Un año después.

Pase una de mis piernas por arriba de la otra mientras le daba la vuelta a la página. No sabía muy bien como pero mi familia había logrado que volviera a poner un pie en la playa. Aún era doloroso para mi ver el mar y no pensar en ella.

-Papa Ruka, ven al agua

Negué con la cabeza dándole la vuela a otra hoja del libro, ya había perdido totalmente el interés en la lectura.

-No, tal vez más tarde. – le conteste a Hotaru quien a pesar de mi mal estar y negativa había traído a su novio a las vacaciones.

Al mover mi cabeza hacia un costado vi al pequeño Kiafuu jugando con la arena y me sonreí. Serena lo había bañado en protector solar. Lo bueno es que estaba cuidado del sol, lo malo es que ahora con la arena parecía una milanesa. Sería un largo baño el que mi pequeño hijo tendría en la noche.

-Llevaremos a Rini al agua ¿Quieres que…? – escuche la voz de Darién y negué con la cabeza.

-No, iremos a dar un paseo luego dejare que vaya a meterse al agua – mire de nuevo hacia donde estaba Hotaru – su hermana le prometió que le enseñaría a nadar pero creo que eso pasara cuando se despegue de su costilla. – suspire, era el mismo novio de siempre y llevaban ya un año pero a mi aun me costaba ver a mi pequeña princesa con alguien más y en ese plan tan…tan romántico.

Sentí la mano del príncipe de la Tierra en mi hombro y a los pocos segundos vi como corría para alcanzar a su esposa e hija.

Deje el libro a un costado de la toalla para que no se fuera a llenar de arena y me coloque los lentes Ray Ban estilo retro sobre mi tabique. Luego de eso me acuclille para colocarle una pequeña gorra en la cabeza del pequeño. Kiafuu tenía un envidiable pelo verde, muy parecido al de su madre solo que no era ondulado como las olas del mar, su pelo era rebelde o como me gustaba verlo a mí. Como si el viento lo hubiese atacado.

-¿Vamos a dar una vuelta?

Sus hermosos ojos verdes destellaron de alegría, sé que esperaba ir al mar pero aun no me sentía preparado para ir sin ella. Nunca me había gustado demasiado el mar, o bueno si me gustaba pero solamente quedarme ahí y mirarlo, tal como me pasaba con Michiru. Me encantaba verla siempre. Pero ahora con Kiafuu aquello que me traía un poco de dolor intentaba afrontarlo, había vuelto a tocar el piano con bastante dificultad y dolor, físico y emocional. Pero él amaba la música, le gustaba y parecía que también le gustaba el agua.

-Luego tu hermana te enseñara a nadar – dije tomándolo en brazos.

-Tatu, agua – me apunto hacia donde estaba la luciérnaga – novo

-Sí, está en el agua con el novio pero luego ellos vendrán por ti – deje un beso sobre su frente – ahora saluda nos iremos a dar un paseo por la orilla.

Mi niño bastante levanto la mano y saludo a su hermana quien nos estaba observando. Desde lejos le lanzo besos y Kiafuu se los correspondió.

Hotaru amaba a su hermano y su hermano la adoraba. Si ella no estaba en la casa, él preguntaba y la buscaba hasta que su Tatu apareciera.

Nos habíamos alejado bastante de las chicas cuando mi vista había recaído sobre el mar y de cómo las olas iban al ritmo de la fuerza del viento. Una danza perfecta.

-¡Nooo!

Escuche el grito de una voz femenina y una tela blanca paso por mis ojos. No pude ser rápido porque tenía las manos ocupadas, pero mi pequeño ayudante con los reflejos que había heredado de mí, de una manera torpe y graciosa se había hecho con la tela blanca.

-Muchas gracias señorito –

La dueña del pañuelo se acercó a nosotros y en aquel momento mi mundo dejo de dar vueltas. Un segundo y la sonrisa había vuelto a mi rostro. El olor a mar había inundado mi ser nuevamente.

La risa de Kiafuu sonó en el aire y era como si estuviera en un sueño.

-Me llamo Michiru – ella nos sonrió y tenía ganas de decirle que yo sabía perfectamente quien era. Pero no podía hacer eso, iba a sonar como psicópata.

