Autora (s): Cristal y Umi

Disclaimer: No, lamentablemente nosotras no somos las dueñas ni de Harry Potter (quien le pertenece a Rowling), ni de Lord of the Rings (Tolkien). Así que por favor no nos demanden.

Resumen: Durante su decimosexto cumpleaños, Harry recibe un regalo de su madre. Un medallón. El cual lo transporta hacia la Tierra Media, el verdadero hogar de Lily Evans o mejor conocida entre su raza como Lisswen Tindómëwen.

Nota: Tienes algunas cosas del quinto libro, como la profecía y Umbridge (guacala). Pero Sirius aun continúa con vida.

Advertencia: Slash, of course.

"Wings of the destiny"

Prologo:

La brisa agitó las blancas cortina y permitió que la luz del sol entrara en aquella amplia y luminosa recamara, en donde una hermosa elfa de cabellos dorados y ojos verdes, contemplaba a su hija, recién nacida.

Su pequeña se veía tan frágil y dulce. Su piel blanca, como la leche y sus rizos rubios rojizos, le daban un toque angelical.

Una lágrima resbalo por su mejilla pálida y cayo sobre la frente de la pequeña. Quien comenzó a despertar, revelando un par de esmeralda por ojos. Brillantes y cristalinas, iguales a sus propios ojos.

La bebe estiro su pequeña mano y toco la barbilla de su madre, causando que el llanto de esta aumentara. Tenia que disfrutar esos momentos que tenia al lado de su hija, pues faltaba muy poco para que la pequeña partiera hacia otro mundo, un mundo donde la maldad de Sauron no la alcanzara, un mundo donde podría estar en paz y sin el peligro acechante de la oscuridad y de la pena de la guerra. Pero dolía saber que la perdería. Dolía saber que nunca podría criarla, verla crecer y convertirse en una dama. No era justo, pero era lo correcto. Si la pequeña permanecía en la Tierra Media moriría por la oscuridad que salía de Mordor. Y ni siquiera Valinor, podría proteger a la pequeña de la oscuridad y la única alternativa que habían encontrado era enviarla a otro mundo.

- Meleth nîn (Mi amor)- un elfo de cabellos oscuros entro a la habitación- Ta luu (Es hora)

La elfa asintió, permitiéndole a su esposo, tomar a la niña de sus brazos.

- Lisswen Tindómëwen- murmuro la elfa- ese será su nombre- sus puños apretaban con fuerza las sabanas-

El elfo movió su cabeza afirmativamente y camino hacia la puerta. La elfa permitió que sus lágrimas bañaran sus mejillas, una vez que su esposo se hubo marchado de la habitación.

El cielo se tiño de gris y comenzó a llover, paresia que el cielo también lloraba la perdida de la elfa y la acompaño en su sufrimiento.

- Namárië Lisswen Tindómëwen (Adiós, Flor del crepúsculo estrellado). Que Eru y los valar protejan tu camino- susurro a la nada entre sollozos-

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En la casa numero 4 del valle Godric, Lily Potter se encontraba en el regazo de su esposo, con su cabeza recostada sobre el pecho de este, quien acariciaba sus cabellos con suavidad.

- ¿En que piensas?- le pregunto curiosamente, al verlo con la mirada perdida en las furiosas llamas que iluminaban la estancia

- En la decisión que has tomado- respondió con seriedad mientras sus ojos avellana buscaban los ojos verdes de su esposa-

- Por favor James, no digas mas- se levanto rápidamente y camino hasta la ventana, observando las oscuras y desiertas calles- Yo tome la decisión de permanecer a tu lado. Para que formemos una familia y acepte las consecuencias de eso. Tu debes respetar mi decisión- el merodeador asintió- No voy a permitir que un maniático nos separe- expreso decidida y James recordó el por que amaba tanto a la pelirroja

- Te amo Lily Evans y juro que los protegeré aun que tenga que dar mi vida en el intento-los labios de ambos se encontraron en un apasionado beso, el último-

Luego de romper el beso, James miro la calle y su cara palideció, rápidamente se separo de su esposa.

