NOTA: Pues algo mas recién salido de mi mente retorcida, y bueno, un mini fic que logré hacer con el poco tiempo disponible que ahora tengo y añoro. Si, ya entré a trabajar, (negocios, negocios, digo, hay que ganarse la vida) Y bueno, fue inspirado al releer (por quincuagésima vez) el cómic llamado Calvin & Hobbes (mi favorito junto con el de Garfield) el cual pertenece a la autoría de Bill Watterson. Y bueno, ya mero subo el de "Cascarita" solo estoy esperando algo para que esté listo todo jeje. Bueno ya no les quito mas de su tiempo y disfruten.

PEQUEÑOS RECUERDOS

Por: Ángela-Mort

Pequeño recuerdo número uno:

Una noche como todas las demás Shion se encontraba de visita en la casa del pequeño Mu, quien tenia unos escasos 7 años y en esa época era un niño muy travieso.

-Pequeño Mu ¿Dónde estas? –preguntó Shion al notar tan tranquilo todo.

-¡Maestroooooo! –se escuchó un grito a lo lejos, era el pequeño Mu quien venia corriendo en dirección de él.

Shion observó a su pequeño pupilo que lucia un poco sucio, además de los entrenamientos y después de estos, siempre se daban un espacio para jugar todos los caballeros, entre sus lugares favoritos, lugares que tengan mucha tierra y siempre terminaban así de sucios. Pero había otro pequeño problemita. Mu odiaba los baños y era capaz de quedarse así durante una semana y no importarle. Por eso estaba ahí Shion, sabia que su pupilo estaría en tales circunstancias...

-Oye pequeño Mu ¡Adivina que hora es! –dijo de repente el antiguo santo de Aries.

-¿Uh? –preguntó Mu extrañado al mismo tiempo en que se rascaba la cabeza.

-Vamos Mu ¡Adivina que hora es!

-¿Por qué? ¿Qué hora es? –preguntó el pequeño.

-¡Es una hora MUY especial! –respondió tratando de mantener el misterio y la emoción.

-¡¿En serio! OvO –preguntó emocionado.

-Aja...

-¡Wow! ¡Híjole! ¿Que hora es? –preguntó Mu mas que emocionado.

-¿En verdad quieres saber pequeño Mu?

-¡Si! ¡Si, quiero! n.n

-¿Estas seguro? ñ.ñ

-¡SI, DIGAMELO MAESTRO, RÁPIDO, RÁPIDO! n.n

-¡PUES ES LA HORA DEL BAÑO! ¡WOOOOW!

Momentos después...

-Como detesto esas llamadas que hacen en la radio todos los adultos quejándose de que sus hijos no los quieren, que no les hablan, que nunca los visitan o se revelan ante ellos... esas llamadas me enfurecen ¬.¬ –refunfuñó el pequeño Mu quien se encontraba en una tina de baño llena de espuma.

Pequeño recuerdo número dos:

Todo comenzó una mañana en la casa de Cáncer, el pequeño Máscara Mortal quien tenia unos 10 años abrió lentamente los ojos, estaba despertando, sin embargo había algo ahí que no cuadraba. ¡Mascarita se había despertado con una rana en la cabeza!

El pequeño niño de Cáncer se quedó quieto ante tal situación, intentó no moverse, quería gritar pero no podía. Su pequeño secretito era que... ¡Le tenia mucho asco a las ranas!.

Sin embargo, en una de esas tomó valor y abrió la boca para poder gritar, pero Oh mala suerte. ¡La rana baja por la cara y se le mete a la boca!

El pequeño Mascarita trata de impedirlo, pero el resbaloso anfibio se desliza inmediatamente y es tragado ¡Pero que desagradable!

Algunos momentos después, el mejor amigo de Mascarita va a visitarlo.

-Hola Mascarín –saludó el pequeño Afrodita sonriente.

El pequeño santo de Cáncer se encontraba aun en cama y lucia pálido.

-Afro... –murmuró Mascarita con una extraña voz entre ronca y chillona- Me siento muy mal T.T

-¡Pero Máscara! Te oyes horrible. Hasta parece como si tuvieras una rana en la garganta O.O –dijo el chico de Piscis sorprendido.

