Fanfic: "Bajo contrato"

Capítulo 1: "Desesperados"

Por Sakki Chan

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Hong Kong, Enero 19/ 2007

7:00

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-"¡Tienes que solucionar el problema ya, Xiao Lang! No me importa de dónde saques el dinero, pero deberás devolver cada centavo que tomaste prestado de nuestra cuenta"

La mañana no había comenzado exactamente como Shaoran Li lo había planeado. Ahora se encontraba en la oficina de su ahora, furiosa prima, que le miraba con rabia contenida en sus ojos rubíes.

Meiling Li no era precisamente la mujer con la que se debía jugar. No al menos del modo descarado que él lo había hecho, durante todos estos meses.

-"No tengo el dinero ahora, Meiling" Dijo con voz impasible.

Shaoran era un hombre de muchas cualidades, y aunque su prima no consideraba la ambición entre una de ellas, éste mismo defecto le había puesto en esta posición.

-"Lo digo de nuevo, Xiao Lang. No me importa de dónde saques el dinero"

El hombre sentado en el lado opuesto de su escritorio, se levantó de su silla. Meiling lo observó llegar hasta el amplio ventanal que su elegante oficina tenía. En otro lado del vidrio, Hong Kong se levantaba en todo su esplendor al ser tan sólo las siete de la mañana. El sol comenzaba a alzarse en el lado más extremo del cielo. El puerto estaba al alcance de la vista y Shaoran pareció sumirse en un profundo análisis de su situación.

Era un hombre extremadamente apuesto, codiciado por las mujeres por su fortuna y por su elegancia y sofisticación. Y aunque aquellos eran los primeros motivos por los cuales las mujeres se acercaban, después se percataban de que tras aquella cara apuesta también se hallaban un conjunto de sesos. Y era por eso que se encontraban en problemas. Ninguna mujer le había dicho que no a Shaoran Li. Todo tipo de féminas había atravesado por la cama de su primo y ninguna tenía nada qué refutar. Vírgenes, casadas, solteras, divorciadas habían disfrutado del encanto del hombre, no más que una noche. Todas habían caído, todas, excepto una.

Pero esto era llevarlo al extremo.

Había invertido parte del capital de una de las empresas de la familia, su empresa, en un conjunto de acciones, que habían perdido su completo valor en la Bolsa, al ser un negocio nuevo en el mercado. Un negocio que no tendría futuro. Cabía decir que era el negocio de la mujer que lo había rechazado.

Meiling suspiró –"Shaoran, de verdad no entiendo por qué compraste aquellas acciones, digo, si quieres a una mujer siempre la puedes encontrar en…"

Shaoran gruñó mientras la interrumpía –"Ya basta de sermones. Eso es todo lo que he escuchado desde que puse un pie en esta ciudad"

-"Entonces tendrás que pagar aquel dinero de tu propio bolsillo. Y según tu cuenta personal aún te hace falta un millón de dólares…" Dijo después de revisar los papeles de una carpeta.

Shaoran no podía creer el descaro de su prima. –"¡Revisaste mi cuenta¿Cómo puedes haber hecho aquello, Meiling?" Exclamó furioso.

-"Oh, vamos, Shaoran. No es como si fuera la primera vez…" Y para resarcirse ante un nuevo ataque de su primo, dijo –"Además, esta vez tengo una justificación"

Era cierto que Meiling estaba encargada de todo cuanto a Shaoran se tratase. Era casi un hermano para ella, puesto que se había criado con su familia, al quedar sin ninguna familia, después de aquel accidente aéreo, que había cobrado las vidas tanto como del padre como la madre y las hermanas de Shaoran, trece años atrás.

Toda la herencia que sus padres le habían dejado, había sido administrada por los padres de Meiling, hasta que Shaoran se convirtiese en un adulto. Ese dinero estaba intacto, aún cuando Shaoran hace tres años que había cumplido la mayoría de edad, puesto que otro requisito para que se hiciese efectivo el testamento, era casarse.

Sabía que su primo disfrutaba demasiado de su libertad y a pesar de tener cuarenta millones de dólares, esperándole a que se echara el lazo, tendría que estar verdaderamente desesperado para recurrir a aquel dinero. Como lo estaría ahora.

Meiling simplemente era, tras la jubilación de su padre de los negocios, la guardiana legal de aquella cuenta, hasta que todos los requisitos estipulados en el testamento de los padres de Shaoran, fueran cabalmente cumplidos.

-"Tendrás tu dinero el lunes, Meiling" Dijo él sentándose.

