Holaaaaa!!!^^ bueno de nuevo vengo pidiendo perdón por el retraso pero esta vez aparte de que la inspiración era más bien escasita (las musas me abandonan) no se porque no podía subir el capítulo . en fin muchas gracias a karyta34 (gracias a ti me acorde del método anticonceptivo xDD), a Aldama-Kids (te digo simplemente que Harry esta medio loco y no sabe cuales son sus sentimientos y por eso lo que hará a partir de ahora es un misterio :P) , a HelenCullenMalfoy, a DAWN EVERY LIGHT, a tati uchiha, a hardlof, a ERY MALFOY (gracias x la manguera otra vez xDD y tienes razón... quien pede resistirse a Draco :P) y a tods ls que me escribisteis reviews alguna vez por perder un minutito de vuestros tiempo en comentarme y decirme que os parece el ff^^ y eso como solo os cuesta un minutito chiquitin haber si me escribis mas reviews (qué pidona soy jejej :P) este capitulo creo que me salio un poquito mas largo (aunque la verda es que no mucho, no os aburrais antes de tiempo) y espero que os gusto mucho. besooooottteeeesssss!! ^^Maka^^

P.D.: si tardo a partir de ahora no me lo tomeis mucho en cuenta pero estoy en ultimo curso y tengo que estudiar mucho si quiero entrar el año que viene en la universidad y no puedo dedicarle tanto tiempo como quisiera a la escritura :( bueno lo dicho: espero que os guste. Besitooosss ^^Maka^^

Capítulo 9: En la boca del lobo

Abajo en el jardín vio como Luna se abrazaba a Ron que le acariciaba el pelo y tras unos segundos él le cogió la barbilla y … ¡se besaron! ¡Ron, su mejor amigo, estaba abrazando a Luna Lovegood y la besaba apasionadamente!

-Míralos- dijo Ginny con expresión soñadora asomándose a la ventana- por fin Ron a encontrado a alguien que le ayude a olvidar a Hermione … todo volverá a ser como antes. Hermione también encontrará a un chico y todo se arreglará. Volverán a ser amigos y todo será como antes. ¡Qué lindos! … bueno ¿por donde íbamos? … ¿Harry? ¡Harry!

Ginny vio a través de la ventana como el chico con el que estaba hacía solo unos segundos se acercaba a la pareja que estaba a punto de volver a besarse y se preguntó por qué razón incomprensible Harry la había dejado tirada solo por el beso que se habían dado Luna y Ron mientras volvía muy enfadada a su cuarto … estaba decidida a que ese imbécil ojiverde le daría una explicación convincente o ya podía ir preparando su funeral …

Mientras tanto Harry notaba que su erección había desparecido por completo dejando paso a un enorme monstruo con garras que rugía en su interior pidiendo la muerte del pelirrojo. ¿Cómo era capaz de hacerle eso a él? pero … ¿hacerle qué? Él ni siquiera estaba con Luna y tampoco estaba enamorado de ella … lo único que sabía era que debía evitar esa locura pasase lo que pasase … pero como había sucedido aquello … ¿es que se gustaban desde hacía tiempo y él ni luces? ¿por eso le rechazaba Luna y no por Ginny como ella le hacía creer?

*.*.*.*.*Unos minutos antes*.*.*.*.*

Ron no podía dormir, llevaba ya un buen rato tirado en su cama mirando al techo y ni siquiera podía entablar conversación con Harry ya que este había ido a "dar de comer a Buckbeak". El pelirrojo dio un par de vueltas en su cama pero definitivamente no podía dormir así que decidió ir a dar una vuelta por el enorme jardín que Dumbledore y Moody habían creado en la casa. Bajó con sigilo pues la señora Weasley había dejado clarísimo que no quería ningún ruido pues Charlie acababa de llegar herido y el que lo molestara pagaría con su vida.

Tras cerrar la puerta y acceder al jardín, que gracias a la magia podría tener el tamaño de un campo de quidditch pequeñito, se sintió más tranquilo pues desde ahí sería muy difícil que lo oyeran. De lejos vio una silueta … era Luna. El pelo de la chica brillaba a la luz del astro que llevaba su nombre.

-¡Ey Luna!- saludó el chico parándose junto a ella

-¡Ron!

-¿Qué haces?

-Busco clownberries de cola verde ¿me ayudas?

-No gracias- el chico no pudo evitar sonreír ante la inocencia que mostraba la rubia pues hacía tiempo que había aprendido a no meterse con ella por sus animales extraños

-Tú mismo …- dijo la chica encogiéndose de hombros- bueno … ¿y que haces aquí?

-Nada estaba solo en la habitación, aburrido como una triste almeja … pensando en mis cosas y como necesitaba despejarme bajé a dar una vuelta … ¿Y tú?

-Ya te lo he dicho- sonrió la rubia dulcemente- busco clownberries de cola verde. Pero mejor te haré compañía para que no te aburras- el ojiazul asintió sonriendo- ¿te apetece jugar a algo?

