Weight of the World
Chapter 11- Decaidas
- ¡Sasuke! ¿Estas ahí dentro?- Lograron oírse unas leves tocaditas sobre la puerta de madera blanca de aquella recamara. Una aguda vos femenina inundo el silencioso ambiente por unos segundos. Rápidamente retiré bruscamente mi mano de la de Sasuke casi por impulso y me hundí bajo las cobijas, totalmente ruborizada debido a tal íntimo contacto, cubriéndome hasta las orejas. Miré a Sasuke quien al momento de escuchar aquella melodiosa vos, no hizo más que emitir un áspero bufido y contestar.
- Pasa- anunció irguiéndose plenamente a la espera de su visita, con una mano a cada lado de su bolsillo y con el cuerpo algo inclinado.
Una nítida y contoneada figura se hizo presente luego de que la puerta se abriese.
No cabía duda. Era aquella mujer que acompañaba a Sasuke y Naruto en aquel restaurante. La supuesta novia de aquel pelinegro; tan enteramente hermosa y fina. Delicada y suave. Dulce e inocente.
-Hinata-chan-
-----------------------------
La observe por unos breves instantes. Se notaba realmente confundida, podía verlo en sus claros orbes. Supuse que se debía al hecho de que yo estaba allí. Se concretó un repentino silenció casi sepulcro en la habitación, por parte de los tres allí presentes. Miré por debajo de la sabana el fino y proporcionado semblante femenino. Estaba mirándome fijamente, pareciendo no creer lo que sus ojos le daban a vislumbrar. Prontamente pareció caer de a momento, frunciendo su seño levemente, haciendo que aquella inmensa sonrisa desaparezca al momento de dirigirse a mi persona. Quizás ella había estado espiando justo al tiempo en que Sasuke presiono nuestras manos, malinterpretando la escena ¿Sino aquella reacción?
-¿Sucede algo?- Sasuke al parecer pudo notar como la situación resultaba cada ves más incomoda, ya que la muchacha no despegaba sus ojos de mi enfermizo semblante. La misma pareció captar el mensaje del moreno luego de unos vastos segundos después.
-N-no nada, es que.. ¡Vaya Sasuke! No me esperaba esto- Mencionó aun un tanto confusa. Dirigí mi vista hacía el moreno, a quien se le notaba realmente irritado por aquel comentario. Supuse que yo haría lo mismo si encontrase de pronto a mi novio con otra mujer "tomándola" de la mano- Pues creo que eso ya nos ha sucedido antes, cabeza de chorlito- Sentenció mi Inner con fastidió. Intente no darle mayor importancia a aquel otro asunto, extrañamente resultaba interesante presenciar la comedica escena que se daba frente a mis narices. Quería ver a aquel frívolo personaje en una situación como esta, intentando dar excusas por algo que definitivamente no era de total certeza.
- Su nombre es Sakura- Comentó el ojinegro con notoria indiferencia, pasando de largo el antes dicho comentario por parte de la ojiblanco -Supongo que ya se conocen-
Para mi sorpresa Sasuke no dio indicios de querer explicar con mayor determinación el "Porque" de mi estadía allí. Le observe notoriamente disgustada por su terrible comportamiento hacía la pobre muchacha. Él por su parte, dirigió una mirada furtiva hacía mi dirección, dándome a entender que no debía de entrometerme intentando dar a entender la situación. Volví a observar a la mujer que tenía a uno de mis lados. Ella parecía disgustada, realmente disgustada, aunque lograba simularlo demasiado bien, dando a relucir una amplia e inmaculada sonrisa hacía mi dirección.
-¡Oh, lo siento, que torpe soy! - Comentó nerviosamente- Es usted la muchacha a la cual Naruto-kun auxilio una vez- Vaya pero que falsedad. Me refiero al hecho de que al dirigirme aquellas miradas en un principio, parecía recordarme perfectamente y ahora... aparentaba no hacerlo.
-La misma que viste y calza- Me interpuse a decir, imitando su eventual simulación-Es un placer conocerla...em-
-Hinata, Hyuuga Hinata- Mencionó inclinándose hacía delante, como forma de reverencia. Luego de unos minutos logró oírse un leve bufido masculino, obviamente proveniente del pelinegro. La Ojiblanco se acerco hacía el muchacho con eventual desespere, dibujando una eufórica sonrisa en su semblante. Le propinó un pequeño beso en la mejilla y se apresuró por adelantar sus pasos hacía la salida. Antes de girar el pomo de la enorme puerta de madera, volvió su rostro hacía el moreno, ahora con un tono más serio.