Meiling alzó una ceja –"Sabes muy bien que soy mayor a ti por diez años, querido primo. Es por eso que nunca podrás estafarme" Le dijo desconfiada –"No podrás conseguir un millón en dos días" Shaoran sonrió maliciosamente.

-"Supongamos que tengo cuarenta millones en cierta cuenta… si le resto uno, supongo que todavía quedan treinta y nueve millones¿o mi matemática amaneció averiada hoy?" Preguntó sarcástico.

Meiling lo miró ceñuda –"No creo que vayas a hacer eso, Xiao Lang. Casarse por dinero sería….despreciable"

Shaoran guardó silencio.

-"No te entiendo, Shaoran. Eres hombre ya, para tu información. ¡Tienes veinticuatro años, por Dios Santo¡Y aún te comportas como un niño!" Le reclamó furiosa.

Shaoran no respondió nada a aquel comentario.

-"Primero, te gastas cinco millones del capital de mi empresa, para luego invertir en aquella realmente estúpida empresa, y luego, como te hace falta un millón¡puf! como por arte de magia decides casarte" Meiling se levantó.

A sus treinta y cuatro años de edad nunca creyó haber escuchado semejante estupidez.

-"Tú me obligas a hacerlo" Le dijo él, con toda la tranquilidad del mundo.

Pero aquella frase le sirvió de mucho a Meiling.

-"¡Oh¡O sea que ahora es culpa!" Gritó furiosa.

-"Efectivamente" Le dijo mirándola con intensidad. –"Si no me presionaras porque te devolviera el dinero, no estaríamos en esta situación"

Meiling sintió ganas de reír. ¿Acaso Shaoran le estaba haciendo una jugarreta?

-"¡Ja!" Exclamó sin rastro de gracia –"¡No me hagas reír! Tú más que cualquier otra persona en este planeta, sabes que mi disgusto se debe a que tomaste una decisión de tamaña importancia ¡sin siquiera consultarme!"

Shaoran la miró una vez más –"¡Oh por favor, Mei¿No te parece que ya estoy algo crecidito? Tú misma lo mencionaste antes. Ya no soy un niño"

¡Odiaba cuando hacía eso¿Cómo podía poner sus propias frases en su contra?

Inspiró aire fresco. De todos, Shaoran era la única persona que lograba hacerle perder los estribos. ¡Era tan infantil!

-"Está bien. Supongamos que consigues una novia para mañana. ¿Crees que soportarías convivir con ella durante todo un año?" Le preguntó, remarcando la palabra 'todo'.

Shaoran rodó sus ojos –"Eso no será necesario" Dijo como si la sola idea de pasar con una misma mujer más de un mes, fuera descabellada.

Meiling se irguió en su postura. –"Escúchame bien, Xiao Lang Li. Yo soy la guardiana de tu cuenta. Si veo que este matrimonio no va hacia ningún lado, el dinero seguirá siendo intocable. Además," Dijo cruzando las piernas, después de volver a sentarse –"El testamento también tiene otra cláusula sobre el matrimonio"

-"¡Ya estoy harto de ese maldito testamento!" Estalló el, golpeando sus fuertes manos contra el escritorio de su prima.

Ella sólo suspiró –"Ya lo sé, pero supongo que mis tíos simplemente buscaban el bienestar de sus hijos" Tras mirarlo intensamente y con algo de pena en su mirada –"¿Sabías que si tus hermanas sobrevivían, a ellas también se les hubieran aplicado estas reglas?"

-"Ya lo sé, Mei. Pero no tengo otra salida" Dijo con un toque amargo en su tono.

-"¿Sabes? No necesitas pagarme el millón con tanta prisa…Podría prestarte el dinero y cobrarte cierto porcentaje"

Shaoran bufó –"¡Ja¿Para que tenga que deberte por siempre?"

-"No quisiera que te cases por interés, primito. Mi padre me mataría si se entera que te permití cometer esta locura" Se estremeció al imaginar qué haría su padre, en verdad.

Pero pensándolo bien, era eso, o su padre se enteraría del faltante del capital de Li Technology. Y eso, definitivamente no sería nada bueno. Tanto para ella como para Shaoran.

-"No. Yo me metí en este lío y yo voy a salir de él" Dijo testarudo.

-"Casarse no es la mejor opción, ya sabes" En realidad, no había ninguna otra.

-"Simplemente recuérdame por qué debo aguantar la tortura de casarme…" Suspiró él.

