Capítulo 17

El Inicio del Principio

En sus aposentos, Carmesina recibía al duque Ettore quien se inclina ante ella. La princesa se sienta e invita al duque a hacerlo. La princesa lucía algo demacrada y al parecer había llorado recientemente pero habló con voz firme cuando se dirigió al duque

- No ... os he agradecido vuestra hospitalidad en Atenas y vuestro valor al ir por mi a Macedonia

- No teneis porque agradecerme ... mas bien lamento que hayan habido circunstancias penosas para Vuestra Alteza ... y es por ello que he venido a hablaros

- Supongo que habeis hablado con el emperador

- Así es ... Alteza ... manifesté al emperador mi extrañeza por tan repentina decisión hacia mi propuesta

- ¿Acaso no deseais eso, duque?

- Si ... pero no quiero veros forzada a una decisión que no deseais ... vine a deciros que de mi no espereis que apoye o participe en algo que os obligue a hacer lo que no quereis

Carmesina se pone de pie y le hace una seña para que el siga sentado. Tras dar unos pasos por la habitación, mira al duque antes de responder

- Duque Ettore ... aceptaré lo que mi tío y vos decidais ... solo os pido que respeteis mi tristeza y mi verguenza por no haber llevado con dignidad mi título de princesa de Bizancio ... deseo alejarme de esta ciudad y poder tener una vida tranquila con alguien que me respete

- ¿No con alguien que la quiera realmente?

- No creo ahora en aquello que llamais amor ... no puedo pensar en ello

- Entonces me veo obligado a declinar el ofrecimiento de vuestro tío

Carmesina lo mira un momento con gesto inexpresivo

- No os entiendo ... ¿porque? ¿acaso ahora no quereis llevar a vuestra casa a una doncella deshonrada?

- No es eso ... no veo deshonra en que vos hayais amado ni deshonra que hayais entregado a otro vuestra pureza ya que lo habeis hecho con amor y no hay nada que yo pueda reprocharos ... siempre será un honor y de gran valor para mi que vos seais mi esposa y tened presente que siempre os trataré con respeto ... pero lo que no quiero ser es un escape para vos ... una forma de olvidar al duque de Neopatria ... si vos entrais a mi vida será porque yo entraré a la vuestra y para ello necesitamos amarnos ... si vos quereis ser mi esposa será para buscar la felicidad pero si vos lo haceis solo para ocultarse y fingir algo que no es cierto, no conteis conmigo

- Señor duque ...

- Lo siento Alteza ... debo retirarme

El duque se pone de pie pero Carmesina avanza hacia el

- Señor duque ... por favor ... no os vayais ... ayudadme por favor ¡no se que hacer!

La princesa cae de rodillas y llora pero el duque no se le acerca y solo la mira desde donde está

- Pensad en lo que quereis hacer ,,, ¿que desea vuestro corazón?

- Yo ... yo solo quiero una oportunidad ... una oportunidad de ser feliz aunque sea solo un día ... un corto tiempo que me haga creer nuevamente en mi

El duque se acerca y se arrodilla junto a ella y toma sus manos

- Os concedo esto ... tiempo ... aprended a ser feliz aqui y cuando esteis segura de que lo que os puedo ofrecer le permitirá alcanzar esa felicidad que anhela, yo vendrá a vuestro lado

El duque le da un beso en la frente antes de ponerse de pie y retirarse

Irene seguía mirando la playa al lado de Yazin, quien no había dicho una palabra

- ¿No tienes nada que decir? - le pregunta Irene

- Creí que eras tu quien quería decir algo

Irene traga saliva antes de hablar

- Yazin ... lo siento ... pero tu esperas algo que creo que no pueda darte

- Lo se ...

- ¿Que dices?

- Nestor me lo dijo

- ¿Quien?

- El muchacho que está con Kemal ... el me dijo que no esperara lo que no iba a tener ... me lo dijo antes de ir a buscarte

- Y aún así fuiste

- Lo que yo no pueda recibir no significa que no pueda dar ... ¿que importancia tiene que tu no me correspondas cuando yo si te amo?

- Yazin ... eres completamente diferente a la idea que tenía de los tártaros ... no se que decir mas que lo siento

Yazin saca una flecha y la dispara hacia el mar

- Supongo que tal vez haya otro tal como lo dijo ese monje

- Yazin ...

- Mejor no me lo digas

- ¿Aún quieres quedarte aquí?

- Si ... aún me debes el enseñarme el griego

Yazin carga su arco al hombro y se retira al interior de palacio. En ese momento sale Ettore quien se acerca a la joven

- El emperador ha dejado vuestro destino en vuestras propias manos ... sois libre y podreis venir conmigo a Atenas

- Mi señor ... os lo agradezco pero creo que me quedaré

- ¿Que decis?

- Por favor ... solo os pediría que le digais a Aristos que lo amo y que me espere ... sed bueno con el ... por favor

- Vaya ... ¿se trataba de Aristos? no lo sabía

- ¿Lo hará?

- Quedaos tranquila ... lo haré ... ¿tiene que ver tu decisión con Yazin?

- Vos lo dijisteis ... el merece algo mas que palabras ... al menos debe de aprender el griego

Inconcientemente el duque se inclina ante ella y sin dar tiempo de responder, se retira hacia su nave que parte a Atenas de inmediato

En Atenas, hizo llamar a Aristos para transmitirle el mensaje de Irene. Le pidió paciencia y (algo que extraño a todos) le pidió perdón por lo que pasó con su familia. Tras enterarse que el había salvado a la princesa decidió recompensarlo pero Aristos no quiso

- ¿Porque os negais a algo que os corresponde por derecho?

- Señor ... si hemos de ser sinceros, os confieso que yo acudid a vengarme de vos en la persona de la princesa ... no sabía quien era ella y nuestra ayuda fue en realidad mas circunstancial ... os ruego que acepteis mi sinceridad como yo acepto la vuestra así como el perdón que vos me pedis

Ettore guardo silencio y ordenó a sus guardias que salieran. Se acerca al joven Ettore y saca su cuchillo

- Si vos cometeis un error como el de vengaros en inocentes no os hace mejor que los nobles a quienes despreciais ... tomad ... usad este cuchillo contra mi si pensais que algo os debo

Aristos sujeta el cuchillo con fuerza pero al instante lo deja caer

- Me debeis todavía señor ... pero prefiero que seais me deudor y asi me permitirá poder reprocharos algo con mayor libertad

- Veo que sois mas sabio de lo que aparentais ... podeis iros Aristos pero os mandaré a llamar cuando necesite vuestro consejo y ser un buen señor para vuestra gente ... idos ahora con vuestra madre y aceptá lo que quiera ofreceros porque lo hago con sinceridad

Habían pasado 6 meses, donde la natividad y el inicio del nuevo año fueron celebrados casi sin alegría entre la población constantinopolitana. 1391 había llegado con malos pronósticos para la cristiandad donde un victorioso Sultán había conseguido apoderarse de la mitad de Bulgaria. La última carta de Manuel expresaba los difíciles momentos vividos en Brusa. Tras el asalto de Filadelfia, Manuel fue enviado a comandar un cuerpo del ejército turco en campaña contra tártaros y persas. Las condiciones eran duras y los peligros constantes. Todos temían por el.

