Todo por ti...

By: Tommy Hiragizawa...

Los personajes no son míos, son de Rumiko Takahashi.

Es un SesshXKag.

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Cap. 3... entrega...

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(n/a: espero que esta sea la última parte de este fic, si no será porque he recobrado la inspiración para esta parejita que me encanta.)

Las puertas de la gran habitación de la señora del palacio se abrieron con fuerza haciendo todo el ruido que pudieron hacer. El causante de ello fue un youkai extremadamente segado por la lujuria producida simplemente por el aroma que su mujer emanaba.

No la vio en la habitación, pero supo que estaba en ella ya que en ese lugar el aroma de hembra en celo se intencificaba hasta el punto en que ya le atontaba... era como si le hubieran drogado y de paso puesto un afrodiciaco en la comida.

Olfateo el aire del lugar, llenandose las fozas nasales con aquel aroma que lo estaba enloqueciendo. Y la encontró detrás de el, lista para avalanzarce sobre el como el león hace con su presa. Sin embargo por mas que la amara no le iba a dar ese gusto a su querida, ella era la presa en ese juego, no el.

Se volvió de inmediato hacia ella y la acorraló contra la pared que estaba justo junto a ellos.

tu aroma te delata querida – le dijo con voz enronquecida.

Y el tuyo me está enloqueciendo – le confesó ella.

Y eso que llevas solo un día como youkai, imaginate lo que yo he tenido que soportar sintiendote llamarme tanto tiempo y con este aroma enloqueciendome por hacerte mía y tener que aguantar –

Aguataste porque querías –

Si te hubiera tomado en esa forma humana no hubiera podido hacerlo con la plenitud que lo hacen los youkais, tengo mucha fuerza amor – le susurró esto último al oido.

Hazme gozar esta noche – le dijo ahora ella.

Se besaron con desenfreno total, como los dos animales que eran.

La tomó entre sus brazos acercandola a su cuerpo fornido mientras que ella buscaba deshacerce de las prendas que cubrían sus cuerpos ardientes.

Recordó, ella ahora era una youkai, no necesitaba quitarlas, podía romperlas en mil pedazos por atreverce a estorbar en el acto que ellos querían consumar.

Y así lo hizo, las afiladas garras, antes unas delicadas, razgaron completamente el traje del macho. Haciendo que el aroma de la excitación de el llegara de lleno a su nariz. Acercó su boca para besar su clavicula y su pecho musculoso, paseando sus manos por su abdomen trabajado, o que por naturaleza se formó maravillosamente.

Mientras tanto el disfrutaba de los descubrimientos de su esposa. Porque ella ya lo era, compartían la sangre youkai, ahora solo les faltaba consumar su matrimonio como se hace en todas las razas. Con el apareamiento.

Rápidamente quitó de entre ellos el kimono que la cubría. Al igual que el ella llevaba los trajes tradicionales que su familia utilizaba en esas ocaciones. Tenían mas de 100 y cada año se agregaban mas a la colección, ya que los inu youkais tenían fama de apasionados y no por nada lo decían. Eran salvajes al momento de tomar sus parejas, sean hembras o machos. Por lo que la mayoría de los inu youkais escogía pareja de la misma especie, porque no todas las razas de seres soportaban una noche con uno. Nunca llegó a entender como una debil humana como la madre de Inuyasha pudo soportar una noche con su padre, pero ese no era el punto en ese momento. Era el hecho de que estaba por hacerle el amor a la mujer que amaba.

El pecho descubierto de ella quedó bajo su vista, haciendo que los pezones se irguieran con el contacto del aire y el leve roce entre su pecho y los senos de ella.

La arrinconó contra la pared, haciendo que sus cuerpos quedaran completamente unidos, como las piezas se un rompecabezas. Llevó su boca al palido cuello de su hembra, mordisqueando con pasión. Lamiendo de vez en cuenta muestra de su deseo. Sus manos acariciaron sus piernas, haciendo que las acomodara en su cintura, quedando en una posición más comoda para que sus cuerpos se frotaran con total libertad.

Ella llevaba la ropa interior inferior, y el la hakama y lo que lleva debajo, pero no por mucho, ya que ella de la misma forma que antes desgarró el pantalón, y para sorpresa de esta su macho no usaba nada debajo.

Quedó impactada con la "dote" de su marido. La acarició haciendo que al hombre le tambaran las piernas, por lo que apoyó completamente a su mujer contra la pared, dejando su peso recargado en ella mientras que esta se dedicaba a darle placer a su hombre.

El mordió con deseo los pechos, dejando marcas e hilillos de sangre a su paso. Aquello no dolía para nada en ellos, solo los excitaba mas el aroma de su sangre expuesta.

El la tomó de las nalgas pegandola a su miembro desesperado por arrebatar la virginidad de la chica.

Ella lamio toda su cara hasta llegar a su boca, dejando que sus lenguas bailaran juntas en un baile sin final, dejando que se mezclaran a tal grado que no se distinguía cual era cual, o si en realidad se besaban o se tragaba.

