijo.
Shaoran: Quisiera saber que fue de ellos.
::::::::::::::::::::::::::
Era una noche muy obscura, ni la luz de la luna se apreciaba por las nubes que la opacaban. El viento movía las ramas de los árboles, era más un viento frío que helaba la sangre. Aquel bosque era testigo mudo, de una más de las muchas batallas que se suscitaban en él.
En el centro de aquel bosque sólo se escuchaban estruendosos sonidos de espadas chocando. Y cuando al fin las nubes siguieron su camino y se apartaron para dejar ver la espléndida Luna, se pudo observar a dos sombras. Dos personas vestidas una con largas gabardinas una negra y la otra de un azul oscuro, ambas muy largas, se movían lentamente, examinándose mutuamente.
La persona de negro pensaba que nunca de había enfrentado a tan estupendo contrincante, porque a pesar de llevar unas horas peleando, sus movimientos eran iguales de ágiles, rápidos y certeros que al inicio, sin signo alguno de cansancio.
Seguían examinándose con las espadas en las manos, en posición de combate, ninguno se daría por vencido, cada uno movido por sus propias metas.
:::::::::::
Una hermosa mañana de domingo en un parque, niños corriendo, pajarillos cantando, gente caminando, parejas conversando. A pesar de ser temprano ya todos estaban haciendo las actividades del día.
Esto era lo que Shaoran veía a lo lejos desde lo alto de un edificio muy lujoso y que también parecía muy moderno y costoso. Estaba parado viendo por una enorme ventana, últimamente se sentía melancólico, recordando el pasado y dudando sobre su futuro. Porque a pesar de su voluntad, todo estaba planeado para él.
Estudiaba administración, en una de las mejores universidades de China. Actualmente era el Jefe del clan Li, de una enorme familia que dependían de las decisiones que él tomara. Toda su fortuna la manejaba él, era muy poderoso económicamente. En cuanto a la magia, desde los 14 años entro a un entrenamiento especial para aumentar sus poderes, ya que los ancianos sabios del clan se habían dado cuenta de la enorme capacidad del chico.
A los 14 años se le indico que debía entrar a ese entrenamiento, pero que era necesario que se apartara de lo que le rodeaba. Incluyendo todo contacto con su familia y amigos para evitar distracciones. En un principio lo dudo, había estado teniendo contacto con sus amigos y con Sakura por medio de cartas y visitas esporádicas. Pero cuando se lo comunico a Sakura, por medio de una carta, ésta le dio ánimos de seguir adelante, porque él era una persona muy importante y no debía perder tan valiosa oportunidad. Ella siempre lo comprendía y apoyaba, él se convenció y realizó el entrenamiento.
Fue muy duro, pero lo fue aún más porque no sabía lo que pasaba con los demás y porque le vieron tal capacidad que los ancianos prefirieron que entrenara más tiempo. Así que estuvo en intenso entrenamiento por 3 años y medio. Pero por un lado valieron la pena, fue considerado el más fuerte y elegido jefe de la familia Li a una corta edad.
Sin embargo por ello perdió contacto con sus amigos de la infancia, cuando quiso comunicarse supo que todos se habían ido de Tomoeda. Y perdió contacto con Sakura. No se lo explicaba, no quería perder a nadie, y ahora debía cumplir los compromisos de un líder de clan. Pero en ocasiones se sentía tan solo.
Estaba sumido en sus pensamientos cuando alguien el sonido de la puerta lo interrumpió.
Shaoran: Adelante
¿?: Buenos días señor. El día de hoy no tiene tantas reuniones como en la semana. Una reunión a las 2 PM. otra a las 5 PM. y finalmente tiene que confirmar la fecha para la reunión con los señores de los clanes. Y le esperan 2 personas, el señor Misaki, para el asunto de su clan y una señorita que dice conocerlo, y que es muy importante que lo vea.
El apuesto joven ni lo volteo a ver, se quedo en silencio, después contesto.
Shaoran: Gracias Fiang, ¿sabes quien es la chica?
