-Disclaimer; Los personajes le pertenecen a J K. Rowling a mi sólo la trama sin ningun fin de lugro.

Notas de la Autora; Habra amor, desilusión y amigos no tan amigos, los primos Weasley son de armas tomar.

Chapter # La Villa Weasley

Una mañana más, un insignificante día más el sol entraba por la misma ventana dándole de lleno a los ojos, maldijo por lo bajo esperando poder dormir aunque fuera un segundo más pero le fue imposible. La puerta fue golpeada débilmente dos veces y antes de esperar respuesta un par de cabecitas despeinadas ya brincaban sobre la cómoda cama que ocupaba.

-Despierta papá.-pidió el niño de menor estatura.-Anda mami que se nos hace tarde.

-Al por mucho que nos demoremos el callejón Diagon no va a desaparecer.-exclamó Harry Potter dándole la espalda al niño, la mujer que compartía su cama le dio un pequeño golpe en el hombro.

-Vayan a cambiarse que ya mismo despierto a su padre.-exclamo la mujer sonriendo ampliamente ambos niños, salieron brincando y con el mismo entusiasmo que habían entrado.

-Vamos Harry.-pidió saliendo de la cama y entrando al baño para lavarse la cara.

-Ayer me cansé mucho.-gritó Harry sin pararse.

-Nadie te obligo a jugar quidditch toda la noche.

-No jugamos toda la noche, tarde segundos en encontrar la snitch.

-Arrogante-inquirió la mujer saliendo del baño.

-Mandona-repuso Harry sonriendo

-Presumido.

-Hermosa.

-Oye te estoy insultando.

-Y yo también-río Harry poniéndose de pie y sin más remedio comenzó a vestirse.

Ginevra Weasley ya no era mucho de lo que un día fue a pesar de tener 3 hijos podía agradecer a los entrenamientos de quidditch mantener un buen cuerpo, su piel sólo estaba un poco más bronceada que antes, su estatura era unos centímetros mayor y sus facciones más marcadas.

Harry Potter mantenía el cabello igual de imposible que antes, su cuerpo había adquirido formas que halagaban a cualquier mujer pero había cambiado ahora podía decir con orgullo y sin intenciones de equivocarse que era feliz, feliz como nunca antes lo había sido y era una felicidad que destellaba en el brillo de sus ojos, en la amplitud de su sonrisa.

No tardaron más de 10 minutos en estar listos, Ginny llamó a sus hijos y con velocidad salieron de la casa para abordar su camioneta.

-¿Papi Al esta castigado?-preguntó la niña pequeña.

-¿Hizo algo que no debía hacer o no hizo algo que si tenía que hacer?-preguntó Harry mirando a su hija por el espejo retrovisor.

-No hizo algo que tenía que hacer-aseguro la pequeña sonriendo, Al comenzó a negarlo mientras James gritaba que si era culpable.

-Al estas castigado-sentenció Harry ignorando a sus dos hijos varones, Lily nunca mentía y siempre que intentaba hacerlo sus mejillas se ponía tan rojas que era muy fácil descubrirla.

-Pero no hice nada malo.-replico Al haciendo un puchero.-Mamá juro solemnemente que me eh portado muy bien, enserio que si, desde mi último castigo aprendí muy bien la lección.-agrego mientras su madre lo miraba, con un poco de suerte y su tierna mirada podía librarse de ese castigo.

-¿Qué hizo Al Lily?-preguntó Ginny sonriente.

-No me quiso bajar mis botas rojas del mueble de madera.-exclamo la niña molesta.-Y le había dicho por favor.

-¿Por qué no le bajaste las botas Al?-preguntó Harry y aprovecho la luz roja para voltear a ver a su hijo.

-Por que James las puso ahí y el debía bajarlas-se justifico Al.

-Yo no subí las botas de Lily-repuso James restándole importancia.

-Eran mis botas rojas de la suerte, no cualquier botas-exclamo ofendida la pequeña.

-¿Por qué no le pediste a James que las bajará Lily?-preguntó Ginny.

-Por que James estaba preparando mi desayuno.

-Sólo te sirvió un vaso con leche-reprocho Al molesto.

-¿Lily quieres que papá castigué a Al justamente hoy que iremos al callejón Diagon a comprar todo lo de la lista de útiles de Hogwarts siendo que va a ser su primer año lejos de casa y no volverás a verlo hasta Navidad?-preguntó Ginny mirando a su hija.

-¿Al se enojaría conmigo si eso pasa verdad?-Ginny con un movimiento le dijo que si.-Entonces ya esta, que castigue a Al y yo me voy con el a Hogwarts para que así no se enoje conmigo tanto tiempo-repuso Lily. Harry río, desde que Al había recibido su carta de Hogwarts Lily se la pasaba encontrando excusas para ella también tener una razón para irse con el.

-¿Sólo por eso quieres que me castiguen enana?-preguntó Al molesto, Lily bajo la mirada apenada y en un susurro lo acepto.-Ay niña no te preocupes te voy a escribir todos los días y ni vas a notar mi ausencia.-exclamo mientras le revolvía el cabello a su hermanita.

-Cuando yo recibí mi carta tu no hiciste nada de esto.-dijo James cruzándose de brazos molesto.

-Cuando tu te fuiste a Hogwarts me quedaba Al para jugar pero ahora me voy a quedar sola-lloriqueo mientras Al le daba pequeñas palmaditas en la espalda.

-¿Oye que hay de mi?-repuso Harry ofendido, el también jugaba con su hija, su niña, su princesita, su pequeña pelirroja nunca iba a estar sola.

-Tu estas en el ministerio la mitad del día.-siguió llorando la pequeña.

-¿Y de mi?-preguntó Ginny con esperanza, Lily se limpió las lagrimas mientras Al golpeaba cada vez más fuerte en su espalda pero de repente comenzó a llorar con más ganas.

-El próximo año hay mundial y vas a tener que entrenar mucho para ganar la copa de quidditch-lloro mientras Al desesperado comenzó a mover energéticamente frente a su hermana su peluche preferido.

