Capítulo 9: Decepciones.
Karin. Ese nombre resonaba insistentemente en su cabeza y le provocaba un agudo dolor junto con un mareo molesto. Karin. El molesto nombre de la real descendencia política. Karin. La encarnación del demonio vestido de Versace con botas de Prada y lentes de Gucci. Karin. Simplemente la más grande y abominable molestia con la que en su vida se había topado y con la que había salido. Las ganas de estrujar el teléfono no le faltaban, así como las de seguir disfrutando del cuerpo de Sakura.
Y simplemente estaba cansado de lo que esa perra le haría esta vez. No tuvo otra opción mas que la de ir abajo a encararla con un odio irrefutable. Tomó su camisa, así como su saco y su corbata y se las colocó con frustración y un poco de prisa. Sakura seguía en la cama, confundida. Le llamaba por su nombre pero no hacía caso, solo se dedicaba a vestirse y arreglarse un poco el peinado. Se levantó solamente vistiendo sus bóxers y dirigiéndose a Sasuke para ver de una vez por todas qué demonios le ocurría.
-Sasuke- Llamó por casi doceava vez, hasta que finalmente Sasuke le tomó en cuenta.
-¿Qué?- Giró su cara hacia ella, molesto, lo que hizo que se extrañara.
-¿Qué carajos te pasa?- Estuvo a punto de salir pero Sakura lo detuvo. -¡Escúchame, estúpido!- Sasuke se giró y la miró.
-Te escucho…- Relajó un poco más su mirada y suspiró. -Pero estoy frustrado, no quiero hablar ahorita-
-¿Por lo menos me dirás quién es Karin?- Sasuke tomó sus manos y las levantó hasta la altura de su pecho.
-Cuando llegue te digo- Y colocó las manos de Sakura sobre sus pechos. –Y cúbrete, si alguien te ve así, lo mato- Soltó sus manos para irse y Sakura sonrió. –Nos vemos en un rato- Sakura solo negó con la cabeza y cerró la puerta. Estaba cansada y tenía sueño, por lo que la única opción fue ir a la hermosa cama con tonos crema y dar un brinco para sentir la suavidad de la cama. Se acostó y se cubrió hasta el cuello con el edredón. No pasaron ni diez minutos y ya estaba dormida.
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Al cerrar la puerta se tensó de nuevo, la furia lo recorrió de pies a cabeza y una sensación de golpear algo lo llenó por dentro. Caminó a paso rápido hacia el ascensor y cuando bajó, lamentablemente la vio hablando con Naruto y Neji. Estos dos se encontraban realmente hastiados y con una cara de fastidio a punto de llegar a sus límites. Rogaba porque Karin no lo viera tan pronto, pero solo fue un deseo en el aire. Karin corrió hacia él y lo abrazó por el cuello, dándole un beso profundo al cual Sasuke correspondió. Se separaron y Karin comenzó a jugar con su cabello, enredándolo en su dedo índice.
-¿Sabes, Sasuke?- Dijo viéndolo seductoramente. –Te ves extremadamente sexy con el cabello largo- Se acercó un poco más a su rostro.
-Hmp…- No dijo nada más, no quería ni se le antojaba.
-¿Extrañaste a tu novia todo este año?- Sasuke rodó los ojos.
-Si, Karin… Si- Estuvo a punto de besarlo otra vez pero Sasuke se movió rápido hacia Naruto. -¿Y qué me decías, Naruto?-
-¿Eh?- Sasuke zapeó a Naruto hasta que éste entendió la indirecta. –Ouch… ¡Oh, Si! Pero mejor hablemos en el restaurante, dejamos a las chicas solas- Sasuke asintió con Karin colgada de su brazo y todos fueron a la mesa donde estaban sentados antes.
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Era de mañana y Sakura tenía mucho sueño todavía, no quería abrir sus ojos. Debía agradecer que las cortinas eran muy gruesas y aparte llevaban otra tela encima, por lo que no dejaba pasar los rayos del sol por la ventana. Sentía un poco de molestia en la garganta, como si quisiera llegar a resfriarse. Aunque eso le pasaba seguido ya que las cobijas siempre aparecían en el suelo.