-Solo venía a ver como te encontrabas- Atinó a decir al momento de volver su vista hacía mí con eventual serenidad- Será mejor que regrese a casa pronto, ya ves como mi padre se enfada cuando llegó a estas horas- Finalizó, arqueando su cabeza en forma de saludo hacía ambos, para luego traspasar la puerta cerrándola tras de sí. Me limité a observar durante vastos instantes el blanco y enorme portal que hacía unos momentos había sido cerrado con algo, me pareció a mí, de insutileza.
Al perecer Sasuke logró notar lo mismo, pero al predecir que nuevamente comenzaba a observarlo con interés optó por volverse hacía mí, irguiéndose con ligereza encaminando sus pasos hacía la misma ruta que hacía pocos segundos había cruzado la ojiblanco.
-Pediré que traigan tu cena dentro de diez minutos ¿Te parece?- Comenzó diciendo tomando su abrigo del respaldo de una de las sillas cercanas a un pequeño escritorio. Yo atiné a asentir sin saber el porque de su tan repentina urgencia por abandonar la sala -De seguro va a perseguir a su noviecita- Oí susurrar con despreció a mi Inner. Me ruboricé al poco tiempo de percatarme de algo ¿Había notado despreció en la voz de mi Inner? Bufe con fastidió al notar el golpe de una puerta cerrarse, lo cual indicaba que el pelinegro eventualmente me había dejado sola en aquella habitación. Aprovechando aquel momento de privacidad conmigo misma, no se me vino a la mente otra cosa que practicar mi equilibrio corporal.
Primero intenté deshacerme de aquellas pesadas y gruesas sabanas que me rodeaban, lo cual no me resulto del todo sencillo. Luego proseguí alternando mis piernas a lentos movimientos, primero una y luego la otra. Me sentía ahora con más vitalidad, con deseos de recorrer aquella enorme habitación. Aunque cabía destacar que mi cabeza aun seguía doliéndome, a pesar de haber ingerido aquella píldora que me había sido ofrecida por el moreno hacía unos minutos atrás. Luego de practicar los músculos de mis extremidades inferiores opté por nuevamente recostarme en aquella amplia y cómoda cama rosada, con la intención de no despertar por un largo, largo rato...quizás hasta la mañana siguiente, eso sería bueno.
Pero al momento de comenzar a cerrar mis cansados orbes logré oír unos próximos pasos, que al alcanzar la puerta de mi habitación, se detuvieron. Luego unos breves e inaudibles golpecillos captaron mi atención.
-Disculpe No Tau Sao (Señorita), le traigo su cena- Aludió una joven y fina voz del otro lado del pasillo.
- A-adelante- Confirme con regocijo, de veras que tenía apetito. Aunque la verdad había pasado por alto lo de la cena, cegada por el terrible sueño que sentía.
Una pequeña y a su vez holgada silueta vestida de azul profundo, irrumpió a la sala trayendo consigo un práctico carrito de plata que contenía alrededor de cuatro bandejas de igual material. La muchacha era de aproximadamente la misma cantidad de años de edad que yo y parecía realmente simpática, ya que acarreaba consigo una perfecta sonrisa de oreja a oreja.
-¡Vaya!- Anunció la muchacha de pelo azabache, finalizando su interminable recorrido frente a mi posición al momento que me observaba con notable interés a través de aquellos oscuros ojos- Veo por que la señorita Hinata-chan salió de aquí tan escandalizada- Terminó diciendo sin siquiera cambiar su sonriente semblante. La observe durante varios instantes, pareciéndome increíble que una empleada domestica traté con tanta familiaridad a sus huéspedes. No porque me resultase grosero, al contrarío. Es solo que me parecía extraño ya que en mi residencia ni mis propias empleadas me dirigen la palabra.
-¿Na-nani?- Atiné a contestar con intrépida inocencia. La muchacha abrió sus ojos con seriedad por unos breves instantes, para luego comenzar a reír desenfrenadamente. Parecía realmente agradable.
