Todos los personajes me pertenecen, tengo un ánimo total de lucro con este fic y pienso invertir los cuantiosos beneficios que me produzca especulando en la vivienda. Demándenme, la SGAE les recompensará ¿A que no?

Que no hombre, que es mentira, yo no tengo derechos de na…

NDA: Este fic ya lo subí entero en elportal hace tiempo, mientras que lo subo aquí de camino aprovecho para releerlo y revisarlo por si encuentro algún error (que los habrá).

Miedo

Miedo a actuar

La película iba comenzar en breve, el cine se encontraba casi vacío y en silencio. El silencio era tal que incluso se escuchaba perfectamente el tránsito de los pocos coches que aún circulaban por la carretera. Un pequeño grupo de adolescentes rompió el silencio al hablar despreocupadamente.

-Este cine es perfecto para ver esta película.

-Totalmente, desde que abrieron el multisalas aquí no viene casi nadie. Y menos entre semana.

-Ya te digo, este cine es demasiado viejo, se dice que lo van a cerrar.

-Lo malo va a ser mañana para ir al instituto. Esta sesión acaba muy tarde.

-Bah, mañana yo no pienso ir hasta después del recreo.

-Como se nota que no están tus padres…

-Es que si estuvieran mis padres no estaría aquí a estas horas…

La pequeña conversación se escuchaba perfectamente en el resto del cine. Esto hizo que Ranma se encontrase aún más nervioso de lo que ya estaba, cualquier cosa que dijese lo escucharía todo el cine. En cualquier otra situación eso le habría dado igual, pero en ese momento, la compañía de su prometida le hacía sentirse muy vulnerable. Su prometida había dado un pequeño paso en la relación entre ellos al invitarle indirectamente a ir al cine.

Ranma sabía perfectamente que lo que le contó sobre que ella y su amiga Sayuri iban a ir al cine y finalmente Sayuri no pudo ir quedándose ella con dos entradas era una mera excusa para invitarle a él. Sabía que esta no era la clase de películas que Akane solía ir a ver al cine. Le costaba horrores ver una película de terror en su propia casa acompañada de su familia contra más verla en un viejo cine muy alejado de su casa acompañada únicamente por una chica casi tan miedica como ella.

Akane nunca habría ido a ver esa película sola con su amiga. Ranma sonrió para si mismo por este pensamiento, este era uno de los aspectos que le gustaba de Akane. Ella podía ser muy fuerte y comportarse como una marimacho de vez en cuando pero en realidad era muy vulnerable. Igual que él…

De hecho sabía que precisamente era él quién le podía hacer más daño. Aunque nunca lo hizo intencionadamente, sabía que causó en demasiadas ocasiones que ella sufriera mucho. Ranma se encontraba asustado, sabía que Akane había dado un pequeño paso y ahora él debía responder a las expectativas que ella había puesto en él. Todo estaba perfecto para que hiciese el siguiente movimiento. Los pensamientos de Ranma estaban totalmente centrados precisamente en eso.

-Mmm, po-podría cogerle la mano como cuando vinimos de Ryukenzawa… ¡No idiota!, la película aún no ha empezado, seguramente aún no es el momento. Además, después, de que le coja la mano si no dice nada ¿que hago?... Podría pasarle el brazo por el hombro pero… lo mismo se piensa que soy un aprovechado. ¡Maldita sea, ella te ha invitado, está aquí contigo y por supuesto que quiere que hagas algo pero no se que hacer! Tengo que hacer algo, pero… si me rechaza después… No, no quiero ni pensarlo. ¡Maldita sea tampoco estamos tan mal ahora mismo! Desde la "no boda" apenas hemos discutido y pasamos mucho tiempo juntos. Eso me basta a mi, con eso me conformo, pero ella… Es tan… bonita… Que calmada está…

Akane giró levemente su cuello al sentirse observada viendo en ese instante como su prometido la miraba embelesado. Ranma automáticamente se puso colorado y estuvo a punto de cambiar la dirección de su mirada pero con mucha tensión mantuvo la mirada en el rostro de su prometida. Después de que Akane lo invitara se había prometido a si mismo que cuando menos intentaría responder al gesto que Akane había tenido con él.

Akane se sorprendió gratamente de que su prometido no le huyera de su mirada como solía hacer en esas situaciones, esto hizo que se alegrara aún más de estar con él. La sonrisa que Akane le dedicó hizo que la mente de Ranma se pusiera totalmente en blanco.

Un estruendoso ruido hizo dar un respingo a Akane y mirar a la pantalla. La película acababa de comenzar y ya empezaba asustando incluso sólo con la banda sonora. Ranma continuaba casi inmóvil mirando a su prometida con la mente hecha yogurt. Poco a poco recuperó sus sentidos y agradeció que la película le hubiera sacado de aquel aprieto. Al momento miró hacia la pantalla agradecido. ¿Por qué le costaba tanto relacionarse con ella en esas situaciones si realmente era lo que más deseaba? . ¿Cómo había llegado a encontrarse en esta situación? . Su mente le recordó en ese momento los sucesos más recientes.