Meiling sonrió maliciosamente –"Porque querías meterte en los pantalones de Kaho Mizuki, dueña de aquella estúpida empresa de decoración de interiores, que nunca obtendrá ninguna clase de beneficios, en la cual muy acertadamente, decidiste invertir; para conquistar a la única mujer en la faz de la tierra que te ha rechazado"

Shaoran se burló –"Mi plan va funcionando bien"

-"Ajá. Aunque no estoy muy segura cómo se tomará lo de tu boda" Ella le devolvió la burla –"Digo, si te rechazó cuando estabas soltero, no sé si te aceptará con anillo en tu dedo, primito"

Shaoran se levantó con una sonrisa –"Ni siquiera el matrimonio me detendrá, ya me conoces, Mei"

-"Eso está por verse" Murmuró para sí Meiling.

–"Y por favor, consigue algo que puedas presentar ante la familia¿quieres?"

Él sólo le volvió a enviar otra sonrisa satisfecha –"El dinero te será enviado el lunes, primita"

Pero antes de que pudiera salir triunfalmente de la oficina de Meiling, ella le dijo –"No te olvides que este fin de semana tienes la convención de inversionistas en Las Vegas" Dijo ella sardónicamente.

Shaoran se volteó –"¿Y a qué viene ese sarcasmo?"

-"A que es curioso que tengas que ir a Las Vegas, buscando esposa"

Él sólo resopló –"Estaré ahí" Y se encogió de hombros.

Aún Shaoran no sabía en lo que se estaba metiendo.

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Tokio, Junio 24/2006

10:00

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Se secó el sudor, con una toalla blanca y bebió más agua. Le dirigió una mirada rápida a su contrincante. Oh, por Dios. Era tan guapo. Sus cabellos estaban empapados debido al sudor. El fuerte sol iluminaba aún más sus expresiones masculinas. Y sus ojos… sus ojos brillaban como dos zafiros…

Pero su encanto no se encontraba simplemente en su perfecto físico. También estaba su cortesía inglesa, heredada de su familia.

Eriol Hiiragizawa había sido desde siempre parte del trío de mosqueteros conformado por Sakura Kinomoto y Tomoyo Daidouji.

Los ojos esmeraldinos al fin pudieron alejar su mirada de su mejor amigo.

El partido de tenis había sido intenso, especialmente por los potentes rayos de sol que esta mañana traía consigo. Pero si ver a Eriol, con una camiseta mojada, equivalía a soportar las inclemencias del rey astro, estaba dispuesta.

En sus veintitrés años de existencia, Sakura no podía recordar un día en el que Eriol no formara parte de sus pensamientos y de su vida.

Habían compartido todo. Eran vecinos, habían sido compañeros de jardín, de escuela, de colegio y de universidad. Ambos se graduaron de la escuela de leyes, y ahora también tenían en común el trabajo. Trabajaban para uno de los mejores bufetes de abogados en todo Japón.

Tenían dinero debido a que sus familias tenían empresas, pero ambos habían decidido no tomar parte de ellas.

Seguramente todo habría ido a la perfección en el primer año de secundaria, hasta que una chica se interpuso entre ellos. Tomoyo Daidouji lo había hecho inconscientemente, al entrar en el corazón de Eriol. Desde entonces se había formado el catastrófico trío.

Sakura aún sentía el dolor profundo que le había causado Eriol, al confesarle, todo sonrojado a los trece, que se había enamorado, de ahora, su mejor amiga Tomoyo. Su corazón se había roto en ese entonces, al tener que callar durante tanto tiempo sus sentimientos.

Sus recuerdos fueron interrumpidos por aquella enigmática y varonil voz que poseía el amor de su vida.

-"¡Oye, Sakura!" Le gritó desde el otro lado de la cancha de arcilla –"¿Vamos otro set, o te rindes?" Le había ganado dos sets de tres. Debería conocerla mejor, en su diccionario no existía la palabra 'rendirse'.

Y quizás era por eso que todavía lo seguía a todas partes, como si fuera un cachorro perdido.

Qué patética era su vida.

-"¡Ja¡Pronto serás tú el que se rinda!" Le respondió, mientras hacía un saque inesperado, tomándole por completo de sorpresa.

El shock que se mostró en la cara reveló que aquel tiro de verdad lo había sorprendido.

-"¡Eso fue trampa!" Pero no tuvo más tiempo de refutar porque Sakura ya había vuelto a sacar otro brillante tiro, marcando un segundo ace.

-"Oh, vamos, Eriol. No seas tan llorón¿quieres?"

Sus familias siempre habían sido amigas, pero nunca se habían unido en un casamiento con uno de sus miembros.

Por eso, se mantenía las expectativas altas con respecto a que la amistad de ellos se transformara en algo más.

Pero Sakura sabía que eso nunca sucedería. Porque Eriol a su vez, vivía enamorado de Tomoyo, aunque éste tampoco había revelado sus sentimientos. Tomoyo era muy lista y perspicaz con respecto a los sentimientos de los otros, pero nunca lo era cuando se trataba de sí misma.