Las garras de el fueron las que ahora destrozaron la tela de la ropa intima de ella. Dejando que resbalara por su cuerpo y quedara con la otra ropa destrozada.

Sus cuerpos quedaron en contacto total. Llenandolos de lujuria y pasión lista para consumarce.

El se frotó contra ella, y ella se contoneo dandole el permiso para entrar.

La penetró sin compasión, en esa posición, de pie contra la pared del cuarto de ella.

La siguió penetrando haciendola aullar. Gritar del placer que aquellas estocadas le daban a su cuerpo que no sintió ningún dolor en el momento de la penetración inicial por su condición youkai, comenzando a contonearce a su ritmo, uno salvaje, lleno de ardor y morvo para aquel que lo viera, pero para ellos era lo mas básico del mundo el aparearce de ese modo, el modo de los inu.

Los dos aullaban para el otro. Llevando con sus jadeos, gemidos y suspiros de la mano al otro por el camino de la plenitud en el acto.

No se sabía donde comenzaba cada uno, sus cuerpos se contoneaban con desenfreno, con mas fuerza, con rapidez y cada vez mas dentro.

Llevó sus labios hasta uno de los pechos de su amada, comenzando a estimular con su lengua el pequeño pezón del pecho adolorido por las mordidas anteriores.

Ella mientras tanto tenía la cabeza echada hacia atrás, dejando escapar de su garganta toda clase de sonidos que en un tinpo creyo imposibles de ser emitidos por una boca humana, sin contar con eso el que ahora era un youkai.

Segundos mas tarde, entre espasmos y convulsiones llegaron de la mano al orgasmo.

Pero sus cuerpos aún pedían mas… querían desquitar aquel tiempo sin el otro.

La cargó en sus brazos y la dejó en la cama que de ahora en adelante compartirían, porque el no aceptaría dormir en otra cama que no fuera en la que por primera vez hicieran el amor.

Iba a comenzar a estimularla nuevamente pero no contó con que un ataque de salvajismo asaltara el cuerpo de Kagome, haciendo que lo dejara bajo su peso, comenzando a masturbar el miembro con sus manos, y al el cerrar los ojos no pudo ver como ella se inclinó hasta su centro comenzando a chuparlo.

Primero besó la cima, después introdujo su totalidad a la pequeña caverna que era su boca, delineando el contorno con los labios y apretandolo con los dientes. Dejando pequeñas heridas con sus nuevos colmillos. Aprovechando eso su lengua serpenteo en su estención limpiando los restos de sangre, haciendo aullar una vez mas a su hombre.

Y con las manos comenzó a jugar con los testículos, haciendo que poco a poco el moviera las caderas hacia ella marcandole un ritmo, haciendo que el jadeara del placer que le estaba dando.

Y una potente eyaculación asaltó la boca de la chica, haciendo que tomara todo el semen a tragos enormes.

Se levantó hasta quedar cara a cara.

El podía ver como aún el semen chorreaba de su boca y sentía como la excitación recorría su cuerpo, aún sintiendoce insatisfecho.

Y esta vez no la dejó actuar, la dejó bajo el, llevando sus labios hasta su vajina…

te devuelvo el favor –

le susurró antes de comenzar a dar ligeros lenguetazos sobre su vulva. Paseando la lengua por los pliegues abriendolos de vez en cuando, tocando su entrada, sin hacer presión alguna para entrar, lo cual desesperaba a la chica.

Con los dientes mordió el clítoris y lo jaló haciendola gemir, sintiendo como se humedecía una vez mas de golpe.

Sesshoumaru sientió el cuerpo de su mujer temblar ante las sensaciones, y el estaba dispuesto a darle ese y mucho mas placer.

Llevó la pierna de Kagome hasta arriba de su hombro, obteniendo un mejor angulo de ataque a su centro, y con dos dedos abrió los pliegues de su vejina, internando su lengua poco a poco, simulando una penetración.

Kagome gruño ante las sensaciones que cada vez eran mas fuertes, cada vez se humedecía mas y cada vez estabas mas desesperada por tenerlo dentro de ella.

poseeme ya Seshoumaru… - le dijo entre jadeos, pero el no detuvo su juego, sus dedos hicieron compañía a su lengue y poco a poco se fueron internando, sustituyendo a la boca, que subió una vez mas para mamar de sus pechos.

Primero fue un dedo con movimientos circulares, después otro y otro, hasta que por fin cuatro dedos se internaron en ella. Las manos de Sesshoumaru se movían igual que lo hacía el dentro de su cuerpo… y las caderas femeninas no pudieron evitar seguir el ritmo con forma acelerada, buscando llegar a la cumbre.

Y poco a poco Sesshoumaru la llevó al límite , volviendo a las penetraciones con la lengua, lamiendo el contorno de lo que penetraban sus dendos, haciendo que sus fluidos bañaran su boca en el momento en el que no aguantó más la presión en su bajo vientre y los espasmos la asaltaron hasta llevarla al orgasmo.

sartisfecha – le preguntó sabiendo bien la respuesta

no –

yo tampoco – y sin mas miramiento se volvió a internar en ella esta vesz tomandola por la espalda, como lo que era… un perro.