La ciudad de FIladelfia había pasado a manos del Sultán por obra de los dos príncipes: Manuel y Juan. Ambos príncipes fueron obligados a sitiar la ciudad de Filadelfia con las tropas del Sultán. El gobernador de la ciudad se había negado a abrir las puertas a los turcos y Manuel la sitió. Fue una forma de humillar al imperio y a Manuel. El príncipe sufrió un rudo golpe moral pero fue preferible al hacha que le tenía preparada Bayazid quien ya no miraba con buenos ojos a aquel bizantino que parecía tener cualidades suficientes para manejar lo que quedaba del imperio con menos docilidad que su complaciente sobrino. Bayazid pensó que era mejor mantenerlo con vida en caso de que Juan se mostrara menos insumiso. Al tenerlos a los dos de rehenes le permitiría elegir a quien permitir ser emperador cuando Juan V muriera

El viejo emperador había recibido una última humillación. Habiendo mandado a reconstruir y reforzar los muros de la ciudad cercanos a la Puerta Aurea, Bayazid había enviado una embajada ordenándole su demolición. Ese pedido era simplemente para que no le hicieran las cosas difíciles si Bayazid se decidiera a ponerle sitio a la ciudad. Juan V tuvo que ceder ya que la orden vino con la amenaza de arrancarle los ojos a Manuel si es que no se le obedecía. Esta situación agravó mas su condición

Eran los primeros días de febrero de 1391. La salud del emperador era cada vez mas débil. Algo parecía estarlo consumiendo cosa que hizo que Carmesina asumiera los deberes de gobierno como corregente. Fué difícil hacerlo, pese al respeto de los cortesanos, habían grupos que murmuraban contra ella. Ella lo esperaba ya que frente a un gobierno aparentemente débil y sin el apoyo del heredero, surgirían grupos con intereses de manejar el gobierno

- Esa no es la forma de pensar de mi tío - dice Carmesina a un grupo de cortesanos encabezados por Baragos

- Alteza ... nuestras necesidades nos obliga a elevar los impuestos de los ciudadanos y a las provincias que aún nos obedecen

- Esto no pasaría si no se hubiera pactado con los genoveses para que custodien nuestras costas ... el precio es excesivo y solo accedí para no romper la palabra empeñada

- Alteza ... eso no está en discusión

- Lo que está en discusión es nuestro pueblo que ahora es lo único que tenemos ... no aprobaré dicha ley

- Alteza, os pido que reconsidereis

- Ya he dado mi última palabra consejero ... insistid ante los comerciantes que paguen mas ... o que mejor dicho, sus contribuciones pasen a las arcas del imperio y no a las bolsas de los funcionarios

- Creo que vuestra Alteza no tiene una clara idea del terreno que está pisando ... no podemos pasar por encima de intereses legítimos para favorecer a la chusma

- ¿Acaso debo entender que no puedo disponer como considere mejor si eso perjudica vuestras ganancias?

- Lo que quiero decir es que una joven inexperta e ilusa no parece tener las capacidades necesarias para gobernar ... nosotros, señora, somos el imperio ... han pasado muchos emperadores y regentes y nosotros seguimos aqui ... lo que representamos ha sido la garantía de existencia del imperio ... ahora señora, poned el sello imperial

Baragos le extiende el pergamino y le pone el sello

- Apartad eso de mi - contesta Carmesina decidida

- Alteza ... es vuestra última oportunidad ... yo puedo ponerlo en vuestro lugar y sentar a alguien mas digno de ese trono ... alguien que no se rodee de escoria tártara y armenia

- ¿Que quereis decir?

- Que una jovencita deshonrada es indigna para darnos órdenes ... tal vez os consiga un mejor puesto en los burdeles de Constantinopla

Carmesina baja la cabeza y coge el sello para luego estamparlo en aquel pergamino. Baragos sonríe y mostrando el sello a los demás consejeros que asienten con la cabeza, le dan la espalda y se dirigen a la puerta

Cuando las puertas se abren, no estaba la escolta de los consejeros. Estaba Basilio con soldados y sus lanzas al ristre. Baragos se da vuelta y ve a la princesa rodeada de varegos y caballeros de Rodas con las espadas desenvainadas

- ¿Que significa esto? - exclama Baragos - ¿que es este ultraje?

- Sucede que vos no sois el único listo aqui Baragos - interviene Vasili que acompañaba a Basilio - vuestros guardias os han abandonado a cambio de un mejor puesto que cuidaros la barriga ... hemos descubierto vuestra conjura y vuestra traición y hemos sido testigos de vuestro desafío al trono ... os confiasteis en que la princesa se dejaría manejar pero ella ha estado preparando esto por meses ... hemos descubierto también que vos habeis estado suministrando un veneno al emperador lo que ha agravado su estado de salud

- ¡No podeis probar esa infamia!

- ¿Creeis vos que es necesario? de todos modos, el paje del emperador ha confesado ... se asustó al ver el cepo y los hierros ardientes lo que soltó su lengua ... vuestros aposentos han sido registrados y hemos encontrado esto - Vasili le muestra un frasquito - que nuestros médicos ya han identificado como veneno

- ¿Creeis vos que eso servirá ante los jueces? ¿creeis que mis siervos no se sublevaran ante esta injusticia?

- Vuestras tierras están en manos del Sultán quien las ha invadido hace poco ... se las entregamos ... y acerca de los jueces ... estais ante ellos y ahora ireis ante el verdugo ... ¡llevaoslo!

Los soldados toman de los brazos a Baragos y lo arrastran fuera ante los gritos de todos los cortesanos que siguieron el mismo camino. Baragos alcanza a gritar

- ¡Buen movimiento princesa! ¡veo que habeis aprendido mucho del duque Hipólito aparte de los placeres del himeneo! ¿convencisteis a estos perros en vuestro lecho? ¡Jaja! pero esperad ... ¡vos no tardareis de seguir el mismo destino cuando la verdadera fuerza venga por vos y ante el cual bajareis la cabeza como lo haceis ante un cuerpo bien formado! ¡Jajaja!

