Por: Andy Yogima
Aviso importante: El siguiente fic está hecho sin fin de lucro, es solo parte de mi imaginación en un momento de ocio = ) Todos los personajes son propiedad de J.K. Rowling y asociados.
Segundos... minutos... horas... ¿Cuánto tiempo había pasado? La lluvia lo perseguía a cada paso que daba. Sonoros truenos parecían hablarle. Y el tiempo susurraba un canto fúnebre. Había perdido la noción del tiempo desde que...Había salido corriendo desesperadamente, sin rumbo, abandonando la seguridad de Hogwarts. No había nadie tras él, pero sabía que lo estaban buscando, podía sentirlo. Poco a poco sus fuerzas le fueron abandonando, obligándolo a disminuir la velocidad hasta detenerse.
Cayó de rodillas apoyándose en sus manos. La respiración agitada, sintiendo una que otra lágrima rodando por sus mejillas confundiéndose fácilmente con las gotas de lluvia. Lágrimas de dolor, decepción, rabia, impotencia...
¿En qué rayos estaba pensando Dumbledore? Parecía como si la guerra contra Voldemort fuera como un juego de ajedrez, para él. Un simple juego, donde no importaba sacrificar algunas piezas con tal de ganar.
Golpeo el lodo donde estaba hincado sintiendo deseos de matarlo. Jamás le había agradado el bando de Voldemort, tal vez porque el Lord había sido el principio de sus desgracias... pero ahora se cuestionaba el bando de Dumbledore, donde a nadie parecía importarle como persona... todo, desde que...
Sacrificio...
La palabra retumbaba en su cabeza aumentando la desesperación. Se llevó ambas manos a las sienes tratando inútilmente, acallar sus pensamientos. El dolor se volvía cada vez más y más grande. Pero no un dolor físico sino un dolor que difícilmente puede curarse... el del alma.
"Existe una posible solución para dar fin a está guerra" Había dicho el director de Hogwarts, durante su conversación minutos antes de que abandonará el colegio.
¿Solución? ¿Matar a alguien era una solución? ¿Matar a Harry a Potter era la solución?
Por un segundo el tiempo se detuvo y el trueno más sonoro y atemorizante cayó a tierra rezumbando con fuerza. Al mismo tiempo, como si lo hubieran golpeado, el chico de ojos verdes cayó tendido en el fango, de espaldas en la viscosa superficie sintiendo las últimas fuerzas de su cuerpo, abandonarlo.
Cerró los ojos cansadamente, con la lluvia invadiendo cada parte de su cuerpo, conjugándose con las lágrimas que fluían en mayor cantidad, desde lo más profundo de su alma, reflejando su sentir.
Siempre había confiado en Dumbledore. Y él, ahora traicionaba esa confianza, sugiriéndole... no, más bien, exigiéndole que sacrificará su vida por la paz del mundo mágico y el muggle. Después de todo ¿qué era una sola persona, en comparación con millones?
"Si tú mueres, Voldemort perderá la mayor parte de sus poderes. Con ello, todo habrá terminado"
Si... definitivamente todo terminaría... las constantes pesadillas, cada noche... el dolor punzante de la cicatriz... las muertes sin sentido... el dolor... el derramamiento de sangre inocente... todo acabaría... de la peor manera posible.
Las fuerzas de su cuerpo le abandonaron totalmente. Ahora solo lo mantenía con vida su alma. Pero, ¿por quién viviría? ¿Acaso había un motivo por el cual seguir luchando? Tantos años buscando la paz, y ahora... ¿por quién vivir?
Sirius estaba muerto. Remus... no tenía idea de donde estaba, hacía tiempo que no sabía de él. Ron, Hermione... sus amigos... La familia Weasley... Neville... Luna... los miembros de la Orden...
