Bueno, ya todos me han de conocer, pero para los que no: Soy TanInu (Tania) he escrito varios fics ya (Hijo de la Luna, Fantasma de Amor, Radio, entre otros). Este es un fic del cual me enorgullezco mucho. Aviso que hay una gran cantidad de faltas de otografia, pues estoy en una laptp, bueno, mi laptop pero es americana. Y por lo tanto, no posee algunas letras, lo notaran. Y no hay acentos. (Y yo que tanto me esfuerzo en mi ortografia T-T) Ejem, bueno, es un fic al honor del padre. Finalizara cuando ese dia llegue.

Aqui mostrare a un InuYasha mucho mas carinoso, bueno, mas bien es obligado a serlo cuando se vuele padre aunque no lo desee. Mejor no adelanto hechos, espero que sea de su agrado y que dejen reviews.

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-...- (Lo que los personajes dicen)

-"..."- (Lo que los personajes piensan)

()-()-()-()-() (Cambio de escena)

(...) (Lo que la autora dice)

blah blah blah (Los Flash Back o alguna cancion, poema algo que pueda poner en un futuro)

Disclaimer: Los personajes de InuYasha no me pertenecen, sino a la autora del anime y manga, Rumiko Takahashi. El unico personaje que me pertenece es la pequena Kaori.

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Cap. 01: Obligacion.

Caminaba lo mas rapido que podia, sintiendo como las gotas se lluvia golpeaban su rostro con fuerza, obligandolo a cerrar de vez en cuando sus dorados ojos. Lo que menos queria era que su presiada carga cayera y se lastimase. Suspiro mientras miraba el bulto entre sus brazos.
Como se habia metido en un lio asi? Y por que el?

---FLASH BACK---

El cielo habia sido cubierto por una oscura capa, con solo unos toque brillantes que las estrellas brindaban. En la Tierra, todos dormitaban con mucha tranquilidad. Una brisa trajo consigo un extrano y a la vez atrayente aroma. Unos ojos dorados relucieron en la oscuridad, olfateando el aire se levanto e intento escuchar algun sonido que estuviera fuera de lugar. Gruno por lo bajo mientras se estiraba, listo para ir a ver que era eso que lo llamaba con un mensaje aromantico. Esa escencia le era totalemente desconocida, y esa era otra razon por la que deseaba ir. Lo que menos queria era que los atacaran con la guardia baja y con sus companeros heridos. Aunque, el no se encontraba en mejores condiciones, la batalla pasada con ese youkai gigante le dejo una herida algo profunda en el abdomen. Khe, no era nada importante para el, pensaba el hanyou caminando hacia el bosque, no sin antes detenerse al escuchar como algo se movia entre las cobijas.

-Kirara, quedate donde estas.

El pequeno animal se movio inquieto, sabia que su amigo no estaria tranquilo hasta que descubriera de donde venia ese extrano aroma. Se acerco lentamente,
maullando.

-Tranquila, volvere, solo quiero saber a quien pertenece el aroma

Se detuvo y se sento frente a el, el hanyou estaba conciente de que el animal tambien hacia detectado el aroma, y por lo tanto tampoco iba a estar tranquilo. Con una sonrisa se encamino en las profundidades del bosque, perdiendose en la bruma que se formaba por las grandes nubes de lluvia que repentinamente se habian formado sobre ellos. Una tormenta estaba proxima.

Maullo una ultima vez, antes de regresar junto a la taiyo, para intentar descansar un poco. Sabia que el hanyou armaria un gran alboroto y sus companeros necesitarian a alguien que les protegiese.

()-()-()-()-()

El viento le golpeaba la cara, mientras con una agilidad sobrehumana saltaba de arbol en arbol, siguiendo ese aroma que lo llamaba con tanta insistencia. Su instinto le decia que debia de ser precavido, pues un poder bastante poderoso acompanada a esa escencia. Bajo la velocidad cuando sintio como su cuerpo atravezaba una barrera invisible. Miro tras de si, grunendo, sea lo que sea que se encuentre alli, lo queria solo a el. Bajo del arbol y camino con lentitud, podia sentir como el aroma se volvia mas y mas fuerte.

