N.A: A ver que les parece esta historia, soy nueva y este es mi primer fanfic, espero que sea de su agrado y si no pues no olviden comentarlo. Por cierto no se dejen llevar por la primer impresión por que uno nunca sabe!
los personajes de Naruto no me pertenecen y escribo esto sin recibir ninguna remuneración monetaria.
El viento soplaba entre los árboles removiendo algunas nubes en el cielo mientras refrescaba el ambiente. Estaba atardeciendo y el horizonte se teñía de rojos y violetas formando un cuadro impresionante, pero eso no importaba, la belleza de aquel momento no era apreciada por aquellos jóvenes que se encontraba a las afueras de la villa, ambos tenían otras cosas de que ocuparse, en que pensar. Desde aquel día todo era gris, no era para menos, hacía un mes de haber perdido al tercer integrante de su equipo. ¿Quién se encontraba peor? No se podía decir.
-No hice nada para detenerlo, no pude evitar su partida... sólo soy un estorbo que depende de ti... Naruto.-eran sus pensamientos.
Sakura seguía enamorada, aunque con el corazón destrozado al haberse dado cuenta que nunca significó algo para el portador del sharingan. Recargada en una de las enormes rocas donde se encontraban tallados los rostros de los anteriores Hokages se encontraba una pelirosa encogida sobre si, abrazando sus piernas mientras veía fijamente el suelo, a su lado un chico rubio estaba recostado, completamente estirado sobre la roca mientras su mirada, ausente, se perdía en algún punto del cielo.
-"Sakura-chan-dejó escapar en un suspiro-, Sasuke-teme... ¿por qué?... tal vez nunca te importamos lo suficiente, ¿qué fuimos para ti?, ¿nuestra amistad existió?"
A pesar del dolor ambos agradecían algo, no estaban solos. Compañeros incluso en ese pesar. Ambos se sentían culpables por no haber hecho algo más, ¿cómo es posible que se consideraran amigos si ni siquiera se habían dado cuenta de la decisión que tomaría el azabache? ¿Qué podrían haber hecho para que decidiera quedarse, para que regresara?
El rubio suspiró y dejó su posición para levantarse y comenzar a sacudirse.
-Vamos, Sakura-chan.
Llamó a la kunoichi y no obtuvo respuesta, la chica continuaba en la misma posición, avanzó unos pasos para estar frente a ella y se puso en junglillas intentando verle el rostro. Volvió a llamarle.
-¿Sakura-chan?
Al quedar en las mismas se levanto y le extendió el brazo para llamar su atención. Llamó una última vez, subiendo el tono de su voz, pero sin llegar a sus acostumbrados gritos, logrando sacarla de su ensimismamiento, la chica levanto el rostro para enfocar los preocupados ojos azules frente a ella. Ya no quería que se preocuparan más por ella, mucho menos Naruto... Extendió su brazo para tomar el que le habían ofrecido y sin dejar de mirarle se levanto fingiendo una débil y lastimera sonrisa.
-Tsk!..- El shinobi frunció el seño- Discúlpame, te prometo traerlo de regreso-
La chica de ojos jade volvió a bajar la mirada y negó con la cabeza...
-Naruto, yo...
-¿Qué pasa Sakura-chan?
El ninja se alegraba de que su compañera hablara y en una muestra de apoyo apretó la mano que tenía sujeta de la kunoichi para que esta continuara.
-Yo... ¿Podría quedarme a dormir en tu casa esta noche?
Eso sí que lo había tomado desprevenido.
-Ah? ¿Por qué quieres quedarte en mi casa'ttebayo?
Sakura se levantó y comenzó a sacudir su vestido con la mano que tenía libre
-Es solo que… quiero estar más tiempo a solas… Si regreso a mi casa mi madre pasará la noche en vela intentando animarme, y mañana de mal humor al ver que no lo logró…
Las palabras de la ojiverde habían herido sin querer al portador del kyubi. Naruto no sabía lo que era tener una madre que se preocupara por él y tampoco entendía por que Sakura Sakura sí quería estar sola le había pedido quedarse en su casa, ¿era que el no contaba?, inconscientemente soltó la mano de la joven que de inmediato trató de corregir sus palabras.
-No me malinterpretes, sólo que… creo que en este momento eres el único que me entiende… Sasuke… era nuestro amigo…
Últimamente el jinchiriuki había agradecido su soledad por que así era más fácil aclarar sus pensamientos… tal vez eso es lo que buscaba Sakura… después de soltar un suspiro dijo:
-Creo que una noche te hará bien Sakura-chan… pero, espero que no te incomode mi casa, es muy pequeña y como casi nunca paso tiempo ahí esta algo desordenada.
Lo último lo decía rascándose la nuca, no estaba muy seguro de que fuese una buena idea dejar que la kunoichi se quedase a dormir, pero tampoco quería negarle su apoyo, a lo mejor al saber lo desordenado o lo pequeño del lugar se terminaba arrepintiendo…
-No importa
Eso significaba que no había marcha atrás.