Lo que no sabía Eriol, y lo sabía Sakura, era que sus sentimientos eran correspondidos.

Sakura había decidido, que el día en que estuvieran juntos, sería el fin de aquel trío y ella simplemente recogería los pedazos rotos de su corazón y se alejaría de ellos, de una vez por todas.

Por eso, cada momento con Eriol tenía un valor incalculable para ella.

Una hora más pasó, y al borde de estar completamente deshidratados, su hermano mayor, Touya, ingresó a la cancha de tenis, de los Kinomoto.

Una sonrisa maléfica rozó sus labios. ¿Así que Sakura iba perdiendo, eh? Aquel sería el motivo de burla de esta semana.

Qué lástima que el partido tuviese que ser cancelado.

-"¡Sakura!" La llamó a lo lejos. Pero tanto como ella como Eriol lo ignoraron. –"¡Monstruo!" Gritó más fuerte. No iba a acercarse a aquella cancha para que su hermana menor le diera un golpe con su raqueta, 'accidentalmente'.

Al escuchar el sobrenombre con el que su hermano siempre la fastidiaba, Sakura se volteó y, haciéndole un ademán de que espere a Eriol, se acercó hasta donde su hermano había avanzado.

Su mal humor iba en incremento. ¿Hasta cuándo Touya la llamaría así¡Por Dios! Se lo había dicho en frente de Eriol! Ojalá tuviera un buen motivo, esta vez.

-"¿Qué?" Le preguntó ya estando sólo a cinco metros.

El semblante de satisfacción de Touya se amplió, dejando escapar una sonrisa mayor –"Papá me mandó a buscarte. Quiere que Eriol y tú, vayan a su despacho"

Confusión se mostró en la cara de su hermana menor. –"¿Qué¿Para qué?"

Touya simplemente se encogió de hombros.

-"No lo sé"

-"¿No puede esperar a que terminemos con el partido?"

Touya negó –"Los padres de Eriol también se encuentran aquí, y dijeron que necesitaban verlos…urgente"

Sakura creyó desplomarse del cansancio. Si había algo que no quería hacer en aquel momento, era ver a los padres de Eriol. Estaba sudada, posiblemente su piel se había quemado un poco y probablemente apestaba debido a todo aquel esfuerzo físico.

Suspiró. ¿Qué podía ser tan urgente que no los dejarían siquiera tomarse una ducha?

-"Está bien. Subiré dentro de media hora, después de haberme refrescado"

Touya volvió a negar –"Dijeron ahora, monstruo"

Sakura se sintió fastidiada –"¡Está bien!" Dijo rindiéndose.

Eriol que los esperaba, para terminar el partido, se sintió sorprendido cuando Sakura lo comenzó a llamar. ¿Qué sucedía?

-"Eriol" Le dijo ella, exhausta –"Nuestros padres quieren una reunión. No sé qué diablos quieren, pero dicen que es urgente" Miró a Touya –"Aunque no entiendo por qué te enviaron a ti"

Touya sonrió confidentemente –"No lo hicieron. Pero quería ser yo el que se llevara el placer de interrumpirte"

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Sakura miró a su padre intensamente. ¿Qué se proponía?

Eriol estaba a s lado, ambos de pie, con una toalla en mano. Los padres de Eriol, sentados cómodamente en las sillas que ofrecía la amplia habitación. El lujo había formado parte de sus vidas.

-"Los hemos reunido porque queremos revelarles algo" Dijo con voz profunda el señor Hiiragizawa.

Eriol lo miró sorprendido –"¿Revelarnos?"

Fujitaka Kinomoto miró a su hija –"Esperamos que puedan entender…"

Sakura lo interrumpió –"¿Papá?"

Fujitaka lo miró impasible –"Escuchen, por favor. Como bien saben, nuestras familias siempre han sido colegas, socios en nuestros negocios. Pero decidimos, hace veintitrés años que era hora de fortalecer aquellos lazos que nos unían. Tanto Christina—" señaló a la madre de Eriol –"Como Nadeshiko habían quedado embarazadas, de un niño y una niña, respectivamente, nos pareció que aquel era el momento oportuno"

Tanto Sakura como Eriol, palidecieron al presentir lo que se les venía encima.

-"Ustedes… no, no pudieron habernos…" Susurró Sakura, mientras su corazón palpitaba con locura.

Richard miró a su hijo –"¿Comprometerlos? Sí. Lo hicimos"

Christina suspiró –"Recibieron toda su educación juntos, convivieron juntos y se hicieron amigos. Su crianza no fue una casualidad"

Para Sakura no pasó desapercibido que Eriol apretara sus puños.

