¡Cállate que me desesperas!

Los niños de Draco y Ginny, eran llevados por su madre a la casa de su abuela, puesto que ambos padres debían trabajar. Aunque los niños se negaron al principio, al final, sus padres terminaron convenciéndolos.

Al llegar a la Madriguera, su abuela los recibió con una amplia sonrisa, luego de hacerle todas las recomendaciones, Ginny se fue, dejando a sus hijos con su abuela.

–Abuela¿no tienes esos videojuegos geniales de superhéroes con pistolas lanzallamas? –preguntó el mayor de los dos hermanos, cuyo parecido con su madre era impresionante

–No, pero tengo algo mejor... ¡El video de la boda de sus padres!-dijo con gran entusiasmo por otra parte los niños ni se inmutaron.

Colocó el video y se sentó a su lado en un sofá bastante grande. Todos miraban entretenidos

­ –Pero...-interrumpió el menor, de cabello rubio, algo fastidiado de ver siempre o a su madre o a su padre-. ¿Cuándo aparecemos nosotros?

–Oh no querido, ustedes aún no habían nacido­ –les explicó Molly con tono maternal

– ¿Estábamos muertos?-inquirió el rubio asustado

– ¡No! Por Merlín, muertos no-dijo Molly algo nerviosa

–Ah, ya entendí –dijo el mayor con aire de entendimiento –. Estábamos en la panza de mi mamá

– ¡Claro que no!– exclamó exasperada –. O eso más le vale a Malfoy

Se quedó pensativa unos momentos...

­–Abuela ¿Por qué la gente hace fiestas sin sus hijos¿No se aburren?- dijo uno de los pequeños. Molly rió ante la ocurrencia del niño

–Porque primero se comprometen, luego se casan y después, mucho después, tienen hijos.

–Ah, eso quiere decir que en la fiesta quedan embarazados- adivinó el niño, mirando concentrado el video

–¡No! dije mucho tiempo después, querido-dijo Molly, tratando de conservar la calma y tratando de no darle importancia al asunto.

Algunos minutos después, suena el timbre, uno de los pequeños abre y se encuentra con su madre, ésta le pregunta:

– ¿Cómo estuvo todo?

–Bien, mami... ¿nos guardaste pastel? –preguntó el pequeño preocupado

– ¿Eh?-dijo Ginny sin entender lo que el niño quería decirle

En ese instante apareció Molly, haciendo señas de alabanza hacia Ginny

– ¡Merlín¡Por fin llegaste, hija!-dijo la mujer contenta y aliviada a la vez –. Dime querida¿la próxima vez no me prestas un videojuego de superhéroes con lanzallamas?

FIN

Besos

Suerte

Piper ♥