Sus manos abarcaban los pechos que iban y venían conforme a las embestidas salvajes del demonio. Ella se mantenía en cuatro patas y el estaba sobre ella besando su espalda y su nuca, dejando ambas melenas caer del lado izquierdo de sus cuerpos.

Y otra vez, cada vez mas rápido, cada vez mas fuertes, cada vez mas dentro.

Ella entrerró las manos en la cama, dejando sus uñas marcadas, se sentía endemoniadamente bien dejarce llevar por los instintos… era maravillosa la forma en que el se desataba haciendole el amor, y lo que ella no notaba era que ambos estaban transformando sus cuerpos. Los ojos de ambos poco a poco se tornaban rojos como la sangre y la metamorfosis se hacía presente, haciendolos cada vez mas bestias… cada vez mas lo que eran.

Y llegaron al orgasmo por no se que vez en el día. Dejando que sus cuerpos calleran rendidos ante el cansancio. Dejando que sus cuerpos volvieran a la normalidad, en medio de la transformación deteniendo sus instintos que les pedían una vez mas, pero esta vez dejando salir sus verdaderas formas…

Pero ni ella estaba preparada para eso ni el quería asustarla.

Así que dejaron sus cuerpos descansar después de una larga noche de sexo.

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oji-san!!!!! – gritó un niño de no mas 5 años a un hombre alto de cabello plateado.

Que pasa Ranmaru – dijo el hombre tomando al niño entre sus brazos…

Vas a quedarte a cenar con Oka-san y Otou-san hoy?? – preguntó

No lo se… tu que dices cuñada?? – se rio el

Todo depende de lo que diga Sesshoumaru –

A mi no me miren – dijo aparentando frialdad ante su familia.

Otou-san??... Oji-san no se va a quedar?? – dijo una niña a los pies de su padre con ojos llorosos… y Seshoumaru seguía aparentando frialdad…

Vamos Oyaji!!!, deja que el tío Inuyasha se quede!!!!! –

Ese es mi sobrino!!! – gritó Inuyasha a su sobrino favorito.

Se quedará, pero tu mañana pasaras la tarde en clases de respeto a tus mayores –

Pero Otou-san!!! –

Nada de peros – dijo el dando por zanjado el tema.

Que bien!!!, Oji-san se va a quedar a ceñar!!! – gritó la niña.

Pero donde está Oba-san??? – dijo el primer niño que habló.

Su Oba-san se quedó a cuidar a Satoshi… ya mañana vendremos los tres a verlos -

Entonces por eso no vino Kikio??? –

No, ella se setía mal porque Minami no deja de moverce y además Satoshi se está juntando demaciado con Miroku… no quiero que le valla a pegar sus mañas – se quejó el hanyou. – pero vengan acá pequeños demonios… que Tio Inuyasha jugará con ustedes antes de la cena.

y mientras se alejaban para jugar Kagome vio a sus hijos marchar con su cuñado. Inuyasha adoraba a sus sobrinos, el primero era Ranmaru, era de cabellos negros y ojos de plata, su piel era pálida y como todos los primogenitos de la familia taisho llevaba el símbolo de la luna en su frente. Después iba Katsumaru, era identico a inuyasha en el carácter, pero en el físico era una replica de Sesshoumaru. Y al final estaba Tomoyo, la princesa de palacio, era de cabellos largos y palteados, pero sus ojos eran muy extraños, ya que por el día se veían castaños, pero por la noche, brillaban con un dorado intenso.

Ellos eran su familia, y a su lado estaba su esposo, que le había dado tres bellos hijos de un solo golpe… tal vez cuando dejara de tomar las pastillas anticonceptivas volvieran a tener hijos, que para eso estaba todo el dinero de palacio y el amor que tanto el como ella tenían en el corazón para todos los hijos que Kami les quisiera dar.

Sintió como Sesshoumaru la abrazaba por la espalda y le besaba el cuello.

que estás pensando mujer?? –

nada amor –

No me engañas… tu olor te delata… te estas excitando… sabes que me vuelves loco cuando comienzas a oler así… -

Sessh… -

Oiga!!!!!, si quieren me puedo llevar a los mocosos conmigo!!! – gritó Inuyasha desde lo lejos…

Me las va a pagar ese desgraciado – dijo el taiyoukai molesto.

Pero es buena idea no??? –

Tu olor se esta haciendo mas fuerte –

Eso es un si!!!!, vamonos mocosos!!!, se quedarán esta noche conmigo y su tía!!! –

Kagome rio por lo bajo ante los comentarios de Inuyasha.

ese idiota me las pagará otro día, ahora vamos a disfrutar esta noche solos… -

pero… y la cena – le dijo juguetonamente.

Amor… tu eres mi cena –

Y tomandola en brazos se fueron a la habitación

Fin…

KONICHIWA!!!!!... LECTORES… perdón por la tardanza, pero espero que les gustara el fic. Puede que a lo mejor haga un epilogo, pero eso ya lo vería después.

Por lo pronto disfruten el fic.

Atte: tommy

P.D. dejen reviews.