- ¡Corre Lily, vete! ¡Es El!- exclamo e inmediatamente Lily corrió hacia el piso superior y la puerta de entrada era derribada

"Avada Kedavra" Lily se detuvo al oír una voz siniestra que conjuraba una maldición...la maldición asesina. Una lágrima rodó por sus mejillas y la opresión en su pecho prácticamente no la dejaba respirar. Pero eso no la detuvo, continuo corriendo hacia la habitación de su hijo, cerrando la puerta tras ella con un conjuro.

Pero no sirvió de nada, por que Voldemort derribo la puerta, segundos después y entro con una sonrisa burlona en su rostro mientras sus ojos café oscuros estaban fijos en el pequeño bebe de cabellos azabaches e intensos ojos verdes. Que fue rápidamente protegido por su madre.

- Sal del medio niña- exigió Voldemort, apuntándola con su varita

- No, por favor...tómame a mi...pero deja a mi hijo... ¡No, Harry!... ¡Harry, no!...Te lo suplico-

- Niña tonta- murmuro furioso- Avada Kedavra- grito, al mismo tiempo que la maldición asesina salía de su varita

Lily vio, con temor, que un rayo verde se dirigía a ella. Por su mente pasaron todos los recuerdos de su vida, su familia, su mundo, sus amigos, James y Harry. Unas palabras flotaron por si sola de su boca y el medallón que colgaba en su cuello brillo momentáneamente al mismo tiempo que la maldición asesina la alcanzaba y su cuerpo caía sin vida.

Harry lloro al ver muerta a su madre, quien grito su nombre antes de morir y a pesar de que tan solo tenía un año, había podido sentir el dolor de sus padres.

- Oh no te preocupes, muy pronto te reunirás con la sangre sucia de tu madre- siseo Voldemort con desprecio, su varita apunto hacia la frente del bebe- Avada Kedavra- Un aura poderosa rodeo al bebe, protegiéndolo.

Voldemort observo como la maldición rebotaba y volvía hacia el, las ultimas palabras de Lily Potter resonaron en la habitación al mismo tiempo que pudo ver que en la frente del pequeño se formaba una cicatriz en forma de rayo.

"Usen mi vida para acabar con este mal y

mi alma para resguardar a mi hijo

Guarden mi amor para darle fuerzas a mi niño

Y utilicen mi resplandor para guiar a mí

Gryffindor en la oscuridad"

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Una alta y esbelta mujer de cabellos noche y piel blanca como la nieve, despertó sobresaltada mientras las lagrimas desbordaban sus brillantes ojos grises y la pena se instalo en su corazón.

- Lisswen- murmuro con pesar-

La puerta se abrió revelando la figura de un hombre de cabellos ébanos y rostro serio, sus ojos claros los cuales estaban opacos.

- Ada- murmuro la joven

- La sombra ha extinguido la gracia de tu hermana y la muerte la ha alcanzado- dijo con voz apagada- La flor del crepúsculo estrellado ha perecido-

La joven se abraso al hombre, dejando que sus lagrimas bañaran su rostro, había perdido a su hermana, su dulce flor, la ultima unión que tenia con su madre.

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Harry despertó sobresaltado y bañado en sudor frió. Nuevamente había soñado con la muerte de su madre, pero se preguntaba quienes eran las dos personas de belleza etérea que lloraban por la muerte de su progenitora. Y su mente no dejaba de preguntarse una y otra vez por aquellas dos personas hacían que su piel se erizara y la esperanza creciera en su corazón. Tenía la sensación de que los conocía y que tenían una unión mas haya de cualquier barrera, especialmente con la mujer, la cual era tenia algunos rasgos idénticos a su madre, como la nariz, las mejillas y la palidez de su piel.