Se abrio paso entre unos arbustos, y vio algo que le hizo detener. Una especie de esfera de energia se encontraba flotando a pocos centimentros del piso. El aroma venia de esa extrana cosa. Puso su mano sobre la empunadura de Tessaiga, listo para desenfundarla cuando el lo necesitara. Y entonces, tomandolo por sorpresa, un fuerte resplandor se vio, cegandolo momentaneamente. Se alejo por puro instinto, y desenfundo la espada, esperando cuanlquier ataque sorpresa, pero nunca llego. Cuando el brillo cedio, una nitida silueta se revelo ante el.

-Quien demonios eres tu?--pregunto mirando a ese espectro femenino.

-Te he llamado, pues tu ayuda necesito, hanyou.

-Khe, y para que?--pregunto apretando aun mas la espada.

-Para vencer a ese demonio que os asecha.

-Naraku?--dijo intentado adivinar de quien se trataba.

-El nombre lo desconosco, pero muy poderoso es y estoy conciente de que necesitan mi ayuda.

-Khe, no es verdad.

-Seguid negandolo, pero en tu interior conoces la verdad.

-Y si fuera asi, en que podrias ayudar...?--pregunto arrogantemente.

-En mas de lo que te imaginas, pero primero, necesito que tu hagas me hagas un gran favor, no solo a mi, a toda la humanidad.

-Y se puede saber, para que?-

-Para traer a este mundo a mi reencarnacion.

-Que...?--dijo sin entender

-Ya no hay tiempo...--murmuro poniendo una semblante serio y haciendo que el resplandor que le rodeaba brillara aun mas.

En una abrir y cerrar de ojos el resplandor que cubria al espiritu, paso a l cuerpo del hibrido, provocandole un dolor insoportable. Su corazon latio con fuerza, sentia como su sangre corria a gran velocidad por todo su cuerpo, y como a cada segundo que pasaba se calentaba mas. No pudo evitarlo. Cayo de rodillas, gimiendo de dolor, y tan repentino como fue, todo acabo. El resplandor desaparecio, volviendo a tomar la forma del espectro, pero ahora habia algo distinto, en su mano derecha, sostenia una pequena esfera dorada.

Levanto la mirada, grunendo furioso, no podia moverse. Su cuerpo aun estaba renuente a hacer un movimiento brusco. Junto toda su fuerza y se hinco, mirando con rencor al espectro.

-Que demonios hiciste!?-

-Ya no hay tiempo...--murmuro desapareciendo, y entrando en la esfera dorada, uniendose lentamente. Abrio los ojos con asombro, cuando la esfera fue tomando la forma de un ser humano pequeno. Trago con algo de dificultad, sentia su garganta sumamente seca. Un brillo cegador se hizo presente, obligandolo a cerrar los ojos con fuerza y cubrirse con su haori. Cuando el brillo cedio, un sonido poco comun llego a las peludas orejas de hibrido. Poco a poco fue quitando el haori de sus ojos, buscando al ser que clamaba asi.

Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando en el piso un pequeno bebe lloraba con desesperacion. Era una nina. No era mayor de los dos meses de nacida, sus ojos los mantenia apretados al igual que sus pies y manitas, gracias al puchero que hacia. Su piel era blanca como la nieve, y sus cabellos negros, con un toque platinado. Se acerco lentamente, tomandola en brazos y mirandola con curiosidad.

Al instante la bebe callo, mirando al joven con sus hermosos ojos dorados. El hibrido abrio los suyos, notando cuan parecida era la bebe a el. Acerco un poco su rostro, y al instante sintio como la manita de la bebe tomaba un mecho de su cabello y lo jalaba divertida. Gimio de dolor, antes de grunir y mirarla con reproche. La bebe, por su parte, reia de lo lindo, tironeando del cabello del joven.

-Hey, suelta...--decia algo enojado.

