Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, aunque si Kakashi fuera mío pues….no le veríais el pelo nunca más, pero en fin…me tendré que conformar con escribir fics sobre él…

Capitulo1: El Principio

Meses atrás lo habría dado todo por él, por su sonrisa, por sus besos y sus carisias, una noche lo consiguió, una noche en el festival de Konoha estuvo con él, en sus brazos. Ahora, siete meses después, si le hubieran dicho lo mucho que dolía, no lo habría estado ni en broma. Esa misma noche se encontraba en el hospital de Konoha, había llegado con contracciones y con claros síntomas de dar a luz en esos momentos. Los médicos ninjas la ayudaron en todo lo que pudieron, pero al final, le puso el cansancio, el parto…había sido complicado. Después de dar a luz a dos pequeños bebes se sintió cansada pero aun así tubo fuerzas para hablar con la Hokage, unos segundos.

-Eres fuerte aguanta un poco- dijo la Hokage, a sabiendas de lo que podría ocurrir, intentando animarla con palabras mientras algunos médicos se llevaban a los gemelos a otra sala, para lavarlos y atenderlos.

-No…no puedo…necesito…-su voz se quebró, estaba realmente cansada, pero debía decirle quien era el padre de los gemelos.

-intenta descansar, ahora no hables- intentaba animarla, pero sabía que le quedaba poco tiempo y ella, aunque fuera la líder de la aldea no podía hacer nada.

-No, mis…hijos…ellos…son hijos…hijos de…Hatake- dijo, mirando a la Hokage con cara de asombro, ella por su parte, empezó a cerrar los ojos, agotada.

-¿de Kakashi Hatake?- pregunto, más para si misma que para la konoichi que yacía en esos momentos en la cama.

A los pocos minutos y con todo dicho, taparon el cuerpo ya sin vida de la konoichi, llevándolo a otra habitación. Tsunade fue a donde se encontraban los dos bebes, eran hermosos y algo pequeños, pero estaban bien de salud, o eso se podía ver a simple vista. Ambos, estaban en cunas separadas, una de color rosa, evidente para las niñas y una de color azul, para los niños. Tal así como los dos bebes que estaban en frente de ella. Midori había muerto sin poner nombre a los niños y solamente dando el dato de que Hatake era el padre de los mismos… ¿Cómo se lo tomaría Kakashi si supiera de los dos bebes? La Hokage camino por la habitación algo nerviosa, dar ese tipo de noticias no sería fácil y menos para un jounin que solo piensa en misiones, libros pervertidos y entrenar, poca cosa más. No tenía ni idea de cómo decírselo ni en que momento hacerlo, esa misma mañana el grupo de Kakashi había llegado después de casi un mes de misiones y debería estar cansado y si Midori no se lo había dicho a Kakashi…por alguna razón sería…No pudo seguir pensando mucho en sus posibilidades, la puerta de la habitación donde estaba se abrió, dejando paso a Shizune.

-¿Cómo están Tsunade?- pregunto, mirando a los dos pequeños que se encontraban placidamente durmiendo.

-Están bien- fue lo único que pudo responder, su cabeza aun pensaba en como darla la noticia al ninja.

-No te preocupes Tsunade sama, estoy segura de que Kakashi se encargara de ellos como debe ser- dijo la morena intentando que lo nervios de la Hokage disminuyeran y lo consiguió, sonrieron ambas.

-Tienes razón, es un ninja responsable- dijo mirando casi con ternura a los dos bebes. -¿Por qué no se lo habrá dicho ella misma a Kakashi cuando supo que estaba embarazada?- le pregunto, pero la morena negó con la cabeza.

-Ha saber, pero tu debes decírselo mañana y para eso tienes que estar descansada, vamos y mañana por la mañana venimos a por los bebes y llamaremos a Kakashi

Tsunade asintió, cuando a Shizune se le mete algo en la cabeza podía ser tan testaruda como nadie. Ambas salieron de la habitación, dejando a un ninja médico al cargo de los dos bebes hasta al día siguiente, cuando vendrían a por ellos.

La noche fue pesada y cansina, Shizune, nada más llegar a la casa se había quedado dormida, mientras, Tsunade sonrió para si misma cuando se acostó, sería divertido ver la cara del ninja copión cuando se enterara de la noticia. Sonriendo con una sonrisa algo macabra por la idea misma, se quedo dormida, esperando que el sol saliera rápidamente.

En otra parte de la Villa, Kakashi se levantaba de un brinco en la cama, había tenido el sueño más raro de su vida, salió de la cama y fue al baño, allí se hecho agua a la cara, intentando espabilarse un poco. Cuando salió del baño y se dirigió a su cama, nuevamente, se encontró con un inquilino allí, el cual ocupaba su espacio de la cama. Pakkun.

-mmm ¿Qué haces aquí?- pregunto, haciéndole a un lado algo adormilado, mientras se metía en la cama junto al can.

-Lo mismo que tú, intentando dormir ¿no?- contexto mordaz mirando por el rabillo del ojo al ninja mientras le dejaba espacio- ¿un mal sueño?

-una pesadilla diría yo- dijo, encogiéndose de hombros mientras se tapaba con las mantas y miraba el reloj, apenas las cuatro de la mañana.