Acaso serian algún familiar de su madre y el no sabia. Aun que ahora que lo meditaba, el no conocía mucho de sus padres, especialmente de su madre. Pues la única persona que podría llegar a contarle algunos aspectos de su madre, era su tía Petunia. Pero dudaba que algún día Petunia hablara de su madre, paresia que la odiara- patada mental para Harry y corrección de parte de la autora- Petunia odiaba a su madre. Ni siquiera parecían ser verdaderas hermanas y Harry podía llegar a asegurar que no tenían nada en común. Ni siquiera en lo físico.

Harry sonrió tristemente, esa noche era su decimosexto cumpleaños, para ser mas precisos solo faltaban unos minutos y nuevamente estaba solo. En su habitación en Privet Drive. Como siempre, con la leve diferencia que sabia que sus amigos enviarían sus presentes o felicitaciones. Pero se sentía vació, carente de amor.

Daría sus galeones y su fama por un abraso, sincero, protector, un abraso de una madre o tal vez el apoyo de un padre. Su mente comenzó a meditar sobras las personas que influían sobre su vida; La señora Weasley era muy amable y se preocupaba realmente por el, pero no era su madre, no podía actuar como una madre para el. McGonagalla, no, simplemente ella no podía actuar como una madre. Tonks, no, Tonks era como una hermana mayor, debía admitir que adoraba a la aurora de cabellos multicolor, pero era un amor de hermanos e incluso Tonks lo llamaba hermanito en algunas ocasiones.

Con respecto a la figura paterna, sin duda Sirius seria la opción correcta, pero nunca tenían tiempo de estar juntos, mas que nada eran como buenos amigos, ni siquiera Sirius había actuado como padrino, a pesar de que el animago intentaba hacer lo mejor que podía y Harry lo comprendía. Arthur, bueno era el mismo sentimiento que con la señora Weasley. Remus, era como un tío. Snape, no, mejor continuaba con la lista. Albus... mas que nada era como un abuelo, no podía verlo como una figura paterna, además, aun estaban frescas las heridas del año pasado, le había dolido que el director le ocultara la verdad.

Suspiro con cansancio, ahora que lo pensaba, el no tenia a nadie, nadie podía llenar su corazón. Nunca iba a tener, nuevamente, el amor de unos padres, aun que sean adoptivos.

Su mirada se fijo el la foto mágica que tenia en su mesita de noche de sus padres, los cuales lo miraban con seriedad y tristes sonrisas en sus rostro.

- Los extraños, desearía que estuvieran aquí...conmigo- murmuro

El picoteo en la ventana hizo que dejara sus pensamientos, Harry abrió sus ojos con sorpresa al ver a un hermoso fénix rojo, Fawkes, acompañado de varias lechuzas. El fénix cargaba consigo un gran paquete y una carta en su pico.

Rápidamente se levanto y abrió la ventana, las lechuzas entraron rápidamente y dejaron caer los paquetes en la cama al igual que Fawkes pero este voló hasta su hombro mientras las lechuzas volvían a salir.

- Gracias Fawkes- dijo tomando la carta del pico del fénix, luego de eso, el fénix lo beso en la mejillas y salio volando antes de que Harry pudiera decir alguna otra cosa.

Harry miro la carta, tenia el sello de Hogwarts, por lo tanto era del profesor Dumbledore.

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Estimado Harry:

Antes de nada quiero felicitarte por tu cumpleaños, se que aun estas enfadado conmigo, por lo ocurrido el año pasado, pero espero que con el tiempo puedas perdonarme y que las cosas vuelvan a hacer como antes. Todos en la Orden te extrañan y estoy seguro que ellos te han hecho llegar sus obsequios, no te preocupes, estamos pensando en irte a buscar pronto, solo estamos resolviendo unos problemas con el ministerio por el caso de Sirius.

En el paquete, hay tres regalos, uno es de parte mía y el otro es de tus padres, cuídalos bien ya que son tesoros de tus antepasados.