Fiang: No señor, no ha querido decir quien es.
Shaoran: Por favor podrías decirle que vuelva otro día hoy estoy muy ocupado.
Fiang: Como diga señor.
Fiang se fue y cerró silenciosamente la puerta. Él era el secretario hace desde hace ya 2 años, era muy confiable, sabía mucho sobre magia, y era considerado el segundo más poderoso después de Shaoran, pero como era un año más joven y necesitaba aprender más, fue elegido como ayudante del joven Li. Era alto de cabello gris corto, ojos grises y una mirada muy tranquila, era algo serio, y aún más cuando se trataba de trabajo.
Para Li en ocasiones eran difíciles todas las reuniones y responsabilidades, sólo tenía tiempo para el mismo cuando entraba en un jardín especial, donde solía entrenar y relajarse. Su magia había aumentado en los últimos años, era capaz de crear puertas que lo transportaran, pero a cortas distancias y mil cosas más, todo eso gracias al entrenamiento que recibió, pero también le resultó muy caro.
Se volvió a sentar en el escritorio, su vista lo recorrió. ¿Cuántos papeles? ¿Cuántas responsabilidades? Pero debía seguir adelante, pero aún en su corazón albergaba una esperanza de que algo de su vida rutinaria cambiará, y otra vez sentirse feliz como hace ya años no se sentía.
Y últimamente otro pensamiento rondaba en su mente. Un sueño, uno muy raro. En el sueño se veía a sí mismo, en una especie de colina, viendo a un árbol de cerezo, que con el viento llenaba el suelo con pétalos rosas de sus flores. Un viento más fuerte y frío cubría al joven, y en un movimiento instintivo volteó en la dirección del viento. Entonces el sueño cambiaba, esta vez se encontraba en la nada, todo a su alrededor era oscuridad, sólo alcanzaba a verse a sí mismo.
De la nada aparecía un enorme espejo frente a él, con un marco plateado con símbolos mágicos. El reflejo no era el de Shaoran, sólo oscuridad. Después éste brillaba, es cuando Shaoran sentía una energía muy especial, con una enorme calidez, se sentía muy bien aquella energía. Poco a poco abría sus ojos, entonces podía percatarse de que en el espejo había un reflejo de alguien. Acercándose lentamente podía apreciar una figura femenina, pero ésta se encuentra con la vista en el suelo, vestida con un hermoso vestido blanco. Y antes de poder ver más el espejo se rompía en mil pedazos y despertaba sobresaltado.
Hacía ya un mes que se repetía el sueño, pero pocas veces lo recordaba tan bien como ahora. Sin embargo estaba muy ocupado con su trabajo.
Por eso, por ahora debía seguir con las responsabilidades, que a pesar de todo eran muy importantes y hasta cierto punto le agradaba estar tan ocupado sin tiempo de pensar en un tonto sueño.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Otra pelea más, acaso no se cansaban de provocarle. Movidos por su orgullo muchos iban a enfrentarle, querían conocer y saber si eran ellos quien finalmente le vencerían. Ya muchos habían sucumbido y habían sido derrotados. Es lo que pensaba la persona de la gabardina azul, mientras enfrentaba a la persona de negro.
Pero esta vez era diferente, era una persona que hacía algún tiempo conocía y supuestamente eran amigos. Y le traicionó, eso en realidad dolía. Pero aunque así era, no se dejaría vencer. Ahora el perder aquel encuentro le cambiaría la vida y su futuro. No era una batalla más, ahora sabía que existía la posibilidad de perder aquel encuentro.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un ataque de frente de su contrincante, sus espadas quedaron entre ellos, por un momento pudo ver sonreír al sujeto de negro. Algo no estaba bien, lo presentía, pero no había opción, debía seguir luchando.
A lo lejos se distinguían dos siluetas que observaban la pelea. Se encontraban calmados y serios. De pronto uno de ellos habló.
¿¿¿ 1: ¿Por qué tenemos que quedarnos quietos aquí? Si nos hubiera dejado participar, aquel sujeto estaría derrotado.