-Eso funcionaba cuando ella era una bebe Al-exclamo James jalando el peluche.-Mira enana.-Lily se limpió un par de lagrimas.- Papá tiene que trabajar pero siempre llega temprano a casa, mamá va a tener que entrenar mucho para que podamos tener los mejores lugares en el estadio pero te lleva a sus entrenamientos, yo te escribo cada tres días, Al ah prometido escribirte diario así que no vas a tener tiempo para estar sola.-le aseguro mientras con su mano limpiaba más lagrimas.

-¿Pero si aún así me siento sola?-preguntó encontrando el defecto en las palabras de James.

-Te mudas a la madriguera, ahí siempre hay gente y mucha.-le aseguro como si fuera lo más obvio mientras todos en la camioneta estallaban en carcajadas.

-¿Crees que el tío Charly me deje dormir con el?-preguntó Lily.

-Si Anastasia no te echa de su cama yo creo que si-respondió Ginny risueña.

-Entonces ya esta, Al te puedes ir a Hogwarts con mi permiso-aseguro Lily.

-¿Y a mi no me das permiso?-preguntó James irritado.

-Mmm ¿vas a seguir escribiéndote cartas con esa chica de Revenclaw?-preguntó entrecerrando los ojos, James sonrió.

-No.

-Entonces si te doy permiso.

-Ya no tendré necesidad de escribirle por que la veré todos los días-río, recibiendo como respuesta por parte de Lily un pellizco y que le sacara la lengua.

Pronto llegaron al Caldero Chorreante donde desayunaron entre risas y varios besos entre el matrimonio Potter.

-Primero iremos por tu varita Al, luego por los libros pasaremos por tu lechuza y finalizaremos el día comprando tus túnicas.-organizo Harry mirando fijamente al menor de sus hijos.

-¿Y piensan comprarme hoy a mi algo?-preguntó James.

-No James entiende que no te quieren.-respondió Al sonriente, James le miro feo y antes de que pudiera darle algún golpe Ginny lo detuvo.

-En lo que ellos van por la varita ustedes dos y yo iremos por un helado ¿les parece?-preguntó Ginny mirando a James y Lily.

-Lo del helado suena rico-dijo Lily frotándose la panza.

-Acabas de comer enana-se sorprendió James.

-Nunca se le dice que no a un rico helado de cereza con chispas de chocolate, crema batida y galletas.

-Tu hermana es una sabía.-aseguro Ginny, James sonrió por que ahora que lo pensaba un poco más Lily tenía toda la boca llena de verdad aunque le faltaran un par de dientes.

-Este año tienen que ganar la copa mamá.

-Daré mi mejor esfuerzo.

-Inglaterra merece una Victoria, tanto o más de lo que la merece Teddy.-río recordando todos los esfuerzos que su casi hermano hacía para intentar llamar la atención de su prima.

-¡Hey que sabes tu de eso!-exclamo un chico tras de el, Ginny se puso de pie y en dos segundos ya lo estaba asfixiando con un fuerte abrazo.

-Lee ¿Cómo estas¿Dónde esta tu padre?-preguntaba mientras abrazaba al chico que le acompañaba.

-Yo soy Oliver tía.-repuso mientras se recuperaba del fuerte abrazo.-Y esta en la tienda, mamá lo estaba riñendo por una de sus bromas.

Fred Weasley era dueño de "Sortilegios Weasley" sucursal del callejón Diagon, se había casado de Katie Bell y juntos habían procreado a un par de gemelos idénticos a él, Oliver llevaba el nombre en memoria de Oliver Wood quien murió a manos de un mortifago al defender a Katie, Lee era en memoria de Lee Jordan, entrañable amigo de Fred y George.

-Ese no madura.

-Vamos tía nunca se es demasiado grande para tener buen humor.-aseguro Oliver mientras comía del helado de Lily.

-Si quieres mamá te puede comprar uno y tu dejas en paz a mi helado-le regaño Lily.

-No es necesario, el tuyo siempre sabe mejor.-respondió mientras le sonreía ampliamente a la pequeña.

-Volviendo a la platica ¿Crees que Victoria le haga caso algún día a Teddy?-preguntó Lee sentándose junto a James.

-Yo apuesto 3 galeones a que no.-exclamo Oliver sacando una pequeña libreta de su pantalón.- ¿Cuánto apuestas primo?-le preguntó a James listo para escribir.

-Yo apuesto 10 galeones a que Teddy te hechiza si te escucha.-dijo James y aunque Oliver le dedico una mirada no muy grata lo escribió.

-Yo apuesto mi helado a que Teddy y Victoria se casan y tienen muchos Teddy'sitos-aposto Lily.

-¿Tu tía cuanto apuestas?-le preguntó Lee

-Apuesto 5 galeones a que ahí viene Teddy y te da un par de patadas en el trasero-anunció, Oliver miro tras de el y al instante guardo la libreta y la pluma.

-¿Qué hacen todos aquí?-preguntó Teddy nervioso.

-Comemos helado-respondió Lily antes de que Ginny se pusiera de pie y llenara de abrazos y besos a su ahijado.

-¿Y ya se van?-preguntó al mismo tiempo que intentaba zafarse de los maternales brazos de Ginny.

-¿Nos estas corriendo?-preguntó Lee sonriente.

-A ustedes dos si.-respondió señalando a los gemelos.

-Nos vamos tan pronto vengan Harry y Al-respondió Ginny sentándose nuevamente.

-¿Y creen que tarden mucho?

-No creo pero si quieres ya nos vamos-respondió James, Lee y Oliver rieron.

-¿A quien esperas?-preguntaron al mismo tiempo.

-A nadie.

-Huy entonces le diremos a nuestra prima Vicky que sales con una tal nadie.

-Aunque dudamos que le importe.

-¿Por qué no solo se van y me dejan en paz?

-Por que eso no es divertido.

-Tranquilo Teddy ya nos vamos y si ves a Harry dile que lo esperamos con Madame Malkin-exclamo Ginny, conocía a Teddy tanto como a sus hijos y entendía que el esperaba a alguien especial y no quería molestarle.-Y ustedes dos se van a la tienda, que su padre no va a querer pagarles si no trabajan.

