Hola a todo el mundo. Se que ustedes diran que yo si demoro en actualizar, pero es que no he tenido tiempo en la U por que estoy en medio del final y quiero dejar esta parte lo mejor que pueda... Pero quise pasar y dejarles un adelanto para que sepan que sigo viva!! Aquí veran a Hermione un poco fuera de su caracter normal, pero es que al fin y al cabo es una adolescente y uno hace estas cosas en el baño, porq' hasta yo que soy como soy, lo he hecho! (no piensen mal, pronto verán de que se trata n.nU) pero a parte de eso, sigo tratando de ser lo más fiel a la personalidad de la castaña. me disculpo con todas las que querían ver a Remus en este capitulo, pero el no aparecerá... sino en la segunda parte del capitulo... por algo será practicamente el "protagonista" por asi decirlo. Bueno, basta de tanta chachara..

les dejo esta prueba de supervivencia mia, asi que nos estamos hablando...

cuidense,

Andreaeb182

P.D: Pasense a mis otros escritos, para que me dejen su opinión. ;)


-Todos merecemos una segunda oportunidad Severus. Además, no creo que sean tan malos. Tan solo son unos inmaduros.- respondió refiriéndose a los merodeadores. –Severus, te tengo mucha confianza. Espero que no me traiciones.- comentó la joven mirándolo a los ojos, haciendo que el joven se enorgulleciera al escucharlo.

-Tranquila, te prometo no hacerlo.-respondió el joven con solemnidad, haciendo sonreír a la castaña nuevamente. En ese momento miró su reloj y notó que era bastante tarde, ya eran casi las once. –Me tengo que ir, antes de que Filch me atrape.- dijo el joven colocándose de pie, para luego ser imitado por la castaña.

-Por supuesto. Ten cuidado.- respondió la castaña mientras se levantaba. –Y Sev. Todo lo que hablamos será un secreto entre tu y yo solamente.- dijo la castaña mientras se acercaba al joven para darle un beso en la mejilla como despedida, haciendo que el pelinegro se sonrojara. –Buenas noches, Severus.- dijo la castaña antes de comenzar a dirigirse hacia su habitación. El ojinegro sonrió levemente y salió de la sala común de la castaña, disponiéndose a ir a las mazmorras de Slytherin.


Capitulo 10

La Primera Luna Llena

(Primera Parte)

Era más de las doce de la noche y una figura se encontraba caminando por los pasillos del castillo. Se movía sigilosamente, intentando pasar desapercibida, mientras llegaba a su destino. Derecha, izquierda, subir unas escaleras y doblar nuevamente a la izquierda, ese era su camino. Divisó el cuadro y suspiró con alivio. Había llegado a salvo por esa noche. Caminó rápidamente, intentando no hacer ruido, hasta el cuadro y se detuvo ante este. Escuchó un ruido en uno de los pasillos cercanos y se tensó. Abrió la boca para decir la contraseña, cuando sintió que los pasos se acercaban más a donde ella se encontraba, pero antes de emitir algún sonido, se vio interrumpida.

-Hermione.- escuchó que la llamaban. La castaña suspiró con alivio antes de girarse. Frente a ella se encontraba Sirius Black, con su uniforme casualmente desarreglado y sus ojos grises mirándola fijamente, analizándola, penetrando su mente. O más bien, acechándola. Sintió un escalofrío ante esa mirada, pero no dejó que ninguna emoción salvo la curiosidad apareciera en su rostro. "¿Qué haces aquí, Sirius?" se preguntó mentalmente la castaña al verlo de pie frente a ella.

-Black.- saludó Hermione con una ceja enarcada, mirándolo fijamente.

-¿Qué hacías caminando por los pasillos a estas horas?- preguntó Sirius mientras se acercaba a donde estaba la castaña. Hermione lo miro en silencio, mientras alzaba ambas cejas con algo de sorpresa, para luego bajarlas y enarcar nuevamente una.

-Eso mismo podría preguntarte, Black. Pero, como no me interesan los motivos que te hayan llevado a estar fuera de tu cama a estas horas de la noche, a ti no te deberían importar los míos. Por eso no te cuestiono.- replicó la joven antes de darse la vuelta nuevamente. –Buenas noches, Black.- dijo ella de espaldas. En ese momento sintió como una mano se colocaba sobre su hombro y la hacia girar sobre si misma. No había sentido a Sirius acercarse tanto a ella. Todo había pasado demasiado deprisa. Pestañó confusa al verse entre los brazos de él, quien parecía no querer dejarla escapar de la prisión de sus brazos.