-¡Lo siento! A veces se me escapan ese tipo de cosas- Anunció, sobando la parte superior de su cabeza, entre avergonzada y confusa- No quise parecer atrevida, lo lamento- En verdad que me encontraba atónita, ya que no dejaba de observar ensimismada aquel blanquecino semblante tan calidamente iluminado. No se cuando, ni como, ni porque comencé a reír tan enérgicamente, hasta estaba comenzando a lagrimear. Me calmé apagando mi voz con ambas manos, tapando mi boca con rapidez, comenzando a enrojecerme de a momento. La muchacha seguía allí delante, mirándome con labios entreabiertos. Nuevamente comenzó a sonreír con suficiencia, entre aniñada, infantil.
-Soy Shizune, usted debes de ser Sakura- Anunció extendiendo su mano a la mía. La tomé, dándole un certero apretón. Ella comenzó a preparar los platillos, saborizandolos.
-¿Qué edad tiene? Parece ser mayor que yo- Comentó con interés mientras que yo alistaba mi posición para así recibir la pequeña bandeja platina.
-Dieciocho ¿Y tú?- Ella se volvió fugazmente frente a mí, abriendo sus ojos de sobremanera.
-¡Woow! ¿En verdad? Pues yo dieciséis y medio- Titubeó ella con normalidad, mientras extendía un enorme plato de sopa frente a mí, lo tomé y me dispuse a saborearlo. Abrí mis orbes con lentitud al tiempo de probar de aquel manjar.
-¡Sabe delicioso!- Resalté con sorpresa, jamás había probado una sopa que supiera tan bien, o era que quizás estaba realmente hambrienta. Al escuchar mi comentario ella no hizo más que sonreír con humildad, para luego extenderme otro suculento platillo a base de todo tipo de peces, algo similar al sushi aunque no crudo. Nuevamente mis mejillas se tiñeron de color, realmente todo sabía grandioso, me sentía hasta apenada de recibir tanta cordialidad. La muchacha al ver que permanecía a gusto con su servicio, atino a retirarse de la habitación. Rápidamente tomé de su delantal y la senté en la punta de la cama.
- ¿Por qué no te quedas y me acompañas?- Pregunté automáticamente, ofreciéndole parte de mis platillos a la pelinegra. Ella abrió nuevamente sus orbes con sorpresa y titubeó, pareciendo no encontrar la palabra adecuada para decirme. Finalmente accedió al ver mi suplicante semblante, realmente me sentía con ganas de socializar y más con alguien a quien no llegaba a conocer en profundidad. Así pues ambas comenzamos a entablar conversaciones fácilmente, mientras probábamos las deliciosas entradas que Sasuke se había dedicado a ordenar que hiciesen en la cocina. Ella por su parte parecía ser más bien fantasiosa, soñadora...me hacía reír de sobremanera y a su vez también me hacía recordar a alguien, aunque no tenía por sabido específicamente a quien. Se dedicó en contarme mucho de su vida y como había ido a parar en casa de Sasuke. He ahí el tema donde yo quería llegar a encontrarme: Sasuke. De seguro aquella muchacha sabría demasiado sobre aquel moreno y, no iría a perder una oportunidad como esa.
-Entonces, tú llegaste hasta aquí por medio de Naruto-kun- Confirme con devoción, intentando rastrear más cantidad de información sobre el moreno ya que no me quedaba demasiado tiempo restante hasta el día siguiente. Ella asintió paciente ante aquel interrogatorio- ¿Hace cuanto que trabajas en esta residencia?-
- No hará más de tres años..aunque- Alternó informando con seriedad- Jamás he tenido una relación ¿Cómo decirlo? Cercana con Sasuke-san- -Genial- Interrumpió mi Inner con ironía.
-Se que pensará que me la paso hablando con todo el personal, pero Sasuke-san siempre fue demasiado serio y callado- Sentenció con desden, al momento de fijar su oscura y vivaz mirada sobre mí- Jamás prestaría atención a un empleado, ni gastaría su tiempo en dirigirnos palabra- Terminó por decir con total serenidad. Fruncí el ceño con fastidio –Maldito engreído- Pensé al momento de intentar protestar, pero Shizune se me adelanto.
-¡Demasiadas preguntas sobre mí! Hábleme de usted- Mierda - ¿Como ha llegado a enrollarte con Sasuke-san?- Me sonroje deliberadamente. La palabra "Enrollar" no se me daba del todo bien. Shizune pareció más bien malinterpretar mi reacción y a su vez también tiñó su blanco rostro de un rosado fluorescente.