¿?? 2: No te preocupes, sabe lo que hace, pero algo me inquieta.
¿¿¿ 1: ¿Qué quieres decir?
¿?? 2: No están peleando seriamente, y ese sujeto oculta algo.
Su acompañante se quedo callado y continuó observando la pelea
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Al siguiente día, casi nada fuera de la rutina.
Nuevamente Shaoran se encontraba viendo aquel parque, mientras le traían todo el itinerario del día.
Shaoran: Adelante Fiang.
Fiang: Buenos días señor, hoy tiene una reunión importante, en 20 minutos. Más tarde una cena con la señora Wong y de nuevo la chica quiere verlo, continúa diciendo que es importante que lo vea.
Shaoran: ¿Por qué no la mandan a que la atienda otra persona? Hoy me gustaría descansar un poco.
Fiang: Hoy ha dicho que se relaciona con las cartas de la Card Master, creo que después de todo si es importante que la vea.
Fiang sabía un poco de la maestra de las cartas, pero no lo sabía todo.
En cuanto a Shaoran, cuando escucho aquello no sabía que pensar, después de tanto tiempo de no saber nada de ella. Ahora una chica quería hablarle de aquel tema. Se quedo muy pensativo. ¿Quién podía ser?
Fiang: Señor se siente bien.
Le había preocupado aquel silencio que había seguido al último comentario.
Shaoran: Por favor puedes decirle que me espere, mientras asisto a la reunión, mientras tanto atiéndela. ¿Ya dijo su nombre?
Fiang: No señor dice que usted la reconocerá si le permite verla.
A Shaoran le importaba verla ¿Podría ser ella? ¿Tal vez Daidouji? O alguien que conoció sobre las cartas, pero cómo. Bien fuera lo que fuera pronto lo sabría después de la reunión.
Después de una reunión, que a pesar de ser importantes, eran rutinarias. Desgraciadamente la reunión se prolongo, y termino después de 3 largas horas. En cuanto termino mando llamar a su ayudante.
Shaoran: Por favor, has pasar a la señorita a mi oficina y en un momento voy.
Fiang: sí señor, con permiso.
Bien, era el momento de conocer a la misteriosa joven que lo estaba buscando, todas sus dudas se disiparían, tal vez sepa que fue lo que paso con sus amigos del pasado.
Cuando abrió la puerta de su oficina, pudo ver a una joven de cabello castaño corto, era de estatura baja y era delgada, muy delgada. Ella se encontraba de espaldas a la puerta, estaba observando un enorme cuadro en el cual se encontraba la figura de Shaoran. En una pose de muy imponente, pareciera que quien se encontraba posando no era precisamente él, sobre todo si lo conocían, ya que el nunca hubiera hecho tal pose. Con un traje ceremonial y sosteniendo una enorme y majestuosa espada.
Shaoran: Por más que insistí en que no la colocaran ahí, dicen que sí debe ser. Pero en mi opinión es bastante ostentosa y no refleja más que el poder que me confieren. Buenas tardes señorita.
La chica siguió observando el retrato y movió la cabeza negando y dijo:
Chica: Buenas tardes, gracias por recibirme, y en cuanto al retrato seguramente refleja mucha de las cualidades que posees, además del poder que tiene, debes estar orgulloso de ello.
A Shaoran le extraño que ella le hablase de tu, ya que ya hacia mucho tiempo todos lo trataban con sumo respeto y pocas personas tenían el privilegio de hacerlo.
Shaoran: no crea todo lo que parece, en ocasiones las apariencias engañan.
Finalmente la chica se dio la vuelta, era mas bien bajita y muy delgada estaba vestida con un traje color rosa pálido elegante. Pero viéndola bien le quedaba un poco ¿grande?, su cabello era de un tono castaño oscuro, lo llevaba corto y dos mechones adornaban su rostro. Lo primero que hizo la chica es brindarle al joven una tierna sonrisa y mirarlo con sus ojos ¿verdes? Shaoran se quedo mudo y con cara asombrada, ¿podría ser después de tanto tiempo? ¿realmente era ella? Pero la chica interrumpió sus pensamientos.