Se sentó como pudo en la cama y se talló los ojos ligeramente. Suspiró, ya que estaba completamente desperezada y se dirigió al baño a lavarse la cara. Abrió el grifo y juntó sus manos, atrayendo el agua tibia hacia su rostro. Sacudió su rostro para quitar el exceso de agua y tomó una toalla de mano para secarse. Decidió salir de la habitación para ver si encontraba a alguien que le dijera dónde estaba Sasuke.
Abrió la puerta y fue hasta el elevador. Llegó a la planta baja y caminó por los pasillos buscando a alguien, encontró finalmente a una camarista alejándose y empujando el carrito de servicios con una pila de toallas enorme. Sakura se acercó y le habló por detrás. La camarista se giró amablemente y al momento de verla casi tira las toallas por la sorpresa.
-¿S-señorita?-
-¿Pasa algo?- La camarista la señaló con el dedo y Sakura se vio a si misma. –Oh por dios…- Aún estaba en bóxers y sin nada más de ropa. Su primera reacción fue cubrirse los pechos.
-Está casi en recepción, señorita…- Comenzó a buscar algo dentro del carrito y sacó una bata blanca de baño. –Tome, es lo único decente que tengo en este momento para que se cubra- Sakura la tomó y se la colocó.
-Muchas gracias…- Se anudó bien la bata y se abrazó a si misma. –Disculpe… ¿Sabe dónde está Sasuke?-
-Parece ser que el señor Uchiha está en la Master Suite B con Karin-
-¿Con Karin?-
-Si, señorita- Sakura respiró profundo.
-Gracias. ¿En el mismo piso, no?-
-Así es- Sonrió y siguió empujando el carrito. –Que tenga un buen día- Sakura asintió y se dirigió de nuevo al elevador. Caminó más tranquila por el piso más alto del hotel y se detuvo frente a una puerta antes de la suya. Escuchaba ruidos no muy agradables y poco castos. Pegó su oreja a la puerta y pudo escuchar jadeos y gemidos. Abrió mucho los ojos y decidió despegarse de la puerta, sintió muchos escalofríos. Pero algo le impidió irse.
-Sasuke… No hay nadie que me haga el amor como tú…-
Sakura sintió desfallecerse. Sentía que sus ojos saldrían de sus órbitas. Volteaba a todos lados nerviosa y cuando las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, no pudo más y salió corriendo hacia su suite. Se quitó su bata y la tiró lejos, comenzando a recoger toda su ropa del piso con desesperación y nervios. Ya que la tenía toda la ropa, la colocó sobre la cama y fue al baño, tenía que limpiarse la cara y sobre todo los ojos, los cuales ya estaban un poco rojos.
Sintió cómo tocaban la perilla de la puerta y sin más, tomó toda la ropa y se dirigió de nuevo al baño, esta vez cerrando fuertemente la puerta. Le colocó el seguro y se fue a la parte más apartada del baño, empezando a ponerse la ropa con fatiga. Escuchaba pasos acercándose y cerró fuertemente los ojos, esperando que no fuera él y que no estuviera pensando en abrir la puerta. Pero sus ruegos fueron en vano, la puerta se abrió, dando a ver a un Sasuke algo desarreglado y extrañado por la reacción de Sakura.
-¿Qué te pasa?- Dijo Sasuke, acercándose más a ella.
-¿A mi? Nada… Que me estaba cambiando…- A cada paso que Sasuke daba, Sakura retrocedía. Se detuvo hasta el punto en que tocó la pared y no había más camino que pisar.
-Me extraña que te cambies en el baño cuando tienes privacidad, inclusive en todo el hotel. Pudiste cambiarte hasta en la cama- Sasuke ya había llegado a su lado, colocando su cabeza en su hombro.
-¿…Estás cansado?- Podía sentir la cabeza de Sasuke un poco caliente y húmeda.
-Un poco- Acercó su boca más al cuello de Sakura. –Ejercicio- La tomó de los hombros para que no cayera y fue bajando sus manos hasta sus pechos, rozándolos levemente.
-No, Sasuke…- No había respuesta. –Sasuke…- Se sentía nerviosa al no recibir una contestación. -¡Sasuke!- El susodicho subió la vista solo para ver los ojos llorosos de Sakura. –Ya basta- Sasuke se extrañó mucho y se preocupó por verla en semejante estado. –Ya basta, por favor…- Y la soltó.
-¿Qué tienes?-
-Estoy cansada y no me gusta usar este tipo de ropa… ¿Puedo ir al departamento a cambiarme? Me está irritando vestirme así- Perfecta excusa.