-De acuerdo tía ya nos vamos, James nos vemos en la noche, tenemos que preparar la iniciación de Al.

-¿Cuál iniciación?-preguntó Ginny curiosa.

-Cuando cualquiera con sangre Weasley entra a Gryffindor hacemos una pequeña iniciación de la cual estoy seguro que no quieres saber-respondió Teddy sonriente, el había inventado esa tradición cuando Victoria (la primera Weasley de la nueva generación) entro a Hogwarts.

-Bueno ya nos vamos, nos vemos en la noche en la madriguera.-se despidió de los gemelos.-Y Teddy quiero que llegues temprano a casa para que nos vayamos juntos.-le pidió Ginny al nombrado.

-Mamá.-Lily jalo de la ropa de su madre.

-Dime cariño.

-¿Todos han estado en Gryffindor?-preguntó.

-Si, Ted fue el primero, luego tu prima Victoria, Ania, Arthur, Penélope al siguiente año entraron Lee, Oliver seguidos por Muriel y Molly después Charly y al siguiente entro tu hermano y ahora es el turno de Rose y Al.

-Y en dos años entraremos Hugo, Penny y yo ¿verdad mami?-preguntó la pequeña recordando a sus primos.

-Así es enana y les haremos nuestra tradicional iniciación-le aseguró James.

-Ginny hola.-apenas habían dado un paso en la tienda cuando Ginny fue saludada cortésmente por una mujer de facciones finas y piel blanca, el cabello lo llevaba sujeto en una coleta con la frente despejada.

-Pansy que gusto verte.-saludo la pelirroja con un efusivo abrazo.

-Al fin tengo el gusto de conocer a tus hijos-Pansy sonrió amablemente a Lily y James y ambos niños mostraron sus mejores sonrisas.

-Si el es James el mayor…

-…Muy parecido a su padre, un gusto conocerte.-le saludo la mujer estirando su mano derecha.

-Y ella es Lily la más pequeña.

-Una replica exacta a ti-Lily sonrió sonrojada.

-Albus esta con su padre comprando la varita en un memento nos alcanzan.-agrego Ginny sonriente.- ¿Y tus pequeños?

-Scor ven aquí hijo.-pidió Pansy, un niño rubio de rostro afilado y ojos grises salió tras una mampara con una túnica de Hogwarts que notablemente le quedaba grande.

-El mi hijo Scorpius.

-Siento que veo a Draco en miniatura.-se sorprendió Ginny pues el parecido eran enorme.

-Lo sé aunque créeme que es mucho más amable y educado que Draco a su edad.-río Pansy y el aludido salió desde otra mampara con una niña sujetada a su mano a quien le medían un vestido rosa.

- Te escuche Pans, Potter que gusto verte.-le saludo Draco acercándose a ellas.

-Lo mismo digo Malfoy supongo que ella es la pequeña Cissy.

-Si ella es Narcisa la bebe.

-No soy una bebe-replicó la niña.- En dos años entraré a Hogwarts.

-Y aunque lo hagas no vas a dejar de ser mi bebe-respondió Draco sonriente, la niña mostró enfado y se acerco a Lily.

-Los entrenamientos empiezan en dos semanas ¿Nerviosa?-preguntó Pansy a Ginny y con ayuda de Draco iniciaron una conversación sobre quidditch.

-yo también entro a Hogwarts en dos años-exclamo Lily con amabilidad.

-Que bien.-dijo Cissy indiferente.

-¿Quién eres?-le preguntó Scorpius a Lily, ella levanto la mirada, su respiración se volvió lenta, sus manos sudaron y sus mejillas estaban más rojas que su cabello, James frunció el seño y se puso frente a Scorpius.

-Es mi hermanita Lily, yo soy James.

-Un gusto conocerte James y ¿qué ella no sabe hablar?-preguntó mirando a Lily que parecía no reaccionar.

-A veces se le olvida como hacerlo.-río James.

-Ya veo, bueno ya haz escuchado el nombre del gnomo este así que no hace falta que la presente-agrego señalando a Cissy, Lily río divertida, la niña molesta por ser llamada gnomo le dio tremendo patacón en la espinilla a Scorpius interrumpiendo la platica de los adultos.

-No peleen-ordeno Draco.

-Pero ella me pateo-repuso Scorpius sobándose el área afectada.

-Pero tú empezaste Scor así que deja todo como esta o tendrás problemas-le sentenció-Y ve a que te sigan arreglando esa túnica que puedes caer si la pisas.-Scorpius obedeció a su padre sin chistar y con notable molestia regreso a la mampara donde una mujer entrada en años comenzó a trabajar en su túnica.

-Así que el próximo año ganamos la copa de quidditch-exclamo Pansy contenta.

-Así es Pansy esa copa ya lleva grabado nuestros nombres.-le aseguro.

-Con que aquí están ¡eh!-la puerta acababa de abrirse y pronto un despistado Harry y Al entraron.

-Si ¿no te dijo Teddy?-le preguntó James.

-No, me encontré a los nuevos gemelos y me dijeron que iban a venir para acá ¿Apoco Teddy esta aquí? Anoche le dije que íbamos a venir y no me dijo nada sobre venir juntos.

-Es que el no quería que viniéramos juntos.-exclamo Ginny.- Mira cariño déjame presentarte a una amiga de la selección.-agrego mirando a Pansy.

-¿Parkinson?-preguntó extrañado.

-Ahora es Malfoy, Potter.-dijo Draco tras el, Harry le miro sorprendido eso si que no lo esperaba, Pansy sonrío amable, Draco le estiro la mano y a el lo único que le vino a la mente era tomar a sus hijos y salir corriendo de ahí.

-Hola Malfoy.-Ginny le había dado un pequeño pellizco así que Harry no tuvo de otra más que tomar la mano que Draco le estiro.

-Ron y Hermione vienen para acá, Rose apenas va por la varita así que no creo que tarden.

-Eso si que va a ser una fiesta.-río Pansy.