-Esta bien … ¿quieres que baje el ajedrez mágico?- Luna negó

-Nunca he sido muy buena que se diga- se puso pensativa y tras unos minutos en que los dos pensaron a qué podrían jugar exclamó- ¿¡Y si echamos un partido de quidditch!?

Ron rió- ¿Cómo vamos a jugar al quidditch? Solo tenemos una quaffle que está en el trastero de arriba además haríamos mucho ruido y sabes como se pondría mi madre.

-No necesitamos pelotas

-¿Ah no?- preguntó el pelirrojo incrédulo

-No. Con esto- dijo golpeándose las sienes con el dedo índice- basta y sobra

Ron volvió a reír. Realmente esta chica era divertida.

Luna hizo como que montaba en una escoba invisible y tras dar una fuerte patada en el suelo corrió dando un par de vueltas como si agarrara el palo de dicha escoba e hizo como si una quaffle invisible le llegara a las manos- ¡A ver lo que sabes hacer, amigo! ¡No eres tan buen guardián como aparentas!

-De acuerdo- suspiró Ron imitándola mientras montaba en su propia escoba invisible y "volaba" hacia los postes imaginarios y se preparaba para atrapar la pelota invisible. Luna se preparó, sopló al lugar donde supuestamente estaba la pelota escarlata y lanzó fuertemente hacia Ron que se movió un poco para supuestamente atraparla enseguida- ¡Ahora soy yo el cazador! Si no corres hacia tus aros marcaré 10 puntos- y dicho esto salió corriendo (mejor dicho, volando) hacia el otro lado del jardín y lanzó- ¡GOOOOOLLLLLLL!

-¿Con que esas tenemos eh? ¡Ahora verás!- la rubia corrió rodeando la zona por la que estaba Ron y tras atrapar la imaginaria quaffle "voló" hacia el otro lado y marcó diez puntos

-¡El público está emocionadísimo! - decía Ron con voz de locutor mientras corría sujetando su escoba imaginaria- La gran jugadora Luna Lovegood ha alcanzado en puntuación al famoso jugador Ronald Weasley, van 10 a 10- hizo sonidos en voz baja como si hubiera un fondo de espectadores que gritaban emocionados- sin embargo … ¡Oh! ¿qué es eso?- dijo corriendo hacia el lado contrario- ¡el ahora buscador Ron Weasley a cogido la snitch dando fin al partido y consiguiendo la victoria con 160 puntos!- de nuevo hizo los sonidos

-¿Ah si? ¡Pues toma!- exclamó Luna y cuando Ron se giró vio como la chica empuñaba un bate imaginario y le lanzaba una bludger también imaginaria. Ron hizo un amago con la cabeza como si la pelota le acabara de golpear dolorosamente haciéndole echarla hacia atrás

Después de que aquella imaginaria pelota le golpeara en la cabeza, el chico dijo- ¡ahora verás!
La chica salio corriendo sin parar de reír mientras era perseguida por un risueño pelirrojo que enseguida la atrapó y tras darle unas vueltas en el aire y tras un pequeño y amistoso forcejeo los dos adolescentes rodaron por el suelo sin parar de reír mirándose a los ojos sin parar de reír y ... observando los labios ajenos sin parar de reír. Cuando por fin cesaron las carcajadas Ambos notaban sus respiraciones entrecortadas y Ron, quien había quedado situado encima, se levantó ayudando a Luna a hacer lo mismo.

-¿En qué piensas?- preguntó Luna.

-Que eres rara- afirmó el sonriente pelirrojo

-Típico- murmuró ella poniendo los ojos en blanco

-Pero es una rareza que me encanta.- añadió él acariciándole la cara- porque te hace especial y diferente.

-Insisto … típico- sonrió la rubia

-Anda ven aquí- Ron la tomó por los hombros y la abrazó mientras le acariciaba el pelo.

Luna alzó la cabeza y miró los ojos de color azul claro del chico que la abrazaba. Él le sonrió con dulzura mientras le cogía la barbilla y agachaba la cabeza para tener acceso a sus labios, aunque temiendo la reacción que la rubia pudiera tener, sin embargo la ojiazul se puso de puntillas (ya que Ron era una cabeza más alto que ella) y deslizó las manos, que antes reposaban en la cintura de Ron, hasta el cuello de este para que finalmente sus labios se encontraran de forma dulcísima y ambos abrieron sus bocas para dar paso a que sus respectivas lenguas se encontraran para intervenir en una lenta y dulce danza que ambos disfrutaban. Poco a poco se separaron finalizando con un pico y se miraron de nuevo a los ojos.

-Me ha gustado- afirmó Luna sonriendo sonrojada

-¿Solo eso?- preguntó Ron poniendo morritos

-Eso significa muchas cosas …

-¿Cómo qué?- Luna se volvió a poner de puntillas para besar de nuevo al pecoso. Sin embargo …

-¡Hola chicos!- dijo una alegre voz por detrás de ellos- Bonita noche ¿verdad?- afirmo Harry con una falsa sonrisa

-Sí- coincidió Ron haciendo señas a su amigo con la cabeza para que se fuera pero de las que este hacía caso omiso- preciosa para ver las estrellas por la ventana DEL CUARTO- Ron se preguntaba por qué Harry no entendía sus indirectas ni los movimientos de cabeza que le hacía si hasta el momento siempre que lo había visto con una chica le había dejado en paz.

