Capítulo 43

Ya lo dice el refrán, nunca digas nunca… Cuando la situación había empeorado hasta el punto que James había tratado de hechizarle, Harry supuso que las cosas no podían empeorar un poco más, bueno estaba convencido, pero el caso fue que cuando aquel viejo manipulador vio que también ese plan había fracasado, decidió llevar a cabo lo que tal vez era el acto más vil que podía hacer un director de Hogwarts… abusar de su poder como director para llevar a cabo sus objetivos personales.

Sucedió en noviembre, justo un mes después del ataque que descubrió la verdad sobre el adolescente, cuando el anciano cansado de no conseguir su objetivo decidió llevar a cabo tal acto despreciable por primera y última vez en su vida.

Aprovechando un momento en el que sabía que todo el mundo estaba bastante ocupado como para no ver que era lo que iba a hacer, fue hasta donde se encontraban las habitaciones del joven aprendiz. Se trataban de unos cuartos donde jamás había estado a pesar de ser el director durante tantos años. De hecho, ni siquiera había sabido de su existencia hasta hacía unos meses cuando el muchacho se había apropiado de las estancias.

Sabía que el joven estaba dentro porque Severus había tenido que irse de Hogwarts esa mañana debido a sus obligaciones como espía, y aún no había vuelto. Así pues, hizo uso de algo que solo debía utilizar en caso de extrema urgencia, pero si esto no lo era, no sabía lo que sería. Usó su poder como director de la escuela para acceder a la habitación y así poder hechizarlo para que lo escuchara.

Así pues le supuso una sorpresa cuando Hogwarts no obedeció su orden, sino que pareció que se rebelaba ante la misma idea de hacerlo. De nada sirvió sus intentos de engatusar al castillo para que hiciera lo que le pedía, no le obedecía… y lo que era peor, avisó al muchacho de sus intenciones que abrió la puerta varita en mano y hecho en una furia.

- Dame solo un motivo más, Dumbledore.- Gruñó el adolescente furioso.- Estoy harto de toda esta persecución.

- Mi muchacho, tienes que entender…

- Primero de todo, no soy su muchacho, ni tampoco lo seré nunca y segundo, no tengo que entender nada. A ojos del Ministerio soy mayor de edad y no tengo que obedecerle. yo…

Lo siguiente que fue a decir, murió en sus labios cuando una misteriosa señal acústica se escuchó por todo el antiguo edificio, y por lo visto el anciano supo que era lo que sucedía, porque palideció de forma dramática.

- Estamos bajo ataque. Una o varias personas con malas intenciones hacía los estudiantes a penetrado por la primera barrera de protecciones. Dijo el anciano muy serio.- Voldemort no ha esperado más. Viene a por Hogwarts.

Unos pocos minutos siguientes fueron excepcionalmente caóticos, ya que los estudiantes, los cuales se encontraban dispersos por toda la escuela, tuvieron que ser reunidos y llevados rápidamente a su salas comunes, los profesores se fueron reuniendo con tal de proteger tanto a los alumnos como a la escuela. Luego las chimeneas de la escuela no dejaban de traer a miembros de la Orden del Fénix que venían a defender el símbolo de libertad y seguridad por excelencia, y no por nada llevaba en pie más de mil años y aún tenía que ser conquistado por todos aquellos Lores Oscuros que habían deseado apoderarse de Hogwarts y que no lo habían logrado.

Harry por su parte, había visto todos los preparativos con toda la tranquilidad que le faltaba a los demás, era la tranquilidad de aquellos que afrontaban algo para lo que se había preparado toda su vida o que sabía que era su destino… No sabía que era lo que iba a suceder en la próxima batalla, los destinos no se lo habían permitido, pero tenía la esperanza de salir con bien, después de todo no creía que Ginna hubiera pasado por todo el problema de enseñarle a controlar su propio poder, para luego morir en la batalla.

Casi de forma perezosa, dejó a los supuestos adultos "maduros" y comenzó a salir hacía las tierras escolares. Ellos podrían correr por todos lados como si fueran gallinas sin cabezas, pero él no iba a permitir el comportarse de tal forma.

Cuando estuvo fuera, pudo ver que nada había cambiado por el momento, las tierras escolares seguían estando sin ningún mortífago visible, aunque supo que no tardarían mucho en llegar, podía notar sus auras por el bosque, haciendo camino hacía donde años atrás habían aprendido casi todo lo que sabían de la magia.

