(Kiza apareciendo con mucho cuidado) Hola gente...como estaaan n.nu? siento muchísimo mi ausencia DEMASIADO prolongada, pero ya saben...cuando uno anda inspirado, las cosas salen mejor ;3! Así que bueno chicas y chicos, aquí esta la primera parte del capítulo 5 :o la segunda la subiré en un poco tiempo más (en serio)! Ojalá lo disfruten! y muchísimas gracias por sus reviews!!! de verdad q ustedes son mi fuente de inspiración TT!!!

Disclaimer: Naruto mío no ser.


Acto 5.Parte 1.Takokumono.

Sus pisadas resonaban en sendas murallas de blanco mármol, tan pequeña se sentía, caminando por aquel enorme hall; hermosas y majestuosas lámparas, con lagrimas de cristal, como el llanto de los ángeles, se ostentaban por sobre su cabeza; hermosas pinturas de miles de colores, la miraban desde el techo, sonriéndole. Sakura miraba absorta y maravillada, aquel lugar de sueños, como un castillo inmemorial, lleno de lujos.

- En que puedo ayudarla, hito-san? – le pregunto una voz, sacándola de su contemplación. Al dirigir la vista al lugar de donde provenía aquella voz, observó a una mujer detrás de un mostrador de mármol negro, observándola. Era una mujer escuálida, de cabellos negros, con un moño tan apretado que Sakura hubiese podido jurar que si aquella mujer se soltaba el cabello, su cara se llenaría de arrugas. Sus ropas eran las de los empleados del lugar, una falda negra y una blusa blanca. Sus ojos estaban aburridos y carentes de cualquier emoción, y sendas bolsas negras colgaban de sus ojos, que ni siquiera el maquillaje podía disimular. Sakura tardó unos segundos en entender que le estaba hablando a ella, al darse cuenta sacudió un poco su cabeza, como para despertarse de aquel sueño y se acercó al mostrador.

- Ammm! Sumimasen, anou…eto…- su tartamudez recordaba la imagen de Hinata, y ella al darse cuenta comenzó a pensar mejor su situación. ¿Qué le debía decir a aquella mujer? "Hola, vengo a ver a Kendo-sama" sonaría sospechoso¿y si le preguntaba la pieza? Realmente no le habían dado mucha información, y un rubor rozado estaba comenzado a aparecer en sus mejillas al darse cuenta que no sabía que decir. La señora la seguía mirando, indiferente, como si nunca hubiesen cruzado palabra.

- ¿Así que tu eres Sakura-chan?- pregunto una voz femenina a sus espaldas. Al girarse Sakura, la mujer que vio le hizo recordar a una pantera. Unos dorados ojos feroces, desafiantes, casi insolentes, la observaban. Su piel morena cual chocolate y su hermosa y salvaje melena, que caía revoltosa como el agua de un río por su espalda hasta llegar a sus abundantes caderas, del color de la sombra y la noche, le recordaba la piel del felino; y su cuerpo, lleno de curvas, voluptuoso pero delgado, elegante y flexible, le recordaba la gracia de aquel animal. Unos labios hermosos, rojos como la sangre, dejaban entrever una sonrisa de perfectos dientes, blancos como la inocencia, y la cara fina y delgada coronaban la imagen de aquella mujer. Llevaba puesto un simple kimono amarillo, con pétalos de flores blancas bordadas. Sakura tardó unos instantes de contemplación, en darse cuenta que la mujer había comenzado a sonreír, divertida ante la imagen de la chica de pelo rosado y con cara de incredulidad que tenía en frente. Sacudió ligeramente la cabeza y la mujer acrecentó más aún su sonrisa.

- Anou…eto…hai! Watashi wa Sakura desu – dijo muy nerviosa, su voz sonaba como si no fuera de ella, y luego agregó, aún en aquel extraño tono – Hajimemashite!

- Hmmm yare yare desu ne – dijo en un tono divertido la mujer – me habían dicho que las kunoichis de Konoha eran tímidas, pero esto es realmente un exceso – y dejo caer una carcajada melodiosa como la lluvia que inunda todos los recovecos, así fue su risa y Sakura se ruborizó ante las palabras de la extraña mujer.

- Perdón, perdón, lo siento, discúlpame, no eh tenido los mejores modales me parece – se volvió a reír la mujer – primero no me presento y segundo me río de ti, yo y mis modales. Watashi wa Yoru desu, hajimemashite! – eh hizo una grácil reverencia, que Sakura devolvió con torpeza.

- Vienes por el asunto de Kendo-san, verdad? – Sakura asintió – Pues bien, sígueme, yo estoy en su comitiva – y comenzó a caminar en dirección al interior del hotel. Sakura no perdió tiempo y la siguió deprisa.


Dos sombras observaban a Sakura mientras entraba al enorme y lujoso edificio. Sasuke y Naruto eran sus nombres. Silenciosos y ausentes, cuales sombras les habían ordenado ser se cercioraban de que todo estuviese marchando a la perfección. "Maldita misión" pensaba Sasuke, pensamiento que no había querido abandonar su torturada mente desde que Tsunade la había comunicado. "¿Ahora como se supone que tenga oportunidad de hablar con Sakura?" maldecía. Un golpe en la parte derecha de su cabeza lo hizo volver a lo que llamamos, realidad.