Carmesina se deja caer sobre el trono y sin mirar a nadie, deposita su sello sobre la sentencia de muerte a Baragos por el delito de alta traición. Solo levanta la cabeza para mirar a Vasili

- ¿Como está mi tío?

- Lamentablemente muy mal ... el veneno ha estado consumiendo su cuerpo

- ¿Por orden de quien ha actuado Baragos?

- señora ... sabemos que la orden vino de Macedonia ... supongo que debemos suponer de quien

Carmesina no dijo nada y solo se queda mirando el vacío

- Dejadme sola ... dentro de un momento veré a mi tío pero ahora quiero estar sola

Todos se retiran y Carmesina siente las lágrimas correr por sus mejillas. Los pasos que sintió tras ella la hizo sobresaltarse

- Vos aqui ...

- Si mi señora ... yo siempre estaré con vos

- Philip ...

Philip estaba allí visitiendo su armadura. Tenía un ojo cubierto que había perdido por las torturas y el otro, por suerte había quedado intacto y recuperó la visión paulatinamente, tiempo que la pasó en palacio, cuidado por los médicos del emperador

- Os ruego me disculpeis pero vos habeis hecho lo correcto

- ¿Que es lo correcto Philip? ¿cargar con esto que no deseo? ¿enterarme cada día que pasa que mi amor era un amor falso y despreciable? ¿soportar el desprecio y las burlas de mis cortesanos por haber sido tan débil? ¿tener un prometido que no quiere verme? ¿saber que mi tío morirá y que mi primo no puede venir sin que lo maten? ¿ver un enemigo en cada sombra que desea sacarme de este trono que no quiero pero que a la muerte de mi tío me convertirá en emperatriz?

- No desespereis señora ... vos teneis las respuestas a esas preguntas ... buscad en vuestro corazón

- Oh Philip ... sois tan parecido a Stefano ... como desearía que el estuviera aqui ... lamentaré siempre lo que pasasteis por mi causa

- Mi Señora ... si aproveché este momento a solas fue para entregaros un mensaje que ha llegado a mis manos

- ¿De quien es?

- Del duque Hipólito de Neopatria ... desea veros

Carmesina se queda perpleja y luego arruga el mensaje para arrojarlo al suelo

- ¿Como, Philip, vos me entregais un mensaje de el? ¿es que acaso no se quien es quien de los que están alrededor mío?

- Intercepté el mensaje y os lo hago llegar porque para que encontreis esas respuestas debereis enfrentar lo que os aflige ... nada ganareis con escapar ... ¿sereis la esposa del duque Ettore? pues ... demostradle respeto e id a ver al hombre que pensas amais y decidid que es lo que vais a hacer

Carmesina guarda silencio unos segundos

- Pero ... si se enteran todos yo perderé el poco respeto que me tienen y no podré ver a la cara a Ettore

- Yo me ocuparé de ello ... por favor princesa ... aceptá este reto y recuperad el respeto por vos misma

Carmesina estaba cabalgando en compañía de Irene por los bosquecillos cercanos a la ciudad. Fue en eso que la figura de un caballero en su montura surge de detrás de los árboles. Carmesina palidece al reconocer al duque Hipólito

- Me alegro que hayais recibido mi mensaje ... ansiaba veros y poder hablar con vos

- Señor duque ... acepté el veros porque quería poder entender lo que yo he significado para vos y lo que vos significais para mi

- ¿Es necesario que esa sierva escuche?

- Ella me dijo una vez que era mi parte sensata ... ya no me respeta pero se preocupa por mi y por eso está aquí ... lo que mi corazón no pueda o deba contestar ella lo hará ... así que cuidaos que ella maneja la espada mejor que cualquier hombre que conozca

- No lo dudo ... así como maneja el cuchillo ... pero ¿que puede entender ella de los asuntos del amor?

- Supongo que nada ... ya que mientras vos y yo compartíamos un momento que creía era de amor, ella era violada por vuestros hombres en la mazmorra que compartía con Philip, quien ha perdido un ojo como resultado de vuestra hospitalidad

- Carmesina ... yo no lo sabía

- ¡Fuisteis vos quien lo capturó! ¡el os vio dando las órdenes de encerrarlo y vos me negasteis que teniais a alguien de mi confianza siendo torturado en vuestras mazmorras! ¡vos sabiais donde estaba Irene y me lo ocultasteis para que nos pudiera dejar a solas y vos obtengais lo que queriais de mi!

- Carmesina ... yo ... yo lo lamento ... es cierto, sabía de que Irene había sido encerrada cuando descubrió a Philip pero yo no ordené que los torturaran

- ¿Tampoco ordenasteis la masacre de las aldeas en vuestro camino hacia aqui con el pretexto de defenderme? ¿tampoco ordenasteis empalar a los prisioneros frente a los muros de mi ciudad? ¿tampoco habeis masacrado a la gente que vivía en Macedonia? ¿y ahora me negais el venir aqui para poder convencer a la tonta princesa para que os ayude a sentaros en el trono ya que habeis procurado acelerar la muerte de mi tío el emperador? ¡vuestros asesinos han sido capturados y ahora sus cabezas están clavadas en la puerta principal!

- ¡Yo no ordené tal cosa!

- Un hombre ante la muerte inevitable no tiene porque mentir ... esta princesa no es tan tonta como parece, duque de Neopatria ... la comedia ha terminado ... os ruego que regreseis a vuestro ducado y os olvideis de mi

- Carmesina ... todo lo hice por vos ... fui mal aconsejado ... pero estoy dispuesto a renunciar a todo por vos tal como os dije ... por favor ... no me dejeis ... os amo

- La muerte no puede señalar el camino del amor, duque ... no me honrais con la muerte de otros ni con la mentira ... solo hace mas grande mi deshonra

- ¿Acaso podeis negar que me amais? ¡miradme a los ojos y negadlo! ¿podeis hacerlo?

Hipólito se había acercado lo suficiente y miraba fijamente a Carmesina quien se siente flaquear. En eso Irene se acerca y le toca el hombro

- No puedo negaros, Hipólito ... no puedo negar el amor que me inspirais ... pero lo nuestro es imposible ... no seré egoista con mi gente ni con aquellos que me han demostrado amor sincero ... la princesa no puede amar a uno solo ... su amor debe ser para todos por igual ... el poder exige ... el deber también ... y mi deber es no darle al imperio un Cesar cruel ...olvidadme y yo haré el esfuerzo como esposa del duque de Atenas

- ¿Que? ¡eso no lo permitiré! ¡jamas!