-Ehh?... Esta bien, marchémonos… empieza a anochecer
Sin embargo la chica no se movía, aún miraba el suelo como si fuese lo más interesante del universo, así que el ojiazul se puso de espaldas frente a ella y la cargó para después irse brincando en dirección a su casa. No se dirigieron palabra alguna durante el trayecto. Y así hasta llegar a un gran edificio con muchas puertas, una especie de departamentos, se paro frente a una y bajó a su carga mientras hurgaba en sus bolsillos en busca de las llaves. Abrió y se hizo a un lado para dejar pasar primero a la pelirosa.
-Bienvenida…
El rubio lo había dicho tan bajo que apenas y se alcanzó a escuchar, al contrario de lo que todos esperarían la casa no estaba en desorden, solo se le veía un poco abandonada.
-Pasa, toma asiento mientras arreglo la habitación, ¿quieres algo de comer o beber? Puedes tomar lo que gustes la cocina esta por allá.
Decía mientras señalaba hacia el frente. La chica se sentó en un pequeño comedor frente a una ventana con vista a la villa, pero aún mantenía la mirada abajo y solo susurró un:
-No, gracias.
-Está bien, ahora regreso
Y mientras lo decía se metió en una habitación que parecía ser la recámara, sólo había una cama individual junto con una mesita al lado y un armario de donde sacó algunas cosas. Cambió las sábanas y sacudió un poco, no era desordenado, solo muy despistado. Él dormiría en el piso del saloncito, no le incomodaba, muchas veces acostumbraba dormir a la intemperie después de algún entrenamiento o simplemente cuando deseaba ver las estrellas. Sacó otro juego de sábanas y una especie de colchoneta, tomó una de las almohadas de la cama y su pijama, todo lo puso debajo del brazo y salió del cuarto.
-Eh… Sakura-chan, dejé un pijama limpia encima de la cama, puedes cambiarte en el baño o en la habitación.
-Gracias Naruto-kun
El rubio bostezó y se encaminó a instalar su lecho provisional, cuando terminó se dejo caer unos minutos, estaba realmente cansado. Hacía mas de diez minutos que Sakura se había encerrado en la habitación, tomo su pijama y fue a cambiarse al baño, pasaron algunos minutos y a su regreso pudo notar que Sakura aún estaba dentro, posiblemente ni siquiera había salido, se acercó y tocó la puerta, al no recibir contestación solo dijo:
-Buenas noches, que descanses Sakura-chan
Y se fue a recostar.
La noche cubría konoha con su manto de oscuridad, sólo la luz de la luna y el ulular del viento perturbaban la atmósfera de tranquilidad y armonía que se cernía sobre todos sus habitantes que dormían apaciblemente.
…La madrugada…
Los habitantes de Konoha se encontraban en el mundo de los sueños, o así debía ser…
Entre las sombras un cuerpo se deslizaba en busca de su presa…
Frente a un bulto en el piso, ahí se detuvo, había encontrado su objetivo, lo estuvo observando fijamente por un rato en un intento de gravar cada detalle en su memoria, miraba el constante vaivén de su pecho al respirar y no perdía detalle del incesante palpitar de aquel corazón tan puro como su poseedor, con sólo eso sus sentidos se exaltaban, impaciente se arrodilló y lo despojó de las sábanas que lo cubrían haciéndolo encogerse al sentir el cambio de temperatura, se veía tan tierno, indefenso, inocente zorrito.
No tardó en volverse a aclimatar y cuando se sintió cómodo volvió a estirarse, desparramándose por el suelo, su atacante apenas podía contenerse al admirar tal escena y su control llegó al límite cuando con el ultimo movimiento con su propio brazo terminó descubriendo parte de su abdomen bien formado, era irresistible.
Aquella sombra se colocó encima, cuidando de no tocarlo, recargándose sobre sus brazos para tener una mejor visión de aquella hermosura, cuidadosamente se acercó al cuello del rubio que estaba perdidamente dormido y con parsimonia se deleitaba con el aroma del bello durmiente, ese aroma tan embriagante lo hipnotizaba, no resistió más la tentación y soltó una lamida a aquella zona, que sabor tan delicioso!. Había provocado que el de abajo se estremeciera liberando un casi imperceptible suspiro…
Con una de sus manos comenzó a delinear la parte que estaba descubierta del vientre tostado mientras delicadamente comenzaba a dar pequeños besos en el lugar que había lamido, besos que se fueron humedeciendo abarcando mas territorio, cada vez mas largos, quería más de ese sabor, su lengua delineaba los músculos del cuello arrancando pequeños gemiditos del aun inconciente rubio, su mano no se quedaba atrás, destapando cada vez mas aquella suave piel…
-Ahh…
El portador del biju se había despertado parcialmente por las caricias que recibía.
-¿Qué es esta sensación?...
En el umbral entre lo conciente y lo inconciente comenzaba a percatarse del mar sensaciones que comenzaba a inundarlo de una calidez que nunca antes había conocido.
