Las rápidas de Naruto.

¡No estaba muerta! He vuelto y como lo prometí, las rápidas continúan. Lamento el freak-out que sufrí los últimos capítulos, pero si no respetan a las parejas de otros, nos fregamos todos. Vamos a concluír estas rápidas para que todos salgamos con un buen sabor de boca, y no hay bocado más exquisito que el humor. Así que les preparé esta entrada parodiando como siempre a los personajes y a un cuento clásico cuyo autor debe estar revolcándose en su tumba por mi culpa.

Naruto, el cuento original de la cenicienta, etc, NO SON MIOS asi que al avisar advierto que ni estoy cometiendo un plagio ni mucho menos aviso que se trata de un complot japonés para comer sopas instantáneas, aunque éstas sean deliciosas con carne y una que otra verdurita.

Las rápidas de Naruto: Deiderella.

Todo comenzó en la guarida lúgubre y olorosa del Akatsuki, de donde saliera un humo muy particular proveniente de la rabieta de uno de los miembros de esa misteriosa y extraña organización.

-Ese Tobi, me las pagará...

Un enfurecido Deidara se hallaba castigado. Si, lo que leyeron. Castigado por ceder a su presión emocional y atacar a Tobi sin otro fundamento que el de su mal humor, y no por que fuera algo extraño de ver, ya que pasaba todo el tiempo. El acabose había llegado al destruir el pastel de cumpleaños que habían robado en secreto para Itachi y que terminó en una lluvia de merengue, pan, frutas molidas y las lágrimas del Uchiha, quien se encerró en su habitación para llorar como una colegiala por ese desastre, ¡En su cumpleaños!

Y entre los deberes del joven renegado se hallaba cerrar el agujero que hizo con sus famosas técnicas, del cual surgió un destello que tomó una forma sumamente particular.

-¿Qué diablos...?

-Uy, que viaje. -Un hada con barba, pectorales firmes, espalda y piernas peludas, vestidito de muñeca y un porrito de hierba que, sin lugar a dudas, no era hecho de plantas legales, revoloteaba alrededor del confundido rubio, y cuando hubo terminado de bocanear el humo, se presentó.- Soy Juan, el hada del porro, y como eres una chica que ha sufrido mucho, te voy a conceder tu deseo para que ese príncipe desgraciado que solo se fija en las fáciles se enamore de tí y lo puedas mandar al demonio después de bajarle todo el dinero que puedas. -Juan tomó la expresión congelada del akatsuki como un asentimiento, tiró el porro aún encendido y, sacando una varita de su vestido, el hada tocó a Deidara, transformándolo en toda una princesa.- Por cierto, que buena hierba tienen ahí abajo.

La cosa se escabulló por lo que quedaba del hueco, mientras que el joven, tras tocarse el rostro, el cuerpo y conseguir un espejo que aún tenía el precio encima -presuntamente robado- para confirmar que no estaba soñando, gritó con toda la fuerza que tuviera en el momento, callando de golpe al oír su afeminada voz.

-Oh, Dios mío, oh Dios mío, esto no puede ser, no, no, no...

Lo peor fue la presencia de Itachi. Sus ojos irritados, producto de un llanto reciente y la historia de su vida, se posaron sobre la "intrusa", quien no sabía cómo explicarle que todo eso tenía una muy confusa y totalmente estrafalaria explicación, pero la tenía. No obstante, nada pudo decirle al renegado de Konoha, quien alzó un brazo sacando de la manga un ramo con rosas, alzó el otro brazo sacando una caja llena de bombones cubiertos de chocolate, y con su cabeza, le hizo una seña indicándole el camino a su habitación.

Deidara se estremeció cuando el Uchiha se acercó guiñándole un ojo, y sin darle la más mínima esperanza -imaginando que no se tramaba algo muy bueno que digamos el joven- echó a correr con todas las fuerzas que le daban sus piernas, perdiendo un zapato hecho de cristal con una kunai en vez de tacón, que fue recogido por Itachi tras tirar al agujero los regalos que traía consigo y apretaba el calzado contra su pecho, jurando en silencio que encontraría a esa chica y la haría suya esa misma noche...

-Un momento Naruto. -Hanabi interrumpió la narración del rubio y se cruzó de brazos molesta.- ¿Eso qué tiene que ver con la pelea de los 100 años en la que participaron los padres de los fundadores de Konoha?

-A eso voy, déjame ponerle un poco de drama.- El Uzumaki se acomodó sobre la cama para ponerse cómodo y volvió a arropar a la pequeña (sí, Hiashi Hyuuga pidió como misión A una niñera para Hanabi)

El loco andar de la ahora chica alocada Deidara la llevó hasta las puertas del horripilante médico brujo Orochimaru...

-¡Vamos! ¿Primero el Akatsuki y ahora Orochimaru? ¿Qué sigue? ¿Iruka sensei y los siete genin's? -La pequeña se levantó de la cama y tomó un pergamino, en donde estuviera la verdadera historia que en realidad poca importancia tiene, puesto que el fic trata sobre Deiderella, ¿verdad? -Aquí JAMÁS se menciona a ninguno de ellos, ni siquiera a esas famosas hadas peludas, ¿me quieres tomar el pelo acaso?

-Me pediste una historia y eso te estoy contando. -Naruto cerró sus ojos volviéndolos dos líneas rectas.- ¿O no quieres saber qué le hizo Orochimaru a Deiderella?

-Está bien, pero solo por que estoy picada. -La Hyuuga se acomodó de vuelta y arrojó el pergamino.- ¿Qué le pasó al hombre/mujer?