Habían pasado un par de meses desde la boda fallida. El cielo se encontraba totalmente azul, sin ninguna nube. Aunque hacía un buen día ya comenzaba a hacer el típico frío de invierno. Ranma había salido del Furinkan antes de que terminase el recreo.

La nueva política del Furinkan de tolerancia cero con los altercados causaba estragos en gente como Kuno o el propio Ranma. Precisamente un absurdo altercado con Kuno hizo que expulsaran a ambos por lo que quedaba de día. Y amenazando con que la próxima vez sería más tiempo. Kuno y Ranma caminaban juntos enfurruñados sin dirigirse la mirada y en silencio. Esto no era nuevo para ellos, ya los habían expulsado otras veces últimamente. Ranma rompió el silencio.

-Kuno, nos terminarán expulsando para siempre, deberías controlarte en el Furinkan y pelear lo que te de la gana cuando acaben las clases.

-¡Nunca podré controlarme con un tipo como tú dentro del Furinkan!

Ranma suspiró resignado.

-No se como tu padre ha puesto unas normas tan restrictivas sabiendo que su hijo está en el Furinkan…

Kuno guardó silencio momentáneamente.

-No, mi padre no ha instaurado esas normas, estoy seguro que es cosa del nuevo consejo. Está bien Ranma, intentaré dentro de lo posible no pelear contigo en el Furinkan. Pero si vuelves a provocarme ten por seguro que me dará igual que me expulsen, te daré tu merecido me cueste lo que me cueste.

Ranma sonrió sorprendido, algo así era mucho más de lo que esperaba sacar de Kuno Tatemaki.

-De acuerdo, tenemos un trato, yo trataré de no provocarte pero tú deja en paz al menos a Akane. ¿De acuerdo?

-¿Renuncias a la chica pelirroja?

-Mmm bueno, más o menos. Pero no seas demasiado pesado con ellas o conseguirás que las expulsen contigo.

Kuno miró a Ranma con una extraña expresión.

-… Me es muy difícil controlar al corazón cuando estoy frente mis dos amores…Pero no permitiré que por mi culpa ellas sean expulsadas.

Kuno se giró en ese momento por la calle que iba a su casa no sin antes mirar a Ranma con media sonrisa.

-Hasta mañana Ranma Saotome, la próxima vez que nos retemos tendrás un combate muy distinto a lo que estás acostumbrado.

Ranma respondió con otra sonrisa y se dirigió pensativo a la que consideraba su casa.

-Bueno, quizás ahora Kuno esté más pesado con mi forma femenina pero espero que deje en paz a Akane al menos por un tiempo.

Cerca de la casa de los Tendo se encontró con la siempre sonriente Kasumi.

-Buenos días Ranma-Kun. ¿Otra vez te expulsaron?

-Sí, otra vez… ¿Vas a hacer la compra?

-Sí pero antes tengo que pasarme por la consulta del doctor Tonfu, por favor si ves a Akane dile que la estaban buscando dos amigas suyas.

Ranma al escuchar la palabra "Tonfu" de los labios de Kasumi desechó rápidamente cualquier idea de acompañarla. Se despidió de ella y al rato se encontraba sobre el tejado de la casa Tendo tumbado sobre su espalda con sus manos debajo de la nuca mirando hacia ninguna parte con una expresión melancólica. Aún le daba muchas vueltas a la conversación que había tenido con Akane antes de que la boda se fuera al traste. ¿Él le había dicho que la quería en Yusenkio? Extrañamente no conseguía acordarse de aquello.

-Por supuesto que la quiero pero sólo lo pensé para mí… ¿O no?. Quizás sólo lo pensé o quizás lo grité con todas mis fuerzas. Después del combate, todo lo que ocurrió durante el momento en que pensé que Akane había mu… me cuesta recordarlo con claridad. En ese momento yo simplemente no existía… Recuerdo claramente cuando ella recuperó su forma, me habló y abrió sus ojos, pero apenas recuerdo todo lo demás… Está claro que en esa situación me daba igual reconocerlo, y además, ella no mentiría sobre algo así, si dice que lo escuchó es que seguro que lo dije.

El caso es que durante la batalla contra Saffron ocurría algo muy extraño que no acabo de comprender, ella, aún convertida en muñeca parecía entender todo lo que pasaba por mi mente. Cuando no podía ver donde se encontraba Saffron se sacrificó para que yo pudiera lanzar mi ataque. La muy idiot… Casi muere por salvarme. Que digo, quizás si no fuera por su ayuda no lo habríamos contado ninguno de los dos. ¿Quizás de alguna manera en ese momento ella podía saber que era lo que yo pensaba? Naa... Lo más seguro es que a pesar de estar convertida en muñeca podía verme e intuía mis movimientos…

De cualquier forma en la boda me comporté como un estúpido. Me dijo que se casaba conmigo porque yo había dicho que la quería y seguramente si se lo hubiera reconocido en ese momento ella también me lo habría confesado a mí y no habría salido con que lo hacía por mi cura… ¿Por qué nos cuesta tanto Akane?