Y con cara de decepción preguntó.
Chica: ¿es que acaso no me recuerdas?
Recordarla, pero como olvidar a la Card Captor, quien se quedo con las cartas Clow, su primer amor, que a pesar de haber pasado tanto tiempo no la olvidaba, era uno de los recuerdos más preciados, y era él quien se preguntaba si ella lo había olvidado ya. Aun seguía viéndola fijamente, pero sintió un extraño presentimiento, por un momento apareció y así como llegó se fue. ¿qué raro, qué habrá sido eso? Aun estaba sumergido en sus pensamientos pero algo lo hizo salir de ellos. Ante él estaba un objeto amarillo volando alrededor de él.
Shaoran: ¿qué rayos es eso?
Chica: Kero quieres regresar al bolso alguien te podría ver.
Kero: no te preocupes Sakurita. Pero mira nada más el mocoso ya creció, y ahora es un gran mocoso, ahora es un ¡¡mocosote!!
Sakura: Kero no seas grosero, te dije que no lo llamarás de esa forma.
Kero lo seguía observando detenidamente. Shaoran reacciono y se fue a sentar en su cómoda silla. Mientras kero lo seguía con la mirada.
Shaoran: toma asiento por favor Sakura, jamás podría olvidar a la actual Card Master y a (dirigiendo su mirada a Kero) a la Bestia que cuida a las cartas Sakura.
Kero se puso en una pose de estar orgulloso, de lo que acababan de mencionar de él.
Sakura: Claro como olvidar a la Bestia come dulces de las cartas. (Decía mientras tomaba asiento)
Kero puso cara de decepción y se fue volando hasta el escritorio del Jefe del Clan Li, y se sentó de manera que no le quitaba al actual jefe del clan Li.
A Shaoran sólo le salió una gota y se dirigió a Sakura.
Shaoran: De verdad es un gusto volverte a ver Sakura.
Sakura: (con una sonrisa) gracias lo mismo digo.
Shaoran: Y a qué le debo el gusto de verte de nuevo.
Sakura: (cambiando un poco la sonrisa) Sé que estas muy ocupado, pero era muy necesario verte y ...
Kero: es cierto mocosote, es muy difícil verte, no sabes por cuanto pasamos para que al fin tuviéramos una oportunidad. Sakurita tuvo que decir que conocía de las cartas, sino todavía estaría afuera esperando que te dignaras hablar con nosotros.
Shaoran miro a Sakura.
Shaoran: ¿es cierto?
Kero: claro que es cierto, llevamos tres días en Hong Kong y desde entonces te estamos queriendo ver. Claro que si YO el Gran Kerberos hubiera enseñado mi verdadera forma, nadie hubiera dicho nada ¡jajá jajá!
Sakura: Kero quieres dejar de decir tonterías, seguramente él se encontraba atendiendo asuntos importantes, y no tiene tiempo para que cualquiera lo este molestando.
Kero se quedo serio y mirando fijamente a Shaoran a quien se le pudo notar una gota muy grande al igual que a Sakura.
Kero: El mocosote se ha vuelto muy fuerte y él nos ayudará...
En ese momento alguien llamo a la puerta. Y Kero se tuvo que esconder en el bolso de su ama.
Fiang: Lamento interrumpirlo pero el Jefe del Clan Wong esta al teléfono e insiste en hablar con usted.
Shaoran: Gracias. (Dirigió la mirada hacia Sakura) Lo lamento pero debo atender la llamada. Con permiso.
Dijo esto se retiró a la habitación de al lado (un estudio).