-Tienes razón …- coincidió el moreno mientras Ron suspiraba aliviado pensando que el ojiverde había cogido la indirecta- ¿Por qué no subes y miras las estrellas mientras yo hablo con Luna?- dicho esto arrastró a Luna cogiéndola por el brazo ante la atónita mirada de cierto pelirrojo bastante ofuscado

-¿Se puede saber que hacías?- gritó el moreno una vez se hubo asegurado de que Ron se había ido del jardín

-¿A ti qué te parece?- preguntó Luna ofendida

-¿No te das cuenta de qué es mi mejor amigo?

-¿Y? te recuerdo que tú y yo no tenemos NADA, no tengo por que darte explicaciones de a quien beso y a quien dejo de besar y no tienes derecho a entrometerte.

-Pero, Luna, entre nosotros no habrá pasado nada pero sabes perfectamente que no hay una simple amistad aquí.

-¿Disculpa? Te recuerdo que el tren quedamos de que solo habría una simple amistad y también te dije que si volvías a sacar el tema te dejaría de hablar así que déjame en paz de una vez, Harry. Me estoy hartando de esto que te traes … ¿te crees que no veo que haces lo mismo con Ginny? Lo veo, Harry, y además ella me lo cuenta porque somos amigas aunque a ti no te haya quedado del todo claro … me voy a mi cuarto y no vuelvas a hablarme- la rubia se dio la vuelta para marcharse pero Harry la agarró de nuevo del brazo

-No por favor, no dejes de hablarme, Lunita, haré lo que sea, cualquier cosa con tal de que no dejes de hablarme …

-Solo quiero que me dejes en paz- dijo la chica sin voltear a mirarle para que el muchacho no notara que sus ojos brillaban- háblame lo justo y necesario ¿ok?- dicho esto se soltó de la mano que sujetaba su brazo y caminó tranquilamente hacia el interior de la casa

***

Draco despertó con los leves rayos de sol que se filtraban a través de las finas cortinas de seda e intentó volver a dormir abrazando uno de los cojines en los que reposaba su cabeza cuando recordó que no había dormido precisamente solo …

El rubio palpó entre la sábana que seguramente Hermione había hecho aparecer ahí pero … un momento … había sábana pero no había Hermione … ¿dónde se habría metido esa chica?

Draco se levantó y tras hacer un hechizo convocador y vestirse con un pantalón de pijama comenzó a buscar a la castaña por la casa. En pocos minutos la encontró en su habitación, situada en la tercera planta y decorada con detalles verdes y plateados con un aire Slytherin evidente, organizando una pequeña mochila que había traído y en la que seguramente estaban sus cosas.

-¿Qué haces?- preguntó apoyándose en el marco de la puerta

-¿Tú que crees?- evadió la castaña con otra pregunta- Largarme de aquí.

-Eso me hace sentirme como un objeto- comentó Draco con un deje divertido en la voz.

-¿Un objeto? ¿qué objeto? La única utilizada aquí he sido yo.

-¿Disculpa? La que llego aquí, a mi casa, con ganas de … guerra … fuiste tú.

La chica lo fulminó con la mirada- Mira, llegue aquí por error, estaba huyendo de unos mortífagos que me perseguían, no sabía que vivías aquí y era mi única opción. Y que sepas que la poción anticonceptiva sabe horrible. Además, hablas como si tú no lo hubieras deseado también.

-Hablas como si tú no lo hubieras deseado también- repitió el muchacho ensanchando triunfante su media sonrisa, haciendo que Hermione se tapara la boca al darse cuenta de su error- entonces lo confiesas- afirmó

-No, no, no, no, no, no- rectificó rápidamente- yo no he confesado nada de nada.

-Mmm… ya … pues yo creo que sí … ese "también" te ha delatado

-Estás loco

-Y tú muy guapa- respondió en tono de burla.

-Imbécil- sentenció la castaña apartando el brazo de Draco que le impedía el paso mientras salía de la estancia

Pasaron unos segundos antes de que el rubio reaccionara y, después de que una idea se le viniera a la cabeza, echó una pequeña carrera a través del amplio pasillo tras la chica a la que cogió por la cintura y con un movimiento brusco la estampó contra la pared, arrinconándola de forma que no tuviera escapatoria alguna.

-Idiota- chilló Hermione forcejeando inútilmente- me haces daño

-Confiesa- ordenó el muchacho en tono serio, aunque sin poder evitar mirar el cuello, ni claro ni oscuro, de su rehén.

-Ni muerta.

-Confiesa- dijo él más cerca del cuello- confiesa y te dejaré irte …

-Gilipollas- no era momento para ceder a los caprichos de ese niño malcriado.

-Insoportable- dijo el más bajito, con la voz ligeramente ahogada, como si estuviera viendo un melocotón maduro y se relamiera deseoso de probarlo.

-Imbécil- la chica tragó saliva

-Creída- más cercanía.

-Salido- menos seguridad.