Hipólito sujeta el brazo de Carmesina pero en eso Irene saca una espada que pone en el cuello de Hipólito. Este en un rápido movimiento, retrocede y saca la suya. En eso varias sombras surgen de la espesura. Hipólito ve a Yazin y Kemal apuntando con sus arcos mientras Philip aparecía a caballo con su espada desenvainada

- Os ruego que no sigais siendo mi enemigo duque - dice la princesa - recordemos lo vivido como algo hermoso que no se repetirá mas ... por favor, si me amais, respetad mis deseos y mi deber ... como yo he hecho prometer a estos hombres que respetaran vuestra vida pese a que a sus ojos vos no lo mereceis

Carmesina se retira sin que Hipólito pueda impedirlo. Cuando se alejó, Yazin, Kemal y Philip se retiran dejando al duque solo y reprimiendo los deseos de llorar

Habían pasado dos días de aquella entrevista. La agonía del emperador se hacía cada vez mas dura. Carmesina no se separaba de su lado mientras los demás aguardaban fuera de la habitación. El viejo emperador miraba a su bella sobrina quien trataba de mostrarse serena

- Mi preciosa Carmesina ... muy rápido os he hecho crecer ... perdonadme el haberos comprometido en tantas cosas que no deseais

- Abuelo ... nada de lo que ha pasado ha cambiado el gran amor que siento por vos ... solo lamento haberos dado poca felicidad

- Vuestra propia existencia me da felicidad ... vuestra presencia aqui me permitirá morir tranquilo aunque mi hijo ... mi brillante Manuel no esté aquí

- Lo necesitamos tanto tío ... no me dejeis sola ... no ahora

- Carmesina ... todos tenemos que morir ... tarde o temprano todos debemos presentarnos ante Dios y El ha sido generoso conmigo al darme tantos años y haberme permitido reinar en este moribundo imperio ... pero antes de partir debo deciros algo ... algo que os hará comprender que nada de lo que ha pasado aquí es casualidad ... un destino del que busqué alejaros y por lo visto, no he tenido éxito ...

- No lo entiendo tío ... ¿que me quereis decir?

- Por favor ... ve a aquel armario y sacad lo que hay allí

Carmesina obedece y extrae de aquel armario un cofrecito primorosamente labrado

- ¿Este cofre no es aquel que trajeron los embajadores del príncipe de Moscu?

- Asi es ... abridlo ...

Carmesina lo hace y ve una joya parecido a un pendiente. Dentro de el cofre había una tablilla escrita

La joven princesa mira a su tío con sorpresa quien asiente con una ligera sonrisa

Después de esa entrevista, Juan V entró en un proceso febril que se prolongó toda la noche. Carmesina no se separó de el y veló en su agonía mientras poco a poco, el emperador entraba a un profundo sopor y su último pensamiento fue para su sobrina y su hijo Manuel

En la mañana del 16 de febrero, Carmesina sale de la recámara de su tío con los ojos enrojecidos para anunciar a la corte que el emperador había muerto

Manuel se encontraba caminando por los pasillos del palacio de Brusa. Contemplaba los vestigios de lo que fue la mas opulenta ciudad bizantina de Asia antes de que los turcos la tomaran hacía tantos años atrás. La escolta que lo seguía a todas partes lo había dejado solo lo que no molestó al principe, cansado de aquella vigilancia. Habíase negado a seguir otras campañas para el Sultán tras la humillación de tener que tomar su propia ciudad de Filadelfia y entregársela al Sultán y quería recuperarse de aquello distrayendo su mente

El príncipe seguía observando los muros mientras trataba de llegar a la biblioteca, fue cuando unas sombras subrepticiamente se dejan notar a la luz de las antorchas. Manuel se da cuenta pero, prohibido de usar armas, solo atina a buscar un lugar donde refugiarse ante la ausencia de su escolta "¿será por eso que la escolta me dejó? ¿el sultán ha decidido asesinarme?"

Los ruidos y estertores se hicieron escuchar pero Manuel no salió. Fue cuando una voz lo llama por su nombre

- Alteza ... podeis salir

Al reconocer la voz, Manuel sale. Frente a el estaba Mustafá Pashá que llevaba una espada ensangrentada en la mano mientras tres de sus hombres terminaban de matar a los asesinos que buscaban a Manuel

- No lo entiendo ... ¿el Sultán ha ordenado matarme y vos me salvais?

- Aunque no lo creais Alteza, el Sultán no ha enviado a estos hombres ... estos han venido a mataros por orden de alguien cuyos intereses es ocupar el poder en Constantinopla mientras vuestro padre agoniza

- ¿Mi padre? ¿acaso ha muerto?

- Así es ... pero debereis regresar ahora ... si quereis saber la verdad, el Sultán me envió a mi para que me deshiciera de vos de una manera sutil ... como el encontraros acuchillado no sería tan sutil decidí salvaros pero creo que vos mereceis al menos gobernar lo que queda de vuestro imperio aunque el Sultán desee que reine vuestro estúpido sobrino Juan ... id con Alá y tened cuidado ... disfrazaos para que nadie se de cuenta y acudid al puerto ... hay una galera esperando

Manuel no necesitaba que lo acicatearan ... velozmente, tras inclinar la cabeza ante Mustafá, sale de palacio pasando inadvertido ... en pocas horas estaba camino a Constantinopla

Jerusalén no era lo que Robert había pensado. El y Enrique habían aceptado acompañar a Roger Guiscardo y a Reynald ya que también ansiaban llegar a Tierra Santa antes de emprender el largo y peligroso viaje a la corte de Samarcanda. A diferencia de sus acompañantes, Reynald estaba impresionado y lo primero que hizo fue entrar de rodillas a la ciudad y pedir perdón por sus pecados y los de todos, lo cual llamó la atención de la gente e incluso los guardias musulmanes los miraron con hostilidad, pero nadie los molestó porque desde los tiempos del emperador alemán Federico II, este había conseguido un acuerdo con uno de los descendientes de Saladino para que los peregrinos cristianos sean respetados, acuerdo que se había mantenido mas aún con el creciente poder turco. Los musulmanes arabes no veían con buenos ojos a los nuevos defensores de la fe y preferían tener buenas relaciones con los cristianos

- ¿Que haceis? - le dice Roger - llamais la atención y estamos en tierras de infieles

- Le prometí a mi abuelo que es lo que haría al llegar a Constantinopla

- ¿Vuestro abuelo? - pregunta Robert - ¿quien era?

