Temari no shi wa· La Muerte de Temari
FF de Naruto [ShikaTema
He de decir que este fic estaba planeado como un Oneshot, como bien sabéis los que hayáis ledo mi perfil (la zona de proyectos, ahora en escritos). Pero, al final mientras lo escribía vi que quedaba muy largo para un Honesto y lo dividí en cinco capítulos.
¿Qué le vamos ha hacer? Siempre termino alargando todos mis escritos. Por eso me es tan difícil escribir Oneshot o relatos cortos. Aunque casi mejor que sea algo largo, ¿no?
Espero que lo disfrutéis
1. Entre trampa y trampa
Las ramas de los árboles desfilaban bajo él. Se apoyó en la siguiente rama y tomó impulso para otro salto que lo llevaría más lejos a través del bosque.
Por el intercomunicador oía las respiraciones de uno de sus compañeros, Couji, y, de vez en cuando, el sonido de su cuerpo al posarse en una rama para saltar.
Miró al frente. Solo había hojas, ramas y árboles. El follaje no permitía contemplar el cielo abierto ni dejaba pasar los rayos del sol que morían entre las hojas de color verde. No sabía si había sido buena idea separarse de Chouji y los demás, pero las circunstancias lo habían obligado a ello. Estaba seguro de que allí había alguien y no podía enviar a otro miembro del equipo ya que todos tenían algo que hacer.
De todos modos se reuniría con el resto pronto.
Solo iba ha echar una mirada, ¿no?
Se paró por completo y se ocultó tras el grueso tronco de uno de los árboles. El suave viento mecía las ramas y su sonido al pasar entre los árboles era el único ruido en aquel ambiente de aparente paz y calma perpetua.
Y sin embargo allí había alguien. Lo sabía.
Se asomó un poco por el borde del árbol y vio a los tres hablando. Estaban muy juntos y dos le daban la espalda, impidiendo que el tercero pudiera verlo. Distinguió que una era una mujer de cabellos rizados y largos, recogidos en dos coletas que le alcanzaban hasta casi las caderas. Llevaba una ropa ceñida y escasa: una falda que por un lado era muy corta y luego se ampliaba hacía el otro en un corte diagonal; y un top que se entrecruzaba en su espalda con pequeñas cuerdecitas los otros dos eran varones y de especto similar: los dos de cabellos negros y cortos, despeinados. No era capaz de ver nada más porque estaban de espaldas, pero sus ropas eran idénticas, al igual que sus complexiones. Seguramente serían hermanos, muy posiblemente gemelos.
Cuando parecieron terminar de trazar sus planes, los dos chicos se fueron de allí, en dirección a al frontera, dejando atrás a la mujer.
Shikamaru cogió el tarro y el pincel que llevaba en un bolsillo y lo untó en el dorado líquido del recipiente. Con trazos claros y rápidos dibujó en el tronco de un árbol la alerta para Shino, que se encontraba en la zona fronteriza. Los negros y pequeños insectos se abalanzaron sobre la miel, formando el mensaje con sus cuerpos oscuros.
Una vez se fueron el chunnin guardó los objetos y se dispuso a seguir espiando a la mujer y, si era necesario, seguirla. Pero no pareció serlo pues ella buscaba con la mirada entre las copas y ramas de los árboles.
"¿Me ha descubierto?", se preguntó el chico. Estaba seguro de no haber hecho ningún ruido o movimiento que lo delatara pero estaba dispuesto a aceptar que debía haber habido un error, por pequeño que fuera, si ella lo había notado.
Y así parecía haber sido.
- ¿Por qué no sales y luchas, pequeño cobarde? – gritó la mujer al follaje del bosque. Estaba de pie sobre una rama, con aire desafiante.
"Mierda", dijo entre sí Shikamaru.
Pero no saldría. No era tan tonto. La chica sabía que estaba ahí. Pero no sabía dónde exactamente. Solo se había dado cuenta de que alguien la espiaba a ella y sus compañeros y se había quedado atrás para combatirlo. Mas, si ella supiera donde estaba escondido con precisión no le gritaría que saliese. No, hubiera ido por detrás, hasta sorprenderlo y tenerlo acorralado. Por ello no iba a salir, tenía una pequeña ventaja y pensaba usarla.
Se agachó con cuidado entre las hojas, disponiéndolo todo, sin hacer ruido, para que ella no pudiera verle. Se agachó en cuclillas y comenzó su estrategia, habiendo examinado ya el que parecía que iba a ser el campo de batalla. Pero tampoco necesitaba invstigarlo mucho. Esos eran los bosques de Konoha. Prácticamente se había criado en ellos, haciendo múltiples misiones entre esos árboles. Y, aunque inútiles, algunas de esas misiones le habían propiciado bastante información sobre el lugar.