-¿Iba de…?- quiso preguntar Pakkun, siempre había sido algo curioso con respecto a las cosas que le ocurrían al ninja- vamos, vamos cuenta, ya que me despertaste tengo derecho a saberlo ¿no?- le dijo, dedicándole la mirada de cachorrito tierno versión dos mil. Cachorrito tierno y empapándose bajo la lluvia.

-Soñé con Midori- dijo, simplemente, Pakkun abrió mucho los ojos, abrió la boca como si no se creyera lo que escuchaba y le señalo con la pata.

-¡Pervertido! Sabía que esos libros no podían ser buenos para ti…-dijo con resignación, suspirando- Por suerte no hay niños que escuchen tal atrocidad

-Y nunca los habrá- dijo mordaz el ninja dando por hecho lo que acababa de decir- Por cierto, no seas mal pensado, soñaba con Midori pero no de la forma que piensas- dijo, cerrando los ojos y dando por acabada la conversación…

Las horas pasaron rápidamente y se hizo de día, los pajaritos cantaban, el sol brillaba mucho, hacía un día perfecto de verano…vamos, el típico clima de cuento de hadas.

Esa mañana Tsunade mando a Shizune a por los pequeños, mientras ella requería de la presencia de Kakashi en su despacho a las ocho y media de la mañana, apenas faltaban unos minutos para que fuera la hora acordada y el ninja no hacía apto de presencia…

Mientras Kakashi, estaba paseando a paso lento por la Villa, mientras pasaba una de las páginas de su tan famoso Icha-Icha y lo leía por el camino. Parecía ir muy centrado en la lectura, que casi no se dio cuenta de que Shizune pasaba por allí, con algo de prisa.

-Ka…Kakashi- le llamo, el se giro, dejando el libro en su bolsillo y le sonrió debajo de la mascara

-¿A que viene tanta prisa Shizune?- le pregunte divertido

-Tengo….Tengo que ir a buscar algo al hospital- dijo ella, el le sonrió y dio algunos pasos a modo de tentativa para irse, pero ella le detuvo.- ¿no tenías que ir a hablar con Tsunade ahora?- le pregunto, algo enfadada por la paciencia del ninja.

-Yo…si, pero me entretienes y no puedo llegar a tiempo- dijo, sonriente.

-¿no se te ocurre una excusa mejor, Kakashi? ¡Tienes que ir ya que es muy importante!- le reclamo enfadada mientras que el ninja se pasaba la mano por la cabeza, dando signos de tranquilidad. Shizune iba a "regañarle" otra vez, pero se escucho una pequeña explosión, dejando algo de humo a su paso, Kakashi se había ido. Sonrió para si misma y se marcho, tenía que ir a por los bebes.

Mientras tanto, Tsunade se encontraba atesorada de pergaminos, muchos y de distintos tipos, esperando la llegada del ninja, habían pasado veinte minutos desde la hora acordada, llegaba tarde, como siempre. De repente, se sintió una especie de estallido y después algo de humo, ella sonrió, a sabiendas de que sería el ninja. Y efectivamente era Kakashi quien tras el humo le daba una mera excusa y después se sentaba en uno de los sillones, enfrente de la Hokage, a la espera de que está hablará.

-Te hecho llamar Kakashi porque tengo algo muy importante de lo que informarte- dijo la Hokage mirando al ninja y de vez en cuando a la puerta, a espera de Shizune.

-¿Alguna misión?- preguntó, con voz semi cansada pero activo para cualquier misión.

-No…es…algo más complejo que una mera misión Kakashi- dijo ella, mirando sonriente a Kakashi, mientras esté no sabía que decir y/o hacer, solo esperar a que la Hokage se dejara de rodeos y le dijera lo que tenía que decir.

En esos momentos, Shizune abría la puerta, cortando la conversación entre la Hokage y el ninja copión, en cada brazo traía un bulto, tapado con una manta de distinto colores dependiendo del brazo y bulto. Shizune sonrió al ver al ninja allí mientras caminaba a pos de ambos.

-¿algo más complejo dices? –preguntó Kakashi después de mirar a Shizune, pero sin poder ver lo que llevaba en sus brazos - ¿de que se trata?

Tsunade no dijo nada, únicamente se levanto y dirigió sus pasos hasta Shizune. Segundos después, miró a Kakashi e hizo el gesto para que se levantara y viniera, y así lo hizo, Kakashi se levanto y camino hacía ambas mujeres, poniéndose en frente de Shizune.

-Kakashi- le llamo Tsunade- destapa las mantas por favor- dijo, el ninja extrañado asintió ante la petición y vio a dos pequeños, miro a Tsunade y a Shizune, enarcando una ceja.

-¿Y esto?- pregunto, mirando a las dos criaturas que traía Shizune.- No me digas que son tuyos Shizune- dijo, semi divertido al ver la cara de la kunoichi.

-¡Claro que no son míos animal!- bravo, haciendo que uno de los bebes, la niña, llorara- mierda…

-Kakashi- llamo Tsunade metiéndose entre la pequeña discusión- No son de Shizune…por ellos te mande llamar….Ellos son tus hijos.

Nota de Autora : Bien, cortito y breve, este es el primer capitulo y espero que os guste mucho. Cualquier cosa que queráis tomatazos, abucheos o petición de que lo continué queda en vuestras manos, o mejor dicho…en vuestro review (es decir, no se si continuarlo o no, si alguien quiere que lo continué que me avise) o si alguien quiere hablar conmigo personalmente, que me agregue a mi Messenger y hablaremos. Besos a todas/os.