-Hermione-susurró con suavidad, haciendo que ella temblara al sentir el aliento de él cerca de su oído. –A mí si me importa.-susurró con convicción el ojigris.

-No deberías.- dijo ella en voz baja, pero convencida.

-Puede ser, ¿pero como hago si me importa?- dijo él mientras la apretaba delicadamente contra si.

-Sirius.- susurró con cansancio la castaña, haciendo que el ojigris sonriera aunque ella no lo viera. –Sirius por favor. Estoy cansada y quiero irme a dormir.- dijo Hermione con cansancio en su voz. Había sido un martes muy largo.

-¿Es una invitación?- preguntó socarrón Sirius, haciendo sonreír a Hermione, quien le dio un golpe en el pecho mientras se separaba de él.

-Nunca aprenderás Black. Yo no soy otra de tus admiradoras. Y mi corazón ya tiene dueño.- dijo ella con dramatismo, haciendo sonreír al ojigris al comienzo, para luego colocarse serio de repente.

-Lo sé. Tú eres diferente.- dijo Sirius, mirándola fijamente. Haciendo que Hermione se removiera incomoda en su sitio, lo cual hizo sonreír al merodeador. –Por cierto, llámame Sirius. No creo que Moony sea el único que tenga el derecho de llamarte por tu nombre, no es así Hermione- dijo el ojigris con una sonrisa, susurrando sensualmente el nombre de la castaña, la cual negó divertida.

-No tienes remedio, Black. Pero en fin, tienes la razón. De ahora en adelante serás Sirius y yo Hermione.- contestó la castaña tratando de limitar la sonrisa que quería aflorar en su rostro.

-Bueno, ahora que estamos en confianza. Dime porque estas afuera de tu habitación a estas horas de la noche.- inquirió Sirius mirándola interrogante y con el ceño ligeramente fruncido.

-Ya te dije que no te pensaba contestar a eso. Así que si no te importa, me voy a dormir.- respondió Hermione con cansancio.

-Entonces dime, ¿Que hacías con Snivellus a estas horas de la noche?- preguntó mordaz el ojigris, haciendo que la castaña lo mirara sorprendida, para luego recriminarse en silencio por su descuido. No había recordado la existencia del mapa del merodeador, por lo que comenzó a juntarse a altas horas de la noche con Severus en el baño de Mirttle la llorona. "Eres una tonta, Hermione. Debiste haber ido a la sala de menesteres" se reprendió mentalmente.

-No lo llames así Sirius, tú sabes muy bien cual es su nombre. Pero por si lo has olvidado, yo te lo repito. Se llama Severus.- contestó ella con mordacidad, mientras hablaba lento, como explicándole a un niño.

-No me importa como se llama esa pequeña plaga de slytherin, sino lo que tú hacías con él a estas horas de la noche.- exclamó con rabia contenida el ojigris.

-Ya te dije que no es de tu interés. Ahora, si no te molesta o si lo hace también, me voy a dormir. Así que nos vemos mañana, ya que tú y yo debemos descansar. Mañana será un día y una noche muy larga.- respondió Hermione, para luego susurrar la contraseña y entrar al interior de su sala común, dejando a Sirius con un mal sabor en la boca.


Era temprano en la mañana. Sonrió al ver el reloj junto a su cama. Las cinco y media. Nadie estaría despierto a esas horas, por lo que podría tomar un merecido baño, para luego ir a recoger la poción. Llevaba dos largos días trabajando en ella y por fin estaría lista. Solo faltaba recogerla, embotellarla y ver como hacía para que Remus se la bebiera.

-Solo te falta la parte fácil.- se dijo a si misma con sarcasmo. Tomó su mochila y metió en ella lo que necesitaba para un merecido baño. También introdujo el uniforme que usaría ese día y se colocó una túnica sobre su pijama. Ese día se había antojado de ir a bañarse al baño de Prefectos que estaba justamente en ese mismo piso, por lo que no tendría que caminar mucho.

Salió tranquilamente de su habitación y de su sala común, dirigiéndose prontamente al baño de los prefectos, agradeció mucho el que Lily le hubiera suministrado la contraseña de este, para así poder entrar. Cerró la puerta tras de si y luego procedió a abrir todas las plumas de agua y a dejar salir las esencias y el jabón. Le encantaba el olor que tenían los lirios. Era un olor muy sutil, muy delicado, sobretodo le encantaba mezclarlo con el olor de los jazmines. Así que dejo salir esa esencia y comenzó a desnudarse, para luego meterse a la bañera y empezar a bañarse.