-Pedante- Draco le dio un pequeño beso en el hombro acompañado de un mordisco también pequeñito.

-Narcisista- inconscientemente, Hermione posó sus manos en el pecho de Draco mientras este abrazaba su cintura estrechándola contra sí.

-Castor- los besos y mordiscos ascendieron por el cuello volviéndose cada vez más feroces

-Hurón- las manos frías de la chica ascendieron para revolver el rubio cabello haciendo que al muchacho se le erizaran los pelillos de la nuca en su paso por esta.

-Dilo otra vez- dijo el muchacho con un hilo de voz, tras lo cual mordió delicadamente la línea de la mandíbula de la castaña haciendo que a esta se le escapara un pequeño gemido ahogado.

-¿Qué?- preguntó la chica ensimismada comenzando también a dar feroces besos por el cuello.

-Repítelo- dijo dándole un pico- suena- otro pico- demasiado- otro- sexy- otro más- viniendo de ti …

-Hurón- repitió ella mordiéndose el labio provocando que el chico se abalanzara sobre su boca con un beso feroz y pasional.

Hermione nunca se aceptaría a sí misma que estaba disfrutando como nunca esos minutos de "colapso", sin embargo en un momento se dio cuenta de lo que estaba haciendo, de nuevo estaba cayendo en las redes de Draco Malfoy, de nuevo él la besaba, de nuevo la abrazaba, de nuevo la utilizaba como a un objeto para aplacar sus deseos y, de paso, burlarse de ella. La chica abrió los ojos y de un empujón se deshizo de aquel muchacho que acabaría por volverla loca.

-¡Que me dejes en paz de una vez, Malfoy!

-¿Y eso a qué viene?- preguntó el confuso muchacho.

-A que a ver si te enteras por fin de que no me gustas, no tengo el más mínimo interés por ti y estoy harta de tenerte hasta en la sopa, en conclusión: ¡No me gustas!

Draco alzó una ceja mientras sonreía de lado- ¿Sabes? Eres muy convincente- concluyó de forma sarcástica

-¿Sabes? Eres idiota

-Y tú muy repetitiva

Hermione rodó los ojos, tras lo cual se dio la vuelta y se dispuso a bajar las escaleras para irse mientras el chico rubio al que estaba besando hacía tan solo un par de minutos se apoyaba en la barandilla desde la que se veía el piso inferior. La castaña bajó las enormes escaleras, que daban la impresión de ser parte de un de un palacio imperial y cruzó con seguridad el hall de entrada decorado con una madera antigua de gran calidad con el suelo de un mármol rojo veteado en blanco. Abrió con una ligera dificultad la gran puerta de madera y salió dando un portazo sin querer, ya que era inevitable por el peso de la puerta.

Una vez que la chica hubo abandonado la casa se acercó lentamente a una de las ventanas que daba al jardín principal y cuando se asomó vio con horror como la castaña se dirigía hacía la verja por la que había entrado tras la cual se encontraban cinco hombres (mortífagos seguramente) que no podían ver lo que había en el interior de la casa pero que vigilaban muy atentos con las varitas en ristre.

El rubio se dio la vuelta inmediatamente corrió como un loco escaleras abajo, incluso más de lo que sus piernas podían permitirle, para impedir que la chica saliera por aquella puerta y abandonara la protección de la casa. Por suerte llegó justo a tiempo para evitar, con un empujón que abriera la verja.

-¡¿Estás loca?!- gritó jadeando nerviosismo- ¿No has visto que hay cinco mortífagos esperándote ahí fuera?- añadió cogiéndola por los hombros y zarandeándola ligeramente.

-Lo sé- contestó la aludida con los ojos empañados- pero no les tengo miedo, ni a ellos ni a lo que puedan hacerme. Además tengo mi varita y sé usarla, te recuerdo que en 4º nos enseñaron a ejecutar las maldiciones imperdonables.

-Pero son cinco contra una y tú no serías capaz de hacer las maldiciones imperdonables- la abrazó- Dios, podrían haberte matado.

-No puedo quedarme aquí. Malfoy- dijo ella respondiendo al abrazo mientras una silenciosa lágrima, cuya existencia solo fue conocida por su dueña, recorría su rostro- tú eres mi enemigo.

-Eso no es lo que importa. Lo único importante ahora es tu vida..

-Pero …- aventuró mirando al ojigris con los ojos un poco más vidriosos que antes.

-Quédate- dijo él con una voz muy segura- ven, vamos a desayunar.

-Pero con esto me estoy metiendo en la boca del lobo …

-Bueno … creo que hace tiempo que estás en la boca del lobo. Además me parece que este lobo ya no es tan feroz como antaño.- los dos jóvenes se sonrieron y se dirigieron hacia el interior de la casa.

***

-¡Vaya!- exclamó la señora Brown mientras ella y su hija ponían la mesa para el desayuno- parece que tenemos nuevos vecinos.

-Sí - dijo Lavender sin mucho interés- eso parece- la chica se asomó por la ventana y vio a un hombre moreno, alto y fuerte trasladando cajas con su varita al interior de la casa , mientras una mujer esbelta con el pelo negro más impresionante que la chica hubiera visto en su vida hacía crecer flores, plantas y algún que otro árbol frutal en aquel desolado jardín que comenzaba a ser precioso.