- Soy ….- mire a mi hijo ¿de cuando me había puesto tan idiota? – Haruka y él es mi hijo, Kiafuu

-Un gusto – ella sonrió aunque parecía estar un poco desanimada, quizás porque sospechaba que si tenía hijo era porque tendría a alguien, y si la tenía. Yo la tenía a ella – y gracias por mi pañuelo

-De nada – conteste algo nervioso y alce mis cejas – realmente él es el que la ha atrapado.

-Es muy adorable – ella estiro su mano para tocar la mejilla de nuestro pequeño y él parecía que sin que yo se lo digiera sabia a la perfección que se trataba de su mamá. Le brindo una sonrisa amplia, radiante y sus ojos desbordaban amor.

- Y le agradas – dije mirándolos.

Si era un sueño, lo iba a disfrutar.

- Papá –

Al escuchar la voz de Hotaru me di la media vuelta para ver que venía con su novio, y al correrme un poco vi como ella también se había dado cuenta lo mismo que yo.

Michiru se corrió un poco para despegarse de nosotros y mi pequeña, ya no tan pequeña, se echó a correr hacia nosotros.

-No quiero robarte más tiempo, pareces un padre bastante ocupado – me dijo ella y saludo con la mano a Kiafuu – Adiós

-No, espera….solo dame un momento – me apure a decir justo en el momento en que Hotaru llegaba a nuestro lado. - ¿Qué ocurre? – hice un pequeño movimiento para que me entendiera pero claro mi pensamiento era ingenuo, ella lo sabía antes que yo.

-Es que te vi con la señorita Kaio, ella es fotógrafa y quería saludarla – me explico y se dio lugar para poder presentarse – soy un fan de su trabajo, esta noche iremos con mi padre y mi novio a ver su exposición – se sonrió y ella me miró de manera significativa

Michiru estuvo a punto de contestarnos cuando una voz a lo lejos la llamó. Parecía que una mujer la estaba buscando.

-Entonces espero poder verlos esta noche allí, también pueden llevar al pequeño. Él salvo mi pañuelo, estoy en deuda con él.

- Allí estaremos – se apuró a decir Hotaru y luego espero a que se marchara para quitarme de los brazos a Kiafuu y comenzar a caminar con una gran sonrisa en los labios.

Deje que mi vista la perdiera de vista antes de voltearme y alcanzar a la luciérnaga.

-¿Lo sabias?

-Si – contesto ella secamente pero aun con esa sonrisa de victoria.- Setsuna y yo hemos estado investigando.

-Ya veo…- conteste sintiéndome un tanto molesto por no saber de todo la verdad

- No te enojes papa Ruka – se acercó a dejar un beso en mi mejilla – ella es mamá no una reencarnación. Tiene amnesia y bueno. Ya es tiempo que se acuerde de todos nosotros y hoy es la noche perfecta para que el destino del viento siga adelante – miró a su hermano – y tu pequeño vamos a bañarnos que tienes que estar muy lindo para mamá ¿puedes decir mamá?

-mmm…

Me quede clavado en la arena viendo con Hotaru se perdía en la subida hacia la casa.

Había pasado un largo año pero ella tenía razón, era hora de que el destino del viento continuara y lo haría al lado de su mar. De eso no cabía duda, meses había esperado por este encuentro y no la iba a perder de nuevo porque mi destino era a su lado.

Mis piernas volvieron a sentir aquella energía que corría por mi cuerpo. Antes de irme a bañar correría junto al mar. Volvía sentirme vivo. Ella me daba la vida en todas las vidas.

Nota: Llegamos al final de este FF. Gracias totales a todos los que empezaron conmigo como aquellos que en el último tramo han estado del otro lado intentando que no deje esto y que lo termine. Espero que haya sido de su agrado. No prometo nada porque cuando lo empecé tenía 18 años y ahora tengo 26 asi que ya no es el colegio. Tengo muchas obligaciones pero si tengo tiempo volveré . Todo lo que digan y lo que han dicho han sido parte de mi . Muchas gracias . He intentando mejorar con cada año y cada capitulo. Nos veremos en la próxima.