Espero que mi obsequio sea de tu agrado y pueda hacerte compañía en este tiempo, tienes un carácter muy especial pero confió en que serán buenos amigos, ya que ambos están destinados a estar juntos.

Los obsequios de tus padres, los he tenido conmigo durante todo este tiempo y aun que deseaba entregártelo, tus padres, habían dejado indicaciones de que no lo recibieras hasta tu decimosexto cumpleaños, ya que a partir de este día estarás recibiendo tu herencia mágica de parte de tu padre y tu herencia elfica de parte de tu madre. Espero que esto haga este día más feliz.

Atte. Albus Dumbledore.

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Harry dejo caer la carta de sus manos y rápidamente abrió el paquetes que Fawkes había traído, este parecía no tener fondo. Adentro había dos cofre, uno alargado y otro pequeño y también había un huevo dorado con algunos símbolos rojos puesto en un nido.

Tomo el huevo entre sus manos y este comenzó a brillar, con una llamarada de fuego, el cual no quemo las manos del gryffindor, se abrió, revelando un pichón de fénix, el cual tenía algunas plumas en su cabeza de color rojo escarlata y ojos dorados.

El polluelo pió mientras estiraba sus alas sin plumaje, haciendo que Harry sonriera, simplemente era bellísimo, no tenia palabras para explicar la sensación que nacía de el.

Su mirada se fijo en los cofres.

Dejo al polluelo en el nido, con cuidado y tomo el cofre mas alargado.

Cuando lo abrió el cofre se quedo impresionado, allí, había una espada. Pero no era como la espada que el había sacado del sombrero seleccionador en su segundo año. Esta era más ancha y larga, aun que más liviana, no tenía ningún detalle especial, a no ser que contara las iniciales S.G.R.H. Que estaban gravadas sobre la hoja de la espada.

"Es hermosa, esta hecha d un material mágico llamado Andil, es oro blanco mezclado con sangre de unicornio" dijo una voz musical en la mente del Gryffindor, haciendo que este saltara ligeramente sorprendido

Harry giro su cabeza y con lo único que se encontró fue con el polluelo, entonces lo recordó, los fénix podían comunicarse a través de la mente. Se sintió algo avergonzado por haber olvidado esa clase de información.

"Deberías sentirte mas avergonzado por no haberme puesto un nombre" reprocho con algo de burla

Harry se sonrojo

- Lo siento- se disculpo- ¿como te gustaría llamarte?

"No lo se, eso debes decidirlo tu"- Harry cabeceo y pensó un buen nombre para su fénix.

Ella era linda, aun que tenía un carácter fuerte por lo que podía apreciar y según tenía entendido los fénix eran algo así como inmortales y que podían transportar cosas muy pesadas.

- Iris- dijo con una sonrisa

"Me agrada, pero, ¿por que Iris?"

- Iris es una mensajera del Olimpo, es una diosa-

"Bien, ya tengo un nombre, que esperas para abrir el regalo de tu madre"

- Lo que me faltaba, una fénix mandona- pensó con una mueca-

"Yo no soy mandona" le reprocho Iris

- Deja de leer mi mente-expreso el chico algo molesto

"Si no quieres que lo haga, entonces cierra tu mente" dijo-

-No se como hacerlo- admitió

"Entonces tendré que enseñarte, pero ahora, abre el obsequio de tu madre"

- A la orden señora- bromeo el muchacho y sonrió al escuchar la risa sarcástica de Iris en su cabeza.

Harry abrió el cofre pequeño, encontrándose con una daga de un filo mortal, era muy hermosa, tenía gravado en runas algunas frases, que Harry pudo describir como elficos. Y lo único que pudo entender fue: Lisswen Tindómëwen.

"Es bonita y tienes grabados elficos, aun que este idioma es ligeramente diferente al que usaban los elfos de nuestro mundo y no lo comprendo del todo"

Harry se sintió feliz pero vació. Feliz por saber que por primera vez recibía un regalo de sus padres y vació por no tenerlos.