- ¡No me diga que es su amante!- Vociferó alzando la vos de sobremanera, mientras dirigía aquellos grandes y negros orbes hacía los verdes y sorprendidos míos. Tapé su boca con ambas manos, logrando así que comenzáramos a reír con palpable inocencia. Ella me observo mientras yo realizaba negativos gestos con mí cabeza, indicándole que estaba completamente errada.
- ¡Solo bromeaba Sakura-san! Es que me sorprendió la manera en que salió de la residencia la señorita Hinata-chan ¡Si usted la hubiese visto!- Comenzó diciendo seriamente la pelinegra al momento de recoger las sobras de lo que había sido aquel festín- Al tiempo en que bajo las escaleras, simplemente creí que llegaría al piso rodando de lo apresurada que estaba ¡Y ni hablar de la forma en que salió de la residencia! dando tremendo portazo sin importarle lo demás- Me sorprendí frente aquella información que me brindaba Shizune-san con tal enfado, solo por el hecho de que al salir de "mi" habitación la ojiblanco parecía de lo más calmada. Me quedé pensando durante breves instantes sobre aquel acontecimiento, sin prestarle demasiada atención a lo que la pelinegra tenía por decirme ¿Por qué Hinata-san se enfadaría tanto por mi presencia? Solo soy una huésped, siquiera me quedaré un día, ya que a la mañana siguiente vendrán a por mí.
Supuse que Sasuke de seguro no se había tomado la molestia en informarle sobre mi estadía allí. Él muy bastardo ¡De seguro que no lo había hecho! ¿Por qué era tan...jodido? El hecho de imaginarlo con aquella firme y pretenciosa media sonrisa sobre su rostro hacía que mi sangre hirviera en cólera. Sobre mi cabeza pareció encenderse una lamparilla de luz ¡Claro! Entonces Sasuke había salido tan alterado debido a la reacción de la muchacha, siguiendo su camino tras ella para alcanzarla. Vaya, no me esperaba tan caballeroso al muy desgraciado.
-¿D-desgraciado?- Oí decir con sorpresa a la muchacha frente a mí-¡Diablos! Como odiaba el pensar en voz alta- Noté como una pequeña gota resbalaba del rostro de la pelinegra. Al observarla no hice más que sonrojarme a más no poder debido a tal falta de modales hacía aquel personaje que me había acogido sin objeción alguna en la calidez de su hogar. Shizune pareció sonreír con devoción ante mi reacción- ¿Sabes? Muchas personas lo llaman de igual forma. Talvez su apariencia y comportamiento le resten puntos a favor, pero…no es así en lo absoluto- Sentenció con seriedad- Nunca he tenido especial relación con el señorito. Aunque al parecer Shiyo, la cual mantiene una maternal devoción hacía él, asegura que no posee rastro de maldad alguna- Le miré ensimismada ¿Cómo podían clasificarlo de aquel modo? ¡Si era absolutamente todo lo opuesto a lo nombrado! No veía creíble que una persona cambiase tan agudamente de humor y personalidad. Era inhumano y evidentemente imposible. No lo creería ni en sueños. Simule asentir falsamente dando razón con tal de acabar por una buena vez aquella ineficiente conversación acerca del moreno que ya estaba comenzando a exasperarme sin motivo, aunque yo misma la hubiese dado a inicio desde un principio.
-Se ve cansada No tau sao - Evidenció la muchacha con algo de preocupación, posando una calida mano sobre mi blanca frente. La retiró casi al instante denotando desaires, entreabriendo sus firmes labios con modestia- ¡Pero si esta hirviendo!- Sentenció luego de algunos minutos de desconcentres, agitando sus manos nerviosa, saltando hacía uno de los armarios mientras removía uno de los tantos cajones. Saco una pañoleta blanca y se apresuro en ir al baño a remojarla en agua fresca, trayéndola totalmente húmeda para así posicionarla enzima de mi cabeza- Descanse Sakura-san, mandaré a por algunas medicinas mientras usted duerme- La muchacha pausadamente tomó de mi cintura intentando recostarme sobre el lecho con notable cuidado. Al hacerlo me tapó con agilidad y encamino con paso ligero hacía la salida, apagando la luz y cerrando la puerta de la alcoba. El dolor era inaguantable y era poco probable que reconciliase el sueño fácilmente. Notaba como mi cuerpo nuevamente se notaba pesado, frágil y débil y como mis piernas comenzaban a temblarme debido a la baja de defensas en la temperatura de mi organismo. Cerré los ojos intentando apaciguar los vastos dolores que se intensificaban a medida que pasaba el tiempo. Me encontraba ensoñada, entre dormida y despierta, perceptible tanto en la realidad como en la fantasía. Estaba soñando pero a su ves sabia en su totalidad que me encontraba en un estado enfermizo y que me era imposible dormir profundamente.