-Si, ya me doy cuenta- Le entregó una copia de las llaves y salió del baño. –Llamaré a un taxi que te espere fuera, yo no puedo acompañarte-
-Oh, está bien- Sakura dudó en preguntar, pero se atrevió. -¿Me dirás quién es Karin finalmente?- Sasuke suspiró y se sentó en la cama.
-Mi ex novia…- Pausó. –Bueno, mi novia. Aun no he terminado con ella, no la había visto en meses- Sakura estaba sorprendida, pero no lo demostró físicamente.
-Vaya, ¿me dirás cuándo la presentarás?- Quiso ser lo más natural y poco envidiosa posible, sonriéndole pícaramente y picándole las costillas con su codo.
-¿Qué te pasa? No reaccionaste cuando te dije que es mi novia-
-¿Acaso he de reaccionar? Es tu novia, es tu vida, y yo no me meto- Sakura terminó de colocarse el vestido y arreglarse en lo que cabía la palabra "decente".
-Si, tengo que terminar con ella ya-
–Me voy entonces, cuídate-
-¿Sin beso?-
-Jódete, idiota- Sonrió y cerró la puerta.
Sakura caminó hasta el primer piso y vio al taxi esperándola. Fue hasta el taxista y le dijo que la esperara cinco minutos más. Regresó al pasillo y pudo oír una conversación, no muy bien pero al fin y al cabo, la oía. Se pegó a la esquina del pasillo y escuchó palabras melosas de una mujer y se arriesgó a sacar un poco la cabeza por el final de la pared. Lo que vio la dejó en shock: Sasuke besando a una pelirroja exuberante y realmente bella, la cual estaba colgada de su cuello y con una pierna en su cadera y a Sasuke agarrándole de los glúteos. Suficiente para Sakura, se dirigió a la salida y subió lo más rápido posible al taxi.
Quería llorar pero no, era fuerte, era optimista, era positiva, era Sakura. No debía llorar, tenía ese espíritu femenino y esa actitud masculina, era simplemente ella. Llegó finalmente al edificio, le dio las gracias al taxista, el cual ya había sido pagado cortesía de Sasuke, y fue directamente al piso ocho. Se quitó el vestido lo más rápido que pudo y en el proceso lloró. Lloró tranquila y ahogadamente. No era posible que ella le hubiera confiado todo en cuestión de meses, inclusive semanas, y Sasuke hubiera jugado con su confianza y dignidad, rompiendo ese lazo en cuestión de segundos. Seguía llorando, y juraba que seguiría así por otro buen rato.
Agarró una maleta y metió absolutamente toda la ropa sencilla y nada cara que podía, como shorts, camisetas, pantalones y por supuesto, ropa interior. Nada más. Hecha la maleta, procedió a tomar el teléfono y marcar de memoria el número de la residencia Hyuuga. Esperó y escuchaba los tonos de espera, pero nada. Colgó y marcó a la residencia Uzumaki, tres tonos después escuchó a alguien del otro lado. Se sentía fallecer por dentro al recibir tal contestación.
-¿Qué trauma psicológico inventado te afecta hoy, teme?- La confundió con Sasuke.
-Naruto, soy Sakura…- El susodicho pudo escuchar cómo Sakura hipaba y sorbía su nariz a cada palabra que pronunciaba.
-Sakura… ¿Estás bien?- Dijo con preocupación.
-No…- A Naruto por primera vez en semanas se le prendió el foco.
-¿Por qué estás en la casa del teme? ¡Él te hizo daño, ¿cierto?!- Como respuesta, solo escuchó un leve sollozo. –Sabía que ese idiota te haría daño, ¡y se lo dije!-
-Naruto… ¿Se encuentra Ino?-
-Si, si está. ¿Te la paso?-
-Por favor, Naruto…- Escuchó movimiento e interrupciones en el teléfono y después silencio, hasta que Ino contestó.
-¿Diga?-
-¡Ino! Por favor, por favor… Necesito verte ya, no aguanto mi vida… Por favor- Ino estuvo a punto de gritarle al escuchar como Sakura lloraba casi a gritos, nunca la había escuchado tan rota e insegura.