-Mmmm… se… se siente bien… mmmm
Dejó ir un suspiro que pareció ser una clave para que la mano que acariciaba su abdomen bajase a la zona genital recorriendo y acariciando el interior de sus muslos y su aún adormilado compañero. El tiempo parecía haberse detenido…
Su respiración era cada vez más agitada, liberando fugaces gemidos involuntariamente como respuesta. Repentinamente todo paró, la sombra se sentó sobre sus piernas en espera de que el rubio despertara completamente y tomara conciencia…
El portador del kyuubi se intentó levantar en busca de que había sido aquello tan placentero, quería, no necesitaba que continuara, abrió los ojos en busca de respuestas pero nada en su corta vida lo habría preparado para la imagen que tenía frente a el, se había quedado completamente paralizado.
Un pálido y bien formado cuerpo casi completamente desnudo, de no ser por la sábana que antes lo cubría a el estaba sentado sobre a el estaba Sasuke mirándole con lujuria y deseo mientras continuaba masajeando su entrepierna sin pudor alguno. Antes de que pudiese respirar el azabache se abalanzó sobre su cuello para continuar besándolo ahora toscamente mientras peleaba con los pantalones de la pijama de Naruto para quitarlos, cuando lo logró tomo la ya erección del rubio y comenzó a masturbarlo.
-¡Teme! ¡Que estas haciendo!, ¡Quítate de encima!
El zorrito replicaba y lo único que obtuvo fue que Sasuke lo tomara por la muñecas con su mano libre, su atacante era mucho mas fuerte, a pesar de la situación se sentía tan bien…
-Naruto-kun, tómame…
Lo había dicho en el tono más sensual que había escuchado, despertando una necesidad en el cuerpo del rubio, sintiendo como su piel se erizaba y sus músculos se tensaban.
-Sé que quieres hacerlo, yo también quiero…
El moreno no había permitido en ningún momento que el rubio se zafara de su agarre, con esas palabras habría lograda sacar sus instintos animales, cualquier intento de evasión por parte del rubio se había esfumado.
Ahora tenía más libertad, mostró una de sus manos al rubio y acercándola a su boca le ordenó autoritario:
-Lámelos.
Cosa que hizo sin titubear, estaba más que dispuesto, mientras el moreno restregaba el pene del zorrito con sus nalgas cosa que los prendía más a ambos, cuando sintió que sus dedos estaban suficientemente húmedos se llevó su mano a su entrada y con cuidado metió uno empezando a dilatarla, Naruto sólo observaba todos los gestos del Uchiha que abría un poco su boca dejando escapar pequeños gemidos, esperando por más instrucciones, así hizo con cada uno de los dedos, se acercó a la erección del Uzumaki reemplazó sus dedos por el palpitante y caliente pedazo de carne, entrando en una sola estocada, arrancando un sonoro gemido por parte de ambos.
No dejaban de mirarse, al parecer aquella intromisión había sido dolorosa para el azabache pero también le estaba causando un gran placer tal como su rostro sonrojado se lo confirmaba, comenzó a mover sus caderas de arriba abajo lentamente, empalándose una y otra vez torturando con su lentitud al Uzumaki que deseaba mayor velocidad pero no se atrevía.
-¿Te gusta?
Le pregunto acercándose sensualmente a la oreja del rubio mientras le regalaba un lengüetazo.
-Mucho
Y con esas palabras el portador del Sharingan aceleró su vaivén solucionando el dilema del Uzumaki, pronto el portador del biju quería más no se conformaría hasta saciar su sed de placer, en un ágil movimiento abrazó al Uchiha, se levanto empujándolo contra el piso con suavidad.
-¿Cambiamos de lugares? Jejeje
Lo había dicho de una manera tan perversa que había dejado de parecer el inocentón, infantil y despistado shinobi que era y que todos conocían.
Levantó las piernas de su excompañero y las puso a sus costados para penetrarlo más rápido y más profundo.
-Ahh! Ahh!! Ahhhhh!! Duele…
El azabache gemía entrecortadamente
-¿Quieres que pare?
Preguntó un deseoso zorrito
-No, continua, onegai
Las pálidas piernas del último Uchiha se abrazaron de la cadera del Uzumaki rogando por que las estocadas fuesen mas profundas, ambos estaban llegando al clímax. Y el zorrito no se negaría a darle más placer a su amante, tomo la erección del moreno en sus manos y lo empezó a masturbar, obteniendo un fuerte abrazo por parte del azabache que estaba en la cúspide del dolor y el placer, no tardaría en llegar al orgasmo
-Un poco más Naruto-kun
El sudor cubría ambos cuerpos, con una última penetración, la más profunda y fuerte ambos se derramaron con un sonoro gemido por parte de ambos, luego solo reinó el silencio.
Naruto se había dejado caer sobre el pecho de Sasuke, aún dentro de el, así abrazados se encaminaron al mundo de los sueños donde ya debían estar desde hacía un buen rato…
Más notas: que creen que pase con Sasuke y Naruto? Les gustó? Soy un fraude? Comentarios? Quejas? Recordatorios del día de las madres?
