Holaaaaaaaaaaa! Al fin escribo un segundo fic…esq me faltaba inspiración, pero ya llegó. Bueno, espero q este les guste, el otro era cortito, lo sé, pero este va a ser más largo, o eso espero. Bueno, espero q les guste.
N/A notas de autora (yo creo q lo tienen bn incorporado, no?)
- hablando personajes
-" pensando personajes
-' personajes hablando d lo q dijo otro, citando, entienden?
Hahaha las letras en negrita son detalles importantes q los personajes no perciben (con excepción de uno de ellos, uno q lo sabe todo, pom pom pom)
Bueno, ya no los molesto, y aki va el fic……
Era de noche, era una plácida noche en Jump City. Los titanes descansaban plácidamente, cada uno en un mundo distinto. Cuando sonó lo alarma, despertándolos a todos. Se dirigieron a la puerta de entrada, por la cual entró un hombre uniformado, algo demacrado y muy preocupado.
- Ustedes son los jóvenes titanes?-les preguntó, algo alterado.
- Sí- respondió el líder.
- Titanes, necesito su ayuda….no sólo yo, si no todo el país.
- y tú eres?
- Edward Richardson (N/A: no se me ocurrió otra cosa)
- Bien…..y para qué nos necesita?- preguntó Raven.
- Pues….verán….lo que sucede es que alguien planea hacer un atentado…contra el presidente. No sabemos quien es, o por qué lo quiere hacer, sólo conocemos sus intenciones, las cuales nos las dijo por medio de una carta, tras haber asesinado al secretario personal del presidente. Necesitamos que nos ayuden a resolver esto, pero también….
- Viejo, somos súper héroes, no detectives –le explicó Cyborg.
-Pero también, necesitamos que hagan de guarda espaldas del presidente. Y por lo otro, ustedes son muy inteligentes, yo creo que si les damos todos los detalles podrán resolver esto. Pero van a necesitar ayuda, tenemos un testigo del asesinato, sólo un testigo. Un testigo que no quiere hablar, está como muda. No habla, no dice nada. Tiene la mirada perdida. Dicen que ha estado así desde que la hallaron cerca del cuerpo del secretario.
- Y cómo saben que ella no lo asesinó? –preguntó Raven
- Por un motivo muy simple, el secretario era su padre. Se veía que tenían muy buena relación. Además, el único gesto expresivo que ha dado el testigo, son lágrimas. Eso es lo único.
- Bien, intentaremos ayudar, mañana…- comenzó Robin
-No, mañana no. Hoy, ahora. Vengan conmigo.
Lo siguieron. Richardson los llevó al edificio, en el cual había ocurrido el asesinato.
Entraron, pasaron por un montón de pasadizos, hasta llegar a una sala. Richardson abrió la puerta, encendió la luz, y todos pudieron ver una zona cercada, en cuyo centro, yacían restos de sangre. Para sorpresa de todos, una joven con los cabellos castaños tomados en una cola alta, estaba parada, llorando, mirando hacia ese círculo.
- Meliza….qué haces aquí?- le preguntó Richardson.
Meliza sólo miró, como queriendo decir algo, abriendo y cerrando la boca.
- Meliza…qué quieres decir?
En ese momento, cerró la boca, y volvió su vista al centro del círculo, apuntando una hoja de papel, que hasta ese momento, los titanes habían pasado por alto.
No obstante, sólo uno de los presentes conocía el significado del signo que había dejado la sangre, uno que no hablaba, porque sólo quería callar.
Richardson se acercó hacia la hoja.
- No la habíamos tomado en cuenta…a ver- Dijo leyéndola, para luego levantar los ojos.- Vaya, vaya…. Al parecer, aquí dice algo importante. Léanla- le dijo a los titanes, entregándosela a Robin.
La nota decía:
" Todo puede ser confidencial. Los secretos no deben ser revelados, aunque alguien los quiera conocer. Sólo quedan pocas lágrimas que derramar, porque el momento nos llega a todos. El signo que con sangre fue escrito, imposible ya es de descifrar. Sigue llorando, hasta que ya no puedas más. Y el secreto que no has de decir, cállalo. Sólo así lo protegerás."
Robin había leído la nota en voz alta, y al finalizar, todos miraban a Meliza. La nota hablaba de ella. Eso estaba más que claro. Ella sabía algo, algo que aparentemente no debía saber.
- Bien….me gustaría que uno de ustedes fuera a cuidar al presidente. El resto les mostraré sus habitaciones….pero me gustaría ver si alguien puede lograr hacerla hablar-dijo Richardson, refiriéndose a Meliza.
