Elegía

Epílogo.

Mamá me corrigió negando con la cabeza y luego infló su abdomen con aire para mostrarme la correcta postura de como ella recordaba que se hacía, indicó que la garganta debía estar abierta y luego dudó, comenzó a reírse y miró a papá para comprobarlo. Él estaba a unos metros de nosotros, resguardándose del sol en un árbol.

—Sasuke. —lo llamó ella y él sólo asintió. —Bien, recuerda esto también. —y siguió tratando de hacerme entender, por mi parte seguí mirando a mi papá de soslayo, si él sabía perfectamente lo que mamá no, pues debía hacerlo él. Puse mala cara a los segundos y ella se sobresaltó. —¿Qué ocurre?

—No sabes hacerlo. —dije cruelmente y me eché a llorar por la frustración.

—¡Pero lo he visto un montón de veces! —exclamó ella con optimismo, lo usual. Sequé las lágrimas con una manga y traté de seguir atendiendo a los asuntos que nos convocaban en un lugar tan alejado como ese, no tuve mucho éxito en eso por lo que mi llanto de niña se prolongó. —No llores, no pasó nada malo.

Lo sabía, pero aun recordaba lo que había pasado ese día en la academia. No era talentosa como para llevar mi apellido, mis ojos no eran negros como para que se volvieran rojos en algún momento y eso me lo hacían saber casi todos los días. Papá se acercó y se hincó a mi lado, no quería que me viera llorando así que me giré y me abracé a mamá para ocultarme bajo sus ropas. Sentí su mano sobre mi espalda, dándome palmadas para que me tragara mis sollozos y fue entonces cuando me di vuelta a verlo, torció su boca en una sonrisa y levantó una ceja.

—No puedo hacerlo. —dije indefensa y mi mamá se rió enternecida. —¡No es gracioso!

—Por supuesto que no. —volvió a decir ella en su defensa y dejó que me apartara de ella para volver a hacer lo que querían que hiciera. Supuestamente era simple pero no podía hacerlo, no quería seguir con esto y supliqué con mis ojos verdosos a mi papá para que hiciera que esto terminara, pero él no dijo nada.

Resignada, volví a tratar, inflándome con aire y todo el asunto, pero me desconcentré con algo que se movió en la copa de un árbol cercano que distorsionó el paisaje. Hace poco tiempo supe que sólo era a nuestra familia a la que ellos seguían. Me volví sobre mis talones para exclamar algo más frustrada y vi que papá estaba de pie, mirando hacia la perturbación del paisaje con atención, le susurró algo a mamá y ella se apresuró a tomarme de la mano y llevarme lejos del bosque.

—¿Qué sucede? —dije con creciente curiosidad y ella se mantuvo callada por más tiempo de lo que hubiese esperado, busqué información con papá y lo tomé de la mano para jalársela y llamar su atención. Reiteré la pregunta y esperé.

—Se nos hizo tarde. —dijo finalmente y no me miró en todo el trayecto. Pensé en lo que nos hizo el tiempo escaso y llegué a la conclusión de que, quizás, mis tareas de la academia debían estar listas antes de la cena. Mamá era brillante y se sentaba conmigo para supervisar todo lo que respondía, gracias a ello mis notas eran perfectas pero mi desempeño en la práctica era horrible. Papá me dijo un día que no importaba y que ya lograría hacer lo que quisiera, que no había apuro, pero me estresaba al no impresionar a nadie. Mi línea de sangre daba para mucho más de lo que podía lograr.


Me restregué el ojo izquierdo para abrirlo y estar más atenta a lo que ocurría en frente de mí, tenía sueño y papá no me escuchó cuando le expresé cordialmente que no quería pisar ese día la academia. Me traía colgando de una mano y yo no cooperaba para hacerle la vida más fácil. Ese día me tocaba clase con la tía Ino y ella no permitía que se mofaran de mi familia. Si mi papá no hacía nada y sólo me cuidaba ¿Qué les importaba a ellos? Mejor para mí.

—Papá. —lo llamé con cierta autoridad, era una niña muy astuta para iniciar una conversación. Él me vio de reojo mientras calculaba las dimensiones de lo que mamá llamaba su área y no pasarse de sus límites. —¿Por qué ya no haces misiones?