Reynald no responde, asustado al ponerse en evidencia ante su hermanastro, por lo que entra a la ciudad apuradamente. Robert lo siguió pero Roger se puso entre ellos dos y Enrique de Guzman (a quien Roger confió la verdad) trataba de distraer al inglés sobre la historia de Jerusalén y los lugares santos. Antes habían dejado sus armas a los centinelas

Juntos visitaron el Cólgota donde Reynald lloró y besó la tierra donde fue clavada la cruz. Todos le imitaron pero Robert seguía mirando con desconfianza al campesino francés

Hubo un momento en el que Enrique de Guzmán y Reynald desaparecieron por lo que Roger se ocupó del noble inglés. El normando conocía Tierra Santa y pudo llevarlo por los caminos que Jesús recorrió en su Vía Crucis hasta el Cólgota y le señalaba los lugares donde había caminado junto con sus discípulos y e lugar donde estuvo el templo de Jerusalén ante que los romanos, comandados por el futuro emperador Tito, la destruyeran

- Roger ... vos conoceis a Reynald ... ¿desde hace cuanto esta con vos como pirata?

- Podría decir que desde hace seis meses

- Creí que estaría mas tiempo con vos ... le teniais mucha confianza

- Amigo inglés ... Mohamed capturó a Reynald cuando era prisionero de los berberiscos ... luego, al verlo, decidí a tenerlo conmigo y ayudarlo a llegar a Jerusalén

- ¿Porque?

- Me interesó su historia ... quería llegar aquí para pedir perdón por sus pecados

- ¿Había uno en especial?

- Si ... el haber matado a su padre

Robert se pone de pie y corre por las calles de Jerusalén, siendo seguido de cerca por el normando. Tras varias calles de búsqueda frenética se topa con Enrique de Guzman quien estaba solo y caminaba con paso lento

- ¡Conde! ¿donde está? ¿donde está el asesino? ¿donde lo habeis dejado?

El conde lo mira tranquilamente y hace un gesto

- En aquel monasterio ... los monjes lo aceptaron y por eso lo acompañé ya que conocí al abad hace tiempo e intercedí por el ... se encuentra ahora buscando la paz de su alma con Dios

- ¡Yo le daré la paz que necesita! ¿porque me lo ocultasteis? ¡El mató a mi padre!

Robert corre hacia el monasterio y golpea sus puertas pero estas no le son abiertas, pero el escándalo atrae la atención de los lugareños que no le dan mucho interés ya que eran asuntos de cristianos, pero existía el riesgo de que los guardias aparecieran y los arrestaran

- Os ruego que os controleis - le dice el conde - nada ganais con aporrear esa puerta porque no se os abrirá

- ¡Es mi derecho castigar al asesino de mi padre!

- Y es vuestro deber respetar a Cristo cuya tierra profanais con vuestro odio ... no es justicia lo que quereis sino venganza y eso no funciona aquí ... si usais la violencia contra vuestro hermano sereis arrestado por los musulmanes y juzgado como un simple delincuente ¿es eso lo que quereis?

- No lo llameis "mi hermano" el es ...

- Un bastardo ... lo se ... pero eso no quita que tengais la misma sangre ... dejad vuestro rencor de lado y dejad a vuestro hermano que encuentre su camino aqui ... ya habrá oportunidad de que os rinda cuentas pero hoy no es el día ni el lugar

- ¡Vos! ¡vos lo sabiais y me lo ocultasteis!

Robert avanza hacia el pero el gigantesco Roger se interpone

- Pensad bien lo que hareis ... no creo que seais tan tonto de querer pelear conmigo

Robert se da cuenta pero el temor en cierto modo lo calma. Les da la espalda pero el conde se le acerca

- Os ruego que os calmeis ... nos quedaremos aqui en Jerusalén hasta mañana ... reflexionad y si aún lo deseais, acompañadme a Samarcanda ... cuando regresemos, volveremos a Jerusalen donde tendremos la oportunidad de encontrarnos con Reynald y si vos pensais lo mismo no os detendremos y solo vos afrontareis las consecuencias de vuestras acciones. Reynald me ha dado su palabra de que se quedará aquí a esperaros

Robert no contesta y solo baja la cabeza. Enrique y Roger prefieren dejarlo solo

A la mañana siguiente, los tres, junto con su comitiva, parten rumbo a Samarcanda

Los funerales del emperador fueron majestuosos, donde la gente, como es costumbre, hablaron de las cualidades del difunto emperador y que el mayor mérito de su largo reinado había sido el mantener la posición de la ciudad como cabeza del imperio frente a musulmanes y cristianos fieles al Papa

Poco después llegó Manuel el 18 de marzo y fue reconocido emperador por Carmesina quien salió a recibirlo. No faltó quien le dijo que aprovechara su ausencia para coronarse emperatriz y evitar que su sobrino Juan tomara nuevamente el poder, pero la princesa había dejado todo en manos de Basilio quien tomó las previsiones necesarias para evitar que Juan entrara a la ciudad y esperaron juntos la llegada del príncipe aunque no estuvieran seguros si eso sucedería. Pero sucedió y Manuel llegó para beneplácito del pueblo que no confiaban mucho en las cualidades de Carmesina como gobernante.

Manuel y su prima se entrevistaron a solas. La princesa temía que Manuel le volviera a hablar de aquel amor que sentía por ella y pedir que acepte ser su esposa. Nunca supo si Manuel tenía eso en mente ya que rápidamente le entregó la última voluntad del emperador en un rollo de papiro sellado y que solo Manuel podía leerlo. Mientras lo hacía, la joven le habló que su compromiso con el duque de Atenas ya estaba formalizado. Manuel no parecía prestarle atención mientras leía las últimas palabras de su padre. Tras concluir miró a su prima seriamente

- ¿Eso es lo que quereis?

- Asi es

- Pues ... me alegro por ti ... y si ese es tu deseo, te ruego que os prepareis para marcharos cuando vuestro prometido llegue

- ¿Que?

- Para que esperar querida prima ... partid a vuestro destino que habeis elegido ... vuestra presencia aqui no es necesaria y os prefiero lejos ya que el Sultán no tomará de buen animo el desafiarlo al coronarme emperador. Además dos princesas en el palacio es demasiado

- No entiendo

- Creí que mi padre os lo habría dicho antes de que yo recibiera este mensaje ... me ha elegido esposa y muy pronto llegará una embajada para concretar el acuerdo entre el imperio y el señor Constantino Dragases de Macedonia ... su hija Elena Dragas ha sido elegida como mi futura esposa y emperatriz del imperio

No habían pasado dos días de aquella entrevista cuando Ettore de Atenas que había llegado a Constantinopla llamado por el emperador se acerca a hablar con Carmesina a quien encuentra en el jardín junto a Irene

- Mi señora ...

