Bueno este es un fic q estoy haciendo de avatar... Como kizas se den cuentan sabran quien es el personaje nuevo... Este fic es ya de por si kataang pero no insisito mucho, tiene un poco de aventura, suspenso y drama... y preparense q en el fianl quiza haya que usar algunos pañuelitos...

Bueno espero q les guste!!


Libro 3:

Fuego

Capítulo 1:

La fogata

Bloque 1

Una silueta se acercaba en el aire. Lentamente comenzó a crecer recortándose en el cielo y descendiendo. Appa aterrizó suavemente a causa de su amo herido. Cinco personas descendieron del animal, una llevando a brazos a otra.

-¿Crees que se curara?-preguntó Sokka.

-No sé, pero un poco de descanso en tierra firme, le sentará bien-dijo Katara depositando a Aang en el suelo.

Con una de las mantas prepararon una improvisada almohada para el pobre chico.

-Encendamos una fogata-recomendó el rey de la tierra.

Todos pusieron un poco de su parte, menos Katara que se quedó a lado de Aang. Una vez encendido el fuego, todos se sentaron, alrededor de él dejando al Avatar a un costado pero no muy cerca del fuego, por las dudas de si le produjera algún daño. Nadie dijo nada, los cuatro miraron para atrás, al horizonte donde más allá fuera de la vista, estaba la impenetrable Ba Sing Sei, ahora tomada por la Nación del Fuego. El silencio fue interrumpido brevemente por el Rey de la Tierra. que dijo:

-Por cierto, ahora que no soy más rey, pueden llamarme Kuei, hace ya mucho que nadie lo hace.

-Tú sigues siendo rey, al menos para mi o para nosotros-dijo Toph.

Nadie más dijo nada, ni lo habrían hecho por más tiempo sino fuera que luego de un tiempo corto Apareció alguien. Toph lo siento y alertó.

-Viene alguien-pero no lo dijo preocupada, en realidad no intuía que fuera ninguna amenaza. Los demás se prepararon por si las dudas pero no pusieron mucho empeño. Quien se les acercó fue una joven niña, de unos dieciséis años Aparentemente. Estaba vestida con ropas del reino de la tierra, no en muy buen estado. Su pantalón era un pantalón de color marrón verdoso, llevaba una remera de mangas largas verde pasto, mas bien había sido de ese color ya que ahora estaba opacado por la tierra y encima de la remera llevaba una musculosa de una tela ligeramente más gruesa de un verde militar. Su pelo era del color de la tierra al igual que sus ojos q eran del mismo color aunque más bien parecían almendras. La niña se acerco al círculo de amigos y dijo:

-¿Les molesta si los acompaño?

Los cuatro la miraron (obviamente que Toph a su manera) y asintieron. La joven se sentó a un costado de la fogata y se presentó:

-Hola. Soy Firenze, una joven sin lugar en el mundo.

-¿Y a qué se debe eso?-preguntó Sokka, el más atraído de los cuatro por la extraña joven.

-Una larga y complicada historia que tal vez les cuentes más tarde cuando sea el momento.

-¿Y cuando será el momento?-preguntó Sokka sospechando de algo raro.

-No lo sé, simplemente, se que algún momento lo será. Cada cosa tiene un momento de ocurrir y de ser y hay que respetarlo.

Se quedaron en silencio nuevamente, Katara estaba a punto de presentarse cuando Aang hablo en sueños. Firenze, que no se había percatado de su presencia, lo miró fijamente, ha medida de que su cara se iba transformando en una extraña impresión y para sus adentros aunque lo suficientemente audible para que los chicos lo escucharan "Es él, el avatar". Los otros se asustaron y se pusieron alerta.

-¿Qué le pasó? ¿Un rayo no es así?-preguntó Firenze

-¿Cómo lo sabes?-inquirió Kuei

-¿Ya le quitaron la electricidad?-hizo como siguiente pregunta Firenze, ignorando a la de Kuei.

-¿Qué es eso?-preguntó Katara.

-Luego de un rayo queda electricidad de sobra en el cuerpo-explicó Firenze-, esto impide que se le cure la herida- Firenze comenzó a acercarse al cuerpo de Aang.

Toph hizo salir una pared de tierra frenándola y Sokka tomándola de unos de los hombros le cuestionó bruscamente:

-¿Qué piensas hacer?

-Curarlo- le contestó Firenze quitándole la mano de su hombro-. De lo contrario la herida no se cerrará y morirá. Y creo que no hay tiempo para esperar a que reencarne un nuevo avatar, o ¿tú si lo crees?

-¿Y qué razones nos puedes dar para creerte y que no le vas a hacer daño?- preguntó Sokka enojado.

-No esta mintiendo-dijo Toph bajando la pared de tierra.

Sokka al contrario siguió sospechando y no se movió de su lugar. Firenze situó la mano sobre la herida de Aang a unos centímetros de esta.

-¡Apartasen!

-¿Pero…-dijo Sokka empezando a sonar amenazante nuevamente

-¡Que se aparten! De lo contrario pueden salir heridos ustedes.

Sokka a regañadientes le hizo caso y se corrió. Firenze se concentró y cerró los ojos. Del cuerpo de Aang comenzaron a salir unas chispas blancas que se transmitieron a las manos de la joven, cada vez le subieron en más cantidad hasta que finalmente se extinguieron. Las chispas se unieron en una potente bola de luz blanca que súbitamente terminó en el corazón de la joven, que salió despedida hacia atrás.

-¿Estás bien?-le preguntó Katara.

-Si, pero dime, ¿quién le hizo esto?

-Azula-le contestó Katara.

Firenze bajó la cabeza cerrando los ojos, al parecer la noticia le había dolido.

-Si, se que duele saber que haya sido capaz de hacerlo esto al avatar, que es la esperanza del mundo-dijo Katara.

-No-dijo Firenze-. Lo que duele es que es mi familia.

Continuará...