Lily seguía roja y paralizada.

-¿Qué le pasa?-preguntó Al a James viendo como Lily tenía la vista fija en una mampara frente a ellos.

-No lo sé esta así desde que…-James se quedo callado y miro hacía la mampara, tras ella podía verse claramente al hijo de los Malfoy mirando a Lily por el espejo.-No me lo puedo creer.

-¿Qué cosa?-preguntó Al sin entender.

-Nada que te importe mocoso ahora ve a que te midan tu túnica por que si no nunca vamos a salir de aquí-repuso molesto y tomo del brazo a Lily para ponerla tras su padre.

-James, Al y Lily síganme-pidió Ginny llevando a sus hijos hacia una mampara, Pansy tomo la mano de Cissy y juntas comenzaron a ver ropa para sus hijas mientras Al y James esperaban a ser atendidos.

-Así que juegan quidditch-exclamo Harry torpemente, desde que sus esposas se habían alejado ambos hombres se quedaron de pie sin moverse ni un centímetro.

-Si ahora juega quidditch.

-Y el próximo año ganaremos la copa.-gritó Ginny, ambas mujeres no perdieron de vista a sus maridos y reían de lo torpes que lucían.

-Si alguien me hubiera dicho que Ginny terminaría siendo amiga de Pansy me hubiera reído hasta morir-comentó Harry intentando sonar divertido.

-Si alguien me hubiera dicho que tendría esta platica contigo le hubiera llamado idiota-agrego Draco con seriedad, Harry borro la amplia sonrisa de su rostro y metió las manos a sus bolsillos.-Entiendo que desde que te señalo antes de la batalla en que lo venciste Pansy no te agrada-hablo Draco sin mirarle

-No es así.-exclamo Harry restándole importancia.

-A ella tampoco le agradas.-dijo bajando la voz para que nadie más lo oyera.- Ella cree que eres el culpable de la muerte de su hermano,

-¿Qué?-preguntó abriendo mucho los ojos, él ni sabía que ella había tenido un hermano.

-Verás Potter, su hermano jugaba quidditch en el mismo equipo que juega ella ahora, y un día cometió el error de hacer un comentario a tu favor, minimizando a los mortifagos e incluso llamándoles idiotas, él no contaba con que en su equipo hubiera hijos de mortifagos y en un partido uno de ellos le derribo de la escoba provocando su muerte, algunos lo atribuyeron a la mala suerte para otros solo fue un accidente pero Pans cree que tu eres el culpable.

-¿Pero yo…?

-Tu no tienes nada que ver y ella en el fondo lo sabe pero eso ocurrió dos días antes de la batalla así que cuando Voldemort pidió que te entregaran ella reacciono señalándote esperando así evitar más muertes.

-Por desgracia mucha gente murió ese día.

-Y todas esas perdidas se lamentan pero sólo uno de ellos era su hermano.

-Lo siento mucho

-Ella más y siento contarte esto tal vez ni siquiera te importe pero Pans no es una mala persona creo que ni yo lo soy puedes creer que actúe por miedo o por el instinto de sobre vivencia pero no es así desde el primer día que pise Hogwarts te ofrecí mi amistad por que sabía que tu eras del lado de los buenos y supuse que si éramos amigos mi padre olvidaría todo eso de los mortifagos pero la rechazaste así que actúe como el niño que era y te moleste hasta cansarme, nunca tuve nada en contra de los sangre impura pero vaya que le hice la vida pesada a Granger y no es algo que me enorgullece pero se que si no hubiera actuado de esa manera yo jamás habría madurado.

-Vaya tantos años después y podría decirte que ya no importa pero ambos sabemos que si y te agradezco que me lo digas.-dijo con sinceridad Draco le sonrío amablemente y una vez más le estiro la mano, Harry no dudo en estrecharla con un fuerte apretón.

-Ya llegó el tío Ron-dijo el pelirrojo entrando con una gran sonrisa, cuando vio a Harry estrechando la mano con Draco agradeció que existiera la piel por que de lo contrario su mandíbula estaría en el suelo, Hermione entro tras el empujándolo un poco.

-Hola Draco.-le saludo la castaña con amabilidad.

-Buenos días jefa Hermione.-río Draco, Hermione se ruborizo, Ron le miro molesta y Harry abrió aún más los ojos.

-¿Me lo explicas tu o se lo saco a golpes?-preguntó Ron apretando los puños, Rose y Hugo vieron a sus primos e ignorando a sus padres corrieron con ellos.

-Trabajamos juntos en relaciones mágicas.-explico Hermione apenada, si no le había contado nada a Ron era por que no quería tener esa platica.

-Y ella es la jefa del departamento por lo tanto su autoridad esta sobre la mía Weasley.-agrego Draco con seriedad.

-Ya veo-analizo Ron, Harry río por el intento fallido de seriedad en Ron el cual pronto le estiro su mano derecha a Draco.

-Ginny linda hola.-saludo Hermione alejándose de ellos pero cuando estaba a un par de pasos de su amiga vio a Pansy quedándose demasiado quieta e impresionada.

-Hola Hermione mira te presento a Pansy Malfoy ambas vamos a estar en la selección de Inglaterra en el próximo mundial.

-Y ganaremos la copa-aseguro Pansy sonriendo amablemente y estirando su mano derecha.

-No sabía que jugarás quidditch.-se impresiono Hermione, vaya que jamás creyó apta para algo a Pansy.

-Es tradición de familia que el hijo más grande juegue en el Puddlemere United, mi hermano jugaba como buscador y cuando murió tuve que seguir la tradición al principio no me hizo mucha gracia pero ahora amo al quidditch.

-¿Eres buscadora?-preguntó Hermione intrigada, era el mejor puesto y el más difícil.

-No, en mi equipo soy guardián en la selección soy cazadora al igual que Ginny.

-Vaya que bueno.

-Así es por que el próximo año…

-…ganaran la copa de quidditch.-completaron entusiasmados los hijos de ambas, Hermione se echo a reír al igual que Ginny y Pansy.