Se sentía alegre ese día. Por fin su propósito de cambiar el futuro se comenzaba a realizar y estaba sumamente ansiosa de que llegara la noche. De un momento a otro comenzó a tararear una canción muggle que había escuchado en el verano pasado, cuando aún estaba con Harry y Ron. Una melancólica sonrisa apareció en su rostro al pensar en Harry y en su difunto amigo. Pero no se dejó opacar. Ese día era el comienzo de una nueva historia, y por ende, un nuevo y más prospero futuro.

-Humidity is rising

Barometer's getting low

According to our sources

The street's the place to go- comenzó a cantar con alegría mientras movía sus manos, enjabonando su cabello castaño con shampoo sin olor.

-Cause' tonight for the first time

Just about half past ten

For the first time in history

It's gonna start raining men- continuó cantando con entusiasmo, jugueteando con su cabello y llevando una de sus manos frente a su boca, como si sostuviera un micrófono invisible.

-It's raining men

Hallejulah

It's raining men

Amen

It's raining men

Hallejulah
It's raining men

Amen- entonó el coro mientras danzaba al ritmo de su voz, moviendo su cabello de un lado para el otro, sin importar que salpicara todo el piso. Luego se sumergió un segundo y se enjuagó el cabello por completo, sacándose todo el shampoo del cabello.

Humidity is rising

Barometer's getting low

According to our sources

The street's the place to go

Cause' tonight for the first time

Just about half past ten

For the first time in history

It's gonna start rainin men – Entonó mientras salía de la bañera y comenzó a secarse mientras bailaba al son del ritmo imaginario. Se cubrió con la toalla mientras buscaba su ropa interior en su bolso.

-It's raining men

Hallejulah
It's raining men

Amen
I'm gonna go out

I'm gonna let myself get

Absolutley soaking wet

It's rainin men

Hallejulah
It's raining men

Every special men- cantó mientras se desenrollaba la toalla y se colocaba la ropa interior limpia, para luego comenzar a sacar su uniforme de su mochila.

-Tall blonde dark and lean

Rough and tough and strong and mean- cantó Hermione mientras se sentaba en una banca y comenzaba a colocarse las medias negras del uniforme.

-God bless Mother Nature

She's a single woman too

She took over heaven

And she did what she had to do- cantó la castaña mientras se colocaba la falda del uniforme, moviendo rítmicamente sus caderas con cada frase, para luego volver a cantarle a un micrófono imaginario, mientras se acercaba al lugar donde yacía la camisa del uniforme.

-She fought every Angel

To rearranged the sky

So that each and every woman

Could find the perfect guy- Entonó mientras tomaba la camisa blanca y se la colocaba, para luego comenzar a abotonársela, dejándose los primeros dos botones desabrochados. Se acomodó la camisa dentro de la falda y siguió bailando al ritmo de su voz.

-It's raining men

Hallejulah
It's raining men

Amen- continuó cantando la castaña mientras tomaba la corbata de color verde y plata entre sus dedos y la pasaba por su cuello. En ese instante escuchó un ruido detrás de ella y se calló inmediatamente. Tomó su varita rápidamente de entre sus cosas y se giró para apuntar al lugar de donde provino el ruido.

-Sal de ahí.- exigió en tono seco, mientras apuntaba con su varita. De entre las sombras del baño, apareció una figura masculina. Se trataba de Lucius Malfoy. Hermione lo miró fijamente, si parpadear, para luego descender su varita. –Malfoy, ¿Qué haces aquí?- preguntó la castaña rudamente, al verse descubierta.

-¿Regresamos a los apellidos, o no?- preguntó el rubio con una ceja enarcada. -Lo mismo que tu, supongo. Aunque no se como conseguiste entrar, si no deberías conocer la contraseña. En fin, eso es lo de menos.- respondió el rubio con suavidad, mientras tomaba asiento en la banca donde antes había estado Hermione. –Por cierto, tienes buena voz Hermione.- comentó el ojigris con una sonrisa picara en su rostro, haciendo sonrojar a la castaña.

-¿Cuanto escuchaste?- preguntó Hermione con aparente calma, aunque en el interior estaba completamente avergonzada.

-No mucho, en realidad.- fue la vaga respuesta del rubio, quien sonreía divertido por ver a la castaña sonrojada. "Mejor no responder sinceramente a esta respuesta si quiero permanecer completo para el final del día" pensó divertido el rubio, quien había entrado al baño de prefectos en la mitad de la canción.

-Bueno, se me hace tarde. Nos vemos.- dijo la castaña, tomando sus cosas y tratando de irse lo más pronto posible de ese lugar.