Al mismo tiempo pudo notar como la Orden ya estaba lista y venía hacía donde estaba él. A ese ritmo llegarían antes los miembros de la Orden pero a él le daba lo mismo, no seguía órdenes de nadie. Además, estaba el pequeño detalle que mientras ellos lucharían contra los mortífagos, él se encargaría de la cabeza… Voldermort

-¡Harry! ¿Cómo sales así, sin nadie que pueda protegerte? ¡Lo que has hecho ha sido muy irresponsable!- Exclamó Lily Potter en cuanto salieron pero una mirada del muchacho hizo que parara el resto del discurso.

- Debo estar de acuerdo con su madre señor Potter, no debería haber salido así, sin los miembros de la Orden que te pudieran proteger.

- Desde mi punto de vista, he sido yo quien ha protegido a la Orden y no al revés.

Ante este comentarios hubo varios murmullos sobre la insolencia y el ego del muchacho a lo que él replicó con enfado.

- Dejemos la cosas claras, vosotros me necesitáis a mí, yo a vosotros no. Así que no pienso tomar órdenes de nadie, ¿está claro?

Si Dumbledore pensó que ahora que estaban bajo ataque el muchacho iba a tomar las ordenes que diera se quedó bastante decepcionado, si bien es cierto que lo supo disimular muy bien. Desde luego, los que no supieron fueron los subordinados del director.

Lo siguiente que supieron, y antes de que alguien pudiera decir algo más, fue que decenas de hombres encapuchados de negro y en máscaras blancas aparecieron por el bosque. Estaba claro que sabían que los iban a encontrar, porque ni siquiera se inmutaron ante su presencia. Y no mucho detrás, avanzaba Voldermort en todo su horripilante esplendor.

- Debí suponérmelo, Dumbledore, en cuanto notaste que atravesábamos las protecciones llamaste a todos tus aliados. Aunque me resulta toda una sorpresa el ver a un adolescente entre tus filas.

- ¿Que pasa?- Preguntó Harry con sorna antes de que el director pudiera decir algo.- ¿Acaso tus leales mortífagos no te han hablado de mí? ¿Ni siquiera tu querida Bellatrix? Les resultaba demasiado vergonzoso que les había derrotad un "simple" adolescente?

- Debo suponer por tus palabras ¿que tú eres el fénix blanco?

Supón lo que quieras, solo que fui yo quien te fastidió tus últimos ataques. Sí me quieres llamar así por ese motivo, adelante.

La expresión de Voldermot se tornó tempestuosa ante lo que supuso con acierto que se estaba burlando de él. Y fuer así como comenzó la batalla, ya que rabioso lanzó primera maldición sobre el muchacho.

Lo que pasó después, dejó a la gente estupefacta, porque una pared de roca salió del suelo haciendo una magnífica barrera contra el imperdonable, que chocó contra ella y se deshizo en nada.

Lo siguiente que pasó fue la demostración de magia más fantástica que muchos habían visto en sus vidas… magias poderosas y también en apariencia extintas hicieron una vista que pocos de los presentes serían capaces de olvidar nunca. Por cada hechizo oscuro que Voldermot le lanzaba, Harry lo rechazaba o devolvía con una gracia y majestuosidad que a más de uno le gustaría ser capaz de tener en algún momento de su vida.

A pesar de lo que pudiera llegar a aparecer, el muchacho no sabía que era lo que podría hacer para derrotar al psicópata que tenía delante y lo único que había hecho era seguir sus instintos, no se había dado cuenta de lo que había sucedido a su alrededor, ni tan siquiera notó cuando la Orden y los mortífagos habían comenzad a luchar entre ellos o cuando uno de los mortífagos se giró en contra de sus compañeros, mostrando ser Snape, el espía de la Orden y el blanco (si lo atrapaban) de más de una maldición malintencionada.

Puesto que se movía por instinto, no se sorprendió cuando se descubrió manipulando poco a poco la tierra que le rodeaba de forma que se fuera concentrando el granito que había a su alrededor justo debajo del supuesto Heredero de Slytherin. O no se sorprendió hasta que notó que era lo que podía hace para derrotarle. El granito era no une los minerales que menos conducían la magia, casi considerándolo un aislante, si lo envolvía en granito nada ni nadie, ni tan quiera él, podría liberarlo, derrotándolo al fin. No sería fácil pero puesto que estaba usando el elemento de la tierra y no la magia de mago, podría llevarlo a cabo.