-¿Qué hay de esos tres?-preguntó Ginny mirando a los maridos de cada una parados y sin hablarse.

-No lo sé pero mientras no saquen las varitas no hay que preocuparnos.-aseguro Pansy amable, Hermione le miro incrédula.

-Se lo que debes pensar Hermione por cierto ¿te molesta si te digo Hermione?

-Para nada ¿y que crees que pienso?

-Piensas "¿Dónde demonios quedo la chica que solía insultarme por mi sangre y que lo único que sabía hacer era maquillarse y lucir linda?"-exclamo Pansy imitando su voz, ella enrojeció.

-Bueno es que…

-… La muerte de mi hermano me hizo darme cuenta de que hay cosas más importantes que un brillo labial y cada día cuando veo a Scor o Cissy me hierve la sangre de pensar que hay gente que puede insultarlos por el pasado que tenemos Draco y yo por que no es algo justo para ellos, los errores que Draco y yo tuvimos, que se que fueron muchos, no es culpa de ellos así que no me queda más que disculparme contigo por las muchas veces que te ofendí y justificarme diciendo que sólo repetía las ideas de mis padres.

-Acepto tu disculpa y yo también te ofrezco una hay que admitir que nunca fui muy amable contigo desde el primer día que te vi con Malfoy supuse que eras igual que el en ese tiempo y respondí a tus provocaciones sin planteármelo dos veces.

-Ay que tierno.-se burlo Ginny pero con una ancha sonrisa, llevaba poco de tratar con Pansy pero no podía negar que se había vuelto una de sus mejores amigas, ella seguía siendo fría y grosera con algunas personas pero ya nunca más con un Weasley o un hijo de muggles.

-Las túnicas están listas.-sonrió madame Malkin recordando a esas 3 mujeres y la primera vez que fueron a comprar su túnica para Hogwarts, sonrió satisfecha por que había sido testigo de varios enfrentamientos entre ellos y verlos ahora sonaba irreal e imposible pero no cabía duda de que toda la gente tenía derecho a cambiar cuando entendía sus errores.

-¿Tu hijo entra a Hogwarts este año?-preguntó Ron a Draco para romper el silencio.

-Si así es.

-¿Y ya le compraste algún animal?-preguntó, Draco le miro sin entender.

-Es que le quiero regalar una lechuza a mi pequeña Rose pero quiero que sea sorpresa.

-Pues entonces vamos los 3 en lo que ellas terminan de comprar aquí.-propuso Harry, Draco les miro incrédulo, vaya que los Weasley eran extraños, hace un segundo quería golpearlo y ahora hasta lo invitaba a comprar lechuzas.

Después de que cada niño tuvo sus túnicas para el colegio las tres mujeres salieron comentando algunos chismes en particular.

Al había intentado hablar con Cissy pero ella le había respondido indiferente a cada pregunta, Lily había intentado formar una palabra bien lograda frente a Scorpius pero le fue imposible, James había sido l o más grosero que pudo con Scorpius por la forma en que su hermanita lo miraba, Rose había simpatizado con Scorpius y pudieron compartir varios temas en común, Al aburrido de intentar platicar con Cissy comenzó a platicar con Hugo sobre lo magnifico que sería Hogwarts, Lily también intento hablar con Cissy pero ella ni siquiera le respondió, James ayudo a que Rose y Scorpius platicaran pensando así alejarlo de su hermanita.

.- ¿Podemos ir con el tío Fred?-preguntó Hugo fastidiado de la platica de Al.

-Vamos a ir juntos.-respondió Hermione.

-¿Vienes?-le preguntó Ginny a Pansy.

-Lo siento pero quedamos de ir a pasar la tarde con mi suegra, ayer compramos casi todo pero como no nos dio tiempo dejamos para hoy las túnicas.

-Bueno entonces encontramos a nuestros maridos y nos despedimos.-exclamo Hermione, tardaron poco en encontrarlos así que con amabilidad se despidieron y dejaron abierta una invitación para salir los 6 juntos, los niños sólo se dijeron Adiós.

-Este día no puede ser más loco.-exclamo Ron en la madriguera, habían comprado todo lo necesario para sus hijos y aprovechando que el alboroto que ellos solían causar junto a sus primos había desaparecido aprovecho para comentar lo sucedido horas antes.

-Ya lo creo.-acepto Harry mirando a su esposa por la espalda que al igual que Fleur, Anastasia (esposa de Charly) Penélope (esposa de Percy) Katie (esposa de Fred) Angelina (esposa de George) Hermione y su madre estaban en la cocina preparando la cena para todos.

-Jamás me espere esto de Malfoy.

-Yo menos y mira que me dijo más cosas a mí que a ti.

-¿Cómo que?-preguntó Ron que admiraba como su esposa iba de un lado a otro cortando cubos inexactos de zanahoria, Harry le contó todo lo que le dijo sobre Pansy.

-Sabía que en el Puddlemere United había un Parkinson pero jamás me imagine que era su hermano, en los mundiales ni se apareció.

-Ginny me dijo que al principio no le gustaba mucho quidditch pero creo que ahora lo ama aunque eso de que Draco trabajo con Hermione no sonó muy normal.

-Ni que lo digas yo jamás me lo imagine y mira que me cuenta todo.

-La cena esta lista.-les dijo la Sra. Weasley.

-Vamos afuera yo creo que mis hermanos ya terminaron de poner las mesas.-y ambo salieron al patio, Harry sonrió al recordar su pequeña fiesta por su cumpleaños numero 17.

-Hasta que se aparecen-les reprocho Percy

-Y justo cuando ya acabamos de poner las mesas.-le completo Charly

-¿Dónde están los niños?-preguntó Harry.

-Si tiene rato que no les oigo.-exclamo George preocupado.

-Vamos hermano que si te tapas la única oreja que tienes no oyes nada.-le dijo Fred provocando la risa entre todos.

-Están con papá en su clase privada de artefactos muggles-exclamo Bill quien ya ocupaba un lugar en la mesa.

-Aunque en realidad creo que el que esta aprendiendo es papá.-agrego Percy.

-Nunca cambia.-río Harry.

