Capitulo 33:

Michiru y su entrada triunfal a la batalla

Bye Blanquet se sorprendió cuando Michiru y el resto de sus amigos irrumpieron de golpe en la azotea donde él estaba. Lo primero que sintió fue la embestida poderosa de su hermanito Oyster que lo envolvió de inmediato en un igualmente poderoso abrazo.

-Estaba tan preocupado…-dijo Oyster, y se desmayó de nuevo.

La escena ya era de todos los días. Michiru, aburrida, desvió la mirada solo para toparse con otra escena que casi hace que se le desorbiten los ojos. Las súper guerreras recibiendo una súper paliza por parte de un bicho ridículo que solo sabia decir "pastelillo".

-¡¿Pero qué?! -Michiru tenía una gigantesca vena en el cuello-¿Y se supone que no debemos preocuparnos?

-No es su culpa -explicó Bay Blanquet alzando en brazos a Oyster-. Sin sus parejas no coordinan bien.

La sola mención de que las chicas necesitaban de sus parejas hizo que la sangre de Shark hirviera. Turtle sintió el repentino cambio en su amiga y miró a Galeon por inercia, lo encontró con la mirada perdida.

-Oh no… -Coral se oía muy preocupado-, Haruka…

Aquel gesto triste y desconsolador fue como un detonador para Michiru. Ni lo pensó siquiera.

-¡Se acabó! -corrió en dirección al conflicto-. Yo misma… -hay que recordar que estaban en un edificio adjunto- ¡AHHHH!

Michiru saltó del borde de la azotea pero no llegó al otro lado. En ese momento Oyster despertó en brazos de su hermano al oír el grito de Michiru.

-¡MICHIRU! -Todos casi se tiraron para poder rescatarla.

Pero solo el grandioso poder del viento de Oyster elevó nuevamente a Michiru y la lanzó hacia el edificio donde peleaban las chicas.

En ese instante Haruka y las otras Sailors sintieron la presencia de la princesa del mar, se voltearon hacia la ventana y vieron la silueta de una Sailor. Michiru entró como roca haciendo explotar la ventana y cayó de cabeza rodeada por vidrios rotos, las sailors y el demonio se le quedaron viendo con una gota de sudor en la nuca.

-Hay me muero…-a duras penas Michiru se enderezaba.

Los pétalos rosa empezaron a caer, distrayendo a Michiru de su dolor.

-Estas rosas son de…

Shark entró impulsado por el viento de Oyster, pisando más apropósito que por accidente la cabeza de Michiru. Le siguió Turtle que pisó la espalda de Michiru. Turtle se corrió rápido cuando vio venírsele encima a Galeon que aterrizó elegantemente usando como tapete a Michiru.

-¡Desgraciados!

Las rosas aumentaron su intensidad cuando la dueña de ellas se hizo presente. Con una elegancia envidiable, Coral apareció de pie sobre el marco de la ventana.

-¡Por qué no te quitas! -Michiru se arrastraba apenas por el peso de su "amigo".

-Oh, lo siento de verdad Michiru –Galón sonreía nerviosamente.

Entre los escombros Jelly salía despacito, mas herida por la ayuda de Cody que por el enemigo. De repente los escombros explotaron detrás suyo, Jelly tenia todos los pelos parados cuando Cody le pasó por encima dejándole una nueva contusión.

-¡Mi Michiru esta en peligro! -Cody corrió hacia ella y también la pisó.

No la veía porque Michiru estaba cubierta por rosas de Coral en el suelo.

Cody notó que una pierna y un brazo temblorosos apenas se elevaban debajo suyo.

-¡Michiru! -Cody la sacudió de un lado a otro-. ¿Estás bien?

-S…sii -Michiru estaba mareada por tanto sacudón.

-Oh no, ¡no me responde! -Cody habló en vos alta como para que todos escucharan.

-Estoy bien -Michiru trató de hablar más claro.

-Te daré el beso de la vida –Cody se acercó al rostro de Michiru.

-¡¿QUEEE?! -ella empezó a patalear y contorsionarse de todas las formas posibles para evitar ese beso, sin éxito -¡KYAAAA!

El pie de Shark piso una y otra vez la cabeza de Cody, permitiéndole a Michiru retroceder arrastrándose hasta estampillarse contra una pared toda traumada.

-A mi me parece que esta muy bien -Shark pisó mas fuerte la cabeza de Cody.

-¿Ah si? -Cody sacó la lengua y guiñó un ojo-, no me di cuenta.

-¡Te voy a dar "tu no me di cuenta"! -Coral y Turtle apenas contenían a Michiru, que estaba al borde de la histeria.

El suelo frente a ellas se rompió producto del demonio que saltó y se tiró en picada. Michiru olvidó lo que hacia y se enrolló por Coral del susto que se dio.

-Ya que tengo su atención -el demonio se irguió- ¡Pastelillos para todas!

El techo se cubrió de pasteles venenosos listos para caerles encima.