Death Note le pertenece a su creador Tsugumi Ōba, el ilustrador Takeshi Obata, y a la Shonen Jump

­—Esto es un quizás. Un tal vez. Esto es lo que quizás hubiese pasado, si Rem no jugase el plan de Light—

Espero les guste, gente bonita.

Mal Perdedor

"Light Yagami es un bastardo" pensaba Rem indignada, mirando enmudecida como Light movía sus piezas para hacer ver a Misa culpable.

Debía hacer algo. Si no acababa con Ryuuzaki pronto…

Rem tomo la libreta, mientras todos estaban muy ocupados mirando las pantallas. Ese era su momento. Anotaría el nombre verdadero de Ryuuzaki y del tal Watari. Aunque ella muriera, salvaría a Misa.

Ella traspaso las paredes sin ningún problema. Llego a una habitación llena de controles, cosas muy complicadas para ella, que en ese momento carecían de interés. Misa debía ser salvada. Debía ser rescatada antes de que algo malo pasara.

Tomo la Death Note y saco su pluma para escribir en ella.

"Maldito Light Yagami" pensó mientras escribía el primer nombre.

Pero antes de terminarlo, Rem paro. No escribió más y miro pensativa la libreta.

Proteger a Misa era su misión. Eso era lo que debía hacer. Cuidarla y protegerla. Incluso de ella misma.

Light Yagami no la merecía. No a una criatura tan dulce como ella.

—No a ella Yagami Light— susurro guardando la libreta y pluma de nuevo. Él no tendría su posesión más valiosa. No le quitaría a Misa, por que para ella, Misa era lo más importante. Era como los humanos llamaban, una hija para ella. Y la defendería hasta morir. La salvaría de un hombre que sólo la haría infeliz.

Light quería eliminar al tipo que se hacia llamar Ryuuzaki.

Entonces debía empezar por ahí.

Después de todo¿No dicen los humanos que el enemigo de tú enemigo es tú amigo?

…………..

………

…………..

Rem volvió a aparecer en la habitación, nadie pareció notar su ausencia, quizás por que en realidad sólo se ausento un par de minutos.

Ella noto como Light se giraba a mirarla, sus ojos eran fríos y mostraban cierta satisfacción de quien se sabe ganador. Él esperaba que hiciera un movimiento. Y ella lo haría, pero no como él quería. Él no se quedaría con su tesoro. Él no, nunca.

—Dime, dios de la muerte Rem— dijo L girándose sobre su silla, mientras degustaba un delicioso pudín de vainilla con crema batida—Quiero que me expliques algunas cosas más—

—Esta bien— dijo ella mirando a Light de reojo.

Él sonrío ligeramente, por que sabía que la tenía.

Y ella le miro con aprensión, por que acababa de darse cuenta de la clase de basura que era.

…………..

………

…………..

El cuartel estaba iluminado, pero casi todos estaban durmiendo.

L había repasado todas y cada una de las reglas de la libreta y había cuestionado a Rem largo rato. Algo le decía que ella ocultaba algo. Muchas cosas empezaban a serle sospechosas. Y la única forma de comprobarlas era descubriendo si la regla de los 13 días era cierta.

L, Ryuuzaki, miro que sólo estaban despiertos él y el dios de la muerte, que miraba a todos dormir.

Light Yagami y su padre habían salido a una cena familiar, por petición de su madre, para celebrar la captura del tercer Kira. Pero aun así regresarían pronto. Y Rem sabía que no contaba con más tiempo, esa era la oportunidad que había esperado desde hacia días.

—Necesito hablar contigo— dijo Rem casi en un susurro.

L le miro sin inmutarse—Adelante—

Rem le miro con un extraño brillo en los ojos—Pero antes, si quieres que te diga la verdad, quiero que me prometas que Misa será libre de todo cargo—

—¿Misa? — dijo L con calma—Es una forma de referirse a ella muy familiar, digo, para según nunca conocerla— dijo comiendo pudín.

—Veo que no estas sorprendido de eso— le dijo Rem sin expresión.

—Así es— dijo él comiendo parte de la crema batida—Misa Amane es el segundo asesino, y supongo que tú eras su dios de la muerte—

—Eso no es algo importante— dijo Rem con calma—¿Quieres saber todo sobre la libreta y más? Bien, te lo diré, pero a cambio de que protejas a Misa—

L tomo una nueva cucharada de pudín y miro la Death Nota que Rem acaba de sacar de su cuerpo.

—¿Es un trato? — dijo ella seria.

L la miro, comió dos cucharaditas más de su pudín y después de unos segundos, hablo—Ya veremos, dependerá de si tú información es buena— le dijo con calma.

Rem pareció más relajada.

—En cuanto a Misa Amane— dijo L girándose a los monitores.

—¿Qué hay con ella? — pregunto algo tensa.