Meliza sólo atinó a subir la vista al techo, abrió la boca, dudosa. Pero luego, la volvió a cerrar. Seguía llorando. Las lágrimas se deslizaban por su rostro suave y silenciosamente. Iban una por una, rodando por sus mejillas, para luego caer al suelo. Realmente, se veía debatida.
- Bien, yo iré a cuidar al presidente. Raven, tú te quedas con ella. El resto, a dormir.-decretó el líder.
Todos se marcharon.
- Raven, lirios y orquídeas. Hay en el jardín. A veces, los gustos que se tienen de niños no nos abandonan-dijo Richardson, antes de salir. Por algún extraño motivo, Raven entendió lo que quiso decir.
-Bien- dijo ésta, una vez que todos se fueron- quieres salir al jardín?
Meliza sólo atinó a mirarla. Como era obvio, no abrió la boca. Raven salió, para ver si Meliza la seguía, y efectivamente, salió tras ella. Salieron al patio, y en un lugar, una plantación de lirios y orquídeas brillaba gracias a una luz amarillenta, producida por unas pequeñas velas que adornaban el sector. Meliza caminó hacia allá, se sentó. Tomó unas cuantas flores, y comenzó a llorar desconsoladamente.
- No te preocupes…debe ser duro ver como asesinan a tu padre, pero no debes quedarte de brazos cruzados. Debes tomar partido, hacer algo. No puedes quedarte así para siempre, sin hablar. Estás triste, pero a veces hablar ayuda.
Meliza bajó el nivel se de llanto, volviendo a derramar pequeñas y silenciosas lágrimas.
- Por qué no hablas? La carta era para ti, no es así. Tú sabes muchas cosas, pero no dices nada. Proteges a alguien, no?- Meliza no respondía- Bien, no esperaba que hablaras.
Meliza siguió en silencio. Miró a Raven, y abrió la boca, como queriendo decir algo…
Mientras tanto, dentro del edificio…..
-Shhh…cállate, idiota…-dijo.
-Yo idiota, si claro.
-Sólo calla, si ella abre la boca, estamos fritos.
-Ella no dirá nada. Lo quiere mucho.
- No me importa. Bien….dónde está?
-en la sala contigua a la oficina del presidente…un joven titán está cerca.
-Nadie nos verá.
-No obstante, ella sabe que estamos aquí.
- Sí, pero no abrirá la boca. Ven, que hemos de trabajar.
Unos minutos después, Richardson buscó a los cuatro titanes que estaban dentro del edificio.
- qué sucede?- preguntó Starfire, algo cansada.
- Otro homicidio.-Dijo Richardson, mientras abría la puerta de una oficina, dejando a la vista el cadáver de una mujer, teñido en sangre, junto a una nota:
"Todos van cayendo, uno a uno. Lo que nunca debió ser dado a luz, se extinguirá. El silencio que algunos intentaron quebrar, será vengado, con las almas de los pecadores que intentaron hablar. Sigue llorando, hasta la última lágrima. Ya que mucho tiempo no queda, pocas lágrimas te quedan ya. Silencia aquella verdad de la que unos intentaron hablar. Sólo calla, y mira como van cayendo, uno a uno…"
- También debe estar dedicada a Meliza, pero en qué se ha metido esa niña!- Exclamó Richardson.
- No es sólo ella, hay mucha gente implicada. Gente que está siendo asesinada. –dijo Robin.
-Entonces….Meliza debe saber lo que está pasando, y por eso calla. –dijo Cyborg.
- Sí….puede ser….
Mientras, con Raven y Meliza…
-Ya murió….
-Disculpa?- Raven se quedó asombrada, no esperaba que hablara, aunque fuese en un murmullo.
-Ya murió, porque su boca no calla, y las lágrimas que aún derramo no cesan. Caen una a una, pero es cosa de esperar, hasta que llegue la última.-Dijo. Hablaba susurrando, como si alguien más las oyera. Después de decir esto, volvió a callar, para contemplar las flores.
-Tú sabes lo que sucede….tú lo saber….no obstante, lo callas. ¿Por qué? ¿Qué ocultas??- Preguntó Raven. – Si querías a tu padre, por qué no lo ayudas?- Preguntó. Meliza la miró, con cara de querer decir algo…
Bueno, espero que les haya gustado, en lo personal, no lo encuentro tan malo. Pero sólo esperen, que cada vez se pone mejor. ¿Qué sabe Meliza? ¿A quién asesinaron? ¿Quiénes son los asesinos? ¿Meliza le contará a Raven lo que sucede? Estas preguntas pueden, como no, ser respondidas en el siguiente capítulo. Espero que les guste…y no me vendría nada mal un review n.n
Eso es todo, se despide a las 11 de la noche, una inspirada y soñolienta
Sligerer.