- Mi señor duque ... me alegro que hayais venido a verme ... no habeis contestado mis cartas ni habeis hablado conmigo desde que llegasteis

- No quise hacerlo señora ... no quise presionaros ni forzaros a una decisión que no sea hecha por vuestra propia voluntad ... hable con vuestro primo y me comunicó su decisión que me parece extrañamente muy apresurada ¿ha sucedido algo que deba saber?

- Si ... debo confesaros que me entrevisté con el duque de Neopatria ... no ... no os asusteis ... solo acepté hablar con el para decirle que en mi ya no hay nada para el y que desde ahora me considero como futura esposa vuestra ... condición que aceptaré con el mayor gusto y honor ... sois un hombre noble duque ... tal vez no pueda amaros con la misma pasión que amé antes pero se que vos sois un buen amor y deseo haceros feliz ... si es que vos quereis

Ettore toma las manos de la princesa y las besa

- Jamás un hombre podrìa sentirse mas dichoso de ser vuestro esposo

Ambos se casaron en la capilla de palacio por el mismo Patriarca quien les deseo los parabienes a la pareja. Ambos se casarían nuevamente en Atenas en una ceremonia romana por lo que partirían de inmediato en una galera que el nuevo emperador había mandado a preparar y que sería escoltada por una escuadra de los caballeros de Rodas comandadas por Philip

Alseci había hablado a solas con Yazin a quien le dijo algo que lo puso serio y partió a sus aposentos. Por lo visto era también la hora del adios para Irene y Yazin ya que la joven había aceptado seguir a su ama a Atenas (cosa que esperaba de todos modos además que recibió un mensaje de Aristos de manos del duque de Atenas). Esta lo encuentra vistiendo sus toscas prendas con las que vino y alistando sus armas

- ¿Te vas acaso Yazin? ¿es que acaso mi partida acelera vuestra marcha?

- No ... no es eso ... ¿no te has enterado?

- ¿De que?

- Toqtamish ... el amo de la Horda de Oro ha declarado la guerra a Tamerlan y ha invadido sus dominios ... según se ha arrastrado a esa aventura a todos sus aliados y entre ellos están el khanato de Crimea ... el Khanato de mi padre ... si mi hermano ha tomado el mando, seguirá a Toqtamish ... lo conozco ... es un error ya que Timur es invencible pero mi deber es acudir con los míos

- ¿Lo ves? ¿lo ves tártaro? ¡es por ello que no quería nada con hombres de guerra! ¿como podría aceptarte sabiendo que vois marchariais alguna vez? ¡maldito seais!

- Tal vez no nos volvamos a ver ... ¿no tienes nada agradable que decirme?

Irene por toda respuesta lo abrazó y sin pensarlo lo besó. Ambos se quedaron unidos por ese beso y lentamente, Yazin desprendió aquel vestido que la cubría mientras cerraba la puerta ...

Alseci y Schelotto estaban en el puerto. El sacerdote había aceptado oficiar la ceremonia de unión del duque con la princesa y partía con ellos a Atenas. Su amigo lo despedía en el puerto mientras esperaban a la pareja

- ¿Que hareis amigo? ¿acaso no regresais a Roma?

- No - responde Schelotto - Segismundo de Hungría está contratando soldados para luchar contra los turcos ... he decidido ofrecer mis servicios

- Amigo ... luchar por Bulgaria tal vez sea una lucha perdida

- Lo se ... pero soy mercenario y es la guerra mi estilo de vida y si debo hacerlo prefiero luchar contra los infieles ... tal vez así Bayazid sepa que los cristianos podemos unirnos

- Espero no os equivoqueis ... mientras aquí se lucha contra el, nuestro amigo Yazin parte a otra que también puede ser una guerra perdida

- Tamerlan

- Asi es ... el Khanato de Crimea se ha unido a la Horda de Oro para luchar contra el ... ambos son reinos poderosos pero se que Tamerlan es lo que no es Toqtamish ... un hábil estratega, un genio de la batalla ... no creo que sea derrotado fácilmente

El duque Ettore estaba cerca y no prestaba atención a la conversación de ambos guerreros. Pensaba en su ciudad y que el no había dejado de ser vasallo de Florencia. Un cambio de ese tipo habría provocado la inmediata invasión de los señoríos florentinos a su ducado. Le había costado trabajo convencer de su lealtad a Florencia y tuvo suerte que el consejo de la República le haya dado aún su confianza aunque había pesado el que se convertiría en el esposo de una princesa bizantina y tal vez futuro Cesar del Imperio. Un título muy codiciado por cualquier noble de Europa

Ambos partieron en compañía de Alseci, Philip y una compañía de Varegos, La escuadra de los caballeros de Rodas los recibieron en alta mar y tras los saludos a vela desplegada se dirigieron a Atenas

El duque Hipólito descendía las escaleras que lo conducían a la parte baja de su castillo. Escalinatas que desaparecieron el día que quiso regresar con un grupo de soldados pero que ahora parecían aparecer de la oscuridad en la que se sumergía. Tras un largo camino, llegó hasta la puerta siniestra que antes se le había abierto y que ahora nuevamente se abría a su presencia

En su interior, la tenue luz iluminaba la oscuridad del recinto donde las presencias estaban latentes y en medio de ellas estaba Vilonga quien extiende los brazos

- Bienvenido mi señor ... veo que habeis reflexionado sobre lo que os dije

- Maldito sea ... vos arruinasteis mi vida ... vos me convencisteis de atacar Constantinopla ... de arrestar y matar a la escolta de la princesa ... de mantener cautiva a su doncella y estoy seguro que vos ordenasteis envenenar al emperador Juan ¿porque? ¿porque lo hicisteis?

- Mi señor ... entended que el camino al verdadero poder está plagado de espinas ... vuestro sufrimiento no se vió aliviado por vuestro amor y os ha hecho entender que necesitais el poder para tener lo que deseais ... la princesa no esta lejos y vos podeis llegar a ella

- Ella es ahora la esposa del duque de Atenas

- ¿Y con eso que? la mujer es débil y ama al fuerte y estoy seguro que ella os esperará y vos fuisteis el primero y el duque solo tiene vuestras sobras ... ¿que hubiera pasado de haber logrado su mano cuando habiais planeado abandonar todo por ella? eso solo hubiera sido un desperdicio ... los turcos y vuestros enemigos se habrían apoderado de vuestras posesiones y yo os sigo ofreciendo el mayor poder

- Un poder que no os ha salvado de ser una escoria

- ¡Jaja! esta piel no significa nada para mi ... vos podriais ser mucho mas ... os esperábamos señor, sois el elegido y con el poder que os conferiré todo el mundo se inclinará ante vos ... vencereis a cristianos y musulmanes e impondreis vuestra propia fe ¿acaso sentis aprecio por los despreciables monjes adoradores del Cordero? ¿por los rezadores en mezquitas? vos estais por encima de ello ... Cristo sacrificó su vida por esta raza indigna ¿y que ha logrado? solo que su nombre sea usado para justificar crimenes ... yo os ofrezco dejar esta hipocrecía e imponed un mejor mundo por la fuerza

- ¿Que ganais vos?