Y aunque su corazón bailaba de alegría por estar atada a Eriol, en su interior sabía que esto no estaba bien.

-"Pero," Dijo el padre de Sakura –"si ustedes no llegaran a gustarse, el compromiso quedaba anulado. Nunca les hubiéramos dicho nada, y todo seguía con normalidad"

Richard Hiiragizawa miró a su esposa –"Pero, afortunadamente, ustedes son unidos. Y creímos conveniente decirles nuestro arreglo"

Sakura deseó que nunca lo hubieran hecho –"¿Y si nosotros no queremos comprometernos?" Eriol fue el primero que reaccionó.

-"¿Qué dices?" Dijo furioso. A Sakura aquel gesto la sorprendió. ¿Qué diablos hacía Eriol¡Él estaba enamorado de otra chica, por Dios Santo!

-"¿Perdón?" Le preguntó ella anonadada, mirando sus ojos. Pero en ellos tan sólo encontró vacío.

Esto era una actuación en beneficio de sus padres. Lo sabía.

Eriol siempre había sido respetuoso ante las decisiones de sus padres. Pero a Sakura no podía entrarle en la cabeza cómo podía acatar una orden así. Ella no participaría en esta farsa. Aunque tampoco sería quien la destruyera. Eso correría a responsabilidad de Eriol.

Fujitaka le preguntó a su hija –"¿No quieres casarte con él, Sakura?"

Miró a Eriol otra vez, en busca de ayuda –"¡Por supuesto que sí! Sólo hacía una pregunta hipotética"

Richard le pasó una cajita de terciopelo a su hijo –"Toma, Eriol"

Eriol como si fuese un simple títere, se dejó llevar por la situación.

Se arrodilló, abrió la caja, extrajo el anillo y lo colocó en uno de los dedos de Sakura.

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Casi siete meses después, aún aquel anillo se encontraba en el dedo de Sakura.

Tomoyo no le dirigía la palabra. Eriol se encontraba ensimismado en su propio pequeño mundo y tan sólo estando a dos semanas de la boda, decidió que era tiempo de tomar cartas en el asunto. ¿Hasta dónde sería Eriol capaz de llevar todo esto¿Hasta que estuvieran en el altar y dijera 'No, no acepto' y la humillara frente a todos¿O hasta que Tomoyo irrumpiera en la capilla y gritara '¡No, Eriol no te cases!'?

En cualquiera de los dos casos, ella sería la más humillada. Prefería estar en el papel de mala mujer que en el de la tonta. Estaba enamorada, no idiota.

Cerró la segunda maleta que llevaba consigo. Todos sus fondos habían sido transferidos a un banco estadounidense. Siempre había querido visitar Las Vegas, y qué mejor que ahora, para encontrar en aquella ciudad a un hombre que estuviera dispuesto a casarse, por unos cuantos dólares.

Guardó el contrato prenupcial que había preparado, y cerró la carpeta.

El matrimonio era la única salida. Explicaría a todos el por qué había huido de Eriol y de su boda, también cambiaría su nombre, haciéndola indetectable ante las posibles búsquedas que su padre realizaría.

Se miró en el espejo. El cabello rojizo no le quedaba mal. No, ni tampoco le quedaban mal los rizos. Se colocó unas gafas oscuras, agarró sus maletas y salió de la habitación.

Si su plan tenía éxito, no volvería a esta casa hasta dentro de un año.

Más tiempo que el suficiente para que Eriol y Tomoyo resolvieran sus problemas. Y también el tiempo suficiente como para que su estúpido e idiótico enamoramiento por su mejor amigo muriera.

Y con un poco más de suerte, encontraría al hombre adecuado, e incluso llegaría a amarlo.

Continuará…

Notas de Autora:

¡Hola! Aquí Sakki reportándose con una "nueva" historia. No, chicos, antes de que empiecen a lanzarme bolas de fuego por no haber acabado mis otros fics, tengo que decirles que no es nueva la historia. He borrado mi vieja versión de 'Bajo Contrato' para escribir esta nueva- Sí, tal como me oyen. Perdí todo, perdí los reviews, los hits, simplemente para poder llegar a ustedes con esta nueva versión. Espero poder alcanzar el éxito que tuve en la anterior versión. Y sólo ustedes pueden hacer eso posible, dejando sus comentarios¿sí?

Si esta versión no atrae la atención, la borraré dentro de una semana. En caso contrario, la próxima semana publicaré el próximo capítulo.

Besos y saludos para todos,

Sakki.