-Después del almuerzo iremos a hacerles una visita de cortesía, así tendré toda la mañana para poder hacerles una tarta o algo así.

-¡Oh genial! ¡Qué divertido!- comentó Lavender sarcásticamente- ¿Yo no tengo que ir, verdad?

-Por supuesto que tienes que ir, también vendrán Joe y Lucy, las gemelas se quedarán aquí con tu nana.

-Mamá, sabes que odio las formalidades ¿no puedo librarme? Puedes decir que tenía algo que hacer …

-No, no puedes.

-¿Te he comentado alguna vez que no me caes bien?

-Sí, alguna vez me lo has comentado- respondió su madre encogiéndose de hombros- Anda, llama a tus hermanos que vamos a desayunar.

-Ya voy- obedeció la ofuscada castaña

***

Harry llevaba todo el día evitando a Ron, no quería que el pelirrojo le pidiera explicaciones por su reacción cuando lo vio con Luna, aunque temía más la bronca que le echaría Ginny ya había conseguido posponer esa charla hasta la noche gracias la ayuda de los gemelos que se lo llevaron a rastras para enseñarle los nuevos productos de su tienda y él pudo decirle a duras penas que hablarían por la noche, aunque la verdad es que aquella intromisión le había venido de perlas, sin embargo con Ron no tuvo la misma suerte y en aquel momento el ojiazul le pedía explicaciones muy extrañado:

-¿Pero se puede saber que coño te pasó, Harry? Te estaba pidiendo expresamente que te largaras y a ti no se te ocurre otra cosa que llevarte a Luna … ¿Te pasa algo, colega?

-A ver, Ron, ella es Luna … Luna, nuestra Lunita … ¿Cómo se te ocurre liarte con ella?

-Ya sé que es Luna ¿pero y eso qué tiene que ver ahora?

-Xenophilius me pidió expresamente antes de irse que la cuidara de cualquier peligro.

-¿Y tú a mi me ves peligroso? Solo ha sido cosa de una noche … además creo que a ella nadie le puso una pistola en la cabeza ni nada por el estilo.

-Claro que no te veo peligroso, pero Luna es pequeña y podría hacerse ilusiones contigo …

-¿Pequeña? Tío, solo tiene un año menos que nosotros, la misma edad que Ginny … ¿y tú crees que no se las intenciones que tienes con ella?

-¿Yo? ¿Intenciones? ¿De qué hablas?

-Venga ya, Harry ¿Enserio crees que soy tan idiota como para no saber que quieres tirarte a mi hermana?

-Tampoco hace falta que lo digas así … yo quiero mucho a Ginny.

-Pero no como debería. Puede que antes quisieras algo más serio pero ahora las cosas han cambiado, no lo niegues … tú estás enamorado de Luna.

-Yo no estoy enamorado de Luna- se auto convenció- ni siquiera me gusta.

-Pues no es lo que demuestras con tu actitud. A mí me parece que lo que tú quieres es jugar a dos bandas con Luna y con Ginny. ¡Claro! El famoso "niño que vivió" necesita tener a todas las nenas a sus pies …

-¿Pero qué dices? Sabes p4erfectamente que no soy así, ser famoso me importa una mierda, sobre todo teniendo en cuenta por qué soy famoso …

-Lo siento tío, pero es lo que parece … mira, no me importaba que te acercases a Ginny porque pensé que tenías buenas intenciones con ella y porque, siendo mi mejor amigo, se supone que debería confiar en t. pero veo que lo único que quieres es acostarte con ella y eso no pienso aceptarlo.

-Ron, de momento no quiero nada serio con nadie pero no porque no quiera a Ginny sino porque ahora mismo con todo lo que tengo por medio prefiero ser un alma libre y no atarme a nadie … si Voldemort me mata, Ginny lo pasaría fatal y no quiero eso para ella, ni para ninguna persona en el caso de que no fuera ella con quien quisiera yo salir …

-¿Y tú crees que por no estar con ella sufrirá menos? Harry, ya hemos encontrado dos horrocruxes en lo que llevamos de vacaciones, y aunque eso sea una buena noticia, he escuchado que Dumbledore está muy preocupado porque Quien Tú Sabes- Harry rodó los ojos- está bien, porque Voldemort lleva bastante tiempo sin dar señales de vida … pero tú parece que estás decidido y resignado a morir.

-No estoy resignado a morir. Pero también sé que soy un mago que ha vivido toda la vida entre muggles. Sé muy poco de magia en comparación contigo, por ejemplo. Hay muchas cosas que todavía me sorprenden, a pesar de que llevo seis años sabiendo de la existencia de nuestro mundo y no sé si seré capaz de enfrentarme al mago más peligroso que existe.

-Pero esa coraza que te quieres poner no te va a servir de nada- intervino Ginny irrumpiendo en la estancia.

-¿Lo has escuchado todo? Preguntó su hermano.