- Solo que los míos tengan lugar en el mundo ... solo que los míos tengan lo que siempre fue suyo

- ¿Nada mas?

- Nada mas señor ... solo vos tendreis el poder

Hipólito lo mira con asco pero al final se sonríe

- Sea pues como decis ... sereis mis servidores y yo os daré lo que querais y yo tendré lo que quiero ... ¡proceded!

Hipólito cae de rodillas por un terrible dolor que se apodera de todo su cuerpo. Vilonga estaba a su lado con la mano sobre su cabeza. Hipólito siente que alrededor de el se agrupan no unos cuantos, sino cientos de seres que no podía ver pero si sentir que parecían aclamarlo

- Repetid conmigo señor ... renuncio a la luz de los débiles y me sumerjo en la oscuridad de los fuertes ... haré mi voluntad e impondré mis deseos con la fuerza de mi ser ... desde este momento obraré para trazar el camino de nuestro regreso ... ¡desde este momento soy ungido y en mi nacerá el poder de LEVIATAN!

Tras dos días desde su regreso a Atenas, Alseci celebró la boda en una sencilla ceremonia donde Carmesina y Ettore unieron sus vidas bajo el rito romano. Todo el pueblo asistió a las celebraciones donde Irene se encontraba mirando a la gente que celebraba. Fue cuando sintió un roce en su brazo y al volverse ve a Aristos quien le sonríe

- Pensé que no volverías - le dice el campesino

Irene solo le sonríe y le extiende su mano para luego abrazarlo. Sin querer, mientras miraba la lejanía, pensó en Yazin y las últimas palabras que le dijo "cuando me necesites ten la seguridad que vendré a ti"

El joven mongol también pensaba en ella cuando montaba un caballo apenas desembarcaba en Crimea. Una partida de mongoles lo esperaba y uno de ellos le entregó un arco y una espada y con ellos partíó rumbo al Este, donde el grueso de su ejército se preparaba para unirse a Toqtamish en aquella guerra que se lanzaba contra Tamerlan

Una guerra que Yazin no esperaba ganar pero si sobrevivir a ella ... porque en el fondo de su corazón esperaba volver a ver a Irene

Amanecía un nuevo día en Atenas y en el balcón del castillo se asomaba la nueva duquesa Carmesina a quien le habían dado el título de la "Dama de Atenas". Su esposo aún dormía y ella observaba la campiña donde los primeros labriegos salían a trabajar. Se vistió rápidamente y sale de los aposentos para encontrarse con Irene quien miraba también aquel paisaje

- Irene - le dice

- ¿Mi señora?

- ¿Me habeis perdonado ya?

- No hay nada que perdonaros ... vos actuasteis como cualquier persona hubiera hecho

- Se supone que no soy cualquier persona ... vos tampoco

- Soy una esclava

- Ya no ... quiero concederos la libertad

- ¿Estais segura?

- Si ... la única condición que pongo es que permanezcais a mi lado aquí en Atenas

- ¿Porque?

- Os necesito ... sois mi fortaleza

- Eso es un papel que le corresponde a vuestro esposo

- Lo se ... pero me siento mas segura con vos ... le pediré al duque que os de tierras y podeis afincaros aquí

- No me interesa tener posesiones ... sigo pensando que no le pertenecen ... si quiere dar tierras que se las de a los campesinos

- ¿Que quereis entonces?

Irene se vuelve para señalar un punto a lo lejos

- Lo he estado pensando ... ¿no podriais refaccionar aquellos caminos y evitar que los campos de cultivo dañen las ruinas?

- ¿Las ruinas de los antiguos griegos?

- Así es ...

- Creo que es una buena petición ... le diré que lo haga

Carmesina se vuelve para regresar a sus habitaciones y en eso Irene la llama

- Mi señora ... acepto quedarme a vuestro lado

Carmesina se vuelve también y le sonríe

- Os lo agradezco Irene

Irene vuelve a asomarse por la ventana y contemplar el paisaje. Algo en ella le decía que aquello era un nuevo comienzo

Alseci se reunía con el Papa Bonifacio en Roma, ante quien se arrodilla al comparecer ante el

- Levantaos mi amigo ... supongo que me traeis nuevas noticias

- Si Su Santidad ... la princesa Carmesina se encuentra en Atenas como esposa del duque Ettore ... Manuel será el nuevo emperador y es indudable que pese a sus éxitos en Bulgaria, el Sultán ha sufrido una derrota política en los Balcanes

- Me alegro de ello ... ¿que pensais ahora que debamos hacer?

- Fortalecer la posición del futuro emperador ... forjar alianzas entre los reinos cristianos para apoyar a Hungría y buscar alianzas con el mongol Timur para destruir a Bayazid

- Timur ahora está en guerra

- Guerra que ganará ... cuando eso suceda, no habrá poder mayor en Oriente aparte de los otomanos ... la guerra será inevitable

- Lo se ... pero ahora me refería sobre Atenas

Alseci baja la cabeza ya que no sabía que contestar

- Vos pensais seguramente que es lo que deberíais contestarme ... vos pensais que tal vez ignoro que es lo que representa la presencia de la princesa en Atenas ... os aseguro que no hay nada que no sepa y que este desenlace haya concluido bien desde mi punto de vista

El Papa se pone de pie y Alseci se inclina a su paso. Bonifacio sigue camino hacia la salida como dando terminada la reunión

- No perdais de vista Atenas ... el enemigo de Dios tampoco lo hace ... no se lo que nos deparará el futuro, pero la joven que se encuentra allí será importante en ese futuro y es por ello que hemos trabajado junto con el Patriarca de Constantinopla para que esto haya sucedido ... no me mireis así ... tal vez si vos aprendierais a ver mas allá de lo que nuestros ojos nos muestran os dariais cuenta de la certeza de mis palabras ... reposad amigo Alseci y prestad atención a los hechos futuros porque tal vez tengamos que volver nuestra mirada a Atenas y Constantinopla para poder defender no solamente a la Iglesia y la cristiandad entera ... sino hablemos de todos los hombres que pueblan la faz de la tierra