Pequeño recuerdo número tres:

Una atardecer Milo y Camus se encontraban en el coliseo, estaban sentados haciendo nada de provecho, bueno a decir verdad Milo leía una revista National Geographic,

-Escucha Camus.. –dijo el pequeño Milo quien leía entretenidamente- Aquí dice que un jaguar puede correr a 100KM/H.

-Ay bicho, eso no es nada –respondió Camus- Un caballero puede correr a la velocidad de la luz, que seria como lo quíntuple de eso.

-¡Es verdad! –exclamó Milo- Yo aun no la alcanzo por completo, pero tu si puedes ¿Verdad?

-¡Claro!

-Entonces hazme una demostración. n.n

-Oh, pero ahora no puedo Milo.

-¿No? ¿Y por que no? O.O –preguntó extrañado.

-Por que no traigo puesto mi paracaídas para frenar. ú.u

-Ô.O?

Pequeño recuerdo número cuatro:

Era la hora del almuerzo, la pequeña Marín se encontraba en el coliseo, estaba comiendo un emparedado. Cuando en eso, el pequeño Aioria se acercó a Marín y se sentó junto a ella. Esta ultima se volvió a poner su mascara y volteó a verlo.

-¡Ah, el lunch! Mi comida favorita –dijo Aioria quien empezó a abrir una bolsita de papel que traía en sus manos.

Marín lo veía con indiferencia.

-Desde que empezó a hacer calor me puse a atrapar moscas y ponerlas en un frasco... –Aioria estaba buscando algo de su bolsita de papel.

-Ô.O

-Finalmente, tuve suficientes bichos para aplastarlos con una cuchara y hacerme una jalea –Aioria finalmente saca el emparedado y se lo enseña- La llamo "Mantequilla de mosca". ¿Quieres una probadita?

Marín da un suspiro y mueve su cabeza en negación.

-Dime Aioria. ¿Tienes ALGÚN amigo?

Pequeño recuerdo número cinco:

Un atardecer los pequeños Saga y Kanon se encontraban viendo la puesta del sol desde la roca de Cabo Sounion, sin embargo ese silencio fue roto por el menor de los gemelos.

-Mira Saga, voy a pensar en un numero del uno al setecientos billones y medio y tu vas adivinar cual estoy pensando ¿Va?

Saga dio un suspiro.

-De acuerdo... –respondió sin remedio alguno.

-A ver... mmh... –Kanon musitó pensativo- ¿Cuál estoy pensando?

-¿Once?

-No, a ver otro...

-Seis millones cuatro.

-No, intenta de nuevo...

-¬,¬ -Saga se da la vuelta y se aleja de ahí.

-¡¿Qué te pasa Saga! ¡¿Acaso no te gustan los juegos! –preguntó Kanon molesto.

Pequeño recuerdo número seis:

Los pequeños Shura y Aioros habían escalado una gran subida, una de muchas que habían en el santuario.

-Mira, desde aquí se pueden ver las doce casas y el resto del santuario –dijo Shura maravillado al ver el paisaje.

-Si, lo sé. Y lo llamo la "loma del cuidado" –comentó Aioros.

El santo de sagitario traía consigo una especie de carretita que tenia 4 ruedas, parecía un carrito, Aioros se subió en este y le indicó a Shura que lo imitara, este subió en la parte trasera.

-Lo llamo así por que eso es lo que gritas siempre que bajamos –dijo Aioros.

El carrito comenzó a avanzar y deslizarse camino abajo.

-¿Sabes? A veces pienso que las cosas pasan demasiado rápido... –siguió hablando Aioros conforme avanzaban camino abajo.

El carrito cada vez iba tomando mas velocidad.

-... estamos tan preocupados por ver que es lo que tenemos adelante que no nos damos tiempo para disfrutar donde estamos... –continuó Aioros.

Y el carrito iba tomando cada vez mas velocidad, Shura solo observaba el camino mientras escuchaba al ahora filosofo Aioros.

-... los días van y vienen sin que nos demos cuenta, la vida se vuelve una ilusión...

De tanta velocidad, parecían torpedos.

-... las calamidades son las que a menudo nos regresan al presente...

Mientras Aioros seguía hablando, Shura observaba que el carrito había llegado al fin y ahora comenzaba un barranco, ahora estaban sobre aire, todo parecía en cámara lenta.