-No, todo, no, pero sí lo último- dijo mientras se sentaba junto al ojiverde- lo que quiero decir es que me parece una postura muy cobarde por parte de un Gryffindor el querer aislarse de todo porque podamos sufrir, cosa que no vas a poder evitar ya que no controlas los sentimientos de nadie … lo cual sigue sin explicarme por qué hiciste ayer lo que hiciste …

-Ron- dijo Harry sin siquiera mirarle y solo atento a los ojos azules de la pelirroja a su lado- ¿puedes dejarnos solos un momento?

-Pero esto también me incumbe a mí …- rechistó ofuscado.

-Ron, por favor- pidió su hermana- luego te contaremos todo lo que saquemos en claro

El pelirrojo los fulminó con la mirada y salió de la habitación dejando a su amigo y a su hermana solos, mirándose profundamente a los ojos.

-Hola- le dijo Luna una vez que el chico estuvo en la cocina sirviéndose un zumo.

-¡Ey! ¿Qué tal?- saludó alegre.

-Bien. ^^ Acabo de ayudar a tu madre a desgnomizar el jardín- comentó sentándose de un salto en la encimera- aunque me extraña que haya gnomos porque siendo un jardín hecho a partir de un trastero … seguramente los hayan traído los cudlox de turbante amarillo … les caen mal los gnomos y los sacan fuera de su lugar de procedencia para que se pierdan ¿sabes?

-Sí, seguro …- afirmó el pelirrojo con una sonrisa resignada.

-Vete a la mierda- dijo en broma sabiendo que el chico no creía ni una sola de sus palabras.

-No gracias, estoy bien aquí- rió el muchacho provocando una sonrisa más amplia en el rostro de la rubia- ¿qué pasó anoche?

-Cómo si no lo supieras

-No me refería a nosotros … me refería a lo que pasó con Harry …

-Nada importante.

-Ya claro … y yo me llamo Pepa … ¿Por qué todos os empeñáis en tratarme como si fuera idiota?

A Luna eso le sonó de algo … todo el mundo la trataba como a una loca y nadie la tomaba enserio por eso decidió que debía contárselo. Ron merecía que confiara en él. Por alguna razón ese pelirrojo le daba paz y sentía como si él fuera una especie de ángel que la apoyaría y la comprendería, por lo tanto decidió que ya era hora de dejar de ocultar lo que llevaba dentro y contárselo todo a alguien a quien quería y Ron realmente era una persona a la que Luna adoraba con toda su alma.

***

-No, no, ni hablar … no pienso volver a probar algo como lo de esta mañana.

El mediodía había caído ya sobre aquella fría jornada del diciembre londinense. Draco y Hermione habían terminado de acomodar la casa que en los últimos meses había estado bastante revuelta a causa de varios registros tanto de mortífagos como de aurores y por fin habían conseguido reordenar toda la mansión, cosa que parecía increíble, dada la magnanimidad del edificio. Sin embargo, Hermione, para sorpresa (y coraje) de Draco, había sido de gran utilidad para la tarea, ya que gracias a su increíble habilidad con la varita lo acabaron todo en un santiamén. Ahora simplemente discutían por hacer la comida, aunque fuera por esa tontería necesitaban discutir por algo.

-Yo no estoy dispuesto a comer comida muggle … algo preparado con las manos y sin ingredientes mágicos no puede estar bueno …

-¿Perdona? Pensé que te gustaban las pociones, que, para tu información, se preparan con las manos. Además eres un intolerante, ni siquiera lo has probado y ya estás renegando …

-¿Pero y los ingredientes muggles?. Es imposible que una simple hierbita sin magia como esta- dijo cogiendo una ramita de romero y poniéndola frente a la cara de Hermione- le de tanto sabor a una comida como una especia mágica.

-Repito: ¿te has molestado en probar? Además, tú no sabes hacer nada ni con especias mágicas (que mira que hay que ser simple), le tuve que echar mi desayuno a los punckocos del patio (N/A: no me preguntéis qué es un punckoco porque yo tampoco tengo idea … me lo acabo de inventar xD, supongo que una plantita de invierno en forma de palmera acostumbrada a comer sobras xD)

-Ah, pues te parecerá bonito ¿no?

-Por lo menos más bonito que hacerme un agujero en el estómago.

-Eres una creída

-Mira quien fue a hablar.

-No soy yo la que lo ha dicho.

-Arghhh, no te aguanto …

-Ya claro y por eso me pides que me quede.

Draco la asesinó con la mirada, pues realmente le había sorprendido mucho esa salida, no era lo que se decía muy propia de Hermione … a esta chica se le estaba empezando a pegar un cierto toque Malfoy …

-Bueno hagamos una cosa- dijo la chica sacando al rubio de sus pensamientos.

-¿El qué? Un duelo de varitas hasta que acabemos … tirados … el uno encima del otro …- el muchacho tenía una media sonrisa característica mientras pronunciaba estas palabras arrastrándolas.

-¡Eres un cerdo!