Pronto la Sra. Weasley les gritó para que tomaran sus lugares en la mesa.

El Sr. Weasley se sentó en la cabecera a su derecha su esposa y junto a ella Bill, luego Fleur y sus hijos Victoria (17) y Arthur (15), Charly con Anastasia y a su lado sus hijos Ania (16) y Charly (13) Percy y Penélope con sus hijas Penélope (15) y Penny (9) seguidos por Fred y su esposa Katie y los gemelos Oliver y Lee (14) George con Angelina y sus gemelas Molly y Muriel (13) Ron se sentó con Hermione a su derecha y Rose (11) y Hugo (9) y como última familia pero no por eso menos Harry y Ginny con Teddy (19) a quien consideraban como hijo, James (12) Albus (11) y Lily (9).

-Abuelito.-Lily tenía a su derecha al Sr. Weasley.

-¿Qué pasa?

-¿Te puedo cambiar mis espárragos por tu postre?-preguntó sonriente.

-Sólo si tu mamá no se da cuenta.

-De acuerdo.

-Abuelita-Muriel llamo la atención de la sra. Weasley.

-¿Qué ocurre cariño?

-Lee me esta pateando.-aseguro, Molly miro molesta a su nieto.

-No es cierto abuelita yo no soy Lee soy Oliver.-río el pelirrojo, Molly le miro aún más severamente pero no pudo evitar reír, dándose cuenta de que su gran don para intimidar pelirrojos había quedado perdido no tuvo más que reír ampliamente y seguir disfrutando de la cena.

-Atención familia.-Lee se había puesto de piel.

-Tenemos algo importante que decirles.-decía mientras poco a poco los murmullos quedaron omitidos.

-¿Piensan ir a Hogwarts y este año sacar buenas notas?-preguntó Muriel, todos rieron.

-No primis eso se lo dejamos a Penélope.

-O a Vicky.

-Tal vez Teddy pueda con esa pesada tarea.-valoro Lee mirando a su gemelo, ambos lucian muy pensativos

-Hasta creo que James podría con eso.

-No cabe duda de que Ania también puede lograrlo.

-Charly es bueno con la varita

-en realidad creemos que cualquier Weasley puede lograrlo…

-…Menos cualquiera de estos hermosos pelirrojos.-exclamo Oliver refiriéndose a el y su gemelo, Fred se ruborizo por completo pero no pudo evitar reír.

-En realidad queremos hacerle un obsequio a esta humilde morada.

-¿Un regalo?-preguntó El sr. Weasley intrigado.

-Si uno muy especial, vamos cierren los ojos.

-¿Qué les hace creer que vamos a confiar en ustedes?-preguntó Vicky.

-Entonces quédate con los ojos abiertos y arruínate nuestra sorpresa.

-Yo si cierro los ojos.-dijo Lily tapándose los ojos y como Albus y James siempre apoyaban a su hermana hicieron lo mismo y así todos los presentes se taparon los ojos aunque Fred se tardo un poco más que los demás.

-Ahora si Familia, pueden abrirlos.-gritó Oliver emocionado.

-¿Cuál es la sorpresa?-preguntó Penny, no veía nada nuevo ni interesante.

-Ah es que olvidamos decirles que la sorpresa esta en la entrada.-respondió Lee, Muriel giro los ojos pero se puso de pie.

-Me han dejado intrigada así que díganme donde.

Cuando Charly contrajo matrimonio se negaba a alejarse de su casa así que con permiso de su padre construyo su propio hogar a pocos pasos de la madriguera, Percy no quería pasar más tiempo lejos de su familia y al igual que su hermano construyo su hogar a pocos metros de sus padres, aprovechando que el terreno era extremadamente grande Fred y George hicieron lo mismo, Ron pensaba quedarse a vivir en la madriguera pero Hermione lo obligo a construir una casa y como todos sus hermanos vivían a pasos de la madriguera el decidió hacerlo mismo, Bill emocionado con la idea de vivir todos cerca también construyo una casa y como Harry entendía lo difícil que iba a ser para Ginny vivir lejos de su madre, construyo su casa justo enfrente de la madriguera, teniendo como vecinos a Ron y Bill, todos tenían en común el patio de enfrente de la madriguera el cual era muy, muy grande.

-Sígueme por favor primi.-pidió educadamente Lee, todos les siguieron, caminaron un poco hacia la entrada principal a todas las casas, la que normalmente usaban para salir con sus autos.

-No veo nada.-reclamó Ania.

-Ni yo.-dijo Teddy

-Claro que si sólo miren arriba.-pidió Lee señalando un gran arco de madera.

-Impresionante-exclamó Bill.

-Que buena idea-río Charly.

-Debo admitir que mis hijos son unos genios.

-Mami yo no veo nada.-expreso Penny.

-Mira el arco-le sugirió Molly.

-¿Qué dice?-preguntó Lily a James.

-Ahí dice "Villa Weasley".-sonrió James.

-Hey pero nosotros somos Potter.-reclamo Al.

-Cierto-se dio cuenta Oliver sintiéndose sumamente apenado.

-Yo lo arreglo.-dijo el Sr. Weasley y con ayuda de su varita escribió más abajo.-…"Y Potter".-todos rieron la sra. Weasley no pudo evitarlo y cuando se dio cuenta sus ojos estaban rojos, sus mejillas húmedas y una a una caían las lagrimas, lagrimas de felicidad, de orgullo, satisfecha por tener esa enorme familia y dando gracias a Dios abrazo a sus nietos.

-Muy buena idea niños-les felicito Harry.

-Sólo por eso yo les regalo mi postre.-exclamo Lily emocionada, todos los presentas la miraron sorprendidos, Lily Potter nunca pero nunca ofrecía su postre por muy feliz que estuviera.

-¿Segura?-le preguntó Lee, siempre había dicho que la comida de Lily sabía mejor que la de el y en v arias ocasiones la pequeña pelirroja le había golpeado por tomar un simple bocado de su plato.

-Si mi abuelito me va a regalar el suyo.-río Lily, Ginny giro lo ojos.