—No tenías por que preocuparte— le dijo L mirándola de reojo—Soy un mal perdedor ¿Sabes?—

…………..

………

…………..

—No… Light…. Mi Light… — dijo Misa llorando.

—Es verdad, lo siento Misa. No te he mentido— dijo Rem con calma. Ya habían pasado dos días desde que le había informado sobre la muerte de Yagami Light.

—Esto es tan extraño…— dijo dolida Misa, recostada en el sillon de su departamento—Mi Light no pudo haber muerto ¡Él es Kira¡Él es el salvador del mundo! —

Rem no se inmuto. Tenía una parte del acuerdo que cumplir—Misa, algunas cosas de Yagami Light se quedaron en el cuartel¿Quieres ir a recogerlas? Recuerda que su familia no puede ir a recogerlas, por que su padre sigue internado—

La rubia le miro confundida, pero asintió—Sí, vamos Rem, quiero tener todo lo que era de mi Light— dijo secándose las lagrimas con dolor.

—Bien— dijo Rem, y ambas salieron del departamento de Misa para dirigirse al cuartel general de L.

En el camino, Rem recordaba lo que había pasado días atrás. Cuando le había revelado a L sobre el plan de Light Yagamai. Ella sólo fue un espectador más, como había hecho desde que llego al lado de Misa Amane.

El humano que se hacia llamar L ó Ryuuzaki, había fingido su muerte y la del otro hombre llamado Watari. Por tres días Light se había sentido seguro, y reanudó las muertes usando la Deatn Note que le había dado Ryuk. Sólo que en esta ocasión, lograron filmarlo.

Las pruebas fueron irrefutables. Light Yagami perdió.

Y en acorde al trato que hizo con Ryuk, a pesar de sus suplicas por seguir viviendo, el dios de la muerte escribió su nombre en la libreta.

Todo el equipo de investigación estuvo presente, incluido su padre, que actualmente sigue internado en un hospital por un ligero ataque al recibir tal impresión. Su esposa e hija están con él, y por propia petición del comandante Yagami, ninguna de las dos fue enterada sobre la identidad de Light. Su muerte se adjudico a Kira, y se les confirmo su la captura del mismo, por parte de las autoridades Estado Unidenses.

La Death Note de Ryuuk, así como la que fue enterrada, fueron destruidas. Ryuk regreso al mundo de los dioses de la muerte.

Pero ella aun tenía cosas que hacer. Rem tenía una última misión después de que el caso Kira fuera cerrado.

Y esa era Misa.

—Ya, llegamos— dijo Misa con pesar, mirando la edificación del cuartel de investigación. Seguía tal y como lo recordaba.

—Este lugar tiene cámaras, seguramente L te dejara pasar— le comento Rem, mientras subían por las escaleras.

—Si— dijo Misa distraída.

Apenas llegaron a las puertas del edificio, estas se abrieron a su paso.

Misa no le dio mucho interés, sólo pensaba en su Light. Siguieron adelante, hasta el elevador que los llevaría al séptimo piso, donde estaba la base central.

Apenas la puertas se abrieron, Misa se sorprendió cuando vio frente a ella la figura de Ryuuzaki.

—Hola Misa— dijo L sin inmutarse. Seguía tal y como ella lo recordaba. Medio encorvado, descalzo, con ropa holgada y con esa molesta manía de morderse el dedo pulgar.

—Hola— dijo ella secamente. Ella lo odiaba. No sabía porque, pero estaba segura que él había tenido que ver en la muerte de Light. No importaba si Rem le había dicho que había sido Ryuk quien lo hubiese matado, cuando vio al portador de su Death Note atrapado. Si su Light se quedo sin salida, todo fue por obra de Ryuuzaki.

—Como sea— dijo L dándole la espalda—¿Ya le has dicho Rem? — pregunto avanzando hacia la sala de monitores.

—No, como me habías dicho— le dijo el dios de la muerte.

Misa los miro confundida—¿Rem¿De que habla Ryuuzaki? — pregunto confundida, siguiendo a ambos hacia el cuarto de las pantallas.

—Toma asiento Amane Misa— indico L, sentándose en un sillón, con sus piernas hacia él, una posición muy suya.

La rubia se mostró renuente, pero Rem le animo con una indicación de su mano.

—Esta bien— dijo Misa, confiando en Rem—Como sea, sólo vine por las cosas de mi Light— añadió malhumorada.

Súbitamente las puertas de la entrada de la sala se cerraron de golpe. Misa miro esto sorprendida, y miro a L—¿Po-por que las cerraste así? — dijo nerviosa, pero la presencia de Rem la calmaba un poco.

Ryuuzaki le miro sin expresión, con sus ojos muy abiertos—Amane Misa, tú ya no podrás salir de este cuartel—

—¡¿QUÉ?! — salto ella entre furiosa y sorprendida.