Mientras continuaba distrayéndolo con maldiciones y hechizos, fue concentrándolo de tal forma, que cuando se dispuso a atacar fue tan rápido que casi no pudo hacer nada por evitarlo.

Voldemort estaba disfrutando del caos que creaba con su sola presencia, cuando de golpe notó que era incapaz de mover sus pies. Miró rápidamente hacía abajo por si podía deshacer la maldición sin mucho pensamiento, cuando vio como del suelo surgía bajo él, lo que parecía ser una piedra de granito, que le iba envolviendo como si se tratara de un capullo de oruga. En un movimiento casi invisible por lo rápido que lo hizo, trató de eliminar la roca que le iba envolviendo poco a poco, pero de forma inevitable.

Asustado, alzó la vista y vio a su consternación, que el adolescente mostraba una sonrisa llena de triunfo, y fue cuando lo comprendió. El chaval era quien lo estaba llevando a cabo. Movió su varita dispuesto a lanzarle una certera maldición, o lo intentó porque para aquellos momentos ya era demasiado tarde y el granito ya le había atrapado parte de los brazos. No podía hacer nada ante lo que supo que sería su final, porque aunque su magia le permitiera seguir con vida, solo lo haría durante un numero de años, y luego nada podría detener a la muerte. Quien iba a decirle, que su final llegaría a manos de un simple adolescente.

La gente presente vio como la piedra envolvió al más temido mago oscuro de los últimos trescientos años, y mientras la Orden y los aurores que habían llegado se alegraban y casi festejaban, los mortífagos miraron desesperados como podrían escapar. La Guerra había acabado y en contra de sus previsiones ellos no habían ganado.

- Ya está.- Dijo el muchacho.- Por fin ha terminado.

Epílogo

El tiempo pasa mucho más rápido para la mente humana cuando nos divertimos, es un hecho comprobado, y eso es exactamente lo que le sucedió al mundo mágico. Habían pasado ya tres años desde aquel día en el que Voldemort fue derrotado, tres años de paz y de reconstrucción.

El ambiente era en general festivo, ya que por fin, tras veinticinco años, podían disfrutar de la tranquilidad de aquel que sabe que su familia y amigos estaban seguros. La gente poco a poco iba reconstruyendo un futuro, pero sobretodo aprendiendo del pasado para evitar que tal cosa pudiera volver a repetirse.

Las leyes de protección del menor mágico, fueron formadas de tal manera que el gobierno se asegurarse que ningún niño mágico sufriera ningún tipo de abuso, ya fuer por guardas muggles, como por mágicos. Se hicieron al mismo tiempo, decretos para proteger e incluso reintroducir ciertas tradiciones sangrepuras, de forma que estos no se sintieran amenazados por la nueva sangre… u muchas otras medidas que asegurarían que no se volvieran a dar la misma situación que había provocado la guerra anterior.

Harry, ahora de diecisiete años, se sentía muy orgulloso de decir que muchos de aquellos cambios los había promovido él, en contra de la gente más liberalista, como Dumbledore, no comprendiendo como era necesarios para que existiera un equilibrio entre ambos sectores, pero no solo eso… con diecisiete años, era el maestro de pociones más joven de la historia y su antiguo negocio clandestino (debido a su edad y falta de renombre) era ahora muchísimo más próspero, ya no tenía que esconderse para hacerlas y su titulo de Maestro Potter, tenía un fuerte peso en la sociedad mágica.

Ahora, después de todo lo sucedido, podía mirar al pasado y estar orgulloso: ya no era invisible, sino un importante miembro de la sociedad. ¿Que más podía pedir?

NA: Si, otro capítulo más… Y por fin hemos terminado esta historia. Ha sido un largo trayecto y tengo que agradecer a todos aquellos que habéis estado conmigo desde el principio hace ya muuuuuchos años. En este tiempo mi vida ha ido cambiando de forma progresiva y ha hecho que en muchos casos, esta afición quedara en un segundo plano… Pero por fin está finalizada, y debo reconocer que el epílogo, ha sido una decisión de último minuto, no que no estuviese escrita… sino que lo pusiera aquí con el capítulo final… pero me parecía que después de todo lo que habéis tenido que esperar no era justo que os faltasen estos últimos párrafos durante el tiempo que tardase en poder actualizar. Así pues, me despido de todos vosotros y nos seguimos leyendo en mi resto de historias. MUCHAS GRACIAS.