-------------------------------
Habrían pasado alrededor de un par de horas desde que Shisume se había marchado de la habitación. Mi situación parecía más bien empeorar. Sentía ganas de gritar que trajeran aquellas medicinas cuanto antes, con tal de apaciguar aquel sufrimiento. Pero la voz parecía no querer salir al aire. Mis orbes parecían no querer abrirse, y ni hablar de intentar emitir movimiento alguno.
Oí unos pasos algo apresurados subir las escaleras y encaminarse hacía mi posición. Me relaje al instante, emitiendo un intenso suspiro de alivio. La puerta se abrió y el reflejo de luz de la lámpara de mesa pareció iluminar mi tenue rostro. Fruncí el ceño molesta, intentando abrir los ojos lentamente a como diese lugar. Al hacerlo pude identificar vagamente la silueta de Sasuke a un lado de mi cama. Removí mi cuerpo con la intensión de erguir mi espalda estando aún recostada, pero al hacerlo perdí capacidad de controlar el equilibrio, amagando a desplomarme nuevamente hacía la almohada. Sasuke tomo de mi cintura, posicionando suavemente mi cabeza sobre la amplia almohada. Rozó mi frente con una de sus gélidas manos.
-Mierda- Aludió para luego emitir un sonoro bufido de indignación. Pareció rasquetear una tableta de medicamentos y sacar algunas píldoras. Yo le observaba a duras penas, sentía que mi frente obstruía la visión de tan pesada que la palpaba. Sasuke se pocisionó a uno de mis lados con extrema lentitud, tomó de mi rostro con cuidado intentando erguirlo con precisión. Yo comencé a emitir quejidos sin siquiera darme cuenta de ello. Sentía como si estuviese ebria.
-Anda, debes de beberlo- Sentenció con seriedad el muchacho al momento de colocar dos píldoras sobre mis labios, acercando un pequeño vaso de agua hacía los mismos. Me sentía desfallecer al instante en que intente consumir de aquella medicina, sentía hasta nauseas. Tosí rudamente luego de tragarlas debido a que había bebido el agua demasiado deprisa. El moreno me sostenía aun de la espalda, zamarreando suavemente mi cuerpo intentando acabar con aquella desenfrenada tos. Al cesar la misma, comenzó nuevamente a posicionarme sobre el suave colchón, irguiendo su cuerpo a su vez. Comencé a sentirme mucho más aliviada que antes luego de haber consumido aquello. Cerré mis ojos con pesadez y nuevamente los abrí de igual forma, intentando entrever al menos el rostro masculino. Él seguía allí observándome fijamente. Luego extendió una de sus manos hacía el interruptor de la luz de la pequeña lamparilla de mesa. Le observe como pude y cuando sentí que volteaba hacía la salida de la habitación, sin saber porque me apresure en modular su nombre lo más alto posible.
-S-sas-uke- Aludí totalmente inconciente, al borde de mi lucidez. Logré notar a través de la oscuridad como el moreno se acercaba lentamente hacía mi posición- ¿D-donde estas?- Parecía perdida.
-Hmp- Oí decir a una distancia próxima. No sabía bien porque pero deseaba tenerlo cerca, sentir que realmente estaba allí. Extendí uno de mis brazos temblorosos hacía alguna dirección pero aun así no logré palpar alguna extremidad de su cuerpo.
- ¿¡D-donde!?- Exasperé entrecortadamente, ligeramente alarmada, fuera de mí. Hasta comencé a llorisquear débilmente, emitiendo leves gemidos de dolor. Percibí como el bufaba con modestia, mientras ligeros pasos se dirigían a una muy corta distancia. Noté como se arrodillaba a un lado de la cama y percibí su aliento rozarme con pesadez. Abrí mis orbes y supe distinguir sin dificultad su ennegrecido rostro, debido a la oscuridad. Le observe fijamente durante breves instantes aún llorando. Él no decía nada solo me observaba de igual modo. Extendí lentamente una de mis manos, llegando así a posicionarla levemente sobre una de las tenues suyas. La presione débilmente. Él la deslizó y volvió a posicionarla sobre las sabanas.