-¡Sakura, cálmate! ¿Dónde estás?-
-En el departamento de Sasuke…-
-Voy para allá, dame cinco minutos. No hagas ninguna estupidez-
-Por favor, ven antes de que él llegue, no quiero volver a verlo en mi vida…-
Y colgó. A lo que estaba a punto de hacer no había marcha atrás. Todo había acabado para ella. Se tiró en el sofá y tomó un cojín, presionando su rostro sobre el acolchonado material. Ahora si estaba llorando. Por primera vez en mucho tiempo lloraba. Se sentía realmente deshecha y quien la rompió en cientos de pedacitos fue la última persona del que esperaba eso. Presionó más su cabeza sobre el cojín, y su llanto cesó un poco. Al escuchar el timbre, se levantó inmediatamente y abrió la puerta, dejando ver a una Ino preocupada y sin maquillaje, acompañada de Hinata, la cual lucía igual de preocupada que su mejor amiga.
-¿Estás bien?- Dijo Ino, agitada.
-Ino, ¿puedes llevarme a tu casa? No quiero estar aquí…- Hinata e Ino se vieron, para después ver a Sakura.
-Claro, vamos-
-Esperen- Dijo de repente Sakura, y caminó hacia el sillón. –Mi maleta…- Hinata sonrió e Ino solo atinó a negar con la cabeza en forma de reproche.
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Sasuke iba camino a su cómodo departamento en el centro de la ciudad, donde esperaba encontrar a Sakura dormida o viendo televisión, como siempre. Estacionó su auto y salió cansado, con el saco de su traje en el hombro y las llaves en la mano. Saludando al portero, subió al elevador y presionó el botón de su apartamento. Cuando la puerta finalmente se abrió hacia los lados, salió a paso tranquilo, introduciendo las llaves en el cerrojo. Respiró profundamente y abrió la puerta. Fue caminando hacia la sala y no la encontró, ni indicios de que estuvo allí, como comida o sábanas.
Supuso que estaría en la habitación dormida o en la laptop. Abrió la puerta lentamente por si ella estaba descansando, no despertarla. Pero de igual manera, no vio absolutamente nada. La cama estaba pulcra al igual que cuando salieron noche. Se acercó a la mesita de noche donde reposaba una lámpara y el teléfono celular de Sakura, pero había algo más: una carta. Desplegó el papel grabado y comenzó a leer, cada vez más frustrado según iba avanzando por palabra.
-¡Puta sea mi vida!- Apretó con fuerza el papel en su mano y la guardó en su bolsillo. Acto seguido, salió directo a su auto, debía encontrarla.
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Sakura se encontraba acostada en el sillón de la sala de los Uzumaki, con su cabeza recargada en el regazo de Hinata, ésta le acariciaba la cabeza e Ino y Naruto estaban frente al otro sofá, pensando en qué hacer ahora. No sabían si preguntar qué había pasado o quedarse callados, esperando a que ella dijera todo. Sakura estaba con la mirada perdida, volteando de ves en cuando a los dos hermanos frente a ella, pero volvía a retomar su vista. Suspiró cansada y se sentó en el sofá, captando la atención de los tres. Finalmente, Ino se atrevió a hablar.
-Sakura… ¿Qué pasó?-
-¿Conocen a Karin?- Respondió inmediatamente. Los presentes se miraron entre sí, preocupados. –De acuerdo, la conocen- Ino asintió con su cabeza, Naruto recargó su cabeza hacia atrás y Hinata se llevó una mano a su boca, mordiéndose las uñas. -¿En verdad es la novia de Sasuke?-
-Al parecer aún siguen- Naruto le respondió francamente. –Pero cuando Sasuke se fue de la ciudad no supo nada de Karin, hasta ayer en la noche que llegó y arruinó la fiesta- Se puso su brazo en la cara, tapando sus ojos. –Karin es como una cucaracha, aunque le cortes la cabeza, seguirá jodiéndote la vida parte por parte, y si puede de una puta vez-
-Saku, te seré sincera de una vez- Sakura se enderezó más y puso total atención a lo que Ino iba a decir. –Sasuke salió con Karin por dos razones. La primera es por el dinero y por la reputación que la familia de Karin tiene- Paró a ver la reacción de Sakura, la cual tenía el seño fruncido. –Y la segunda… Porque quería satisfacer sus necesidades sexuales. Karin es la puta de Sasuke, igual que todas…- Sakura cerró los ojos con fuerza y respiró profundo.