La bebe lo miro, y sus ojitos se llenaron de liquido salino, sus mejillas se inflaron un poco, avisando que una serenata de lagrimas venia en camino. El hanyou la miro asustado, justo antes de que la bebe explotara en llanto. Trago nervioso, miro a su alrededor como intentando encontrar una salida, y entonces recordo como Kikyou mecia a uno de los bebes de la aldea, solo lo habia visto una vez, pero con eso le bastaba.

Comenzo a mecerla, intentando que se calmara; los gritos se volvieron sollozos, y luego silencio. Sonrio triunfal, ahora solo le quedaba descubrir de donde habia salido el bebe y a donde se habia metido el espectro. Para colmo, no tenia ni la mas minima idea de quien habia sido ese espiritu. Unos sonidos graciosos le obligaron a voltear hacia la bebe que estaba haciendo burbujas con su saliva. Una sonrisa tierna cruzo por su rostro, antes de que un vientro frio soplaba.

-Debes de cuidarla--se escucho la voz resonar.

-Hey espera, por que yo, eh?--gritando mientras bajaba lentamente a la bebe.

-Por que eres el unico ser con sangre youkai, que posee un corazon noble y lleno de bondad.

Un fugaz sonrojo cruzo por sus mejillas, no le gustaba que le dijeran ese tipo de cosas. Miro a la bebe que ya estaba un poco palida y fria, siguiendo un instinto que hasta ese momento desconocia, la termino de bajar.

-No se de donde saliste, pero no te puedo dejar aqui.

La dejo por unos segundos en el piso, para quitarse el haori y envolverla en el. La cargo, y camino de regreso al campamento. Poco a poco las gotas fueron cayendo del cielo, anunciando que estaba comenzando una tormenta. Perfecto, ahora se iba a mojar.

---FIN DEL FLASH BACK---

Se detuvo cuando entro al claro, mirando a sus companeros aun dormidos. Escucho el maullido de bienvenida de la mononoke, y se acerco. El animalito olfateo el aire con curiosidad, y cuando el hanyou lo vio, se hinco a su altura para que olfateara a la pequena. Ahora que lo pensaba, debia de ponerle un nombre. Escucho como el monje se movia inquieto en su funton, pronunciando algunas palabras inentendibles, pero por lo que pudo entender, estaba sonando con la taiyo. Nego lentamente, mientras se levantaba y se subia en uno de los arboles sentados, seguido de la mononoke.

-Como te llamare, pequena?--decia mirando a la ahora dormida criatura.

Los rayos de sol comenzaron a aparecer tras las montanas, anunciando que un nuevo dia acababa de iniciar. Miro el astro sol salir tras las montanas, y como el viento traia un suave perfume de flores silvestres. Sonrio antes de mirar a la bebe.

-Kaori, te llamaras Kaori.

Se recargo en el arbol, analizando bien lo que habia pasado hace unas horas. Suspiro, escuchando como sus acompanantes se levantaban lentamente. Miro a la miko, y recordo una insignificante cosa. Como demonios les iba a explicar lo de la bebe? No eran tan estupidos como para no darse cuenta del enorme parentesco que tenia, sin contar ese poder espiritual que poseia a pesar de su corta edad. Kami, iban a pensar en lo peor.

-Miroku dira que soy peor que el--decia en un grunido--Sango que quitara la hombria de un solo golpe--decia con temor--Y para rematar, Kagome cavara mi tumba con tantos Osuwaris que me dara--dijo para finalizar, tragando con dificultad.

Maldijo mentalente, recargandose en el tronco del arbol.

-Ya los puedo escuchar.."InuYasha, y esa bebe?..."--decia imitando la voz de Kagome--"Se parece mucho a ti, pero tiene el poder espiritual de una sacerdotiza"--decia--"Es tuya y de Kikyou, cierto?"--decia moviendo la cabeza--"Ese un idiota, Osuwari...!"-finalizaba grunendo--Si, asi mismo me la imagino.

-InuYasha...--decia Kagome desde abajo--Y ese bebe?--preguntaba muy sorprendida.

Oh demonios, ya empezaba. Acababa de convertirse en padre y ya iba a dejar a su hija huerfana. Que Kami se apiadara de su alma, o mejor dicho, que Kagome se apiadara de su alma.

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Continuara...