-De acuerdo, nos vemos Hermione.- Se despidió el rubio. Cuando la castaña estuvo a punto de atravesar la puerta, la llamó. –Hermione, de ahora en adelante soy Lucius para ti. Y por cierto, no es necesario que esperes a que lluevan hombres, aquí ya tienes uno.- comentó el rubio con arrogancia, haciendo bufar a la castaña por el segundo comentario, pero sin quererlo, haciéndola sonreír también, antes de salir y cerrar la puerta tras de si.


-Eres una Tonta, Hermione.- se reprendió a si misma mientras caminaba con sus libros hacía el gran comedor. Ya había pasado a embotellar la poción y se había encargado de limpiar todo para no dejar rastros de su actividad. Había sellado el baño con varios hechizos, impidiendo la entrada de cualquiera al lugar si no conocía todos los contrahechizos y el orden en que iban. –Debiste haber sellado también la puerta del baño.- continuó regañándose la joven en voz baja, ignorando las miradas que despertaba a su alrededor.

-Bueno, no importa ya. Lo hecho, hecho está.- se dijo a si misma para luego suspirar resignada. –Ahora tengo que preocuparme en hacerle beber esto.- dijo mientras llevaba una mano al bolsillo de su falda y palpaba el frasco. –Claro. Como sí pudiera decirle, "Sabes, hoy preparé algo especial para ti, porque no me haces el favor de tomártelo y olvidas que yo te lo di"- dijo con sarcasmo en un susurro, sin percatarse de que alguien la seguía de cerca. –Si serás tonta.- se dijo a si misma, para luego volver a suspirar resignada.

-Si eso que preparaste es para mí, con gusto me lo bebo.- dijo una voz detrás de la castaña, la cual hizo que se tensara por un instante, para luego relajarse otra vez.

-Reg, no me vuelvas a asustar así.- lo regañó dulcemente, mientras se giraba y le regalaba una pequeña sonrisa, mientras intentaba tranquilizar los acelerados latidos de su corazón.

-Lo lamento, pero no pude con la tentación.- respondió Regulus con una sonrisa. –A propósito, ¿que era eso que venías murmurando?- preguntó interesado el menor de los hermanos Black. –y no intentes engañarme, que escuché claramente la última frase que dijiste.- dijo el ojigris, cuando ella abrió la boca para replicar.

-Bueno, yo…-comenzó a decir cuando se vio apresada por un par de manos masculinas que la tomaban con rapidez y la halaban. Desorientada buscó con la mirada a su captor y se encontró con la regordeta figura de Peter Pettigrew, que corría, halándola a ella.

-Pettigrew.- gritó mientras seguía corriendo por los pasillos. Podía escuchar la voz de Regulus llamarla, pero algo la obligaba a seguir al joven, no podía detenerse.

-James, Sirius, Snape.- logró decir en medio de respiraciones entrecortadas. La castaña entendió y se dejó guiar por el cuarto merodeador. Cruzaron una última esquina y la joven se vio obligada a esquivar un hechizo, tirándose al suelo y llevándose consigo al castaño regordete. Frente a ella, Sirius y James combatían con Severus en un duelo mágico. Se notaba la desventaja del slytherin, pero también podía ver las heridas que presentaban ambos gryffindor. La gente se les quedaba observando, sin detener la pelea, simplemente disfrutaban del espectáculo que presenciaban.

Hermione frunció le ceño y sacó su varita, señalando en medio de los tres jóvenes y con un hechizo no verbal, detuvo el ataque de James para Severus. Los tres se giraron a ver de quien se trataba y palidecieron al ver a Hermione en el suelo con Peter, mirándolos acusadoramente.

-¿Severus?-preguntó mirando fijamente al slytherin, quien esquivó su mirada. Hermione se giró y observó a los otros dos merodeadores que se encontraban de pie y que miraban burlonamente al Slytherin, para luego notar la mirada miel de la castaña sobre ellos. –Potter, Black.- los llamó con un tono que no envidiaría nada al de McGonagall. –Estoy esperando una explicación.- dijo la joven mientras se desenredaba y comenzaba a colocarse de pie, ignorando el rostro apenado de Peter, que se encontraba todavía en el suelo. La castaña se giró y observó al otro merodeador y le sonrió dulcemente. –Gracias Peter.- agradeció mientras lo veía levantarse con algo de torpeza.

-Hermione, yo…- comenzó a hablar James, mientras fulminaba con la mirada a Severus.

-Él tuvo toda la culpa.- sentenció tercamente Sirius, mientras señalaba al Slytherin. Hermione enarcó una ceja ante ese comportamiento infantil, mientras James asentía enérgicamente dándole la razón a su mejor amigo.