-Te he de ser sincera igualmente, Sakura…- Habló Hinata. –Sasuke pues… La verdad puede que esté jugando contigo al igual que con las otras... No se si… Perdón, pero puedes ser una de las tantas… Solo ten cuidado-
-Entonces soy una de las tantas…- Rió leve. –Sabía que mi vida se estaba poniendo muy buena cuando lo malo terminó- Se tapó el rostro con ambas manos, esperando que el llanto no saliera. No tan pronto.
-¿Sabes qué hacer ya?- Le preguntó Ino.
-Yo se a donde ir…-Se escuchó el sonido del teléfono resonar en toda la casa.
-¡Yo voy!- Gritó Kushina desde la cocina, los demás le restaron importancia. –Residencia Uzumaki, ¿diga?... ¡Ah, Sasuke!- A todos se les heló la sangre. –Bien, gracias… ¿Sakura?- Naruto corrió hasta la cocina al escuchar cómo Sasuke preguntaba por Sakura. Hizo señas con las manos indicándole que dijera que no. Kushina alcanzó a verlo a tiempo y respondió. –No, Sasuke, ¿Pasa algo con ella?... Ah, está bien, no hay problema. Adiós- Y colgó. Naruto la abrazó con fuerza.
-¡Mamá, te amo! Le salvaste la vida a Saku-
-¡Ay, cálmate!- Sentía cómo se le iba el aire. -¡Suéltame, hijo de tu mala madre…!- Naruto la soltó.
-Pero tú eres mi madre-
-Y por eso mismo- Naruto rió leve. –Aunque…- Ese "aunque" a Naruto no le gustó. –Viene para acá- Naruto se heló y fue hacia donde los demás.
-¡Chicas! Sasuke viene para acá-
-¿¡Qué!?- Soltó Ino fuertemente. –Debes irte ya- Sakura asintió. –Pero… Si no estoy yo, se verá muy obvio-
-Yo te llevo a donde quieras, Sakura…- Habló Hinata. –Sasuke no sabe que estoy aquí, por lo que no será obvio- Sakura asintió nuevamente y fue por su maleta. Ambas corrieron hacia el auto de Hinata y metieron la maleta en el asiento trasero.
-Estúpida, te voy a extrañar… A donde quiera que vayas, cuídate y llama, ¿de acuerdo?-
-Pendeja, sabes que si…- Y ambas se abrazaron, como si fuera el último día de su vida. –Naruto, cuida de Ino y de Hinata-
-¿Y yo no?-
-Tú nunca te cuidas, idiota- Todos rieron. –Pero tú también, ten cuidado- Naruto la abrazó con fuerza, que alcanzó a levantarla. –Ouch… Los extrañaré- Hinata subió al auto y Sakura la imitó. Encendió el arranque y fueron a toda velocidad hacia la residencia de los Sabaku.
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Pasaron un par de minutos en los que Sakura y Hinata partieron. Kushina estaba sentada frente a Naruto e Ino, los cuales le explicaban con lujo de detalle la situación que se acababa de presentar con Sakura y cómo Sasuke la usó, al igual que a otras. Kushina sabía cómo era Sasuke de mujeriego, y no lo culpaba, estaba a una edad razonable para tener novias. Se levantó al instante en que escuchó el timbre de la puerta. Abrió la misma y pudo ver a un Sasuke un poco desarreglado. Hizo una reverencia en forma de saludo y se extrañó al ver la mirada de Kushina, la cual era de duda. Ésta se hizo a un lado para dejar pasar a Sasuke.
-¿Se encuentra Naruto, señora Uzumaki?- Kushina rió.
-Dime Kushina, me haces sentir vieja cuando me hablas tan formal- Sasuke asintió y le sonrió levemente. –Y si, está adentro con Ino en la sala- Algo ya no le olía bien a Sasuke desde que dijo que esos dos estaban juntos. Fue hasta donde ellos y pudo sentir cómo la mirada de ambos se fijaba en él. Se sentó frente a ellos y habló.
-Sakura se fue-
-Qué sorpresa- Respondió sarcásticamente Ino. Se levantó y fue a su habitación.
-Ino tiene razón, Sasuke… Qué sorpresa- Contestó Naruto con los brazos cruzados.
