Bueno, aca les va el primer capitulo de "esos ojos". Ya tengo escrito hasta el 3, asique si os gusto, decidmelo y siguo subiendo. Espero lo disfruteis

-------------------------------------------------------------------------

Que se mueran. Eso pensaba mientras entrenaba en el bosque. Llevaba días intentando perfeccionar mis técnicas, y mi Sharingan, el único legado que me quedaba de mi Clan. Pero no había caso, algo estaba fallando. Sentía esa impotencia de no poder saber que era, de no poder seguir avanzando... De no poder volverme mas fuerte, para poder por finn cumplir esa promesa que me hice... Encontrar a Itachi y destrozarlo, asesinarlo... Aniquilarlo con mis propias manos... Que se mueran! Seguía pensando.

Nunca había sido bueno para relacionarme con el resto. Desde el incidente en que todo mi Clan fue asesinado, simplemente me aislé del resto. Ellos no entendían... Nadie era capaz de entender mi sufrimiento. Todos unos malditos imbeciles, viviendo en su mundo de felicidad, riendo como si la vida fuera bella. Ja, que mentira mas grande.

Las únicas veces que me relacionaba con gente, era todo calculado... pura estrategia. Me sentía como un jugador de ajedrez, utilizando a la gente como piezas, siempre dominando el tablero, nunca cediendo ni un poco. En realidad no me sentía superior, sabia que lo era, y por eso me daba la libertad de hacerlo. Así, cada vez que necesitaba algo, información, o algo que me sirviera en mi búsqueda para hacerme mas fuerte, manipulaba a la gente para lograrlo... No era difícil. Las chicas, superficiales como eran, me entregaban lo que quisiera a cambio de una sonrisa, o un juego de ojos. Bastaba con prometerles idioteces, que las quería, que las haría felices. Que imbeciles. Con los hombres era mas difícil, pero la mayoría me idolatraba, me veían quizás como un ejemplo a seguir, y al mismo tiempo, supongo, sentían lastima por lo ocurrido a mi familia... De todas formas ya no importa, era fácil manipularlos, y eso era lo que me importaba. Ninguno de ellos me importaba en lo mas mínimo, se podrían haber muerto todos, y no me afectaría en nada, solo eran peones en mi juego... De hecho, -que se mueran! -Seguía pensando. Solo eran estorbos en mi camino...

Pero como suele pasar... todo se dio vuelta sin que yo pudiera hacer nada... Todo por culpa de ella... como la odiaba...

Todo comenzó el día de esa misión. Nos enviaron a unos cuantos a espiar a un grupo de ninjas que aparentemente se estaba moviendo en la zona, y había rumores de un posible ataque. No se porque no me enviaron solo, hubiera sido suficiente. Pero esa vieja que se cree Hokage... Tsunade-sama la llaman.. Ja... No me creía capaz, o quizás no confiaba en mi... Finalmente todo es su culpa... Pero bueno, eso ya no viene al caso.

Partimos cuando oscurecía. El objetiva era el de espiar al grupo de ninjas, e intervenir únicamente si eramos detectados o si veíamos que se acercaban demasiado a Konoha. No me importaban mis compañeros, solo cumplir con la misión rápido, y volver a mi entrenamiento. Ese maldito Naruto se estaba volviendo demasiado fuerte... Y me irritaba aun mas... No podía dejarlo tomar ventaja.

Desde el momento de la partida, todo fue un desastre. Ella era torpe. Hinata se llamaba, pertenecía al clan de los Hyuga, clan sumamente respetado y compuesto por guerreros de elite, pero ella era un fracaso. Incapaz de avanzar sin hacer ruido, disculpándose todo el rato, realmente me irritaba, era un desastre como ninja. Pero sus ojos...algo había en ellos... y en su torpeza, creo que por primera vez sentí interés por alguien, aunque en ese momento estaba demasiado cegado por mi ambición de hacerme fuerte, y no me di cuenta.

Luego de algunos problemas, y de tener que esperarla (realmente me irritaba) nos acercamos al grupo ninja que debíamos espiar. Al parecer eran ninjas que habían cometido crímenes en sus aldeas, y habían escapado. No nos interesaba capturarlos, pero no podíamos permitir que se acercaran mucho a Konoha. Realmente todo fue un desastre. Al llegar al lugar, debíamos descubrir cual era el recorrido planeado por el grupo, para saber si intervenir o no. Todo iba bien, por supuesto yo hacia todo el trabajo, todo iba perfecto... Hasta que una pelea estallo... El que al parecer era el jefe del grupo de ninjas que debíamos espiar, estaba discutiendo con otro de ellos, y se veía en sus ojos que iba en serio... Esa mirada, no es una mirada que sea vea todos los días. No debíamos intervenir, no era el objetivo de la misión, sin importar que se mataran entre ellos, no debíamos intervenir. Pero ella... Ella! El intento de ninja llamado "Hinata", salio de su escondite y se puso entre los dos. Todo se fue al diablo en ese momento. El grupo completo tuvo que intervenir, y finalmente tuve que aniquilar a todos los ninjas... Si no, no nos hubiesen dejado tranquilos. Lo hice suficientemente rápido para que nadie de mi grupo saliera herido, mal que mal tenia un orgullo que defender. Nadie, salvo ella. Porque diablos la vieja Tsunade la envió! Porque no se quedo en su casa jugando a los muñecas!