Harry ejecuto sus dedos a través de la escritura elfica de la daga. Sus ojos perdieron todo brillo y estaban fijos en el vació.

-Poderosos Valar, permítanme volver al lugar que pertenezco y encontrar lo que mi corazón siempre ha anhelado- Harry cerro sus ojos al mismo tiempo que murmuro el hechizo, una y otra vez, hasta que la daga comenzó a brillar, era una luz intensa y pura, pero a la mismo tiempo antaña.

El hechizo se detuvo. Harry departo de su letargo, desconcertado, ya que no sabía ni donde estaba ni que había dicho, las palabras habían salido de sus labios como si otra persona las hubiera dicho. Abrió sus ojos al mismo tiempo que una mano calida y tersa se apoyo sobre su mejilla, esta mano irradiaba amor por cada poro, acariciándolo con ternura, en un acto simple, pero que le era tan antiguo y familiar como respirar.

Por un momento sus ojos chocaron con dos brillantes esmeraldas, idénticas a las suyas.

- Anda luumello, ion nin (Cuanto tiempo, hijo mío)- pronuncio aquella voz suave y calida, la cual le pertenecía nada menos que a Lily Potter. Quien vestía un hermoso vestido blanco sin mangas, sus cabellos recogidos y una corona de plata, junto con un medallón que tenía forma de flor.

- Ma-ma... ¿eres tu?- Harry sentía que las lagrimas quemaban sus ojos, acaso era una ilusión-

- Ion nin, has sufrido mucho por nuestra ausencia- lo abraso mientras besaba su frente con cariño-

- ¿Acaso estoy soñando o estoy muerto?- pregunto-

-Ninguna de las dos cosas, estamos en un mundo paralelo y los Valar, me enviaron para darte un mensaje- dijo con seriedad.-

- ¿De que hablas?

- Hay gente que te necesita, no solo en la Tierra sino también en la Tierra Media, mi mundo- Harry solo bajo su cabeza, pensaba que al fin podría estar con su familia- Harry, escúchame, en la Tierra Media, se encuentra mi verdadera familia, mi padre, mis abuelos y mis hermanos. Ellos te necesitan al igual que tu los necesitas a ellos -acaricio la mejillas nuevamente de su hijo- Debes proteger al portador y ayudar al que el sin corona vuelva a reinar- Lily tomo la mano de su hijo y deposito su medallón

- ¡¿Que quieres decir con eso!- exclamo confundido

- No hay tiempo para explicar las cosas, solo debes saber que hay personas que necesitan de tu protección, tienes un destino que cumplir. Los valar te han brindado la oportunidad de que encuentres lo que tanto buscas, no la desaproveches Harry- sonrió débilmente- Ion nin, andelu i ven, dah, boe ammen veriad lin. Ú i vethed nâ i onnad. Si boe ú-dhanna. (Hijo mío, el camino es demasiado peligroso, pero, necesitan tu protección. Este no es el fin, sino el comienzo. Ahora es necesario no caer)- Harry asintió, algo inseguro- Ni mel lle, ion. (Te amo, hijo)- los ojos de Lily se llenaron de lagrimas pero su sonrisa no se borro- Que los Valar iluminen tu camino y no te dejen caer en la oscuridad.

Poco a poco el cuerpo de Lily Potter se iba desvaneciendo en el aire. La elfa sonrió tristemente y beso por última vez la frente de su hijo, justo al lado de su cicatriz, la cual brillaba débilmente.

- Namárië (Adiós)-

Las sombras cubrieron todo el lugar, dejándolo caer en un profundo sueño.

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Bueno, decidí cambiar la historia de Batallas de emociones, un poco. Si gusta la sigo, sino, no la continuare ya que solo es un proyecto. Así que dejen reviews si quieren continuación.

Por cierto muchas de las frases elficas, las saque de un fics llamado There and Back Again de Jess. Es un fics en ingles.

Ja ne.