Bueno, al menos últimamente las cosas marchan muy bien. No hemos tenido ninguna discusión seria y apenas han sucedido cosas extrañas. Bueno, si que han ocurrido algunas cosas extrañas, después de todo esto es Nerima. Aunque según Akane antes de que yo apareciera esto era un barrio bien tranquilo… Naa, seguro que lo dice por fastidiar, Kuno, kodachi, los alumnos que la retaban todos los días al entrar en el insti. Esos ya estaban antes que yo… ¿Mmm?, Akane está llegando, a ver como tiene su resfriado… Esta chica es muy bruta a la hora de cuidarse.

Ranma se incorporó y efectivamente, cuando miró hacia abajo Akane estaba entrando en el jardín de la casa. Cuando Ranma la vio instintivamente supo que algo andaba mal.

-¡Akane!

-Mmm, ho-hola Ranma…

Akane aceleró el paso y entró rápidamente en casa. Su cara denotaba poca alegría. Le estaba evitando por alguna razón. ¿Se encontraba peor de su resfriado o tenía algún problema?. Bien, la conocía lo suficiente, si intentara hablar con ella en ese momento seguramente le evitaría, de modo que prefirió no hablar con ella hasta que pasase un rato. Rápidamente cayó en la cuenta de un pequeño detalle, el vestido de Akane estaba ligeramente mal colocado. Creía recordar que uno de sus hombros lo llevaba incluso un poco descubierto…

-¡Maldita sea, ha tenido una pelea!

Cuando la escuchó encerrarse en su habitación supo que ella lo estaba pasando mal. Sin ni siquiera pensarlo se dirigió a la ventana de su habitación descubriendo que las cortinas estaban echadas.

-Mejor, si la pillo cambiándose me manda a volar, aunque quizás eso al menos le permita distraerse de lo que le esté haciendo daño...

Con cuidado golpeó en la ventana pero Akane no daba muestras de escucharle. Ranma insistió de nuevo. Akane habló con la voz afligida.

-Ranma, por favor déjame sola ahora…

Ranma dudó antes de hablar.

-Si eso es lo que quieres lo haré, pero ya sabes que más tarde o más temprano me voy a enterar de que es lo que te pasa. Akane, me gustaría ayudarte pero si no me lo cuentas…

-Es-espera un momento ¿vale?

-… Vale.

Ranma esperó pacientemente 5 minutos hasta que Akane le indicó que podía entrar. Cuando entró vio que Akane aún seguía con el mismo vestido y tenía pinta de estar peor de su resfriado. Pudo fijarse mejor en que su vestido tenía algunos descosidos, especialmente a la altura de su hombro izquierdo. Akane apartaba la vista de él, como sintiéndose avergonzada, sus ojos estaban visiblemente enrojecidos.

Ranma se acercó y le tocó con cuidado la frente. Estaba muy caliente.

-¡Te ha aumentado la fiebre Akane!

Akane seguía sin mirarle y apenas movió un solo músculo. Ranma se extrañó de que no le apartara su mano de su frente como solía hacer en estos casos, parecía que Akane se encontraba muy vulnerable en esos momentos.

-¡Akane, tienes que cuidarte más, seguro que no te has tomado las pastillas del resfriado en todo el día!

Akane por fin le miró.

-Soy muy débil ¿Verdad Ranma? No valgo mucho para las artes marciales…

Ranma se encontraba cada vez más preocupado. Estaba claro, algo muy malo le había pasado esta vez a Akane. Con toda seguridad habría tenido una pelea, seguramente con alguna de sus "prometidas". Parecía que en esta ocasión el simplemente no podía pelear con quien le había hecho daño a Akane.

-Akane… ¿Quién ha sido? ¿Kodachi? ¿Shampoo? ¿Ukyo?

-…

Ranma se encontraba en ese momento muy enfadado con sus "otras prometidas" y se sentía culpable de que alguna de ellas fuera la responsable de que Akane se encontrase en ese estado. Al ver que Akane no respondía e incluso tenía el gesto aún más miserable intentó animarla y hacer que recuperara su orgullo. ¿Quién de ellas habría sido tan cobarde para retarla cuando Akane no podía dar el 100%?

-No se quien de esas idiotas te ha hecho esto pero creo que la compadeceré cuando te recuperes de tu resfriado y la hagas pulpa.

Akane recuperó un poco el brillo y la fiereza de sus ahora apagados ojos mirando a Ranma con media sonrisa, pero inmediatamente, sus rasgos volvieron a tornarse tristes. Ranma sintió la imperiosa necesidad de abrazarla en ese momento pero pronto se quitó esa idea de la cabeza. Quizás eso era una mala idea y ella reaccionaría mal o se pondría aún más triste. Ahora tenía que ayudar a Akane pero desgraciadamente no sabía que hacer para que ella se sintiera mejor.

-No… no fueron ellas. Fueron otras chicas… Me esperaron y me tendieron una trampa para obligarme a pelear. Pero de todas formas me vencieron en un combate limpio.