-¿Y a ustedes qué les pasa?-
-¡A ti qué te pasa! ¿¡Con Karin para lastimar a Sakura!?- Sasuke alzó una ceja. –Sakura habló hoy para decirnos que te vio casi cogiendo a Karin en medio pasillo del hotel-
-Hey hey, para empezar es mi hotel, hago lo que me plazca-
-Y para empezar es mi mejor amiga, ¿qué carajos te pasa, imbécil?- Naruto se levantó y le propinó un severo golpe en la mejilla, rasgándole un poco el labio.
-Eres un pendejo… Si me buscas, me encuentras- Y le devolvió el golpe.
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Mientras tanto, en las afueras de la ciudad se alzaba una mansión enorme, muchísimo más que la de los Uchiha. Era de color rojizo oscuro y con enormes jardines llenos de rosas rojas, las rejas eran muy detalladas, pintadas de color negro para contrastar con la estructura. Sakura ya no recordaba cómo era la casa de su ex prometido, asi que se quedó embobada observando con lujo de detalle. Hinata solo manejaba nostálgica, con la vista fija en el camino. Se paró frente a las rejas, en las cuales enseguida había una pequeña bocina y una cámara más arriba de ésta. Se escuchó un sonido de interferencia y después la voz de un señor mayor.
-Residencia Sabaku. Identifíquese, por favor-
-Sakura Haruno- Respondió Sakura. -¿Podría decirle a Gaara que una amiga viene a visitarlo?-
-Espere un momento- No se escuchó sonido por un rato de aproximadamente tres minutos y medio, hasta que finalmente respondieron. –Gaara-sama la espera, señorita Haruno-
-Gracias- Abrió la puerta del auto y se bajó. Abrió la puerta trasera, sacando su maleta y la cerró, devolviéndose a la puerta de enfrente a la cual solo observó a Hinata por la ventana. –Hina… Nos veremos, no se cuando, pero nos veremos-
-Sakura… Cuídate mucho… Llama de vez en cuando- Hinata quería llorar, pero no podía llorar esa vez, no era el momento adecuado.
-Tonta, no quieras llorar, o yo también lo haré-
Ambas rieron levemente. Hinata asintió con la cabeza y arrancó el auto de vuelta a su punto de origen. Finalmente las enormes rejas se abrieron de par en par. Tomó el mango de la maleta y con el apoyo de las pequeñas ruedas de la misma, se adentró a la enorme propiedad. Caminó varios metros hasta llegar a la puerta principal. Levantó su mano alzada en un puño, dispuesta a tocar, pero en ese mismo instante la puerta se abrió, dejando ver a una emocionada Temari.
-¡Sakura!- Gritó y se abalanzó hasta ella, abrazándola fuertemente. –Te extrañé muchísimo, grandísima tonta-
-Ouch, Temari… Duele- Sentía cómo su aire se extinguía poco a poco. –También me gusta verte pero bájale la espuma a tu chocolate-
-Uy, tan débil como siempre- Dijo esta vez Kankuro.
-¡Canguro! ¿Cómo te va?- A Kankuro le apareció una vena en la frente.
-¡Kankuro, tonta!-
-Ay Dios, tonta… Has herido mis sentimientos- Kankuro bufó, cruzándose de brazos y volteando. –No cambia, ¿no?- Le comentó a Temari, la cual negó con la cabeza. –Por cierto… ¿Dónde están Sasori y Gaara?- Kankuro tomó la maleta de Sakura y la llevó a algún lugar arriba de las escaleras, mientras que las dos chicas fueron a la sala a sentarse, donde en la mesilla había un juego de té, repleto con el mismo líquido.
-Sasori está con Deidara y Gaara ya baja. ¿Gustas?- Dijo Temari, con la tetera en la mano.
-Por favor- Sirvió un poco de té a Sakura y a ella misma. –Gracias- Y sorbió con cuidado, pero de igual manera se quemó. –Au, está caliente…-
-Sopla- Nostalgia, era la palabra que describía ese momento.
-Por cierto- Temari dejó la taza en la mesa y continuó. –Me sorprende que hayas venido, ¿pasa algo?-
-Vengo a cobrar un favor, y a pedirles otro-
-Te escucho-
-Te escuchamos- Gaara habló desde el umbral de la puerta de la sala. Sakura sonrió.
-Vengo a cobrarte el favor del viaje, ¿recuerdas cuando tuve que pagarte un boleto de avión?- Gaara asintió. –Ahora lo necesito- Asintió de nuevo.