-Me lo tomaré como un cumplido :P

-Imbécil- susurró- lo que quería decir- continuó con su tono de voz normal- es que podíamos hacer una comida y que gane el mejor … así te bajaría esos humitos de gran mago poderoso que tienes …

-Bueno … ¿y el ganador qué obtendría del perdedor?

-¿Cómo que qué obtendría el ganador?

-¡Claro! ¿qué tendría una apuesta de divertida si no hay alguien que gana, alguien que pierde, algo que se gana y algo que se pierde?

-Pues no lo sé, dímelo tú.

-Bueno … si pierdes tendrías que hacer TODO lo que yo te pida.

-Ah no, ni hablar, ni loca …

-Eso es que sabes que vas a perder

-Evidente que no … si es una bazofia como la de esta mañana tengo el éxito asegurado … pero no me pienso someter a un cerdo como tú

-Me encantan los piropos que me echas … ¬¬ bueno y si es tan bazofia ¿por qué me tienes tanto miedo?

-¿Miedo? ¿yo? ¿a ti? Ja, no me hagas reír, huroncito

-Bueno, entonces enfréntate a mí.

-Está bien. Total, no tienes ninguna posibilidad.

-Prepárate, castor, porque dentro de poco vas a ser mi esclava.

-Y si pierdes tú ¿qué gano yo?

-Eso no va a ocurrir

-Bueno, y en el caso casi seguro de que ocurra …

-Pues- la cogió por la cintura- haré todo lo que tú me pidas- juntó su frente con la de la castaña y por último susurró- to-do

-¿Enserio crees que soy como tú? Si yo gano las consecuencias serán pésimas para ti …

-¿Y quién dijo que tú te divertirías con mis peticiones?- simplemente le guiñó un ojo y se dirigió hacia la despensa donde guardaba toda la comida.

Ambos jóvenes se dedicaron afanosamente a sus tareas. Hermione hacía un guiso de carne con muchas especias y Draco algo indescriptible … la verdad es que no se le podía considerar buen cocinero porque en realidad, al ser un niño rico, en su vida había movido un dedo, pero con tal de ganar esa apuesta haría lo que fuera … necesitaba ganar … tenía que ganar …

***

Tras tocar el timbre ya no había vuelta atrás, su madre la había arrastrado hasta allí con dos de sus hermanos para llevar una tarta de melaza a los vecinos nuevos … por suerte esa dictadora que tenía por madre no la había obligado a vestir como ella quería y pudo ir con su estilo de siempre pantalones anchos y sudadera, aunque como hacía frío también llevaba un chaquetón de cuadros azules oscuros y celestes, no como sus hermanos a los que su madre había logrado encasquetar sendas túnicas de invierno. En ese momento la mujer del hermoso pelo ébano abrió la puerta y tras las formalidades entra ella y la señora Brown les hizo pasar a todos al interior de la casa.

-¡Que casa más bonita!- "pelota" pensó Lavender que odiaba ese tipo de formalidades, aunque realmente la casa estaba decorada con muy buen gusto.

-No es para tanto, es una casa muy normal … la verdad es que ha costado mucho que encajaran todos los muebles porque la mayoría son de nuestra antigua casa ¿sabe?

-Pero no me hables de usted, tutéame por favor …

A partir de aquí Lavender perdió el hilo de la banal conversación que mantenían las dos adultas y fue reparando en los detalles de la casa, las cortinas, la ubicación de los muebles, los cuadros … parecían hechos a mano, seguramente por alguien de la familia, algunos eran muy realistas en óleo y otros tenían mezclas de colores explosivas y la música estaba muy presente en cada uno de ellos, saxofones de los que salían colores y claves de sol, notas musicales que danzaban en el espacio exterior y otras muchas cosas indescriptibles y hermosas a la vez.

-¿Por qué no se lo enseñas tú, Lav? Te lo conoces de pe a pa

-¿Qué?- preguntó la aludida saliendo de su ensimismamiento

-¿Que por qué no le enseñas el barrio al hijo de Carol? Tiene justamente tu edad y no conoce a nadie aquí … seguramente le podrías enseñar un poco esto para que no ande perdido.

-¿Yo?

-Si claro, no lo va a hacer Lucy que tiene 13 años.

-Un momento- dijo la mujer- le voy a llamar y bajará enseguida- y dicho esto se levantó y salió de la estancia. Al rato volvió y tras ella entró un chico de pelo y ojos negros como el ébano y la piel clara. Ni el chico allí de pie ni Lavender pudieron cerrar la boca al verse: ella era Lavender Brown y él Theodore Nott.

-Venga, daos prisa- la señora Nott hizo que salieran sin que a ninguno de los dos les diera tiempo de reaccionar y sin comerlo ni beberlo ambos adolescentes se vieron en la puerta de entrada expuestos al frío invierno.

-Bueno …- aventuró la chica- ¿por donde quieres empezar?

-No lo sé … no conozco nada de aquí

-Está bien … empecemos por el paseo marítimo. Está mucho mejor en verano pero aún así es bonito.

-Ok

-Bueno ¿y como es que os habéis trasladado aquí?

-Cosas de mis padres … querían una casa más pequeña y yo que sé …- contestó él con desgana.

-Parece una respuesta típica de niño rico de Slytherin .