-No cabe duda que es tu hija hermanita-exclamo Bill, cuando eran niños Ginny siempre cambiaba su sopa y guisado por el postre.

-Teddy no te ofendas por que no pusimos tu apellido.-exclamo Oliver burlón.-Pero es que ¿para que poner Lupin ahí?-todos miraron sorprendidos a Oliver incluso George casi le da un zape.

-Por que esta más que claro que por muy Lupin o Tonks que seas…

-…Ya eres un Weasley incluso un Potter, eres parte de esta gran familia y poner tu apellido sería extraño por que para nosotros eres un primo.

-El Weasley más guapo de todos-exclamo Victoria coqueta, Bill fingió molestia.-claro que después de ti papi.-todos rieron ya que después del ataque de Greyback Bill no había quedado muy guapo que digamos.

-Gracias Oliver, gracias Lee.-Ginny pudo notar como los ojos de Teddy irradiaban felicidad y un par de lagrimas se deslizaron por sus mejillas.-Gracias a todos, ustedes son mi familia.-sonrío con orgullo.

-Y tu nuestro hijo.-respondieron todos los adultos al igual que los niños con un.- Tu nuestro primo.-menos Vicky.

-o algo más.-le susurro bien cerca del oído y nadie más que Ginny y Harry lo habían escuchado.

-ahora vamos a dentro por ese postre.-sugirió Hugo pues Lily sentía que se desmayaba sin el.

Una semana después el ruido en la nueva "Villa Weasley" era inconfundible, algunos sólo iba a volver a Hogwarts otros iniciarían su historia dentro de el.

Desde muy temprano Al estuvo listo con su baúl en mano, su lechuza a la que había bautizado "Hocicos" ululaba en su jaula.

-Tu lechuza tiene pico no hocico, no entiendo el por que de ese nombre-dijo James fastidiado, Al miro a su padre y con una mirada cómplice se sonrieron.

-Yo también quiero ir.-gritó Lily.

-Lily ya hemos hablado sobre eso y ahora siéntense que hay que desayunar.-pidió Ginny su hija intentaba hacer huelga de hambre pero cuando vio las salchichas y la leche que amablemente le sirvió James no tuvo más remedio que comer.

-Estoy nervioso.-acepto Al apenado

-No te preocupes Al.-dijo amablemente James.-Si te caes al lago cuando llegues a Hogwarts el calamar gigante te comerá tan rápido que no vas a sufrir.-Al perdió todo el color de sus mejillas y Harry miro severamente a James.

-Un comentario más y despídete de tu nueva escoba.-le sentenció Ginny.

-Pero aún no me la compran.

-Y si sigues así ni lo haremos.-completo Harry, Lily río ya que ella junto con su padre habían comprado la escoba el día anterior, la nueva y mejorada Saeta de Hierro, la escoba profesional patrocinadora de los mundiales de quidditch y con ayuda de Lily, Harry había ocultado la escoba en el baúl de James.

El desayuno siguió sin más comentarios, Al había comido con ganas y James estuvo molesto, cuando fueron hacía la estación kings cross ambos niños iniciaron una nueva discusión sobre escobas en la cual Ginny no quiso interferir y Harry ignoro por completo.

-¡No¡No estaré en Slytherin!-gritaba Albus mientras entraban a la estación

-¡James, dale un respiro! -dijo Ginny.

-Yo solo digo que podría ser, -dijo James, sonriendo a su hermano menor-. No hay nada de malo en ello. Podría estar en Slyth...

Pero James captó la mirada de su madre y se quedó en silencio. Los cinco Potters se aproximaron a la barrera. Con una mirada ligeramente autosuficiente sobre el hombro hacia su hermano menor, James tomó el carrito de manos de su madre y echó a correr. Un momento después, se había desvanecido.

-Me escribirán¿verdad? -preguntó Albus a sus padres inmediatamente, aprovechando la momentánea ausencia de su hermano.

-Cada día, si quieres que lo hagamos, -dijo Ginny.

-No cada día, -dijo Albus rápidamente-. James dice que la mayoría de la gente sólo recibe cartas de casa una vez al mes.

-Escribimos a James tres veces por semana, -dijo Ginny.

-Y no deberías creer todo lo que te cuenta de Hogwarts -añadió Harry-. A tu hermano le gusta gastar bromas.

Lado a lado, empujaron el segundo carrito hacia adelante, cobrando velocidad. Cuando se aproximaron a la barrera, Albus hizo una mueca, pero no se produjo ninguna colisión. En vez de eso, la familia emergió a la plataforma nueve y tres cuartos, que estaba oscurecida por el vapor blanco que surgía del expreso escarlata de Hogwarts. Figuras confusas se movían como un enjambre a través de la neblina, en la que James ya había desaparecido.

-¿Dónde están? -preguntó Albus ansiosamente, espiando hacia las nebulosas formas que pasaban mientras se abrían paso andén abajo.-Yo les dije, mis tíos ya se fueron pero no James tenía que volver por su tonta lechuza

-Los encontraremos -dijo Ginny tranquilizadoramente.

Pero el vapor era denso, y resultaba difícil discernir la cara de nadie. Desconectadas de sus propietarios, las voces sonaban antinaturalmente ruidosas.

-Creo que esos son ellos, Al, -dijo Ginny de repente.

Un grupo numeroso de personas emergió de la niebla, de pie junto a un carrito muy grande. Sus caras solo se enfocaron cuando Harry, Ginny, Lily, y Albus llegaron justo ante ellos.

-Hola, -dijo Albus, que sonaba inmensamente aliviado.

Rose, que ya vestía su nueva túnica de Hogwarts, le sonrió.

-Todo bien al estacionarme –le aclaró Ron a Harry.

-No es verdad casi atropellas a una viejecita.-exclamo Fred.

-Y golpeaste mi auto-siguió Bill

-Creo que te estacionaste en doble fila hermano-se burlo Charly, Ron enrojeció

-Nadie cree que pude pasar un simple examen de conducir muggle¿verdad? Creen que lo confundí.

-No, no es cierto-dijo Hermione-.