-¿Y el otro favor?-
-Es que… Temari, me prestes tu departamento… Porque me iré y no pienso volver hasta dentro de algún tiempo- Ambos estuvieron en shock. Temari lo pensó por un momento y habló.
-…Está bien, tus razones has de tener para irte. ¿Cuándo quieres partir?-
-Ya- Más sorpresas a favor. –Lo más pronto posible-
-De acuerdo, haré unas llamadas para tu recibimiento y tu estancia- Sakura asintió y la abrazó. Ella era una muy buena amiga y le brindaba el apoyo que a Gaara cuando los querían comprometer.
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Había una guerra en la casa de los Uzumaki. Golpes, gritos, insultos. Kushina había salido a su florería y Minato estaba trabajando, por lo que no había ningún adulto cuerdo que mantuviera la distancia entre ellos. Excepto Ino. Gritaba y se ponía entre ellos, pero era empujada y la pelea seguía. Finalmente escuchó cómo tocaban la puerta y entraba Hinata, asustada ante tal escena. Si antes quería llorar, ahora lo quería hacer más al ver a Naruto sangrando de la nariz y a Sasuke con una mejilla roja. No pudo aguantar más y gritó.
-¡¡¡BASTA!!!- Ambos pararon y voltearon hacia ella. -¿¡Qué les pasa!?-
-¿Además de que Sakura se haya ido por culpa de este pendejo? No, nada- Dijo sarcásticamente Naruto.
-Mira, afeminado, te vas calmando-
-¡Se van calmando los dos, hijos de puta!- Gritó esta vez Ino. –Nosotras ayudamos a Sakura a irse de tu casa- Sasuke giró su cuerpo, caminando como león enjaulado y después las encaró.
-¿Sabes acaso a dónde la has llevado? ¿¡Sabes acaso!?-
-¡Con Gaara!- Dijo inconscientemente Hinata. –La… Llevé con Gaara-san…-
-Con el estúpido con que se iba a comprometer- Paró y se sentó en el sofá, acto que todos imitaron, frente al sillón de Sasuke. –Gaara le debe un favor a Sakura, y conociéndola como es, hará lo que dijo…-
-¿Lo que dijo?- Preguntó Naruto contrariado.
-Esto- Sacó de su bolsillo la carta que le dejó y la puso en la mesa de té frente a ellos. Ino la tomó y la desdobló con cuidado, temiendo lo que pudiera ocurrir, sabiendo cómo era Sakura.
"No se por dónde empezar… No pareces entender, parecías un hombre honesto. Tú sabes que esa pequeña acción significó mucho, y tú ni siquiera sentiste algo. Yo me caigo, yo me desvanezco, yo lo pierdo todo, pero tu no. Necesito respirar.
Me voy. Y no, conociéndote me buscarías en la esquina. No me busques, no me hables, no quiero verte otra vez, me duele pensar siquiera en que llegué a amarte, y me duele el recordar que fui un juguete más en tu colección.
Lo mejor para mí fue irme de la ciudad, del país, del continente, de donde fuera. Me fui a Estados Unidos y no pienso volver. Cuida de todos, y cuídate a ti, porque este es un adiós definitivo tanto para ti como para los demás.
Sakura Haruno."
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Discúlpenme tanto por mi retraso de… Tres semanas… ¡Lo siento! Lo que pasa es que estoy en una situación muy crítica. Mi mayoría de edad, mi fiesta, mi cumpleaños, exámenes finales, mis tres becas, exámenes para universidades, trabajos finales, etcétera y etcétera. Estoy saturada de trabajo. Discúlpenme si no puedo responder a los reviews ahorita… Pero lo haré y lo subiré. Mientras tanto, solo les agradeceré de todo corazón por esta LARGA ESPERA y por su inmemorable paciencia.
Hablando del capítulo… Creo que dejé en mucho suspenso xD Decidí "juntar" el episodio 9 y 10 en éste que está ligeramente más largo que los otros (los otros están largos por las notas de autor y la contestación a reviews), pero eso no quiere decir que no intentaré hacer un capítulo 10 que sea magnánimo, asi que los espero de nuevo y cuando deje de trabajar y que la semana entrante termine mis exámenes finales, todo tome el rumbo que antes tenía :) Muchas gracias por todo y por este notorio aguante por parte de ustedes. Muchisisisisísimas gracias. De igual forma recuerden que:
Un review es como el rock & roll de los ficts: son motivación para seguir adelante.