"Parece que lo de buscar a aquel hurón ha dado sus frutos por fin", pensó con una ligera risa interna.
- ¿No vas ha salir? – exclamó ella, que aún rastreaba los árboles en su búsqueda.
"Puedes quedarte sentada mientras esperas", se dijo él.
- ¡Entonces iré yo! – bramó con rabia al tiempo que se preparaba para saltar de la rama en dirección a los troncos de árboles a su alrededor.
Pero no fue capaz de moverse un ápice.
- ¡¿QUÉ?!
"Te tengo" sonrió Shikamaru levemente. Aquella mujer era demasiado atrevida. Haberse expuesto tan claramente había sido, claramente, un error. Ningún ninja lo haría, y menos sabiendo que tiene un enemigo acechando del que no conoce nada. Pero el orgullo de ella la había hecho creer que él estaría demasiado asustado para hacer nada. "Otro grave error. Me recuerda bastante a esa ninja de la arena, Temari. Pero ella no era tan idiota."
Aquel pensamiento lo sorprendió, pero no hizo caso. Tenía otras cosas en que pensar en esos momentos. La sombra inmovilizaría a aquella mujer un rato, pero no eternamente y tenía que tramar alguna estrategia.
Cuando…
- No te muevas – oyó una voz femenina junto a su ido al tiempo que notaba, cerca de la nuca, un objeto afilado. Seguramente un kunai.
Al parecer la había subestimado.
- ¿Una copia? – inquirió.
- Efectivamente – afirmó la mujer al tiempo que la enemiga atrapada por la sombra se esfumaba, siendo solo un clon. La verdadera ("O, tal vez, otro clon", pensó Shikamaru) estaba tras él, amenazándolo -. ¿Creíste que sería tan estupía como para eso?
- Me olía algo – admitió el chunnin de la Hoja.
Aquello iba yendo bien.
No movió un solo músculo, atrapado entre el tronco del árbol y el kunai de su enemiga. De reojo apreció que llevaba en al frente una banda que al identificaba como miembro de la Villa Oculta de la Hierba. Los ojos de la mujer eran de un atractivo color lila algo azulado en los bordes de los iris, y su tez era bastante blanca.
- ¿Qué piensas hacer conmigo? – inquirió Shikamaru.
- ¿Qué te parece la idea de que me cuentes dónde están exactamente tus amiguitos? Os escondéis bien, exactamente igual que las ratas.
- Tse… ¿por qué iba ha hacer eso? – cuestionó él.
- Porque si no te mataré. Yo creo que es una opción que debes considerar, querido – sonrió ella con fingida amabilidad cruel.
- ¿Estás segura de ello?
Una sombra de desagrado pasó por el rostro de la mujer apenas en un segundo, antes de que volviera a recobrar la compostura. Al fin y al cabo lo tenía atrapado, eso era innegable. Podía matarlo en cualquier momento. Entonces, ¿por qué se hacía el gallito?
- Si. Estás atrapado.
- Yo no estaría tan seguro – ahora fue a Shikamaru a quien el tocó sonreír de manera que a ella no le gustó en absoluto.
Sintiendo la rabia la mujer fue a quitar el kunai para clavárselo en la garganta a aquel insolente ninja de Konoha, y, luego, degollarlo. A la porra la información. Ese chaval ya la había sacado de sus casillas.
- Deberías no tomarte tan a la ligera a tus enemigos. Yo tampoco soy ningún estúpido – dijo con calma Shikamaru ante el rostro de ira de ella.
No podía moverse. Miró de reojo su propio cuerpo y vio que él la había inmovilizado con su sombra, como había hecho antes con su clon. Pero esta sombra era diferente. Esta subía por sus piernas y su toso, con una mano al final, directa hacía su cuello. No estaba segura de qué ocurriría si llegaba a su objetivo, pero lo que si tenía claro era que no el gustaría en absoluto. Tenía que escapar de aquella trampa en la que había caído. Comprendió que él ya había planeado aquello cuando lanzó su sombra contra su otro clon. Había dicho que se lo olía. ¿Significaba eso que ya había averiguado que era un clon?
- Eres listo – concedió ella -. Pero no suficiente.
Shikamaru estrechó los ojos, sospechando.
¿Otro clon?
"Esto es problemático. Muy problemático".
Lo averiguó rápido.
La mujer explotó.