Marmalade Boy no es mío.

Feminist Miki

Introducción

Eran otros tiempos. Miki, ya de 20 años, llevaba dos estudiando en la universidad, periodismo, carrera que había optado después de tomarse un año para pensarlo bien, era una decisión que marcaría su vida, así es que tenía que escoger con sabiduría.

Un año era justo lo que necesitaba para pensar… El mismo año en que Yuu se fue a realizar sus sueños de arquitecto. Sueños que iban más allá de la relación de ambos y que sólo parecían reales cuando él llegaba para las fiestas.

- Hace tres años ya que Yuu se fue- dijo Miki un día mientras escribía su diario, aún no perdía esa costumbre de la adolescencia- No lo veo mucho y hablamos menos y cuando lo hacemos, es casi como hablar con un extraño…Me pregunto si valdrá la pena seguir adelante.

Además, en esos años universitarios Miki se había encontrado con la biblioteca y un sin número de libros que cambiaron su vida de alguna manera, sobre todo los libros de las mujeres feministas.

Al principio Miki no sabía qué eran o de qué se trataban, sólo sabía que escribían mujeres y que eso resultaba fascinante, pero cuando entró a las lecturas en esas cortas horas de biblioteca, cuando vio por primera vez a Simone de Beauvoir y el Segundo Sexo o escritos de Mary Wollstonecraft, algo cambió para siempre en ella. Por fin comprendía lo libre que era Yuu y lo dependiente que se había puesto ella de la relación.

- Eso está bien para una niña- le dijo un día a Nagiko, una de sus compañeras de clase- Es lindo ilusionarse con la princesa y su cuento de hadas, pero la realidad es otra, la realidad apunta a que a ellos les importamos en la medida que todo se mantenga como está y que al final no podamos surgir o que si lo hacemos, se nos castiga por ello. Eso ya no puede ser más, Nagiko.

- Por qué no escribes todo eso, Miki- le dijo ella- Eres buena en ello y además, tienes mucho que decir para que se vaya con el viento.

Definitivamente esa idea la golpeó como un rayo… Haría un manifiesto y lo repartiría por la universidad, haría un manifiesto feminista… Formaría un partido.

Por fin Miki se sentía ella misma, independiente de todo y de todos. "Ya no soy una niña"

Ni siquiera pensó qué pensaría Yuu de ella la próxima vez que se vieran