-Para que quede claro, le Confundí. -susurró Ron a Harry mientras juntos alzaban el baúl de Albus y la lechuza hasta el vagón-. Solo olvidé mirar por el retrovisor, y mira tú. Puedo utilizar un Encantamiento Súper sensorial para eso.

De vuelta en la plataforma, encontraron a Lily, Hugo y Penny teniendo una animada conversación sobre en qué casa serían seleccionados cuando finalmente fueran a Hogwarts.

-Si no entras en Gryffindor, te desheredaremos, -dijo Ron- pero sin presiones.

-¡Ron!

Lily, Penny y Hugo rieron, pero Al y Rose parecían solemnes.

-No lo dice en serio, -dijeron Hermione, Penélope y Ginny, pero Ron ya no estaba prestando atención.

Lee, Oliver y James habían reaparecido, se habían librado a sí mismos de su baúl, lechuza y carrito, y evidentemente estaban que explotaban con nuevas noticias.

-Teddy está de vuelta, -dijo Lee sin respiración, señalando sobre el hombro hacia las vaporosas nubes-. ¡Acabo de verlo! Y adivinen con quien estaba¡Se estaba besando con Vicky!

Fulminó con la mirada a los adultos, evidentemente decepcionado por su falta de reacción.

-¡Nuestro Teddy¡Teddy Lupin¡Besándose con nuestra Victoria¡Nuestra prima! Y le pregunté a Teddy que estaba haciendo...-exclamo Lee

-¿Les interrumpiste? -dijo Ginny- Te pareces tanto a Ron...

-... ¡y dijo que había venido a verla! Y después nos dijo que nos largáramos. ¡La estaba besando! -Añadió James como preocupado de no haber sido lo bastante claro.

-¡Oh, sería adorable que se casaran! -murmuró Lily soñadoramente-.

-Son casi las once, será mejor que suban.-exclamo Penélope dando los últimos besos de despedida a su hija.

-¡No olvides darle recuerdos a Neville! -dijo Ginny a James y le abrazó.

-¡Mamá! No puedo hacer eso con un profesor.

-Pero conoces a Neville...

James puso los ojos en blanco.

-Fuera, si, pero en la escuela es el Profesor Longbotton¿verdad? No puedo entrar en Herbología y darle recuerdos...

Sacudiendo la cabeza ante las tonterías de su madre, se apresuró a adelantarse para dar una patada a Albus.

-Luego te veo, Al. Vigila a los Thestrals.

-Creía que eran invisibles. Dijiste que eran invisibles.

Pero James simplemente se rió, permitió que su madre le besara, dio un abrazo rápido a su padre, después saltó rápidamente al tren. Le vieron avanzar, después alejarse vagón arriba hacia sus amigos.

-Los Thestrals no son nada de qué preocuparse, -dijo Harry a Albus-. Son criaturas gentiles, no hay nada que asuste en ellos. De todos modos, vas a llegar a la escuela en bote no en los carruajes

Ginny se despidió de Albus.

-Te veremos en Navidad.

-Adiós, Al, -dijo Harry mientras su hijo le abrazaba-. No olviden que Hagrid los ha invitado a tomar el té el próximo viernes.-exclamo mientras los gemelos, las gemelas, Penélope, Ania, Arthur y Charly se dirigían al vagón.- No te metas en líos con Peeves. Nada de duelos con nadie hasta que hayas aprendido como hacerlo. Y no dejes que James se meta contigo.

-¿Y si acabo en Slytherin?

El susurro era solo para su padre, y Harry sabía que solo el momento de la partida podría haber obligado a Al a revelar lo grande y sincero que era su temor.

Harry se agachó para que la cara de Albus estuviera ligeramente por encima de la suya. Solo Albus entre los tres hijos de Harry, había heredado los ojos de Lily.

-Albus Severus, -dijo Harry quedamente, para que nadie más que Ginny pudiera oírle, y ella tenía suficiente tacto como para fingir que estaba escuchando a Rose, que ya estaba en el tren-, te pusimos ese nombre por dos directores de Hogwarts. Uno de ellos era un Slytherin y fue probablemente el hombre más valiente que nunca haya conocido.

-Pero y si...

-... entonces la Casa Slytherin habrá ganado un excelente estudiante¿verdad? A nosotros no nos importa, Al. Pero si a ti te importa tanto, podrás elegir Gryffindor en vez de Slytherin. El Sombrero Seleccionador toma en cuenta tu elección.

-¡De veras!

-Lo hizo en mi caso, -dijo Harry.

Nunca antes había contado eso a sus hijos, y vio la maravilla en la cara de Albus cuando lo dijo. Pero ya las puertas se estaba cerrando a lo largo de todo el tren escarlata, y los sonidos señalaban el momento de partir para los últimos rezagados.

Albus saltó al vagón y Ginny cerró la puerta tras él. Los estudiantes colgaban de las ventanas que tenían más cerca. Un gran enjambre de caras, sobre y fuera del tren, parecían estar vueltas hacia Harry.

-¿Por qué están todos mirando? -exigió Albus mientras Rose y él se giraban alrededor para mirar al resto de los estudiantes.

-No dejes que eso te preocupe, -dijo Ron-. Soy yo. Soy extremadamente interesante.

-Y yo sumamente guapo.-grito George.

-Y sólo con una oreja.-agregó Fred.

Albus, Rose, Hugo, Penny y Lily rieron. El tren empezó a moverse, y Harry caminó junto a él, observando la delgada cara de su hijo, ya sonrojada por la excitación. Harry siguió sonriendo y saludando, incluso aunque era un poco embarazoso, observando como su hijo se alejaba de él...

El último rastro de humo se evaporó en el aire otoñal. El tren había doblado una esquina. La mano de Harry estaba inmóvil, alzada en un adiós.

-Ahora a ir a la Villa Weasley.-río Anastasia.

-Que imaginación la de mis sobrinos, que imaginación.-exclamo alegre George abrazando a su esposa y juntos las 7 familias regresaron a sus hogares, donde con ansias esperaban que sus hijos volvieran.