Por otra parte, vería de nuevo a sus padres... Cerró los ojos cansadamente dando un último suspiro. Las lágrimas aún corrían libremente por su rostro. Tomó aire y grito intensamente, ahuyentando a las aves cercanas. Un trueno cayó a tierra muy cerca de él, haciendo que el suelo temblará y un profundo silencio se formará luego del gritó de su grito.
Su cuerpo emitió una profunda luz azul-plateada que se abrió camino hasta el cielo. Formando un puente entre Harry y las nubes. Diminutas estrellas brillantes desfilaron por el puente, haciendo que el color en la piel del ojiverde se volviera blanco lentamente. Cuando la última estrella llegó al cielo, el puente se desintegró. Harry se encontraba completamente pálido y frío, había dejado de respirar.
- ¡¡Por aquí!! – Remus Lupin llegó junto al cuerpo. Su respiración era irregular. Su ropa llena de lodo y pequeños rasguños, al igual que su rostro y manos. Disminuyó el paso, caminando hasta Harry. Tras él, Alastor Moody, Nimphadora Tonks, Kingsley Shacklebolt, Dedalus Diggle y Sturgis Podmore, parte de la Orden del Fénix aparecieron en condiciones similares al primero.
- Remus... – susurro Tonks mirando con temor el cuerpo tendido.
Lupin se hincó a un costado de Harry tomando su nuca. Las gotas de lluvia caían silenciosamente. El resto de acompañantes rodearon al chico. Todos agachando la cabeza quitándose los sombreros.
- Ya es tarde – murmuró Remus colocando la otra mano sobre la derecha de Harry, fría como el hielo.
- Remus – Tonks se hincó a su lado poniendo una mano sobre su hombro, silenciosas lágrimas cayendo por su rostro.
- Yo... podrían...
- Claro, Remus – Moody hizo un ademán, con lo que todos se alejaron dejando a Remus solo en medio de la lluvia.
- Perdóname, Harry – sollozó agachando la cabeza – todo esto fue un grave error... y sé que nunca podré perdonármelo. Con Sirius muerto, yo era responsable de tu seguridad, y ahora...
- Ahora él está con nosotros – Remus levantó la cabeza encontrándose con un ser fantasmal pero que reconoció al instante.
- Sirius...
- Tranquilo, Moony. No fue tu culpa y lo sabes – Remus dejó el cuerpo de Harry poniéndose de pie mirando fijamente a su amigo.
- Pero, ahora ¿qué pasará? Voldemort...
- ¿Por qué todo lo relacionado con Voldemort tiene que estar en torno a Harry?
- Sirius, ¿qué voy a hacer ahora? Perdí a James, a Lily, a Wormtail, a ti, y ahora a Harry... Cuando era joven, jamás creí que podría haber un futuro como esté.
- Algún día te reunirás con nosotros en un lugar donde nuestro pasado es el presente – extendió su mano derecha frente a Remus quien la estrechó con la suya sellando su promesa.
- Lo sé, Padfoot – sonrío débilmente.
Una brillante luz azul-verdosa se posó sobre ellos iluminando a Sirius y el cuerpo inerte de su ahijado. Éste último emitió una luz propia, el cuerpo físico desapareció dejando en su lugar una esfera que flotó hasta posarse en las manos de Remus.
- Es la esencia de Harry Potter – dijo Sirius orgullosamente, tras lo cual desapareció en medio de un torbellino de colores. Remus sonrío.
- Hasta el día en que nos volvamos a ver.
FIN...
Notas de la autora: OK, cuando escribí este fic tenía planeado que fuera un One-Shot, pero luego de analizarlo detenidamente (y tomando en cuenta que me gustan las segundas partes = ) he pensado hacer la continuación, algo explicando cualquier duda que tengan. Claro todo dependerá de lo reviews que reciba, ya que obviamente si no les interesa pues... ¡que diablos! Igualmente lo publicaré = ) Solo ténganme paciencia, la continuación podría tomarse un poco de tiempo. Gracias y cuídense -