—Lo que escuchaste— dijo L con calma, mordiéndose el pulgar.

—¿¡Qué clase de juego crees que es este Ryuuzaki!?— bramo Misa furiosa.

—No es una broma— continuo L, moviendo con cierta diversión los dedos de sus pies—Este cuartel esta vacío, sólo quedamos tú y yo. Ah, y Rem por supuesto— indico mirando al dios de la muerte, que no se inmuto, sólo permaneció al lado de su protegida, como si esa charla no tuviese que ver con ella.

—¿¡Y eso que tiene que ver!? — le espeto Misa—¡Misa sólo ha venido por las cosas de su Light¡Así que déjate de tonterías y dámelas! —

—No puedo— dijo L con calma, sacando una barra de chocolate con avellanas de su bolsillo con mucho cuidado.

—¿Por qué no¡Son de mi Light no tuyas! — le dijo ella molesta.

Ryuuzaki mordió el dulce—No puedo dártelas, por que nunca existieron— añadió como si nada.

—¿Qué? — apenas susurro Misa anonadada, y se giro enseguida a Rem—¿De que habla Rem¿Me, mentiste acaso? — le acuso temblando de repente.

—Era necesario Misa— le explico Rem.

—¡Me has traicionado! — grito Misa apartándose de ambos.

—Misa, espera— le pidió Rem con calma.

—¡No, no quiero escucharte¡Me mentiste, me mentiste Rem! — le dijo dolida—¡Prometiste que siempre me cuidarías, que siempre podría confiar en ti! —

—No es lo que piensas— le dijo Rem con calma—Esto lo hago por tú bien, Misa—

—¡Mentira! — le espeto ella empezando a llorar finas lagrimas por sus ojos.

—Es verdad lo que dice— comento Ryuuzaki en un tono casual, como quien comenta el clima— Esto lo hace por que ambos sabemos que terminaras con tú vida— explico sacando una caja de pokys de sabor fresa.

—¿Qué? — dijo Misa sorprendida.

—Yo se que Misa ama a Light con todo su ser— explico L—Y al ya no estar él en este mundo, es normal que para Misa no haya más razón de existir—

Misa le miro molesta—¿¡Y eso que te importa Ryuuzaki¡Es mi vida¡Yo se lo que hago de ella, así que déjame salir de aquí¡Quiero ir con mi Light, quiero estar donde él está! —

—Misa…— trato de calmarla Rem, pero la joven rubia les dio la espalda y corrió hacia la entrada. Trato de abrirla presionando desesperadamente las teclas de la entrada, pero al no tener respuesta empezó a golpearla con sus manos.

—¡Déjenme salir, déjenme salir de aquí! —

—¡Misa! — corrió Rem a su lado para detenerla antes de que se hiciera daño.

—¡NOO, LIGHT, MI LIGHT! — gritaba Misa llorando, mientras golpeaba la puerta desesperadamente—¡LIGHT, LLEVA A MISA CONTIGO, NO LA DEJES SÓLA, DEJA QUE MISA VAYA CONTIGO LIGHT¡LIGHT! — gritaba golpeando la puerta con sus manos.

—¡Misa! — grito Rem sujetándola de ambas manos, pero la pequeña rubia forcejeaba bruscamente.

—Déjala desahogarse Rem— le indico L acercándose a ellas.

—Pero…—

—Déjala, no esta llorando sangre— le dijo L con calma, mirando a Misa sacudiéndose con brusquedad entre el piso y los brazos de Rem.

—…Esta bien— respondió el dios de la muerte no muy convencida.

Misa al verse libre, no dudo en seguir golpeando la puerta, mientras llamaba a gritos al amor de su vida, desgarrándose el alma en cada golpe.

…………..

………

…………..

—¿Mejor? — pregunto L con calma, arrodillado frente a Misa, que después de casi una hora, había al fin parado. No por gusto, sino por el cansancio. Se había quedado sin voz al llamar a su amado. Sus manos estaban heridas y sangraban por los golpes, y sus ojos estaban rojos y secos de tanto llorar.

—Te hice una pregunta— insistió L con calma, mordiéndose el pulgar, mientras veía a la joven frente a él, acurrucada a un lado de la puerta, sollozando en silencio lagrimas secas.

—……de…jame…— apenas susurro Misa dolida.

Ryuuzaki miro la puerta eléctrica que cerraba la habitación. Le sorprendía la insistencia de la joven. Grandes marcas de sangre estaban en la superficie, adornando la entrada de forma siniestra, mientras las manos magulladas de Misa eran la muestra del dolor en persona.

—…no…— susurro Misa, y L la miro con atención—…sabes…como es…—

—¿Cómo es que Misa? — pregunto L, acercando un poco más a ella para escucharla mejor. Rem sólo los observaba.