Ahí estaba ella, en el suelo. Había sangre por todos lados, y era imposible saber si la sangre que tenia encima era de ella o de todos los que había matado. Me miraba con esos ojos, esos malditos ojos, implorando ayuda. Aunque no le duro mucho esa mirada. Me miro unos instantes, y simplemente se le apagaron. Pensé que había muerto, y ya me veía explicándoselo a la vieja Tsunade... Iba a ser un escandalo. Maldita sea, cría de mierda, porque no podía quedarse tranquila! Por intentar salvar la vida de un ninja imbecil sin honor, termino ella muriendo, y tuve ademas que aniquilar a todos los otros ninjas. Pero no, no estaba muerta, aun respiraba... di la orden al grupo de limpiar el lugar, mientras tome el cuerpo de Hinata... Si, Hinata... Al menos que me vieran que la intente salvar. Me dirigí rápidamente a Konoha, era una carrera contra el tiempo. Se podía ver que estaba gravemente herida, la idiota... Sentí pena por ella. Creo que también debe haber sido la primera vez que sentí pena. Fue extraño verme sintiendo pena por alguien, me sentí estúpido. Esos sentimientos no eran para mi. No me podía dar el lujo de sentir sea lo que sea por alguna otra persona, ni siquiera compasión. Todo eso no podía hacer mas que entorpecer mi objetivo de hacerme mas fuerte y poder asesinar a mi hermano.

Mientras saltaba por los árboles con rapidez para llegar a Konoha, la vi abrir sus ojos. Esos malditos ojos, algo tenían. Me costaba mirarlos directamente. Me miro, y la vi sonreír, y mover sus labios. Supongo que quiso decir gracias. Fue al menos lo que entendí. Sentí rabia. Recordé todo lo que había sucedido, y volví a sentir rabia, y la trate de estúpida, de estorbo. Realmente descarga mi rabia contra ella, se lo merecía. Lo que no sabia era que realmente era contra mi que tenia rabia. En el fondo sentí que algo en mi se aflojo al verla... Y me di rabia.

Al llegar a Konoha, fui directamente donde la vieja Tsunade. Al menos sabia que ella era mas útil que todos esos médicos del hospital. Así de paso podría explicarle lo que paso, y dar por terminada la misión. Necesitaba una ducha, estaba bañado en sangre por culpa de Hinata.

Todo se dio bien. La vieja Tsunade supo actuar, y curo a Hinata, sacándola de peligro. Presente mi informe, y luego simplemente me fui a mi casa. Planeaba ducharme y seguir con mi entrenamiento. Pero mientras me iba, la escuche detrás mío. Porque no pudo simplemente quedarse callada?

-Gracias Sa-Sasuke-kun... me dijo.

Un millón de insultos pasaron por mi mente, y me di vuelta para hacérselos saber, pero al ver su mirada... Pero que diablos tiene esos ojos! Simplemente mi mente quedo en blanco. Abrí la boca como para decir algo, pero nada salia. Ahí estaba ella, apenas se podía sostener en pie... llena de sangre seca. No me había fijado, pero era realmente bella.

-De nada... le dije, y me di cuenta que yo no podía ser tan gentil, no podía ser que por su culpa estuviera ablandándome.

- Entrena mas duro antes de volver a salir en misión! Y no se te ocurra volver a romper las reglas de una misión, nos pusiste en peligro a todos! Eres una Hyuga y deberías actuar como tal!

Ahí estaba ablandándome de nuevo, hablándole de actuar como una Hyuga, y que me importaba a mi lo que fuera ella. Que me importaba que cambiara, era una estúpida que no servia para ninja, eso pensaba, pero fui incapaz de decirlo.

-De verdad lo siento... No volverá a suceder...

Y bajo la mirada al piso, como un perro al que acaban de regañar.

sentí de nuevo algo aflojarse en mi, y decidí irme. La deje ahí, necesitaba mi ducha y seguir entrenando. No tenia tiempo que perder escuchando sus estúpidas disculpas.

Esa noche tuve un sueño muy extraño... Era sobre la noche en que todo ocurrió, cuando Itachi aniquilo al clan... Pero había algo diferente. Yo me largaba a llorar, como un niño indefenso, y entonces aparecía mi madre. Estaba viva. Yo corría a sus brazos. Fue una sensación olvidada para mi, sentirme protegido, amado, rodeado por esos brazos tan... Realmente fue extraño viniendo de mi. Pero lo mas extraño vino al final. Yo llorando de felicidad, levantaba la vista, para ver a mi madre, y asegurarme de que estaba ahí, de que no era una ilusión. Y es ahí cuando me doy cuenta que el rostro es el de Hinata. Me mira con esa estúpida cara de cuando la salve... bañada en sangre solo me mira, y veo sus ojos apagarse. Una angustia enorme me invadió en ese momento, y me desperté. Mi orgullo me obligaba a negarme el haber soñado con ella, y menos estando yo en una posición tan humillante. Como un crío, llorando en sus brazos, sintiéndome protegido...

Ese día entrene como nunca para olvidar el sueño, pero a cada segundo volvía la imagen de Hinata sonriendo, bañada en sangre. Fue el comienzo de todo. Ese fue realmente el comienzo de todo. Como la odie ese día, sin saber que después simplemente se volvería necesaria para mi, la dueña del tablero que yo pensaba seguir dominando.

-------------------------------------

Bueno, espero os haya gustado, si es asi decidmelo y siguo subiendo capitulos