-... entonces, de repente despertamos y vemos todos los errores que hemos cometido, pero ya es tarde para cambiar... –siguió Aioros.

Volaban en el aire, y sin carrito, giraban y giraban, y giraban como perinolas.

-... es como... es como...

Ambos cayeron al suelo y solo se podía ver una nube de polvo.

-¿Es como que? –preguntó Shura.

-Es como ALGO, pero ahora no sé como decírtelo...

Pequeño recuerdo número siete:

En el coliseo todos estaban a punto de hacer un entrenamiento mas. Aioria estaba parado junto a Shaka.

-¡Aquí estoy! A mis 7 años empezando otro entrenamiento y 9 años mas que aun me esperan, después me convertiré en caballero dorado, después custodiare el templo de Leo, después quizás luche en una guerra santa y luego morir por nada –refunfuñó Aioria.

-û.u –cara de Shaka.

-Dime Shaka ¿Qué clase de mundo es este? –preguntó Aioria tratando de buscar una respuesta coherente en esa cabecita- ¡Tienes solo 10 años para ser un niño!

Aioria volteó a ver al rubio.

-Y ¿Explorar, descubrir y jugar? ¡Esas cosas también son importantes! –dijo finalmente Aioria.

-Pues tienes las tardes y los fines de semana –añadió Shaka respondiendo las incógnitas de su compañero.

-Nah, esas son para ver tele o.o

Pequeño recuerdo número ocho:

Se encontraban Aldebarán y Kiki en la entrada del templo de Mu, desde ahí se podía ver el atardecer el cual era hermoso.

-Dime Aldebarán ¿Por qué se pone el sol? –preguntó Kiki quien volteó a ver al santo de Tauro.

-¡Ah! Por que el aire caliente sube. El sol está caliente a medio día, y por eso sube al cielo –respondió Aldebarán con un aire de sabiduría.

-Oh... –musitó Kiki con sorpresa.

-Y además, en la tarde cuando se enfría, baja.. –añadió Aldebarán.

-Ah, entonces ¿Por qué va de Este a Oeste? –volvió a preguntar el pequeño.

-Viento solar.

-¡Aldebarán! –se escuchó a Mu desde el interior del templo.

Pequeño recuerdo número nueve:

Un medio día como cualquiera, estaban Shion y Dohko de 9 años jugando por los alrededores del santuario. Jugaban a los vaqueros. ¡Bang! Por aquí ¡Bang! Por allá.

-¡Ja! ¡Seis tiros Dohko! ¡Se te acabaron las balas! –dijo Shion quien simulaba tener una pistola utilizando sus propias manos- ¡Te tengo cuatrero!

Dohko junto con una sonrisa suspicaz se acercó a su amigo y...

-¡ZAP! –exclamó el santo de Libra.

-¿"ZAP"? ô.o –preguntó Shion extrañado.

-Mi lazo para ganado u.ú

Pequeño recuerdo número diez:

Shion estaba en la cocina del gran templo, estaba partiendo algunas zanahorias. Sin embargo alguien entro a la cocina.

-¡Oiga, Maestro! ¿Por qué no salimos a cenar Hamburguesas? –preguntó el pequeño Mu.

-Hoy no pequeño pupilo.

-Pero maestro ¿Por qué no?

-Por que estoy ya cocinando algo para cenar –respondió Shion quien siguió partiendo las verduras.

-Si, por eso...

-T,T

FIN

NOTA DE MI: Jajaja me divertí mucho haciendo este Oneshot Jajaja espero que como a mi, a ustedes les hayan gustado estos 10 mini recuerdos de los caballeros mas lindos de todos, que para serles sincera, los que mas me gustaron fueron la 8 y la 9. (curioso, mientras escribía este capitulo, estaba escuchando el debate (o como le llamo, los berrinches y mentadas) presidenciables. Ah la política mexicana es tan divertida. (óigase una voz sarcástica-irónica)

Y bueno, eso es todo por el momento, si tienes dudas, criticas, comentarios, quejas, sugerencias o lo que quieras decirme, no dudes en enviarme un comentario, mail, review, PV o por vía MSN. ¡Até a próxima é Muito Obrigado!

"Escribo para el niño que llevamos dentro.

Mis lectores son, sobre todo, mis cómplices" –Paulo Coelho.

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