- Itai!!! Nan desu ka, teme!? – increpo a Naruto, quien lo había golpeado.

- Oi, llevo minutos hablando y no me has escuchado, baka! – lo insulto un dolido Naruto.

- Hn – fue lo único que se limito a expresar el chico de azabache cabello.

- En fin..- dijo Naruto, cruzando los brazos detrás de su cabeza – creo que debería ir a informarle a Tsunade-obaachan que todo esta bien – descruzo sus brazos y al mas puro estilo Lee, le sonrió a Sasuke y levanto la mano, haciendo el signo de OK (A/N Ese signo en el cual se empuña la mano y se levanta el dedo gordo) – lo dejo todo en tus manos!!!

- Oi, Naruto!!! – pero antes de que cualquier otra palabra pudiese escapar se sus labios, la nube de humo indicaba que Naruto ya había desaparecido – Baka! – escupió Sasuke. No le quedaba mas remedio que observar los acontecimientos escondido, aunque muy bien sabia que nada sucedería...o al menos, eso creía él...


Naruto caminaba despreocupadamente hacia el familiar puente de Konoha, lugar donde desde siempre se habían juntado a conversar sobre las misiones. Un sereno aire que olía a nostalgia inundaba el lugar.

- Kakashi-sensei, ya hice lo que me dijiste – le dijo Naruto a Kakashi, quien estaba sentado a lo indio en la baranda del puente, sus manos ocupadas sosteniendo aquel ya conocido, y muy misterioso libro, Icha Icha Paradise.

- Muy bien hecho Naruto, ahora solo hay que esperar – sentencio Kakashi, sin siquiera apartar la mirada del libro...el cual había conseguido sonrosar sus mejillas. Naruto observaba son su mejor cara de escepticismo, antes de preguntar.

- Kakashi-sensei...¿por qué tenia que dejar a Sasuke-teme solo en la misión? – con su típica cara de duda, plasmada en su máxima expresión. Kakashi levanto la vista del libro, y no fue lo único, sino que también su ceja derecha.

- Creo que esos dos tienen que hablar – fue su simple respuesta.

- ¿Sobre que? – pregunto Naruto, quien moría de curiosidad.

- Cosas de ellos – dijo Kakashi, y volvió su mirada al libro, dejando en claro a Naruto, quien no entendía ni carajo, que no obtendría mas información de él.


Sakura seguía muy de cerca de Yoru, temía que si se quedaba atrás, probablemente se perdería; y es que el majestuoso lugar era hermosamente vasto, y, también, muy intrincado. Sakura al principio había tratado de llevar la cuenta de las vueltas que habían dado y cuantos pasillos habían cruzado, pero al llegar al numero veinte, simplemente, se había cansado. Se sentía, en un sueño.

Luego, tan abruptamente como habían comenzado a caminar, fue que Yoru se detuvo frente a una puerta hermosa, de madera café como el chocolate, finamente tallada; pareciera que diminutas manos, delicadas como mariposas, habían esculpido la madera, exquisitamente. Dibujos de flores, acariciaban la majestuosa madera.

- Hemos llegado – anuncio Yoru, con su habitual sonrisa seductora. Sakura, quien se había quedado embelesada admirando aquella obra de arte, miró hacia donde había provenido aquel sonido como una voz y cuando vio a la mujer, recordó que ella estaba allí.

- Oh! H-Hai! – respondió, con una sonrisa nerviosa. Yoru acentuó mas aún su sonrisa, cuando, luego de abrir la cerradura, le abrió a Sakura, la puerta.

Sakura pensó que se había quedado ciega, pero luego de que sus esmeraldas se acostumbraran al brillo del astro rey, se dio cuenta de que las murallas eran de un color blanco como la nieve y que del techo, tan finamente tallado como la puerta, colgaba una de aquellas hermosas lámparas de lagrimas de cristal, las cuales al ser acariciadas por la luz dorada del Sol la descomponían en pequeños arco iris que pintaban las murallas.

- Kyaaa!! Pero que chica mas kawaii es la que han traído esta ves!! – dijo una melodiosa voz.

- Y miren!! Su cabello es rosa!! Pero que divino!! – acompaño otra voz, tan aguda, que parecía la risa de una niña.

En un instante, Sakura se vio rodeada de mujeres tan hermosas, que se sentía envuelta de mariposas. Delicadas, risueñas, sonrisas blancas, ojos de todos los colores posibles, cabellos sedosos, cortos, largos, melenas, trenzas, ropas blancas, doradas, pintadas, dibujadas...Sakura ya no sabia hacia donde mirar, hacia donde dirigía su vista, se encontraba otra mujer, tan deslumbrante, que ella se sentía muy fea.