Un montón de cosas, unas no tan importantes que otras. Tener que soportar un sin fin de dudas y quejas. Este era uno de los jefes más importantes de los clanes de toda China, pero no le gusto nada, que un jovencito tuviera más poder que él, siendo el más anciano y según él, el mejor. Sin embargo Shaoran nunca perdía el porte, la serenidad, la postura seria y analítica, siempre imperturbable. Respondía con pocas palabras. Ello debido a su crianza tan recta, cuidaba hasta el más mínimo detalle en lo que hacia, era muy responsable, maduro y educado (y de acuerdo a las pocas chicas que tenían el honor de conocerlo era muy guapo a pesar de su seriedad no perdía el atractivo) Mucho más callado desde que su prima se casó con un jefe de un clan amigo.
Tardó un poco de tiempo para colgar y mientras colgaba el teléfono sólo suspiraba.
Recordó la agradable visita que lo esperaba, quería saber todo lo que había pasado en su ausencia.
En la oficina contigua Sakura y Kero hablaban.
Sakura: Kero por favor te dije que no menciones nada del asunto.
Kero: Pero Sakurita, ya llevamos tiempo muy valiosos perdido, si seguimos así tu podrías sufrir las consecuencias.
Sakura: Kero por favor, yo estaré bien no, te preocupes (le dijo con una tierna sonrisa) ^_^
Sakura: Además sabes que no puedo obligarlo a nada, no te preocupes pediré su ayuda pero de otra forma.
Kero: no podemos decírselo.
En ese momento Shaoran iba entrando a la habitación y no pudo evitar escuchar las últimas palabras de Kero, y se intereso en el tema.
Shaoran: ¿De que hablan? ¿Acaso pasa algo, Sakura? ( siempre con su semblante serio)
Sakura se puso un poco nerviosa, pero lo trató de ocultar. Claro que ello no paso desapercibido por Shaoran.
Sakura: No, no. No le hagas caso a Kero le esta afectando no haber comido dulces en los últimos días.
Kero en lugar de empezar a pelear por lo que había dicho Sakura, sólo bajo la mirada y se volteó.
Él no quiso preguntar más, para no incomodarla.
Shaoran volvió a tomar asiento.
Sakura: veo que estas muy ocupado, no quisiéramos importunarte con nuestra presencia.
Shaoran: Claro que no lo hacen, tengo deseos de hablar con ustedes y saber lo que a pasado en Tomoeda y hablar contigo.
Shaoran: Pero antes me gustaría saber donde te estas quedando, ya que por lo que me comentan ya llevan alguno días aquí.
Sakura: Bueno en realidad nos estamos quedando en un hotel que se encuentra cerca de aquí.
Shaoran: Pero ¿por qué no acudiste a mi casa?
Sakura: Bueno fue .....
Otra vez eran interrumpidos por Fiang. Señor disculpe que lo vuelva a interrumpir, pero recuerde que tiene una cena con la señora Tabura y si no parte ahora no llegará a tiempo. Además es para tratar sobre...
Shaoran: Sí ya lo sé, en un momento salgo.
Después de cerrar la puerta Shaoran parecía algo irritado. Parecía que no lo dejarían hablar con ella en paz.
Sakura: (Bajando la mirada) Discúlpame, no creí que estuvieras tan ocupado.
Shaoran: (mirándola) No te preocupes.
Después algo se le ocurrió.
Shaoran: Eso lo podemos solucionar ^_^
Sakura levanto la vista y se encontró con una tierna sonrisa. Por supuesto que se sonrojo.
Shaoran: Mañana por la noche tengo unas horas libres. Te gustaría salir a cenar y hablar.
Dijo mientras se levantaba y tomaba su chaqueta.
Shaoran: discúlpame debo retirarme. Pero te veré mañana a las 7 frente a tu hotel. Te prometo que nadie nos interrumpirá entonces. Hasta mañana.
Y salió. Sakura se quedó muda, aún no lo comprendía completamente, Kero había estado callado escuchando todo atentamente u con cara de preocupación. Aún Kero no acababa d entenderlo. Al fin ambos reaccionaron.
Sakura y Kero: ¡ Una cita ¡
::::::::::::::::::::::::::::::::::::
N. de la A. Espero les agrade.