—¿Por qué lo preguntas? —indagó y se detuvo cuando no podía seguir avanzando, se volteó a mirarme y esperó mi respuesta mirándome hacia abajo, hice un gesto con los hombros para indicarle que tampoco entendía de dónde lo había sacado y lo miré intensamente cuestionándolo. Entre tanto, sonó la campana que me alertaba de mi futura prisión, debía apresurarse para contarme. —Por que no se me está permitido. —dijo sin importancia, más dudas asaltaron mi atormentada cabeza, pero como lo conocía tan bien, no volvería a referirse al tema. Algo con eso tenía que relacionarse el odio que mis compañeros le tenían a mi papá.

—¿Me vienes a buscar? —cambié el tema de pronto, otro artificio de mi astuta actitud. Él asintió con la boca torcida y me sentí feliz, sabía que mamá tendría que quedarse en el hospital todo el día y que hoy le tocaba a él estar presente cuando tendría que hacer las tareas que la tía Ino mandaría a la casa, cosas de estilos femeninos o algo, que poco le gustarían. Pero la educación de un hijo, es la educación de un hijo y no había nada que pudiese hacer. —¿Qué vamos a comer? —indagué después, conciente que ya iba tarde para mis clases y que él no podría ir a testificar por mí por que la academia no era parte de su área. Él levantó una ceja y me sonrió más abierto, había caído otra vez, o eso me quería hacer creer. Y emprendimos viaje directo a casa una vez más.


Cuando supusieron que dormía, me escabullí para ir a buscar más papel higiénico en el baño por que, aunque mamá pensara que mis penas ya estaban más que seca, seguía llorando. Hoy día en la academia había sido el más horrible de todos, no dejaron de burlarse de mí durante todo el día. Primero un par de niños dijeron que era muy tonta al pensar que era Uchiha si no podía hacer ni la mitad de lo que ellos podían, después dijeron que mis ojos eran muy verdes como para pasar al rojo y terminaron por decir que no debía estar ahí. Tía Ino intentó subirme el ánimo una infinidad de veces hasta que sonó el campanazo que nos liberaba y me excusé con ella diciendo que mi papá debía estar esperándome.

Bajé hasta el primer piso y mamá lloraba por algo que había dicho papá, o eso parecía, puesto a que no lo vi por ninguna parte. Saqué fuerzas de algún lugar y fui a sentarme con ella para hacerla entrar en razón, los niños lloran, los adultos están aquí para consolarlos. Ella intentó esconder el suceso, se tragó sus lágrimas y empezó a consolarme a mí como si yo fuese la afectada, fruncí el cejo.

—¿Por qué lloras? —dije cuando me ordenó el pelo y vi sus ojos más verdes que nunca por el contraste que se producía con el rojo de ellos. Imaginé que me pasaba lo mismo y me pregunté si eso era lo que todos se preguntaban si yo misma lo podía hacer, pero como mamá no pertenece al clan de papá, no podría ser lo mismo.

—Todo va a estar bien. —dijo sin mucha coherencia y sentí el vacío que producía verla sin mi papá ¿dónde se había metido? No soy buena consolándola sola.

—¿Y mi papá? —pregunté algo contrariada, necesitaba un abrazó de él en ese momento, jamás lloraba. Ella no respondió a mi consulta, en cambio, hice que llorara con más fuerza que antes. Me entraron ganas de hacerlo también y mi mentón reaccionó tempranamente, comenzando a temblar descontroladamente.

Días después comprendí que él no volvería, que se había ido a vivir a otro lugar lejos de nosotras. La razón que mamá me daba no era coherente, que se había ido por que me amaba demasiado como para que fuera el culpable de que me produjera tanto dolor. Pero así no cambió nada, sólo añadió una molestia más al repertorio, que se había ido por que no me quería más por no poseer sus habilidades. No dejé de preguntarme muchas cosas durante toda mi estadía en la academia, y en el momento en que me preguntaron lo que quería como meta al inicio de la tutoría de mi nuevo maestro en mi equipo, dije firmemente que debía encontrar a mi padre para que me dijera la verdad.


Esto es lo más triste que he escrito. Tenía que hacer así, sino el título no tiene sentido, además reafirma lo que en el cap anterior se dijo que él no podía darle lo que quería. Me costó inventar un personaje, así que para evitarme entrar en detalles, fue más fácil hacerlo desde su punto de vista. Esto es a lo que quería llegar en un final de un fic SasuSaku, por que pienso que así debería ser. Espero que les haya gustado y saludos, esta elegía terminó :)