-Cállate Black.- gruñó Severus mientras lo fulminaba con la mirada. –El encontrarnos en esta situación es enteramente obra tuya- replicó con sorna el slytherin.

-Eso no es cierto. Si no hubiera visto tu grasiento ser aparecer por la esquina, nada de esto hubiera sucedido.- respondió el ojigris con una sonrisa burlona. Severus se giró a donde se encontraba Hermione y levantó una ceja, para luego rodar los ojos. La castaña solamente permanecía frente a ellos con los brazos cruzados y el entrecejo fruncido.

-Mione.- se escuchó el grito de Regulus. La castaña se giró y vio al menor de los hermanos Black que se dirigía apresuradamente a donde se encontraba ella. -Mione, ¿Qué pasó?- preguntó inmediatamente Regulus -¿Para que te haló el Pettigrew?- continuó cuestionando mientras fulminaba con la mirada al merodeador, que se encogía en hombros ante la frialdad de ese par de ojos grises.

-Tranquilo Reg, no pasa nada. Tan solo el idiota de tu hermano peleándose nuevamente con Sev.- respondió la castaña tranquilamente mientras jugueteaba con su varita, sin descruzarse los brazos. Regulus enarcó una ceja al escuchar el diminutivo de su compañero de casa, mientras los gryffindor fruncían el ceño ante la familiaridad con la que se trataban los Slytherin de séptimo. -Pero esta vez, no se libraran de esta tan fácilmente.- completó la castaña con una sonrisa poco común en ella. Una sonrisa muy slytherin. Los tres chicos tragaron en seco, ya nunca la habían visto sonreír así. Mientras que peter y Regulus, tan solo observaban todo.

-¿Qué piensas hacer mione?- preguntó interesado Regulus, mientras se acercaba a ella.

-Nada del otro mundo.- dijo Hermione mientras descruzaba sus brazos y comenzaba a caminar. -Tan solo pondré en práctica los ideales de mi padrino, y creo que comenzaré con la unión de las casas.- concluyó mirando a los ojos grises de Regulus, donde apareció una chispa de reconocimiento, para que luego su rostro fuese adornado por una sonrisa burlona.

-Me parece bien. Adelante mione.- dijo el menor de los hermanos Black. En ese instante la joven deshizo la barrera que los separaba, y luego realizó un complicado movimiento de varita. Los tres jóvenes se vieron y no notaron nada diferente en si mismos, y no se sentían extraños, por lo que simplemente suspiraron y sonrieron agradecidos. Peter suspiró aliviado, mientras que Regulus no cambiaba su expresión burlona.

-Bueno chicos, me tengo que ir. Espero que no se metan en problemas en el día de hoy.- dijo la castaña mientras se giraba y comenzaba a caminar rumbo al Gran Comedor. En ese momento los merodeadores se dispusieron a seguirla, mientras Severus se dirigía a las mazmorras, y sintieron como no podían avanzar. –Ah por cierto, se me olvidaba decirles que por al menos 12 horas no podrán estar alejados a más 5 metros.- dijo hermione deteniéndose y girando su rostro para mirarlos con la cara más inocente que pudo poner.

-¡¿Qué?!- gritaron james, Sirius y Severus al mismo tiempo.

-Esto es tu culpa Black.- exclamó furioso Severus. -¡Tú y tu gran fidelidad a tus amigos!- exclamó furioso Severus, callándose inmediatamente ante lo dicho. Sirius se lo quedó mirando sin creerlo, mientras James se mordía el labio para no soltar la carcajada. Peter tenía los ojos desorbitados y Hermione solo mostraba una sonrisita.

-Por cierto, ¿No les dije que cada vez que intentaran insultarse, dirían las virtudes de la persona que va a ser insultada?-preguntó ella agrandando su sonrisa. –Y mis queridos merodeadores, no podrán decir nada porque sino McGonagall los castigaría por estarse peleando entre los pasillos y este fin de semana hay partido de Quidditch, lo que supongo que no querrán perderse.- comenzó a decir la castaña mientras su sonrisa se tornaba cada vez más pronunciada como la palidez de los rostros de James y Sirius. –Y si se llegan a hechizar, yo lo sabré y créanme que no los despegaré sino hasta pasado un mes. Y ustedes saben que estoy hablando en serio.- sentenció Hermione con una resplandeciente sonrisa, para luego dirigirles una última mirada de advertencia antes de despedirse con un movimiento de muñeca, dejando a los merodeadores y a un Slytherin estupefactos en medio del pasillo escuchando las risas de Hermione y Regulus.