-No … no me malinterpretes …- se apresuró en rectificar el muchacho ya que antes pareció que no estaba muy contento con el cambio- solo es que odio las mudanzas … es un coñazo ¿sabes? Sobre todo cuando eres hijo único y tienes que ayudar tu solo a tus padres a llevarlo todo.

-Siempre pensé que los chicos como tú estarían rodeados de elfos domésticos que los atendieran.

-Luego somos nosotros los que juzgamos antes de tiempo … creo que la mala fama de mi casa me precede, pero que quieres no tengo la culpa de ser astuto …- dijo guiñándole un ojo

-Lo siento … no quería juzgarte- dijo bajando la cabeza avergonzada. Nott tenía razón: todos creían que los Slytherin eran unos pérfidos y egoístas niños de papá que solo sabían pensar en sí mismos y mirar a la gente por encima del hombro y sin embargo ahora se daba cuenta de que de alguna forma estaba poniéndose a la altura de lo que ella creía ver en los miembros de esa casa al meterlos a todos dentro del mismo saco …

-¡Ey!- dijo él sacando a la chica de estas cavilaciones- que no se acaba el mundo por lo que has dicho.

-Pero tienes razón. No debí prejuzgarte …

-No problem ;P bueno y qué ¿sigues cantando?- Lavender rió- ¿qué? ¿qué he dicho?

-Nada simplemente que yo no canto …

-Ya claro ¿y como le llamas tú a lo de halloween? "someday we'll know if love can move a mountain" (8) ¿recuerdas?

-Ha sido la única vez y la última que he cantado en público …- dijo adentrándose en el desierto parque infantil por el que pasaban en ese momento.

-¿Por qué?- preguntó él adelantándola

-Porque no soy capaz de cantar en público.

-¿Y por qué no?

-No lo sé, simplemente me bloqueo.

-Pero si esa noche lo hiciste

-Bueno … estaba contigo.

-Pero en algunas partes cantabas sola … además te movías muy bien y no pensaste en que había nadie allí- le cogió una mano y le dio una vuelta

-Ten en cuenta- replicó la castaña sentándose en uno de los columpios del parque- que también estaba bajo los efectos del alcohol xD

-Pues ya es hora de que te quitemos ese miedo escénico de una vez por todas …

-¿Y por qué ese interés?

-Mira, Brown, jamás había escuchado una voz como la tuya, ni siquiera la de mi madre, y te aseguro que canta como un ángel … el mundo mágico perdió una gran voz como la suya por mi culpa y ahora descubrirá una gracias a mí …

-Ey, tiempo, quieto parao que yo no quiero que el mundo mágico descubra mi voz …

-¿Por qué?

-Simplemente, no me interesa la fama

-Bueno pero a tus padres no les debe resultar fácil mantener a tres hijos … podrías ayudarles aunque no te lanzaras …

-Madre … y … somos nueve hermanos

-¡¿Nueve?!

-Sí, nueve.

-Pues con más razón … y si tu madre está sola necesitará un poco de colaboración …

-Mis tres hermanos mayores ya trabajan y además mi madre cobra la pensión por viudedad.

-¿Y por afición?

-Para eso está la ducha

-¿No hay manera de convencerte?

-No

-Ya verás que sí.

-Ya verás que no.

-¿Eres muy cabezota, verdad?

-¿Eres muy cabezota, verdad?- repitió ella, tras lo cual ambos jóvenes comenzaron a reír sin darse cuenta de que entre ellos empezaba a surgir una buena amistad.

***

-Bueno … realmente yo notaba que pasaba algo raro- le decía Ron a Luna en el vestíbulo antes de entrar a cenar- Él no se suele comportar así normalmente, pero no entiendo la reacción. Cuando le gustaba Ginny se comportaba de otra manera … no sé … distinto … ¿me entiendes?

-Es que yo no le gusto, Ron. Simplemente te comporta así porque es el típico famoso al que le gusta tener a todas las chicas a sus pies.

-Harry no es así y lo sabes.

-Ya. Pero no le encuentro otra explicación.

-Bueno, bueno …- interrumpió Ginny sonriente- ya veo que la parejita feliz no para de hablar tampoco del tema del día.

-¿Parejita feliz?- preguntó su hermano.

-Bueno vais de la mano- los chicos no se habían dado cuenta y se soltaron rápidamente provocando una risita de la pelirroja- y os besasteis anoche … lo vi todo con estos dos ojitos preciosos que tengo.

-Pero nosotros dos no estamos juntos ni nada- intervino Luna

-Tsss … tiempo al tiempo- sonrió la alegro ojiazul.

-Ginny, entonces ¿ya lo sabes todo?

-Sí

-¿Y qué piensas?

-Sabes como soy, Luna, me es indiferente por completo … de todas maneras me gustaría hablar contigo después de cenar y …

Pero la pelirroja fue interrumpida por un gran golpe que dio la puerta de entrada al abrirse por la que apareció un Remus Lupin pálido y asustado como nunca lo habían visto.

-¡HERMIONE!- gritó- ¡HAN MATADO A HERMIONE!