El Papa sale de la sala de audiencias dejando a Alseci en un mar de incertidumbres pero con la convicción de que ahora debería estar vigilante con los acontecimientos futuros. Tal vez en ellos tendría una respuesta

Camino a Oriente estaban Enrique de Guzman, el Baron de Norfolk y Roger Guiscardo. El silencioso Robert no hablaba y solo seguía al castellano y al normando

- Espero que se encuentre bien - dice el conde - aún tiene odio en su corazón

- ¿Porque insistió que siga con nosotros? debería regresar a Inglaterra

- Porque algo me dice que es necesario ... mi amigo normando. Nuestra misión, y vos lo sabeis, va mas allá de solo dar nuestros saludos a Tamerlan ... creo que allí está algo que cambiará nuestro destino y tal vez el del mundo

Roger no contesta. El también lo sabía. Sabía que debía seguir hasta que aquella voz en su interior le dijera que el viaje había terminado

Philip desembarcaba en Rodas y se presenta ante el Gran Maestre de la orden

- Habeis cumplido vuestra misión muy bien, noble Philip ... lamento que eso le haya traido sinsabores

- Lo importante señor, es que el camino está hecho ... solo queda que ella lo recorra

- Lo se ... aunque esté plagada de espinas, deberá hacerlo

Kemal y Nestor cabalgaban en compañía de Basilio. Los tres sabían que ahora solo quedaba esperar a que el tiempo se cumpla

... y el poder de Nestor fue creciendo también mientras pasaba el tiempo

Mohamed navegaba por los mares pensando en las locuras de su amigo Roger. El no estaba dispuesto a seguirlo y solo le interesaba combatir y acabar con sus enemigos y obtener mas botín

Sintió un estremecimiento cuando su vista se dirigió hacia donde debía estar Atenas. Se preguntó si aquello no era un presagio

"Su Santidad, yo Giacomo Alseci, sacerdote que abrazó el hábito de los dominicos, os escribo de acuerdo a vuestras recomendaciones, que centrara mi atención en el Imperio Griego. Atenas parece tranquila pero el 10 de febrero de 1392, Manuel fue coronado emperador de los griegos bajo los peores vaticinios sobre su infortunada ciudad

Poco antes de la coronación contrajo nupcias con una princesa eslava llamada Elena Dragas, hija de Constantino Dragas, señor de las tierras al norte de Macedonia gracias a gestiones hechas por Juan V. Carmesina estuvo presente en la boda, lo mismo que Alseci, Schelotto y el duque Ettore. El único sinsabor que tuvo Manuel fue el de recibir una carta de Bayazid felicitándole por su coronación y advirtiéndole con las siguientes palabras "cierra las puertas de la ciudad y reina en su interior porque lo que está fuera de ella me pertenece". Manuel culminó la ceremonia con el homenaje a los caballeros que se habían batido en la defensa de su padre en la revuelta de su sobrino Juan, nombrando como "Caballeros de la Puerta de Oro" a Schelotto, Philip, Basilio y Yazin y declarando al mismo honor al duque de Atenas, al conde de Calatrava, al barón de Norfolk y dándole el título de "honorable" a Roger Guiscardo lo mismo que a este humilde siervo. Todos ellos, incluso yo, pero con excepción del duque de Atenas, no estuvimos presentes

Poco antes me enteré que el 18 de Junio de 1391, Tamerlan, al frente de un poderoso ejército, derrotó a Toqtamish en el río Jundurcha. No se que ha pasado con mi amigo mongol Yazin y si estuvo en esa batalla. Solo se que las represalias contra los aliados de Toqtamish han sido terribles y miles de personas han sido decapitadas y sus cabezas usadas para hacer pirámides, sin distinción de sexo y edad

No se nada de nuestro amigo el conde de Calatrava y de sus acompañantes entre los que están el joven Barón ingles y el pirata normando. Ruego a Dios que se encuentren bien

Bayazid ha seguido cosechando éxitos en Bulgaria. Aunque su avance ha sido lento siempre hostigado por el Zar Ivan, su cerco sobre la ciudad de Tirnovo se va estrechando y pronto pondrá sitio a la ciudad

Os ruego que oreis por la cristiandad entera y que intercedais ante Dios Nuestro Señor para que las tribulaciones en nuestro mundo lleguen a su fin"

"Su Santidad ... debeis disculparme por no haberos escrito, pero aquí desde Jerusalén es muy difícil poder enviar cartas sin llamar la atención de los musulmanes que no ven con buenos ojos a los cristianos. Os escribo nuevamente para informaros que el Gran Timur ha invadido el 5 de agosto de 1392 a la dinastía persa de los Muzafaridas y los ha derrotado por completo. Hablé con el joven Reynald que es ahora monje en un monasterio aquí en Tierra Santa y me contó que desde hace dos años no sabe nada del conde y su comitiva pero que salieron todos juntos de Jerusalen

No es la única noticia con respecto a Timur. Los Muzafaridas han sido exterminados y luego se ha vuelto contra Bagdad que ha caido en sus manos en agosto de 1393 y ha sido arrasada. Todos sus habitantes, hombres, mujeres y niños han sido decapitados. Todos aquí temen que aquel bárbaro caiga sobre Tierra Santa y nos someta con el poder de su terrible ejército. Miles de gentes que huyen de la guerra han llegado aquí, buscando su salvación rezando a Cristo y a Alá esperando que alguien los escuche

No pierdo la fe que Dios escuche nuestras oraciones y aquel milagro del que me habló hace dos años se cumpla"

De una carta de Schelotto a Roma en diciembre de 1393

"Tirnovo ha caido tras dos meses de sitio. Bulgaria esta destruida. El Zar Ivan Shishman ha caido en manos de Bayazid quien ha ordenado decapitarlo. Solo nos queda esperar la asistencia divina. Sin ella, Todo está pérdido"

Yazin cabalgaba rumbo al Oeste. Mientras miraba los campos yermos y dejaba atrás el horror de la guerra se preguntaba si era tiempo de regresar

Lo mismo pensaba Irene mientras Carmesina le relataba historias de la antigua Grecia. Si algún día aquellos guerreros que lucharon tan valientemente en la Puerta de Oro volverían a juntarse

Antes de salir de su ensimismamiento, tuvo una visión. Frente a la Acrópolis estaban todos ellos con una expresión feliz en sus rostros y sus armaduras resplandecían ante el sol como si los dorados rayos los vistieran

Tal vez aquella visión no estaba lejos de ser real

FIN DE LA PRIMERA PARTE