—…no sabes como es… vivir sin el ser amado…— le dijo ella mirándolo. L pareció no sentir esas palabras, como si fuera un comentario al aire.

Pasaron unos segundos, hasta que él respondió—Es verdad— le dijo a Misa, acercándose lo suficiente para tomarla en brazos y alzarla. Ella trato de forcejear, pero estaba tan cansada que apenas y se movió.

Ryuuzaki cargo a Misa hasta una lujosa habitación. La misma que había ocupado ella durante el tiempo de su encierro. La recostó en la cama y se sentó a su lado.

—…per…vertido— le dijo ella, con el resentimiento marcado en su voz.

L le miro con un extraño brillo en sus ojos—No me gusta que me digas así— le dijo colocando una frazada sobre ella. De nuevo, Misa trato de repeler el gesto, pero las heridas en sus manos se lo impidieron.

Ryuuzaki la arropo con cuidado. Y al terminar, le miro atentamente de nuevo.

Ella frunció el ceño—…per…pervertido— volvió a decirle.

L le miro con resentimiento—Ya te dije que no me digas así— le dijo con ese extraño brillo en sus ojos—Por que me duele cuando tú me lo dices—

Misa le miro confundida.

—Hace unos momentos…— dijo Ryuuzaki recostándose a su lado, quedando muy cerca de ella, con sus ojos a la altura de los de Misa—…me dijiste que no sabía, que no entendía lo que era vivir sin el ser amado— le explico, y suavemente estiro una de sus manos hacia ella.

Misa se tenso cuando sintió el fino tacto de él, en su frente, apartando con delicadeza los mechones que cruzaban por ella.

—Y no te mentí— continuo Ryuuzaki— Por que la persona que más amo, esta conmigo, aquí y ahora—

Misa abrió sus ojos de forma desmesurada. No podía creerlo—…¿Qué? —

—Por eso hice un trato con Rem, quite a Light Yagami del camino, aunque no esperaba que Ryuk, su dios de la muerte, fuera a matarlo— explico, haciendo que un brillo lloroso a pareciera en los ojos de ella.

—Yo hago todo por mi ego— siguió L—Para mi todo es un juego, donde yo debo ser siempre el ganador. No acepto nada inferior a la victoria— explico, acercándose más a ella— No me gusta perder. No lo tolero, ni lo acepto— se acerco más a Misa, hasta poder sentir el aliento de sus labios— Por eso Light Yagami debía desaparecer de mi camino, por que no sólo me gano la primera vez cuando cedió sus poderes a Higuchi, el tercer Kira, sino por que lo hizo por segunda vez. Light Yagami gano algo que yo quería para mi— Ryuuzaki se alzo un poco con ayuda de uno de sus brazos, lo justo para estar sobre Misa, cara a cara, tan cerca como para que cada uno pudiera sentir el aliento del otro.

Ella estaba pálida, temblaba y lo miraba asustada.

—Light me quito a Misa. No me importa si él llego antes, yo quería a Misa para mi, por eso lo quite del camino— su rostro se acerco más al de ella—Para Yagami, Misa era un juguete, algo desechable. Pero no para mi. Por eso él debía desaparecer— estaba tan cerca de sus labios ahora—Por que yo si amo a Misa Amane— susurro cerrando sus ojos para besarla.

—…no…— susurro Misa asustada.

Y lo siguiente que se ve, es a Ryuuzaki salir volando fuera de la habitación hasta estrellarse contra unos sillones. Haciendo un ruido seco al estrellarse con el piso.

—dios (ug)… de la muerte Rem… había olvidado que estabas con nosotros— dijo L desde el piso, con toda la calma del mundo.

—Si, me di cuenta— dijo ella con un aire molesto, desde la entrada de la habitación—La asustaste, eso no fue parte del trato. No seré más paciente contigo—

L fijo su vista en el techo—……hay un botiquín de emergencias en el baño, puedes curarla si gustas, te la encargo mucho— comento como quien pregunta la hora.

—Eso haré— dijo Rem dándole la espalda y cerrando la puerta de un fuerte portazo.

—…… creo que se enojo…— comento Ryuuzaki aun de espaldas al piso.

Súbitamente los monitores se encendieron, mostrando una "W" en todas las pantallas. Era Watari.

Y enseguida se escucho la voz del anciano—//L, tenemos un nuevo caso en Inglaterra, sobre un grupo de… ¿Qué haces en el piso?// —

—… Muy complicado de explicar…— dijo L .

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Espero les haya gustado :D

Me diverti mucho haciendolo. Son las 4:22 de la mañana, llevo toda la noche aquí en la oficina trabajando, y este me salio en un mini descanso, se me ocurrio mientras hacia unas notas para la resvista, jujuju, que floja soy, pero es el sueño que me cargo X3

Gracias por su apoyo! Espero que me den su opinión. Que chulos son todos ustedes! ;)