Pues a Orochimaru nada, pero Deiderella llamó la atención de su secuaz aprendiz Sasuke, quien fuera el hermano perdido de Itachi, más eso nadie lo sabía, pese al parecido, llevar la misma insignia familiar, compartir la técnica hereditaria, ser de la misma aldea y tener el mismo apellido, aunque eso a nadie le importa. Sasuke Uchiha se quedó prendado de la belleza y la delicada voz de la "princesa", a quien acorraló en una esquina pese a ser unos bien contados años mayor que él.

-¡Maldita sea mi suerte! ¡Alejate de mi desgraciado! ¡Tengo un zapato de cristal y sé cómo usarlo! -Eran las amenazas de Deidara, pero solo aumentaban el fuego de la pasión que Sasuke sentía por ella.- ¡Mira hijo de tu $#%& &%/#$! ¡O te alejas por las buenas o te mando a la #&$%"$da!

-Eres hermosa. -Le decía Sasuke totalmente embelesado.- Tu voz suave, tu vocabulario de camionero, tu parecido con un enemigo que debería estar muerto, eres perfecta, fabulosa, hermosa... -Esa y todas las cosas bonitas que terminaran en "osa" o "ecta" menos "espantosa" y... y otras palabras que terminan en "ecta", eran parte de los halagos que surgían de la boca del moreno.- Destruiría a un reino entero si ese es tu deseo.- Claro, cómo olvidar las falsas promesas de amor.

Deidara, por su parte, no estaba nada contenta, y menos al distinguir a lo lejos, por el horizonte, a su otro problema, que venía siguiendo su rastro como todo un profesional: preguntando.

-¡Itachi! -Dijo sorprendido el menor.

-¡Sasuke! -Respondió igual de conmocionado el mayor.

-Yo me largo. -Deidara aprovechó que se distrajeron para huir lejos, encontrando un refugio temporal en Konoha, mientras, los Uchiha tenían cuentas pendientes que arreglar...

-Mataste a todo el clan. -Sasuke se fijó en la zapatilla de cristal que Itachi aún apretaba contra su pecho.- Me martirizaste repitiendo en mi cabeza una y otra vez las temporadas uno y dos de Glee y The Hills y Niñas Mal. Jamás te perdonaré.

-Tú te quedaste con mi mantita, no tienes perdón de Dios. -Reveló Itachi uno de sus más profundos secretos, y si fuera una telenovela, se hubiera escuchado un remate musical. Pero volviendo a la historia, el sharingan de Itachi brilló con fuerza.- Esta será nuestra última pelea.

Y como todos saben, no es nada cómodo viajar entre la naturaleza, lodo, piedras y ninjas lujuriosos sin parar y con una sola zapatilla, por lo que Deiderella llegó hasta las puertas de Konoha con el calzado en mano lanzando amenazas, deteniéndose de cuando en cuando para golpear las enormes puertas y gritar por ayuda.

-Como que ya le metiste mucha galleta. -Hanabi interrumpió la narración.- ¿Qué no se supone que llega un señor feudal que le da un beso y se van a vivir felices por siempre?

-No, eso es lo que pasa en las fantasías de "Haku quiere volver a amar", una muy mala telenovela, por cierto. -Naruto se sentó en posición de loto, aún con su mirada de zorro, y se dio cuenta de que no podría terminar el cuento, por que ni él mismo recordaba qué seguía.- ¿Qué quieres hacer entonces?

-No sé. ¿No tienes que realizar alguna misión? Podrías llevarme y con suerte te salvo la vida. -Sugirió la pequeña pero el rubio soltó una carcajada.- ¿Qué?

-Estoy aquí por que no tenía nada que hacer.- Le confesó el portador del Kyübi, sin imaginar que la aldea estaba siendo invadida en ese preciso momento y todos preguntaban por él, olvidando que lo habían "enviado a misión" para que no molestara.

Mientras, en la guarida del Akatsuki, Deirada limpiaba el desastre que provocó su último berrinche, cuando se le apareció un hada que de hada solo tenía la corona, el vestido y la varita, por que tenía barba, piernas peludas, voz más que grave y un porro en la mano, que tiró luego de sacar del agujero que se creó con las explosiones ocasionadas por el renegado una bolsa de la que sobresalían brotes y hojas de alguna planta en particular.

-Luego te cumplo tu deseo, nada más le comparto esto a mi padrino Eltibio y luego te concedo tu deseo.

El akatsuki se quedó congelado, y tras frotarse los ojos, pensó que todo se trataba de una alucinación, por lo que se apresuró para terminar.

-Tobi se disculpa con Deirada. -Apareció Tobi dispuesto a ayudar -voluntariamente a fuerzas- a su compañero, pero como este le corriera con la mirada, se puso a observar a su alrededor, dando con el porrito que dejara el hada. Tras tomarlo, se puso de espaldas al rubio y le dio una bocanada, y dijo con una voz masculina y llena de sensualidad.- ¡Está muy bueno!

FIN (de esta rápida)

Lamento si ofende o decepciona, pero les pediré un poquito más de paciencia (digo, esperaron 3 años, ¿pueden esperar unos días más, por favor?) Tengo que empaparme de Naruto tras un periodo de enfocarme en otras cosas, pero prometí volver y heme aquí. Nos vemos en el próximo capítulo.

Nota final. Ya revisé los votos, y se llevarán una sorpresa para el final. ¿Quién se casará en Casarse en Konoha no está ni en griego ni en chino, está en...? ¿Quién apadrinará a quién? ¿Terminaré antes del 2016? ¡Mucha suerte a todos y gracias por leer!