- Yamero!! – resonó potente, como un latigazo, la voz de Yoru. Todas las demás se sumieron en el silencio, y dirigieron sus delineados ojos hacia la pantera.

- Llevare a Sakura ante Torumaru-sama – su voz no admitía replica, así que las demás se retiraron a sus lugares respectivos, algunas con lúgubres expresiones en sus rostros.

- Siento mucho eso, Sakura-chan, siempre hay una gran conmoción cuando alguna kunoichi nueva entra al grupo, además – añadió, sonriendo seductoramente – no ha habido kunoichis tan lindas como tu últimamente.

Sakura continuaba sonrojada, cuando alcanzaron la puerta que daba hacia la recamara de Torumaru Kendo.

- Debes entrar tu sola – le dijo Yoru a Sakura, abriéndole la puerta para que pasara. Así, Sakura entro a la recamara del señor.


El chico del cabello azabache observaba, la espalda felina apoyada en el árbol, los blancos brazos cruzados en el marcado pecho. Impaciente, Sasuke cavilaba "Kuzo!! A este paso no podré hablar con Sakura..." sus pies, denotaban su impaciencia, ya que los movía casi compulsivamente. "¿Porqué me siento tan nervioso e inseguro?" de repente asomo una inquietud en su mente "Es solo Sakura! Siempre ah estado conmigo en todo...siguiéndome" luego recordó la noche anterior, aquellas mascaras del silencio que habían cubierto algo mas que sus rostros. Su cara impasible, no mostraba expresión alguna, siempre frío y sin emociones no dejaban ver la tormenta que angustiaba su corazón (A/N Si, tiene corazón aunque no lo crean, o al menos en mi fanfic). Simplemente lo ahogaban tantos sentimientos sin razón ¿era realmente amor?¡cómo había ocurrido esto!...Sin darse cuenta, Sakura había entrado en su mente y corazón lentamente, y, por lo que se había dado cuenta últimamente, para quedarse. "Definitivamente tengo que hablar con ella..." dijo finalmente, resoluto.


Sakura caminaba nerviosamente hacia su recamara; ya el día se había despedido de ellos y la luna asomaba sus plateados cabellos, perezosamente. "Qué día..." pensaba Sakura, la verdad todo el ajetreo le había impedido pensar en ella, y ahora que se dirigía a su recamara, se daba cuenta que estaba totalmente exhausta. Y que lo digas, todas esas tontas que tienes por compañeras me tenían enferma le protesto su Inner "No seas así" le reprocho Sakura "Todas son muy simpáticas" pensó Sakura...aunque no muy convencida.

Recordó los acontecimientos pasados.

Luego de despedirse de Yoru, había entrado a una pieza no muy grande, simple, con una mesita de luz y una cama. Y, en la ventana, había un hombre. Al escuchar a Sakura entrar se había girado para mirarla, al tiempo que Sakura hacia una reverencia. Unos segundos mas tarde, los cuales para Sakura fueron horas ya que sentía los ojos de aquel desconocido observándola intensamente, analizándola, le había pedido que se presentara y que le jurara lealtad bajo palabra shinobi. Sakura hizo lo que le pidieron, y en un momento de descuido había visto a aquel hombre, y su visión no se había querido apartar de su mente; lo primero que recordaba eran sus penetrantes ojos verdes, luego, aquella piel blanca, perla que pareciera, brillaba a la luz del sol, después se fijo en el delgado y firme cuerpo, oculto bajo un simple kimono negro, el cual hacía juego con su azabache y largo cabello.

Sasuke...

En el momento que recordó el cabello negro, aquel nombre se forjó en su mente...¿qué estará haciendo?¿Estará allá afuera observándola? Se preguntaba mientras lánguidamente sus ojos se dirigían hacia la ventana. El sólo pensamiento de que Sasuke la estuviera observando hizo que un escalofrío la estremeciera. Hasta cuando aprenderás fue la voz imperativa que la sacó de sus cavilaciones...Su Inner tenía razón ¿qué acaso no iba a aprender nunca? Luego de visitar a Kendo había habido una fiesta de bienvenida a Sakura que se había prolongado, tal ves, demasiado. Cansada, ahora se dirigía a su pieza...en una de esas fiestas fue cuando comenzó toda esta historia con Sasuke..."AH pero que terca soy!!!" se dijo furiosa a la ves que abría su puerta.

Pero cuando entro a su pieza no estaba sola.


Y buenoooo este ah sido la 1º parte del 5º capítulo y espero q haya sido de vuestro completo, y si no, medio agrado nn, nos veremos prontamente!! si les gustó, dejenme unos reviews bonitos para emocionarme mas n.n!! Y para imaginarse a Kendo, solo pongan a Itachi sin las marcas feas de su rostro, con ojos verdes y el cuerpo y altura de Kakashi ;3!!!

Yamero - deténganse/detente

Kawaii - tierno

Sumimasen - disculpe

Yare yare desu ne - vaya vaya

Nan desu ka, teme - que quieres, tarado

Watashi wa Sakura desu - soy Sakura

Hajimemashite - encantada de conocerte