-Descansa, ya es tarde- Comentó con algo de rigidez en su voz, como siempre se refería a mí, fría y secamente. Nuevamente, sin siquiera pensarlo, tomé de su mano presionándola.
-N-no te vayas- Suplique extenuada, con posible falta de oxigeno en la voz. El pareció quedarse observándome durante breves minutos, talvez decidiendo que haría. Aunque tenía por sabido que no se quedaría.
-Descansa ahora- Ordenó irguiendo su cuerpo lentamente. Al percatarme de ello, me aferre a su mano más fuertemente. Él no se resistió esta ves. Comencé nuevamente a sollozar aún más audible.
-Hasta que logre dormir- Intenté redimir levemente, me sentía agitada y necesitaba su compañía. No entendía aun porque, pero la necesitaba en gran medida -O-onegai-
El nuevamente descendió su cuerpo tras unos segundos de quedarse observándome. No respondió ante mi petición, solo se arrodillo una vez más a un lado del lecho. Supuse que eso significaba que se quedaría entonces. Una vasta y débil sonrisa se dibujo en mis labios, y noté como mi mano aun sostenía levemente la suya. Presentía aquellos oscuros orbes sobre mí persona fijamente posicionados ¿Acaso se estaría preocupado?
-Naah- Sentí a mi Inner indicar con desgano.
Comencé a sentir como mi cuerpo de relajaba instantáneamente y como el sueño iba inundándome de a momento. Pero recordé algo de improvisto lo cual no resistí demasiado en reprimir. Abrí holgazanamente mis cansadas y ya rojos orbes y los conduje hacía el negrusco rostro masculino.
-S-sasuke-
--¿Qué?-
-Lamento lo sucedido-
-Hmm??-
-Lo acontecido con Hinata-ch- Comencé diciendo, casi en un susurro.
-Aa- Terminó diciendo con decisión, dando por finalizada la pequeña charla.
Fruncí mi ceño levemente, cerré nuevamente mis ojos, mientras acurrucaba mi cuerpo aun más a la gruesa frazada que me cubría. Aún tenía una de mis manos rozando levemente la de de Sasuke, a pocos centímetros. Fingí acomodar mi postura, acercando aún más el contacto entre nuestras extremidades. Sonreí vagamente al descubrir que no oponía resistencia alguna.
-Sasuke-
-Hmm?- Parecía más un bufido de fastidio.
-¿Ella y tú son..?- Comenté con libertinaje, sin modestia alguna. No entendía porque pero necesitaba verificarlo. Durante unos breves instantes inundó un fatigante silencio en el ambiente. Estaba comenzando a creer que el moreno había evadido mi pregunta.
-Aa- Respondió al fin. Inevitablemente emití un inconciente bufido el cual fue reprimido inmediatamente, mientras comenzaba a ruborizarme por aquella inmadura reacción de mi parte. Claramente no había pasado desapercibida por el ojinegro, eso era seguro. Ya hasta podía imaginar aquella vasta sonrisa de autosuficiencia dibujada en su mal nacido rostro.
Inmediatamente posterior de pensar aquello, noté como la nítida mano perteneciente al moreno envolvía la mía con lentitud, entrecruzándola lentamente. Percibí tambien como el aire de mis pulmones comenzaba a faltarme de a momento.
-Que descanses, Sakura-
To be continuing ------------------------------------------------------------------------------------
Konishiwaa! Al fin tanto tiempo ¡He actualizado! Bueno me gusto como quedo el capi. No puedo creer que lo hiciera tan rápido. Me vino bien esto de dejarlo un tiempo en censura XxD ¡Espero les haya gustado a ustedes!
Respecto al capi..aparición de Shizume o que personalmente me cae de lo más bien en la serie! Me hace reír mucho XxDXD Pues es lo unico.
No se porque pero detesto a Hinata (Inner: ¡Es porque esta con nuestro SasukiitoTT) Nn No en verdad que no tengo nada contra ella! Pero me hace sufrir a Saku y eso definitivamente me saca de casillas :$
Dejen REVIEWWSS, vaamos que no cuesta nada! No saben que bien que me hace ver que me escriben :) realmente me pone muy contenta! LOl me motiva muchísimo a seguir y escribir! Enserio que no es excusa, solo deben de apretar un botoncitoo y ¡Listo calisto!
Buen, les veoo en el prox capi! JANE!!